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Trabajo Colaborativo

Momento Intermedio Paso 3

Antecedentes, Marco referencial y objetivos de la

Investigación en ciencias sociales

Por
Jorlady Alexandra Gutiérrez Suarez -Código 1117885729
Jenny Paola acosta -Código 1110545552
Diana marcela calvo – código 1117551905
Investigación Ciencias Sociales -Código 156

Presentado a
Amalia Isabel Gómez

Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD


CEAD Florencia
Escuela de Ciencias Sociales Artes y Humanidades ECSAH
03-Abril-2019
PREGUNTA PROBLEMA: ¿Qué tipo de violencia de género es más frecuente en las mujeres de estrato 1 del municipio de Florencia?

ANTECEDENTES:

1. antecedente:

ONU busca eliminación de violencia contra mujeres y niñas ( 2018)

ONU mujeres, unidad para las víctimas

La reparación integral a mujeres víctimas de violencia sexual es una prioridad de la Unidad para las Víctimas, por tanto a través de la

Estrategia se ha desarrollado un proceso dirigido a la implementación de acciones diferenciales que respondan a los daños particulares que ha

causado la violencia sexual sobre las mujeres, contribuyendo a la reconstrucción de sus proyectos de vida desde la dimensión psicosocial y

económica y al empoderamiento frente a la apropiación de sus cuerpos, autonomía, su sexualidad y la conciencia de su dignidad para romper

los ciclos de violencia a los que se ven enfrentadas dentro y fuera del conflicto armado.

Ante este panorama y con el objetivo de promover y garantizar los derechos de las mujeres víctimas de violencia sexual a las medidas de

reparación establecidas en la ley 1448 de 2011, la Unidad para las Víctimas, con un equipo de trabajo interdisciplinar, ha diseñado la Estrategia

de Reparación Integral a Mujeres Víctimas de Violencia Sexual, que se viene implementado desde el año 2014 con el propósito de construir de

la mano con las mujeres una atención diferencial, integral y dignificante. La Estrategia de reparación integral a mujeres víctimas de violencia
sexual es el conjunto de acciones orientadas a la implementación de medidas de reparación integral establecidas en la Ley 1448 de 2011, y el

Decreto 4800 de 2011, desde un enfoque de derechos, enfoque de género y enfoque transformador que responden a las necesidades particulares

e impactos desproporcionados que tiene el conflicto armado sobre las mujeres.

2. Antecedente:

Leidy Vanesa ortega

Violencia contra las mujeres en Colombia

El fenómeno de la violencia contra las mujeres no es reciente. Su estudio y los esfuerzos para hacerla visible han hecho que se enuncie como

un problema de carácter social y se considere como delito en algunos países del mundo. Los estudios sobre la violencia contra las mujeres en

Colombia se han enfocado en la caracterización de las víctimas y en la identificación de las consecuencias de los episodios violentos con el fin

de propiciar la denuncia para que la violencia haga tránsito al ámbito de lo público y el Estado dé respuesta a este fenómeno. Dicha respuesta

se ha especializado en la producción de un amplio marco normativo para la tipificación y penalización del delito, y en La construcción de rutas

de atención para el restablecimiento de los derechos de las víctimas. Otros estudios consideran que la reflexión sobre la violencia debe hacerse

desde un enfoque multicausal e incorporan los ámbitos socioeconómicos y los contextos culturales en los que se presenta, entendiéndola como

un fenómeno dinámico producido en la interacción de las historias de vida de las mujeres y la forma en que se dan sus relaciones más

inmediatas. En los estudios desde el enfoque multicausal el análisis de las relaciones de género es el eje articulador y se observa su interacción
con

Otros factores que intervienen en la producción (causales), potenciación (potenciadores) o en el riesgo de materialización de la violencia.

En ese sentido, un nuevo esfuerzo por entender el fenómeno de la violencia contra las mujeres debe considerar la

Caracterización de víctimas, agresores y de las diversas manifestaciones y consecuencias de la violencia, así como la descripción de los

diferentes ámbitos en los que se produce y reproduce. De igual manera, debe tener en cuenta las inequidades entre los géneros y la ausencia de

derechos o las barreras para su ejercicio, especialmente de los derechos sexuales y derechos reproductivos. El Modelo Ecológico Integrado de

Lori Heise (1999), tiene Cuatro ámbitos que permiten dar cuenta de los agresores, de la respuesta de las víctimas y de las condiciones de

Reproducción social de la violencia. En el primer ámbito están insertos los valores patriarcales, la aceptación social de la violencia, las

nociones de familia y los roles socialmente asignados a sus integrantes. En el segundo, los roles de legitimación social de la violencia ejercidos

por la escuela, la familia, los medios de comunicación, los pares, la justicia y los contextos socieconómicos. En el tercero, las relaciones de los

integrantes de la familia y, finalmente, están las historias personales. Adoptar el Modelo Ecológico Integrado, la perspectiva de género y el

enfoque de derechos para el estudio de la violencia contra las mujeres en Colombia a partir de la información de las Encuestas Nacionales de

Demografía y Salud (ENDS) permite caracterizar los diferentes ámbitos en los que se produce y reproduce la violencia a partir del análisis

descriptivo de tendencias y la exploración de la relación entre las variables disponibles sobre la violencia contra las mujeres, sobre el ejercicio

de sus derechos sexuales y reproductivos, y sobre aspectos específicos de la vida en pareja. Los datos contenidos en las ENDS permiten

explorar la relación entre las violencias contra las mujeres por parte de sus esposos o compañeros y el ejercicio autónomo de sus derechos
sexuales y derechos reproductivos e incorporar otras variables que corresponden a la caracterización de las mujeres en edad fértil y de sus

parejas, así como variables sobre toma de decisión en aspectos relacionados con el manejo del ingreso, el trabajo, el cuidado de su salud, la

salud de sus hijos y su salud sexual y reproductiva, permitiendo construir un perfil mucho más ajustado, tanto de las víctimas, como de sus

agresores y, por lo tanto, de la relación entre la violencia y la falta o negación de derechos.

