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¿Te atreves para ser un nómada del conocimiento?

Empresas y trabajadores nunca antes habían tenido que afrontar un salto


evolutivo como el que ahora abordan. ¿Es nuevo para alguien que el uso de la
tecnología cambió las formas de aprender y trabajar?, ¿Cómo haremos esto en los
próximos años? Son tan sólo un par de preguntas que llegan a nuestras mentes.
Si hay algo claro es que la digitalización y los nuevos modelos de trabajo han
traído un nuevo perfil de profesional, cada vez más atractivo para las empresas:
Los/las  Knowmad (Nómadas del Conocimiento) empiezan a sonar con fuerza
como  uno de los perfiles clave para alcanzar el éxito en empresas que buscan
adaptarse al nuevo entorno, mucho más dinámico y cambiante que el anterior en
donde la sociedad industrial los trabajadores permanecían generalmente en un
lugar físico fijo, para realizar funciones muy concretas, en cambio las actividades
asociadas a los trabajadores de la sociedad de la información y del
conocimiento se han vuelto mucho menos específicas en términos de ubicación y
de las tareas a desempeñar, lo cual se ve favorecido por las tecnologías que
permiten efectuar buena parte del trabajo de manera digital y/o virtual.

Moravec, sociólogo norteamericano fundador de Education Futures LLC y padre


del término knowmad, acrónimo que en castellano vendría a significar "nómada
del conocimiento": profesionales altamente cualificados de la economía del
conocimiento y la creatividad que viven su experiencia laboral saltando de
proyecto en proyecto, generando valor añadido, y viviendo una vida plena y llena
de experiencias laborales enriquecedoras. El concepto se aplica a aquellas
personas sea cual sea su profesión que se adaptan a un entorno laboral
cambiante. Más que a un tipo de empleo, podríamos referirnos a un estilo de vida:
“La knowmad es una persona creativa, imaginativa e innovadora que puede
trabajar con casi cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar”, Moravec,
John W. (2011). En Aprendizaje invisible: hacia una nueva ecología de la
educación. Un generador de ideas, capaz de encontrar sinergias entre proyectos
diversos en el que en este siglo XXI la flexibilidad es el camino, ya que quien
mejor se adapta sobrevive. Algo que saben muy bien los knowmads o nómadas
del conocimiento (know de conocimiento y mad de nómada), el perfil profesional
que mejor encaja en este entorno volátil. En este sentido los knowmads tienen la
capacidad de volver a configurar y contextualizar su espacio de trabajo en
cualquier momento, intercambiando información e ideas con otros profesionales, lo
que genera ideas, productos y servicios muy diferentes a lo que haría cada uno
por su parte.

Esta nueva forma de trabajo es un referente para pensar en la educación, de


manera que los estudiantes de esta sociedad tendrían que poder aprender,
trabajar, jugar y compartir en prácticamente cualquier contexto. Moravec, John W.
(2011). Ser knowmad no tiene nada que ver con la edad, condición laboral o el
momento; es algo que ya se deja ver. Juan F. San Andrés, consultor en
productividad, organización y factor humano, hace un llamamiento a esta realidad:
"Quienes dirigen deberían pedir a todos sus colaboradores sus planes e ideas de
renovación como fuente de innovación y mejora continua, pero cuando no ocurre
uno puede perfectamente asumir esa responsabilidad. Si lo haces quizá logres
una promoción o, al menos, te habrás divertido, te habrás reinventado y, casi
seguro, habrás servido de estímulo a muchos otros compañeros que seguirán el
ejemplo. Trabajar sólo debería ser aburrido en empresas y con jefes sin ideas ni
ambiciones". Éste podría ser un punto de partida interesante para adoptar esta
forma de trabajar que, aunque parezca revolucionaria, hace años que otros la
adoptaron.

