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Muchos estudios recientes han reportado que el entrenamiento con sobrecarga puede ser efectivo

para producir ganancias de fuerza en prepúberes... ¿Es aconsejable que un niño o un adolescente
realizen entrenamientos de fuerza ( musculación -pesas)?

Durante décadas el tema del entrenamiento de fuerza en niños y en adolescentes ha sido un


asunto controvertido. Para una gran parte de la comunidad médica y científica, el entrenamiento de
fuerza en estas edades no era recomendable por dos razones: 1º) se creía que su bajo nivel de
andrógenos (testosterona) impediría, teóricamente, el desarrollo de la fuerza 2º) se temía que en
este grupo de población, el entrenamiento de fuerza favorecía la aparición de lesiones musculo
esqueléticas. Sin embargo, en los últimos años numerosas organizaciones científicas y
profesionales como la Asociación Americana de Medicina del Deporte, la Asociación Americana de
Pediatría, la Asociación Americana para el Acondicionamiento Físico y la Fuerza, y el Comité
Olímpico Americano han preconizado los beneficios del entrenamiento de fuerza en jóvenes,
debido a los resultados positivos encontrados en estudios recientes que muestran cómo siguiendo
ciertas pautas de entrenamiento racional, los niños y adolescentes pueden aumentar su fuerza
muscular sin riesgo para la salud.

¿En estas edades el entrenamiento de fuerza también puede ayudar a prevenir diferentes
enfermedades?

Sí. Desde un punto de vista de salud, la práctica de un deporte (incluyendo los deportes de
velocidad/ potencia y fuerza) es una herramienta muy útil para prevenir el consumo de drogas y el
desarrollo de enfermedades como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares y la
osteoporosis . No obstante, hay que insistir en lo que señalan diferentes autores y organizaciones
que advierten que cuando la carga del entrenamiento es "excesiva", se puede producir una
alteración de las hormonas que intervienen simultáneamente en el crecimiento, la maduración y la
respuesta al estrés provocada por el entrenamiento. En este caso, una carga "excesiva" de
entrenamiento podría tener efectos adversos en los procesos fisiológicos anabólicos
comprometidos con las adaptaciones de los tejidos a la actividad física, al crecimiento y a la
maduración. Por ejemplo, resulta sorprendente observar que aquellas chicas que desarrollan
períodos de amenorrea secundaria durante su carrera deportiva son más propensas a desarrollar
osteoporosis y enfermedades cardiovasculares, en comparación con otras deportistas que
mantienen sus ciclos menstruales.

Dos estudios avalan nuestra opinión:

1º ESTUDIO:

(Falk, Bareket. Tenenbaum, G. La Efectividad del Entrenamiento de la Fuerza en los Niños.)

Este estudio parece para refutar las antiguas creencias de la inefectividad del entrenamiento de la
fuerza en los niños.

Un procedimiento de meta-análisis combina los resultados de los estudios empíricos individuales y


estima un efecto estandarizado, llamado efecto de tamaño o dimensión. Este efecto de tamaño
esta basado en los valores alcanzados por los grupos experimental y control antes y después del
entrenamiento, dividido por el desvió estándar de las varianzas de los dos grupos. En una
búsqueda en la literatura se encontraron 28 estudios que describían un programa de entrenamiento
de la fuerza para niños y niñas de menos de 12 o 13 años, respectivamente. Presumiblemente,
estos niños eran prepúberes o habían entrado recientemente en la pubertad. Sin embargo solo 9
de estos estudios proveían los datos necesarios para calcular el efecto del tamaño, por lo tanto
solo 9 estudios pudieron ser incluidos. La mayoría de los estudios mostraron una mejoría en la
fuerza de entre un 13 y 30 %. El efecto del tamaño total promedio fue de 0,57.
Esto significa que luego del entrenamiento, el promedio de los niños en el grupo experimental
estaba un 71,6 % arriba de los niños del grupo control. La efectividad del entrenamiento de la
fuerza puede ser influenciada por factores como la edad, maduración, sexo, así como la
frecuencia, duración e intensidad de los programas de entrenamiento. Los estudios incluidos en
este análisis examinaron participantes de edades variadas y no demostraron una influencia clara
de la edad. La mayoría de los estudios examino solo a niños o a grupos mezclados de niños y
niñas. Por esto, la influencia del sexo en la efectividad del entrenamiento de la fuerza en niños
prepúberes no puede ser determinada todavía. No obstante, en los estudios en los que los niños y
las niñas fueron examinados por separado, no fue encontrada ninguna diferencia en el efecto del
entrenamiento de la fuerza entre sexos. Una frecuencia de entrenamiento de 2 veces por semana
parece ser suficiente para inducir ganancias en la fuerza de los niños. Sin embargo, la duración e
intensidad mínima no están claras.

Algunas cosas que faltaron en los estudios revisados incluyen: 1. la falta de control para medir un
posible efecto de aprendizaje, 2. división de grupos control y experimental no realizada al azar, 3.
ausencia del reporte de la tasa de adherencia, 4. participación en los estudios únicamente de
varones, 5. muy poca información acerca del tipo, volumen e intensidad del entrenamiento. Los
estudios que sean realizados en el futuro deberían tomar en consideración estas
recomendaciones. 2º ESTUDIO: Entrenamiento de la fuerza en la niñez

Opinión de distintos autores:

Mecanismos de la producción de fuerza

Dr. Marcos Becerro J.F. – "El niño y el deporte"

Características de los miofilamentos (lentas , mixtas, rápidas) (Gollnick). Area de sección


transversa del músculo. Proporción de fibras nerviosas presentes en cada unidad contráctil (índice
de inervación) y del control neuro muscular. Longitud del músculo y sistema de palancas
Relaciones entre la longitud del músculo y su capacidad para desarrollar tensión (curvas de
longitud – tensión ) .

Efectos de la carga sobre unidad músculo - articular

+ del 70 % de 1 RM

Hipertrofia por aumento de síntesis de proteínas elásticas ( Pennan ) ( a +70%). Aumento del
colágeno (Goldberg) Aumento de circunferencia y densidad ósea por aposición de sales de calcio.
( Ross ). Aumento de resistencia de tendones, ligamentos ,cartílago. (Ingelmark – Elshom ).
Modificaciones de sustratos y enzimas musculares , con aumento significativo de ATP-PC, creatina
libre ,glucógeno ( Dougall ) y de enzimas implicadas en la función anaeróbica (Gollnick) del 70 %
de 1 RM

Aumento de número y tamaño de mitocondrias, de su función Krebs ,de cantidad enzimas


implicadas , de la capacidad de movilizar y oxidar grasas e hidratos de Carbono , de mioglobina
muscular , hipertrofia selectiva de Fibras 1 A.

CONCLUSIONES
Fuerza en niños y adolescentes
El peso de masa muscular ( magro) y la fuerza aumentan desde el nacimiento hasta los 25 años a
razón de 2.5 kgm.desde los 8.. Método Leard ("7-11").

Hallar peso óptimo para 3 x 7 repeticiones Insistir hasta 3 x 11 con peso anterior. Luego subir el
peso hasta 3 x 7.

3. Adecuar las cargas al niño / adolescente No utilizar %de 1 repetición máxima. 5. Enseñar la
técnica correcta. 6. ¡Entrada en calor suficiente! Variar los ejercicios constantemente. Prof. Carlos
Borzi (Arg. Teniendo en cuenta la importancia que toma día a día la preparación condicional
sistemática , ya sea en beneficio de la salud , del deporte recreativo o hacia el logro de alto
rendimiento deportivo, resulta imprescindible plantear el desarrollo paulatino y adecuado de la
fuerza , la rapidez y la resistencia desde la infancia . En esta etapa el entrenamiento condicional
debe emplear ejercicios que a su vez sirvan para mejorar la coordinación , dada la sensibilidad que
los niños manifiestan para su desarrollo . A continuación se brindan conocimientos teóricos básicos
para entrenar la fuerza en la niñez sobre los que se basan los programas de ejercicios descriptos a
manera de ejemplos. Todo profesor que trabaja con niños que eligen el fútbol como su deporte
favorito deben tener en cuenta los puntos citados a continuación para estructurar una metodología
adecuada :

Características de los niños para entrenar la fuerza:

La estructura muscular mejora en forma natural , lo que favorece el incremento de la fuerza. La


velocidad de contracción crece , haciendo que mejore el rendimiento en fuerza y rapidez Mejoran
las coordinaciones inter e intra muscular Se incorporan unidades motoras a la contracción
muscular La estructura ósea , articular y ligamentosa está en desarrollo , por lo que no conviene
someterla a elevados pesos extras. Disfruta al realizar acciones veloces y explosivas , que
requieren alto nivel de su fuerza.

Objetivos del entrenamiento de la fuerza con niños.

Adaptar el funcionamiento de huesos , ligamentos , cápsulas articulares , tendones y músculos a


diferentes esfuerzos que lo dispongan mejor para aprender y realizar variados movimientos , y lo
ayuden a evitar lesiones. Desarrollar una correcta postura corporal .

Características de la carga a emplear con niños.

