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SUMARIO, Vol. IL. No. 10.2~ Octubre 1926. [Suelos—Meilios auxiliares para evar a la prictica los resultados de las investigaciones [isisas del suelo, por AS ven Nostite Aves guaneras—EI ave mas valiosa, por el Dr, Robert C. Murphy. Tarormiaciones—Respucsta de Tas cosechas a Tos tngrediontes de Tas sales potasicas, ET abonamiento del maiz—Los microorganismos del suelo.—La influencia de Tos abonos en Ia proteceién del maiz contra Ja helada. Cosechas. y mercados—Campafias azucareras 19 Leyes y resoluciones— Compaiiia Administradora del Guano—Balance al 31 de Agosto de 1926, y 1926.27. ZARATE 455—APARTADO 809 Libreria e Imprenta Gil—Lima,—Calle de Zérate—Nos. 459 465.—247913 1926 BIBLIOTECA ) SY La run \ ——- 3 . 513 “AosiscriisnoR pa ras El ave mas valiosa del mundo. (Capitulo IV del libro “Bird islands of Peri”) por Robert Cushman Murphy. Et titulo de este capitulo es una ex- presién. de opinién, né una preten- sidn de omnisciencia, ,Qué mortal puede apreciar la importaneia de un ser vivo? jCual de los 18.000 0 més géneros exis- tentes de aves que alegran la tierra y el mar, puede ser Hamado ms valioso y con qué criterio? Exeluyendo de la enenta las aves do- mésticas de todas clases, asi como la ci- giiefia que, donde se conserva la tradicién europea, carga con la responsabilidad de “nuestra propia existencia, :podemos elegir casi al azar y podriamos, por ejemplo, considerar las golondrinas, que pasan cl tiempo desembarazando cl aire de insec- tos que, en una forma u otra, son perju- diciales a la vegetacién. Con menos sa- tisfaccién, pero igual justicia, podriamos considerar los buitres.y otras aves que se alimentan de eadéveres que, en los tré- picos y gran parte de las zonas templa- das, hacen desaparecer las carrofias, re- sultado del comin destino de todos los animales, Tendriamos, también, que tomar en cuenta muchas importantes aves de caza, fuentes de deporte y alimento de milla- res de seres humanos, de los moradores de las ‘selvas, tales como los grajos, que, directa o indirectamente, siembran los bosques; de los pAjaros-moseas que, ade- mis de ser criaturas ineomparablemente bellas, en los trdpicos de la América fer- tilizan la mas amable de todas las formas vegetales : las orquideas. No podemos, tam- poco, dejar de pensar en los aigrones y aves del paraiso, victimas de un, triifico inmensamente grande, que pagan con su sangre el valor que el hombre pone en ellos. Y, atin, pocos admitirfan que las cla- sifieaciones de las aves meneionadas pe- san fuertemente en la balanza contra aquellos de especies més familiares que, en todas partes de la populosa tierra, se han hecho amar desde tiempo inmemorial por su_infalible presencia en cada estacién del afio, su valor, su belleza de voz o de color, su ejemplar amor paternal o, atin, por la aparente posesién de imperfeccio- nes, tales como temperamentos perversos 0 irritables, con los euales el hombre pue- de simpatizar porque los eomprende bien. Por eso, para que nuestro tipo de va- lor no esté obligado a competir con la inspiracién que Shelley y Keats, respec- tivamente, derivaron dela alondra y el ruisefior 0 que Anatole France, en un cam- po distinto de las letras, recibié de ciertas a Cada carreta que se leva un producto de'su fundo, se Heva con 61 una parte de la fer- Ulidad de su suelo. Repéngala por el abonamiento, ——— 514 aves marinas sin alas y extraordinaria- mente parecidas a los hombres, debe de- jarse. establecido que, aqui, no estoy to- mando en cuenta valores estéticos 0 tra- dicionales. Expresdndose en délares y centavos y en relacién al efecto sobre la vida y geo- pdb cam Sa whinh anger OorusrE Presumiblemente, guanay es la palabra quichua con que se designa un produetor de guano, lo que implica que en los an- tiguos tiempos, eomo en los actuales, ocu- paba esta especie una posicién incompa- rable. El Grea de distribueién del guanay es- Nido de guanay recién formado, con 5 huevos, grafia humanas, presento como mi ean- didato para el puesto de rey de los be- nefaetores aviarios al cormorin peruano 0 Guanay, conocido en la ciencia con eb sonoro nombre de Phalacrocoraz bougan- ville’. t4 circunserita a las aguas costaneras que se extienden a lo largo de las dridas cos- tas occidentales de Sudamérica, entre Punta Parifia, al Sut del golfo de Guaya- quil y vecindades de Corral, en Chile. Esta extension de costa de unas 2400 mi- Tonga prosonte que el elemento al minimum on ol suolo es ol quo establece Ia proporcién ‘en que son absorbidos los otros elementos. Establezca el elemento al minimum y lévelo a la eantidad normal por el abonamiento apropiado. ST 1926 515 aye eee thee, omen va oa las de longitud, es bafiada por una co- rriente oceanica, relativamente estrecha, que corre hécia el Norte, la corriente de Humboldt, cuyas aguas son notablemen- fe mas frias que aquellas tropicales adya- centes de] Océano Pacifico. Debido, principalmente, a su baja tem- peratura, la corriente es habitada por wna profusién, probablemente no igualada, de orgenismos marinos, incluyendo anchove- tas y otros peces pequefios, que consti- tuyen el alimento del guanay y que, a causa de su vasto nimero, hacen posible una abundancia correlativa