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Una breve introducción a la química orgánica

El carbono puede formar enlaces covalentes consigo mismo y con otros


elementos para crear una alucinante variedad de estructuras. En química
orgánica, aprenderemos acerca de las reacciones químicas usadas para
sintetizar locas estructuras basadas en carbono, así como los métodos
analíticos para caracterizarlas. También reflexionaremos sobre cómo
estas reacciones ocurren a nivel molecular con mecanismos de reacción.
Para ponerlo simple, la química orgánica es como construir con Legos
moleculares. ¡Hagamos hermosas moléculas orgánicas!¿Hay vida en
Marte?

Química orgánica

De Wikiquote, la colección libre de citas y frases célebres.

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«La fórmula estructural de la química orgánica no es el lienzo sobre el


que el artista cubista ejecutaría sus dibujos, sino que él sólo puede
interpretarlas». Harold Shipley Fry.

La Química orgánica o Química del carbono es la rama de la química que


estudia una clase numerosa de moléculas, conocidos como compuestos
orgánicos, que contienen carbono formando enlaces covalentes carbono-
carbono, carbono-hidrógeno y otros heteroátomos.

«Dios es un químico orgánico». Cyril Ponnamperuma.

Citas

«Se define la química orgánica como la química de los compuestos de


carbono».[1]

August Kekulé (7 de septiembre de 1829 – 13 de julio de 1896), químico


orgánico alemán.

«La teoría estructural de Kekulé ha sido la hormona del crecimiento de la


química orgánica».[2]

Gerald Eyre Kirkwood Branch, químico-físico británico.

«Creo que es justificable hacer la generalización de que cualquier cosa


que un químico orgánico puede sintetizar se puede hacer sin él. Lo único
que hace es aumentar la probabilidad de que las reacciones implicadas se
den. Por lo tanto, es bastante razonable suponer que con un tiempo
suficiente y las condiciones adecuadas, nucleótidos, aminoácidos,
proteínas, y ácidos nucleicos surgirán mediante reacciones que, aunque
menos probables, son tan inevitables como aquellas por las que el
químico orgánico cumple sus predicciones. Así ¿por qué no unos
sistemas similares a virus con capacidad de auto-duplicación conducirían
a una mayor evolución?».

George Wells Beadle (22 de octubre de 1903 - 9 de junio de 1989),


genetista estadounidense.

«Dios es un químico orgánico».

Cyril Ponnamperuma (1923 - 1995), químico ceilandés.

«En química inorgánica los radicales son simples, en química orgánica


son compuestos, es la única diferencia».[3]

Jean-Baptiste Dumas (14 de junio de 1800 - 10 de abril de 1884), químico,


político y catedrático francés.

«La química orgánica es la química de los compuestos de carbono. La


bioquímica estudia los compuestos de carbono que andan».[4]

Mike Adams.

«La Química Orgánica se ha convertido en un gran montón de basura de


compuestos desconcertantes y confusos».

J. Norman Collie (10 de septiembre de 1859 – 1 de noviembre de 1942),


científico, montañero y explorador británico.

«Sed químicos físicos, químicos orgánicos, químicos analíticos, si


queréis, pero sobre todo sed químicos».[5]

Aconsejando a sus alumnos para que eviten el exceso de especialización.

Ira Remsen (10 de febrero de 1846 - 4 de marzo de 1927), químico


estadounidense.

«Me temo que tendré que renunciar a mi profesión, soy demasiado inerte
para mantenerme al día con la química orgánica, está llegando a ser
demasiado para mí, aunque puedo presumir de haber contribuido en algo
a su desarrollo. El moderno sistema de fórmulas es para mí bastante
repulsivo».[6]

Friedrich Wöhler (31 de julio de 1800 - 23 de septiembre de 1882), químico


alemán.
«Siempre he sentido que entendía un fenómeno sólo en la medida en que
podía imaginarlo. Gran parte del encanto de la investigación en química
orgánica deriva para mí de las fórmulas estructurales. Al leer revistas
químicas, busco las fórmulas primero».[7]

Donald J. Cram (22 de abril de 1919 – 17 de junio de 2001), químico y


profesor universitario estadounidense, Premio Nobel de Química en 1987.

