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RESUMEN

“Retroalimentar a los alumnos”

La retroalimentación facilita el aprendizaje, es probable que el alumno siga


cometiendo los mismos errores. En este sentido, uno de los mecanismos que
puede establecerse como andamiaje de la enseñanza es la retroalimentación.

La retroalimentación negativa directa, sin consideraciones, puede detener el


aprendizaje y la disposición del alumno a esforzarse más.

La evaluación formativa demuestra que la retroalimentación es especialmente


eficaz cuando dirige su atención a cualidades particulares del desempeño del
alumno en relación con criterios establecidos, y proporciona una guía de qué
hacer para mejorar.

Para que la retroalimentación sea formativa, los docentes deben propiciar un


clima de confianza y desarrollar normas en clase que posibiliten la crítica
constructiva y las opiniones fundamentadas.

La retroalimentación debe ocurrir durante el proceso de aprendizaje (y no al


final, cuando ya se terminó el aprendizaje de ese tema): docente y alumnos
deben tener una comprensión compartida de que la finalidad de la
retroalimentación es facilitar el aprendizaje.

Para que haya una retroalimentación eficaz, es necesario que los docentes
sean capaces de analizar el trabajo de los alumnos e identificar los patrones de
errores y las interferencias en el aprendizaje que más atención requieren.

Supervisar el propio desempeño

El hábito de autoevaluarse se asocia con la autosupervisión del desempeño,


que es la finalidad del andamiaje de la enseñanza, así como el objetivo de la
evaluación formativa.

El proceso de autoevaluación se basa en que existan criterios de evaluación


claros y explícitos para que los alumnos puedan pensar, aplicar y reflexionar,
en el contexto de su propio trabajo.

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