de aves, Estrictamente, los guanayes son ani- males de la corriente de Humboldt. Sus enormes bandadas se mueven hicia arri- ba y abajo de la costa como su alimen- to entre las masas emigrantes de peces. Se reproducen, de igual manera, en enor- mes colonias sobre las numerosas islas, situadas de una a veinte millas de la cos- ta; pero, no se desvian fuera de la ex- tensidn de la corriente, sea al Norte 0 al Sur o hécia afuera, Las pequefias islas de la corriente de Humboldt, que estén mas densamente dis- tribuidas a lo largo de los dos tercios setentrionales del 'Perd, participan del mismo caréeter de desierto que la tierra . firme continental opuesta. Este hecho cli- matérico es el secreto de la importancia econémica del guanay, pues el exeremen- to de las aves marinas se conserva en los Iugares de anidacién sin pérdida de va- bre I estos negocios. iLos algodoneros deben vender sus productos por medio de corresponsales expertos! productos consignados. CALLE DE LA COCA. EI Banco Aleman Transatlantico tiene corresponsales de primer orden en Liverpool, Nueva York y otros mercados extranjeros y hace adelantos libe- EI Banco dara toda clase de informes (verbalmente o por correspondencia’, sobre las condiciones en que efectia Sin abonamiento no hay prosperidad agricola. 1926 pee tems ‘ApmnrsresDona vey Guaxo. lor fertilizante, tal como la que eausaria la humedad. Tmaginese la luminosa y frida costa Se ‘Hembra de guanay con dos pichones, en su nido. del Perd, bafiada por aguas ocefnicas en las cuales son desconocidas las tormen- tas, en que él oleaje surge hécia el Nor- 517 te mes a mes y afio tras afio, delante de vientos que, regularmente, soplan de un cuadrante Sur, Sobre tal océano, oscuras bandadas de guanayes, forman masas flotantes que pueden ser observadas a millas de distan- cia. Lentamente, las densas ma- sas de aves se apifian a lo largo del mar, engullendo el peseado a su paso, levantandose contf- nuamente en el aire las mar- genes posteriores de las masas Y precipiténdose sobre la van- guardia en forma parecida a la de las grandes bandadas de palomas viajeras que, se dice, envolvieron, una vez, los bosques descubiertos de Norte América, en los cuales, los ar. boles de roble o haya se es- trechan sobre el suelo frondoso, Otras veces, cuando los gua- nayes se mueven hécia distantes centros de alimentacién, no via- jan en anchas bandadas, sino, més bien, como un sélido rio de aves que corre en ininte- rrumpida columna, rigurosa- mente mareada, casi sobre las olas, hasta que un observador maravillado se aburre realmen- te, pues una sola formacién emplea cuatro o cinco horas ex pasar por un punto dado. Igualmente notables son los vuelos de regreso de esos cor- moranes,después de un dia de festin de anchovetas, cuando, por la tarde, sutiles cintas, pris- mas, fustas de guanayes en simple fila se entrelazan y re- volotean, alto en el aire, hacia las mesetas redondeadas de lag islas blanquecinas que, gradualmente, téman- se negras, a medida que las apretadas Quiero Ud. conocer el tipo de abono que necesitan sus tierras? Hagalas analizar en nuestro Laboratorio de Aniilisis Agricolas, ——————— 518 wood Ponty ee bah freas de aves engruesan de los niicleos jados hacia los bordes del sitio dispo- De dénde vino esia asombrosa ave marina que se ha apropiado de la costa det Peri? La historia evolutiva de los animales actuales, en la mayorfa de los casos, es imposible de descifrar a mencs de disponer de una clara documentacién fésil, tal, por ejemplo, como aquella de los cametlos que se sabe han tenido su origen durante la primera parte de la edad de lo; mamfferos en los Estados Unides Oceidentales, donde ya no exit ten y gue, por diversas rutas, se han di- seminado desde alli a Asia y América de! Sur, donde se encuentran, atm, deseen- dientes de los progenitores norteameriea- nos, grandemente modificados. Merceria — Pasamaneria Perfumeria Articulos de escritorio Ferreteria COMPANIA A. F. LIMA. ALMACENES AL POR MAYOR. Bodegones 319 al 337——Judios 218 al 220 DROGAS Y MEDICINAS — JUGUETES. GRANDES ALMACENES DE ARTICULOS DE MODA PARA SENORAS Y CABALLEROS. Esquina Portal de Botoneros y Pasaje Olaya. TALLERES DE MODAS — CONFECCIONES, Casilla de Correo No. 468—Di-eccién telegrafica: Oechsle, Lima. OorusrE La Paleontologia no ofrece tal gufa pa- ra la primitiva resideneia de los antepa- sados del guanay, pero, felizmente, po- demos leer la historia de las especies en otras paginas del libro de la Naturaleza, pues el gnanay pertenece a una rama an- tartica bien definida de la familia de los cormoranes, todos los miembros de la cnal se caracterizan por ciertas peculia- ridades anatémicas, asi como por seiia- les exteriores, tales como los pechos blan- eo y ‘“verrugas”” sobre el pico. Las otras especies de esta rama, habi- tan altas latitudes meridionales. En efec~ to, los parientes mas préximos del gua- nay, son los cormoranes del estrecho de Magallanes, Nueva Zelandia, varias islas subantirtieas y los bordes del Continente Antartico, en todo el rededor del polo, OECHSLE, S. A. Géneros de lana y algodén Casimires de lana Camisetas — Medias — Paiiuelos Ropa hecha.