Duración total de una sesión de fuerza 20 a 40 minutos Frecuencia semanal : 2 veces como
mínimo por semana Intensidad : Entradas en acción cortas y veloces utilizando el propio cuerpo . A
partir de los 10 años de edad pueden comenzar a utilizar ligeras cargas extras como balones
pesados o bolsas de arena de 1 a 3 kg. Volumen : La duración de cada serie no debe superar los
15" – 20" , ya que después es necesario el metabolismo láctico . Pausas : Las pausas de
recuperación deben ser mayores a un minuto para permitir el restablecimiento de la fosfocreatina
gastada y de la energía del sistema nervioso

Estos valores de la carga representan el método de intervalos con una clara orientación al
desarrollo de la fuerza rápidaLa etapa de la niñez no es apta para el desarrollo de la fuerza máxima
a través de la utilización de elevados pesos extras debido a la endeblez del aparato de sostén , ni
para intentar el incremento de la fuerza resistencia con esfuerzos prolongados , ya que el niño aún
no genera las enzimas glucolíticas que permiten la formación de elevados niveles de ácido láctico .
Elevación de la cargaComo se debe realizar con las otras capacidades condicionales , el aumento
de rendimiento debe buscarse mediante el incremento del volumen de la carga , es decir
agregando unidades de entrenamiento por semana o sumando más series a lo largo de la semana.
Contenidos y formas organizadas a emplear para entrenar la fuerza con niños En esta etapa se
debe apuntar al desarrollo general de la fuerza , teniendo en cuenta que todos los grupos
musculares sean estimulados. A tal fin es oportuno seleccionar ejercicios provenientes de
diferentes deportes que estimulen a las fuerzas de carrera ,salto , lanzamiento , tracción ,freno ,
etc. Resulta beneficioso organizar el entrenamiento en estaciones , distribuyendo a los niños en
pequeños grupos que llevarán adelante los diferentes ejercicios en forma simultánea aprovechando
mejor los elementos disponibles. Las exigencias y dificultades pueden ir incrementándose según el
nivel de cada niño .

Dr. y Prof. E.F. Jorge Cerani (Arg.)

Períodos del entrenamiento de la fuerza

Primer período 0 a 1 año 2 a 7 / 8 años -Estimulación de reflejos


-Desarrollo psicomotriz
-Estabilización del
esquema corporal.
-Adaptación
musculotendinosa.
Segundo período Fase prepuberal (8 a 11 -Inicio del entrenamiento
años) de la fuerza explosiva.
-Preparación para
desarrollar fuerza
resistencia y máxima.
Tercer período Fase puberal y -Presencia hormonal
adolescencia -Acción anabólica
proteica hipertrofia.
-Etapa de mayor
entrenabi- lidad de la
fuerza.

Objetivos del entrenamiento de la fuerza en niños Asegurar y permitir un crecimiento y desarrollo


armónico. Favorecer un desarrollo óptimo para lograr máximos rendimientos posteriores acordes a
la edad y el sexo. A + B = Adaptación del sistema músculo tendinoso al crecimiento longitudinal
óseo y al nuevo esquema corporal. Tienen prioridad:

La musculatura de sostén Tronco- Cadera - Cintura escapular Musculatura "funcional"


Extremidades

Musculatura preparada para tarea de descarga del aparato locomotor pasivo. Resistencia aeróbica
en niños y jóvenes

Mayor capacidad del ciclo de Krebs Mayor actividad de enzimas aeróbicas Mayor densidad relativa
de mitocondrias Mayor concentración de lípidos intracelulares Mayor utilización ácidos grasos
libres como combustible.

Características anaeróbicas en niños


En niños es más baja que en adolescentes La perfomance anaeróbica aumenta con la edad Tienen
capacidad glucolítica menor Tienen concentración de glucógeno menor Tienen menor velocidad de
utilización Tienen actividad limitada de ciertas enzimas Tienen un grado de acidosis soportable
menor

1-APORTACION ENERGETICA POR VIA AEROBICA

Posible a partir de los 8 años Fase sensible durante la pubertad

2- COORDINACION INTRA E INTERMUSCULAR

A partir de los 8-10 años Coordinación intermuscular (fase sensible 11 a 13 años- en forma de
velocidad cíclica)

3-AUMENTO DE LA SECCION TRANSVERSAL

A partir de la pubertad por presencia de hormonas sexuales

Prof. Alfredo Zanatta (Arg.)"Atletismo en la escuela primaria" Entre los 7 y los 11 años el desarrollo
de la fuerza es pequeño.Ejercicios localizados y estáticos producen una rápida fatiga. En la clase
de educ. física se debe limitar su utilización. La fuerza rápida (representa la capacidad del sistema
neuromuscular de superar una resistencia con una gran velocidad de contracción ) es la forma de
aparición de la fuerza que mayor aplicación y efecto encuentra con los niños en esta edad. Su
entrenamiento se realiza con ejercitaciones de salto , con elementos livianos y en aparatos. Entre
los 8 y los 11 años las niñas sufren un vigoroso aumento de la fuerza de salto (aproximadamente
20 % en el ejercicio de salto en largo sin impulso). Los varones aumentan relativamente poco su
fuerza rápida (8-9 %) en esta etapa , pero reciben un vigoroso empujón en su fuerza de salto entre
los 13 y 14 años ( Z. Kuznezowa) Paulatinamente los alumnos deben acostumbrarse a realizar
ejercitaciones estáticas para el desarrollo y mantenimiento de la postura corporal. Entre los 14 y los
15 aparecen zonas de osificación entre los discos epifisarios y en los discos intervertebrales. Antes
de los 16 , un trabajo de fuerza excesivo puede actuar negati-vamente sobre el proceso de
osificación , llevando a un enlentecimiento del crecimiento de la diáfisis del hueso (Kurats Chensko
–Egolinskij) Aparato de apoyo y de movimiento Es aconsejable tener en cuenta las siguientes
particularidades :

Entre los 8 y 9 años , la columna alcanza su mayor movilidad Entre los 9 y 11 años , se completa la
osificación de las falanges de los dedos Entre los 10 y 25 años se completa la osificación de
clavícula , omóplato, brazo y antebrazo. Entre 13 y 17 años en niñas y 15 y 21 años en los varones
, se osifican los dedos de los pies Entre los 14 y los 19 en las niñas y 17 y 21 en varones se
osifican los huesos medios de los pies.

En la hora de educación física estas particularidades del aparato de apoyo deben ser tenidas en
cuenta , como así también en el entrenamiento , ya que fuertes golpes en el aprendizaje de los
saltos , por ejemplo , o las cargas desparejas sobre las piernas pueden producir desviaciones del
hueso de la cadera , originando un crecimiento defectuoso. Las sobrecargas altas sobre las
extremidades , durante la edad de crecimiento , pueden llevar al pie plano . Fuerza rápida La
fuerza rápida crece en forma irregular entre distintas edades y sexos . Se deberá tener en cuenta
que :

Entre los 9 y 10 años (niñas ) se produce un crecimiento vigoroso de la fuerza rápida . Entre los 11
y 15 años (niñas) el crecimiento de Fuerza rápida es insignificante. Entre los 14 y 15 años
(varones) mejora el rendimiento en largo sin impulso. Entre 13 y 14 años la prueba de salto en
largo sin impulso mejora sin entrenamiento especial. El crecimiento posterior es insignificante.
Entre los 13 y 14 años la orientación especial alcanza un alto grado de completamiento (dife-
renciación de la amplitud de movimiento , exactitud de los saltos , etc.) Entre los 13 y 15 años
(niñas) y entre los 15 y los 17 (varones) la fuerza rápida no sigue mejorando significativamente sin
un entrenamiento especial .

Prof. Mariano Giraldes (Arg.) - "Didáctica de una cultura de lo corporal" – 1994 La fuerza en los
niños de 2 a 5 años ¿ Qué es lo que se sabe? Que la proporción muscular en el volumen total del
cuerpo del niño pequeño es más reducida que en los adultos , mostrando proporciones totalmente
diferentes . Además , el peso corporal aumenta unos 10-15 kg. en el transcurso del segundo y
tercer año de vida . El crecimiento muscular , por el contrario , no se realiza tan velozmente , lo
cual tiene como consecuencia una proporción relativamente desfavorable entre la fuerza y la carga
corporal del niño. Si se observa el juego de los niños se verá que carece casi totalmente de
actividades de fuerza . En consecuencia faltan los estímulos de desarrollo correspondientes . La
fuerza en los niños de 5 a 7 años El desarrollo de la fuerza se produce en forma relativamente
lenta en edad escolar inicial. Las diferencias específicas entre varones y mujeres son muy
pequeñas y el poco aumento afecta sobre todo a aquellos grupos musculares que participan
relativamente poco en los juegos y los gestos de la motricidad cotidiana. Así , progresa poco la
fuerza de los brazos , pero el desarrollo de la fuerza en las extremidades inferiores es
considerablemente mayor.

