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LURRA: DE LA ALDEA GLOBAL A LA

RESPUESTA SOCIAL COLECTIVA.


Oskar Telletxea, Mikel Buruzabal – Miembros de Lurra.

ALDEA GLOBAL, MESTIZAJE, EUFEMISMOS AL SERVICIO DEL CAPITAL


Algo esta pasando. El mundo camina hacia el control económico y socio-político en manos de unos pocos. Para
poder controlar mejor y someter a los pueblos y comunidades, promulgan una ofensiva polisistémica,
extendiendo sus tentáculos homogeneizadores ha todos los ámbitos humanos. Ya ha comprendido el sistema que
el control no solo político, económico y social, si no el cultural, filosófico, emocional y relacional, le permite
seguir amasando mayores acumulaciones de capital económico, social e ideológico, a pesar del terrible coste
que ello genera, de la absoluta bancarrota ética que comporta. Se trata de destapar la verdadera naturaleza de ese
eufemismo que ellos han venido a llamar aldea global. Debiera llamarse monopolio multinacional. Y la primera
función de esa homogeneización es atacar y neutralizar de facto toda disidencia y oposición al status quo. Los
medios ilimitados del sistema, le procuran la consecución de infinidad de fines. La absorción de fuerzas que le
eran antagónicas es evidente, convirtiendo a estas en herramientas de marketing al servicio de la restauración de
imagen, que el sistema necesitaba. Encontramos claros ejemplos en campos como el ecologismo social de
denuncia, convertido ahora en fundaciones mediambientalistas más preocupadas de obtener la subvención anual
de las instituciones, que en denunciar la absoluta desidia existente en las mismas, en materia medioambiental. Y
así aparecen las multinacionales que colaboran con organizaciones ecologistas, vistiéndose todas ellas de una
corrección política alentadora e inspiradora para una sociedad solidaria y comprometida con todo tipo de causas.
La denuncia de las injusticias sociales y humanitarias se las reparten mano a mano las organizaciones no
gubernamentales a las que Aznar prometió promover y ayudar, y los ejércitos plurinacionales y fuerzas armadas
de elite, de la OTAN, la ONU, etc. La ofensiva es general. Desde el campo comunitario, promocionan una
aplastante colectivización creciente del individualismo. Pretenden también una disolución cultural de las
especificidades y particularidades de cada comunidad, bajo eufemismos peligrosos como el mestizaje mal
entendido y la ya citada anteriormente aldea global. La cultura que tratan de imponer es la del Mc Donalds, la
coca-cola, y los Gugenheim, disolviendo la creatividad y la cultura popular y dejando esta en manos de
iluminados y una elite de creadores y artistas a los que no pretendo descalificar, pero si dejar patente su
colaboración con una manera de entender la cultura exageradamente mercantilista y alejada de sensibilidades
populares y colectivas. Quedan lejanas las experiencias de talleres de creación comunales, y movimientos que se
produjeron en otras épocas en este sentido. Ahora prima el elitismo, la competitividad, y la autoinmolación
egocéntrica ( Chillida y Tindaya) como máximo exponente de una cultura que no es ruptura, sinergia libertadora
ni alegato de imaginación, sino espectáculo - negocio, amansa almas, nuevos púlpitos para promover lo aséptico
y lo políticamente correcto.

