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Cuando cerramos los ojos y pensamos en Cuba, enseguida nos vienen a la mente
sus playas de agua cristalina, sus hermosas mujeres, las hojas de tabaco que
torcidas conforman un exquisito habano, y por supuesto, otra idea recurrente es el
ron, el elixir por preferencia de los cubanos.
Seco, añejado o dulce, no hay una bebida que engalane más la vida nocturna en la
mayor de las Antillas que el ron, producto insignia que también ocupa un lugar
privilegiado en el engranaje económico y turístico de la isla, y del cual cobraron vida
famosos cocteles como el Cuba Libre, el Mojito y el Daiquirí.
Hoy, en el mercado internacional irrumpen cada vez con más fuerza prestigiosas
marcas roneras de origen cubano de la mano de exquisitos productos, entre los que
figuran los conocidos Havana Club, Bacardí, Legendario, Mulata y Santiago.
Un clima tropical y un suelo fértil propiciaron el crecimiento de una combinación
especial de caña de azúcar, ingrediente esencial de esta bebida, ello se sumó al
know-how reconocido de los maestros roneros cubanos, y le ganó la fama a Cuba
de “isla del ron”.
Su historia se remonta a la historia misma de la isla caribeña una vez llamada
Juana. A un año de su descubrimiento, 1943, Cristóbal Colón trajo en su segundo
viaje a Cuba dicha variación de caña que luego tanto los colonizadores como
habitantes solían usar para elaborar un jugo fermentado y la "tafia" (el antepasado
del ron).
Del Guarapo al Aguardiente
Una de las teorías que sostiene el surgimiento del ron cubano narra que los esclavos
traídos por los españoles desde África acostumbraban a beber lo que denominaron
“guarapo”, jugo obtenido de la fermentación de la yuca y el maíz. Más tarde, pasaron
a extraerle el jugo a la caña de azúcar con aparatos rudimentarios como la indígena
cunyaya, que luego fermentaban y daban origen a un licor fuerte, del cual se
deslindó el aguardiente.
La invención del trapiche, las refinerías y los ingenios trabajados por esclavos
impulsaron el alza de la producción. Para finales del siglo XVI la isla era considerada
la reserva azucarera del mundo.
De piratas y corsarios
Según algunos historiadores, no fue hasta 1650, en documentos de Barbados,
donde se mencionó por primera vez el término ron. Aunque tanto su nombre como
su origen se encuentran aún bajo investigaciones, sí se conoce que fueron los
corsarios y piratas quienes primero comercializaron y extendieron esta bebida por
todo el mundo, incluyendo el famoso Francis Drake.
Se entierra el aguardiente en tinajones de barro
Fue a partir de 1800 cuando la calidad de la bebida original evolucionó
sustancialmente con la introducción de alambiques de cobre y los primeros intentos
de envejecimiento, innovaciones atribuidas al maestro Pedro Diago, conocido por las
firmas roneras actuales como el padre del ron cubano. Diago tuvo además la idea de
almacenar los aguardientes en tinajones de barro enterrados.
España ordena refinar la bebida
Para la segunda mitad del siglo XIX, la Corona española impulsa la producción de
un ron más ligero y refinado, capaz de satisfacer el paladar de los miembros de la
Corte y las élites de la metrópoli. El denominado “Ron Superior” de aquel entonces
viene siendo el padre del ron cubano actual y su aceptación fue tal que en 1860 ya
había más de mil destilerías de este producto en Cuba.
Bacardí, “el ron del murciélago”
Fue la era de oro de las destilerías, existían varias en Cárdenas, Cienfuegos, La
Habana y Santiago de Cuba, donde en 1862 los hermanos Bacardí se habían hecho
de una y vendían los rones en antiguos galones fabricados para almacenar aceite de
oliva. La marca anterior de estos aceites era un murciélago y cuando los
consumidores del producto comenzaron a pedir el “ron del murciélago”, los
hermanos decidieron quedarse con el famoso símbolo, presente hoy en la cúspide
del edificio Bacardí de La Habana. La Bacardí se estableció como la mejor y mayor
exportadora durante casi todo el siglo XIX y parte del XX.
Además de Bacardí, varias marcas se impusieron entonces en el mundo, entre ellas,
las llamadas Matusalem, Jiquí, Bocoy, Campeón, Obispo, San Carlos, Albuerne,
Castillo y Havana Club.