La fuerza en los niños de 10 a 13 años y las niñas de 10 a 12 años Mejoran tanto la fuerza máxima
como la fuerza rápida . El transcurso de las curvas de los valores promedio demuestran un
aumento anual continuo y creciente para los niños en la edad escolar avanzada , con respecto a
los primeros años escolares. Las diferencias sexuales muestran valores apenas más bajos en las
niñas y en algunos casos hasta se constata una tendencia a acercarse a los valores de los varones
. Debido al aumento permanente de la fuerza , mejora la relación peso corporal – fuerza . Esto es
especialmente significativo en el caso de la fuerza de apoyo de brazos , si bien ésta todavía no
alcanza niveles totalmente satisfactorios en ninguno de los dos sexos. Por el contrario , la fuerza
de piernas ( fuerza máxima y fuerza rápida ) , está mucho mejor desarrollada , lo cual se
demuestra en los buenos rendimientos en las carreras de velocidad y en los saltos en largo , en
alto y sobre cajón. La capacidad de rendimiento en las pruebas de fuerza – resistencia no es
satisfactoria , pero con una ejercitación sistemática se pueden lograr resultados extraordinarios
( como lo prueban las experiencias de Knappe , Mohns y Peters , 1968 ) El desarrollo de fuerza
muscular , el peso y el peso muscular en relación a la edad en hombres / muj

Edad Peso corp. Peso muscular Fuerza Dinamómetro


(años) (Kg) musc.
% peso Kg. Tronco ( kg.)
corp. Mano (kg)
8 25.5 27.2 6.95 17.5 35
12 35.0 29.4 9.50 25.2 52
15 45.0 32.6 14.65 36.4 92
18 57.0 44.2 25.20 44.1 125
Adultos 64.0 41.8 26.80 49.3 155

A partir de la doble línea el peso muscular alcanza un 40 % del peso corporal. A partir de ese
momento puede comenzarse un entrenamiento más sistemático . La tabla se refiere a sujetos no
activos deportivamente . El joven deportista alcanza más velozmente esa proporción del 40 % del
peso muscular en relación al peso corporal total . Hasta los 15 años se desarrollará – a través del
entrenamiento- la fuerza veloz . Después de esa edad se pasará a la formación de la fuerza
muscular de base o fuerza lenta . (También llamada fuerza máxima o absoluta ).

Prof. Ariel Tejera

Entrenamiento de la velocidad en la infancia y pubertad


Dr. Marcos Becerro (España) - "El niño y el deporte"
1. Capacidad anaeróbica
2. Prof. Alfredo Zanatta (Arg. ) – "Atletismo en la escuela primaria"
3. Prof. Mariano Giraldes (Arg.) – "Didáctica de una cultura de lo corporal"

La velocidad es una cualidad inherente al sistema neuromuscular del individuo , mediante la cual
una parte de su sistema músculoesquelético , o el conjunto de sus estructuras puede sufrir algún
tipo de desplazamiento más o menos rápido . La rapidez o lentitud con que se realiza dicho
desplazamiento depende , en última instancia , de la velocidad de contracción de los músculos
implicados en el movimiento , la cual a su vez , de halla en íntima dependencia con la celeridad en
la transmisión del impulso nervioso , desde el lugar donde se origina hasta el de su finalización en
la placa motriz terminal , a lo que deberíamos sumar el tiempo empleado en las reacciones
bioquímicas específicas para cada tipo de fibras (lentas ó rápidas) y la facilitación del movimiento
producida por el proceso de relajación de los músculos antagonistas.
Salvo este último apartado , todos los demás poseen una gran dependencia de la herencia y son ,
por tanto ,poco modificables por el entrenamiento . No obstante , la velocidad del movimiento se
puede mejorar , dentro de límites muy estrechos , a través del aprendizaje de los mecanismos que
intervienen en el proceso : contracción protagonista , relajación antagonista , única posibilidad
efectiva de aminorar el tiempo invertido en la realización de una tarea mediante el entrenamiento.
Posiblemente a esto se deba la mejoría observada en los niños entre 5 y 8 años de la velocidad
adquirida tras un entrenamiento consistente en carreras de corta duración repetidas con mucha
frecuencia (Branta). La entrenabilidad de la velocidad en el niño no se diferencia prác-
ticamente de la del adulto y para ambos es mínima .
Capacidad anaeróbica
La capacidad anaeróbica de los niños es discretamente inferior a la de los adolescentes y adultos
(Davies), tanto si se la mide con la prueba de Wingate como con la de Margaria , aunque algunos
de los resultados publicados pueden ser puestos en duda por la forma de realizarse la
comparación entre los distintos grupos de edad . Pero en lo que todos los autores se hallan de
acuerdo es en que el rendimiento del trabajo anaeróbico disminuye un 30% en el niño de 8 años
respecto al de 11 (Eriksson y col.).
La explicación de este hecho podrías estar relacionada con los niveles alcanzados en sangre por el
lactato tras la realización de un esfuerzo de corta duración y gran intensidad , que como se sabe
son notablemente más bajos en el niño , debido a la menor actividad desarrollada por las enzimas
glucolíticas , entre las que se encuentra fosfofructoquinasa (Eriksson y col. ) , aunque Cumming ha
observado en 1980 cifras de lactato en los niños similares a la de los adultos , cuando su
motivación es idéntica a la de éstos. Sin embargo , Ilmarinen y su grupo no han encontrado nunca
en los niños finlandeses participantes en los campeonatos del mundo de esquí a campo traviesa
valores superiores a los 7,52 m/mol/l , tras recorrer 15 km. y de 8,99 m/mol/l en las niñas , a los 5
km. de carrera .
De todas formas , lo que sí parece evidenciarse claramente es que en este tipo de competición
niños y niñas corren con valores superiores al umbral anaeróbico y utilizando frecuencias cardíacas
muy elevadas , como señalan Gaisl y Buchberger .
No está claro si las cifras más altas de lactato halladas en los niños se deben a una mayor
capacidad anaeróbica o a una potencia muscular más acusada , aunque antes de la pubertad el
desarrollo muscular es similar en ambos sexos.
En cuanto a la entrenabilidad de capacidad anaeróbica en épocas previas a la maduración , salvo
rarísimas excepciones , no existen publicaciones orientadas al esclarecimiento de este problema ,
dado que la gran mayoría de los autores consideran contraindicado el ejercicio anaeróbico en los
niños . A pesar de ello , Potts , Rodhes y Mosher , en un estudio llevado a cabo en jugadores
infantiles prepúberes de hockey sobre hielo encuentran mejorías sustanciales de la capacidad
anaeróbicas consecutivas al entrenamiento intenso.
Los mismos autores , en otro trabajo , insisten sobre la capacidad del organismo prepúber para
asimilar el entrenamiento anaeróbico , aunque señalan cuidadosamente que en este grupo de
deportistas la edad biológica superaba en 6.8 meses a la cronológica , y es sabido como en los
años cercanos a la pubertad , 6.8 meses pueden ser suficientes para haberse producido la
maduración ( Rhodes , Mosher y Potts ) . Este grupo de investigadores , en un trabajo posterior ,
demuestran que los niños en los que existía un estado de maduración más avanzado tenían mayor
capacidad aeróbica y anaeróbica , las cuales mejoraban notablemente con el entrenamiento .
También señalan la gran correlación (0.70) existente entre la edad esquelética y las capacidades
aeróbica y anaeróbica . Si estos resultados se confirmasen habría que ir pensando en abandonar
la idea de que antes de la pubertad no es conveniente practicar actividades anaeróbicas .
Prof. Alfredo Zanatta (Arg. ) – "Atletismo en la escuela primaria"
El mejoramiento de la velocidad depende básicamente de la elevación de la movilidad funcional
(movimiento a nivel orgánico) y excitabilidad del aparato muscular , como así también del
desarrollo de otras cualidades físicas . En ésta la capacidad de ejecutar movimientos rápidos se
encuentra poco desarrollada . La velocidad media aumenta aproximadamente a los 10 años . La
forma de entrenamiento adecuada para el desarrollo de la velocidad son las carreras hasta 30
metros (en esta distancia no se genera prácticamente ácido láctico) .
Entre los 10 y 12 años mejora la velocidad de contracción muscular , alcanzando alrededor de los
12 años un alto nivel de frecuencia de movimiento . En esta edad las distancias a recorrer se
extienden de 30 a 60-80 metros.
Ejercitaciones para mejorar la velocidad de reacción :
Estimulación de la reacción a través de los sentidos auditivo , visual y táctil
 Juego : blanco y negro , cara o seca , 1 y 2
 Carrera de los números
 Carreras con cambios de direcciones
 En espacio limitado , tratar de tocar al compañero
 Carrera colocados a un metro de diferencia
 Colocados en una misma línea , salir corriendo cuando la pelota pasa por delante de cada
uno (partida alta y en cuclillas )
 Sentados de espalda al profesor : cuando la pelota pica se dan vuelta y salen corriendo
 Idem decúbito dorsal y ventral
 Acostado decúbito ventral el profesor lanza la pelota , cuando recibe , salen corriendo
 Sentado cabeza abajo , es tocado por el compañero cuando el profesor recibe
 Sentados de espaldas al profesor con piernas separadas , a una señal se dan vuelta y
corren
 De espaldas al profesor , a la orden realizan rol atrás y salen corriendo
 Idem rol adelante
 Acostados , elevar piernas a 90 ° y a una orden salir corriendo
 Cuadrupedia y tripedia , variantes
 Todos los juegos de relevos con y sin elementos en distancias cortas

