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DIAMANTE, CARLA.

D-2229/2.

1. La historia social fecundo a la historia local. Y cual hija, heredo sus métodos,
teorías, problemas y vicios. Ambas historias privilegian el estudio de lo regional-
local, en detrimento de las historias nacionales cuyo objeto de análisis es el Estado.
Desestimar la óptica del Estado codujo a reducir los límites temporales, espaciales y
la escala de observación, para alcanzar una mayor profundización del objeto en un
espacio local, reducido. Por otro lado, tanto la historia local como la historia social,
encontraron problemas para definir su propia periodización y han dependido siempre
de coyunturas políticas o económicas generales. Entre los genes de la historia local
también se desarrolló el vicio por el trato profundo de las fuentes y aflora cual
investigador positivista.

2. La explicación “busca causas, hechos externos, generalizables y posiblemente


objetivos”. En cambio, la comprensión busca “motivos, contextos e intenciones”. En
efecto, el autor identifica a lo general con el nivel de la explicación, y lo local con el
nivel de la comprensión. Entonces, la historia local hace foco en el objeto de estudio
otorgándole sentido a lo general mediante el estudio de lo que acontece localmente
con los sujetos sociales. Y la historia general es el contexto social de referencia de
ese fenómeno local. Le otorga coherencia a la estructura que sostiene lo local. En fin,
la historia local es la historia de la vida y la historia general es la historia de las
estructuras.

3. La historiografía regional, tal como la configuran las fuentes, los métodos y las
teorías, se inclina más hacia el nivel explicativo general que hacia el comprensivo
localizado. Así, sus conclusiones son generalizables, menos detalladas y menos
profundas. La historia cotidiana es una forma de comprender e interpretar la historia
a través de unos hechos, actitudes, ideas y relaciones vividos a través de todos los
movimientos del ritmo humano. La historia local se adentra en la “cotidianidad”, no se
queda en lo general. Se centra en el estudio de las acciones humanas de un determinado
espacio social. Comprende localmente, no explica generalmente

4. Lo local es una categoría flexible porque es artificial. Porque no está dado, sino que
se construye durante el proceso de investigación. Los elementos que ordenan y
definen el espacio son tanto, las percepciones internas como las percepciones
externas. La primera corresponde con la experiencia personal de los sujetos y la
forma en que delimitan su entorno, es decir, con la percepción psicológica. La
segunda corresponde, por un lado, con las fronteras físicas, visibles y universales;
por otro lado, con los límites políticos-administrativos artificiales. Estas tres
fronteras, perspectivas, físicas y administrativas, son las que dan sentido al espacio.
Espacio concreto en el cual se estudian determinados problemas, acciones, conflictos
y experiencias.

5. Los autores desarrollan dos metáforas para ayudar a comprender el método de


análisis de la historia local. La metáfora de la escala entiende la perspectiva micro
con que se abordan los objetos y los sujetos en relación con su contexto. Para ver la
relación de la metáfora con el conocimiento histórico los autores introducen la tarea
de representación de la Geografía y el Arquitectura. Ambas disciplinas representan
algo, la primera un territorio externo y real, en un mapa. La segunda un edificio
proyectado, posible a futuro, en un plano. La historia local representa (narra) algo
que existió, y del que solo quedan vestigios indirectos en las fuentes conservadas. El
plano, el mapa y la escala representan algo. Lo que se representa depende de la
cantidad y el tipo de información que aspiramos a representar, y también de la
perspectiva de observación empleada. Entonces, ante la artificialidad del
conocimiento histórico, la posibilidad de poder conocer el objeto depende de la
decisión epistemológica del investigador.
La segunda es la metáfora de la red. En este caso, la tarea del historiador es
asemejada a la del marinero. En el arte de la pesca, la red que cae en el mar no
puede arrastrar consigo todo lo que existe a su alrededor. A pesar de la densidad de
la misma, algo queda. En efecto, tampoco es posible captar la totalidad de lo
acontecido en el pasado. Entonces, la historia local “digna” se propone “utilizar una
red muy densa para poder capturar todo aquello que la porosidad de la malla no deja
escapar en ese fragmento de mar”. Entonces, la historia local hace micro-análisis al
reducir la escala de observación de los objetos a fin de dar cuenta de la densa red de
relaciones que configuración la acción humana.

6. La historia local desarrollada por eruditos, historiadores “parroquiales” o no


profesionales es anecdótica, descriptiva, pintoresca, acontecimental y localista. Su
visión es general y estructural. Se centra en la interrogación de fuentes. La nueva
historia local (la “digna”), rompe con las jerarquías tradicionales rechazando la
óptica de la historia nacional, e incorporó el estudio de los espacios periféricos.
Trabaja con una escala de observación reducida para poder estudiar, analizar y
comprender densamente. Profundiza, compara, da coherencia, y le agrega sentido
práctico y real a las corrientes generales.

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