Ron Matusalem calma en Cuba la sed de la Ley Seca en EE. UU
También en Santiago de Cuba, pero en 1872, los hermanos españoles Benjamín y
Eduardo Camp, junto a un tercer socio, Evaristo Álvarez, comenzaron a innovar para
crear un ron más suave y de alta calidad, inspirándose en el proceso de elaboración
y añejamiento de brandis y coñacs.
Así nació el Ron Matusalem, que desplazó al licor anterior por un trago liso y
refinado, lo cual se popularizó durante la Ley Seca en EE. UU después de 1920 e
impulsó el turismo estadounidense hacia Cuba, isla que vivía una etapa única de
glamour. Actualmente, esta exquisita bebida de origen cubano se produce y
embotella íntegramente en República Dominicana.
Posteriormente el ron es diluido hasta 40 grados y filtrado. Como parte del proceso
artesanal de elaboración del ron, los maestros roneros evalúan a través de la cata
de rones el color, apariencia, aromas y sabores que caracterizan al ron de
Venezuela. Finalmente, cada productor coloca en sus etiquetas el sello de la
Denominación de Origen Controlada Ron de Venezuela, una certificación que solo
es otorgada a los mejores rones venezolanos. Este sello simboliza a quienes con
sus manos siembran y cosechan la caña de azúcar, fermentan la melaza y destilan
el más puro alcohol y en cada barrica, renuevan una tradición de varios siglos en el
arte de envejecer el mejor ron añejo. Poseer una D.O. Controlada marca una
diferencia importante aportando información clara sobre las virtudes y características
diferenciadoras del producto. Conforme pasan los años de añejamiento en barrica, el
alcohol del ron se va evaporando de manera natural. Para solventar este hecho en
otros países se repone la pérdida de alcohol con licor base, que es ron sin añejar,
pero el Consejo Regulador del ron venezolano prohíbe esta técnica, que se llama
tradicionalmente “impuesto a los ángeles”.
Actualmente, las regiones venezolanas que están autorizadas para ampararse bajo
la D.O.C son Sucre, Táchira, Cojedes, Lara, Miranda, Trujillo, Yaracuy, portuguesa,
Monagas, Aragua, Barinas y Carabobo. Los rones de Venezuela se han posicionado
en mercados extranjeros como España, Francia, México, Chile, Italia, Estados
Unidos… lo que ha supuesto un gran incremento de las exportaciones. Se estima
que Venezuela exporta alrededor de 2 millones de cajas de ron anualmente.
Rones con Denominación de Origen
Ron Estelar De Luxe
Ron Canaima
Ron Tepuy
Ron Bodega 1800
Ron Dinastía
Ron Quimera
Ron Añejo Barrica Premium
Ron Diplomático
Ron Santa Teresa
Ron Roble Viejo
Ron Carúpano
Ron Pampero
Ron Cacique
Ron Ocumare
Ron Veroes
Ron El Muco
Ron Cañaveral
Estas son algunas de las marcas que ostentan la distinción y ofrecen lo mejor de la
tierra en cada copa. Tienen estándares de calidad de clase mundial y un sabor
excepcional. Inspiradas en el café de Colombia y el Tequila de México, las grandes
roneras del país crearon hace una década esta Denominación de Origen. Entre otras
normas de calidad, se exige un mínimo de 2 años de añejamiento en barricas de
roble. En la industria, el ron de Venezuela es considerado como uno de los mejores
rones que hay. Posicionar el ron ha requerido educar el gusto de los consumidores.
En esta coyuntura de mercado se está propulsando esta bebida cada vez más
reconocida. Venezuela es el segundo consumidor de whisky del continente, después
de Uruguay. Pero el contexto económico ha hecho que los productos importados
sean cada vez más inaccesibles. Así es que el precio de una botella de whisky de
calidad duplica o triplica el de un buen ron. En definitiva, se trata de reconquistar el
paladar de los venezolanos y del resto del mundo para ofrecerles una bebida de
calidad a buen precio.
