Está en la página 1de 3

2.3.

Tercera época: los inicios de la modernidad

2.3.1. Nuevos aires políticos y culturales

El predominio de la escolástica fue dejando lugar a la llamada «filosofía nueva»,


cada vez más presente en las aulas universitarias.
© Universidad de Deusto - ISBN 978-84-9830-678-1
Frente al silogismo prosperó el método experimental.
Frente al criterio de autoridad se levantó la voz de la experiencia y la razón.
Aun así la filosofía aristotélico tomista se mantenía en las ensañanzas de sus
partidarios. Había una pacífica convivencia, una mezcolanza de escolasticismo y
de racionalismo y empirismo nacientes».

El cambio de aires comienza en los culturales y políticos experimentados en


España y en toda Europa cuando llega a la madurez el saber científico y la
autonomía en el pensamiento expresado por Kant. (Sapere aude) (atrévete a
pensar) En España estos cambios empiezan a producirse con la llegada de
los Borbones, y a partir de la mitad del s. XVIII con la subida al trono del más
ilustrado de todos ellos, Carlos III. En su reinado se produce la expulsión de los
jesuitas, porque constituyen, la estructura fundamental de la hegemonía ideológica
del antiguo régimen que debe ser destruido por el nuevo, y ese nuevo régimen,
consiste en la articulación de un nuevo tipo de dependencia en América Latina.

En el s. XVIII, con el cambio de dinastía y el predominio económico de los países


más avanzados de Europa, España trata de adaptarse a los nuevos aires
culturales, y se contagiará de este cambio a todo Hispanoamérica.

En España se empieza poco a poco a notar la progresiva influencia de los gustos


y de las corrientes de pensamiento franceses. Así, se contagia de la filosofía
racionalista de Descartes, Leibniz, Voltaire, Rousseau, y demás enciclopedistas,
así como de los empiristas ingleses, Hobbes, Locke, Hume, Berkeley, etc. De igual
forma, se introduce el más reciente pensamiento científico, continuador de los
avances de Galileo, Kepler, Newton, Gassendi, etc.

Paulatinamente la corriente ilustrada se irá abriendo camino entre los españoles, y


aparecerán científicos y filósofos abiertos. Entre los más destacados e influyentes
en el ámbito hispanoameriano, fueron José Vicente Tosca (matemático, naturalista
y filósofo), Gregorio Mayáns y Siscar (muerto en 1781), y sobre todo Benito
Jerónimo Feijóo (1676-1764).
2.3.2. La reforma de los estudios

En estos nuevos aires de modernización repercutieron directamente la academia y


centros de estudio superiores. En lugar de la teología y el derecho se reclamó el
aprendizaje de las ciencias útiles, en vez del latín se exigió que se enseñara en
lengua castellana, y en sustitución de la filosofía aristotélico- tomista se pidió la
divulgación de las doctrinas de Descartes, Condillac, Newton, etc. La obra de
Jaquier se usó como texto en la cátedra de filosofía, y se utilizaron también otros
textos que estaban al día con el avance de las ciencias. Por ejemplo: Se enseñaba
la física por Peter van Musschembroek, Nollet, Altieri. Las matemáticas se
explicaban por Tosca y Bails. La química por Lavoisier. La lógica por
Lugdunense, Baldinotti, Verney y Condillac, y la metafísica y la ética
por Muratori y el Arzobispo de Lyon. Otro autor consultado fue el portugués
Teodoro de Almeida, famoso físico, llamado el Feijóo portugués.

En la cabeza va Lima, en la implementación de esta nueva enseñanza, la primera


de la parte continental. También las registramos en la Universidad de México, en
Santafé (Nuevo Reino de Granada), igualmente en la Universidad de Córdoba, en
la de Santo Tomás de Quito, convertida en Universidad pública, en la Real de San
Felipe de Santiago de Chile, en Guadalajara. Ruidosa fue la aparición de la
enseñanza de la filosofía nueva en la Universidad de Caracas, a impulsos del
clérigo Baltasar Marrero, controversia que se ha hecho famosa»

La filosofía en Venezuela entra, un poco escandalosamente. En sus diferentes


trabajos, García Bacca hace referencia a «las controversias que sobre el valor de
Aristóteles se suscitaron en estos años en la Universidad de Caracas», El caso
Marrero tuvo una especial resonancia. Tras de unas oposiciones reñidas, tomó
posesión de su cátedra de filosofía en 1788, iniciando sus clases de modo
agresivo contra el escolasticismo, prohibiendo también a sus alumnos estudiar
sólo por apuntes y obligándoles a leer directamente libros modernos de filosofía.
Ante las protestas que acarrearon estas novedades, se llevó el caso al Consejo de
Indias.

Los defensores de Marrero señalaron que el profesor no hacía más que seguir las
orientaciones de Salamanca, cuando en esos momentos la Corona urgía por todas
partes la renovación de los estudios y la implantación del plan salmantino de 1771,
que recogía lo principal del impulso reformista universitario, iniciado por Carlos III.
El Consejo de Indias dispuso que las enseñanzas de álgebra, geometría y
aritmética no se impartieran sino a los estudiantes que lo quisieran, ya que no era
costumbre tenerlas en el curso de filosofía ni estaba legislado en las
constituciones de la Universidad»
En Colombia también se produjo este empeño de renovación, con algunas
dificultades similares. Las reformas académicas se llevaron a cabo por medio del
Virrey M. de Guirior, produciéndose algunas resistencias y conflictos.
Frente a la orientación tradicional que seguían los estudios en la enseñanza de la
moral, el Virrey ordenó que en todos los estudios de filosofía se estudiara la ética
a través del manual de filosofía moral de Mayáns. En consonancia con ello, la
mayoría de sus citas son de autores como Cicerón, F. Bacon, Descartes Espinoza,
Maquiavelo, etc. Sólo cita a Santo Tomás una sola vez, de forma elogiosa. La
fundamentación de la moral ya no se realiza sobre pilares religiosos, desde la
revelación y los libros sagrados, sino desde el orden natural de las cosas.

En conclusión, los aires de renovación se estaban produciendo en todos los


centros de estudios de la América hispana, al calor de los avances producidos en
España. En definitiva, «la aguachinada filosofía cristiana, y el clarete de filosofía
moderna, mezclada en dosis variadas con las obras de Tosca, Jaquier, Brescia,
Mayáns, …constituirían las lecturas decisivas de este tiempo en Caracas.

2.3.3. Los filósofos más importantes de esta época

Los intelectuales más representativos de esta época son tanto filósofos


que seguían enseñando las doctrinas escolásticas como los que iniciaban las
reformas de la ilustración.
La mayoría de los intelectuales que trabajan en la línea modernizadora
e ilustrada pertenecían a la orden de los jesuitas.

El tono ilustrado se orienta hacia un humanismo defensor de la libertad y de los


derechos humanos de la gente del pueblo y de los indios. Eso es lo que les
convirtió en enemigos de los poderes dominantes, tanto por el poder
moral que representaban como por la orientación crítica de su doctrina.

Esta orientación de los jesuitas significaba un cambio importante respecto a la


época anterior, ya que «los jesuitas, tradicionales enemigos de Descartes en
Europa, rectifican en medio siglo su juicio. Creando ahora las condiciones de la
mudanza intelectual a favor del modernismo. Por ello, la expulsión de ellos
ejecutada en España y sus colonias en 1773 por el Papa Clemente XIV,
significó un perjuicio en la tarea modernizadora de los estudios en América

También podría gustarte