Está en la página 1de 4

Apasionados por Jesús – Volviendo a nuestro primer amor

 Petición a Dios:
Que Dios despierte en nosotros el fuego y la pasión de nuestro primer amor y lo que encienda él,
ninguna circunstancia pueda apagarla.
Veo una generación que ya no es sensible a la presencia de Dios, una generación desmotivada,
cansada y tal vez aburrida. Veo una generación que necesita el fuego y la pasión por Jesús.

Verso clave:
Romanos 8.35–39 NVI
35
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el
hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? 36 Así está escrito: «Por tu causa siempre nos
llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!» 37 Sin embargo, en todo esto
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Pues estoy convencido de que ni
la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 39
ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios
nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

 ¿Qué es pasión?
1. Interés desmedido por algo o alguien que involucra la mente, los sentimientos y las
emociones.
2. Es un sentimiento muy intenso, es la expresión máxima de amor.

 Introducción:
No sé si a ustedes alguna vez les sucedió que sintieron pasión por alguna cosa o por alguna
persona, quizá estuvieron apasionados, por el futbol o el basquetbol, pero llegaron a un punto
donde se perdió esa pasión, ya no sentían ganas de esforzarse a dar lo mejor en lo que haya sido lo
que le apasionaba.

 Dice Mateo 24:12 “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos de enfriará”.
 En Efesios 6:24 encontramos un verso muy interesante acerca del amor y la gracia, es una
instrucción de Pablo: “La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con
amor incorruptible”. (NBL)
¿Qué quiere decir eso de “incorruptible”?
Que es inalterable, es un amor profundo y apasionado, no perece, no se acaba, no se desvanece.
La palabra corruptible viene de “corromper” y eso significa cambiar la esencia de algo. Entonces el
favor y la bendición de Dios está sobre los que le aman con un amor que no pierde su esencia a
pesar de las circunstancias, el que ame a Dios de esta manera siempre tendrá gracia en todo lo
que haga.

 Nuestro amor hacia Dios puede corromperse principalmente en dos situaciones:


1. En el momento en el que deseamos tener más y más (es decir cuando buscamos
satisfacción personal).
2. En el momento en el que tenemos miedo a sacrificar algo importante, nuestra vida por
ejemplo.
o Todos deseamos siempre conseguir lo que queremos y nuestro mayor miedo es perder lo
que poseemos. Todos necesitamos satisfacción personal, pero si no la hayamos en Cristo,
nunca te sentirás saciado, la buscarás en muchas cosas, pero siempre tendrás sed de más
y nunca podrás sentirte pleno.

La plenitud solo se encuentra en Dios. Plenitud no significa que tendrás todo lo que quieras y
vivirás una vida de “éxito”, plenitud es la convicción de que nada te hace falta.
 El miedo a la muerte se resuelve en Romanos 8, para los hijos de Dios no hay final.

 Tres o cuatro décadas después…


Jesús vuelve a escribirles a la iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2:1-7
Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en
medio de los siete candeleros de oro, dice esto: 2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y
paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y
no lo son, y los has hallado mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado
arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. 4 Pero tengo contra ti, que has dejado
tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también
aborrezco. 7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a
comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.

La iglesia de Éfeso era diligente, hacia buenos servicios, actividades, cultos y siempre estaban
ocupados, pero estaban tan ocupados en eso que habían descuidado su relación con Dios. No eran
vagos, sin embargo hacían cosas que probablemente Dios no les pedía. Hacían obras en su
nombre, pero no le conocían realmente, ya no tenían contacto con Él.

 Síntomas de aquellos que han perdido su primer amor:


1. Han perdido toda sensibilidad a la presencia de Dios.
Ambiente – Unos adorando – Otros expectantes, analizando todo: “Esto ya lo vi”, “Otra vez
esta canción”.
2. Han perdido la compasión por los demás. “El buen samaritano”.
3. Pierdes la pasión por las cosas que Dios te ha dado.
 Cuando tú te apasionas por Jesús, en ti entrará una locura de amor por Él.
Hechos de los Apóstoles 20.24 RVR60
24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe
mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio
de la gracia de Dios.

Dios siente una fuerte pasión por toda la humanidad


El Padre y el Hijo están apasionados por nosotros. El Padre no escatimó a su propio Hijo y el Hijo
obedeció hasta la muerte y muerte de cruz.
 ¿Acaso no es una locura eso? Morir por amor a alguien.
 Yo me pregunto: ¿En qué pensaba Jesús cuando estaba siendo azotado o crucificado?
Tal vez nos veía a nosotros y soportaba todo ese dolor por amor a nosotros.
 ¿Estamos dispuestos a cometer esa clase de locuras por Él? ¿Estamos dispuestos a dar
nuestra vida por amor a Él?
 Sin pasión no podrás llevar a cabo tu misión.
Si no tienes pasión, hagas lo que hagas sentirás que todo es una carga.

 “El estar apasionado por Jesús es estar locamente enamorado de Él y cuando uno está
locamente enamorado, está dispuesto a darlo todo”
Marcos 10.28 RVR60
28
Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos
seguido.
Marcos 10.29–30 RVR60
29
Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos,
o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, 30 que
no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y
tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.

 Nuestro amor hacia el Señor debe ser más fuerte que cualquier otro
Juan 21.15–17 RVR60
15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que
éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.
16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor;
tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.
17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la
tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo:
Apacienta mis ovejas.

Jesús te pregunta hoy lo mismo: ¿Me amas? Entrega todas tus fuerzas, todo tu corazón y toda tu
mente por mi causa.
 El amor por Dios debe de ser más grande que cualquier otro amor, nada ni nadie debería
de cambiar nuestra pasión por Dios, pero tristemente existen cosas y personas que nos
hacen perder la pasión por Dios las cuales pueden ser las siguientes:
¿Pregunto qué cosas amas más?
El trabajo
El dinero
La novia o novio
Los amigos
El celular

¿Cuántas veces no hemos dejado de hacer algo para Dios o aun, hemos dejado nuestro llamado a
un lado por algunas de estas cosas que mencione, y entonces la pasión por Dios comienza a
perderse poco a poco hasta un punto donde nos olvidamos por completo en lo que Jesús hizo por
nosotros?

Jeremías

Lamento de Jeremías
7
Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo, y me
venciste; cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí.
8
Porque cuantas veces hablo, doy voces, grito: Violencia y destrucción;
porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada
día.
9
Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no
obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis
huesos; traté de sufrirlo, y no pude.

También podría gustarte