CARACTERISTICAS DEL RON JAMAICANO
En el valle de Nassau, en el “Cockpit County” de Jamaica, un terreno selvático a
2.000 pies de altitud, se dan las condiciones climáticas, de suelo y agua que hacen
posible la elaboración del único ron del mundo con su propio “terroir”. Uno de los
mejores del mundo.
Unos 11.000 acres de cañas de azúcar -hasta diez variedades, que se replantan
cada siete años en estas fincas-, que son unas 4.400 hectáreas, y un manantial de
agua cristalina sirven de materia prima para la elaboración de este ron “premium”
jamaicano. Se trata de “Appleton Estate “, destilado artesanalmente y de forma
manual en alambiques de cobre y añejado en barricas de roble americano, como el
whisky escocés o el coñac francés.
Una “delicatessen” obtenida a partir de la fermentación y destilación de las cañas de
azúcar que se cultivan en la hacienda más antigua del país, cedida a uno de los
conquistadores británicos de la isla de manos de los españoles en el siglo XVII.
Mañanas soleadas y calurosas, y lluvias tropicales todas las tardes, así como un
suelo rico en nutrientes son algunas de las características del valle de Nassau que
favorece la actividad ronera, junto al añejamiento “tropical”, que es una de las claves
diferenciadoras de este ron que, en su gama superior (“Appleton Estate” de 50 años)
cuesta la friolera de 5.000 dólares (casi 4.000 euros).
Según explica el segundo maestro ronero de esta compañía jamaicana, David
Morrison, en esta isla se evapora más del 6 % del producto, cuando lo normal en
otras latitudes es que sea del 2 %. Es decir, un año de maduración en la isla
caribeña equivale a 3 en otros lugares, lo que aporta al destilado jamaicano unas
características propias y exclusivas, detalla.
Destaca, en este sentido, que en las botellas de este ron figura el añejamiento “real”
del destilado y no como hacen otros muchos productos latinoamericanos, que
utilizan “medias” o mezclan distintas añadas, lo que puede confundir al consumidor
sobre el grado de envejecimiento.
Entre las referencias de la firma, “Appleton Estate V/X” es el ron más emblemático y
el único que comercializan de momento en España, una bebida artesanal de más de
250 años de historia, con “cuerpo, semidulce, fruto de una cuidada selección de 15
rones añejados en distintos estilos y edades”, seleccionados manual y
personalmente por Joy Spence, con el apoyo del propio Morrison.
Se trata, describen sus responsables, de un destilado con sutiles aromas a piel de
naranja, albaricoque, melocotón y melaza, y con notas a banana, vainilla, café, coco
y piña. El proceso de maridaje es clave para conseguir los sabores complementarios
y un producto más maduro y redondo, señala Morrison.
Por otra parte, el cuidado del medio ambiente es otro de los fundamentos de esta
empresa, porque no se generan residuos en la actividad y “todo se reutiliza” en el
ciclo de producción; al aire sólo se emite vapor de agua.
Appleton Estate elabora el 28 % de todo el ron que se produce en Jamaica, mientras
que el grupo matriz, J. Wray and Nephew, acapara más del 60 %, precisa el maestro
ronero.
La matriz, con más de 240.000 toneles de capacidad de envejecimiento de ron, es la
empresa más antigua de Jamaica y uno de los mayores exportadores del Caribe,
capaz de vender sus productos en más de 68 países.
Francia tiene su vino, Alemania tiene su cerveza y Puerto Rico tiene su ron. No a la
ligera llaman a esta pequeña isla la capital mundial del ron. Más del 70 por ciento del
ron vendido en los Estados Unidos proviene de Puerto Rico; Es la principal
exportación de la isla.
También es parte de la historia de la isla. Juan Ponce de León trajo por primera vez
portainjertos criollos de caña de azúcar de La Española (República Dominicana) en
1506. El primer ingenio azucarero se estableció en Añasco en 1517. La producción
de ron comenzó en la década de 1650, un subproducto de la industria de la caña de
azúcar en la que Puerto Rico hizo Es una vida temprana.
El jugo de caña de azúcar o guarapo se extrae y se hierve a altas temperaturas. El
proceso produce azúcar cristalizada y un jarabe llamado melaza. Los trabajadores
de la caña de azúcar descubrieron que mezclar melaza con agua y fermentarla
producía un espíritu destilado. (Por cierto, la palabra «ron» proviene de Barbados).