—Overalls Averigue ai sus tierras tionen 1 canti1d necesaria de potasa. Si no la tienen, adiclone al guano SALES POTASICAS. ———— 1926 a, ar \, “pounsisrmaposa vB, Gvax, mientras que su relacién con otros cor- moranes de Sud-América 0 con aquellos de cualquiera parte del hemisferio Nor- te, es, relativamente remota. Bn ta extension hicia el Norte de este representante de un grupo antartieo has- ta un punto cerca de seis grados del ‘Heuador, reconoeemos uno de los profun- “os efectos de la corriente de Humboldt. 519 oat, que a los mares ecuatoriales 0, atin, tem- plados. Esta condicién es, mas 0 menos, comtin a todas las costas continentales oc- cidentales, pero, en ninguna parte, son sus resultados, expresados en la distri- bueién y abundancia de vida, tan marea- dos como en la corriente de Humboldt. Dada, por consiguiente, una zona de aguas ocednicas frias, repletas de peque- Pichones de guanay, aprendiendo a nadar en las proximidades de una isla. La corriente fria situada entre un‘ conti- nente tropical, por un lado, y las aguas superficiales calientes del descampado Pa- cffico Sur, por otro, forman a Ja manera de una lengua de océano litoral, en Ja cual el medio ambiente y, por consiguien- te, la flora y fauna marina, son las que corresponde a la zona subantértica més —— fios organiemos de tipo, més 0 menos, po- Jar, al mismo tiempo con sitios para ani- dacién sobre islas que, por razones cli- matéricas, nunca podrin Megar a estar embarazadas de vegetacién, el escenario geogriifico estaba destinado a la emigra- cin hécia el Norte de los antepasados wl guanay. ‘EI guano ‘no es sélo un abono de aplicactén industrial. También lo es de uso doméstico para los jardines, huertas y plantas en macetas. Zolicite los saquitos de abono proparado para ese objeto. Ny Ademés, debido a la superabundancia normal de alimento, las condiciones pa- recen haber sido predispuestas para el aumento de las aves hasta nimeros sélo limitados por la competencia con otros animales y por la eantidad de espacio insular seguro para la reproduccién. ‘Aunque las pequefias islas apropiadas son muy numerosas, el enorme abasteci- miento de alimento que existe en la co- rriente de Humboldt, estd, atin, fuera de toda proporcién con el area de los In- gares de reproduceién. Esto explica, sin duda, el habito. de anidacién exeesiva- mente colonial del guanay, en el que 80- brepasa a las otras aves, atin los pingiti- nos, pues en medio de un mar generoso, habria una tendencia constante en la po- 7 __ Oorupne a a Sons oe oe Oa blacién de cormoranes a congestionarse més y més sobre las islas. La doc- trina de Malthus se aplica a las aves tan bien como a los hombres. Estos hechos indican que el fondo geo- grdfico no explica la historia completa. La evolucién es, al menos en parte, el re- sultado de la interaceién entre un ser vi- viente y el medio que lo rodea. El gua- nay mismo ha tenido que sufrir consi- derable modificacién con el objeto de adaptarse a un nuevo medio, especial- mente en lo que respecta al earacter par- ticular de su alimento en Ja corriente de Humboldt. Algunos de esos cambios adap- tivos son aparentes, cambios que han ido tan lejos que, ahora, difereneian fuerte- mente la especie poruana de sus parien BANCO ITALIANO-Lima FUNDADO EN 1889 CAPITAL INTEGRAMENTE PAGADO RESERVAS SUCURSALES: AREQUIPA, CALLAO, CHINCHA ALTA, MOLLENDO Y TRUJILLO. Atendemos con todo interés cualquiera solicitud sobre OPERACIONES AGRICOLAS 3000400-0000009000090004 $0000000000008 Lp. 500,000,0.00 654,293.3.86 No mezcle nunca su guano con ceniza, escorias Thomas o cualquiera otra sustancia que contenga cal. 1926 om, \ \ 521 “Aounamriapdaa Dix. Coase tes antirtieos y de cualquier otro géne- ro de cormoran en el mundo. Por ejemplo, el guanay, se diferencia de cualquier otro cormordn en que “hal- eonea’’ su alimento, esto es, caza exclu- sivamente por vista y desde el aire, 1o- léndose, entonces, en los lugares que pa- recen ser favorables y conduciendo la persecucién, asi como la eaptura, cuan- do estén sumergidos. En su mayor par: te, ademés, subsisten de especies de pe- ces de fondo, buceando a menudo, varias pista Pt Pichon de guanay, saliendo del agua. calizando los peces que busea antes de descender al agua a cogerlos, La mayor parte de los cormoranes buscan indivi- dualmente su presa, nadando solos 0 en grupos suelfos en la superficie y zabu- brazas en la persecucién de vietimas: in. dividuales. Pero, el guanay se alimenta por completo de peces superficiales, ta- les como las anchovetas, arenques jéve- nes y los sabrosos silversides que los pe- —_—————— Si tleue Ud. dudas sobre las cantidades de abono que debe emplear y 1a forma de ha- cerlo, cousulte a nuestra Seccién Técnica, que le informaré gratuitamente. ——— 1926 4 . a ruanos Maman pejerreyes. Tales formas viajan en enormes cantidades, que son asaltadas en masa por bandadas propor- eionalmente grandes de aves. La correlacién entre el niimero de pes- eados y la extrema gregariosidad de los cormoranes resulta entre. los altimos en un sistema de eficiente cooperacién que recuerda casi ciertas costumbres de las hormigas u otros insectos sociales, Las grandes bandadas de guanayes que pasan Jas noches en las islas no salea a eazar juntos al amanacer. Por el contra- rio, los péjaros salen, primero, en