3. antecedente :

Historia y conceptualización de la violencia contra las mujeres

La violencia contra la mujer es un problema de carácter social y se considere como delito en algunos países del mundo. "Desde la década de

los noventa, los esfuerzos emprendidos por las organizaciones de mujeres, los y las expertas y algunos gobiernos comprometidos con esta

cuestión han supuesto una profunda transformación de la sensibilización pública respecto al problema. Así pues actualmente es una cuestión

ampliamente reconocida que dicha violencia constituye un grave problema de derechos humanos y salud pública que afecta a todos los sectores

de la sociedad" (OMS, 2005, p.2). De acuerdo con las diferentes Encuestas Nacionales de Demografía y Salud, para el año 1990 el 18,8 % de

las mujeres colombianas declaró que su esposo o compañero había ejercido violencia física sobre ellas. Para el 2010 se percibe un aumento de

18 puntos porcentuales, al llegar al 37 %. En cuanto a la violencia sexual, en 1990 el porcentaje de mujeres víctimas era del 8,8 % y en 2010

del 9,7 %. Así pues, la violencia contra las mujeres ha ido en aumento, a pesar de los avances normativos. Los primeros intentos por
conceptualizar la violencia tienen que ver con la forma en la que se nombra el fenómeno. Uno de los primeros títulos que se le da es el de

"violencia en el hogar", enunciado que circunscribe la violencia a un espacio específico. En un segundo momento se le llamó "violencia

intrafamiliar", el cual hace referencia no solo al espacio en el que se produce sino a las personas que participan de la misma. Actualmente, se

habla de la violencia de género, un concepto que se fundamenta en la relación entre sexo y orientación sexual, no delimita la ocurrencia de los

hechos violentos a un espacio en particular y hace evidente los diferentes tipos de violencia. La forma en la que se le ha dado nombre al

fenómeno de la violencia contra las mujeres está directamente ligada a los diferentes modelos explicativos o marcos interpretativos que buscan

dar cuenta de los factores generadores o de riesgo, así como de los factores protectores frente a la violencia. De acuerdo con Torres (2001)

existen tres tipos de modelos. El primero es el modelo individual en el que se destacan los aspectos personales de los sujetos involucrados,

aspectos tales como la psicopatología, el consumo de alcohol o de sustancias psicoactivas y los comportamientos aprendidos en la infancia. El

segundo modelo es el de la familia donde además de las características individuales hay que analizar las relaciones que se producen en el

núcleo de la convivencia. Y, finalmente, los modelos socioculturales que buscan demostrar que la violencia es un fenómeno estructural,

funcional dentro del sistema y útil para mantener el orden establecido. De acuerdo con este enfoque, las causas de la violencia están inmersas

en los esquemas de socialización (Castro, R y Casique I,2008, p.14). Otro ejercicio de clasificación de los modelos explicativos de la violencia

sugiere cuatro abordajes (MDFG, 2010, pp.19-64). El primero podría enunciarse como una mirada retrospectiva en la que se prioriza el análisis

basado en la posición social de los géneros. Según este enfoque, las agresiones contra las mujeres hacen parte de un sistema de normas sociales

de conducta dentro de las cuales es legítimo golpear, mutilar, encerrar o expulsar a las mujeres, siempre que infrinjan el marco normativo
(MDFG, 2010, p.25). En el segundo abordaje se inscriben los enfoques biologicista, fisiologista y evolucionista. Giran en torno a cuatro

argumentos: "el primero es que la violencia contra las mujeres es el resultado de un proceso individualizable, comprensible en un contexto

específico y con causas dependientes del caso particular. El segundo, es que se produce como consecuencia de un momento de exaltación y

pérdida de control temporal" (Jimeno, 2004). El tercero es que la violencia contra las mujeres está asociada a historias personales de carencias,

enfermedades o privaciones particulares de los involucrados. Se refiere a la pobreza, a la falta de herramientas sociales o individuales para

tramitar el conflicto y a las disfunciones psíquicas, etc.

Y el cuarto considera que hay un aprendizaje social de la violencia en la familia que se reproduce a partir de las experiencias infantiles y las

historias de victimización (MDGF, 2010 p.15).

En tercer lugar se encuentra el enfoque de la cultura de la violencia el cual sostiene que la aprobación social de la violencia hace que esta sea

vista como una actitud válida para ser aplicada en múltiples escenarios de la vida social (Jazinki, 2001). Entre estas se encuentra la teoría del

conflicto social, la cual supone que la violencia se presenta cuando se produce una ruptura de los lazos sociales en los niveles macro y micro

(Viano, 1991). El cuarto abordaje es el enfoque feminista que se basa en la comprensión de las inequidades entre los géneros. De acuerdo con

esta corriente, la violencia estaría originada en los valores patriarcales que ordenan a los hombres el dominio y el control de las mujeres

(MDGF, 2010, p.26). La violencia se convierte en un mecanismo de perpetuación 1 del patriarcado en la medida en que permite "llamar al

orden" a las personas que intentan desafiarlo, o se amenaza de una manera más sutil, para que las mujeres modifiquen sus comportamientos,

eviten ser victimizadas y se favorezca de este modo la continuidad del orden patriarcal (MDGF, 2010, p.23). 2 El enfoque de género producto
de las luchas feministas pone de manifiesto que la violencia contra las mujeres es un fenómeno histórico, no natural y que, por lo tanto,

responde a las dinámicas relacionales de cada época y de cada sociedad (Castro, R y Casique I, 2008). "El objetivo de la violencia en general

es poseer o demostrar control sobre el otro pero para que haya control […] se requiere de una internalización de las normas y valores

(dominación simbólica) por parte de los subordinados, de las víctimas y de gran parte de la sociedad que refuerce y legitime estas conductas,

esto es, una especie de cooperación a nivel casi inconsciente" (Castro, R y Casique I, 2008, p.38). Independientemente de la agrupación de los

modelos interpretativos sobre la violencia, se pueden identificar cuatro énfasis: el primero se fundamenta en los aspectos personales de la

víctima y el victimario; otro en el que la violencia es un elemento que se transmite de generación en generación; un tercero en el que la

violencia es una forma más de socialización y, el último, percibe la violencia 15 HISTORIAS DE VIOLENCIA, ROLES, PRÁCTICAS Y

DISCURSOS LEGITIMADORES. VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN COLOMBIA 2000-2010 contra las mujeres como una

expresión de las inequidades entre los géneros.

4. antecedentes Leidy Vanesa Ortega García

Marco Normativo establecido contra la violencia de genero

Así como se han generado diversas conceptualizaciones de la violencia contra las mujeres, también se han producido amplios marcos

normativos nacionales e internacionales para prevenirla, atenderla y sancionarla. En Colombia, la conceptualización de la violencia en el

campo legislativo tiene sus orígenes en la Constitución de 1991, en la cual se declara, en el Artículo 42 que: "cualquier forma de violencia en
la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y será sancionada conforme a la ley". Antes no existían delitos autónomos ni

medidas de protección, el camino era la denuncia por lesiones personales, raras veces adoptado por las mujeres.