La mayoría de los estudios sobre los trabajadores autónomos no realizan


distinción por niveles de cualificación, por lo que la problemática de su situación
profesional queda diluida en el conjunto de la población sujeta a ese régimen
particular. Y sin embargo, el trabajador cualificado freelance se encuentra
sometido a numerosas especificidades que deben ser analizadas en detalle,
máxime si tenemos en cuenta que esta figura profesional está en aumento y
previsiblemente será cada día más habitual. Martin, José Moisés (2016). en
consecuencias diversos estudios desarrollados en diferentes contextos en las
áreas de recursos humanos coinciden sobre la economía del conocimiento; por
ejemplo en la London Business School, señala que la hipercompetitividad, la
flexibilidad y la especialización definirán el mercado laboral de la economía del
conocimiento. El epítome de esta tendencia es la entronización del trabajador
autónomo altamente cualificado, sin relación estable con las firmas con las que
trabaja, asumiendo en carne propia los riesgos que un asalariado comparte con su
empresa, sin más proyección que su propio esfuerzo y sobreviviendo en una
'precariedad exuberante' en la que contratos mercantiles de corta duración
compensan la falta de seguridad en el futuro. Linda Grayton, (2012); La London
School of Economics, ha analizado en numerosas obras el significado de la
fragmentación del trabajo y del capital social fruto de la flexibilización de los modos
de producción, señalando que la flexibilización de las condiciones de producción
afecta a la seguridad psicológica de los trabajadores, a sus relaciones con sus
compañeros y a su propia perspectiva sobre su futuro vital y profesional. De
manera mucho menos crítica, Richard Senneth, (2012), el consultor Richard
Florida supone que la 'clase creativa' (aquellas profesiones relacionadas con
actividades intelectuales y creativas de alta cualificación) supone, para su propio
desarrollo, una fragmentación de los vínculos sociales y una mayor superficialidad
de los mismos, en la medida en que se valora más la diversidad que la
profundidad. De ahí el éxito de las redes sociales.
En cuanto a los procesos de enseñanza y aprendizaje, señala Moravec esta nueva
forma de trabajar es un referente para pensar en la educación, de manera que los
estudiantes de esta sociedad y la del futuro tendrían que poder aprender, trabajar,
jugar y compartir en prácticamente cualquier contexto, para este nuevo profesional
no es si se quiere algo totalmente nuevo, porque propone el resurgimiento del
“aprender haciendo“, requiere que los estudiantes no se preparen para el futuro
realmente, sino que implica ir construyéndolo en la medida que este sucede,
Moravec (2011). El aprendizaje junto a nuestros pares nos hace responsables de
ayudarnos mutuamente para identificar cuáles son nuestros “elementos” en el
camino hacia un desarrollo personal y knowmádico. A través del “aprender
haciendo” se pone énfasis en cómo se aprende y no en los contenidos, tal como
sucede en el aprendizaje invisible. Moravec y Cristóbal Cobo (2011).

¿Y tú, te has sentido identificada con esta filosofía? Si la respuesta es afirmativa,


que buena noticas pues estás de suerte, porque, según los expertos en gestión de
personas y recursos humanos, el futuro es de los Knowmads. Es el momento de
activar el estado de beta permanente y mantener un aprendizaje continuo, de
coger las riendas de nuestro futuro profesional, de ser autogestores, de (y aquí sí
podemos aprender de los knowmads más jóvenes) conectar nuestro propósito
interior con el trabajo que realizamos, para ser felices disfrutando del camino,
ahora. Ese es el verdadero secreto de la adaptación al entorno líquido.

Referencias Bibliográficas:

Cobo Romaní, Cristóbal; Moravec, John W. (2011). Aprendizaje Invisible. Hacia una nueva
ecología de la educación. Colección Transmedia XXI. Laboratorio de Mitjans Interactius /
Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona. Barcelona [1]

MARTÍN CARRETERO JOSÉ MOISÉS, (2016): ‘Knowmads’, o nómadas del conocimiento.

Generación 'knowmad', profesionales del siglo XXI.

 Irene Rodríguez Aseijas, (2017): Knowmads, nómadas del conocimiento y los trabajadores del
futuro

Presentado por:
Emilio Ortiz Mejía
CC. 76045528
Investigador adscrito a FIP

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