 
Prof. Mariano Giraldes (Arg.) – "Didáctica de una cultura de lo corporal"
El niño de cinco a siete años
Se ha comprobado un rápido desarrollo de la velocidad de reacción , de la frecuencia en los
movimientos y de la potencia en tanto la carga a vencer no sea elevada.
Por el contrario la resistencia anaeróbica y la fuerza máxima aumentan considerablemente menos.
En cuanto a las capacidades coordinativas , se advierte una incrementada posibilidad rítmica , un
mejor acoplamiento de los movimientos y un progreso en la posibilidad de anticipación motriz . Eso
posibilita los inicios en los aprendizajes de los gestos deportivos básicos que ha dado lugar a
tantas exageraciones.
El niño de siete a diez años
Se desarrolla muy rápidamente . Desde los 7 años y hasta los 10 años , los progresos son anuales
para luego ir estancándose . Lo más destacado es :
a. El aumento considerable de la velocidad de reacción
b. Los progresos en el desarrollo de la frecuencia de movimientos

De acuerdo con Maskosjan , Wasjutina , 1965 y Bauersfeld , 1983 , las cualidades funcionales del
sistema nervioso , del cual depende preponderantemente la velocidad , posibilita que aparezcan
diferencias individuales en el rendimiento pero no diferencias específicamente sexuales : las niñas
se equiparan , por lo general , con los varones en las pruebas de velocidad pura.
¿Cómo corren los niños de esta edad?
Al comienzo de la etapa escolar se presentan grandes diferencias individuales , desde el punto de
vista cualitativo. En las carreras lentas muestran , por lo general ,una buena coordinación . El
movimiento se advierte armónico , suelto , relajado. Pero si se solicitan carreras lo más veloces
posibles , comienzan las grandes diferencias individuales . Algunos chicos muestran una
conducción sorprendentemente potente y eficaz y otros corren contracturados , pesados , sin
fuerza y con mala utilización del movimiento de los brazos .
En lo referido al ángulo de paso , la elevación del muslo , la amplitud de movimiento en el trabajo
de los brazos y el rendimiento medible , se pudo comprobar una leve ventaja de los varones sobre
las niñas (Winter , 1964 y Crasselt , 1976 ,1982) .
Hacia el tercer año escolar se pueden constatar progresos considerables y las niñas recuperan las
desventajas del primer año.
Varones de 10 a 13 años y niñas de 10 a 12 años
Los tiempos de latencia y de reacción se siguen acortando rápidamente hasta alcanzar , a fines de
la edad escolar avanzada , casi los mismos valores que los adultos (Markosjan , Wasjutina ,1965)
La velocidad de movimientos aislados , con un componente reducido de fuerza , también aumenta
rápida y constantemente mientras que en el caso de resistencias elevadas aún se comprue-ban
cuotas de aumento reducidas (Farfel 1983 ). El desarrollo esquematizado del nivel general de las
capacidades coordinativas es demostrado esencialmente por los resultados de diversas
investigaciones . El 75% del aumento total de la destreza o de distintas cualidades coord. Se
alcanza entre los 9-10 años en las niñas y entre los 12-13 en los varones . Frecuencia de paso
(promedio):
a. A los 9-10 se alcanza la máxima frecuencia de toda la vida : Varón 4.44/seg , Mujer 4.0/seg
b. Alrededor de los 15-16 la frecuencia de paso disminuye y se estabiliza . En los varones es
de 4.0 /seg . y en las mujeres 3.6 /seg .

 
 
 
 
Prof. Ariel Tejera
INTRODUCCIÓN

En el proceso evolutivo los músculos de los niños muestran diferencias de tipo morfológico,
histológico y bioquímica en relación con los adultos. En el presente articulo, profundizaremos en el
estudio de la fuerza, pero dentro del ámbito escolar incluyendo aspectos relacionados con el
desarrollo muscular en los niños y adolescentes. Nos encontramos ante un tema de gran
importancia e interés ya que desde hace tiempo existe una controversia, entre no solo los
especialistas y profesionales de la actividad física y el deporte, sino también entre fisiólogos,
médicos e investigadores, en relación con el entrenamiento de la fuerza y los factores que inciden
de forma directa sobre su aplicación y desarrollo.

Todos los autores parecen estar de acuerdo sobre cuando se deben empezar a trabajar las
demás cualidades físicas básicas con los niños (resistencia, flexibilidad y velocidad), pero cuando
hablamos de la fuerza aparecen diferentes posiciones.

Entre las razones de aquellos que rechazan el entrenamiento de la fuerza encontramos las
siguientes:

- hay diferencias estructurales en la musculatura de los niños


- ausencia de determinadas hormonas metabólicas
- excesivo estrés para un organismo que está todavía por construir
Y por los partidarios apuntan:
- se pueden prevenir futuras lesiones articulares, ligamentosas y tendinosas
- Aumento de la densidad mineral ósea que puede prevenir al joven de osteoporosis en su
madurez, además de un aumento considerable de la fuerza. (Carrasco y Torres, 2000).

CONCEPTOS Y MECANISMOS DE LA FUERZA

La podemos definir como la capacidad física que nos permite ejercer tensión contra una
resistencia externa, esta forma de vencer la resistencia puede dar lugar a:

 Fuerza estática-isométrica
 Fuerza dinámica: isotónica

Todas las actividades deportivas requieren ciertos niveles de fuerza y esto se logra gracias
al aparato locomotor activo (músculos) y al sistema de dirección (S.N central) que envía las
órdenes para la contracción.

Por tanto vemos que en la fuerza actúan a la vez varios mecanismos, que resultan muy
importantes en nuestro estudio y que pasamos a exponer a continuación.

Mecanismos de la fuerza

La fuerza se puede entrenar a través de tres mecanismos:

Mecanismo estructural:

Esta ligado a la hipertrofia. Se puede considerar la base de todo, es el primero que hay que
entrenar: 13 años en adelante para niñas y 14 años en niños. en los jóvenes no aumenta mucho la
hipertrofia por influencias hormonales.

Las cargas entre el 50% y 80% del máximo. Hipertrofia significa un aumento del área
transversal del músculo debido a:
- aumento del numero de miofibrillas
- aumento del tamaño de las miofibrillas

* factores que afectan la hipertrofia:


-intensidad y duración del programa
-respuesta individual
-condición física previa

Mecanismo nervioso:

Podemos hablar de tres formas:

1.Reclutamiento de unidades motoras: la diferencia entre una persona entrenada y otra no


entrenada es la cantidad de unidades motoras que ponen en marcha. Esto se trabaja con cargas
del 0% al 80%. Con cualquier carga se consigue aumentar el numero de motoneuronas. Una vez
que tengo a todas las motoneuronas tengo que hacer que trabajen todas a la vez y eso es la
sincronización.

2.La sincronización: cargas del 85% al 100% y por último

3.La coordinación intramuscular: entre los músculos agonistas y antagonistas que sería el
aprendizaje de la técnica.

Por tanto la HIPERTROFIA se trabaja con muchas repeticiones y poca carga,


aproximadamente el 60-70% de la máxima contracción voluntaria.

Y la COORDINACIÓN INTRAMUSCULAR con menor numero de repeticiones y mayor


carga, aproximadamente el 80-90% de la máxima contracción voluntaria.

3- Mecanismo elástico, aquí se tendrá en cuenta:

* componente elástico en paralelo (fascina; el tejido conectivo: epimisio, perimisio, endomisio) que
es el elemento pasivo. A mayor componente elástico en paralelo mayor fuerza total.

*componente elástico en serie (puentes de actina-miosina.

FACTORES QUE AFECTAN A LA FUERZA

La fuerza es una cualidad a la que le afectan numerosos factores y es importante


analizarlos y estudiarlos. Podemos distinguir entre factores fisiológicos que afectan a la fuerza y
factores mecánicos.

- Factores fisiológicos

1-Tamaño muscular (sección transversal de músculo). Hay que diferenciar:

 la fuerza absoluta: que es la fuerza total que podemos realizar con un grupo de musculos
contra una resistencia y

 la fuerza relativa que es la f. Absoluta/ kg. De peso del sujeto. El tamaño muscular guarda una
relación directa con la fuerza absoluta . a > tamaño muscular>f. absoluta

2-Tamaño corporal, hay tambien una correlación positiva con la fuerza absoluta :
a > tamaño corporal>mayor fuerza absoluta. Y a <talla <peso >fuerza relativa.
En función del deporte se valorará los poarametros a mejorar.
 en lanzamientos se necesita una buena fuerza absoluta
 en los saltos se necesita una buena fuerza relativa
 en los deportes de equipo donde hay lanzamientos, desplazamientos, golpeos, serán
importantes ambas fuerzas.
 Cuando hay un objeto externo desplazándose es importante la fuerza absoluta

3-Edad y sexo

En mujeres y hombres desentrenados el máximo de fuerza absoluta se sitúa entre 23 y 27


años.

Cuando comparamos la f.max. absoluta en piernas vemos que la mujer tiene un 75%
menos que el hombre.

En cuanto ala fuerza relativa las diferencias se aminoran porque es la cantidad más que la
calidad lo que marca las diferencias. Los hombres tienen mayor masa magra. Al compara el tejido
muscular en piernas no hay diferencia.

Los niveles de testosterona en hombres son mayores y esto repercute en la biosíntesis del
tejido magro, lo cual hace que el hombre tenga un porcentaje mayor de este tejido.

La máxima fuerza relativa en los hombres aparece en los primeros años de la veintena y
en la mujer en la pubertad.

La máxima fuerza absoluta se consigue a la misma edad 23-27 años.

Sexualmente el hombre está más favorecido o es más apto para desarrollar la fuerza a
más velocidad debido a un mecanismo neurológico.

