Está en la página 1de 197

0

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS


CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
VICERRECTORADO ACADÉMICO
ÁREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACION EN DOCENCIA UNIVERSITARIA

TRANSCOMPLEJIDAD DE LOS CAMBIOS DEL ENTORNO SOCIAL


EN LOS Y LAS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD ROMULO
GALLEGOS Y EL ROL DEL DOCENTE UNIVERSITARIO COMO AGENTE
MODELADOR DE VALORES

Proyecto de Trabajo Final de Grado presentado para optar al título de


Especialista en Docencia Universitaria

Autora:
Delvia Díaz
Tutora:
Msc. Levis Machado

San Juan de los Morros, Septiembre 2015


0

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS


CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
VICERRECTORADO ACADÉMICO
ÁREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACION EN DOCENCIA UNIVERSITARIA

Ciudadanos.
Coordinador(a) Comisión Técnica y demás Miembros de la
Especialización Docencia Universitaria.

ACEPTACION DEL TUTOR

Yo, LEVIS MACHADO Portador(a) de la C.I Nº 11.121.558 hago


constar que estudie la propuesta de Trabajo De Grado (Especial).
TRANSCOMPLEJIDAD DE LOS CAMBIOS DEL ENTORNO
SOCIAL EN LOS Y LAS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD
ROMULO GALLEGOS Y EL ROL DEL DOCENTE
UNIVERSITARIO COMO AGENTE MODELADOR DE VALORES,
acepto ser su tutor del aspirante DELVIA DIAZ, Cedula de Identidad
6.938.522; durante todo el proceso de elaboración de su trabajo
hasta el momento de su aprobación, de acuerdo con la normativo
que rige para el caso en la Universidad Rómulo Gallegos.

San Juan de los Morros a los __________de _____________ 2015

_______________________
Msc. Levis Machado
C.I. Nº 11.121.558
1

DEDICATORIA

Este trabajo de investigación se lo dedico al ser más


importante en mi vida, el más grande “JEHOVA DE LOS
EJERCITOS”, que me amo, mucho antes de yo haber nacido
mi DIOS PADRE, al que derramo su sangre para así lavar
mis pecados y a través de ese acto grandioso me dio la
salvación, es el Rey de Reyes, Señor de Señores “DIOS
HIJO JESUS DE NAZARET” y a la maravillosa presencia
del ser que me hace vibrar a través de su ternura “DIOS
ESPERITU SANTO”.

Sin la presencia de la trinidad en mi vida nada tendría


sentido y este trabajo sin su dirección simplemente no se
hubiera realizado.

GRACIAS…………………………………………………………
2

AGRADECIMIENTOS
3

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS


CENTRALES “RÓMULO GALLEGOS”
VICERRECTORADO ACADÉMICO
ÁREA DE POSTGRADO
ESPECIALIZACION EN DOCENCIA UNIVERSITARIA

TRANSCOMPLEJIDAD DE LOS CAMBIOS DEL ENTORNO SOCIAL EN


LOS Y LAS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD ROMULO
GALLEGOS Y EL ROL EL DOCENTE UNIVERSITARIO COMO AGENTE
MODELADOR DE VALORES
Autora: Delvia Díaz
Tutora: Msc. Levis Machado
Fecha: Septiembre 2015.

RESUMEN

La Educación es el pilar fundamental de los procesos de transformación


de la humanidad, es la esencia de cambios y complejizacion. Esta
vinculación complejidad en la Educación, ya tiene nombre y ha empezado
a recorrer el mundo bajo el denominativo de “transcomplejidad”, es decir
buscar lo que está entre, a través y más allá de las disciplinas mismas,
visto en términos educativos una nueva forma de vivir y convivir en la
humanidad. Por tanto, el presente estudio monográfico, presenta como
objetivo general. Analizar el proceso de Transcomplejidad y los cambios
del entorno social que manifiestan los y las estudiantes de la Universidad
Rómulo Gallegos, este cometido tiene como finalidad favorecer en el
estudiante universitario la interiorización de los valores para la vida y la
convivencia; continuándolo y desarrollándolo a lo largo de toda su carrera
profesional. Debido a que, los valores son principios básicos que forman la
conducta de todo individuo, permiten establecer límites en el
desenvolvimiento de la sociedad. Sin embargo, se precisa aclarar que no
se trata sólo de una toma de conciencia, sino de ejecutar acciones para
lograr cambios de actitudes. De esta consideración se deduce que la
investigación se orienta hacia la formación de un profesional íntegro y
comprometido con la sociedad. Por lo tanto, la investigación se enmarca
en el contexto de la educación en valores, específicamente, al docente
universitario como ese agente modelador de esos valores. La misma, es
una investigación de tipo documental, con diseño bibliográfico.
4

Palabras Claves: Proceso, Valores, Docencia Universitaria, Rol del


Docente Universitario.

INTRODUCCION DEL PROBLEMA

“Dios es un jugador impertinente… el universo es como un gran


casino, en el que los dados son lanzados a cada instantes y las
ruletas giran sin cesar…”

Stephen Hawking

La construcción de lo que hoy se conoce como la teoría de la


complejidad, pensamiento complejo y transcomplejidad pues
considero que hacer una revisión exhaustiva de los caminos que se
han recorrido a nivel del conocimiento humano para alcanzar este
punto, representa el fundamento para la comprensión del tema.
Debido a que, La transcomplejidad se alimenta de aportes teóricos
legados a través de la historia, estos se encuentran en las ciencias
clásicas como la física cuántica, la biología, las matemáticas y en
otras como la filosofía y la psicología. La transcomplejidad es la
suma de dos vertientes del pensamiento moderno, la
transdisciplinariedad y la complejidad. La transdisciplinariedad
implica la ruptura de las fronteras entre las disciplinas lo que por
años ha representado una limitante para el avance en lo que se
considera la comprensión de la acción humana sobre sí mismo, su
entorno y el de las organizaciones. El fin último de la
Transcomplejidad, es la producción del conocimiento a partir de la
comprensión dialógica y dialéctica de las acciones del hombre
partiendo de la innovación, la integración y la transformación.
5

En este sentido, es universalmente conocido el hecho que el


conocimiento es el factor que desarrolla el intelecto humano y
dinamiza los patrones de desarrollo y progreso en la humanidad.
Desde tiempos inmemoriales el hombre persigue optimizar su
calidad de vida a través de los avances de diferente índole, como lo
representan la ciencia, la tecnología y la academia. Estos tres
factores han determinado, determinan y determinaran el curso de la
evolución de la humanidad y su connotación histórica.
Los asentamientos humanos desde los orígenes mismos de la
civilización han buscado perpetuar los saberes que le son
provechosos a las generaciones futuras en un afán de desarrollar
patrones exitosos de convivencia fundamentan de allí surge la
construcción del conocimiento como tal. Es así como se encuentran,
aun en la actualidad, vestigios que demuestran fehacientemente la
interacción humana en la sociedad.
La organización social como tal se vislumbraría desde aquellos
primeros esbozos de cohesión humana, la cual aunque muy
rudimentaria y básica, entre los individuos que conformaban las
tribus o asentamientos para aquel entonces, se configuraba como la
referencia social que involucraría los esquemas de aprendizaje para
aquel entonces.
El ser humano por su misma naturaleza siempre busca
relacionarse. La necesidad de organizarse siempre ha estado
presente en la conformación de colectivos humanos. Así transcurriría
la historia, donde los seres humanos paulatinamente irían
perfeccionando la conformación de las comunidades de las cuales
pertenecían. Es de esta manera como, los individuos se vieron
obligados a realizar un óptimo uso de los recursos escasos para
tratar de satisfacer las necesidades de tales grupos convivenciales.
En la actualidad la demanda de una transformación de la
educación universitaria, busca nuevas propuestas para conseguir
6

salidas, y dar respuestas a las interrogantes de los estudiantes


universitarios y por ende a la sociedad en general que avanza en
cuanto a la formación de profesionales.
Por este motivo, Venezuela como nación libre y democrática
ha formulado un Sistema de Educación amplia y compleja, que
permite a la población recibir una formación académica que va
desde la inicial (Preescolar) hasta la superior (Universitaria) siendo
esta última donde el individuo logra una profesión especializada que
le permite integrarse a una función laboral especifica dentro de la
sociedad, y por ende obtener el salario que necesita para
mantenerse a sí mismo y a sus familiares.

No obstante, estudiar una carrera universitaria en Venezuela


no es tarea fácil, por lo tanto, con este panorama no es difícil pensar
que existen en la actualidad un gran número de factores que pueden
afectar la carrera universitaria de los y las jóvenes en Venezuela,
factores que deben ser analizados y estudiados en profundidad para
entenderlos, comprenderlos y mejorar en lo posible el proceso
educativo en la Educación Superior venezolana.

Por consiguiente, la educación es uno de los problemas más


importantes de la sociedad pues ella tal como lo plantea Albornoz
(1999) permite la formación integral del individuo en las ciencias
académicas, laborales y socio comunitaria, de forma tal que puedan
transformar y aprovechar los recursos que les rodea para su
beneficio propio y colectivo, manteniendo así la calidad de vida
deseada en un momento dado. Es por esta razón, la mayoría de
los países han establecidos sistemas educativos claramente
definidos, que se adaptan a sus necesidades fundamentales, pero
que al mismo tiempo se enmarquen en la globalización mundial,
pues cuando se educa a una persona se está incidiendo o afectando
al resto de la sociedad actual.
7

De manera que, la República Bolivariana de Venezuela tiene hoy


día un sistema evolutivo integrado por niveles y modalidades, siendo
los primeros de carácter obligatorio y cubre desde la denominada
educación maternal hasta la educación superior, impartiéndose esta
última en los tecnológicos, colegios universitarios, pedagógicos y
universidades del país, con la misión de formar a los profesionales
que se requieren en las diferentes áreas del conocimiento.

Por lo tanto, una de las regiones de mayor importancia


geopolítica de Venezuela se encuentra constituida en la zona
central. En ella se extienden planicies donde existen gran cantidad
de asentamientos humanos. Los llanos venezolanos abarcan gran
extensión del territorio nacional. Están compuestos por territorios
comprendidos en al menos 7 estados de la división geopolítica del
país. Los cuales son: Apure, Guárico, Cojedes, Barinas, Portuguesa,
así como parte de Anzoátegui y parte del estado Monagas
Dentro de la región llanera destaca el estado Guárico por ser
encrucijada que une los cuatro puntos cardinales de nuestra patria.
En el estado Guárico existen varias instituciones de educación
universitaria que rigen la formación profesional de los individuos que
componen a las poblaciones diseminadas a lo largo y ancho de la
zona central del país. Es así como se encuentra universidades que
competen al sistema de educación universitaria del venezolano.
En este sentido la educación universitaria viene a jugar un
papel fundamental en el subsistema de dicho sistema educativo. Por
otra parte el docente universitario tiene que reflexionar acerca del
papel que juega dentro de la formación educativa y por ende dentro
de la sociedad contemporánea.
Siendo así la educación universitaria es la que se debe de
incorporarse a los complejos cambios sociales y en consecuencia
educacionales del país, y a nivel mundial, nacional, regional,
municipal están sometida a nuestra sociedad, lo que indica que el
8

servicio educativo de dichas casas de estudios deben estar acorde


con la dinámica y cambio existente, ya que son el eje fundamental
que transforma el día a día del hacer de un individuo.
Por ello, el llano venezolano es una zona geográfica
claramente definida que ocupa gran extensión de nuestro territorio
nacional. Es en el llano donde se fragua gran parte del
conocimiento formal e informal que ha cimentado las bases de la
sociedad venezolana actual. En el estado Guárico se da la
particularidad de ser altamente heterogéneo en cuanto a
costumbre, creencias y tradiciones, tanto así que una misma
manifestación posee distintas variantes en una localidad, debido a
esto, la línea de investigación, es variada y al relacionarlas
transdisciplinariamente más amplia se vuelven.
Las costumbres, creencias y tradiciones de un pueblo, forman
parte de la cultura popular tradicional y, esos contenidos, el saber
del pueblo, tienen estrecha relación con la historia, la geografía,
valores y todos aquellos conocimientos que se enmarquen dentro de
las ciencias sociales, que posee su propio método sin menospreciar
otros métodos. Por lo anteriormente expuesto el estudio de las
ciencias sociales echa mano de una serie de herramientas provistas
por la educación, específicamente dentro del sector universitario
nacional, las cuales pueden optimizar el funcionamiento de
instituciones que de una u otra manera reflejan la idiosincrasia del
conglomerado humano que les proponen, las estimulan o las
favorecen.
Siendo las cosas así, resulta claro que una de las instituciones
reconocida de la educación superior en Venezuela es la Universidad
Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG) cuya sede
principal se encuentra en la Capital del Estado Guárico, San Juan de
los Morros donde se cursan las carreras de: Medicina, Odontología,
Administración, entre otras, las cuales están disponibles para
9

estudiantes que en su mayoría vienen de todo el territorio nacional


pero en especial de la parte central del país. Sin embargo, la
situación planteada se está convirtiendo en un tema de
preocupación para algunos investigadores en el campo de la
educación superior, que según Belizario 2013, ha venido
observando, algunos comportamientos negativos en los estudiantes
que ingresan en la Universidad Rómulo Gallegos. Debido a que han
sufrido cambios de ambiente social, es decir, su lugar de origen es
una ciudad diferente a San Juan de los Morros. Por tanto, su
influencia ocasiona un impacto en su forma de vida, ya que
manifiestan al comienzo de la carrera síntomas de miedo, ansiedad,
depresión e incapacidad para adaptarse a este ambiente, pues están
enfrentado situaciones nuevas cada instante, hecho que reafirma
Belizario (2013) cuando expresa que:

“Cuando una persona se ve expuesto al cambio de


ambiente social todas las acciones que realiza se
pueden ver afectadas, pero especialmente los de tipos
estudiantil, pues en esta actividad las persona debe
tener la mayor concentración y equilibrio mental posible,
y debe estar alejado de situaciones de estrés que
distraigan su aprendizaje”.
En tal sentido, según la autora se debe realizar trabajos de
investigación que traten este problema, lo cual se debe hacer
tomando como grupo de estudio a quienes están iniciando alguna
carrera en la UNERG de San Juan de los Morros, pues se supone
que aquellos estudiantes avanzados ya han superado los efectos de
cambios social que han sufrido al mudarse para San Juan de los
Morros. En este caso, se puede tomar para investigación a quienes
están cursando el primer año de la carrera profesional en la
Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, debido a que
la mayoría de los estudiantes, son originarios de otras ciudades
distintas a San Juan de los Morros y mayormente viven en
residencias en la Capital del Estado Guárico.
10

Vale acotar que , estas y otras cuestiones representan


problemas importantes en los momentos de la vida que nos exigen
tomar decisiones, plantear y replantear algunas de nuestras metas,
reconocernos a nosotros mismos, valorar nuestras posibilidades.
Aunque sin duda todo ello supone asumir responsabilidades
personales. La búsqueda de respuestas o de alternativas posibles es
un camino a compartir, un viaje en el que la compañía y la ayuda de
otros se vuelve indispensable. Por ende, este camino es un desafío
que implica ingresar a una organización y a una cultura especial, la
cual se va conociendo y aprendiendo en forma gradual. Nadie se
recibe de estudiante universitario de un día para el otro, ni en dos o
tres semanas. Esto requiere tiempo, aunque no es sólo ‘cuestión de
tiempo’.
Evidentemente, ingresar en la Universidad, implica cambios y
los cambios requieren adaptación y transformación, reorganización
personal, familiar, y social. Estos procesos son propios del
crecimiento y se dan en esta etapa de la vida en la que se modifica
el ‘afuera y el adentro’; es decir, que asumiendo nuevas maneras de
afrontar la vida, pensando sobre el modo de estudiar y aprender,
relacionándose de otro modo con el conocimiento y con los demás,
afianzando nuestra manera de ser.
Insertado en esta problemática, Serrano. (2005), expresa que
en Venezuela a través del currículum intercultural, educación en
valores, se ha querido implementar un sistema de convivencia donde
todos los alumnos tienen derecho a aprender y descubrir las
posibilidades que posee para el desarrollo de sus capacidades,
habilidades, juicio crítico y sentidos de responsabilidad y solidaridad,
donde sean respetados en su libertad de conciencia y no sea objeto
de ningún tipo de discriminación para expresar su opinión libremente
con el debido respeto al otro. También deben ser escuchados en
todos los hechos que lo involucren, utilizando los canales y formas
11

adecuadas, donde puedan ser evaluados en sus desempeños y


logros conforme a criterios explicitados, y ser informados al respeto.
(p. 66)
Sin embargo, la situación planteada se está convirtiendo en
un tema de preocupación para algunos investigadores de la
educación universitaria ya que los estudiantes universitarios de la
Universidad Nacional Rómulo Gallegos se ven afectados tanto
negativa como positivamente por varios factores en el desempeño
académico.

Dentro del mismo contexto, lo anterior lleva a la satisfacción


de las necesidades mínimas de la sociedad, encauzadas hacia la
formación de profesionales con gran talento, sin tomar en cuenta el
rol integral que tiene la institución universitaria, como es, apoyarse
en la investigación como refuerzo de la docencia al validar y
sistematizar los conocimientos generados, y utilizar la extensión
como instrumento enriquecido por la docencia e investigación para
intervenir en el entorno y transformar la sociedad de acuerdo a los
requerimientos y necesidades existentes, en actuación conjunta con
los actores sociales involucrados. Comparte esta afirmación Narváez
(2007) cuando plantea:

En la actualidad la articulación de las funciones


tríadicas universitarias representan una preocupación
subyacente en los distintos encuentros académicos
dedicados al análisis de la situación de la educación
superior, su carácter indisoluble está vinculado con la
calidad, la adquisición del conocimiento y el
mantenimiento de las instituciones universitarias en la
cúspide de las transformaciones propias de las
dinámicas impuestas por el entorno social, cultural,
económico y ecológico, que demandan mayor
12

movilización del conocimiento, su divulgación constante


y mantenimiento de relaciones cada vez más fluidas (p.
2).

De acuerdo a lo planteado, concebir la universidad como una


institución que únicamente tiene como principal responsabilidad la
generación y difusión del conocimiento provoca inquietud en cuanto
ha cómo debe ser dirigida, dejando claramente establecido el
concepto de pertinencia, de manera que se puedan cohesionar las
funciones de la institución con las demandas de la sociedad. Para
ello, la universidad debe reajustar los objetivos a cumplir a través de
sus funciones básicas, en especial la de extensión, a fin de no
generar confusión entre los conceptos de extensión universitaria,
proyección social voluntaria de la universidad y responsabilidad
social universitaria, para referirse al deber que tienen las
instituciones universitarias de contribuir a los problemas que aquejan
a la sociedad y de esa forma influir en ella.
Es importante señalar que, el mundo de hoy es una paradoja, por
un lado el tercer mundo ha realizado grandes avances que
asombran en lo que respecta a las ciencias y a la tecnología, sin
embargo, existe una situación contraste porque al mismo tiempo se
presentan situaciones que afecta la dignidad humana; la sociedad
actual está en crisis de los valores fundamentales para la
convivencia y la paz, hay en líneas generales una indiferencia por
parte de la humanidad, que pone en peligro la vida en general.