«Siempre he tenido la sensación de que la química orgánica es una


ciencia muy peculiar, que los químicos orgánicos no son como los demás
hombres, y hay pocas ocupaciones que den más satisfacciones [sic] de
experimentación magistral a lo largo de las antiguas líneas de esta ciencia
altamente especializada».[8]

Lawrence Joseph Henderson (3 de junio de 1878 - 10 de febrero de 1942),


fisiólogo, químico, biólogo, filósofo y sociólogo estadounidense.

«...yo me he quedado irremediablemente atrás y voy a reconocerle que,


por mi mala memoria, la química orgánica es para mí un libro sellado».[6]

Michael Faraday (22 de septiembre de 1791 - 25 de agosto de 1867), físico


y químico británico.

«Para muchos químico-físicos en la década de 1920 y principios de 1930,


el químico orgánico era un artesano sucio comprometido en una
búsqueda sistemática de nuevos compuestos, una búsqueda que estaba
fuertemente influenciada por el afán de lucro».

Louis Plack Hammett (7 de abril de 1894 - 9 de febrero de 1987), químico


físico estadounidense.

«La fórmula estructural de la química orgánica no es el lienzo sobre el


que el artista cubista ejecutaría sus dibujos, sino que él sólo puede
interpretarlas».[9]

Harold Shipley Fry (1878 - 1949), químico estadounidense.

«La química orgánica se encarga del estudio de los órganos; la química


inorgánica, del estudio de los interiores de los órganos».[10]

Max Shulman (14 de marzo de 1919 - 28 de agosto de 1988), escritor y


humorista estadounidense.

«La Química física en su conjunto está muy bien, pero no es aplicable a


las sustancias orgánicas».[11]

Sir William Henry Perkin (12 de marzo de 1838 - 14 de julio de 1907),


químico e inventor inglés.
Algunos de nuestros amigos en el Museo de Arte y Ciencia de Lakeview en
Peoria, Illinois, preguntan si hay vida en Marte. Esta es una idea que ha
intrigado a la humanidad por siglos, y una en la que yo he pensado, tal vez al
igual que tú, durante gran parte de mi vida.

La Tierra es el único lugar donde sabemos a con certeza que hay vida. Las
personas que han observado a Marte han hecho muchas afirmaciones sobre
las evidencias de vida que creyeron haber visto, pero ahora sabemos que sus
observaciones eran incorrectas por la gran dificultad de las mediciones. Desde
la Tierra, incluso con nuestros telescopios más potentes, no podemos ver
suficientes detalles de Marte para responder esta pregunta. Debemos observar
el planeta de cerca.

Aunque naves robot nos han enviado maravillosas imágenes, ningún ser
humano ha procurado jamás viajar a Marte, y no se intentará ninguna misión
por muchos años más. De hecho, puede que las primeras personas que visiten
Marte tengan hoy día tu misma edad, y cuando seas adulto tal vez veas -- o
incluso participes-- en la primera expedición humana a dicho planeta.

Mientras tanto, la NASA hace grandes esfuerzos por descubrir si hay vida en
Marte. Los Estados Unidos y otros países han enviado naves para que
sobrevuelen o aterricen en el planeta desde la década de 1960, y con cada
misión aprendemos más sobre este fascinante lugar. Hemos aprendido que,
aunque Marte es el planeta más parecido a la Tierra de todo el sistema solar, y
por lo tanto un buen lugar para buscar vida, es diferente a la Tierra en muchos
aspectos.