peque- fias partidas de exploracién, que pueden verse volar erraticamente sobre el océa- no, manteniéndose bien en el aire y, fre- euentemente, ‘‘dando 4narcha atras’’ o revoloteando cuando ven el plateado bri- CALLAO. EL CAMION QUE Ud. NECESITA “EL VULCANO” Cia. An, Lida. 523 isdinermibons pet, Gano Har de las masas de pescado o Ja aparien- cia vizada del mar que indica la frecuen. cin de peseado debajo. La preeipitacién de Jos exploradores ‘a la’ superficie y los buceos superficiales que indican el comien- zo de wna orgia son las refiales que de- terminan la aptoximacién de c30s rios de aves que :e han deserito anteriormente. La eohorte de guanayes se abre, onton- ces, como un gran abanico sobre las in- fortunadas anchovetas, que no son, pro- bablemente, menos acosadas por debajo por los bonito y lobos de mar. No es de sorprenderse que los pescadores perua- nos, que estén familiarizados con tales espectéculos, erean ‘que los guanayes y los lobos se entiendan para el trabajo. Co- mo quicra que sea, el hartazgo contintia hasta que lobo: y pijaros deben cesar LIMA, EI efecto do los abonos no depende do la cantidad aplicada sino de au contenido en cle- mentos nutritivos, Establezca sus d6sis de abo.amiento teniendo en cuenta n6 el peso del gua- no sino su contenido en nitrégeno. 524 el tiempo necesario para permitir que su répida digestién los ponga en condicién de una nueva comida, En el buche y esé- fago de un guanay muerto se han encon- trado los restos de no menos de sesen- Oe | ; Ocréaae worexyh cmt ZT aan setbrnh gen un espectador de tierra, Una mafiana, du- rante mi estada_en Bahia Independen- cia, multitudes de pejerreyes eran em- pujados cerca de la playa en filas pro- fundas y brillantes, cuando una bandada Guanayes saliendo en busca de alimento, ta y seis anchovetas, de cuatro a cineo pulgadas de largo, Algunas veces, los guanayes persiguen a los peces hasta las mismas playas, de mo- do que el raro espectéculo de una re- friega unilateral puede ser gozado por de guanayes, acompafiada de unos pocos - pelicanos y una horda de gaviotas chi- Honas, empujé los pescados delante de ellos contra la arena pendiente. Pronto, el agua brillé cual relampagueante azo- gue y en tumulto salvaje las aves se apu- Si cl abonamfento no repara las pérdidas de elementos del guelo que ocasionan las cose- chas, su fertilidad va disminuyendo hasta Meger al agotamiento. aac 1926 525 peg een hoe Somat te Coe raron y apretaron hasta que cientos de ellas fueron empujadas de las linea de marea por el tumulto de la lucha, El guanay se mantiene y camina de- recho, en forma algo parecida a la de un pingiiino, Su altura es de cerea de veinte pulgadas y el peso de un péjaro adulto, cuatro libras y media, aproxima- damente. El cnello y la espalda son de un verde brillante y negro azulado, une mancha blanca en la garganta que es una sefial visible durante el vuelo, una su- perficie inferior blanea y piés rosados. Durante la época del celo, se les desarro- Ma una cresta de plumas en Ia parte pos- terior de la cabeza, El iris del guanay es pardo, pero una superficie de piel ver- de desnuda que rodea la érbita le dé gran parecido con la verdadera_personi- fieacin de Ia envidia. Un segundo efreu- lo de piel roja y turgente en la parte ex- terior del fijo ojo verde, aumenta su ex- presién extraordinaria. Procediendo, principalmente, la fama del guanay de mtimeros desnudos, no es Ing. A. raro que los observadores hayan hecho estimaciones o conjeturas excesivamente altas cm lo que respecta a la poblacién de sus colonias, Los pajaros se erian sobre las mesetas y faldas expuestas al vien- to de las islas peruanas en densas comu- nidades, habiendo un promedio de tres 0 cuatro nidos por yarda cuadrada de te- rreno. Las medidas del Dr. Coker mues- tran que no menos de un millén de pa- jaros adultos habitaban dentro de los Ji- mites de una sola colonia homogénea en la isla Sur de Chincha, durante una de sus visitas. Otro naturalista ha escrito que esos cormoranes ‘se retinen hasta en mimero de diez millones”, La époea de reproduceién, como aque- Ua de muchas aves de los océanos tropi- cales es continua, préeticamente, pero al- canza su maximum durante los meses del verano meridional, Diciembre y Enero. En su adaptacién a un hébito de anida- cién durante todo el afio, la especie, por supuesto, se ha diferenciado mucho de las modalidades de sus parientes antartieos, SALMOIRAGHI & Co. MILANO. Instrumentos de topografia de toda cla- se. Compases de precisién para ingenieros. Acabamos de recibir un nuevo lote de taquimetros pequefios modelo 136. AGENTE EXCLUSIVO: Gerbolini — Calle Coca 493. Casilla Correo No. 68 — LIMA. Flavio Las plagas no atacan las plantas vigorizadas por un abonamionto abundante y apropiado. ——————— eee e . 