En esa misma década (90) varios países, y entre ellos Colombia, adquirieron los compromisos de las Conferencias Internacionales de las

Naciones Unidas 3 sobre Derechos Humanos (Viena 1993) , Población y 4 5 Desarrollo (Cairo 1994) y de la Mujer (Beijing 1995) , así como

los de la Declaración para la Eliminación de la 6 Violencia contra la Mujer emitida por la ONU en 1993 . Particularmente en la región se

aprobó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer Convención de Belém do Pará 7

(OEA, 1994) , ratificada por Colombia mediante la ley 248 8 de 1995 . Al ratificar la Convención el país adoptó su correspondiente definición

sobre este tipo de violencia: "Por violencia contra las mujeres se entiende cualquier acto o conducta basada en el género que ocasione a la

mujer muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico, tanto en la esfera pública como en la privada" (Art. 1). Señala que esta violencia

puede ocurrir "dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta, haya

compartido o no el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual" (Art. 2, a). Tiene en

cuenta la violencia que "tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que comprende, entre otros, violación, abuso

sexual, tortura (...) y acoso sexual en el lugar de trabajo así como en instituciones educativas, establecimientos de salud o cualquier otro lugar"

(Art. 2, b) y aun aquella "perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera que ocurra" (Art. 2, c). 2.2.2. Tipos de violencia y

tipos penales La Corte Constitucional de Colombia, desde 1992, reconoció a través de fallos de tutela que la violencia al interior de la familia

vulnera los derechos humanos de sus integrantes (T 9 529 y T 523 de 1992). Cuando se aprobó la Ley 294 de 1996 se desarrolló el inciso
correspondiente del Artículo 42 de la Constitución y se estableció un procedimiento especial. La Ley 294 definió la violencia intrafamiliar

como el "daño físico o síquico, amenaza, agravio, ofensa o cualquier otra forma de agresión por parte de otro miembro del grupo familiar"

(artículo 4) y tipificó como delitos autónomos: la Violencia Intrafamiliar (Artículo 22), el Maltrato Constitutivo de Lesiones Personales

(Artículo 23), Maltrato Mediante Restricción a la Libertad Física (Artículo 24) y la Violencia Sexual entre Cónyuges (Artículo 25 - Declarado

inexequible por la Corte Constitucional Sentencia C-285/97) y estableció las medidas de protección a favor de las víctimas a cargo de los

jueces de familia. A pesar de que Colombia ratificó a fines de 1995 la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la

Violencia Contra la Mujer, en la primera ley de violencia (294 de 1996), solo se adoptó el tipo penal para la violencia intrafamiliar; es decir, no

se reconocieron otras formas de violencia en ámbitos diferentes. Esta primera ley sobre violencia intrafamiliar en Colombia ha sido modificada

en varias oportunidades. Primero, la 10 Ley 575 de 2000 ordenó que las medidas de protección fueran dictadas por las Comisarías de Familia y

no por los Jueces de Familia. También introdujo la conciliación como 11 alternativa para resolver los conflictos. Estos cambios no fueron bien

recibidos, por cuanto le quitó rigor al trámite judicial, y lo volvió un simple acto administrativo. Pero sobre todo condujo a la mujer a conciliar,

limitándole la posibilidad de una negociación autónoma y justa.

2.2.2. Tipos de violencia y tipos penales

La Corte Constitucional de Colombia, desde 1992, reconoció a través de fallos de tutela que la violencia al interior de la familia vulnera los

derechos humanos de sus integrantes (T 9 529 y T 523 de 1992). Cuando se aprobó la Ley 294 de 1996 se desarrolló el inciso correspondiente

del Artículo 42 de la Constitución y se estableció un procedimiento especial. La Ley 294 definió la violencia intrafamiliar como el "daño físico
o síquico, amenaza, agravio, ofensa o cualquier otra forma de agresión por parte de otro miembro del grupo familiar" (artículo 4) y tipificó

como delitos autónomos: la Violencia Intrafamiliar (Artículo 22), el Maltrato Constitutivo de Lesiones Personales (Artículo 23), Maltrato

Mediante Restricción a la Libertad Física (Artículo 24) y la Violencia Sexual entre Cónyuges (Artículo 25 - Declarado inexequible por la Corte

Constitucional Sentencia C-285/97) y estableció las medidas de protección a favor de las víctimas a cargo de los jueces de familia. A pesar de

que Colombia ratificó a fines de 1995 la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, en la

primera ley de violencia (294 de 1996), solo se adoptó el tipo penal para la violencia intrafamiliar; es decir, no se reconocieron otras formas de

violencia en ámbitos diferentes. Esta primera ley sobre violencia intrafamiliar en Colombia ha sido modificada en varias oportunidades.

Primero, la 10 Ley 575 de 2000 ordenó que las medidas de protección fueran dictadas por las Comisarías de Familia y no por los Jueces de

Familia. También introdujo la conciliación como alternativa para resolver los conflictos. Estos cambios no fueron bien recibidos, por cuanto le

quitó rigor al trámite judicial, y lo volvió un simple acto administrativo. Pero sobre todo condujo a la mujer a conciliar, limitándole la

posibilidad de una negociación autónoma y justa.

Los Códigos Penal y de Procedimiento Penal expedidos en 2000 (leyes 599 y 600) no trajeron cambios positivos para las mujeres que sufren

violencia, por cuanto el delito de violencia intrafamiliar pasó a ser querellable , desistible , conciliable y excarcelable , características que se

tradujeron en factores de vulnerabilidad para las mujeres.

Cinco años después, un grupo de mujeres colombianas propuso la redacción de una nueva ley, esta vez integral, por el derecho de las mujeres a

una vida libre de violencias (Ley 1257 de 2008). Se unieron esfuerzos, bajo el marco internacional de la Convención de Belém do Pará y
durante tres años (2005 - 2008) se diseñaron los nuevos lineamientos. Fue así como se conformó una Mesa de Trabajo que aglutinó iniciativas

de organizaciones de mujeres, la academia, la Subsecretaría de Mujer y Géneros de la Alcaldía de Bogotá, la Fiscalía General de la Nación; y

contó con el apoyo del Sistema de Naciones Unidas y la cooperación internacional, bajo la Secretaría Técnica de la Defensoría del Pueblo -

Delegada para los derechos de la niñez, la juventud y la mujer. Esta iniciativa fue apoyada por la Bancada de Mujeres del Congreso de la

República.

2.2.3. Prevención, sanción, atención y restablecimiento de derechos

En diciembre de 2008 se sancionó la ley 1257 "Por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y

discriminación contra las mujeres, se reforman los Códigos Penal, de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996 y se dictan otras disposiciones".