LA MACROPOLIS COMO PLATAFORMA DEL PODER

Es ciertamente insultante afirmar que caminamos hacia la aldea global, cuando el objetivo que realmente
persigue el capital, no es otro que desarrollar una megápolis, para descongestionar modelos obsoletos que ya
alcanzaron un gran nivel de saturación asfixiante, palpable en las metrópolis. Estamos refiriéndonos a la unión y
compactación de las grandes urbes y centros neurálgicos entre sí, a trabes de medios de comunicación rápidos,
vías rápidas de tren y automóvil, grandes redes energéticas de explotación capitalista, desarrollista y tecnócrata,
además de otro tipo de actuaciones, de gran afección medioambiental, socioeconómica, geofísica, etc. Así,
podemos observar que no hace falta ser demasiado listos para entender cuales son los objetivos reales de toda
esta estrategia. Disfrazan todas estas operaciones como mejoras sociales, y son en realidad en su conjunto
maniobras privativas para el ciudadano medio, y si la plataforma de lanzamiento de un mayor enriquecimiento
de los poderosos, y una mayor facilidad operativa y especulativa del capital, mayor rapidez de movimiento y de
trafico mercantil para sus propios intereses. A continuación observaremos como ellos se unen, crean mayores
centros de poder, y tratan de dividir a la sociedad, a los colectivos humanos, con fines de mayor control social, y
como estrategia mercantil. Promocionando el individualismo, el ocio-negocio- espectaculo desde casa ( internet,
plataformas de Tv de pago, moviles de uso individual), para crear un mayor numero especifico de
individualidades demandantes de bienes y servicios. Es la vieja lógica de unirse para ser más fuerte y dividir
para vencer, imponiendo su pensamiento único.
SUSTITUCIÓN DE UNA LOGICA POLITICA SINTOMATICA POR OTRA CAUSAL

Es más que evidente, que los estados, sus gobiernos, sus fuerzas fácticas, tratan de domesticar a los
pueblos, sometiéndolos y reprimiéndolos, para aplicar como buenos tecnócratas la receta que los grandes foros
de decisión real vienen exhortando en los últimos años, que no es otra que la del neoliberalismo. Pero los amos
empiezan a ponerse nerviosos. Algunas correas presentan muescas, otras las han encontrado sin la dócil criatura
amaestrada, y cuando la llaman, esta les sale respondona. Es la sociedad civil desobediente. Y esto les asusta y
lógicamente, alguien organizado y no controlado, es un peligro para el amo. De hay la bravata reciente de
Garzón y su terrorífico fantasma: “pretenden crear un estado paralelo”, o lo que sería lo mismo, “ no se dejan
tutelar, no acatan nuestro poder, nuestra supremacía, nuestro pienso compuesto, prefieren ser autosuficientes”.
Debemos ser conscientes de hasta que punto les duele a los amos, los movimientos vascos de desobediencia civil
y organización social. Merece la pena responder a sus atropellos, y autoorganizarse. Frente a todo el nuevo
orden internacional, algo esta pasando y el fantasma del 68 ( esa oportunidad de rebeldía puvertosa de la que
disfrutaron muchos niñitos de papa), ha aparecido de nuevo, solo que no es París, la referencia; si no Seattle,
Praga y de aquí ha algunos cuantos meses, Barcelona . Sin embargo, es este un fenómeno que nace organizado,
coordinado e impulsado por amplios sectores sociales de campos muy diversos, cuyo diagnostico es común
sobre el origen de sus problemáticas. La aldea global de las mercancías y de los poderosos, que pretendían
vender su saqueo interplanetario y sus juegos mercenarios de geopolítica, a golpe de Marketing, se han
encontrado con una respuesta insólita, tremendamente organizada, poderosa, y con capacidad de respuesta a sus
pantagruélicos festivales del merchadising financiero y su neoliberalismo en alza.