- Factores mecánicos

1- La longitud: es un factor que influye ala hora de establecer el numero óptimo de puentes
cruzados entre áctina y miosina. Ni la máxima contracción ni la mínima elongación son los
más eficientes. La longitud óptima estará en el medio.

2- Ángulo de tracción: como el músculo está integrado por un sistema de palancas según el
ángulo que se trabaja se conseguirá mayor o menor fuerza.

BASES FISIOLÓGICAS DEL ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA Y SU APLICACIÓN EN NIÑOS

En el proceso evolutivo los músculos de los niños muestran diferencias de tipo morfológico,
histológico y bioquímico en relación con los adultos. Como consecuencia de ello. La velocidad de
contracción muscular de los niños es más baja que en los adultos(Asai y aoki, 1996; Carrasco y
torres 2000. Además según Cerani(1990) el sistema óseo del niño es más elástico que el del adulto
a causa de una menor calcificación, aunque por el contrario, es menos resistente a la presión y a la
flexión.

Factores hormonales y nerviosos:

Los detractores del entrenamiento de la fuerza apuntan que los niños son incapaces de
aumentar la fuerza debido a la falta de hormonas androgénicas en su organismo. No es
desafortunado ya que hasta la pubertad la liberación de testosterona es poco importante, pero el
desarrollo de la ganancia de fuerza no solo depende de este tipo de hormonas, que son
responsables del crecimiento e hipertrofia muscular. pero como hemos señalado anteriormente el
aumento de la fuerza puede deberse a un incremento de los niveles de activación neuromuscular y
a cambios de carácter intrínseco en las características contráctiles del músculo(Blimkey, 1993;
Kanesia y col., 1994-1996.

Veamos algunos experimentos llevados cabo por Ozmun (1996):

Se administró un entrenamiento de fuerza con pesas de 8 semanas de duración y se


comprobaron aumentos de los niveles de fuerza, acompañados de aumentos en la amplitud de los
registros EMG en niños.

En otro trabajo posterior, y tras la aplicación de un entrenamiento de fuerza de 8 semanas


de duración consiguió aumentar los niveles de fuerza y de registro de EMGen músculos del braza
de 16 niños sin aumentos de la circunferencia de dicha extremidad (Ozmun, Mikesky y
Surburg1994.

Estos resultados vienen a corroborar la implicación neuromuscular en los aumentos de


fuerza.

CARACTERÍSTICAS DEL PERIODO EVOLUTIVO EN LA EDAD ESCOLAR Y EJERCICIOS MÁS


ADECUADOS. FASES SENSIBLES

En cada etapa evolutiva será conveniente realizar un tipo de ejercicio para desarrollar la
musculatura, y en definitiva la fuerza, acorde con el grado de maduración y crecimiento de la
persona. Cuándo comenzar con el entrenamiento de fuerza es una cuestión que ha preocupado a
muchos autores. Para dar respuesta a esto es necesario hablar de fases sensibles: son los
periodos de la vida en los que el organismo se observa una especial sensibilidad, así como una
rápida y abundante reacción ante ciertos estímulos de entrenamiento (Martín 1997. Veamos esto
por etapas:

El entrenamiento de la fuerza debe comenzar a planificarse a partir de los 7 años--- -


entre los 7-8 años parece evidente la existencia de una fase sensible, en los que los estímulos de
fuerza rápida y fuerza resistencia pueden tener un importante efecto positivo en el niño(Borzi,
1986; Nadori, 1997; Hanh, 1998; Cerani, 1990), basándose fundamentalmente en ejercicios y
movimientos naturales como:

 Empujar
 correr
 traccionar
 trepar ect.

Que aumentan la capacidad funcional de los grupos musculares extensores para así
facilitar la correcta postura y la actitud corporal. Estas edades son muy delicadas, ya que los tejidos
conjuntivos (tendones, ligamentos y cápsulas articulares) y las estructuras óseo-articulares son
muy plásticas y débiles porque todavía no han no están formadas. Esto nos indica que hay que
evitar aplicar grandes cargas debido a:
 peligro de malformación
 perdida de capacidad elástica y
 riesgo de lesión

Hasta los 13 años: la fuerza no tiene un gran desarrollo, ni hay grandes diferencias entre
chicos y chicas. El aumento de fuerza en esta fase se debe a la coordinación intramuscular y al
crecimiento fisiológico(aumento del tamaño corporal. Por otra parte la fuerza máxima no sería un
estímulo adecuado en la fase prepuberal(9-12 años)(Martín 1997) ya que como dijimos
anteriormente, los aumentos que se pueden observar en la fuerza serían debidos al desarrollo de
procesos nervioso de la fuerza.

¿Qué ejercicios?
1- Ejercicios en forma de juegos que contemplen el empleo de pequeñas sobrecarga como:
juegos de fuerza y lucha y circuitos con estaciones.

2- Carga - propio peso corporal. Se considera ideal el trabajo de multilanzamientos y multisaltos y


el método interválico que deberá tener las siguientes características:
- duración del estímulo entre 10-15”
- intensidad alta
- volumen de estímulo 30-15”
- densidad del estímulo baja (pausas largas más de 1’30”)
- frecuencia semanal: 2-3 sesiones

El aumento de la carga hasta los 13-14 años debe darse a través del aumento del volumen,
también puede aumentar la densidad del estímulo que vienen dado por el aumento del propio peso
corporal.

Entre los 14 y 16 años: se observa un fuerte aumento de la fuerza debido a:


 aumento de la masa muscular
 aumento de la velocidad de contracción de las fibras musculares
 mejora de la coordinación intramuscular.
 Posibilidad de mover un mayor numero de motoneuronas en el músculo.

En esta fase es cuando empieza a observarse grandes diferencias a favor del chico. Junto
a factores de tipo cultural que llevan al varón que llevan al varón a un trabajo más dirigido a la
fuerza. También hay que tener en cuenta otros factores como son las diferencias de naturaleza
estructural y bioquímica, originadas por los cambios hormonales. Como datos de estas diferencias
podemos ver:

 Los hombres tienen un 33% más de fuerza en el tren superior y un 7% en el


tren inferior.
 Otra diferencia es que el periodo de mayor aumento de fuerza precede a las
mujeres (11-13 años) y los hombres (14-17)

¿Qué ejercicios?

Es conveniente emplear pequeñas cargas como:


- transportes
- arrastres
- tracciones etc.

Conviene seguir el entrenamiento interválico y la elevación de las cargas debe darse


igualmente en base a un incremento del volumen y no de intensidad porque el organismo no está
preparado para soportar grandes intensidades.

Durante la adolescencia se va completando al osificación y calcificación de esqueleto que


llega a su término a los 17-20 años. Paralelamente al producirse una gran hipertrofia es cuando
hay un mayor desarrollo de la fuerza.

A partir de los 17 y 19 años puede empezarse con las pesas.

A continuación vamos a estudiar detenidamente el tipo de tareas que vamos a utilizar para el
desarrollo de la fuerza.

En resumen podemos decir que el desarrollo de la fuerza debe centrarse en:


- desarrollo corporal integral, con especial interés a la musculatura de la espalda
- usar ejercicios globales y dinámicos
- desarrollo prioritario de la fuerza resistencia evitando la HIP muscular exagerada.

BIBLIOGRAFÍA

- Astrand, R. (1985)“Bases fisiológicas del ejercicio físico”. Ed: panamericana. 2ª edición.


- Carrasco Paéz,L y Torres Luque ,G. (2000). “El entrenamiento de la fuerza en niños”. Rev: Apunts
:educación física y deportes.(Vol 61-pp 64 a 71.)
- Fox, E.L. (1988)”Fisiología del deporte”.Ed: Panamericana. Buenos Aires.
- Guyton (1989) “Tratado de fisiología médica”. 7ª edición. Ed: Mc Graw- Hill
- Hegedus, J. “Estudio de las capacidades físicas básicas: la fuerza”.http://www.efdeportes.com.
(2000)
- McArdle, W.D. (1990) ”Fisiología del ejercicio: energía, nutrición y rendimiento”. Ed: alianza
deporte.
- Pieron, M. (1988) “didáctica de las actividades físicas y deprtivas”. Ed: Gymnos. Madrid

TEMA 17
 
DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS EN LA EDAD ESCOLAR.
FACTORES ENTRENABLES Y NO ENTRENABLES.
LA ADAPTACIÓN AL ESFUERZO FÍSICO EN LOS NIÑOS Y EN LAS NIÑAS.
 
 
 
El desarrollo de las capacidades físicas básicas en la edad escolar.
 
-Desarrollo de la resistencia.
-Desarrollo de la fuerza.
-Desarrollo de la velocidad.
-Desarrollo de la flexibilidad.
 
 
 
Factores entrenables y no entrenables.
 
-Resistencia.
-Fuerza.
-Velocidad.
-Flexibilidad.
 
 
 
Adaptación al esfuerzo físico en los niños y en las niñas.
 
-Teorías que explican la adaptación.
-Ley del umbral.
-Teoría del Stress o adaptación.
 
-Aspectos a tener en cuenta respecto a la adaptación al esfuerzo físico en los niños y en las
niñas de primaria.

 
 
EL DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES FÍSICAS BÁSICAS EN LA EDAD ESCOLAR.
 