Esta ley no deroga la 294 sino, por el contrario, amplía su contenido y alcance para garantizar el derecho de las mujeres a vivir una vida libre

de violencia.

Con esta ley de 2008 se superó el paradigma de que las leyes deben ser neutrales y abstractas, un esquema que no ha contribuido a superar

discriminaciones y prejuicios. Cuando las personas se encuentran en situaciones de vulnerabilidad como es el caso de las niñas, niños,

adolescentes, mujeres, personas que tienen orientaciones sexuales diversas, o algún tipo de discapacidad; la neutralidad de la ley la vuelve

injusta. Es importante tener en mente que la misma Constitución colombiana establece en el Artículo 13 que el Estado debe adoptar medidas

que garanticen que esa igualdad planteada desde lo teórico sea real y efectiva.

Así entonces, la ley 1257 de 2008 registró de forma explícita y por primera vez en la legislación colombiana, la identificación de las violencias
contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. En la exposición de motivos se expresó: "La violencia contra las mujeres por su condición de

ser mujeres constituye no sólo una violación sistemática de sus derechos humanos, sino también uno de los obstáculos para el logro de la

igualdad entre varones y mujeres y para el pleno ejercicio de la ciudadanía. Es una expresión de la valoración social de las mujeres como

carentes de libertad y autonomía para decidir sobre sus proyectos de vida y es inaceptable, ya sea cometida por parientes o por extraños, por

actores armados, 15 por el Estado o sus agentes”.

La ley también expresa: "Por violencia contra la mujer se entiende toda acción u omisión que le cause muerte, daño o sufrimiento físico,

sexual, psicológico, económico o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o privación

arbitraria de la libertad, bien sea que se presente en el ámbito público o en el privado".

Al entender la violencia contra la mujer como una violación de los derechos humanos se desdibuja el tradicional y limitante concepto de lo

doméstico, para considerarla dentro del amplio catálogo de derechos que acoge la ley. La ley 1257 de 2008, incorpora los conceptos de daño y

sufrimiento en los campos: psicológico, físico, sexual, así como el daño patrimonial y el daño económico, y para contribuir a su interpretación

aporta circunstancias para determinar los distintos tipos de daño.

La ley se propone como objetivo la adopción de medidas para garantizar que las mujeres disfruten de su derecho a vivir libres de violencia

tanto en el ámbito público como en el privado. Estas medidas comprenden actividades de sensibilización, prevención y sanción de todas las

formas de violencia y discriminación contra la mujer y asigna responsabilidades a las autoridades competentes por sectores: salud, educación,
trabajo, acceso a la justicia, entre otras, cuyo punto de partida es la divulgación de la norma.

Dentro de este marco están las obligaciones del Estado de respetar, proteger y garantizar el derecho humano a una vida libre de violencias y de

restablecer a las víctimas a quienes se vulnera este derecho. Tanto las autoridades nacionales como las territoriales tienen la responsabilidad de

adoptar medidas de prevención, atención, protección y sanción de las violencias contra las mujeres, con la debida asignación de recursos para

hacer efectivo el cumplimiento de esta ley.

Por otra parte, la ley 1257 de 2008 agravó algunas de las 16 conductas relacionadas con la violencia sexual previstas 17 en el código penal,

tipificó el delito de acoso sexual (art. 210 A del C. P.) y modificó algunas causales de agravación punitiva, para los capítulos I y II del título IV

sobre los delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales, y del capítulo único del título II sobre infracciones al Derecho

Internacional Humanitario en el que se penalizaron algunas conductas sexuales.

En cuanto a la violencia doméstica los frecuentes cambios normativos en el campo penal (sustancial y procesal) han hecho que los delitos

relacionados con violencia sean conciliables y desistibles. Hecho que riñe con la categoría de derecho humano, en este caso el derecho a vivir

libre de 18 violencias. La ley 1142 de 2007 intentó subsanar estas deficiencias, pero la ley de Seguridad Ciudadana (1453 de 19 2011) retomó

el requisito de denuncia por parte de la víctima (querellabilidad) para activar el sistema penal. Recientemente, el 5 de julio de 2012, se

sancionó la ley 1542 que estableció como investigables de oficio los delitos de violencia contra la mujer, abriendo de nuevo la posibilidad 20

de que cualquier persona instaure la denuncia. Una vez aprobada por el Congreso la ley 1257, se 21 conformó La Mesa para la reglamentación

de la misma la cual se ha reunido en forma periódica hasta la fecha, 22 bajo la Coordinación de Sisma Mujer hasta fines de 2011 23 y por
AFROLIDER durante el año 2012, con el propósito de realizar actividades de difusión de la ley y construir propuestas normativas para

discutirlas con los ministerios comprometidos con la reglamentación.

Algunas de estas propuestas y sugerencias fueron recogidas en los decretos reglamentarios expedidos a fines de 2011. Es evidente que en

materia normativa y conceptual los avances han sido significativos, sin embargo, es preocupante que las cifras revelen aumento en el número

de casos. La respuesta no efectiva ante el fenómeno de la violencia contra las mujeres pone en evidencia que no hay mejorías notables y

generalizadas en el tratamiento de las mujeres que acuden a las autoridades o a los servicios de salud. Las víctimas desconocen sus derechos y

la ruta de atención estatal. Es necesario que los operadores de justicia, los prestadores de servicios de salud y los sectores educativo y laboral,

estudien, comprendan y reconozcan las distintas formas de violencia contra las mujeres. De lo contario, ninguna mujer víctima podrá exigir la

protección, garantía y restablecimiento del derecho humano a vivir su vida, libre de violencias y los mecanismos de prevención serán inocuos.

5. Antecedentes

La igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un mundo

pacífico, próspero y sostenible.

Abordar integralmente las violencias de género es importante en la medida que permite prevenirlas, atenderlas y garantizar el acceso a la

justicia para que de esta manera se pueda avanzar en la transformación de las relaciones inequitativas de poder por razones de género y hacer
real la garantía y el restablecimiento de los derechos de las víctimas. La atención integral y oportuna desde los enfoques de derechos, género y

diferencial, favorece intervenciones con calidad que respeten la dignidad a las víctimas.