No es casual esta respuesta. Algo esta cambiando en las conciencias sociales y políticas que operan a
nivel mundial, en favor de alternativas respetuosas y cooperantes, frente a su único modelo, ya de por sí
obsoleto. Todos comienzan a llegar a un mismo diagnostico, respecto a la ampliación de perspectiva holística en
los problemas que venían enfrentado. Esto es. Los distintos campos de actuación social (ecologismo,
sindicalismo, agricultura, pesca y ganadería, feminismo, naturismo, indigenismo, defensa de las identidades de
los pueblos, anarquismo, antidesarrollismo, etc, etc) venían operando en torno a problemáticas concretas,
contando con muy pocas fuerzas cualitativas y cuantitativas por la dispersión existente en la masa social
operativa, esto es, militancia. Trataban de responder a un campo definido. Y es ahora cuando comienzan a caer
en la cuenta que la lógica política que estaban aplicando era sintomática. Esto es, los problemas
medioambientales y la destrucción de los recursos naturales, se deben combatir, pero un tratamiento sintomático,
sin atender las causas que estan generando esa situación, es estéril. La situación de la mujer, su discriminación
en lo social, tiene que ver también con una sociedad patriarcal que impone también no solo la exclusión de la
mujer de los centros de poder sino que también sustenta un modelo concreto de desarrollo competitivo, agresivo
( es penoso de todas maneras que se distribuyan roles con los que las personas no nos sentimos identificadas,
muchos hombres renegamos de ese modelo de varón que también nos oprime y encasilla). Esto es, que la
problemática que vive la mujer, su opresión y situación en este sistema patriarcal, también esta relacionado con
el uso y abuso que hacia el medio se viene haciendo, y que ambas dos problemáticas están directamente
enlazadas con todo el sistema económico actual. Que tanto la ecología y los sistemas productivos ganaderos que
causan las vacas locas, así como el estrés imperante en las fabricas y la imposición de la fast-food, son solo
síntomas de un sistema general interelaccionado. Un sistema que se aplica con la misma lógica para todos los
campos humanos, y afectan directamente a todas las problemáticas sociales. Todas las problemáticas que se
vienen enfrentando durante años, son síntomas de un cuerpo enfermo, castigado, insalubre. La causa, la
enfermedad, es un cáncer llamado neoliberalismo que se extiende en su metástasis a todo el organismo que
conforma a la sociedad, el mundo laboral, económico, político, social, cultural, ideológico, psicológico, etc .
Estamos a las puertas de que sea sustituida esa lógica política sintomática presente por una lógica política causal
futura. Y ello implica cambios fundamentales en las formas organizativas que venían operando. Y es justo en
este ciclo histórico, en el que las grandes empresas y centros económicos están apostando por unir fuerzas, por
hacerse más fuertes, cuando urge una unión de frentes sociales para promover una respuesta colectiva.
Justamente cuando se han fortalecido las grandes empresas y oligopolios del sistema neoliberal, frente a las
fusiones de los grandes monstruos de la economía; la respuesta social y la disidencia popular, comienza a
comprender la necesidad de dar una respuesta común a un sistema que es la causa de la destrucción del
medioambiente, de los medios de subsistencia y alimentación sana de las poblaciones, de la injusticia social
imperante, de la alienación en masa de la humanidad, de la discriminación sexual y étnica, etc. Frente al
pensamiento único, pensamiento coincidente y mancomunado, vertebrador de una respuesta social
multidisciplinar, operativa; y creadora de dificultades hacia el aislamiento mediático que el poderoso pretende,
para extender ese clamor popular que pretende frenar la sinrazón del neoliberalismo, la destrucción social,
cultural, ecológica y económica de otras maneras de entender y vivir el mundo y la vida. Contra la imposición de
la competitividad, la acumulación, el materialismo, respuesta popular, de una sociedad civil cada vez más
despierta, critica, y fundamentalmente desobediente.

Y si esto esta sucediendo a nivel mundial, en Euskal – Herria diversos colectivos sociales y
movimientos populares, vienen vertebrando desde hace un año, una respuesta conjunta mediante el diagnostico
común, a través del manifiesto Lurra. Esta es una plataforma nueva, que pretende hacer frente a ese enemigo
común, que va a destruir físicamente Euskal-Herria, transformándonos en una macrociudad, un mapa tecnócrata
y saturado en donde desaparecerá toda una cosmovisión y cultura, que provocará serias alteraciones sociales y
cambios impredecibles para todas nosotras. En Lurra se reúnen fuerzas, ilusiones y apuestas renovadoras con un
mismo objetivo: defendamos la tierra para mantener en pie la casa de nuestra madre, LURRA.

En Iruñea, a 9 de Noviembre de 2000

Oskar Telletxea Bergara Mikel Buruzabal Goienetxe

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