527 1926 7 wae ie Scena ae tos la época de reproduceién de los cuales estd rigidamente fijada por el ciclo cli- matérieo. Se eree, cominmente, que pa- res individuales de guanayes logran dos nidadas en un mismo afio, El vuelo de las iiltimas familias de polluelos de una estacién, en Mayo 0 Junio, es inmediata- i oR wh 4 primeros periodos del eelo. De esta fe- cha y lugar, a medida que las investi- gaciones eran conducidas de isla a isla hacia el Norte, iban siendo reveladas su- cesivas manifestaciones de la historia de Ja vida de las aves hasta que, en Lobos de Tiera, en Enero de 1920, fueron ob- Las distintas actitudes del vuelo de los guanayes. mente seguido por las solicitaciones y amores de los adultos, en preparacién pa- ra la époea de xeproduceién de la pri- mavera siguiente. ‘Al prineippio de Octubre de 1919, euan- do Iegné a Jas islas de Chincha, los gua- nayes residentes en ellas estaban en los servados pichones totalmente empluma- dos haciéndose a la mar completamente independientes del cuidado paterno. En la isla Sur de Chincha, a mediados de Octubre, los campos de anidacién es- taban eubiertos con la acumulacién de un afio de guano tostado al sol y los cor- AUMENTE SU EXTTO comercial, avisando on osta Revista de extensa circulaclén. ee Ocrupre ee aod Baad or a Ooerat moranes se estaban preparando para vol- ver a anidar, Se mantenfan en cuerpos compactos, en las partes altas planas de la isla, que conprendfan millares de aves, y cuando un ser humano se aproximaba todas aquellas que estaban en el lado més préximo empezaban a moverse, no en masa ni, tampoco, individualmente, si- no en grnpos de unos pocos cientos, ca- da uno de los cuales, por el momento, constituia una unidad. Uno de los gru- pos se marcharfa répidamente, mante- niéndose derechos comp una flecha, Otro grupo avanzaria hécia el observador, de manera que esta seccién de la multitud haria relueir sus pechos blancos en In- gar de las brillantes espaldas oscuras. Otra unidad, atin, se abalanzaria a la dere- cha o @ la izquierda, de modo que los pechos blancos y las espaldas negras_se mostrarian al mismo tiempo, haciéndose visibles los rojos picos y las verrugas na- sales. Esos grupos tan estrechamente mezela- dos chocaban, pronto, con otros que se movian en direcciones diferentes, produ- ciendo mucha confusién cerca de las e: tremidades. Pocas de las aves no mostra- ban, absolutamente, temor, permitiendo, impasiblemente, que un hombre se acer- cara hasta pocos pies de distancia. La mayor parte, sin embargo, se lanzaba, fre- néticamente, a volar, precipitindose sin orden ni concierto hicia abajo de una ladera y levantando una nube de polvo con sus alas sibilantes. El aire se ensom- ARADOS No. 18 para mula o un solo buey con timén y mancera de madera. LAMPAS “LEY DRAY” No. 3 toda pulida. Maquinas y accesorios para la industria lechera. Articulos de veterinaria de la casa H. HAUPTNER. Semilla de algod6n seleccionada de plantas escogidas proce- dentes de nuestra fabrica ‘‘La Equidad’’, en Pisco y de la Ha- cienda Macacona, en Ica, E. VARGAS & Cia. S. A. LIMA. Casilla 1015. Calle de la Concepcién 507. Teléfono 25. Direccién telegrafica: ‘‘LIOVARGAS”’. PISCO. ICA. LA_EFICACIA de un aviso en esta Revis consiste en su circulacién GRATIS en todo sta, el territorio peruano, muy especialmente en los centros agricolas. ss brecfa aturdidoramente de aves que des- cribian eireulos en Jo alto, pero, en pocos momentos, el niimero de las que volvian a tierra excedia, una vez mis, a aquellas que tomaban vuelo. Cuando un observador se abre paso len- ta y muy tranquilamente hieia el corazén de ‘una colonia en que ba empezado. defi- 1926 2 529 Desde ese punto, parece como si el suelo estuviese cubierto de tantos piés palmados tendidos como los que pueden eaber y nue- vas aves legadas se dejan caer por veinte- nas 0 cientos cada minuto. Sobre el acéano, ademis, al Norte, Sur, Este y Oeste, pueden yerse, corrientemente, negras filas intermi- nables que fluyen, atin, hécia la isla. Colonia de guanayes en la isla Cavinzas. nitivamente la anidaeién, los guanayes se retiran gradualmente y puedo uno sentar- se en un efreulo despejado que tiene, al principio, cincuenta 0 mis piés de dié- metro, Pero, casi imperceptiblemente, los pajaros lo oeuparén de nuevo hasta’ que el cireulo descubierto se estreche hasta tres 0 cuatro pasos. El rumor de las alas es como el efecto en los ofdos de una désis doble de qui- nina y las voces combinadas parecen lo’ grufiidos de las doce tribus de Israel. Le reeuerda a uno extrafios rugidos opresores, tales como el ruido de los trenes en los trineles bajo los rfos. Las vocos inmediatas, que pueden ser distinguidas individual: VV Reduzca el precio do costo de sus productos agricolas, aumentando el rendimiento por el - abonamiento, —— 530 mente son grufiidos graves meramente s0- noros y Hamadas angustiosas. Es la mul- tiplicaeién de esos sonidos por niineros casi demasiados grandes para ser imagina- dos que hace la extraiia e inolvidable babel. Hécia la tarde de tales dias de Octubre, la mayor parte de los guanayes estarfa cor- tejindose después de activas horas en el mar, durante las cuales todas sus energias, sin duda, habfan sido dedicadas a ganar el sustento. Lia soledad no interviene en su concepto de la conveniencia y mientras seis 0 siete pAjaros ocupan cada yarda cuadrada de terreno, las travesuras del enamoramiento estén, a menudo, en todo su apogeo. Estas, en general, no son di- ferentes de las costumbres de cortejarse de. los cormoranes antarticos estrecha- mente relacionados. Dos guanayes se mantienen lado a lado, o pecho a pecho y, cémieamente, mueven la cabeza adelante y atras o se