La violencia de género es un problema de salud pública por las graves afectaciones físicas, mentales y emocionales que sufren las víctimas; por

la gravedad y magnitud con la que se presentan y porque se pueden prevenir. Este tipo de violencias se incrementan en algunos contextos o

situaciones particulares todas las víctimas de violencias de género en Colombia tienen derecho a recibir un trato digno y una atención integral

en salud física y mental y a contar con protección y justicia para restituir sus derechos sin importar su edad, sexo, credo, etnia, orientación

sexual, identidad de género o cualquier otra condición. Por esta razón, todos los actores del Sistema General de Seguridad Social en Salud

deben dar cumplimiento a los mandatos legales, deben adelantar acciones de promoción, prevención, atención y restitución de los derechos en

salud a las víctimas de violencias de género, a la vez que deben incentivar la participación comunitaria y la movilización social en torno a los

derechos sexuales y derechos reproductivos para visibilizar la problemática en el territorio nacional e impulsar estrategias de no tolerancia   a

cualquier tipo de violencia.

Tomando el enfoque de derechos como una guía de acción ética, política y jurídica que busca proteger y garantizar el goce efectivo de los

derechos humanos, los derechos sexuales y los derechos reproductivos, el Ministerio de Salud y Protección Social enmarca la atención integral

a las víctimas de violencias de género en acciones que garanticen respuestas institucionales oportunas y dignificantes, que contribuyan a la

recuperación de la integridad, dignidad y autonomía de las víctimas, atendiendo sus necesidades de acuerdo con sus características particulares
de tal manera que se reduzca el impacto y las consecuencias físicas, mentales, familiares y sociales derivadas de la violencia que ha vulnerado

sus derechos.

En ese sentido, la atención integral conlleva el respeto y la garantía de los derechos que han sido reconocidos en el país a través de diversas

normas como la Ley  360 de 1997, entre otras. Estos derechos son de obligatorio cumplimiento para los operadores de justicia, administrativos,

de policía y para los prestadores de servicios de salud Particularmente dicha ley señala que toda persona víctima de estos delitos tiene derecho

a tener acceso gratuito a: examen y tratamiento para la prevención de infecciones de transmisión sexual incluido el VIH/Sida, examen y

tratamiento para trauma físico y emocional. La Ley 1146 de 2007, dispuso que el Sistema General de Seguridad Social en Salud tanto público

como privado, así como los hospitales y centros de salud de carácter público, estén en la obligación de prestar atención médica de urgencia e

integral en salud a través de profesionales y servicios especializados a los niños, niñas y adolescentes abusados sexualmente.

6. Antecedentes

La Alcaldía de Florencia rechaza los actos de violencia contra la Mujer.

El Alcalde de Florencia, Ingeniero Andrés Mauricio Perdomo Lara, en nombre del pueblo florenciano rechaza los recientes actos de violencia,

agresión sexual y feminicidio contra mujeres y niñas que se han registrado en el Municipio durante el primer trimestre del año; así mismo,

extendemos nuestras más sinceras condolencias a las familias de las víctimas y, como Gobierno Municipal nos comprometemos a continuar

trabajando de la mano de las instituciones del Estado, organizaciones de la sociedad civil y aliados de la cooperación internacional para

garantizar la eliminación de la violencia contra las niñas y las mujeres, que se ha convertido en la peor lacra de nuestra sociedad actual.
Queremos dejar claro, que la conducta de los agresores en cada uno de los cuatro casos que se han registrado en Florencia, no solo refleja

desprecio por las mujeres y las niñas, sino también por su situación social y el alto grado de indefensión de las víctimas.

Este comportamiento no solo debe causar indignación sino rechazo social, además de la sanción legal y ejemplar que la justicia deberá

proporcionar de manera urgente, para enviar un mensaje de castigo ejemplar a la sociedad.

Por los lamentables hechos de violencia de género que hemos vivido en Florencia durante el 2018, el Gobierno Yo Creo En Florencia le ha

solicitado a la Fiscalía General de la Nación que realice una pronta y diligente investigación en los cuatro casos registrados, y a los Tribunales

para que provean justicia a las familias en duelo.

Las cifras de violencia basada en género y en particular de violencia sexual contra mujeres y niñas continúan siendo alarmantes. Según el más

reciente informe de la ONU, en Colombia cada día, entre dos y tres mujeres son víctimas de homicidio, muchos de estos casos son tipificados

como feminicidio, es decir, el asesinato de una mujer por el hecho de ser mujer.

Durante el 2017, más de 20 niñas fueron asesinadas, más de 40.000 mujeres reportaron ser víctimas de agresión sexual, de las cuales 6.000

niñas fueron víctimas de agresión sexual, en promedio cada día a 16 niñas se les practicaron exámenes médicos legales por presunto delito

sexual. Niñas, niños y adolescentes siguen siendo en un 86.5% quienes presentan mayores registros de exámenes médico-legales por presunto

delito sexual. Estas cifras deben poner en alerta a las instituciones encargadas de proteger a las mujeres y niñas y prevenir las violencias

basadas en género, y a la sociedad en su conjunto.

En Florencia continuaremos con las jornadas pedagógicas en barrios, planteles educativos y lugares de concentración masiva para concientizar
a los ciudadanos y mitigar el fenómeno de violencia contra la mujer en el Municipio; también queremos reconocer la labor hecha por los

organismos de seguridad, quienes gracias a las labores de investigación, han logrado la captura de los autores materiales de dos de los hechos

de homicidio que se han catalogado como feminicidios. De los cuatro casos registrados en el 2018, tres han sido tipificados como feminicidios

según los establecido en la Ley la 1761 del 2015.

Finalmente, queremos instar a las mujeres florencianas que vienen siendo víctimas de violencia doméstica, violencia sexual y violencia física o

psicológica, para que denuncien estos hechos ante las autoridades competentes, o se comuniquen a la línea nacional de atención 155, desde

donde recibirán asesoría jurídica y médica. Cabe recordar que todos los ciudadanos estamos en el derecho y la obligación de denunciar

cualquier acto de violencia y/o prestar auxilio cuando otra persona lo necesite so pena de ser también castigado por la ley por omisión.

MARCO TEÓRICO

1.1. Funciones de Familia ........................................................................................


1.2. Tipologías de Familias ......................................................................................
1.3. violencia contra la mujer…………………………………………………….
1.4. violencia de género……………………………………………………………
1.5. violencia física………………………………………………………………….
2.1. Tipos de Violencia.............................................................................................
2.2 El ciclo de la violencia y el proceso de victimización……………………….

2.3. Consecuencias de la Violencia en la mujer .....................................................................


3.0. Cuáles son los efectos físicos a corto plazo de la violencia contra la mujer……….
3.1. Cuáles son los efectos a largo plazo de la violencia contra la mujer………….
3.2. ¿Cuáles son algunos de los efectos de la violencia contra las mujeres?...........