En la actualidad, la educación universitaria hace énfasis en la


obtención de conocimientos, información tecno científica,
generalidades de conceptos, resolución de problemas, en la mayoría
de los casos, se limita a preparar profesionales que respondan a las
exigencias del mercado laboral; pero en el desarrollo de los valores
presenta carencias y debilidades.
13

En otro orden de ideas, las aulas de clases de las


universidades convertidos en espacios de aprendizajes deberían
posibilitar al docente a compartir principios, valores y normas
cultivados en la familia; los cuales, necesariamente, el docente
visibiliza su internalización a través de pautas de comportamientos
acordes con su responsabilidad y desempeño. El docente es
reconocido por la coherencia y cohesión de su discurso, moralidad y
sociabilidad. Basado en este contexto, y apoyado en lo que precisa
Morín (1999) en su texto, “Los sietes saberes necesarios a la
educación del futuro”: “ La misión de la escuela y por consiguiente la
del educador, es la formar seres completos, integrales, con un
potencial biofísico, científico, capaz de desempeñar un conjunto de
actitudes fundamentadas en valores éticos y morales.”, se pretende
compartir una reflexión que tiene como punto de partida la
experiencia en las aulas, relacionados con los valores y conductas
morales que Morín lo relaciona con los docentes de los primeros
grados de educación pero que el investigador los relaciona con los
docentes universitarios, ya que los considera modelos para los
estudiantes, por su destacada misión en la enseñanza y en la
moralidad que imparten, constituyéndose así, en un elemento
integrador, al constituirse en agente de primer orden en el tejido
socializador, modelador competente en la defensa de valores como
el respeto, la libertad, la tolerancia, amor a la profesión, la
responsabilidad, la justicia, la igualdad, la solidaridad entre otros ; la
observancia de estos fenómenos revela la moralidad del docente a
través de acciones dirigidas a trascender métodos y estrategias,
saberes teóricos y técnicos, en la exigencia de sus funciones de
docencia, investigación, extensión, al cultivar la personalidad moral
tomando como hilo conductor la congruencia y formalidad del
sistema de valores, creencias, costumbres y normas de la
Universidad.
14

En esta dinámica, la formalidad y congruencia de valores


compartidos y normativas que la distinguen y logra internalizar,
espontánea o deliberadamente, constituyen indicadores que le
aportan raigambre a la pertinencia y pertenencia. Sin lugar a dudas,
el docente desempeña una figura emblemática, dado que sus
palabras expresadas y sus acciones ejecutadas contienen
significados, intencionalidad y finalidades, sometidas a la
observación y al cuestionamiento del estudiante que le reconoce en
su biota académica. Los ámbitos individuales y colectivos le
permiten revelar actos humanos voluntarios y actuaciones
normadas, producto de su cosmos valorar y/o el mediado por la
universidad al establecer y asumir el nuevo patrón de
comportamiento que se espera exhiba.

El docente universitario no es un ente aislado, pues, cohabita en


una cultura universitaria; a través de ésta complementa sus
estrategias y esquemas de acción, identificando valores,
apropiándose de normas; promoviendo y traduciendo la
personalidad moral en su cotidianidad axiológica y ontológica; en
concordancia, se espera sea un docente competente para lograr
sintonizar individual y colectivamente el acuerdo de la convivencia
humana, inclinado a la formación de ciudadanía, proclive a la
comprensión, al razonamiento, al rigor del pensamiento crítico,
Tenemos entonces que los espacios de aprendizaje provistos por la
cotidianidad educativa legitiman en los estudiantes, “un medio vital
cotidiano”, a decir de Huseerl. Aulas, laboratorios, revitalizan los
marcos referenciales (valores, principios y normas) que el docente
como sujeto de moralidad intenta dejarse ver preferiblemente con
calificativos morales buenos.

Por tanto, la educación universitaria se considera el medio más


idóneo para guiar conductas en los “estudiantes” (Pedró, 2006) e
15

impulsar un viraje en las formas de relacionarse, generar bienestar,


innovar y recrear los tradicionales sistemas de producción. La
universidad fundamentada en la universalidad del conocimiento y de
los saberes, en la necesaria transformación y en pertinentes
valorables favorables a una sociedad resinificada en su condición
humana, es capaz de formar ciudadanía en la pluralidad, dispuesta a
conciliarse y reconciliarse en la divergente lectura de lo real y
circundante, defensora del respeto y la solidaridad como
mecanismos de participación; un universo valorar que la misma
universidad define en su cultura e identidad y que logra comunicar
de diversas maneras ante públicos que se dan por sabidos.

Por ello, la tarea implica disposición, preferencia, decisión e


interés por parte de los docentes universitarios al conducirse
coherente y cohesionadamente. Desde esta posición y alcance, su
discursividad y socialibilidad, pueden convertirlos en sujetos
realizadores de moralidad demandados por un contexto social
humanizado, “pues lo habilita para reflexionar acerca de la
importancia de aprender a ser persona, y sobre manera, para la
valoración de la condición humana desde la interacción pedagógica”
(Balza, 2008: 94). Basado en lo anteriormente expuesto, surge esta
reflexión en medio los fenómenos observables en ese “mundo de
vida” permiten identificar la valoración, revaloración y autovaloración
del docente en el aula de clases y las calificaciones morales que se
desprenden y desaprenden de las relaciones e interrelaciones con
los demás docentes y comunidad universitaria. Estos aspectos
generan interés para el presente estudio por cuanto, la práctica
discursiva y las acciones reveladas muestran un patrimonio valorar
cimentado en el arraigo de creencias, costumbres, convicciones,
experiencias de vida que coexisten con la cultura universitaria y que
entran en una especie de tregua axiológica al ser develadas
16

coherentes y cohesionadas en su práctica o antagónicos e


inconsistentes.

Es así que al plantearse en este sentido la moralidad se


concebirá como la capacidad propia de la naturaleza humana de
preferir, decidir, no ser indiferente, ajeno e insensible a la
circunstancias, lo cual conlleva una existencia y autoconciencia que
se acciona al valorar y reconocer, sin olvidar al otro (Gadamer,
1993); es acción materializada en los actos humanos conscientes y
voluntarios de elegir obrar bien al saberse parte de una comunidad,
un colectivo. En este punto, la eticidad involucra la proyección y
transformación del hombre en sociedad, lo acerca al encuentro con
el otro. En correspondencia, el docente contribuye a esa formación
y/o transformación, visibilizando y exponiendo su credibilidad al dar
cuenta de sus actos.

Al adentrarnos en la universidad encontramos que La resultante


ha devenido en un proceso de construir y reconstruir el universo
valorar de los actores sociales para desaprender modelos culturales,
apropiarse y reapropiarse de los nuevos objetivos institucionales,
todo lo cual es conducente a revelar la Teoría Explícita y la Teoría
en Uso manifiesto por el docente en su praxis educativa. El docente
intenta describir, interpretar, comprender, contrastar e interpelar el
nuevo marco de referentes normados que constituyen su realidad
organizacional.

Los docentes universitarios elaboran sus mapas mentales, ideas,


conceptos, cimentados en principios, valores y normas, los que
incidirán en su desenvolvimiento deliberado ante el otro, con
consecuencias deseables a sus intereses, expectativas o
convicciones; por consiguiente, la teoría tiene un carácter normativo,
de control e inclusive predictivo del comportamiento. Por su parte, la
universidad como organización basa su accionar en normas,
17

reglamentos, políticas, lineamientos que direccionan sus objetivos y


que, al mismo tiempo, rigen los comportamientos de los actores
universitarios, definiendo roles, estructuras de mando, funciones.

En la Teoría Explícita, el docente sujeto de moralidad se pretende


comunicar cuando se le pregunta cómo se comportará en
determinada circunstancias y, la Teoría en Uso, el docente se
presume un comportamiento dentro y fuera del aula de clases a
partir de la conducta observada, vale decir que gobierna su accionar.
Se observa como el docente construye su propia Teoría en Uso.
Generalmente ambas teorías se contradicen, repercutiendo en el
aprendizaje individual y organizacional, por ende, en los cambios
promovidos colectiva e intencionalmente para la consecución de los
objetivos institucionales.

Para los fines del presente estudio se tiene, entonces, que la


Teoría de la Acción concibe al docente como un ser que diseña sus
acciones, las ejecuta y evalúa sus consecuencias, adopta sus
diseños en tanto que los resultados responden a sus intenciones y
las modifica cuando los resultados le son adversos, . Se realiza una
reflexión sobre el enfoque psicopedagógico de la educación de
valores y en este aspecto se refiere a que el valor tiene una
naturaleza subjetiva ya que existe individualmente en los seres
humanos, y objetiva porque constituye parte de la realidad social así
los valores, amor a la profesión, la responsabilidad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad y otros son reflejados por cada persona de
manera diferente, es importante que el estudiante universitario en el
contexto de su formación profesional y docente asuma y reflexione,
tome partido y elabore puntos de vistas y criterios propios con
respecto a los valores para que no reciba el impacto de las
condiciones que impone la globalización del mundo, donde se revela
como elemento común el problema relativo a la llamada “crisis de
18

valores” ;es aquí en donde el Docente Universitario toma un papel


protagónico ya que servirá de modelo.

Cada día la Sociedad demanda con más fuerza a las


Universidades, la formación de profesionales competentes. En un
mundo en rápida mutación, se percibe la necesidad de una nueva
visión y un nuevo modelo de enseñanza Universitaria, se debe
formar a los estudiantes para que se conviertan en ciudadanos
profundamente motivados, provistos de un sentido crítico, capaces
de analizar los problemas y buscar soluciones, aplicar éstas y asumir
responsabilidades sociales. La formación del profesional depende no
solo de los conocimientos y habilidades que desarrolla en el
currículo universitario sino también de los intereses y valores que
regula su actuación profesional. El amor a la profesión, la
responsabilidad, la honestidad constituye valores esenciales
reguladores de la actuación de un profesional competente.

En este sentido, la Educación Universitaria ha venido trabajando


en la conceptualización, desarrollo y evaluación del concepto de
Integralidad del Estudiante proceso que ha ido profundizándose y
alcanzando aciertos sin que estén exentos aun de interpretaciones
formalistas y mecanicismos en su aplicación. Se ha destacado la
importancia del trabajo educativo de los docentes, emprendiéndose
diversas acciones para el logro de sus fines, sin embargo, este
aspecto es todavía muy débil y muestra pocos resultados.

La identificación del problema que afecta la atención a escala


nacional, evidencia que los profesionales que salen egresados de
nuestras Universidades, no ha logrado contribuir suficientemente al
fortalecimiento de los valores profesionales y humanísticos que
tributen consecuentemente a un compromiso social. Corresponde a
la universidad Venezolana, entonces garantizar una educación moral
19

que propicie en los y las jóvenes una alta calidad en el desempeño


profesional, así como un elevado compromiso social con su país.

El objeto de estudio de la investigación es: la deserción


estudiantil generado por los cambios sociales de los y las
estudiantes en su primer año de carrera profesional y el rol del
Docente Universitario como agente modelador de valores, el campo
de estudio es la formación de valores que emplean los y las
Docentes en los y las estudiantes universitarios en su formación
profesional. Así en esta investigación se propone crear
concientización en el Docente Universitario para que contribuya al
desarrollo de los valores de la profesión en los y las estudiantes
universitarios; además se verificará las estrategias Docente
Educativa que tienen los docentes para contribuir al desarrollo de
Valores de la Profesión. Ante el planteamiento anterior surgen
entonces las siguientes interrogantes:

- ¿Cuáles son los basamentos teóricos de la Educación


Universitaria venezolana?

- ¿Cuáles son los principales cambios que en el entorno


social enfrentan los y las estudiantes universitarios en el primer año
de carrera profesional en la Universidad Nacional Experimental
Rómulo Gallegos?

- ¿De qué manera los y las Docentes deben ayudar a los y las
estudiantes universitarios superar los cambios que enfrentan en el
entorno social? De ahí los siguientes objetivos a proponer:

Objetivos de la Investigación

General
20

- Analizar el proceso de Transcomplejidad y los cambios del


entorno social que manifiestan los y las estudiantes de la
Universidad Rómulo Gallegos.
Específicos

- Exponer los basamentos teóricos de la Educación


Universitaria en Venezuela.
- Definir el entorno social haciendo énfasis en el rol de la
formación del individuo en la Educación Universitaria.
- Describir los fundamentos teóricos en torno al Docente como
Agente Modelador

Por otra parte, toda investigación debe ostentar aspectos


que justifiquen su elaboración y le otorguen mayor valor
agregado a la misma a través de la conjunción de los
conocimientos creados a favor de satisfacer expectativas
sociales y comunitarias del sector de la población hacia el
cual va dirigido. El estado de reacondicionamiento en el que
se encuentran sumidas las instituciones educativas en la
actualidad, se instaura como uno de los motivos principales
que impulsan la realización de un estudio, preocupado por
sentar las bases teóricas que permitan acentuar las
potencialidades de dicha situación.
Ahora bien, sigue siendo imperativo brindar justificación al
hecho de considerar que se concibe al docente como un agente
reflexivo, crítico y transformador en y de su práctica docente, por lo
que su formación radica en un acercamiento a la realidad del
entorno social y de los y las estudiantes. En este sentido, la
formación radica en un acercamiento a la realidad del entorno social
y de los estudiantes.
La formación no sólo es la reproducción de conocimientos,
habilidades o metodologías, sino también la participación del
docente en la elaboración y construcción de experiencias que
21

permiten explicar la realidad. Bajo esta perspectiva se justifica el


hecho que el profesor es un agente transformador, activo y crítico
con la capacidad de prever y encontrar respuestas creativas y
concretas a las situaciones que enfrentarán en su práctica. Con
respecto a esta perspectiva, Pérez Gómez (2002) señala: “Los
valores son principios básicos que forman la conducta de todo
individuo, permiten establecer límites en el desenvolvimiento de la
sociedad. Se aprenden a través de ejemplo, del estímulo y del
diálogo entre sus participantes para ser asimilados y convertirse en
convicciones y decisiones personales. La educación en valores debe
tener como ideal crear una nueva ética para la convivencia
cotidiana”
Justamente en este contexto social actual, en el cual el
comportamiento del hombre ha dado un cambio en su forma de
actuar, reflejo de una ausencia de valores fundamentales para el
desenvolvimiento individual y social, ha producido una crisis dentro
de la sociedad. Dicha crisis ha llevado a la necesidad de la
problemática existente, la cual hace imperante poner en práctica la
formación en valores. Sin embargo, se precisa aclarar que no se
trata sólo de una toma de conciencia, sino de ejecutar acciones para
lograr cambios de actitudes.

Como así lo refiere Cortina et. Al.(2000), “importa, y mucho, ir


detectando que valores generan sociedades proactivas e ir
proponiendo incorporarlos en la vida cotidiana como el mejor
proyecto que puede unir a los miembros de una sociedad” (pag.11).

Este cometido tiene como finalidad favorecer en el estudiante


universitario la interiorización de los valores para la vida y la
convivencia; continuándolo y desarrollándolo a lo largo de toda su
carrera profesional.
22

La Ley Orgánica de Educación en sus disposiciones generales


hace énfasis en una educación donde se desarrolle en hombre
instruido, saludable y comprometido. Así, en su Artículo 3, se
expresa:

La educación tiene como finalidad fundamental el


pleno desarrollo de la personalidad y el logro de un
hombre sano, culto, crítico y apto para convivir en
una sociedad democrática, justa y libre basada en la
familia como célula fundamental y en la valorización
del trabajo; capaz de participar activa, consciente y
solidariamente en los procesos de transformación
social; consustanciados con los valores de la
identidad nacional y con la comprensión, la
tolerancia, la convivencia y las actitudes que
favorezcan el fortalecimiento de la paz entre las
naciones y los vínculos de integración y solidaridad
Latinoamericana (pag.3).

De esta consideración se deduce que la investigación se


orienta hacia la formación de un profesional íntegro y comprometido
con la sociedad. De esta manera, se conciben los alcances de esta
investigación en tres perspectivas de formación, como lo representan:
Alcance Académico, en la cual el docente es concebido como
un especialista que domina los conocimientos producidos en una
determinada área del saber, cuya función es comunicarlos con
claridad a los estudiantes. Dentro de esta perspectiva, la enseñanza
es concebida como una transmisión de conocimientos, y el
aprendizaje como proceso de acumulación de los mismos.
Alcance Técnico, en donde más que hablar de formación, se
habla de entrenamiento para la realización de un trabajo
sistematizado basado en los rasgos inherentes a la enseñanza, es
23

decir, se concibe como una ciencia aplicada y el docente como un


técnico que desarrolla una actividad profesional práctica, eficaz y
rigurosa, cuyos instrumentos principales son los objetivos, que le
sirven de criterios para realizar la planeación, el proceso y la
evaluación de la enseñanza.
Alcance Social, desde la cual, la docencia es concebida como
una actividad compleja y multideterminada, bajo este enfoque la
formación del docente se fundamenta en la práctica, es decir, en la
experiencia del profesor y en su capacidad de adaptarse a las
circunstancias y características que plantea el espacio donde realiza
la actividad. Es importante resaltar que desde esta perspectiva se
plantea la necesidad de que el docente reflexiones sobre su práctica
con el fin de posibilitar su transformación.
Es importante destacar que estas perspectivas no están
presentes sólo en el pensamiento de los profesores, sino también en
el de los estudiantes, para quienes un buen profesor universitario
tiene como características principales: el manejo cabal de los
contenidos actualizados de la asignatura que imparte, así como la
capacidad de explicarlos con claridad y hacerlos entendibles para los
alumnos en un proceso de enseñanza donde predomine un
ambiente de respeto, solidaridad y compresión (Bain, 2005; Lisis y
Rivas, 2007).
Finalmente es importante mencionar que una perspectiva
académica y técnica es también reforzada por los mecanismos de
evaluación de la docencia en educación superior, en donde el
cuestionamiento sobre el dominio de una asignatura, la forma en que
se enseña y la capacidad de resolver las dudas de los estudiantes,
son constantes. Lo anterior no quiere decir que el dominio de los
conocimientos y de su forma de transmisión no sea importante, ya
que son características inherentes a la docencia
independientemente del nivel educativo donde se ejerza.
24

Sin embargo, en la formación y práctica de los profesores se


presentan de manera incipiente aspectos fundamentales que
retoman las demás perspectivas, como lo son la reflexión sobre la
práctica y el compromiso social que ésta tiene.
El proceso de globalización está repercutiendo en la cultura y
en la educación, por lo que se considera urgente y necesario que las
instituciones educativas y sus actores redefinan y asuman sus
funciones prioritarias. Esto implica retomar desde una perspectiva
crítica uno de los objetivos primordiales de la institución universitaria:
como formar modelos integrales en el talento humano, lo que
representa un desafío permanente y una dimensión central del
sector educativo y de la sociedad. La formación del docente
universitario, en este sentido, debe orientarse hacia una formación
integral, la cual debe ser asumida responsablemente, no solo por el
ser humano sino también por la Institución Universitaria y por el
Estado.
En este sentido, es necesario revisar las leyes venezolanas
que contemplan el derecho a la educación y específicamente, el
derecho a la formación del ser humano y a la formación del docente
universitario, lo cual también es un deber social del Estado. El
proceso de reordenamiento y transformación de la Educación
Universitaria Venezolana tiene que estar vinculado y en armonía con
lo pautado en el espíritu y lo plasmado en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, con los acuerdos que en
materia de Educación Universitaria han firmado Venezuela con
organismos internacionales como la UNESCO, así como con el
marco de la realidad nacional y mundial.
Asimismo dicha investigación se apoya y se justifica en la
constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV),
establece en sus artículo 102 y 103 que la educación es un derecho
25

humano y un deber social fundamental, es democracia, gratuita y


obligatoria.
Artículo 102. La educación es un derecho humano y un
deber social fundamental, es democrática, gratuita y
obligatoria. El Estado la asumirá como función
indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y
modalidades, y como instrumento del conocimiento
científico, humanístico y tecnológico al servicio de la
sociedad. La educación es un servicio público y está
fundamentado en el respeto a todas las corrientes del
pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial
creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su
personalidad en una sociedad democrática basada en la
valoración ética del trabajo y en la participación activa,
consciente y solidaria en los procesos de transformación
social consustanciados con los valores de la identidad
nacional, y con una visión latinoamericana y universal. El
Estado, con la participación de las familias y la sociedad,
promoverá el proceso de educación ciudadana de
acuerdo con los principios contenidos de esta
Constitución y en la ley.