acarician suave y miituamente Jos cuellos. Las, crestas que tienen sobre la coronilla se alzan, freenentemente y las plumas del pescuezo se hinchan de modo que los euellos aterciopelados parecen del doble de su espesor normal. Las mejillas y bolsas de la barba tiemblan continua- ee a Oorupre mente y los pieos Iocuaces son tenidos muy abiertos. Una y otra vez uno inclinard ol cuerpo hfcia adelante y extenderd, al mismo tiempo la cabeza al revés a lo largo del espinazo y hécia la cola, con- servando varios segundos esta curiosa ac- titud de pardlisis, Algunas veees, las pa- rejas de pAjaros se golpean tanto uno al otro, que es dificil apreciar si estén ena- morndose o rifiendo. Verdaderas rifias entre aves de diferen- tes parejas tienen Iugar incesantemente y, en ocasiones se refinen en un entrevero, A cada rato, por ejemplo, algin infor- tunado. guanay, que parece ser el blanco de todos los presentes, se arroja a través de la multitud, manteniendo la eabeza 10 més alto posible para impedir los golpes ¥ picotazos que todos dirigen a ella. Si la vietima detuviese su huida, quizé si los golpes, cesarian, pero mantiene, cada ver més desesperadamente, su carrera de ba- queta, agitando las alas, golpeando a sus innumerables veeinos, hasta que, eventual- mente, sale de la multitud exaltada a un sitio despejado, se sacude con aire ofendi- do y abre y cierra la boca con la expresion de ‘quien acaba de pasar un mal trago. ENRIQUE LAROZA & Co. Representantes de W. F. STANLEY & Co. Ltd Tenemos una fuerte existencia de TAQUIME- TROS, TEODOLITOS, NIVELES, BRUJULAS, SEXTANTES y toda clase de instrumentos de in- genieria de la reputada casa STANLEY do Londres, establecida en el afio 1853, También, papeles: ferroprusiato, ferroxélico, pa- pel tela, compases y demés iitiles ‘para ingenicros ¥ dibujantes, Mantas No. 126 — Apartado 792 — Lima, INGENIEROS, SI UD. DESEA incrementar sus negocios, especialmente en provincias, avise en esta Revista, que le dard oxcelontes resultados, 1926 531 Sp “Aosusistenpons Deu Guano En los primeros perfodos del celo, suce- de, a menudo, que varios machos escogen la ‘misma hembra para sus solicitaciones. En un caso, cinco asiduos_pretendientes, todos con Jos cuellos dilatados, fueron ob- servados haciendo reverencias al rededor de una sola hembra, que estaba echada en medio de ellos. Pero, esto no quiere decir, que los pAjaros dediquen todo su tiempo al amor, pues emplean parte apreciable de 61 on arreglar sus plumas, levantando la cola ¢ introduciendo el pico en la glandula de aceite. Entonces, después de peinarse completamente las cabezas y cuellos con las uilas—una verdadera hazafia de equilibrio —se pasean en pequefios grupos por los bordes de la colonia, Los movimientos visibles alarman a las aves en colo mis que los sonidos poco comunes. Un répido movimiento de la ma- no provoearé un repentino pandeménium. Atin cuando un espectador se levante para dejarlos, lo més despacio, sileneiosa y desapercibidamente posible, resulta, inevi- tablemente, un pequefio pinico, comenzan- do a huir ‘precipitadamente oa volar los pajaros mas vecinos. Por el contrario, el disparo de una eseopeta’ al aire produee, apenas, una conmocién, con tal de que el arma no sea blandida. Hl efecto de la conversaci6n humana es, sin embargo, mis entretenido, Cuando un hombre, sentado perfectamente quieto, comienza ‘a hablar a los guayanes en alta voz, se produce un sileneio en todo el anditorio, mientras es- cucha, Sus grufiidos se extinguen y eseu- chan durante un tiempo como asombrados. Lespués de unas pocas horas de desean- so en enalqnier isla, los pAjaros se ensu- cian mucho con el guano fresco, que en- ee No olvide que el efecto de nn abono depende de su grado de pulverizacién: Redusca a poivo el guano antes de aplicarlo, a 58 : OcrusrE words sm Woes” ahah tiesa su plumaje. Periédicamente, so libran de él, volando a cierta distancia al lado sotavento de la isla, donde se sumergen y Daten violentamente el agua con las alas. A veces, la mayor parte. de los habitantes de una colonia hace su tocado en esta forma, al mismo tiempo, produciendo un ruido'atronador, que puede ser ofdo a gran distancia. Hs, a menudo, pereeptible durante las neblinas de Jas mafianas, cuando las bandadas de aves son invisibles, y cuando un bote pasa cerea de ellas es fécil confundirlo con aquel del terrible romper de las olas contra invisibles playas rocallosas. Los habitantes de la costa del Pera es- tén conveneidos de que los guayanes nunca pasan la noche en el mar como lo hacen, a’menudo, los pelfcanos indigenas, sino que vuelyen a sus Iugares de descaniso ‘en las islas, afm cuando el viaje implique un vuelo que pueda prolongarse hasta des- pués del oseurecer. Yo he: observado, al- gunas veces, desde las dos de la tarde hasta el anochecer, o sea por cuatro o cinco horas, mientras fluin ininterrumpi- damente hécia sus hogares. A menudo, los acompaiian unos pocos piqueros, como ocupando posieiones de honor en la linea, pero 999 de cada mil pAjaros son gua- nayes. El espeetéculo més grandioso del dia, enando el vuelo de retorno aleanza su miximum, se ofreee, corrientemente, du- rante Ja hora anterior al creptiseulo. De algtin punto lejano las aves deseriben una Imea al centro de su isla, pero, a medida que se aproximan a su destino, orillan las J. TULLOCH. RepResenTANTE DE NEWALL & CLAYTON, OFICINA PRINCIPAL: LIVERPOOL. SUCURSALES: LONDRES, MANCHESTER, PARIS. COMPRADORES DE ALGODON. CALLE LA RIFA No. 360. Telegramas: NEWLOCH — Casilla No. 1678. Teléfono No. 1112. aT . 