MARCO TEÓRICO
La violencia contra las mujeres representa una violación a los derechos humanos y constituye uno de los principales obstáculos para lograr una
sociedad igualitaria y plenamente democrática (Toledo Vásquez, 2009). 
La violencia contra las mujeres puede tener diversas manifestaciones como lo son la violencia doméstica, la trata de personas, el
hostigamiento, siendo el femicidio la expresión máxima de la misma (Clarke, 2011). El feminicidio es el asesinato de mujeres por hombres por
ser mujeres, un asesinato doloso de mujeres perpetrado por hombres (Russell, 2001). Según Diana Russell, en su obra “Feminicidio una
perspectiva global”, Desmond Ellis y Walter de Keseredy (1996) sostienen que los sociólogos feministas diferencian el asesinato intencional
de varones (homicidios) del asesinato intencional de mujeres por parte de varones (feminicidios).
La violencia no sólo se da a través de los golpes y el maltrato físico, existen innúmeras manifestaciones de ésta, el feminicidio consuma todo
este proceso anterior. La postura de Scout es la que más se asemeja a la realidad actual pues son las parejas o gente cercana a la víctima
quienes llevan a cabo estas acciones en la mayoría de los casos.
Las prácticas de la violencia simbólica son parte de estrategias construidas socialmente en el contexto de esquemas asimétricos de poder,
caracterizados por la reproducción en los roles sociales, estatus, género, posición social, categorías cognitivas, representación evidente de
poder y estructuras mentales, puestas en juego cada una o bien todas simultáneamente en su conjunto, como parte de una reproducción
encubierta y sistemática.

1.1. Familia La Familia es un contexto relacional que a su vez se encuentra inmerso en otros contextos como el socioeconómico, el cultural
que transmite una cultura, una escala de valores, un estilo de relación interpersonal y unas costumbres sociales. A su vez la familia cumple
la función de transmisión y reproducción de la estructura social en su interior con un papel de socializador y moldeador para que quienes
la conforman respondan de acuerdo a las exigencias de un contexto social y tengan un comportamiento socialmente aceptado, como
también cumple con funciones reproductivas, afectivas y de protección.

Familia La Familia es un contexto relacional que a su vez se encuentra inmerso en otros contextos como el socioeconómico, el cultural
que transmite una cultura, una escala de valores, un estilo de relación interpersonal y unas costumbres sociales. A su vez la familia cumple
la función de transmisión y reproducción de la estructura social en su interior con un papel de socializador y moldeador para que quienes
la conforman respondan de acuerdo a las exigencias de un contexto social y tengan un comportamiento socialmente aceptado, como
también cumple con funciones reproductivas, afectivas y de protección.

Desde la perspectiva biológica, siguiendo a Rubiano (2003)25, la familia es el conjunto de personas ligadas entre sí por vínculos de
consanguinidad y afinidad, culturalmente establecidos y que por lo tanto comparten una misma herencia genética. Incluye a una o varias
parejas con todos los miembros descendientes de un mismo tronco común (vivos y muertos) hasta el grado de consanguinidad que el
grupo puede reconocer.

Cohen (1980) traza una definición generalista para el concepto de grupo, definiéndolo como la unión de cualquier número de personas que
interactúan entre sí y que comparten una conciencia de pertenencia o afiliación. Catorce años después Méndez, Zorrilla y Monroy (1994)
hablan de grupo como una forma de convivencia social con vida propia e independiente que se organiza para subsistir.

1.2. Tipologías de Familias

la tipología de familias nucleares, completas como tampoco podemos establecer un solo modelo de familia, podemos hacer referencia de
algunas variaciones como las familias extensas, hogares monoparentales, con jefatura femenina o masculina, familias simultaneas o restituidas
y familias mixtas
Las familias están clasificadas en los siguientes tipos
 Familia reconstituida o ensamblada: Conformada por padres divorciados, viudos o separados, y sus hijos de uniones anteriores
 Familia multigeneracional: Conformada por miembros de la familia de diferentes generaciones.
 Familia multinuclear: Conformada por la familia nuclear y por parientes consanguíneos o afines.
 Familia unipersonal: Conformada por una sola persona. Esta tendencia va a la alza y se espera de que las próximas tres décadas
aumente considerablemente
 Familia DINK: Se trata de parejas sin hijos y que posponen la paternidad o renuncian a ella y le dan más dan prioridad a sus carreras
profesionales y a su estilo de vida de lujo.
 Familia Pank: Estas mujeres han decidido posponer la maternidad por un tiempo o definitivamente y han elegido “adoptar” a sus
sobrinos para disfrutar de los vínculos afectivos sin tener que cumplir con la responsabilidad que implica ser madre y así poder enfocarse en
sus carreras profesionales.
 Familia Nomo: Mujeres que deciden no tener hijos
 Familia LAT (Living Apart Together) Parejas en una relación seria y estable que no comparten domicilio.
 Familia Stay at Home Dad: Hombre que se queda en casa a asumir las tareas del hogar y el cuidado de los hijos.
1.3. VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
A los efectos de la presente Declaración, por "violencia contra la mujer" se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo
femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales
actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada. (Organización de las
Naciones Unidas, (1994), Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer).
1.4. VIOLENCIA DE GÉNERO
Todo acto o amenaza de violencia que tenga como consecuencia, o tenga posibilidades de tener como consecuencia, perjuicio y/o sufrimiento en la
salud física, sexual o psicológica de la mujer. (Organización de las Naciones Unidas, (1992), Consejo económico y social.) La violencia basada en el
género (VBG) es uno de los abusos contra los derechos humanos y uno de los problemas de salud pública más difundidos en el mundo actual, que
afecta a una de cada tres mujeres. Es también una manifestación extrema de la desigualdad relacionada con el género, impuesta a las mujeres y a las
niñas a causa de su posición subordinada dentro de la sociedad.

1.5 VIOLENCIA CONYUGAL

Incluye las situaciones de abuso que se producen en forma cíclica y con intensidad creciente entre miembros la pareja conyugal. El 2% de los casos
corresponde a abuso hacia el hombre, el 75% de los casos corresponde a maltrato hacia la mujer y el 23% restante son los casos de violencia recíproca o
cruzada.

2.1. Tipos de Violencia


Violencia auto infligida

Esta es una de las clases de violencia más estigmatizadas que existen, ya que en ellas es la propia persona la que se daña a sí misma, algo que
es muy difícil de comprender desde el punto de vista del resto de la gente. En la violencia autoinfligida la persona se puede realizar cortes en
brazos o piernas, se puede humillar públicamente, se puede golpear la cabeza contra superficies duras de manera repetida, etc.