La Constitución Nacional vigente desde 1999, inicia sus


disposiciones sobre el derecho a la educación en el capítulo de los
“Derechos Culturales y Educativos”, Artículo 102, en el cual declara
la educación como un derecho humano, gratuito y obligatorio, a la
par de reconocerla como un deber social fundamental del Estado.
Además se puede apreciar que la Constitución vigente en sus
artículos 102 y 103, establece el derecho a la educación integral
para todos sus ciudadanos, fundamenta en el respeto a todas las
corrientes del pensamiento y sin ningún tipo de limitación en cuanto
a edades y nivel académico, todo lo cual respalda el derecho a la
formación integral del docente universitario, contemplando también
en el artículo 25 de la Ley Orgánica de Educación.

Artículo 103. Toda persona tiene derecho a una


educación integral, de calidad, permanente, en igualdad
de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que
las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones.
La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el
26

maternal hasta el nivel medio diversificado. La impartida en


las instituciones del Estado es gratuita hasta el pregrado
universitario. A tal fin, el Estado realizará una inversión
prioritaria, de conformidad con las recomendaciones de la
Organización de Naciones Unidas. El Estado creará y
sostendrá instituciones y servicios suficientemente dotados
para asegurar el acceso, permanencia y culminación en el
sistema educativo. La ley garantizará igual atención a las
personas con necesidades especiales o con discapacidad
y a quienes se encuentren privados de su libertad o
carezcan de condiciones básicas para su incorporación y
permanencia en el sistema educativo.
Las contribuciones de los particulares a proyectos y
programas educativos públicos a nivel medio y
universitario serán reconocidas como desgravámenes al
impuesto sobre la renta según la ley respectiva.

Artículo 104. La educación estará a cargo de personas


de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad
académica. El Estado estimulará su actualización
permanente y les garantizará la estabilidad en el ejercicio
de la carrera docente, bien sea pública o privada,
atendiendo a esta Constitución y a la ley, en un régimen
de trabajo y nivel de vida acorde con su elevada misión.
El ingreso, promoción y permanencia en el sistema
educativo, serán establecidos por ley y responderá a
criterios de evaluación de méritos, sin injerencia partidista
o de otra naturaleza no académica.
El estado asumirá como función indeclinable y de máximo
interés en todos los niveles y modalidades, y como
instrumento del conocimiento científico, humanístico y
tecnológico al servicio de la sociedad. La educación es
además obligatoria y gratuita y el estado debe garantizar
ese derecho.

Artículo 109: El Estado reconocerá la autonomía


universitaria como principio y jerarquía que permite a los
profesores, profesoras, estudiantes, egresados y
egresadas de su comunidad dedicarse a la búsqueda del
conocimiento a través de la investigación científica,
humanística y tecnológica, para beneficio espiritual y
material de la Nación. Las universidades autónomas se
darán sus normas de gobierno, funcionamiento y la
administración eficiente de su patrimonio bajo el control y
vigilancia que a tales efectos establezca la ley. Se
consagra la autonomía universitaria para planificar,
organizar, elaborar y actualizar los programas de
27

investigación, docencia y extensión. Se establece la


inviolabilidad del recinto universitario. Las universidades
nacionales experimentales alcanzarán su autonomía de
conformidad con la ley.
En el artículo 109 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, también se destaca el derecho a la
autonomía universitaria para la búsqueda del conocimiento a través
de la investigación científica, humanística y tecnológica, para
beneficio espiritual y material de la Nación, lo cual se fundamente
con la definición y misión de la Universidad expresada en los
Artículos 1 y 3 de la Ley de Universidades.
Expresa por otra parte la Ley Orgánica de Educación en sus
artículos 2 y 3 de ratifican el derecho a la formación integral y
expresa que la educación es un derecho irrenunciable del ser
humano, y función primordial e indeclinable del Estado, quien debe
garantizar las condiciones óptimas con el fin de que sus ciudadanos
sean capaces de participar activa, consciente y solidariamente en los
procesos de transformación social, en especial aquellos necesarios
para el desarrollo del país, que requieren de seres humanos, sanos,
cultos y críticos. Esto se fundamenta en el artículo 27 de la ley
Orgánica de Educación que establece los objetivos de la educación
superior:
1. Difundir los conocimientos para elevar el nivel cultural y
ponerlos al servicio de la sociedad y del desarrollo integral del
hombre (ser humano).
2. Continuar el proceso de formación integral del hombre (ser
humano), formar profesionales y especialistas y promover su
actualización y mejoramiento conforme a las necesidades del
desarrollo nacional y del progreso científico.
3. Fomentar la investigación de nuevos conocimientos e
impulsar el progreso de la ciencia, la tecnología, las letras, las artes
y demás manifestaciones creadoras del espíritu en beneficio del
28

bienestar del ser humano, de la sociedad y del desarrollo


independiente de la Nación.
A través de los cuales la Ley de Universidades en el Titulo I en
sus disposiciones fundamentales expresan en el artículo 1 lo
siguiente:
Artículo 1. “La Universidad es fundamentalmente una
comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y
estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores
trascendentales del hombre.”
Artículo 2. “Las Universidades son Instituciones al servicio de
la Nación y a ellas corresponde colaborar en la orientación de la vida
del país mediante su contribución doctrinaria en el esclarecimiento
de los problemas nacionales.”

Artículo 3. Las Universidades deben realizar una función


rectora en la educación, la cultura y la ciencia. Para
cumplir esta misión, sus actividades se dirigirán a crear,
asimilar y difundir el saber mediante la investigación y la
enseñanza; a completar la formación integral iniciada en
los ciclos educacionales anteriores; y a formar los equipos
profesionales y técnicos que necesita la Nación para su
desarrollo y progreso.

Artículo 4. “La enseñanza universitaria se inspirará en un


definido espíritu de democracia, de justicia social y de solidaridad
humana, y estará abierta a todas las corrientes del pensamiento
universal, las cuales se expondrán y analizarán de manera
rigurosamente científica.”
Artículo 5. “Como parte integral del sistema educativo,
especialmente del área de estudios superiores, las Universidades se
organizarán y funcionarán dentro de una estrecha coordinación con
dicho sistema.”
Artículo 6. La finalidad de la Universidad, tal como se
define en los artículos anteriores, es una en toda la
Nación. Dentro de este concepto se atenderá a las
29

necesidades del medio donde cada Universidad funcione


y se respetará la libertad de iniciativa de cada Institución.

Hacia esa dirección se orienta el hecho cierto que la formación


y mejoramiento académico de los docentes de educación superior
debe mantenerse durante esa vida activa, siendo responsabilidad
compartida por la Universidad por medio de sus unidades academias
y del cuerpo de docentes e investigadores.
Como bien se pudo apreciar, la formación del docente
universitario es un derecho contemplado en las leyes venezolanas, y
no solo es responsabilidad del ser humano, sino también de la
Institución Universitaria y del Estado y es su deber garantizarla. La
formación integral del docente universitario constituye no sólo una
estrategia de desarrollo social sino también una necesidad para la
educación en estos tiempos de cambio.
A fin de dar continuidad coherente al estudio, es importante
referir la metodología por la que se orientó el estudio. Lo que indica
que el marco metodológico de todo estudio, responde a la necesidad
de instaurar elementos de referencia científica, a los cuales se
encuentre adscrita de manera descriptiva la trayectoria del
investigador a lo largo del recorrido investigativo. Dicha fase revela
la estructura metódica y procedimental empleada por el estudioso,
con el objetivo de establecer puntos de conexión entre cada una de
las etapas conducentes a la manifestación de las ideas conclusivas,
a través de cuya coherencia y validez, se refleja el éxito o fracaso
del trabajo de investigación.
Siendo las cosas así, la metodología corresponde al plan
básico que se genera y se sigue respetando al máximo cada uno
de sus pasos y supuestos, para poder dar forma al estudio. A nivel
del trabajo final de investigación, debe ser presentado de manera
retrospectiva, es decir, se exponen y describen los métodos,
30

técnicas y procedimientos seguidos, para dar respuesta oportuna a


la intencionalidad del estudio.
De acuerdo a Tamayo y Tamayo (1999), al hablar del
contexto metodológico de una investigación, se hace referencia
directa a “… lo que constituye la médula del plan que se refiere a
la descripción de las unidades de análisis o de investigación, las
técnicas de observación y recolección de datos, los instrumentos,
los procedimientos y las técnicas de análisis” (p. 114). Contribuye
de manera directa y expresa a esclarecer las pautas que perfilan
la forma subyacente al desarrollo del trabajo en general.
Esta fase del estudio, alude a los elementos que dan la
pertinencia tanto protocolar e instrumental para que los objetivos se
logren con sentido lógico y ordenadamente. De acuerdo con el
presente esfuerzo investigativo tiene como finalidad llamar la
atención por su clasificación dentro de su carácter documental y tipo
de investigación y asume la indagación teórica como norte
orientador de sus consultas. En opinión de Muñoz (1998), “la
investigación de carácter documental se apoya en la recopilación de
antecedentes a través de documentos gráficos formales e
informales, cualquiera que éstos sean, donde el investigador
fundamenta y complementa su investigación con lo aportado por
diferentes autores (p. 203)”. Así mismo, Chávez (2001), explica que
los estudios de este tipo se realizan sobre la base de documentos o
revisión bibliográfica. Su finalidad es recolectar la información a
partir de documentos escritos y no escritos, susceptibles de ser
analizados teóricamente, y pueden clasificarse como investigaciones
cualitativas o cuantitativas. Arias (2004), complementa lo expuesto,
al decir que la investigación documental:
Es un proceso basado en la búsqueda, recuperación,
análisis, crítica e interpretación de datos secundarios, es
decir, los obtenidos y registrados por otros investigadores
en fuentes documentales: impresas, audiovisuales o
31

electrónicas. Como en toda investigación, el propósito de


este diseño es el aporte de nuevos conocimientos (p.25).

Dentro de esta perspectiva, se identifica un recorrido indagativo


de naturaleza teórica y documental, basada en la revisión de fuentes
informativas, en las que se puede llegar a descifrar el entramado de
teorías compuestas, que podría resultar de gran utilidad para derivar
nuevos conocimientos y sustentar aún más los ya existentes.
Complementando lo expuesto, cabe citar a Balestrini
(2003), para quien:
Los estudios documentales y teóricos, derivados de la
investigación documental, como una de las opciones de la
investigación científica, son aquellos cuyos objetivos
sugieren la incorporación de un esquema de
investigación, donde la recolección de información se
encuentra vinculada a la delimitación de un diseño
bibliográfico. En este último, los datos que se han de
recopilar proceden de fuentes documentales confiables
referidas a otras investigaciones, documentos,
formularios, informes administrativos, artículos de revistas
científicas, actas de sesiones, memorias, de presupuesto,
boletines estadísticos, boletines universitarios, archivos
oficiales, registros, informes de comisiones, etc. En
consecuencia el dato presente en estas fuentes, permite
formar una visión global del problema acumular
antecedentes, posibilita hacer interferencias y comprender
el significado del hecho estudiado. En este sentido, el
diseño de investigación bibliográfico o documental implica,
un proceso de exploración cognoscitiva que determina la
selección de procedimientos tecno – operacionales que
deben seguirse para el manejo del dato encontrado en las
fuentes documentales, que sirven de base, orientan las
formulaciones y delimitan las posibilidades para el análisis
creador de este tipo de estudio (p.6).

Respetando la línea y posibilidades del tipo de investigación


seleccionado se consideró como pertinente la utilización de un
método investigativo deductivo, analítico, con respecto al cual
Méndez (1998) comenta que “… el conocimiento deductivo permite
que las verdades universales se vuelva explícitas” (p. 99). Se trata
32

de una metodología básica consistente en la derivación de ciertas


conclusiones a partir de las premisas precedentes.
Se hace referencia así, al intento genuino por estructurar una
cadena lógica deductivo – argumentativa, identificada con el
cumplimiento de la intención investigativa, lo cual conduce hacia la
obtención de conclusiones teóricas, que deben resultar
imprescindibles en términos de la comprensión de los problemas
identificados y expuesto en el marco problemático, los cuales, en
este caso particular ha de centrarse en el ámbito empresarial
venezolano, y a la necesidad de nuevos horizontes de acción para el
desarrollo total y eficaz.
En el caso de cualquier investigación, esas conclusiones deben
guardar fuertes vínculos de correspondencia y coherencia con los
objetivos del trabajo, así como con el análisis que guía su relación.
En lo referente a la naturaleza analítica del método deductivo,
Méndez (1998), expone las siguientes consideraciones:
El análisis inicia su proceso de conocimiento, a partir de la
identificación de cada uno de los elementos que
caracterizan a una realidad, de esta forma se establecen
las relaciones causa – efectos entre los aspectos que
componen el objeto de investigación (p. 99).

Esta metodología necesita de la materialización de


procedimientos de organización, síntesis, análisis y reflexión de la
información obtenida, con la finalidad de construir un discurso
argumentativo coherente. Es por esto la Importancia de destacar
que por diseño de investigación se entiende en el plan global o la
estrategia que orientó y guió el estudio realizado. A partir de la
introducción del diseño de investigación bibliográfico, los datos que
se recolectaron, se consideran datos secundarios. Los mismos
procedieron de informes que contienen los resultados de otras
investigaciones relacionadas. Con la problemática objeto de
indagación así como de otros documentos, informes, obras
33

publicadas, fuentes electrónicas, entre otros. Pero al mismo tiempo


se aplicaron el conjunto de técnicas y protocolos instrumentales,
propios de la investigación documental que permitieron obtener y
organizar la información inherente al estudio, a través de
procedimientos metódicos y críticos.
La información requerida en la presente investigación como
técnicas de análisis de contenido, fue recolectada a través de
diversas fuentes de información, por consiguiente y a fin de efectuar
un análisis profundo de las mismas, se emplearon las técnicas de la
observación documental, presentación resumida de textos, resumen
analítico y de análisis crítico. En general, con la introducción de la
observación documental para el análisis de las diversas fuentes de
información, se inició la indagación y observación general de los
datos que se localizaron en estos materiales. Esta lectura inicial, fue
seguida de varias lecturas más detenidas y rigurosas de los textos
consultados, a propósito de captar y extraer de ellos los datos de
utilidad para la investigación.
La incorporación de la técnica de presentación resumida de
textos, facilitó dar cuenta a manera de síntesis de las ideas básicas
contenidas en las fuentes consultadas, ésta técnica jugó un
importante papel en todo lo relativo a la construcción de los
contenidos teóricos del estudio. Por lo demás, la técnica de resumen
analítico se asumió para situar la estructura y los contenidos básicos
de los textos consultados en función de los datos indagados.
La técnica del análisis crítico, que contiene la de presentación
resumida y la de resumen analítico, permitió la evaluación y solidez
interna de las ideas asumidas por el autor de la fuente analizada. En
cuanto a las técnicas operacionales para el manejo de las fuentes
documentales que se emplearon en el presente estudio, a fin de
facilitar los procedimientos y protocolos instrumentales de la
investigación documental, se destacan: técnica del subrayado, de
34

fichaje, técnicas bibliográficas, de incorporación de las actas en el


trabajo escrito, de las notas de referencia y ampliación de texto, de
elaboración de técnicas gráficas, técnicas de elaboración de índices,
técnicas de estructuración y presentación del trabajo escrito.
En este orden de ideas el trabajo de investigación se estructuró
siguiendo con el orden luego de la introducción y de los objetivos,
esta investigación se justifica por la relevancia de sus aportes
teóricos y metodológicos arrojados por los resultados de los
instrumentos aplicados en el estudio para ello el trabajo, se
desarrolla a través de los siguientes capítulos:
Capítulo I: Basamentos teóricos de la Educación Universitaria
Venezolana.

Capítulo II: Concepciones Teórico Conceptual en relación a los


Valores.

Capítulo III: Fundamentos teóricos entorno al Docente como agente


modelador de Valores.

Por último se reflejan las conclusiones del presente estudio de


índole documental, descriptiva. Finalmente, se indican las
referencias bibliográficas.
35

CAPITULO I

BASAMENTO TEÓRICO DEL DOCENTE UNIVERSITARIO

Conocer y saber sobre las profesiones es fundamental para


poder reconocer la del docente y específicamente la del docente
universitario. Esa claridad es una condición necesaria para poder
pensar en la formación de los profesionales de la docencia. Aun
cuando abundan los estudios sobre las profesiones son pocas las
realizadas sobre la docencia universitaria. Por tanto, existen
dificultades para encontrar una definición de profesión, comenta
Planella (2006), que sea unánimemente aceptada. El Diccionario de
la Real Academia dice que profesión es “Empleo, facultad u oficio
que alguien ejerce y por el que percibe una retribución”.