Edad preescolar (4-6 años): Se deben fomentar los componentes gestuales y lúdicos mediante
ejercicios que no requieran un exceso de concentración. Trabajo de juegos libres y gestos globales.
 
Edad escolar precoz (7-9 años): Gran importancia al ritmo y a las formas jugadas. Se potenciará
la condición física mediante el trabajo de habilidades físicas básicas: desplazamientos, saltos, giros,
lanzamientos, recepciones, etc.
 
Edad escolar tardía (11-13 años): Es la etapa culminante del desarrollo motor. Se comenzará el
trabajo de tareas motrices específicas, desarrollando sobre todo la movilidad y la flexibilidad, así
como el aprendizaje de las técnicas específicas de diferentes modalidades deportivas.
 
Edad Pre-puberal (de 12-15 años): Es una etapa de retroceso en el aprendizaje de tareas
motrices debido a los cambios morfológicos. Por ello es propicia para el trabajo de las cualidades
físicas y para la estabilización y profundización en técnicas concretas.
 
DESARROLLO DE LA RESISTENCIA: El entrenamiento de la resistencia, cuando es realizado de
una manera adecuada, provoca en el organismo una serie de respuestas que conducen a las
siguientes mejoras:
 
-Disminución de la frecuencia cardíaca en reposo.
-Retorno de las pulsaciones a la situación normal muy rápidamente.
-Aumento del volumen de las cavidades cardíacas.
-Transporte de mayor porcentaje de oxígeno en la sangre.
-Captación de mayor cantidad de oxígeno por los músculos.
-Retardo de la producción de la concentración de ácido láctico cuando se realizan ejercicios
de mayor intensidad.
 
Entrenamiento de la resistencia: El entrenamiento de la resistencia, en general, requiere la
realización reiterativa de tareas y ejercicios, lo que plantea dificultades, haciendo la clase demasiado
monótona y poco motivante para los alumnos. El profesor puede recurrir a diferentes estrategias para
motivar a los alumnos, como motivarlos para superarse a sí mismos, con juegos variados... Cualquier
esfuerzo realizado de forma prolongada conlleva un desarrollo de la resistencia; sin embargo, el
método mas usual es la carrera. Los tipos de entrenamiento utilizados con frecuencia en el
desarrollo de la resistencia son: (DESARROLLAR.)
Carrera: Carrera continua, Farlek y entrenamiento total.
Entrenamiento Fraccionado: Interval training y Circuit training.
 
El entrenamiento de la resistencia en la edad escolar: Encaminado a la mejora de la
resistencia aeróbica, ya que el niño se adapta mejor a esfuerzos leves y prolongados que a los de
alta intensidad. Un método de gran utilidad en la escuela es el entrenamiento en circuito. La finalidad
de la Educación Física escolar no es sólo la mejora de la condición física de los alumnos, sino que
sus objetivos van dirigidos al niño en su integridad. Las sesiones no deben ir encaminadas a metas
concretas en cuanto al desarrollo específico de capacidades físicas.
 
DESARROLLO DE LA FUERZA: Es necesario que las cargas no sean muy pesadas, con el fin de
permitir una mayor velocidad en la ejecución y un mayor número de repeticiones, mejorar la red de
capilares musculares y favorecer el aporte sanguíneo del tejido muscular. Hay que tratar de utilizar
los más variados métodos de manera que se cumpla el principio base de toda progresión en el
entrenamiento: la supercompensación.
 
Los distintos tipos de entrenamiento de la fuerza son:
-La preparación general.
-La preparación dirigida o ejercicios de aplicación y la preparación específica o ejercicios de
asimilación.
 
Y los sistemas para entrenarla son:
-Cargas máximas.
-Cargas submáximas o body building.
-Entrenamiento aeróbico de la fuerza o fuerza-resistencia.
-Sistema isométrico.
-Pliometría o contramovimiento.
-Sistema isocinético.
-Electroestimulación.
 
En el entrenamiento de la fuerza es preciso tener en cuenta una serie de normas referidas a la
correcta utilización de las cargas sobre todo en la columna vertebral y al progresivo aumento de
éstas.
 
Entrenamiento de la fuerza: La elección de las cargas a utilizar depende de los fines
perseguidos y del método que se aplique. El trabajo de fuerza debe tener como meta el desarrollo
multilateral armónico de todas las masas musculares (preparación general). El número de ejercicios
dependerá de los fines propuestos y del método a utilizar. El número de repeticiones irá en relación
con la intensidad del ejercicio: A más intensidad menos repeticiones. En general el trabajo con
cargas, el número de series no debe sobrepasar el 60% ó 70% de aquel número de series que el
deportista podría ejecutar en un entrenamiento. La duración de pausas entre series dependerá
fundamentalmente de la finalidad buscada. La duración de la pausa también dependerá de la carga
desplazada.
 
Desarrollo de la fuerza en la edad escolar: El trabajo sistemático de la fuerza a través de
ejercicios especiales no es recomendable antes de los 16-17 años, edad en que el esqueleto
adquiere su plena formación. Los incrementos de la fuerza y velocidad anteriores a esta edad son
debidos a una mejora de las coordinaciones, aspecto éste en el que deberemos fundamentar nuestro
trabajo. Es aconsejable un trabajo dinámico: la fuerza debe desarrollarse intrínsecamente con la
capacidad motriz, unos ejercicios que proporcionen estimulaciones variadas y pausas de
recuperacion, utilizadas entre los ejercicios en forma irregular; partir de cargas leves que irán
aumentando progresivamente.
 
DESARROLLO DE LA VELOCIDAD: La velocidad es entendida como la capacidad que permite el
desplazamiento entre dos puntos en el mínimo tiempo. Depende de los sistemas muscular (fibras
blancas) y nervioso. La velocidad de reacción es el tiempo que se tarda en reaccionar ante un
estímulo. La velocidad de movimiento está relacionada con el hecho de recorrer una distancia en el
menor tiempo posible.
 
Entrenamiento de la velocidad en la edad escolar: De los métodos mas utilizados en el
entrenamiento de la velocidad destacamos dos de ellos para llevar a cabo con nuestros alumnos:
-Método de repeticiones.
-Método variado.

El abuso en el entrenamiento de la velocidad puede provocar consecuencias indeseables. En la


infancia se debe incidir primordialmene en los aspectos de coordinación neuromuscular.
 
DESARROLLO DE LA FLEXIBILIDAD: La flexibilidad es la capacidad de movimiento disponible
en una articulación. Algunos autores hablan de flexibilidad estática y flexibilidad dinámica. La
flexibilidad es la facultad fisiológica de lograr con facilidad y soltura la máxima amplitud de
movimientos que permiten las articulaciones, pudiendo recuperar sin demora la posición inicial, sin
que por ello se deteriore la estabilidad funcional de la articulación activada, ni la eficacia muscular. La
flexibilidad tiene dos extremos; la laxitud y la rigidez. Un exceso de la misma puede provocar
dificultades. Hasta los 10-11 años el deterioro de la flexibilidad es mínima y es a partir de la pubertad
hasta los 20-30 años cuando se acusa el mayor detrimento en consonancia con el aumento de la
capacidad muscular.
 
Entrenamiento de la flexibilidad en la edad escolar: Para el entrenamiento de la flexibilidad se
deben realizar ejercicios en los que las articulaciones realicen todos los movimientos posibles,
procurando siempre hacer un calentamiento previo. Según Hurton, la flexibilidad se puede desarrollar
mediante ejercicios estáticos, llevando la articulación al máximo recorrido con la ayuda de fuerzas
externas; o por ejercicios dinámicos en los que interviene la propia acción muscular. Flexibilidad debe
trabajarse de forma analítica, aunque es conveniente alternar con formas globales. Los ejercicios
deben durar aproximadamente entre 10 y 20 segundos, que no supongan dolor, solo estiramientos.
 
Factores que inciden en la intensidad en los ejercicios de flexibilidad:
A) Mecánico-funcionales: como las superficies articulares, los medios de unión y la situación de
las palancas.
B) Factores de aplicación: como tipos de movimiento, (pasivos o activos) y técnicas de movimiento
(presiones, tracciones, rebotes...).
 
El desarrollo de la flexibilidad se puede llevar a cabo mediante ejercicios estáticos y dinámicos.
Una técnica muy citada en la actualidad es el Streching.
 
 
FACTORES ENTRENABLES Y NO ENTRENABLES.
 
La Educación Física tiene unas posibilidades inmensas, puesto que puede hacer que unas
capacidades innatas se desarrollen y puede mejorar otras capacidades que el sujeto no posea o las
tenga disminuidas. Una mala alimentación, enfermedades y un trabajo físico inadecuado o en contra
del desarrollo evolutivo, pueden incidir negativamente en el futuro del niño, por ejemplo en su
crecimiento. Los aspectos entrenables en la escuela deben ser aquellos que, por deficiencias,
pueden o deben ser desarrollados. Desde el punto de vista de las capacidades físicas básicas, la
resistencia y la flexibilidad en estas edades escolares deben ser desarrolladas y trabajadas. Son
aspectos entrenables. En cuanto a la adecuación del entrenamiento de la actividad física en el
período escolar es fundamental considerar que los procesos metabólicos tienen en la infancia la
peculiaridad de poseer un marcado carácter constructivo, es decir, tienen como finalidad la
generación de tejidos nuevos. Hay que tener en cuenta los períodos críticos de crecimiento en los
que un exceso de entrenamiento puede entorpecer el crecimiento normal del niño-a.
 