4Por qué deja Ud. descansar sus tierras, yestaurar su fertilidad por el abonamiento? disminuyendo su superficie itil, cuando puede aes 1926 533 “Apunusrsapons pay Guaxo playas, de modo de bajar contra el viento. El instinto de seguir a un guia es, eviden- temente, fuerte; si, por cualquier razén, una fila se rompe ¥ los ‘iltimos péjaros voltean hécia el costado derecho, en lugar del izquierdo, os que: los siguen obedece- rén la sefial y todos girarén hécia el nucvo rumbo, Cerea de las laderas y cimas de las islas en que -viven fluyen los rios de pé- jaros que regresan, corténdose mituamente los ‘‘riachuelos” soparados, a la manera de las hojas de una tijera, Al mismo tiem- po, esas filas, también, se levantan y cacn en bellas ondulaciones que pueden ser vis- tas mejor de lo alto de una eminencia, més elevada que ellas. Alguna veees, tres 0 més de esas lineas correrin separadas diez © quince yardas, pero, tarde o temprano, una se desviaré hasta que dos filas se en- tretejan. Entonees, el suave y zumbador runrtin ‘de las alas es interrumpido por agudos golpes cuando las alas de dos gua- nayes se tocan en el aire. Cuando uno con- sidera la mezela interminable, el eruzar y reeruzar y la confusién de las Iineas, parece increfble que no choquen més pé- jaros Se comprende que criaturas tan gre- garias como los guanayes, deben tener enemigos naturales que hacen presa en su abundancia, Los lobos marinos de la costa han sido acusados de devorar los pichones cuando toman sus primeros bafios, pero, en lo que a mi observacién respecta, hay poca evideneia para mantener el cargo. Cuando, el 4 de Diciembre de 1919, desembarqué en la isla de Asia, a cierta distancia de: la parte central del Perd, una gran destruecién de huevos habia sido Hevada a cabo por gaviotas, gallinazos y e6ndores. Aunque una colonia conteniendo innumerables huevos y polluelos cubria, atin, cerea de la mitad de la falda oc- cidental de la isla, extendiéndose desde la cumbre casi hasta el mar y ocupando un profundo barranco, asi como las la- deras redondeadas, la otra mitad se ha- bia convertido en un desierto de nidos vaefos y cascaras de huevos rotas y, para esa estacién, habia sido abandonada por las aves adultas, Temprano, en la mafia- na de ese dia, los guanayes estaban de- jando su campo. de’ crianza para despa- rramarse sobre el Pacifico en una colum- na continua que estaba siguiendo una ban- dada de peces en una curva sigmoide hécia el Norte. La colonia, sin embargo, estaba, atin, densamente poblada por los “guardianes”, es decir, por las aves de ca- da pareja que habian quedado para cubrir los huevos 0 los chillones polluelos recién nacidos. Los nidos estaban abundantemen- te cubiertos de plumas de muda que, en- tre paréntesis, los pajaros en incubacién estaban continuamente, robéndose de los nidos-de los demas. Algunos andaban Ile- vando pufiados de plumas o volaban a otra parte con el pico leno de ellas. En el centro de la colonia estaba un céndor rodeado de un pequefio cfreulo de nidos abandonados y pillados. Cuando este la- drén fué muerto y levantado de las patas, e albtimen’ y yemas en su mayor parte enteras de una cabal docena de huevos Ie salieron del buche, En esa rica comida, escasamente se velan algunos pedazos de efscara, lo que hace suponer que los cén- dores deben sorber el contenido de los huevos por medio de sus lenguas en forma de_cubeta. Mas tarde, en el mes de Diciembre, los guanayes fueron obseryados en estados més avanzados del periodo de anidacién en las islas de Peseadores y Huaura, al Norte del Callao. Aqui, sus enemigos es- taban en mera evidencia, debido, quizé, a que los guardianes del gobierno ha- bian estado usando sus armas sin restrie- cién, Aunque ‘na cierta proporeién de Jos adultos estaban ineubando, nuevos grupos, los tiltimos probablemente, repre- seniaban secundas ineubaciones, pues los nidos eran considerablemente grandes y g os iO tatins ti OA 534 las plumas en las que habjan estado, una vez, forradas, estaban, ahora, profunda- mente enterradas bajo los erateres de gua- no que constituian el borde de cada nido. Ademés, polluelos casi completamente desarrollados, de phimaje color pimienta y sal, abundaban por todas partes. Esos pichones tenian inelinacién a ser indis- eretos al vagabundear lejos de sus hoga- res, sucediendo que, Inego, eran castiga- dos por los pajaros adultos y tenfan igno- miniosamente que volver corriendo a sus respectives nidos, Entre los pichones més grandes, el método saneionado de obtener alimento, era temblar y suplicar delante de sus mayores, hasta que éstos obraran ¢o- mo si estuviesen furiosos de ser impor- tunados. Durante todo el tiempo, realmen- te, que los adultos estaban en el nido, los OortsRE Oe I, Boursis pe us Cosas pequefios no dejaban de levantarse tratan- do de meter por fuerza sus cabezas debajo del cuello de su padres y no era raro ver dos, y a veces tres, profundizar juntos en un 