Violencia interpersonal

Este es el tipo de violencia en la que un individuo agrede a otro. En esta categoría podemos encontrar la violencia doméstica, el bullying, los
casos específicos de atraco con violencia, etc.

Aunque en la violencia interpersonal el causante sea un individuo (o un grupo reducido de ellos), es posible que este tipo de agresiones tengan
parte de su explicación en fenómenos sociales. Por ejemplo, el consumo de drogas o la pobreza son factores muy ligados a la conflictividad.

Violencia colectiva

A diferencia de lo que ocurre en los tipos de violencia que hemos visto, en esta la agresión es de carácter colectivo, de un grupo o comunidad
contra otro colectivo. La motivación de la violencia colectiva suele ser políticas, económicas, o ideológico-religiosas.

Se trata de uno de los tipos de violencia más perjudiciales, porque sus efectos negativos se pueden hacer notar en muchas facetas de la vida y,
como involucra a mucha gente, es fácil que vaya degenerando hasta conducir a heridos y en ocasiones a muertos. Por ejemplo, la misma
violencia que hace que algunas minorías sean vistas con desprecio por gran parte de la población suele contribuir a la aparición de agresiones
físicas e incluso asesinatos.

2.1. Tipos de violencia según la naturaleza del acto

Violencia física

Este es quizás el tipo de violencia más típico y fácil de imaginar, ya que es muy visual y fácil de identificar. En él, alguien hace algo para dañar
el cuerpo de otra persona, produciendo el dolor y el sufrimiento de alguien. En ocasiones, puede conducir a la muerte.

La violencia física, además, acostumbra a dejar unas marcas que el personal médico cualificado puede identificar: arañazos, heridas, morados,
etc.

Violencia verbal

La violencia verbal es aquella en la que se pretende dañar a la otra persona es un mensaje o un discurso. Puede (o no) contener insultos o
palabras tabú, ya que para producir malestar psicológico no es esencial utilizar esa clase de recursos.

Además de producir ansiedad, este tipo de violencia puede dañar la autoestima de las personas y su imagen pública.

Violencia sexual
En la violencia sexual se dan comportamientos y tipos de contacto físico que denigran a alguien a través de la apelación de su dimensión
sexual. Cuando se manifiesta a través de violaciones, se da de la mano de la violencia física, aunque hay que señalar que en estas el
componente sexual no es un simple complemento, sino que adopta una forma de violencia que consiste en intentar dañar psicológicamente a la
otra persona.

Violencia económica

Se trata de un tipo de violencia en la que se daña la capacidad de una o varias personas para utilizar el dinero que ganan. El robo y la
utilización indebida de cuentas bancarias entran dentro de esta categoría, así como los engaños para que se realicen inversiones que resultan
será una estafa.

Negligencia

La negligencia es un tipo de violencia que se da por omisión, ya que en ella la agresión consiste en no realizar unas acciones a las que se está
obligado para garantizar el bienestar mínimo del resto. Por ejemplo, un médico que se niega a atender a alguien herido por un enfrentamiento
personal con este está cometiendo una negligencia.

2.2 El ciclo de la violencia y el proceso de victimización

Esta teoría contempla la existencia de cuatro fases en toda dinámica de violencia relacional. Las fases en las que se divida el ciclo de la
violencia se van sucediendo las unas a las otras, hecho que precisamente dificulta que el ciclo se pueda romper. En una misma relación, el ciclo
puede repetirse infinitas veces y la duración de sus fases puede ser variable.

1. Fase de Calma

En una primera fase, la situación está calmada. No se detectan desacuerdos y todo se vive de manera idílica. Pero, cuando el ciclo se ha
repetido varias veces, la víctima puede empezar a tener la sensación que la calma se mantiene porque todo está correcto según el punto de vista
del agresor que es, en última instancia, el motor del ciclo.

2. Fase de Acumulación de Tensión

Comienzan los pequeños desacuerdos, pues el agresor se siente cuestionado por su víctima de manera creciente. Puede ser que la víctima, en su
intento por mantener las cosas como el agresor quiere, cometa algún error pues el aumento de la tensión afecta su capacidad para concentrarse.
En esta fase, de hecho, se comienza a ejercer un maltrato psicológico basado en la idea de control y que es una señal de alarma de lo que está
por venir.

Muchos agresores se excusan precisamente diciendo que estuvieron avisando a su víctima pero que ésta no les hizo caso y les siguió
provocando. La mujer intenta calmar, complacer o, al menos, no hacer aquello que le pueda molestar a la pareja, en la creencia irreal de que
ella puede controlar la agresión.

Fase de Explosión

El agresor pasa a la acción. Se caracteriza por una fuerte descarga de las tensiones provocadas en la anterior fase por el agresor. Se producen
las agresiones físicas, psicológicas y/o sexuales más importantes. En esta fase la víctima puede mantener elevadas expectativas de cambio en
su pareja (“con el tiempo cambiará, hay que darle tiempo…”), y aparecen sentimientos de culpa (“me lo tengo merecido”, “la culpa es mía por
haberle elegido a él”).
Fase de Luna de Miel

Al principio, acostumbra a ser la fase responsable de que la víctima se mantenga en el ciclo pues en ella el agresor inicia una serie de
conductas compensatorias para demostrar a la víctima que lo siente y que no volverá a pasar más. Esto hace que la víctima vea también la parte
positiva del agresor y queda atrapada en reflexiones acerca de cómo conseguir que esta parte aparezca más frecuentemente.

2.3. Consecuencias de la Violencia en la mujer

La violencia contra la mujer puede causar problemas en la salud mental y física a largo plazo. La violencia y el abuso no solo afectan a las
mujeres involucradas, sino también a sus hijos, familiares y comunidades. Estos efectos incluyen daño a la salud de la persona, posibles daños
a largo plazo en los niños y daños a las comunidades como la pérdida de trabajo y la falta de hogar.

3.0. Cuáles son los efectos físicos a corto plazo de la violencia contra la mujer

Los efectos físicos a corto plazo de la violencia pueden incluir lesiones leves o afecciones graves. Pueden incluir hematomas, cortes, huesos
fracturados o lesiones a órganos y otras partes interiores del cuerpo. Algunas lesiones físicas son difíciles o imposibles de ver sin tomogradías,
radiografías u otras pruebas realizadas por un médico o enfermero.