RESISTENCIA: Los niños tienen menos posibilidades de llevar a cabo ejercicios próximos al
agotamiento. Los niños ponen en juego el sistema energético anaeróbico de una manera más rápida
que los adultos. Durante la edad escolar se debe trabajar principalmente la resistencia aeróbica para
que se adquiera el nivel máximo de esta capacidad, de manera que a los 15-18 años esta capacidad
llegue a su máximo desarrollo. La resistencia no implica solamente soportar un determinado volumen
de carga durante un tiempo, sino también la capacidad de rápida recuperación. El trabajo de
resistencia es fundamental en la edad escolar, por sus repercusiones a nivel de salud y su carácter
moderado. Los circuitos y las formas jugadas ofrecen grandes posibilidades para el desarrollo de la
resistencia aeróbica. Como norma general, no son aconsejables los ejercicios de elevada intensidad.
 
FUERZA: En el entrenamiento de la fuerza en la edad escolar, lo primordial es el desarrollo de la
coordinación intermuscular para, posteriormente, poder trabajar en el momento correcto la
coordinación intramuscular. La ejercitación de la fuerza debe enfocarse según formas motrices
elementales y movimientos naturales como corres, saltar, trepar, etc. Se deben llevar a cabo
ejercicios globales y bien equilibrados sin centrarse en factores cuantitativos de aumento del
rendimiento o aumento de la masa muscular.
 
VELOCIDAD: Esta capacidad debe ser desarrollada fundamentalmente en edades
correspondientes a la secundaria obligatoria, puesto que a las edades que pertenecen a la primaria,
el niño-a no ha alcanzado aún la madurez biológica adecuada o eficaz para poder trabajarla. No
obstante, se produce una participación de la velocidad en numerosos ejercicios de habilidad motriz.
 
FLEXIBILIDAD: Aunque un exceso no es aconsejable en ninguna circunstancia, es recomendable
poseer un nivel suficiente como componente de una adecuada aptitud física. La realización más
aconsejable para nuestros alumnos-as, debe basarse en ejercicios estáticos, sin rebotes y con un
estiramiento lento de los músculos.
 
Podemos afirmar que los aspectos más aconsejables para trabajar en Primaria son, la resistencia
aeróbica y la flexibilidad, junto con algunos elementos de fuera. Lo fundamental es la construcción de
las bases de la actividad motriz, sobre todo coordinación, agilidad, equilibrio, etc.

LA ADAPTACIÓN AL ESFUERZO FÍSICO EN LOS NIÑOS Y EN LAS NIÑAS.


 
Adaptación es la "especial capacidad de los seres vivos para mantener un equilibrio constante de
sus funciones ante la exigencia de los estímulos que constantemente inciden en ellas, gracias a la
modificación funcional que se produce en cada uno de sus órganos y sistemas."
 
TEORÍAS QUE EXPLICAN LA ADAPTACIÓN:
 
-Ley de Schultz-Arnold o ley del Umbral: Partiendo del principio de que cada deportista tiene un
umbral, hay que considerar que los estímulos que por su naturaleza débil están por debajo del
umbral, no excitan suficientemente las funciones orgánicas, y , por lo tanto, no entrenan. En
estímulos muy fuertes que sobrepasan el umbral pero no el máximo de tolerancia, también pueden
producirse fenómenos de adaptación, siempre y cuando no se repitan con demasiada frecuencia, en
cuyo caso lo que provocarían es un estado de sobreentrenamiento.
 
-Ley del "Stress" o Síndrome General de Adaptación: Es la respuesta adaptativa del organismo a
toda causa que pone en peligro u equilibrio biológico. Sus fases son: Fase de alarma, y fase de
resistencia en la que se puede dar adaptación o agotamiento. En caso favorable se producirá el
fenómeno llamado supercompensación.
 
ASPECTOS A TENER EN CUENTA RESPECTO A LA ADAPTACIÓN AL ESFUERZO FÍSICO
EN LOS NIÑOS-AS DE PRIMARIA:
 
-Normas de aplicación del entrenamiento: Tan importante es el trabajo como el descanso. Hay
que ser oportunos al aplicar los esfuerzos. El desgaste y la supercompensación posterior son
proporcionales al estímulo.
 
La actividad física de los niños, sobre todo hasta los 8 años, se caracteriza por su alta intensidad,
ejercitada en cortos períodos de tiempo, actividades que se pueden prolongar a lo largo de varias
horas; esto puede inducirnos a pensar que la actividad es más anaeróbica que aeróbica. El método
más idóneo en edades tempranas consiste en llevar a cabo esfuerzos de baja/media intensidad que
en conjunto proporcionan progresos adecuados. Ciertas actividades pueden ser emprendida antes
por las niñas que por los niños. El ejercicio físico en los niños debe abarcar los diferentes ámbitos del
desarrollo y favorecer los aspectos cognitivos, afectivos, emocionales y sociales.

Entrenamiento de Resistencia en los Niños - Entrenamiento Cardio Respiratorio en la


infancia

Thomas W. Rowland.
Departamento de Pediatría, Centro Médico Baystate Springfield, U.S.A.

RESUMEN

Durante mucho tiempo se pensó que los niños tenían una menor capacidad de responder al
entrenamiento de resistencia con incrementos en el máximo consumo de oxígeno, en comparación
con las personas adultas. Sin embargo, los estudios que examinaron el entrenamiento de los niños
tenían, en general, fallas metodológicas que limitan la certeza de dichas conclusiones acerca de
las diferencias entre los adultos y los niños. La mayoría de los estudios con niños en los cuales se
utilizó una adecuada intensidad, tipo y duración de entrenamiento han demostrado los mismos
cambios cualitativos que se hubieran esperado en sujetos adultos. La información científica sugiere
que los niños podrían necesitar una mayor intensidad de ejercicio que los adultos para activar las
adaptaciones cardiovasculares al entrenamiento. Otros datos formulan interrogantes acerca de las
diferencias en las influencias autónomas sobre el corazón y la función miocárdica en los niños, que
podrían estar relacionadas con respuestas al entrenamiento en relación a la edad.

Palabras Clave: entrenamiento, capacidad aeróbica.

La capacidad de responder en forma positiva a un "stress" provocado tiene su origen en el mismo


poder de supervivencia de la máquina biológica del ser humano.

Cannon, en su clásico tratado "La Sabiduría del Cuerpo", en 1932, expresaba lo siguiente:

"La lucha por la existencia ha sido en gran parte una lucha de los nervios y los músculos. Los
organismos en los cuales las adaptaciones eran más rápidas y más perfectas, tenían ventajas
sobre otros en los que estos ajustes eran más lentos. Las perfecciones funcionales tenían valor de
supervivencia, y nosotros podíamos considerar los elaborados ajustes para movilizar las fuerzas
corporales…como las consecuencias naturales de una selección natural. (p.11)".

En la sociedad contemporánea, por supuesto, el desarrollo de la performance deportiva y la salud


como resultado del entrenamiento físico han reemplazado, en gran medida, a la sola supervivencia
como punto final para las respuestas al "stress" físico reiterado. Al menos en las personas adultas,
estas adaptaciones son altamente predecibles (por ejemplo, el engrosamiento óseo directamente
relacionado al "stress" con pesas), así como notablemente específicas (el entrenamiento de
resistencia de los músculos en un determinado rango de movimiento mejorará la fuerza,
fundamentalmente en dicho rango) (Fleck y Kraemer, 1987). También está claro que las
adaptaciones tienen límites. Los niveles controlados de "stress" físico mejorará la función del
organismo; el "stress" que excede los límites normales es contraproducente, y puede activar la
ruptura de la integridad anatómica y de la función fisiológica.

En los adultos, el entrenamiento físico en actividades de resistencia como carrera de fondo,


natación y ciclismo, produce una serie bien definida de cambios anatómicos, fisiológicos, y
metabólicos, denominados en conjunto como el "efecto ‘fitness’" (McArdle y cols., 1981). Si bien
estas respuestas son predecibles, la explicación de las mismas sigue, en gran medida, siendo un
tema oscuro. Se conoce poco acerca de los mecanismos que producen las alteraciones a partir del
entrenamiento de resistencia, y si bien estas adaptaciones están asociadas con mejorías en la
performance deportiva, no se ha llegado a explicar bien los mecanismos por los cuales se logran
estos efectos – si en verdad hay una relación causal.

Un adulto previamente sedentario sometido a un programa regular de ejercicios de resistencia


("endurance") mostrará alteraciones de la función cardiovascular, efecto común a todos los
Estudiantes de Fisiología del Ejercicio en su primer año de estudio. Con el ejercicio máximo, se
aumenta (generalmente de un 5 a un 20%) el máximo consumo de oxígeno (potencia aeróbica
máxima, VO2máx.), lo que refleja tanto un mayor volumen minuto cardíaco, así como un mayor
intercambio de O2 y CO2 a nivel arteriovenoso. Las mejorías en el volumen minuto máximo se
producen exclusivamente por un mayor volumen sistólico, con poco cambio en la frecuencia
cardíaca máxima. Con niveles submáximos de ejercicio, el consumo de oxígeno y el volumen
minuto, por lo general, no cambian luego del entrenamiento, pero a una determinada intensidad de
trabajo, la frecuencia cardíaca disminuye y el volumen sistólico aumenta (Rowell, 1986).