Las brújulas indican el polo norte de la Tierra porque todo nuestro planeta
actúa como un imán gigante, pero Marte no se comporta de esta forma.
Además de hacer girar las agujas de las brújulas, el campo magnético de la
Tierra evita que partículas peligrosas de radiación espacial lleguen a la
superficie. Sin un campo magnético y con mucho menos aire que la Tierra,
llega mucha más radiación espacial dañina a la superficie de Marte. Aunque
algunas mediciones nos indican que probablemente haya agua en Marte,
habría una cantidad mucho menor que en la Tierra. Además hace tanto frío,
que probablemente la mayoría del agua esté congelada en vez de líquida. ¡En
general, Marte sería un lugar bastante incómodo donde intentar vivir!
En 1976, la NASA aterrizó naves robot conocidas como Viking 1 y Viking 2 en
Marte. Uno de estos módulos de aterrizaje funcionó allí por casi 4 años y el otro
duró más de 6 años. ¡Imagínate pasar todo ese tiempo de tu vida explorando
otro mundo! Dichas naves han realizado los únicos experimentos científicos
diseñados específicamente para descubrir si en el suelo de Marte vive algún
organismo pequeño (como bacterias).

La mayoría de los científicos concuerdan en que los resultados no indican


ninguna señal de vida. La nave tenía cámaras que enviaron miles de
fotografías de la superficie, mostrando las distintas estaciones y detalles de las
rocas y del suelo cerca de los módulos de aterrizaje estacionarios. Si bien ello
no formaba parte oficial de los experimentos en busca de vida, ¡las cámaras no
mostraron ninguna criatura desplazándose por los alrededores! Los futuros
módulos de aterrizaje explorarán debajo de la superficie para ver si hay vida
bajo el suelo.
¿Pero cuál es el mejor lugar donde buscar vida? Aunque Marte es más
pequeño que la Tierra, aún es un lugar sumamente grande, ¿entonces dónde
deberían los científicos dirigir los módulos de aterrizaje para que haya mayor
probabilidad de encontrar evidencias de vida? Como toda la vida en la Tierra
depende del agua, las próximas naves orbitales y módulos de aterrizaje
buscarán señales de agua para guiar a las futuras misiones hacia lugares
promisorios.

Incluso si no hay vida en Marte, sería importante saber si alguna vez la hubo.
Por eso, además de buscar bacterias vivas, la NASA buscará fósiles pequeños
que pudieran indicar que la vida intentó surgir alguna vez en Marte pero que, a
diferencia de nuestro planeta, no sobrevivió ni evolucionó hacia formas de vida
mayores.

Muchas de las misiones a Marte utilizarán robots, como los que ya han visitado
dicho planeta, pero cada vez mas avanzados. Algún día puede que una nave
tome muestras de Marte y las traiga de regreso a la Tierra donde los científicos
podrían estudiarlas en los laboratorios más avanzados. También puede que
algún día haya personas que realicen esta gran travesía, pero deben
solucionarse muchos problemas importantes antes de intentar un viaje tan
caro, difícil y emocionante.

Cómo hacer un plan de vida (en 6 pasos)

Una serie de consejos sobre cómo desarrollar un plan de vida con

proyectos que nos motiven.

Arturo Torres

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Varios consejos para desarrollar un plan de vida motivador. Unsplash.

Un plan de vida es aquello que nos ayuda a crear todo tipo de proyectos que

vertebren nuestro desarrollo personal. A pesar de que en nuestras vidas hay

cosas que no controlamos, tener una noción de continuidad es importante para

poder experimentar plenamente lo que el mundo nos depara.

En este artículo veremos varios consejos acerca de cómo crear un plan de

vida y de qué manera este puede ser aplicado.


 Artículo relacionado: "Desarrollo Personal: 5 razones para la

autorreflexión"

Cómo crear un plan de vida

Puede que resulte paradójico, pero muchas veces creemos tener muy claras

todas nuestras opiniones acerca de todo tipo de temas, pero no tenemos ni

idea acerca de lo que haremos con nuestras propias vidas.

Justamente por eso, desarrollar y aplicar un plan de vida es interesante: nos

permite encontrar un proyecto con el que casi siempre nos podemos

identificar a pesar de que todo a nuestro alrededor vara cambiando con el

tiempo.