En la opinión de la investigadora, una profesión es una


ocupación, asumida de forma permanente como medio de vida, por
una persona que ha adquirido un saber específico y unas
competencias determinadas, certificadas por un título y que lo
compromete con un código ético asumido por una organización
profesional. Las profesiones siempre han existido desde muy
antiguo. Ya Aristóteles hablaba de opere liberalis, de ocupación
liberal. Las profesiones se desarrollaron claramente a partir del
feudalismo y reunían muchas de las características de lo que hoy
entendemos por profesión. Las profesiones, son así, un baluarte del
orden social. La complejidad del análisis de una profesión radica en
que cada una de ellas es una síntesis relativizada de todos los
subsistemas sociales. En la profesión docente, por ejemplo, se
mezcla el trabajo con la enseñanza, la actividad laboral con la
sindical, los aspectos jurídicos y económicos con los de la política,
por mencionar algunos de ellos. Las profesiones antiguas, y las
36

nuevas que surgen cada día, están viviendo momentos de intensos y


significativos cambios cualitativos.

Todos los estudios hablan de pérdida de confianza (Ramírez,


2006) o de crisis en las profesiones. Sin embargo, es conveniente
aclarar, que la crisis de una profesión no significa su decadencia o
su desaparición (Martín-Moreno, 1982). Por ello, es mejor hablar de
una transformación propia del cambio paradigmático actual, de una
reorientación de la profesión para responder a nuevas necesidades,
a la incorporación de nuevos métodos o tecnologías que mejoran su
ejercicio.

A menudo el desarrollo de un área de conocimiento transforma


tanto una profesión que termina dividiéndose y cediendo el campo a
otras nuevas. Casos evidentes son por ejemplo las ingenierías, la
administración o la educación (De la Torre y Barrios, 2002).
Digamos que la crisis no es de una profesión aislada sino de todas.
Lo que está en crisis es la sociedad misma. No estamos en una
época de cambios, sino en un cambio de época.

La Profesión Docente.

Las mutaciones en un sistema son producto de las vividas


en otros y estos cambios afectan al sistema mismo que las
genera. Con razón afirmaba Martín-Moreno (1982): “A lo que
asistimos hoy es a una complicación insospechada del modelo
de profesiones liberales que arrastra consigo la crisis, previa y
más profunda de la Universidad que las nutre”. (pag.24)

¿Cuáles son los ámbitos preferentes de formación? ¿Hacia qué


ámbitos se deben canalizar las energías y esfuerzos formativos?
¿Esos ámbitos son una vía de promoción profesional? ¿Cómo
conjugar la triada formación humana y social, formación profesional
y la calidad institucional?
37

El profesionalismo docente implica identificación con la función


docente. Como comenta Noguera (en Marín y Teruel 2004)

“muchos profesores prefieren ser reconocidos como


médicos, abogados, antropólogos historiadores,
etc., que como profesores de estas disciplinas y
rechazan, o dan poco valor, a cualquier reflexión sobre
la formación de los estudiantes que no esté vinculada a
la experiencia en su campo de conocimiento
específico”. (pag271).

La profesión docente incluye la autoestima por ser profesor. La


autoestima (Branden, 2001) es la base de la identidad con la
profesión, el compromiso con su ejercicio responsable, la
participación activa en las actividades que la innovan. La identidad
con la profesión incide en la percepción de la autoeficacia, la
motivación para el trabajo, el compromiso, el deseo de ser un buen
docente (García, 2009). La identidad del profesional de la docencia
puede conducir a:

-La profundización en un modelo de docente que lo optimice.

-El desarrollo de propuestas que permiten su desarrollo.

-El tipo de programas en donde pueda desarrollarse con


calidad.

-La exigencia a las instituciones para que permitan su


formación profesional y su ejercicio eficiente.

-Los procesos de formación continua para su desarrollo


eficiente.

Y al profesional de la docencia universitaria ¿no se le exige


acaso responder a la necesidad social de una educación de nivel
superior? El creciente conocimiento acumulado y el nuevo que se
38

construye día a día, deben ser socializados permanentemente. El


estudiante de cualquier disciplina necesita desarrollar competencias
para el desempeño exitoso de la profesión que desea ejercer y para
el desarrollo integral de su personalidad.

Hay una multiplicidad de términos que se usan para definir la


profesión. Si hablamos de la persona se denomina, a veces,
“profesor/a” que es el equivalente semántico de “profesional”. Es
decir, quien puede dar testimonio de algo en que confía hasta
consagrar la vida a vivirlo, defenderlo y enseñarlo. Y por otra parte
docente habla del doctor, del que sabe, del docto y que, por lo tanto,
puede enseñar. También se le llama catedrático, maestro. El
investigador usará preferencialmente el término docente. Como
afirmó Blázquez (1999), hasta ahora el docente aprende a serlo de
forma autodidacta o siguiendo la rutina de los mayores. El mismo
Blázquez opinaba que, al menos a corto plazo, resultaría un tanto
inútil pensar en una formación inicial de los docentes universitarios
(en la universidad española) por “la arraigada tradición que lo
impide”. El problema se acrecienta en los últimos años con la
presión de la masificación de la universidad, porque las instituciones
de Educación Universitaria en Venezuela recurren a la búsqueda de
docentes improvisados sin una formación inicial como tal.

Formación del Docente Universitario.

En este capítulo se buscará clarificar las funciones de la


universidad y sus implicaciones en la formación de los docentes y la
organización de las funciones y actividades de la profesión a partir
de esos datos visualizar los componentes de la capacitación
docente de los docentes principiantes. Ubicamos en este nivel de
formación al profesional que inicia su actividad como docente
universitario en una institución determinada. En el capítulo y para
efectos del trabajo, asumimos que el docente ha recibido formación
39

como docente universitario y, que como tal, ha realizado una


práctica básica en un área específica del conocimiento para la cual
ha recibido formación específica.

La democratización de la universidad, la masificación de la


misma, la multiplicación de las titulaciones son entre otros los
factores que han impulsado el crecimiento del profesorado
universitario. Como no existen programas de formación inicial para
docentes universitarios, las universidades tienen que improvisarlos
entre los egresados jóvenes, profesionales en ejercicio o docentes
preparados para otros niveles de formación.

En este contexto el compromiso es difícil para el recién egresado


que no tiene el dominio disciplinar ni metodológico. También lo es
para el profesional con práctica que aun cuando tiene el dominio
disciplinar no posee la formación pedagógica y tiene que
enfrentarse como dice Knight (2006) a grupos cada vez más
diversos y que necesitan comprender la materia, modificar sus
preconceptos, formarse en destrezas actualizadas y desarrollar
procesos metacognitivos apropiados. Pero también es un riesgo
para las instituciones educativas que deben competir con otras
universidades por el prestigio, la población estudiantil y la
generación de ingresos. Ante esta situación y la preocupación actual
por la mejora de la calidad, se deberían incrementar los programas
de formación en docencia universitaria, el estudio en torno a las
estrategias de enseñanza y de aprendizaje y la utilización de nuevas
tecnologías. Toda universidad que se preocupe por la calidad
educativa debe desarrollar planes de formación y estrategias
consecuentes y coherentes con la realidad educativa del contexto y
con sus propias metas (De Miguel, 2006).

El objetivo general es la formación del profesional como docente


universitario para que pueda ser educador en una institución
40

concreta, en una titulación específica y en un contexto social


determinado. Lo anterior reclama un proyecto educativo
institucional, un plan de capacitación viable, una metodología
asumible, líneas de investigación pertinentes y una responsabilidad
social frente a su desarrollo. Vale la pena preguntarse si aún es
vigente lo que afirmaron Lawrence y Blackburn (1985): “no hay un
sólo modelo teórico que pueda representar la diversidad de
intereses y actividades profesionales que caracterizan al docente de
un centro o de una unidad de sus unidades” (pag152). Como afirma
Fernández (2008)

“Esta formación tiene un carácter voluntario,


con un enfoque individual de la misma,
llevada a cabo desde instituciones que, en
ocasiones, no tienen continuidad, y sin un
marco teórico común de referencia a partir
del que poder trabajar en cada universidad”.
(pag277

Teniendo presente esta afirmación se puede pensar que, como


señalan Klug y Salzman (en Sánchez, 1996), los programas mejor
estructurados contribuirían a resolver mejor los problemas de los
docentes principiantes y serían más apropiados para facilitar a estos
profesores su iniciación en los primeros años de docencia, si
tenemos en cuenta que “Entre las fases del proceso de formación
docente, es el período de iniciación el que tiene mayor importancia
porque son los años en que los docentes aprenden a enseñar”
como dice Blázquez (1999) Cada universidad debería tener, por lo
tanto, su propio modelo de formación acorde con sus principios, su
misión, sus valores y su plan estratégico.(pag178)

Desarrollo Profesional del Docente Universitario.


41

El desarrollo profesional es un proceso permanente que se


desarrolla en la prestación en servicio. Marcelo (1989) asume el
término “desarrollo profesional”(pag.66) que define Rudduck (1987)
como, “capacidad de un profesor para mantener la curiosidad
acerca de la clase, identificar intereses significativos en el proceso
de enseñanza aprendizaje; valorar y buscar el diálogo con colegas
expertos como apoyo en el análisis de datos”.(pag129) Su reto es
difícil: De acuerdo con (OCDE, 2005). “La enseñanza es un trabajo
exigente, y ya no es posible para cualquiera ser un docente eficaz y
mantener esa eficacia a lo largo del tiempo” (pag. 12).

Los cambios en la sociedad exigen cambios en la educación. Se


pide a la educación dar respuestas a los cambios actuales y a los
que se avecinan y formar profesionales competentes y
comprometidos con la sociedad. Sin embargo, quienes tienen
contacto con los estudiantes son los docentes. A ellos se dirigen sus
miradas. Al efecto Marcelo (1989) cita la II Reunión
Intergubernamental del Proyecto Regional de Educación para
América Latina y el Caribe. “Los docentes son los actores
fundamentales para asegurar el derecho a la educación de la
población y contribuir al mejoramiento de las políticas educativas de
la región”.(pag.49)

La prestigiosa Asociación Americana de Investigación Educativa


(AERA) en su informe resume los resultados de la investigación
sobre la formación del profesorado y las propuestas de política
educativa. Se afirma: “En toda nación existe un consenso
emergente acerca de que el profesorado influye de manera
significativa en el aprendizaje de los alumnos y en la eficacia de la
escuela” (Cochran-Smith y Fries, 2005. Pag. 40).

En la misma línea, Darling-Hammond (2001) había afirmado que


el aprendizaje de los alumnos depende principalmente de lo que los
42

profesores conocen y de lo que pueden poner en práctica; cabe


destacar que el investigador no comparte con el término alumno ya
que etimológicamente significa sin luz. Es importante recalcar que al
hablar de valores tenemos que dar el valor y el respeto al estudiante
o participante y darle el puesto y lugar que merece en ese proceso
de enseñanza-aprendizaje.

El proceso de formación de docentes no puede olvidar que


aprendemos a ser profesores en un largo proceso y que inicia en la
escuela con la observación de nuestros docentes (Lortie, 1975).
Cochran-Smith y Zeichner (2005) muestran cómo nuestro proceso
de aprender a enseñar es conocimiento acumulado de muchas
experiencias. Esa experiencia, transformada en sistema de
creencias, está tan profundamente arraigada que a veces es muy
difícil cambiarla (Pajares, 1992). El desarrollo de nivel profesional
del docente exige, por lo tanto, comprender que él es un adulto
ilustrado y que es sobre su experiencia de vida como puede
continuar su aprendizaje, es decir, el proceso de cambio de su
paradigma educativo. Ya Knowles (1978) se había referido a
algunos de esos principios del aprendizaje adulto:

-Se motivan a aprender por necesidades o intereses que ese


aprendizaje satisfacerá.

-Su aprendizaje está orientado a situaciones de la vida; las unidades


para organizar el aprendizaje deben ser situaciones de vida.

-Su experiencia es el recurso más rico; por tanto la metodología


debe analizar esa experiencia.

-Tienen necesidad de autodirigirse. El rol de docente un proceso de


indagación mutua.

-Las diferencias crecen con la edad: La educación debe tener en


cuenta diferencias de edad, estilo, tiempo, lugar, ritmo.
43

Marcelo (1989), por su parte, aportó una rica síntesis de algunos


de los principales elementos del desarrollo profesional de los
docentes, que aún conservan su vigencia:

-Interactividad: En efecto, el comportamiento de las personas en un


grupo afecta la actuación de otras y, a su vez, el estilo grupal incide
en el desempeño personal.

Con mucha más razón se da la interacción entr e el docente y el


grupo de estudiantes. Su estilo pedagógico será fundamental en el
desarrollo de sus estudiantes. Y éstos a su vez incidirán en su
calidad de docente.

-Comprehensividad: El pensamiento y la formación no sólo son


interactivos sino integrados en el estudiante, el grupo y en su
relación con otros docentes. Cada nuevo concepto, experiencia,
deseo entra a formar parte de una totalidad e influye en ella. El
docente debe aprender a articular de forma interdisciplinaria, el
concepto de hoy con la lección de ayer y de mañana, el tema de su
disciplina con el de otros temas y de otras disciplinas. Quiéralo o no,
la comprehensividad estará funcionando.

-Continuidad: El aprendizaje social en los pequeños grupos, los


procesos de práctica permanente se apoyan sobre aprendizajes
anteriores y los refuerzan. El cerebro en su plasticidad fortalece sus
conexiones y facilita las acciones posteriores. La práctica docente
es un reforzamiento continuo y mejorará al docente en la medida en
ese refuerzo sea producto de la planeación y la reflexión.

-Potencia: La mejora de la enseñanza es resultado de la interacción


entre la relevancia del contenido en cuanto que se apoya en el
conocimiento de la realidad contextual y se orienta a la aplicabilidad
y posibilidad de poner en practica lo allí propuesto.
44

-Participación: La forma radical de superar el trasmisionismo del


docente dictador de clases se da cuando los estudiantes participan
en el diseño de los contenidos, la metodología y la evaluación. Son
las experiencias, intereses, diversidad de niveles, estilos de
aprendizaje, posibilidades de aplicación los mejores ingredientes
para la construcción de un currículo motivador.

-Coherencia: La coherencia y la correspondencia entre la teoría


planteada, la estrategia de enseñanza para el aprendizaje que se
propone y utiliza, el tipo de actividades que van a facilitar la
comprensión o la práctica son la mejor demostración de la
formación profesional de un docente que sabe enseñar.

-Flexibilidad: La diversidad de estudiantes, modalidad de títulos,


multiplicidad de opciones ocupacionales y las posibilidades
generadas por las distintas estrategias y modalidades de
aprendizaje y enseñanza exigen al docente la flexibilidad en el
contenido preestablecido. Cada unidad temática, indica al docente
que conoce el contexto, el desarrollo del conocimiento y la
diversidad de sus estudiantes los elementos de flexibilidad que debe
incorporar en el momento específico. La flexibilidad es una
característica básica del docente que avanza hacia la excelencia.
Un entorno caracterizado por la diversidad cognitiva precisa de
maestros capaces de ser flexibles en su ejercicio docente.

Sin embargo, si bien es cierto que no puede darse una


cualificación del profesorado principiante sin un compromiso
auténtico del docente mismo, no es menos cierto que no puede
haber formación coherente, integral y permanente del profesorado,
en cualquiera de sus niveles, si no se comprometen en ella las
universidades mismas. Al respecto nos dijo la-Flexibilidad: La
diversidad de estudiantes, modalidad de títulos, multiplicidad de
opciones ocupacionales y las posibilidades generadas por las
45

distintas estrategias y modalidades de aprendizaje y enseñanza


exigen al docente la flexibilidad en el contenido preestablecido.
Cada unidad temática, indica al docente que conoce el contexto, el
desarrollo del conocimiento y la diversidad de sus estudiantes los
elementos de flexibilidad que debe incorporar en el momento
específico. La flexibilidad es una característica básica del docente
que avanza hacia la excelencia. Un entorno caracterizado por la
diversidad cognitiva precisa de docentes capaces de ser flexibles en
su ejercicio docente. Sin embargo, si bien es cierto que no puede
darse una cualificación del profesorado principiante sin un
compromiso auténtico del docente mismo, no es menos cierto que
no puede haber formación coherente, integral y permanente del
profesorado, en cualquiera de sus niveles, si no se comprometen en
ella las universidades mismas. Al respecto nos dijo la UNESCO
(1998):

“Un elemento esencial para las instituciones de


enseñanza superior es una enérgica política de
formación del personal. Se deberían establecer
directrices claras sobre los docentes de la educación
superior, que deberían ocuparse sobre todo, hoy en
día, de enseñar a sus alumnos a aprender y a tomar
iniciativas y, no a ser, únicamente, pozos de ciencia.
Deberían tomarse medidas adecuadas en materia
de investigación, así como de actualización y mejora
de sus competencias pedagógicas mediante
programas adecuados de formación del personal,
que estimulen la innovación permanente en los
planes de estudio y los métodos de enseñanza y
aprendizaje, y que aseguren condiciones
profesionales y financieras apropiadas alos docentes
46

a fin de garantizar la excelencia de la investigación y


la enseñanza”.(pag.51)

Sí, ellas son las únicas que pueden articular y dinamizar el interés
de quienes desean ser docentes, la motivación inicial del profesor
principiante y la formación para la excelencia de los profesores
(Marcelo, 2008). Correspondería impulsarlo a los Departamentos o a
los Consejos de Facultad. Sin embargo, valdría la pena preguntarse
si aún perdura la idea que plantearon Ferreres (1996) o Zabalza
(1996) de que éstos sólo se reúnen cuando hay problemas, sólo les
importa las inscripciones de nuevos estudiantes, los contenidos que
se deben impartir, la fecha de los exámenes, la entrega de notas por
los docentes y las ceremonias de graduación.

¿Cuál es la acción de muchas universidades y sus


departamentos? Knight (2005) nos enriquece desde sus
investigaciones con la visión de los docentes principiantes y sus
experiencias de ingreso y acomodación en las universidades y
departamentos. Hay universidades que llaman inducción a unas
horas de charla sobre la institución y los departamentos y luego el
docente tiene que averiguarlo todo por su propia cuenta. Otros son
víctimas de la visión diferente cuando no contradictoria entre
directivos o entre docentes veteranos: lo que para el uno es
fundamental para otro no tiene importancia. En ese maremágnum el
docente principiante no sabe en qué proporción debe distribuir su
tiempo para la enseñanza, la atención a estudiantes, la preparación
de clases y evaluaciones, la investigación y el servicio institucional.

La Formación del Docente Universitario.

El proceso de formación del docente principiante exige propuestas


que articulen una visión global, interdisciplinaria y trascendente. Debe
preocuparse por la persona misma del docente, de tal forma que
comprenda que ser mejor ser humano le hace mejor docente y
47

además serlo le desarrolla como ser humano. Debe pensar en el


estudiante como persona, como equipo y como miembro de una
comunidad educativa, que le oriente en los procesos de construcción
de conocimiento a partir de las necesidades contextuales, para que
sienta desde dentro la urgencia del compromiso profesional en la
calidad de vida de la sociedad. Que entienda que la investigación y la
proyección social le permiten trascender, es decir, superar el techo de
lo conocido y lo realizado.

