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Darwinismo y síntesis evolutiva

moderna

Síntesis evolutiva moderna

Es la integración de la teoría de la evolución de las especies por la selección


natural de Charles Darwin, la teoría genética de Gregor Mendel como base de la
herencia genética, la mutación aleatoria como fuente de variación y la genética de
poblaciones. Esta corriente de pensamientos en cuanto a la evolución se origino
entre 1937 y 1950, incorporando la genética, la sistemática y la paleontología
como pruebas relevantes de la teoría evolutiva.
En la actualidad la la Síntesis evolutiva moderna le proporciona
explicaciones y modelos matemáticos sobre los mecanismos generales de la
evolución o los fenómenos evolutivos, como la adaptación o la especialización, sus
hipótesis están sujetas a constante crítica y comprobación experimental como
cualquier teoría científica.
Mecanismos de cambio evolutivo:

Al mismo tiempo que las mutaciones pueden crear nuevas variantes, otros
factores determinan la frecuencia de las variantes existentes. Es decir, estos
factores hacen que algunas características sean más frecuentes mientras que
otras disminuyen o se pierden completamente. El cambio en las frecuencias
génicas se conoce como cambio evolutivo. Los dos principales procesos
impulsores del cambio evolutivo son la deriva genética y la selección natural.

● Deriva genética:

Las poblaciones de los organismos cuentan con un número limitado de


individuos. Debido a que las poblaciones son finitas en número, las frecuencias
génicas pueden cambiar por un puro proceso de azar conocido como deriva
genética. Esto es frecuente en poblaciones muy reducidas, donde la deriva
genética puede producir grandes cambios en la frecuencia de determinadas
variantes genéticas (o alelos) de una generación a la siguiente; mientras que en las
grandes poblaciones, los cambios por azar en la frecuencia de los alelos son
generalmente muy pequeños. Por lo tanto, la deriva genética resulta de la
variación al azar en la supervivencia y reproducción de las diferentes variantes o
genotipos. La deriva genética resulta en cambio evolutivo, pero no en adaptación,
aunque en combinación con la selección natural puede favorecerla.

● La selección natural:

Se puede decir que la selección natural es el agente de cambio evolutivo


más importante, simplemente porque, del total de variaciones posibles en un
organismo, se seleccionan aquellas que son más favorables en un determinado
entorno. La selección natural provoca que individuos con rasgos o características
más ventajosas en un determinado entorno tengan mayor éxito reproductivo
(esto es, mayor eficacia biológica) que los individuos que no poseen esas
características. Como resultado habrá una frecuencia más alta de sus genes o
genotipos en la población debido a que sus descendientes los habrán heredado y
serán más numerosos que los descendientes de aquellos individuos que no
poseían esas características ventajosas.

La selección natural no persigue un objetivo. Es más, no hay variantes


mejores que otras en sentido absoluto, sino que todo depende de las
circunstancias del entorno. Lo que es favorable en un momento dado, puede no
serlo en otro.

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