4mplio y buen provisto buche. En esta &poea, el sonido procedente de una colonia soportaba un parecido con un coro de ra- nas en Abril, pues las elevadas voces de los pichones tienden a apagar el grufiido de los pajaros adultos. Pichones un poco mayores habfan baja- do en bandadas a los quietos remansos de roeas al rededor de las orillas, donde agitaban las alas y buceaban hasta ha- berse hecho peritos en los usos de la ma- durez, Cada tarde, millares de estos apren- dices podian ser vistos trepando desde sus campos de adiestramiento por las laderas inelinadas, esforzindose por regresar an- N.ELLINGER SECCION FERROSTAAL Rieles y accesorios. Carros para cafia, minas y carga. Locomotoras a vapor ya motor. Puentes de acero. Fierros para construcciones de cualquier clase. Tractores, SECCION ELECTRICA AEG Motores y Dinamos, Grupos para producir co- rriente eléctrica, Grupos para soldar. Lamparas eléctricas. Toda clase de material para instalaciones. PERSONAL TECNICO DE INGENIEROS ESPECIALISTAS. Planos, Presupuestos, Catalogos, etc. gratis. FUERTES EXISTENCIAS LIMA—San Pedro 383-.Teléfono No. Casilla 1157 3785 Ei indice de prosperidad de una agricultura es su consumo de abonos, [asanssvnuvunnnD ULE vu nS SUTUEIOUINISUTELIEUEIDSDEDEIIUITSEDIDISIESEDIDSESDCEIDEETSDTEUEDIEDUDNNSSNUESIEEENNEDSUUIOENERIE =1926-- tes del oseurecer, Era tal su extrafia indi- ferencia a la presencia del hombre que no protestaban cuando los tomébamos de Jos alones y los ayudébamos en su marcha. Hsta ausencia de temor no es, necesaria- mente, imata, Puede, mas bien, ser de- bida a la familiaridad de los pajaros ‘con 585 STEAD atropelladamente a Ia aproximacién de un ser_humano. En la isla Mazorea, del grupo de Huau- ra, una espléndida colonia de guanayes précticamente ocupaba toda la falda me- ridional o de sotavento desde el mismo borde de los precipicios bajos, sobre los Cuando incuban, los guanayes se dejan aproximar y tocar. del hombre. los guardianes que no les hacen dafio, idea ‘sugerida por una visita posterior a una colonia aislada de guanayes en la isla grande Lobos de Tierra, donde viejos - venes eran inusitadamente timidos y donde todos los pichones sufi itemente grandes para caminar, dejaron sus nidos cuales reventaba la espuma lel mar hasta la cresta de la isla. Pigueros incubando se mezclaban en una cierta exténsién con los guanayes, a lo largo del borde inferior del campo de anidacién. Unos pocos pajaros de ambas clases se habian establecido, tam- bién, en la falta setentrional, al abrigo “ Conserve su guano al abrigo y en sitio seco para qué no pierda parte de su poder, forti- lizante, SEEEEEEEUEnER ER RERREeeeeeseneeeeneeeeenenee eee 536 del viento, pero sus enemigos habfan es- tado actives y habfan flogrado devorai algunos huevos. Parece que es earaeteri tio de los buitres y gaviotas atacar més Dien los bordes que el centro de una co- Tonia, lo que tiende a hacer desaparecer las partes salientes y- los pequefios grupos distantes. Quizd sea éste uno de los fac- tores evolutivos que ha indueido a los gua- nayes a vivir en hordas tan compactas. ‘En Mazorca, los p&jaros eran més tena- ees en unirse a sus nidos aun cuando un hombre pusiera el pie sobre ellos, Por la tarde, algunas de las erias eran cu- biertas por ambos padres que estaban tan estrechamente juntos que parecian un s0- lo pajaro con dos cabezas. Corrientem te, uno tenfa, por ejemplo, un ala sobre la espalda de su compafiero. Al ser apro- ximados, todos se erizaban hasta que su plumaje se asemajaba al de las agui- las japonesas bronceadas. Agitaban, en- tonees, las cabezas amenazadoras y sil- baban’ con Jos picos muy abiertos. Por la mafiana, la colonia, vista del elevado baleén del faro, apareefa rala y aris; pero, a eso de las tres de la tarde, tornébase negra debido al regreso de de- cenas de millares de pAjaros adicionales. : OorupE Soe Se SO Bons ov 2h Conrata Autes de posarse, la mayor parte de los que regresaban se remontaban. considera- blemente en la fresca brisa, Cuando pare- efa que uno aterrizaba en un lugar equi- voeado descubria inmediatamente su error por lo que puede solamente ser Hamada una ‘“‘perdida” expresién, Otros guana- yes de la veeindad se hacian, inmediata- mente, duefios de la situacién y asalta- ban al recien venido, forzindolo a tomar el vuelo de nuevo con mucho sacrificio de la dignidad. Era una real mala suerte para los pajaros caer donde no eran bien- venidos, pues rara vez galfan sin ser fuer- temertte picoteados y golpeados. Tales reacciones extraordinarias responden 1a pregunta, tan a menndo hecha, de si los pAjaros coloniales encuentran siempre sus hogares individuales entre millares de nidos aparentemente idénticos, distribuf- dos sobre acres de superficie ‘semejante. Sobre toda consideracién, la Naturaleza conserva celosamente la unidad de la fa- milia. Cada pareja apareada debe eum- plir su propia obligacién de eriar a su prole hasta la madurez y cualquiera ten- dencia inconsciente para apartarse de es- ta responsabilidad es cortada en botdn. Si necesita Ud. guano u otros abonos, haga su pedido dontro del plazo sefialado para ello. Si lo hace fuera de 61, sentiremos no poder atenderlo. etn

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