Formación Personal.

La institución que ha seleccionado al docente, desea tener en él a


un educador capaz de asumir de forma crítica y constructiva el
proyecto educativo, el modelo pedagógico y el plan de desarrollo de
la institución. Otra cosa, muy diferente es que la institución le brinde
al docente principiante las motivaciones y condiciones, al menos
básicas, para lograr responder a las expectativas que se tienen sobre
él. Como dijo Marcelo (2008) la incorporación a la docencia es del
tipo “Nada o húndete”. Sabemos que las docentes exigen formación
específica y entrenamiento especial antes de iniciar su ejercicio; sin
embargo parece que las dos más exigidas por la sociedad, la
paternidad (educador/a) y la docencia, fueran las únicas que no
necesitaran preparación adecuada para ejercerla. Por su parte, el
docente principiante se asume en su calidad de formador, pero no
conoce lo específico de la institución como, por ejemplo, el proyecto
educativo, el plan de desarrollo o la estructura curricular del programa
y la titulación. Al nivel personal, es posible que no conozca sus
competencias docentes básicas, ni las que necesita para su
desempeño. Elplan de apoyo y la formación deben ayudarle, en
consecuencia a reconocer la diversidad de sus funciones mentales,
sus estrategias de aprendizaje más eficaces y sus mecanismos
dominantes de relación interpersonal (De Gregori, 2002).
48

Una de los saberes básicos en que insiste Knight (2005) es que el


docente conozca cómo superar la desmotivación y el estrés. Pero
esto es muy difícil si el docente no reconoce las motivaciones que le
impulsaron a escoger la carrera docente como actividad principal.
Para algunos docentes de tiempo parcial, la docencia es una
actividad secundaria. Superarla implica un proyecto de vida que
incluya el ser un docente de calidad, la búsqueda de una educación
continuada y el fijarse metas. Este proyecto es el que permite integrar
la implicación individual del docente, con la motivación que podría
venir de la institución de educación superior y las comunidades de
docentes.

Marcelo (2008) sintetiza ocho principios que deberían regir cualquier


programa de formación docente:

-Las metas y aprendizaje de los estudiantes. Este es el gran objetivo


de la formación continua.

-La implicación del docente en la identificación de sus propias


necesidades de formación.

-Centrada en la Universidad, el reconocimiento y solución de sus


necesidades. Su conocimiento es la base para articular la
investigación, la formación y la proyección social.

-La resolución de problemas de forma colaborativa. Que puede


considerarse como la estrategia fundamental del proceso formativo.

-Riqueza en la información proveniente de los docentes y los


estudiantes. Ella garantiza el mejoramiento continuo del programa.

-Fundamentación teórica acerca del conocimiento y las habilidades


que debe desarrollar a partir de la reflexión sobre sus creencias y
prácticas habituales. Es el resultado esperado en la formación como
docente.
49

-El proceso de cambio del docente debe ser comprensivo de la


mejora del aprendizaje de los estudiantes. El profesor aprende a
enseñar si los estudiantes aprenden. Mejor aún, si ambos aprender a
aprender y a actuar según lo aprendido.

-Formación continua y evolutiva con acompañamiento y apoyo. Los


anteriores principios se articulan e integran en un plan de formación.

Formación Pedagógica.

Los docentes principiantes tienen dos tareas (Feiman, 2001),


enseñar y aprender a enseñar. Esta etapa es por lo tanto de
supervivencia, descubrimiento, adaptación, aprendizaje y transición.
Según Marcelo (2008) su tarea es:

-Adquirir conocimientos sobre los estudiantes, el currículo y el


contexto escolar.

-Diseñar adecuadamente el currículo y la enseñanza.

-Comenzar a desarrollar un repertorio que le permita sobrevivir como


docente.

-Crear una comunidad de aprendizaje en el aula.

-Continuar desarrollando una identidad profesional.

La simple experiencia no hace al profesor. Si no se reflexiona


sobre las formas de enseñar, la búsqueda de nuevas formas de
hacerlo y la propia conducta, no se llegará a conseguir un
pensamiento y una conducta experta.

Según Marcelo (2008) los expertos se caracterizan porque:


-“Realizan sus acciones apoyándose en una estructura más compleja
que le permite ejercer un control voluntario y estratégico sobre las
parte del proceso” (pag12).
50

-Tienen una gran cantidad de conocimiento sobre la materia y la


forma de enseñarla.

-Manejan una estructura del conocimiento profunda y de multinivel,


con muchas conexiones inter e intranivel.

-Como poseen una variedad de problemas almacenados en su


memoria pueden presentar una estructura del problema.

El experto conoce sus estrategias de aprendizaje, las dominancias


y subdominancias en sus funciones mentales y las cultiva para
superar mecanismos inconscientes y asumir un plan concreto de
formación a un nivel superior en los aspectos cognitivos, operativos y
relacionales (De Gregori, 2002).

Cuando el docente aprende en un “ciclo cibernético de


transformación” (De Gregori, 2002) a integrar el proceso teórico
investigativo, con la dimensión procedimental y la experimentación de
lo planeado, crea las bases para el mejoramiento continuo de su
acción formadora. Y la innovación es el producto de esta integración.
Ellas generan el experto adaptativo y el profesor reflexivo.

Brandsford y otros (en Marcelo, 2008) analizan la diferencia entre


el “experto rutinario” y el “experto adaptativo”. Esta diferencia es clave
para comprender la importancia del trabajo en equipos
interdisciplinarios de docentes. Ambos aprenden a lo largo de la vida.
El rutinario desarrolla un proceso de competencias cada vez con
mayor eficiencia, pero no siempre con la eficacia necesaria. Por el
contrario el experto adaptativo tiene una mayor disposición a
cuestionar, profundizar, diversificar y cambiar sus competencias.
Como dice Rodríguez (2003), es necesario que sea la investigación
sobre la propia práctica la estrategia básica a partir de la cual se
enfoque el desarrollo profesional del docente.
51

Formación Metodológica.

No basta con aspirar a una docencia de gran calidad, ni es


suficiente insistir en la formación de posgrados o el desarrollo
disciplinar si se descuida la formación didáctica de los profesores,
afirman Ruiz y Rojas (1998). Si se insiste demasiado en la formación
disciplinar, se percibe al docente como un transmisor de saberes y no
en un constructor y recreador del conocimiento. Sabemos, sin
embargo, que el cambio metodológico es difícil dado que el docente
tiene una idea preconcebida, un ideal casi mítico de lo que debe ser
el docente universitario (López F. 2007). La diversidad de personas,
de disciplinas y de contextos obliga al docente universitario a
profundizar, practicar e investigar la metodología de formación del
estudiante adulto. Y él debe, a su vez, considerarse como estudiante
ilustrado y en formación continua. Si lo hace, se puede concientizar
más fácilmente de la necesidad de analizar su propia metodología y
de la posibilidad de mejorarla ¿Cuál es, entonces, el camino, la
forma, el método o la mejor estrategia para enseñar algo? Hacerlo
ante la diversidad de términos, implica ubicarse bajo el paraguas
semántico de lametodología. Todos ellas se refieren a la utilización
eficiente de alguno de los cuatro componentes universales (De
Gregori, 2002):

-Materia, dónde y qué: contextos, lugares, instalaciones, escenarios,


implementos, aparatos, laboratorios, tecnología, libros.

-Tiempo, cuándo: duración, horarios, ritmos, cronologías, ciclos,


orden. -Personas: individuo, grupo, equipo, interacción, participación,
liderazgo, jerarquías.

-Procedimientos: agendas, símbolos, imágenes, mapas, ideogramas,


idiomas, virtualidad, técnicas, acuerdos, guías, organización, proceso,
criterios, modos y modelos.Cuando hacemos mención a las
estrategias de enseñanza y aprendizaje planteamos un conjunto
52

diverso de modelos y pautas de acción que planeamos en una


enseñanza centrada en el aprendizaje (Zabalza, 2005). La diversidad
de temas, contextos y estudiantes exige un amplio repertorio de
modos de enseñar (Escribano, 1995). El estudiante, por recurrencia,
tenderá a reproducir las teorías implícitas, imágenes, creencias y los
modos de su enciclopedia que considere más adecuados para su
práctica (Shkedy y Laron, 2004). El conocimiento del contexto, de la
educabilidad del estudiante y de la enseñabilidad de un tema son una
triada necesaria en el docente para poder reorientar
permanentemente el enfoque formativo y las estrategias de
enseñanza.

La buena instrucción se presenta como un resultado personal y


técnico que encierra cualidades como: entusiasmo y expresividad,
claridad de exposición, relación personal e interacción. Lo anterior no
quiere decir que se pueda identificar la buena enseñanza con una
comunicación exitosa, si ésta no va integrada a un saber actualizado
y a la motivación del estudiante. La buena enseñanza no se reduce
tampoco a la aplicación de unas técnicas de enseñanza. Debe ir
acompañada del diseño de ambientes que propicien los enfoques
profundos del aprendizaje que implican la sistematización y relación
de informaciones, la producción de diagnósticos la búsqueda de
alternativas, la toma de decisiones, la implementación de prácticas y
la reorientación de experiencias. Sobre las bases anteriores, Knight
(2005) concluye que una buena enseñanza comprende cinco
“momentos”.

-Ser y hacer, como persona y en relación con el aprendizaje de los


estudiantes.

-Utilizar buenos guiones de instrucción, que entrelacen los patrones


de pensamiento (memes) que se pretende enseñar con los practicas
que los tornan operativos.
53

-Planear secuencias de aprendizaje, al armonizar la instrucción, las


tareas y la evaluación.

-Diseño de la asignatura que implica la secuencia coherente de la


enseñanza.

-Arquitectura para el aprendizaje, con el diseño de ambientes


experienciables que favorezcan el aprendizaje sencillo y complejo.

¿El docente puede cambiar sus creencias sobre


las formas de enseñar? Sí. La autorreflexión
sobre las estrategias de enseñanza utilizadas es
una forma de mejorar la metodología del docente.
Sin embargo, para que sea eficaz exige
planeación, aplicación consciente de lo planeado,
criterios claros de autoevaluación y sobre todo el
deseo explícito de ser mejores docentes. Es
necesaria una reflexión sobre los modos de
actuación propios y sobre la experiencia vicaria y
colectiva (Prieto, 2008).

Formación Práctica.

La sociedad actual está cada vez más convencida de que la


capacitación profesional para un ejercicio productivo se apoya en la
calidad de la formación práctica. Podemos entender la práctica como
una actividad continua que busca asegurar que una competencia ha
sido adquirida. Existe una práctica sustentada en la tradición y que
forma hábitos y otra práctica orientada por la reflexión y que
autoconstruye a quien la ejercita. Siguiendoa Gaitán (2005) digamos
que la práctica del docente exige deliberación, juicio práctico y
capacidad de elección ante situaciones concretas. El conocimiento
práctico exige, por lo tanto, una continua reinterpretación y cuando
54

está sometida al diálogo y la discusión permite el consenso entre


educadores y practicantes y su acumulación como un capital cultural
que orienta la futuras acciones (Gimeno, 1999). Con el modelo de
transmisión del conocimiento (exposición del docente) la práctica es
la repetición de los quehaceres del formador. El avance hacia el
modelo constructivista conduce la práctica a un ejercicio cooperativo
entre el docente como orientador de procesos formativos y el trabajo
reflexivo de los estudiantes.

Por su parte, el modelo sociocrítico transforma la práctica en un


ejercicio de investigación contextual, planeación participativa y acción
transformadora. La práctica transforma al practicante y al currículo en
la medida en que actúa eficazmente en el estudiante y en la
comunidad de práctica, cuando logra que el estudiante aprenda y que
lo demuestre en un contexto determinado.

La práctica va generando en el docente un modo de hacer, que


caracteriza su estilo docente en su forma de sentir las necesidades
contextuales, el criterio moral y racional para elegir las acciones más
acertadas y de actuar según lo planeado. Esta es la razón por la cual
una práctica docente bien estructurada es fundamental en el docente
principiante.

La práctica acompaña, por lo tanto, la vida del docente se transforma


en una creación cultural que puede modificarse con la teoría, la
reflexión y la experimentación continua. Al respecto, es bueno
recordar que “pedir al docente que modifique su estilo docente es
como pedirle que cambie su personalidad” (Grasha, 1996). La
pregunta es ¿Cómo desarrollar programas de formación que
realmente afecten la mejora de la práctica docente de los docentes
universitarios? La reflexión en la acción como decía Schön (1992)
permite la transformación de saberes y prácticas que se caracterizan
por ser únicas, diversas, inciertas y cambiantes.
55

La Universidad en sus programas de formación docente debe


integrar dentro de su modelo pedagógico estrategias como la
dinamización del aula, la formación para el autoaprendizaje, el trabajo
en equipos interdisciplinarios, la práctica con sus estudiantes, la
tutoría y la socialización de experiencias. El que los profesores
aprendan a ser mejores profesionales exige la construcción de
conocimiento en equipo y a través de la práctica. Con base en este
saber se puede avanzar hacia la búsqueda de respuestas adecuadas
a las necesidades e intereses propios de cada estudiante y de la
institución educativa donde trabaja.

Reflexión, programación y acción se dan en una misma persona,


en un mismo cerebro y no pueden separarse. Cuando creemos
trabajar una de ellas, estamos integrando realmente las tres. Es la
universidad la que separa la teoría, de la investigación, de los
proyectos y de las prácticas: las pluritomiza. Reflexionar la acción
propia y la de otros, integrarlas en la formación inicial del docente es
una condición necesaria para pensar en un nuevo docente.

Aprender en la práctica no es un proceso que se dé naturalmente.


Ball y Cohen (1999) establecieron tres condiciones:

-Aprender a adecuar el conocimiento a cada situación y tipo de


estudiantes.

-Aprender a utilizar el conocimiento para mejorar la práctica.

-Aprender a enmarcar, guiar y revisar las tareas de los alumnos.

Para Perrenoud (2004) la reflexión sobre la práctica es el núcleo de la


formación del enseñante y esta exige “un análisis metódico, regular,
instrumentado, sereno y efectivo que se adquiere a base de un
entrenamiento intensivo y voluntario”. La reflexión sobre la práctica
permite al docente descubrir los vacíos de su formación inicial,
encontrar lo significativo de cada nueva experiencia de aprendizaje,
56

reconstruir su proceso evolutivo como profesional de la enseñanza,


asumir la complejidad creciente del mejoramiento de programas,
descubrir estrategias, conocerse mejor, prepararse para el trabajo en
equipo, incrementar su eficiencia y capacidad de innovación

La Especialización en Docencia Universitaria.

La formación de docentes universitarios lleva a reflexionar sobre la


necesidad de privilegiar el desarrollo “en calidad” sobre el crecimiento
“en cantidad”. Sin embargo, no lo considera fácil. La universidad se
hace consciente de que lograr cambios significativos en el nivel
académico es una tarea que exige pensamiento complejo, paciencia
histórica y formación sistemática. Y más aún que el eje de esa
transformación gira en torno a la capacitación de su equipo docente.

La Especialización en Docencia Universitaria dirigida a los


profesionales de distintas ramas sel conocimiento para darles las
herramientas necesarias en la rama de la docencia exige un
crecimiento cuantitativo con fundamento en el mejoramiento continuo
de la calidad académica. permitiéndole a estos futuros docentes
valorar, desde cada una de las disciplinas, los aportes y exigencias
para la formación de un docente universitario.

El modelo pedagógico que tiene la Universidad Experimental


Rómulo Gallegos reúne algunos principios o supuestos
epistemológicos que son insertados en el curriculum, estos abarcan
estudios sobre la complejidad, el cambio social y la educación
transformadora. Los autores estudiados (Ausubel, Bateson,
Bertalanffy, Brunner, Capra, De Gregori, Delgado, Delors,
Foerester,Freire, Gimeno, Goleman, Luria, MacLean, Maturana,
Morin, Müller, Sagan, Stenhouse, Vigotsky y otros), tenían como
denominador común que habían superado la disociación entre los
niveles de complejidad naturales y humanos, y promovían, por lo
57

tanto, el pensamiento cibernético, el sistémico, la interdisciplina y el


compromiso de transformación.

-La Especialización en Docencia en la Universidad Nacional


Experimental Rómulo Gallegos aporta a este compromiso
institucional, el modo de comprender el conocimiento y el aprendizaje
en la construcción de otra economía (la social) que implica el
solidaridad y la responsabilidad. No se trata de formar para la
academia sino de una dimensión a lo largo de toda la vida. Una
actitud permanente de las personas y las organizaciones. Desde el
enfoque social y solidario orienta a generar nuevos esquemas
asociados de producción, centrados en el trabajo asociado y al
desarrollo sostenible.

Hasta ahora el docente universitario aprende a serlo de forma


autodidacta o siguiendo la rutina de los mayores. En estos últimos
años con la presión de la masificación de la universidad, las
instituciones de Educación Superior recurren a la búsqueda de
docentes improvisados, sin una formación inicial como tales. La
formación del docente universitario se debe considerar como un
proceso continuo, en evolución, programado de forma sistemática,
pero ni la formación inicial ni el desarrollo profesional forman parte de
la cultura de algunas de las universidades venezolanas, olvidando
que de la profesión docente nacen las demás profesiones.
58

CAPÍTULO II

CONCEPCIONES TEÓRICO CONCEPTUAL EN RELACIÓN A LOS


VALORES.

Los términos ética y moralidad, se usan en relación con un


contexto de creencia acerca de la conducta humana correcta e
incorrecta y con diversos lineamientos de acción. Los dos términos
aunque se refieren a conceptos similares, difieren ligeramente en su
significado. La ética es el resultado filosófico de la moralidad y cada
persona confía en la teoría formal, de reglas, principios o códigos de
conducta para determinar el curso “correcto” dé la acción. En
cambio, la moralidad describe el compromiso personal de cada
individuo con los valores, y en estos valores, con frecuencia influyen
las normas y expectativas sociales.

Valor: “Es algo” que hace que un “objeto” sea apreciado,


apetecido, aprobado, porque ha provocado y provoca en el sujeto un
sentimiento afín que le induce a actuar de cierta manera en la
realización de los fines que se ha propuesto.

El reconocimiento a la naturaleza objetiva del valor así como a la


manifestación en el plano objetivo, subjetivo y socialmente instituido
de los mismos, constituye un elemento determinante en el hecho de
admitir que la formación de valores en el plano curricular obedece a
la necesidad de desarrollar en los estudiantes la capacidad de
valorar adecuadamente la realidad social que les rodea, de formar
sus propios sistemas referenciales de valores, de aprender a
descubrir el verdadero significado de los objetos, fenómenos y
conductas en cada situación concreta..

