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El colon irritable, cuya denominación más exacta es

síndrome del intestino irritable (SII), se engloba dentro de un


grupo de patologías que son los trastornos funcionales
digestivos. "Se define por la presencia de dolor abdominal
recidivante, con periodos sintomáticos y otros sin síntomas,
asociado a alteraciones en el ritmo intestinal ocurriendo
periodos de diarrea, estreñimiento o ambos, pudiendo
asociarse a hinchazón y distensión abdominal, en ausencia
de enfermedad orgánica, infecciosa, metabólica o
neurológica que afecte al aparato digestivo", informa
Antonio M. Moreno García, portavoz de la Fundación
Española de Aparato Digestivo (FEAD).También se ha
denominado colitis nerviosa, colitis espástica ó colon
espástico. Todas estas denominaciones se consideran hoy
erróneas e incompletas.

Causas
Hasta hoy, no se conoce ningún mecanismo único que
explique por qué los pacientes con colon irritable sufren
estos síntomas de forma crónica y recidivante. Desde un
punto de vista general, lo más aceptado y demostrado es
que existen alteraciones de la motilidad y/o de la
sensibilidad digestiva, influenciadas por factores
psicológicos. "Cada vez se está implicando más al eje barrera
intestinal-microbiota, es decir la flora intestinal. Esta parece
tener un papel muy importante sobre activación del sistema
inmune a nivel de las paredes intestinales, que podría
condicionar esta patología", según Moreno García. Además,
se han propuesto otras diferentes alteraciones que también
podrían influir en esta enfermedad: gastroenteritis,
intolerancias alimentarias, alteraciones hormonales y
factores genéticos. Algunos expertos apuntan que puede
estar relacionado con el estrés laboral, familiar o económico.
Evalúa tus síntomas

Síntomas
Los síntomas digestivos propios son el dolor y la distensión
abdominales, y la alteración del ritmo intestinal.
 El dolor abdominal suele ser difuso o localizado en
hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado, de tipo
cólico, opresivo o punzante, en general leve o de moderada
intensidad, con una duración inferior a las dos horas, que
alivia tras la defecación y que suele respetar el sueño. El
inicio o la presencia del dolor abdominal se asocia
habitualmente con deseos de defecar o con cambios en la
frecuencia o consistencia de las deposiciones y
frecuentemente, el paciente relaciona su comienzo con la
ingesta de algún alimento.
 
 Las alteraciones del ritmo intestinal pueden
manifestarse con predominio del estreñimiento o de
la diarrea, o de forma alterna diarrea-estreñimiento. La
distensión abdominal y el meteorismo se desarrollan
progresivamente a lo largo del día y son referidas como
"exceso de gases". Son frecuentes la saciedad precoz tras la
ingesta, las nauseas, los vómitos y el ardor torácico (pirosis).
 
 Otros síntomas son la sensación de evacuación
incompleta y la presencia de moco en las deposiciones.

Prevención
Una alimentación adecuada puede ayudar a prevenir futuros
problemas de colon irritable. Se aconseja que las comidas
sean pobres en grasas y ricas en proteínas y fibras (un
buen ejemplo para cumplir estas recomendaciones sería
seguir el patrón alimentario de la dieta mediterránea). Hay
alimentos que además pueden provocar una mayor cantidad
de gases como la col, las legumbres, los frutos secos o las
bebidas alcohólicas, que estos pacientes deben evitar para
paliar dolores o molestias.

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