Por supuesto, a veces aparecen momentos de crisis en los que un plan de vida

deja de tener sentido. Pero estos periodos de incertidumbre no tienen por qué

invalidar la idea en sí de tener objetivos y estrategias para acercarnos a ellos;

simplemente nos exige crear un nuevo plan de vida. De esto se deriva también

que cualquier momento es bueno para empezar uno de

ellos, independientemente de la edad que uno tenga.

Así pues, veamos qué pasos hay que dar para crear un plan de vida a la

medida de nuestras metas.

1. Analiza tus expectativas de vida

En el primer paso, hay que pararse a pensar en cuál creemos que puede

ser un margen de cambio realista acerca de nuestras condiciones de vida.

Si nos obsesionamos en objetivos que solo podremos alcanzar siendo


multimillonarios, por ejemplo, eso solo nos hará caer una y otra vez en la

frustración, o bien postergar tanto la persecución de nuestras metas que poco a

poco nos vayamos olvidando del plan de vida.

 Quizás te interese: "Cómo salir de la rutina: 16 consejos"

2. Determina tus valores

Ningún plan de vida prosperará si va en contra de nuestros valores. Por eso,

hay que tener claro cuáles son aquellos a los que les concedemos una mayor

importancia. Para ello, lo mejor es hacer una lista en la que consten los

principales valores que consideres relevantes, y luego ordénalos según su

importancia. Si te cuesta pensar en varios, puedes encontrar ejemplos en este

artículo: Los 10 tipos de valores: principios que rigen nuestras vidas

3. Determina tus necesidades

Piensa en aquello que más te llena, pero no seleccionando simplemente tus

deseos del momento, sino aquellos objetivos generales que crees que pueden

abarcar tus grandes proyectos vitales. Haz lo mismo que en el paso anterior:

realiza un listado de necesidades y ordénalas priorizando las que sean más

relevantes para ti. Quédate con un máximo de tres de ellas, dado que si tratas

de aspirar a varias, posiblemente no puedas involucrarte demasiado en

todas ellas.

Por otro lado, piensa que las mejores metas son las que involucran la felicidad

de mucha gente, ya que su huella permanece durante más tiempo y de manera

más estable que los casos en los que eres la única persona que lo aprecia. De
todas formas, más allá de esta observación, es perfectamente válido orientar

una vida a una meta que hará que la única persona que disfrute del fruto de

años de trabajo.

4. Transforma tus necesidades y valores en cadenas de acción

A partir de tus objetivos y valores, desarrolla una serie de cadenas de acciones

que te lleven de la situación presente a tus metas. Es decir, ve de lo abstracto

de tus objetivos y valores a lo concreto, las estrategias y métodos que te

pueden llevar a donde quieres estar a varios años vista.

Una buena manera de hacerlo es pasar por varias capas de abstracción,

generando objetivos generales y luego construyendo sub-objetivos a partir de

ello. Por otro lado, procura fijarte fechas límite para hacer que tu compromiso

con el plan de vida aumente.

5. Reflexiona sobre el rol que jugarán otras personas en tu vida

Sería un error realizar un plan de vida sin tener en cuenta al resto de las

personas que nos rodean y que nos rodearán en un futuro. ¿Quieres

alejarte de ciertas influencias negativas? ¿Te gustaría pasar más tiempo con

aquellos a quienes quieres y aprecias? ¿Cómo combinarás eso con tus

objetivos?

6. Aplica tu plan de vida y monitorízalo

No es suficiente con llevar a cabo las acciones necesarias para ir desarrollando

el plan de vida. También hay que seguir controlando que esos objetivos a los
que aspiramos tengan un sentido para nosotros. El simple paso del tiempo y

nuestro propio proceso de maduración y aprendizaje hace que estas

necesidades puedan cambiar de manera espontánea, y por eso

necesitamos estar alerta para no continuar ciegamente con esos planes.

Referencias bibliográficas:

 Lerner, R.M. (2002). Concepts and theories of human development.

Mahwah, NJ: Erlbaum.

 Pink, D. H. (2010). Las sorprendente verdad sobre qué nos motiva (1a

ed. edición). Barcelona: Centro Libros.

TÓPICOS

 MOTIVACIÓN

 DESARROLLO PERSONAL

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