Se refiere este capítulo, además, a la concepción que sobre la


actividad formadora de valores es necesario desarrollar por los
59

docentes, teniendo en cuenta que este trabajo exige que el docente


constituya un ejemplo de comportamiento como profesional, posea
un alto nivel de creatividad, sea un buen comunicador, domine los
métodos y técnicas participativas más actuales, posea un espíritu de
búsqueda constante y sobre todo que sea abierto al cambio, capaz
de cuestionarse todo cuanto hace y estar dispuesto a transformar su
comportamiento en aras del perfeccionamiento.

Una actividad educativa conscientemente concebida, organizada


y desarrollada sobre las bases teórico–metodológicas que sustentan
el enfoque histórico–cultural, constituye potencialmente una vía para
barrer el mimetismo, el paternalismo, el manualismo, la
fragmentación y la tecnocratización que por años han corroído los
cimientos de esta labor en nuestro país. También se tiene en cuenta
que para enfrentar el proceso de formación de valores en la
profesión en los marcos de la actividad educativa, se debe tener en
cuenta que como grupo biosocial los jóvenes no se han insertado
socialmente, que se está conformando un sistema de valores
profesionales, y que esta es una etapa de transformación y no solo
de adaptación personal, por lo que acercarse a las características
psicológicas presentes dada su diversidad etárea en este grupo
generacional es una condición para el mejor desempeño en la tan
difícil tarea que enfrentan hoy los educadores.

Ello determinará la magnitud y complejidad de las acciones a


emprender para lograr una adecuada y correcta formación de los
valores de la profesión que comprende este estudio. Es por ello que
para la formación de todo profesional, se hace necesario además
que el docente cumpla con otras exigencias en el orden teórico; no
constituye una tarea nueva los intentos de formar valores a través
del currículum en el sistema venezolano de Educación Superior.
Este proceso puede manifestarse de manera consciente o
60

inconsciente. De manera inconsciente cada docente, celoso en el


cumplimiento de sus deberes, impartiendo de la mejor forma sus
clases, constituyendo un ejemplo de disciplina, puntualidad y buenos
modales para sus estudiantes, está sin dudas contribuyendo a
formar valores en los mismos. Pero se trata de que de manera
consciente cada docente se proyecte en la labor de encontrar en
cada contenido que imparte una fuente generadora de convicciones,
actitudes y valores que hagan del estudiante el profesional que
necesita nuestra sociedad.

Diversas han sido las ciencias que se han pronunciado en torno


al concepto de valor, ponderando una u otra dimensión de acuerdo a
su objeto de estudio.

En su dimensión filosófica, el autor se adscribe a la teoría de


José R. Fabelo, quien a través de sus estudios ha ido brindando un
conjunto de postulados a tener en cuenta en el tratamiento del valor.
Al respecto plantea que:

"valor generalmente se entiende, la capacidad que


poseen determinados objetos y fenómenos de la
realidad objetiva de satisfacer alguna necesidad
humana, es decir, la determinación social de estos
objetos y fenómenos, consiste en su función de
servir a la actividad práctica del hombre”. (Fabelo
Corzo; 1989).

La significación puede ser positiva o negativa y no es un


elemento subjetivo su determinación, no dependen del sujeto, sino
de las propias necesidades que tiene el hombre, del propio
desarrollo de la práctica, es decir, es un elemento que está
objetivamente determinado. El Dr. Fabelo plantea que los valores
61

deben analizarse desde tres planos: el objetivo, el subjetivo y el


socialmente instituido.

Los valores no se insertan en la personalidad, por el contrario se


educan, se modelan, se forman a través de la actividad hasta llegar
a convertirse en convicciones, de ahí por ejemplo, la importancia que
tiene formar valores en los futuros profesionales, lo cual implica que
los estudiantes manifestarán una conducta profesional acorde con el
sistema de valores que posean. Los valores no existen fuera de las
relaciones sociales, fuera de la sociedad y el hombre. Como todo
fenómeno social, los valores poseen un carácter histórico-concreto.
Por eso como criterio universal para la determinación de los valores
actúa el progreso social. Aquello que favorece el desarrollo
progresivo de la sociedad constituye un valor, aquello que lo dificulta
u obstaculiza representa un antivalor.

Es a través de la valoración que realizan los individuos de lo que


es valioso o antivalioso que se van incorporando esos valores o
antivalores al mismo.

En el plano objetivo, los valores aparecen como parte


constitutiva de la realidad, tanto de la realidad material como
espiritual y lo que determina que algo de la realidad sea un valor
material o espiritual es el hecho que posea una determinación
significativa para el hombre como ser humano. Significación
socialmente positiva que tiene los fenómenos de la realidad para el
hombre como género. El valor no depende del individuo, sino de las
necesidades del género humano y estos valores objetivos no están
de forma aislada sino en sistema (Fabelo Corzo: 1989).

En el plano subjetivo: Es el reflejo de la significación que poseen


los objetos y fenómenos de la realidad para el sujeto. La valoración
es un fenómeno subjetivo, cada persona, cada grupo social valora la
realidad en dependencia de sus intereses, necesidades, motivos,
62

etc. En el plano socialmente instituido cada sociedad genera y


transmite un conjunto de valores que la caracterizan. Son parte del
discurso político de la historia, del mensaje educacional, de la
ideología que preconizan. Son expresión de los sistemas de valores
de aquellos que tienen el poder en la sociedad desarrollando
actitudes, sentimientos, y valores que van conformando el sistema
subjetivo de valores que el sujeto ha asimilado y ha hecho suyos. De
esta forma existen tantos sistemas subjetivos de valores como
individuos existen y van a tener una jerarquización dependiendo del
sujeto. Estos son los valores que se deben tratar de formar desde la
posición de docentes.

EL presente trabajo está dirigido fundamentalmente al plano


subjetivo ya que se trata de formar en los estudiantes, ante todo la
capacidad de valorar adecuadamente la realidad y de que estos
valores lleguen a formar parte del sistema de valores de cada una de
las profesiónes como patrones orientadores de su conducta. Sin
embargo no se desconocerán otros planos.

Conocimientos acerca de cómo formar los valores.

Si se quiere formular en una pregunta científica, del objeto en


estudio, se diría: ¿Qué procedimientos metodológicos deben y
pueden utilizar los docentes para facilitar la formación e
interiorización de los valores por los estudiantes?

Sin embargo con determinada frecuencia los docentes,


metodólogos y dirigentes universitarios muestran cierta zona de
imprecisión o duda a la hora de definir la existencia de un sistema de
valores profesionales particulares para cada una de las carreras que
conforman la Educación Universitaria. A menudo también basta una
revisión a los planes y programas de estudio de numerosas carreras
para percatarse de que los valores que se declaran en estos
documentos-guía son más bien valores humanos de los que sin
63

duda, debe estar dotado el proceso de formación de los futuros


egresados; no obstante su formación es demasiado general y,
paradójicamente, no están acompañados de la verbalización precisa
de los valores de la profesión de que se trata en particular, y los que
sin embargo deberán desarrollarse como elemento central en el
proceso.

Por consiguiente "la indeterminación de los valores específicos de


la profesión -según el Dr. Jorge Luis Rodríguez Morell-, crea una
evanescencia del átomo axiológico al interior de la carrera afectada,
favorece la improvisación, la fragmentación del trabajo teórico
formativo disminuye la visibilidad y la percepción de la importancia
social de la profesión en cuestión y en no poca medida desorienta el
trabajo de motivación de los futuros egresados hacia la que será su
propio campo de actividad profesional. Es decir, si el
desconocimiento conceptual o la no formación de los valores de la
profesión no afectara el desarrollo de la propia profesión en la
práctica poco importaría esta formulación, siempre y cuando los
modos de actuación del individuo tanto en lo humano como en lo
profesional demostraran un comportamiento basado en ideales
altruistas competentes y nobles en todo momento. No obstante ello
no es realmente así y desafortunadamente, la vida se encarga de
demostrarlo con creces. Ocurre que en tanto significación
trascendente, todo valor está indisolublemente unido a un proceso
de manifestación, percepción y transmisión en el que la
comunicación humana (es decir su verbalización concreta en el
discurso) desempeña un papel fundamental". (Rodríguez Morell, J.;
2004)

Hoy en día cuando las fundamentales reivindicaciones sociales


de todas las profesiones son una realidad jurídicamente refrendada y
protegida en la sociedad venezolana, el problema de desarrollar los
64

valores de cada una de las profesiónes en nuestras universidades,


comenzando en cada plan de estudio y programa y continuando por
la puesta en vigor de un sistema de acciones instructivos-educativos
dirigidos a la realización práctica a su seguimiento, control y
medición cuantitativa y cualitativa pasa ante todo, por el necesario
vencimiento de cierta barrera de inercia axiológica al interior de
nuestro currículum a nivel de base.

Al respecto plantea (Rodríguez Morell, J.; 2004) que:

"resulta de vital importancia acabar de vencer la


referida inercia axiológico-curricular comenzando por
contrarrestar mediante el diálogo bien informado y el
debate de trabajo, la todavía fuerte resistencia de
algunos claustros para llegar a aceptar que el
desarrollo de valores no es una mera formula
añadida al currículum y que, en realidad esta
importantísima tarea no tiene nada que ver con la
simplificación esquemática de la por demás muy vital
esfera de lo político–ideológico. Entonces el
planteamiento de acciones en pos de desarrollar una
metodología coherente para la definición desarrollo
medición y control de los valores de la profesión en
cada carrera quizás deba comenzar por lo que
pudiera definirse como la desenajenación de lo
intrínseco curricular con respecto al plano
axiológico".

Lo que ocurre es que la vía empírica y aleatoria solo puede llegar


a formar determinados valores humanos o cuando más una relativa
conciencia Axiológica al abordar determinados aspectos de cada
una de las profesiónes pero todavía queda lejos de plantearse un
desarrollo sistemático y armónico (y por lo tanto progresivo) de los
65

valores de las profesiónes como tales, es decir, de aquellos que


parten de lo interior del propio contenido y proyectar su significación
profesional positiva y trascendente en los planos objetivo, subjetivo y
socialmente instituido, tipificando el aspecto cualitativo de los modos
de actuación del futuro profesional y su nexo entre entorno
profesional y encargo social de acuerdo con el modo en que lo
expresa el modelo del profesional de la carrera de que se trate.
(Rodríguez Morell, J.; 2004)

Es decir por su naturaleza profesional dichos valores tienen que


estar íntimamente vinculados con una tríada axiológica que incluye
por una parte el objeto o fenómeno de la profesión que se aborda,
los modos de actuación del sujeto transformador sobre ese objeto o
fenómeno y en relación con otro sujetos transformadores, y por
último el propio proceso y el resultado de la transformación del
objeto por parte del sujeto agente y viceversa, todos ellos
poseedores en el momento inicial del proceso educativo de
determinado grado de desarrollo de los valores de la profesión que
se desean desarrollar históricamente condicionados. (Rodríguez
Morell, J.; 2004)

De esta forma se tiene entonces una subdivisión de los valores


de las profesiónes en valores pertinentes al objeto de la profesión,
valores pertinentes a los sujetos de la profesión y valores pertinentes
al proceso mutuo transformador del objeto y el sujeto, mediante la
actividad profesional en una zona de desarrollo próximo o potencial
también habilitable para este análisis axiológico. (Rodríguez Morell,
J.; 2004)

Los valores no son pues el resultado de una comprensión y,


mucho menos de una información pasiva, ni tampoco de actitudes
conducidas sin significación propia para el sujeto. Es algo más
complejo y multilateral pues se trata de la relación entre la realidad
66

objetiva y los componentes de la personalidad, lo que se expresa a


través de conductas y comportamientos, por lo tanto, sólo se puede
educar en valores a través de conocimientos, habilidades de
valoración reflexión en la actividad práctica con un significado
asumido. Se trata de alcanzar comportamientos como resultado de
aprendizajes conscientes y significativos en lo racional y lo
emocional.

No obstante al analizar la redacción de cualquier programa


promedio de disciplina o asignatura o incluso, el plan de estudio de
una carrera observaremos que, al hablar de contenido por lo general
se plantea desarrollar sistemáticamente lo instructivo–instrumental (y
a lo educativo general o particular, pero no siempre a partir de los
contenidos del programa)- es decir, al sistema de conocimientos y
habilidades- y muy escasas veces a lo volitivo- afectivo o actitudinal,
que es en sí la génesis del transito a la dimensión axiológica o lo que
es igual, se obvia por lo general plantear un sistema de hábitos y
capacidades, entendidos estos últimos como formación psicológica
compleja e integradoras de habilidades en función de la
transformación del objeto de la profesión.

Para el futuro profesional no solo es importante recibir una


educación rica en valores que coadyuve al fortalecimiento de su
formación humanística, sino también comprender en su totalidad el
proceso de la valoración que subyace en la relación profesional con
su entorno laboral. En su dimensión pedagógica, el autor a través de
este estudio se inclina a conceptuar por lo tanto, a los valores
enmanados por los docentes universitarios como conjunto de objetos
materiales y espirituales, conceptos, normas y principios
correspondientes al objeto, al sujeto y a los procesos fundamentales
de cada profesión, con una significación positiva y trascendente en
los planos objetivo, subjetivo y socialmente instituido.
67

CAPÍTULO III

FUNDAMENTOS TEÓRICOS EN TORNO AL DOCENTE


UNIVERSITARIO COMO AGENTE MODELADOR

Para poder brindarle un sentido completo al perfil del docente


universitario, se debe tomar en consideración que la docencia es
una práctica entendida como una labor educativa integral; los
docentes, ante las demandas del mundo actual y del futuro deben
desarrollar un conjunto de habilidades y actitudes para conseguir el
aprendizaje significativo. De éste conjunto de habilidades caben
destacar varias, tales como: pensar, crear, diseñar, resolver,
interactuar, manejar, usar, producir y comunicar. Todo esto con el fin
de trabajar, estudiar y construir visiones en equipo, auto
evaluaciones, compromisos y el compartir. El docente debe ser un
líder que posea la capacidad de modelaje de sus estudiantes, ser
creativo e intelectual y, además, inspirar a los estudiantes para la
búsqueda de la verdad, de manera general, se puede decir que el
docente debe demostrar características de liderazgo, en las cuales
deberá tener una visión de futuro y saber comunicarla, una visión de
la educación innovadora y avanzada, es decir, asumiendo los
nuevos paradigmas y sus implicaciones.

Por tal razón, el Profesional de la Docencia no puede esquivar o


eludir su responsabilidad ante una sociedad en plena
transformación. Hay una responsabilidad directa en la gestión de los
asuntos públicos, que debe complementarse con un Código de
Valores de obligada observancia, dado que toda amenaza al mismo,
es una amenaza al espíritu de la organización, y en particular a la
Organización Educativa donde se desenvuelve profesionalmente. En
una sociedad donde la crisis de valores es reseñada y apuntalada
casi a diario, las prácticas antipáticas en contra de la organización
68

son modos seguros de agravar las desigualdades y la marginación


social. Los Valores se pueden presentar como elementos de
equidad, que se reflejarán en la Organización social, la
Competitividad, la Transparencia y la Excelencia en el desempeño
de funciones y prestación de servicios.

ENFOQUES DEL PERFIL DOCENTE UNIVERSITARIO A TRAVÉS


DEL TIEMPO:

Enfoque Conductista (antes de los 70): Se toma al docente como


un técnico, su fundamento es la concepción tecnocrática del
currículo, basado en la disciplina, y sus organizadores son objetivos
mensurables, habilidades de trabajo, control conductual y de los
medios para la efectiva producción de los aprendizajes en los
alumnos. La formación del docente se entiende en términos de
competencia y actuación.

Enfoque Humanista (desde los 70): Reconoce que los docentes


están dotados de motivación y recursos internos para promover y
mejorar el ambiente educacional. Se basa en una concepción
curricular de experiencias que se centran en el desarrollo personal y
la satisfacción de necesidades. Se considera que es individualista y
no toma en cuenta el carácter social de la educación y las
experiencias que en ella se dan.

Enfoque Desarrollista: Se ve la formación docente en términos de


formar un líder, un solucionador de problemas, un individuo con
capacidad de tener reflexión innovadora de los procesos educativos.
Su fuerte es el pensamiento progresista. El currículum es entendido
como una experiencia, pero con una implicación sustantivamente
social. El docente se perfila como un creador, un transformador de la
realidad, en fin, como un negociador.
69

En la actualidad y dada la complejidad de la sociedad, que sufre


momentos de crisis y de transformaciones profundas, éste perfil
docente no sería satisfactorio, con lo que se hace necesario
replantear la formación docente.

La Creación de un nuevo Perfil del Docente Universitario:

La idea básica de la renovación está en el hecho de reconocer el


planteamiento humanista y desarrollista, constituyendo una buena
combinación para dar, en forma combinada y pluralista, su
contribución a la reformulación de un modelo de formación docente
que se fundamente en una racionalidad sustantiva y significativa.

La nueva visión combinará el criterio de la competencia con el


criterio ético. La meta es formar un individuo con capacidad de
innovación y creación. Se concibe que el docente tenga la suficiente
formación para prestar atención al proceso educativo y mejorarlo
creativamente. De esta manera surge un perfil más amplio, que
incluye el desarrollo personal, actitudes, comunicación, orientación,
liderazgo, toma de decisiones, mejoramiento personal, dimensión
social e intelectual. Basándose en Kincheloe (1.989), la propuesta
actual de formación docente se basa principalmente en los
siguientes aspectos:

- Centrada en el desarrollo de habilidades: la enseñanza como


actividad académica e intelectual.

- Se requiere de habilidad para conducir situaciones de


búsqueda y uso adecuado de la información.

- Necesidad de manejar un marco de referencia conceptual


para el mejoramiento inteligente y no mecánico de los métodos
empleados en clases.
70

- Necesidad de tener una sólida información de artes y ciencias


para establecer la crítica relación entre los contenidos y la realidad
social. Los cambios en las condiciones sociales requieren docentes
con capacidad para ajustar sus puntos de vista a las demandas de
nuevos compromisos socioculturales.

Bases del nuevo Perfil del Docente Universitario.:

De manera general se puede decir que un nuevo perfil docente


debe incluir la capacidad del docente, la fuente de la filosofía que lo
inspira y el impacto en la educación de los y las estudiantes. Sus
bases están principalmente señaladas en los siguientes aspectos:

Metafísica: La cual permitirá al docente a asumir y comprometerse


con las realidades múltiples, que demuestran las necesidades del
entorno (económicas, políticas, entre otras). El docente debe llevar a
que sus estudiantes hagan cuestionamientos y valoraciones que
sean sustantivas y permanentes.

Epistemología: Con la cual el docente podrá desarrollar capacidad


para apreciar las variadas formas de acercamiento y a la aprobación
de los saberes. Esto incluye el reconocimiento de diferentes
concepciones sobre el conocimiento, el entendimiento de las
diferentes formas de trabajar y lograr este conocimiento y
experiencia en sus estudiantes.

Axiología: Permitirá al docente crear una conducta generalizada


para formularse interrogantes sobre lo deseable y lo valioso. El
hecho de educar requiere hacer juicios de valoración y enseñar a los
estudiantes a hacer lo mismo con dignidad.

