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7-A
Por el Bautismo, el hombre viejo, el hombre pecador, cautivo del egoísmo, de la pereza, del
odio, de la violencia, de la soberbia, del orgullo… debe morir, para dar lugar al hombre nuevo, el
hombre de Dios, llamado a vivir como Jesús, en el amor, el perdón, la verdad, la justicia y la
paz.
VIVIR LA CONFIRMACIÓN ES
Cuando nos preparamos para la Confirmación debemos tener como meta conducirnos a una unión
más íntima con Cristo, a una familiaridad más viva con el Espíritu Santo.
Se necesita mucha humildad para ponerse de rodillas delante de Cristo y ante Él, que nos
conoce y nos ama, pedirle perdón con sinceridad. Reconocer el propio pecado significa, ante
todo, reconocerse pecador
Tomarnos el tiempo necesario en nuestro examen antes de la confesión. Esta tarea, a medida
que se madura en la vida espiritual y en el conocimiento de sí mismo, se facilita y simplifica
enormemente. El mejor examen y el más fructuoso es el que se ha preparado a lo largo de los
exámenes de conciencia diarios y, sobre todo, con la actitud de la propia vida.
Debemos tener en cuenta que para recibir este sacramento no hace falta
ser una persona mayor. Basta que una persona esté enferma o tenga su
salud débil y sea un creyente en Jesús, sin importar su edad.
El sacramento del orden lo reciben aquellos que se sienten llamados por Dios a ser sacerdotes
para dedicarse a la salvación eterna de sus hermanos los hombres. Esta ocupación es la más
SANTIAGO MIRANDA
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grande de la Tierra, pues los frutos de sus trabajos no acaban en este mundo, sino que son
eternos.
Todos debemos pedir a Dios que sean muchos los jóvenes que sigan
la voz de Dios, pues hacen falta muchos y buenos sacerdotes y religiosos.
Por eso, los esposos cristianos viven toda su experiencia humana y su vida cristiana de manera
diferente a los que no se casaron por la Iglesia. Ellos pueden y deben encontrarse con el
perdón de Dios en el sacramento de la Reconciliación,
pero pueden y deben encontrarse también con el perdón
de Dios que se les ofrece en el perdón que mutuamente
se regalan el uno al otro.