Los efectos físicos a corto plazo de la violencia sexual pueden incluir:

 Sangrado vaginal o dolor pélvico


 Embarazo no deseado
 Infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el VIH
 Problemas para dormir o pesadillas

Si sufres de abuso sexual por parte de la persona con la que vives, y tienes niños en el hogar, piensa también en la seguridad de los niños.
La violencia en el hogar por lo general incluye el abuso a los niños. 1 Muchos niños que son testigos de la violencia en el hogar también
son víctimas del abuso físico.

3.1. Cuáles son los efectos a largo plazo de la violencia contra la mujer?

La violencia contra la mujer tiene efectos físicos y a la salud mental, pero también puede afectar la vida de las mujeres abusadas de otras
maneras:

 Trabajo. Experimentar una situación traumática como la violencia sexual puede interferir con la capacidad de trabajo de una persona.
La mitad de las personas que experimentaron abuso sexual tuvieron que renunciar o fueron obligadas a renunciar a sus trabajos durante
el primer año después del abuso.
 Hogar. Muchas mujeres son obligadas a abandonar sus hogares para encontrar seguridad debido a la violencia. La investigación
demuestra que la mitad de todas las mujeres y niños sin hogar llegaron a estar en situación de calle al tratar de escapar de la violencia
de la pareja.
 Escuela. Las mujeres en la universidad que fueron abusadas sexualmente pueden tener miedo de denunciar el abuso para continuar con
su educación. Pero las leyes del Título IX obligan a las escuelas a brindar apoyo adicional para las víctimas de abuso sexual en la
universidad. Las instituciones educativas pueden ayudar a poner en práctica impedimentos de contacto con el abusador y ofrecer apoyo
de salud mental y tutorías escolares.
 Niños. Las mujeres con niños pueden permanecer con la pareja abusadora porque tienen miedo de perder la custodia o el contacto con
los hijos.

Y por último, la violencia contra la mujer termina en la muerte. Más de la mitad de las mujeres asesinadas cada año son asesinadas por su
pareja. Una de cada 10 de estas mujeres experimentó violencia en el mes anterior a su muerte.

De violencia infligida a una escala nunca vista y nunca antes posible en la historia de la Humanidad. Pero este legado, fruto de las

Nuevas tecnologías al servicio de ideologías de odio, no es el único que soportamos ni que debemos arrostrar.

Menos visible, pero aún más difundido, es el legado del sufrimiento individual y cotidiano: el dolor de los niños maltratados por las personas

que deberían Protegerlos, de las mujeres heridas o humilladas por parejas violentas, de los ancianos maltratados por sus cuidadores, de los

jóvenes intimidados por otros jóvenes y de personas de todas las edades que actúan violentamente contra sí mismas. Este sufrimiento, del que

podría dar muchos.

Más ejemplos, es un legado que se reproduce a sí mismo a medida que las nuevas generaciones aprenden de la violencia de las anteriores, las

víctimas aprenden de sus agresores y se permite que perduren las condiciones sociales que favorecen la violencia. Ningún país, ninguna

ciudad, ninguna comunidad es inmune a la violencia, pero tampoco estamos inermes ante ella.

La violencia medra cuando no existe democracia, respeto por los derechos humanos ni condiciones de buen gobierno. Hablamos a menudo de

cómo puede enraizarse una “cultura de la violencia”. Es muy cierto:, lo he visto y lo he experimentado. También es cierto que los

comportamientos violentos están más difundidos y generalizados en las sociedades en las que las autoridades respaldan el uso de la violencia
con sus propias acciones. En muchas sociedades, la violencia está tan generalizada que desbarata las esperanzas de desarrollo económico y

social. No podemos permitir que esta situación se mantenga Muchas personas que conviven con la violencia casi a diario la asumen como

consustancial a la condición humana, pero no es así. Es posible prevenirla, así como reorientar por completo las culturas en las que

Impera. En mi propio país, y en todo el mundo, tenemos magníficos ejemplos de cómo se ha contrarrestado la violencia. Los gobiernos, las

comunidades y los individuos pueden cambiar la situación.


OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL

 Identificar los tipos de violencia que se presenta con mayor frecuencia, factores y severidad de los daños a la salud causados por la

violencia contra las mujeres de estrato 1; aquellas que se encuentran en situaciones de mayor riesgo o vulnerabilidad al ser

maltratadas por su agresor en la cual se debe Proporcionar ideas estratégicas de prevención a la problemática de la Violencia de género

en la ciudad de Florencia Caquetá para garantizar la calidad de vida y bienestar de las mujeres.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 Conocer la realidad de las situaciones de violencia contra la mujer desde el momento en que son reportadas a través del sistema

de emergencia hasta que llegan a justicia y su evolución con el fin de analizar los cambios.

 Identificar como el factor socioeconómico influyen en la violencia de género.

 Conocer como la violencia psicológica y física afecta el bienestar de las mujeres víctimas de violencia de género.

 Identificar por que las mujeres de extracto 1 de Florencia Caquetá presentan mayor tipo de violencia física y psicológica.
Referencias Bibliográficas:
Hernández Castellanos, R. ( 2017). Posturas Epistemológicas y Enfoques de Investigación en Ciencias Sociales. Colombia: Recuperado de
http://hdl.handle.net/10596/12919

Hernández Castellanos, R. ( 29,11,2018). LOS ENFOQUES DE LA INVESTIGACIÓN EN CIENCIAS SOCIALES. [Página Web].
Recuperado de: http://hdl.handle.net/10596/22631

Florencia (Caquetá). (s.f) recuperado el 30 de marzo de 2019 de


http://colombia.unwomen.org/es/biblioteca/publicaciones/2018/01/estrategiareparacionintegralamujeresvictimasdeviolenciasexual

REGIONAL, L (18 de septiembre de 2018). plataforma departamental de mujeres rechaza hechos violentos contra mujeres y niñas , de
https://cerosetenta.uniandes.edu.co/en-caqueta-mujeres-piden-justicia-por-feminicidios/

La nación (26 de noviembre del 2017). El departamento presenta alarmantes cifras de homicidios de mujeres recuperado el 30 de marzo de
2019
http://www.lanacion.com.co/2017/11/26/bajemos-cero-la-temperatura-la-violencia-la-mujer/

Alcaldía de Florencia (6 de abril del 2018) rechaza actos de violencia contra la mujer, recuperado el 30 de marzo de 2019.
http://www.florencia-caqueta.gov.co/noticias/la-alcaldia-de-florencia-rechaza-los-actos-de-violencia
El espectador ( 5 de abril de 2018) , en el último mes se cometieron tres feminicidios en Caquetá , recuperado el 30 de marzo de 2019
https://www.elespectador.com/noticias/nacional/en-el-ultimo-mes-se-cometieron-tres-feminicidios-en-caqueta-articulo-748373

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