Ética: Permite a los docentes a orientar su conducta teniendo como


referente la moral de la educación. Se debe formar al docente con
alto grado de capacidad reflexiva sobre las implicaciones de su
trabajo para y con los estudiantes.
71

Estética: Es la fuente para formar al docente con capacidad de crear


y cuidar ambientes que permitan dar significado al proceso
educativo.

Lógica: Fortalece el pensamiento crítico y constructivo del docente.


Incluye capacidad para comprender, reestructurar, analizar,
sintetizar, aplicar y acceder al conocimiento; facilitando experiencias
enriquecedoras con los estudiantes.

Política: Permite honrar la diversidad y la democracia. Las


posibilidades educativas brindan diversidad (razas, géneros, ideales,
creencias, apreciaciones, apariencias, edades, lenguaje, salud, entre
otras). El intercambio y la deliberación se deben dar en ambientes y
en escenarios democráticos en la universidad.

Teodisea: Permite que el docente posea un discurso educativo con


significado y sustentación. Modelar y guiar a los estudiantes para
que clarifiquen, articulen y redefinan un trabajo coherente.

Espíritu de Aprendizaje: Permite al docente asumir y modelar


conductas significativas. Aprendizajes que duren toda la vida
personal y profesional y que se demuestran en la enseñanza,
favoreciendo un ambiente coherente entre el discurso y la acción.

Espíritu de Cuestionamiento: Permitirá al docente guiar acciones


continuas de auto evaluación y mejoramiento en lo personal y
profesional.

Formación Docente Universitario en Venezuela:

Según Matos (2.000):

"...el docente es un mediador no de manera


declarativa; de hecho debe asumir el reto de
involucrarse en la construcción del conocimiento en el
aula. Lo importante no es necesariamente cuánto se
72

sabe, pero que ello descanse en una plataforma


teórica-conceptual, psicológica y filosófica para
sustentar la práctica pedagógica...".

González, N. (2.000):

"...dentro de la praxis pedagógica integradora, el


rol del docente debe ser percibido como promotor
del aprendizaje, motivador y sensible. El docente
debe conocer y respetar el estado evolutivo del
joven y facilitar situaciones que inviten a la
búsqueda constante del conocimiento. Se concibe
como modelo y líder, centrado en sus alumnos
como sujetos de aprendizaje...El rol del docente
interactúa con dos elementos más para formar una
tríada interpretativa: docente – alumno – saber...".

Estas interpretaciones de los autores Matos y González,


conducen a entender el rol del docente como factor de construcción
de conocimientos y de experiencias. Se mantiene una visión
pluridisciplinaria, con extensión diversidad y profundidad; de manera
general, se concluye que el rol principal del docente es facilitar y
ayudar a los estudiantes a construir y reconstruir sus propios
conocimientos, sobre la base de promover experiencias acordes con
el nivel de desarrollo de los mismos y la inteligente estructuración y
evaluación de la experiencia.

Según los autores un docente es una persona que enseña una


determinada ciencia o arte, debe poseer habilidades pedagógicas
para ser agentes efectivos del proceso de aprendizaje.El docente,
por tanto, parte de la base de que es la enseñanza su dedicación y
profesión fundamental y que sus habilidades consisten en enseñar la
materia de estudio de la mejor manera posible para el estudiante.
73

Las cualidades del docente universitario.

Continuando con Matos y González todo educador debe observar


las cualidades que a continuación se menciona:

Cualidades personales: Esto depende en gran parte de la


constitución psicobiológica del individuo y el ambiente en que se ha
desenvuelto,se puede señalar su condición física, su estado de
salud y su apariencia personal. El docente debe estar en buenas
condiciones de trabajo, debe ser un individuo normalmente
constituido en cuanto a la existencia y funcionamiento orgánico de
todas partes de su cuerpo, y nos preguntamos si ¿puede ser
docente una persona coja, manca, sorda o paralizada parcialmente
en algunos de sus miembros? Se puede responder, pues si ciertas
deformaciones o defectos físicos pueden ser compensados con
creces en determinados individuos por otras cualidades de carácter
moral, cultural y profesional, el aspecto físico carece de importancia.

Cuidar su estado de salud en general, los buenos hábitos de


higiene, la buena presentación en el vestir, así como la armónica y
discreta ejecución de los movimientos corporales, debe desarrollar
su actividad con agradable personalidad, elocuencia en el timbre de
voz, en los ademanes, en el gesto, en la mirada, en el andar, en el
reposar y aún en el silencio. El vestuario discreto, sencillo, adecuado
según la actividad, la estación y la ocasión, pero siempre
nítidamente limpio y arreglado, es una condición necesaria para el
buen ejercicio profesional del docente.

La alegría y el buen humor son cualidades imprescindibles para


el docente. El docente tiene que trabajar en tareas dentro y fuera de
la clase, movilizarse entre los estudiantes para trabajar en equipo,
investigando, observando, etc. Eso si, para que el docente desarrolle
estas actividades depende mucho de su salud física y mental, la
74

buena remuneración, el buen trato y la seguridad profesional que le


permitirán gozar de alegría y buen humor.

Talento natural: lo que se necesita el docente es de naturalidad,


es decir que actúe espontáneamente como individuo normal, que
evite las actuaciones y actitudes teatrales, que tenga equilibrio
emocional.

Originalidad: es la capacidad para crear y producir cosas nuevas,


sobre todo en situaciones difíciles. El docente que no posee
originalidad es un simple repetidor, y en consecuencia carecerá de
plasticidad y de oportunidad, carecerá de agilidad mental para la
solución de problemas imprevistos. En tal sentido cae en la rutina,
en la monotonía y el tedio para si mismo y para los estudiantes.

Tolerancia, paciencia, justicia, firmeza y consecuencia: El


docente que no es capaz de ser tolerante, paciente y justo es
además inconsecuente. Solo la firmeza de carácter, acompañada de
grandeza de espíritu, le permite cierta bondad sin exceso, imparcial
sin ser grosero e inflexible.

Responsabilidad: No es un atributo que puede improvisarse, es la


consecuencia de un modo de vida afianzado por largos años de
ejercicio social y profesional, en gran parte, además es un atributo
colectivo mas que individual, aún cuando dentro de un grupo
responsable se dan gran variedad de grados de responsabilidad
entre sus miembros. Como educadores deben ser primeramente
responsables y exigir esta cualidad a los estudiantes y colegas.

Cualidades morales: No se puede concebir la existencia de un


docente sin la suficiente solvencia moral. Sin las solvencia moral;
con qué autoridad, seguridad personal y tranquilidad emocional
puede dirigirse un docente a sus estudiantes demandando probidad,
honradez, justicia, sinceridad, austeridad y en general, buena
75

conducta de acuerdo con las normas morales dictadas por el Estado,


la Iglesia, la institución y la comunidad del que es parte, si el mismo
no es exponente del mejor ejemplo. Si actúa de manera contraria a
los principios que pregona, carecerá de todo crédito y prestigio
profesional y no lograra de parte de sus estudiantes, ser oídos ni
entendido solo ofrecerá confusión.

Cualidades culturales: Es la preparación general; no se limita a


saber el contenido de la materia o especialidad que se imparte, sino
saber lo básico y fundamental de un conjunto de disciplinas
humanas, sociales, formativas e instrumentales, es decir poseer un
equilibrio cultural y una armónica preparación que además de
especialista lo coloque en condición de persona culta, capaz de
conversar de cualquier disciplina en general y de la propia en
particular.

Cualidades profesionales: El docente no solo debe saber


cabalmente la disciplina que imparte, sino además conocer los
métodos, procedimientos y materiales de enseñanza y aprendizaje.

La filosofía de la educación universitaria: Sin una sólida


preparación filosófica, el educador corre el riesgo de caminar sin
sentido en un mundo confuso lleno de ambigüedad e incertidumbre.
La preparación filosófica imprime seguridad y confianza al docente y
asegura continuidad al hecho educativo.

Sociología de la educación universitaria: Permite una visión más


práctica, útil, objetiva y científica del hecho de la educación, porque
se hace basándose en la realidad que constituye la situación
cultural, política, económica e histórica de los pueblos. Solo
basándose en estudios sociológicos serios puede el maestro
liberarse de ciertos prejuicios y suposiciones especulativas que no
tienen fundamento científico y que son el resultado de la opinión o
76

creencia de ciertos grupos que poseen privilegios de opinar y de


influir

Características del docente universitario efectivo: Se considera


que son los docentes aquellos actores educacionales más
directamente relacionados con el aprendizaje de sus estudiantes,
son ellos el medio fundamental por el cual la cultura de nuestro país,
sus valores, metas y proyectos se desarrollan.

En cuanto a estas características se diferencian las llamadas


"características personales", es decir aquellas características
individuales que tienen los docentes.

La vocación o compromiso profesional, la cual se manifiesta a


través del "entusiasmo" de enseñar, es decir los profesores efectivos
tienen vitalidad, y la capacidad de transmitir un contagioso
entusiasmo por su materia; lo cual contribuiría a que los estudiantes
trabajen. Por otra parte, se ha señalado que un docente con
vocación da prioridad a los aspectos formativos en su tarea
educativa y proyecta las altas expectativas respecto a la capacidad
de logro de sus estudiantes.

Al hablar de docentes efectivos surge la pregunta acerca de


cuales son las características de estos docentes que dan cuenta de
esta efectividad. La respuesta pasa por considerar que el gran
objetivo de los procesos de enseñanza-aprendizaje es propiciar que
cada uno de los educando, independientemente de su clase social o
entorno familiar, logren los objetivos del aprendizaje, por lo tanto, un
docente efectivo es aquel docente que presenta comportamientos
positivos en relación a promover el entendimiento académico para
lograr que todos los estudiantes logren este aprendizaje. Dada la
importancia, entonces, de los docentes efectivos, se describirán
cuales son las características que ellos poseen, en primer lugar,
77

resulta importante diferenciar estas características de los docentes


efectivos, en factores indirectos y factores directos del docente.

Los factores indirectos se relacionan con las características del


docente y los antecedentes del mismo. Por otra parte los factores
directos serian todas aquellas acciones que realiza el docente en la
interacción con sus estudiantes en los salones de clases.

Factores Directos: Entre los factores directos de los profesores


efectivos, los que parecen más relevantes son el clima grupal que se
desarrolla en la sala de clases y el liderazgo académico.

Clima grupal: Es característica de un profesor eficaz la creación de


un cierto ambiente propicio, o clima grupal, para el aprendizaje. Este
se caracterizaría por ser un ambiente de orden, con reglas que son
aprendidas y seguidas por los estudiantes, de manera que el
aprendizaje de los alumnos se vea ininterrumpido por distracciones.
Sin embargo, dentro de este ambiente de «orden» los profesores
efectivos le darían la oportunidad de ser estudiantes independientes.

La creación de un clima afectivo resulta fundamental, la


manutención de un trato personal con los estudiantes, estando
siempre atentos a sus reacciones; una interpelación cariñosa,
cordial, y coloquial, dirigiéndose a cada estudiante por su nombre,
expresándoles confianza y apoyándolos positivamente; la capacidad
de mantener la disciplina haciéndose respetar por su propia
presencia, sin dejar de ser una persona cercana y cordial; el respeto
por los estudiantes, el reconocimiento de los propios errores; y,
finalmente, la aceptación del humor en los. Estudiantes.

Liderazgo académico: El segundo elemento directo del docente


efectivo es el liderazgo académico. Este se refiere, en general, a la
capacidad del docente para dirigirse en forma adecuada al interior
de la sala de clases. Algunos elementos centrales de este factor son:
78

Respecto del uso de estrategias adecuadas, los docentes efectivos


utilizan sistemáticamente una secuencia lógica en la enseñanza.
Estas prácticas son sinérgicas, es decir, no importa cuán efectiva
sea cada una de ellas, lo importante es que se den como un todo.

Es importante que el docente haga notar su liderazgo en el aula,


pero también, a través de sus rasgos profesionales y características
personales debe conseguir que el estudiante lo reconozca y adopte
como líder y ejemplo a seguir. Para alcanzar el objetivo conviene dar
a conocer las capacidades con el fin de dirigir al curso, utilizando
estrategias adecuadas manteniendo el orden dentro de la sala.

Factores indirectos: Entre los factores indirectos tenemos:

La vocación (o compromiso profesional): Característica de los


docentes efectivos, se evidencia a través del "entusiasmo" de
enseñar. Caracterizamos a los profesores efectivos con vitalidad, y
con la capacidad de transmitir un contagioso entusiasmo por su
materia; esto contribuiría a que los estudiantes trabajen. Por otra
parte, un docente con vocación da prioridad a los aspectos
formativos en su tarea educativa y proyecta las altas expectativas
respecto a la capacidad de logro de sus estudiantes.

Los rasgos personales: Son las características individuales que


tiene los profesores, y que hacen más efectiva su labor educativa.
Estos atributos serian propios de la persona y difícilmente
aprensibles. Un docente no puede despojarse de sus características
personales solo por el hecho de entrar en una sala, sino que en la
situación de enseñanza los atributos personales emergen, incluso
con más fuerza. Sin embargo podemos mencionar tres
características del profesor que influirían en el rendimiento de los
estudiantes: la comprensión, la preocupación por el estudiante, y la
naturalidad. Del comportamiento del docente en la sala, la actitud
que adopta y de la manera que da solución a los problemas, nos
79

ayuda a percibir las características personales y profesionales del


docente, lo que nos lleva a conocer mas de su particular persona.

El dominio del contenido que posea el docente: Esto, ya que la


seguridad con respecto a los contenidos que se enseñan, influyen de
modo positivo en lo aprendido por los estudiantes. Se recalca lo
relevante que resulta el que los docentes cuenten con un buen
dominio de su asignatura. Esto les permitiría establecer relaciones
entre los contenidos estudiados con la realidad y la vida cotidiana.
La preparación intelectual del docente ejerce una clara influencia en
los resultados de sus estudiantes. Esto, ya que profesores con sólida
formación exhiben actitudes y conductas asociadas con la
enseñanza efectiva.

Al buen dominio de los contenidos se agrega también la


preparación del docente en el ámbito del manejo de estrategias
instruccionales, ya que para una enseñanza efectiva no sólo es
necesario que el docente domine las materias, sino que es
fundamental que el docente en su formación aprenda como entregar
de modo adecuado sus conocimientos sobre todo de desenvolver las
habilidades intelectuales del estudiante.

La concentración en la persona total del estudiante: El


estudiante debe ser tratado como persona integral, pues a separar el
mundo intelectual del resto, el proceso de crecimiento del estudiante
en la dirección de un ser adulto resulta diariamente amenazados.

Según Maruny; enseñar no es solo proporcionar información, sino


ayudar a aprender, y para ello el docente debe tener un buen
conocimiento de sus estudiantes: cuales con sus ideas previas, que
son capaces de aprender en un momento determinado, su estilo de
aprendizaje, los motivos que los animan o desalientan, sus hábitos
de trabajo, las actitudes y valores que manifiestan frente al estudio
concreto de cada tema.
80

La meta de la actividad del docente es incrementar la


competencia, la comprensión y la actuación autónoma de sus
estudiantes. Es por eso que se propone como eje central de la tarea
docente una actuación diversificada que se acompañe de una
reflexión constante de y sobre lo que ocurre en el aula.

"Así como las preconcepciones o teorías implícitas del alumno son el


punto de partida de su proceso de aprendizaje, también lo son para
el profesor las teorías implícitas que tiene sobre la enseñanza, en la
forma de una serie de representaciones o pensamiento didáctico
espontáneo o de sentido común".

La formación del docente como un profesional autónomo y


reflexivo: Frida Díaz Barriga nos hace ver que "Desde la
perspectiva histórica, resalta que la mayor parte de la investigación y
los intentos por dar formación docente en el ámbito de la relación
educativa, se centra en una concepción limitada de lo que es la
enseñanza eficaz o eficacia docente". Se dice que (un buen profesor
es un profesional independiente, es decir, un profesional reflexivo).

Nuestro país exige actualmente docentes cada día mejor


preparados, para que la enseñanza rinda los frutos adecuados. El
docente no debe ser un operario que aplica los planes y programas
de estudio sin sentido y sin reflexión, no el docente tiene que
presentarlos como problemas, de ahí que se volverá en un docente
experto y en un profesional exitoso siempre y cuando sea:

1.- Dinámico

2.- Estratégico

3.- Autorregulado

4.- Reflexivo.
81

La experiencia práctica del docente debe conducir a programas


mucho más orientados al campo de aplicación profesional en
cuestión, el docente debe conducir a la reflexión y a las tutorías
haciéndolas piezas claves.

De acuerdo con Monereo, Caries en su libro "Estrategias de


Enseñanza-Aprendizaje", "La formación del profesorado, es uno de
los objetivos prioritarios de las reformas universitarias,
organizándolas de forma que exista una continuidad entre formación
inicial y permanente" y nos dice que "si bien es cierto que aún hay
quien considera que la persona que está preparada para hablar,
escribir o investigar sobre un tema también lo está para enseñarlo a
otros, también es verdad que desde la formación universitaria del
docente, hace tiempo que se plantea la necesidad de formar
profesionales competentes que, además de ser buenos conocedores
de su materia, sean capaces de reflexionar sobre su didáctica, de
tomar decisiones oportunas sobre el planteamiento de su materia en
el aula y de dar respuestas adecuadas a situaciones educativas e
impredictibles".

Relación entre las características psicológicas de los valores y


los requisitos pedagógicos para su formación.

Todo sistema de valores subjetivo es el producto de un proceso


de valoración. Es necesario educar en los estudiantes la capacidad
valorativa si aspiramos a que realicen valoraciones objetivas y
eficientes de forma independiente. Por tanto, además de la
formación de los valores es necesario formar la habilidad y la
capacidad valorativa. Los valores tiene una doble significación
como fuerza motriz de la actividad: Por una parte brindan una
orientación para la toma de decisiones al nivel de toda la sociedad y
por otra son una orientación para la toma de decisiones personales,
pueden formarse solo a través de la actividad del sujeto, por lo que
82

es necesario lograr una incorporación sistemática y consciente de


los estudiantes a las actividades del centro y explotar al máximo las
posibilidades que da el proceso pedagógico para fomentar los
valores a través de la actividad de los estudiantes.

Los valores se desarrollan en estrecha relación con la vida


práctica, pues responden a las necesidades de los individuos. Solo
puede trabajarse la formación de valores partiendo de las
necesidades de los individuos. En este sentido, hay que relacionar
los valores a formar con algo que ya es significativo para él, o crearle
previamente la necesidad. Cualquier proceso de formación de
valores tiene que estar estrechamente vinculado con la vida
cotidiana e individual del estudiante.

Los valores tienen carácter bipolar. El valor es todo aquello que


es importante, deseable y benéfico para las personas; que
contribuye a desarrollar el nivel de vida personal o de toda la
sociedad. Es apreciable y digno porque incide directamente en la
calidad de la vida de las personas. Puede expresarse también en
forma negativa, puede ser un freno para el desarrollo personal o
social. Se manifiesta entonces como antivalor. La presencia de
valores enriquece la existencia del ser humano, su ausencia la
empobrece. Al organizarse las actividades para la formación de
valores debe tenerse en cuenta que pueden estar presentes los
antivalores y los valores, pero estos últimos siempre tiene que
predominar.

Los valores son formaciones motivacionales de la personalidad,


que orientan e inducen la actividad del hombre, y dentro de la
estructura de la personalidad tienen una estrecha relación con los
conocimientos, las vivencias afectivas, los ideales, la voluntad y
cuando son efectivos tienen capacidad para regular la conducta, se
manifiestan en el comportamiento.
83

Formar valores implica un sólido proceso de interiorización que


incluye:

- Lo cognitivo: hay que explicar en que consiste el valor, el


estudiante debe conocer el modelo del deber ser y su
fundamentación, así como la significación social del valor.

- Lo afectivo: hay que lograr que el estudiante haga suyo el valor;


que sienta el deseo de alcanzarlo; lograr que la persona sienta
emociones positivas, satisfacciones, cuando se comporta acorde con
los valores más altos de la sociedad; garantizar que lo nuevo
conocido adquiera una significación positiva para él.

- Lo volitivo: implica la toma de decisión por el estudiante de asumir


conscientemente el valor y defenderlo.

- La manifestación comportamental: es necesario que se comporte


en la práctica acorde con el valor, esta es la única forma de
consolidarlo y hacerlo estable, por lo tanto, hay que darle la
posibilidad de aplicar los valores en la realidad, en su
comportamiento cotidiano, recompensando cuando lo hacen bien y
criticando cuando la hacen mal.

El proceso de desarrollo de los valores tiene un carácter bilateral.

Se produce una influencia mutua entre las personas que


interactúan en este proceso formativo, pues el mismo modifica los
sistemas de valores que poseen ambas partes. Es necesario prestar
especial atención al fenómeno de la comunicación.
Fundamentalmente en la relación docente- grupo, docente-
estudiante y estudiante- estudiante, la comunicación es una vía
importante para la transmisión de valores.

Los valores son compartidos, por lo que suponen un


consentimiento, convenio o acuerdo sobre determinado tipo de
84

relación entre muchas personas pues los asocian al bien común. Es


imprescindible mostrar la significación social que tiene el valor. Sin
esta comprensión será muy difícil consolidarlo. Por su propia esencia
tienen que ser formados en colectivo, pueden ser enriquecidos
individualmente, pero por su condición de norma de relación, exigen
de una formación colectiva.

La gama de valores es infinita, por cuanto se corresponden con


cada una de las dimensiones del ser humano. Dada la inmensa
cantidad de valores, no se puede pretender formarlos todos al
unísono, porque se perdería mucho esfuerzo. Es necesario priorizar
aquellos que se requieren formar, y dirigir las influencias en ese
sentido.

Todo valor es clasificable de acuerdo con una escala de


significación o importancia. Los valores interactúan entre sí.
Cualquier valor posee la cualidad de ser movilizador de los restantes
valores. El sistema de valores seleccionado puede ser ordenado y
establecido su sistema de relaciones internas.

Los valores se desarrollan en un proceso prolongado. Un nivel


científico en la formación de valores requiere el conocimiento de las
características generales de la edad que tiene los sujetos a formar.
Es necesario, además, adecuar las condiciones que se requieren
formar y las actividades a desarrollar a las características que
ofrecen la edad del sujeto.

El desarrollo de los valores es escalonado. En este proceso


pueden distinguirse etapas bien diferenciadas, en este sentido
general se aceptan la existencia de cuatro etapas: preescolar,
escolar, adolescente y joven. Las características de esta etapa
deben ser conocidas y tenidas muy en cuenta para la formación de
valores.
85

Los valores son un producto del desarrollo histórico-social. Cada


época histórica y cada sociedad, de acuerdo con sus necesidades,
hace énfasis en determinados valores y la significación social que
los mismos poseen, se requiere de un sentido y diagnóstico de la
situación económica, política y social en que se encuentra la
sociedad. Hay que tener en cuenta las especificidades de la
localidad y el centro en que se van a formar los valores.

El proceso de formación de valores tiene un carácter


multifactorial. Son el resultado de la influencia de variados factores:
la familia, la comunidad, los medios masivos de comunicación, las
organizaciones políticas y de masas, la escuela (el grupo escolar, los
docentes del año, y cada docente en particular, las materias de
estudio, las organizaciones estudiantiles, etc.), y de todas las
instituciones sociales en general. La universidad debe propiciar y
contribuir a la unidad de influencias sobre el estudiante.

Los valores no son pues el resultado de una comprensión, y


mucho menos de una información pasiva, ni tampoco de actitudes
conducidas sin significación propia, por el sujeto. Es algo más
complejo y multilateral pues se trata de los componentes de la
personalidad, sus contenidos y sus formas de expresión a través de
conductas y comportamientos, por lo tanto sólo se puede educar en
valores a través de conocimientos, habilidades de valoración-
reflexión y la actividad práctica

La educación en valores en la Universidad está dirigida hacia el


desarrollo de la cultura profesional. Los nuevos fenómenos y
procesos que la sociedad contemporánea engendra, las
interrogantes, expectativas e incertidumbres sobre el futuro de la
humanidad, hacen del análisis y la reflexión un imperativo para
definir desde una perspectiva estratégica y coyuntural el desarrollo
social de cada nación. Ello reclama y exige de una cultura integral en
86

la formación profesional de las futuras generaciones. Es por ello que


entre los temas más trascendentes que hoy se analizan en la
Educación Universitaria en el mundo, está el vínculo universidad-
sociedad-desarrollo.

Es evidente que las actividades para la formación de valores no


pueden estructurarse de cualquier forma. Deben ser organizadas las
mismas para que sean eficientes, partiendo de la comprensión que
hemos alcanzado de las características psicológicas del valor y de
los requisitos pedagógicos que hay que cumplir para formar valores.

El desarrollo de valores alcanzado, facilita la consolidación de


los mismos, su jerarquización y estabilización en las orientaciones
valorativas firmes y sólidas. En ellas se reflejan la educación recibida
y las influencias de toda la sociedad. Así la coherencia entre las
convicciones, los ideales, los principios y las normas de
comportamiento se expresan en los modelos del deber ser, que
guían y orientan la actuación del individuo en la sociedad.

Se puede afirmar que al proceso de formación y desarrollo de


valores y orientaciones valorativas, transita paulatinamente desde la
imitación hacia la autodeterminación; desde la dependencia hacia la
independencia, desde lo evolutivo hasta lo volitivo; desde lo menos
consciente, hasta la cada vez más consciente.

El desarrollo esbozado aquí se refiere al deber ser, a lo que debe


esperarse o a lo que es posible aspirar. Es necesario tener en
cuenta que para cada ser humano, la apropiación de valores se
manifiesta de forma individual en correspondencia con sus
particularidades.

De la misma forma, la capacidad valorativa se va desarrollando


paulatinamente, a tenor con las posibilidades crecientes del sujeto y
el nivel que alcance en cada etapa, por lo que está condicionada por
87

las posibilidades del sujeto. De seguir el curso normal de desarrollo,


el joven debe alcanzar un alto grado de desarrollo de la capacidad
valorativa, siempre que en el transcurso de su vida lo haya ejercitado
lo suficientemente y lo haya logrado en la sistematización de sus
acciones fundamentales.

Esto no significa que todos los jóvenes alcancen


espontáneamente un alto desarrollo de las orientaciones y
capacidades valorativas. Ello está condicionado por su desarrollo
individual, por las vivencias en que ha participado, por su posición
activa y transformadora ante la vida. No obstante, es deber de todos
los profesores trabajar de forma tal, que propicie el desarrollo de
ambas estructuras paulatinamente y teniendo en cuenta las
posibilidades que se producen en cada etapa y en cada individuo,
determinando siempre cuál es la zona de desarrollo próximo de sus
estudiantes. Como es posible apreciar, son múltiples las exigencias
desde el punto de vista teórico a tener en cuenta para llevar a cabo
el proceso de formación de valores.
88

CONCLUSIONES

La universidad venezolana de finales del siglo XX y comienzo del


XXI, enfrenta dos tipos de situaciones que están íntimamente
relacionadas; en primer lugar, están los problemas internos
tradicionales, asociados con la gobernabilidad institucional, la
democratización del acceso a la universidad, el desempeño del
profesorado, la calidad y pertinencia del egresado, el desarrollo de la
investigación, la pertinencia de la extensión y la eficiencia
administrativa. En segundo término, están un conjunto de factores
externos que plantean nuevos retos a la universidad; ellos son: la
globalización económica, la sociedad del conocimiento y la
revolución de la información y la comunicación.

En este sentido, la Educación Universitaria es un instrumento


para consolidar el crecimiento y asegurar el desarrollo del país. Su
fin principal es la formación y producción de conocimientos. Es un
factor clave de movilidad social, pero el incremento de la matricula
ha conducido a una inadecuada calidad en la formación de los
recursos humanos, bien sea de los prestadores de servicio como de
los formados. Las instituciones presentan dificultades para hacerle
frente a los cambios sociales, tecnológicos y científicos, así como
limitaciones financieras para la construcción de nuevas edificaciones
o adecuar las existentes. El estado hace esfuerzos por adecuarse a
los cambios pero los cambios deben gestarse desde el ser humano
quien al final será el beneficiado.
En este mismo orden de ideas, el docente Universitario es
ejemplo en la sociedad y debe contribuir al fortalecimiento de los
valores para lograr una verdadera formación de los nuevos
profesionales, es una figura importante en la labor educativa
universitaria ya que debe ayudar en el fortalecimiento de los valores
mediante acciones que contribuyen a la transformación del
89

estudiante. El docente Universitario debe ser un modelo con


profundas características éticas y morales capaces de lograr
transformaciones en los futuros profesionales que está capacitando.
Los docentes, ante las demandas del mundo actual y del futuro
deben desarrollar un conjunto de habilidades y actitudes para
conseguir los futuros profesionales que nuestra nación necesita. El
docente debe ser un líder que posea la capacidad de modelaje de
sus estudiantes, ser creativo e intelectual y, además, inspirar a los
estudiantes para la búsqueda de la verdad.

El estudio realizado demuestra que el docente universitario con


valores regula la conducta del estudiante, mediante el proceso de
enseñanza-aprendizaje propician el desarrollo de estos valores. Si
bien se aprecian algunos resultados positivos en la elaboración de
este trabajo, el mismo destaca la necesidad de que la formación de
valores, no solo es la tarea de algunos docentes, sino, de todo el
colectivo que sobre el estudiante actúa.

El docente universitario debe ser un modelo educativo para sus


estudiantes. En la medida que el docente exprese en su actuación
profesional y en sus relaciones con los estudiantes valores tales
como la responsabilidad, el amor a la patria y a la profesión, la
honestidad, la justicia entre otros propiciará su formación como
motivo de actuación en los estudiantes.

Sólo creando espacios de reflexión en el proceso de enseñanza-


aprendizaje en los que el estudiante aprenda a valorar, argumentar
sus puntos de vista, defenderlos ante los que se oponen a ellos, en
los que el estudiante tenga libertad para expresar sus criterios, para
discrepar, para plantear iniciativas, para escuchar y comprender a
los demás, para enfrentarse a problemas con seguridad e
independencia, para esforzarse por lograr sus propósitos, espacios
en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los que sean los
90

docentes universitarios guías de sus estudiantes, modelos de


profesionales, ejemplos a imitar, sólo en estas condiciones
estaremos contribuyendo a la educación de valores del estudiante
universitario.
91

REFERENCIAS

Arias F. (2006). El proyecto de investigación. Caracas: Episte

Balestrini, M. (2006). Como elaborar el proyecto de investigación.


Quinta edición. Caracas, BL Consultores asociados, Servicio
Editorial.

Ball D. y Cohen, D. (1999). Developing practice, developing


practitioners: toward a practice-based theory of professional
development. San Francisco:

Balza, A. (2008). Educación, Investigación y Aprendizaje. Una


Hermenéusis desde el Pensamiento Complejo y Transdisciplinario.
Guárico, Venezuela. Fondo Editorial Gremial APUNESR.Jossey-
Bass.

Blázquez, F. (1999). Una experiencia española: El plan de formación


del ICE de la Universidad de Extremadura.

Branden, N. (2001). Los seis pilares de la autoestima. Barcelona:


Paidós.

Cochran y Smith, M. (2005). Studding Teacher Education. The


Report AERA of the Panel on Research and Teacher Education.
USA: AERA.

Cortina, A.(2000) en Educación en Valores y Desarrollo Moral. La


Educación del Hombre y del Ciudadano. publicado por I.C.E y O.E.I.

Darling-Hamnond, L. (2001). El derecho de aprender. Crear buenas


escuelas para todos. Barcelona: Ariel.

De Gregori, W. (2002). Capital intelectual. Administración sistémica.


Bogotá: Mc Graw Hill.
92

De La Torre, S., Barrios, O. Coord. (2002). Estrategias didácticas


innovadoras. Barcelona: Octaedro.

De Miguel, M. (2006). Metodologías de Enseñanza y Aprendizaje


para el desarrollo de competencias. Orientaciones para el
profesorado universitario ante el Espacio Europeo de Educación
Superior. Madrid: Editorial Alianza.

Diccionario Enciclopédico de la Real Academía (2003) España.

Escribano, A. (1995). Aprendizaje cooperativo y autónomo en la


enseñanza universitaria. Enseñanza, 13, 89-112.

Fabelo Corzo, José R.(1989). Práctica, conocimiento y valoración.


Editorial de ciencias sociales, Habana.

Fernández, A. (2008). La gestión de la formación del profesorado en


la universidad. Salamanca: BIBLID 20, Ediciones Universidad de
Salamanca.

Ferreres, V. (1996). El desarrollo profesional de los profesores


universitarios: la formación permanente. ICE, Universidad de Huelva.

Gadamer, H. (1993). Verdad y Método I. España: Editorial Sígueme.

Gaitan C. (2005). Prácticas educativas y procesos de formación en


la educación superior. Bogotá: Universidad Javeriana.

García M. (2009). Colombia Buena. Lo excelente de Colombia.


Disponible: www.colombiabuena.com/.../ubicacion-geografica-
dcolombia.

Gimeno, A. (1999). La familia: el desafío de la diversidad. Barcelona:


Ariel.
93

Grasha, A. (1996). Teaching with Style: A Practical Guide to


Enhancing Learning by Understanding Teaching and Learning
Styles. Cincinnati: Alliance, University of Cincinnati.

Knight. P. (2005). El profesorado de Educación Superior: Formación


para la excelencia. Barcelona: Narcea.

Knight. P. (2006). El profesorado de Educación Superior: Formación


para la excelencia. Barcelona: Narcea.

Knowles M. (1978).The modern practice of adult education:


andragogy versus pedagogy. New York: Association Press.

Ley Orgánica de Educación y su Reglamento. (1.999). Gaceta Oficial


2635. Caracas.

Lopez, A. (2007). 14 ideas claves. El trabajo en equipo del


profesorado. Barcelona: Editorial Grao.

Lortie, D. (1975). Schoolteacher: A sociological study. Chicago: The


University of Chicago Press.

Marcelo, C. (1989). Introducción a la formación del


profesorado.Teoría y métodos. Barcelona: Octaedro.

Marcelo, C. (2008). El profesor Principiante. Inserción a la docencia.


Universidad de Sevilla.

Marín, M., Teruel M.P. (2004). La formación del docente


universitario: Necesidades y demandas desde el alumnado. Revista
interuniversitaria de formación del profesorado. 18(2).

Martin-Moreno, J. (1982). Sociología de las profesiones Madrid: CIS.

Monereo, C. Y Pozo, J.(2000) El aprendizaje estratégico. Enseñar a


aprender desde el currículum. España: Aula XXI. Santillana.
94

Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del


futuro. París: UNESCO.

OCDE (2005). La cuestión del profesorado: atraer, capacitar y


conservar a profesores eficientes. Junio del 2005, 77. 3.

Pajares, J.L. (1992). Current directions in self –efficacy


research.Greenwich: JAI, Press.

Pedró, F. (2006): Fauna académica: La profesión docente en las


universidades europeas. Barcelona: UOC.

Perrenoud, P. (2004). Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de


enseñar. Barcelona: Graó.

Planella, N, Coord. (2006). Pedagogía social en la sociedad de la


información. Editorial. Barcelona: UOC

Prieto, L. (2008). Autoeficacia del profesor universitario. Eficacia


percibida y práctica docente. Madrid: Narcea.

Ramirez, J. (2006). De la crisis a la confianza en las profesiones:


Algunas orientaciones para el estudio de las profesiones educativas.
Pedagogía Social. Revista interuniversitaria. 12-13.

Rodriguez, S. (2003). Nuevos retos y enfoques en la formación del


profesorado universitario. En Revista de Educación. 331

. Ruiz, A., Rojas, R. (1998). Vínculo docencia-investigación para una


formación integral. México: Plaza y Valdés.

Ruiz, Jorge y Rodríguez Morell, Jorge Luis.(2004) Hacia una


Metodología para la Determinación, Desarrollo y Medición de los
Valores de la profesión en la Educación Superior Cubana. UMCC.
95

Sánchez, J.A. (1996). Formación inicial para la docencia


universitaria.Disponible:
http://www.rieoei.org/deloslectores/sanchez.PDF

Sánchez, S. y otros.(1996) La formación de Valores en los


estudiantes de Licenciatura en Enfermería. FCM II. Santiago de
Cuba.

Schön, D. (1992). La formación del profesional reflexivo. Barcelona:


Paidós.

UNESCO (1998). La educación superior en el siglo XXI: visión y


acción. Conferencia Mundial sobre la Educación Superior. París.

UPEL (2006). Manual de Trabajos de Grado de Especialización y


Maestría y Tesis Doctorales. Fondo Editorial de la Universidad
Pedagógica Experimental Libertador (FEDEUPEL). Caracas.
Venezuela.

Zabalza, M.A. (1996). La enseñanza universitaria: roles, funciones y


características. En: J.M. Rodríguez (Coord.), Seminario sobre
formacióny evaluación del profesorado universitario. ICE,
Universidad de Huelva.

Zabalza, M.A. (2005). Planificación de la docencia en la universidad.


Elaboración de guías docentes de las materias. Madrid: Narcea.
96
97
98
99
100
101
102
103
104
105
106
107
108
109
110
111
112
113
114
115
116
117
118
119
120
121
122
123
124
125
126
127
128
129
130
131
132
133
134
135
136
137
138
139
140
141
142
143
144
145
146
147
148
149
150
151
152
153
154
155
156
157
158
159
160
161
162
163
164
165
166
167
168
169
170
171
172
173
174
175
176
177
178
179
180
181
182
183
184
185
186
187
188
189
190
191
192
193
194
195

También podría gustarte