Estas respuestas son reguladas por ciertas variables claves. El aumento de la potencia aeróbica a
partir del entrenamiento "endurance" depende de una adecuada intensidad, duración, y frecuencia
del ejercicio (actividad continúa de los grandes grupos musculares, tres a cinco sesiones
semanales durante 20 a 60 minutos, a una intensidad que eleve la frecuencia cardíaca entre 60 y
90% de su máximo) (Colegio Americano de Medicina del Deporte, 1990). Existe una correlación
negativa entre los niveles iniciales de capacidad aeróbica y el grado de aumento del VO 2máx con el
entrenamiento. Los adultos mayores podrían mostrar una menor respuesta cardiovascular al
entrenamiento que los adultos más jóvenes.

Durante mucho tiempo inquietó saber a los Fisiólogos del Ejercicio si los niños prepúberes tenían
capacidad de aumentar el máximo consumo de oxígeno, a partir del entrenamiento aeróbico, como
las personas adultas. Una cierta cantidad de estudios realizados hace tiempo y revisados por Bar-
Or (1989), sugirieron que antes de la edad de la pubertad hay muy poco o ningún cambio en el
VO2máx de los niños durante el entrenamiento físico. Katch (1983) sugirió que las respuestas
hormonales que podían ser críticas para alterar la capacidad cardiovascular por el entrenamiento
podrían ser "adormecidas" antes de la pubertad. Otros investigadores han propuesto que los
elevados niveles innatos de actividad física diaria, desarrollada por los niños, crean un estado
completo de entrenamiento, de manera que el hecho de realizar más ejercicio podría no mostrar un
mayor incremento en la función cardiovascular (Hamilton y Andrew, 1976). Por cualquiera de estos
mecanismos, es de esperar que la capacidad de entrenamiento mejore durante el período de la
pubertad. Sin embargo, otros estudios han demostrado mejorías típicas en la potencia máxima de
oxígeno en niños luego del entrenamiento (Rowland, 1985), dejando incierta la resolución del
interrogante.

Es considerablemente importante para los Profesores de Educación Física, entrenadores, y


Fisiólogos del Ejercicio, saber si los niños son en verdad "aeróbicamente entrenables". El rol del
ejercicio en la rehabilitación de los niños con enfermedades cardíacas y pulmonares se fortalecería
si pudieran documentarse los aumentos de la potencia aeróbica ante el entrenamiento de estos
sujetos.

Los deportistas adultos monitorean los cambios en la función aeróbica para orientar su
entrenamiento; los deportistas prepúberes de elite necesitan un asesoramiento similar para poder
establecer programas seguros de entrenamiento. La utilización de la potencia aeróbica máxima
como índice de los cambios en la capacidad física necesita ser esclarecida con el fin de evaluar y
mejorar la misma en la población pediátrica. Finalmente, es sorprendente que los cambios
fisiológicos normales en respuesta al ejercicio durante el período de crecimiento se parezcan tanto
a los cambios del "efecto ‘fitness’" en respuesta al entrenamiento (Rowland, 1990). El hecho de
comprender estos cambios podría brindar una perspectiva de los mecanismos que mejoran o
perjudican la capacidad fisiológica en todas las edades.

La capacidad de entrenamiento aeróbico de los niños fue evaluada examinando: (a) la relación
entre niveles de actividad física habitual y la máxima potencia aeróbica; (b) el perfil fisiológico de
atletas prepúberes altamente entrenados en resistencia, en comparación con sus compañeros no
deportistas; y (c) los efectos de los programas de entrenamiento sobre la función aeróbica en la
población pediátrica.

Si los elevados niveles innatos de actividad de los niños fueran los responsables de elevar al
máximo la función aeróbica, sería de esperar una estrecha relación entre el VO 2máx y la actividad
diaria. Pero aún si existiera tal asociación, sería difícil concluir que la actividad desarrolló la
capacidad, ya que lo opuesto – los niños más altamente entrenados serían más activos – también
podría ser verdad. De cualquier manera, la asociación entre capacidad física y actividad diaria
durante la infancia no parece ser elevada. En solo cuatro de siete trabajos en la literatura se
observó una asociación o correlación positiva (Rowland, 1990). La evaluación de este tema fue
desacreditada por la ausencia de medios confiables para registrar la actividad diaria.

Otro argumento en contra de la actividad diaria como estímulo para incrementar la capacidad
aeróbica de los niños, es la observación que los niveles normales de actividad de los mismos no
elevan la frecuencia cardíaca durante un período sostenido de tiempo, a niveles que se supone
estimulan un aumento del VO2máx , al menos en los adultos (Gilliam y cols., 1981). Por lo tanto,
basados en estos datos, los niveles normales de actividad en la mayoría de los niños,
probablemente, no sirven para elevar al máximo la función aeróbica.

Los estudios con niños deportistas de élite (corredores, nadadores, y ciclistas) demuestran que los
atletas prepúberes de resistencia tienen una función aeróbica superior, en comparación con los no
deportistas. Por ejemplo, en corredores de fondo varones prepúberes se observan valores
normales de VO2máx,, de 60 a 65ml.kg-1min-1 en los no deportistas (Mayers y Gutin, 1979). Sin
embargo, es imposible decir a partir de esta información, si la mayor capacidad aeróbica del niño
deportista es resultado del entrenamiento o de la predisposición genética. Hasta el momento, no
existe ninguna información que ayude a develar estas dos posibilidades.

Se ha notado que los deportistas adultos de élite, entrenados en resistencia, normalmente poseen
un mayor VO2máx, (70 a 80ml.kg-1min-1), en comparación con sus pares sedentarios de la misma
edad, que los niños deportistas con respecto a sus pares sedentarios respectivos. Si bien esto
podría indicar que los adultos tienen mayor capacidad de entrenamiento que los niños, también
podría simplemente reflejar un mayor período de participación deportiva del atleta adulto.

La manera más directa de examinar la capacidad de entrenamiento aeróbico de los niños podría
ser llevando a cabo un programa bien diseñado de ejercicios con una adecuada duración (al
menos 12 semanas) y frecuencia (más de 3 sesiones semanales). El ejercicio debe ser aeróbico
(carrera continua, natación, ciclismo, salto a la soga, juegos de piso, etc.), y realizado a una
intensidad suficiente para generar una frecuencia cardíaca de al menos 160 a 170lat/min
(controlada por buenos testeadores de frecuencia cardíaca a través del pulso, o por telemetría). El
estudio debería incluir un gran número, tanto de varones como de mujeres, comprendiendo un
amplio espectro de capacidades físicas de inicio, y debería ser mínimo el número de participantes
que abandonen el programa. También, en el estudio, se debería incluir a un grupo cuidadosamente
seleccionado de sujetos control, similares en la capacidad física de inicio. Antes y después del
programa de entrenamiento se debería determinar el máximo consumo de oxígeno (VO 2máx)
utilizando un protocolo de evaluación que imite a la actividad desarrollada (por ej., sobre cinta
ergométrica para un programa de pedestrismo o caminata), y se debe delinear con claridad la
definición de VO2máx en la evaluación.

Desafortunadamente, aún no se ha llevado a cabo ningún estudio con estas características. Desde
1986, se han conducido al menos 31 estudios sobre el tema de la "entrenabilidad" aeróbica de los
niños, con una gran variedad de tipos de ejercicio, duración, e intensidad. Muchos de ellos
contaron con poca cantidad de sujetos, controles inapropiados o ausentes, e inadecuada
documentación de la intensidad de ejercicio. Y debido a que el grado de desarrollo de la máxima
potencia aeróbica a partir del entrenamiento valió entre estos estudios, no existe una clara
respuesta acerca de la capacidad aeróbica de los niños o de los ingredientes esenciales para
producir estos cambios.

Varios autores han revisado estos estudios e intentado elaborar conclusiones basados en ciertas
calificaciones de los diseños de los programas. Rowland (1985) revisó en forma selectiva aquellos
trabajos con niños en los cuales la frecuencia, duración, intensidad, y forma de ejercicio parecían
ser adecuadas para mejorar la capacidad aeróbica en las personas adultas. De ocho de estos
estudios, seis demostraron un aumento en el VO2máx luego del entrenamiento, con un rango del 7
al 26%. Conociendo las fallas metodológicas anteriormente mencionadas, este trabajo de revisión
sugirió que: (a) la capacidad aeróbica en los niños puede ser incrementada a través de programas
de ejercicios de endurance apropiadamente diseñados; y (b) los criterios para la intensidad de los
programas, duración, y frecuencia necesarios para mejorar la potencia aeróbica, se aplican de
igual modo para niños y adultos.

Pate y Ward (1990) llevaron a cabo un análisis similar de los estudios de entrenamiento en niños
enfocando en reportes en los cuales: (a) se incluyera un grupo control similar al grupo de estudio;
(b) el protocolo de entrenamiento fuera fácilmente interpretado en relación a la frecuencia,
duración, e intensidad de ejercicio; (c) se incluyeran mediciones fisiológicas; (d) se realizaran
análisis estadísticos; y (e) los resultados fueran publicados en una revista científica. De los 12
estudios que conformaron este criterio, 8 presentaron un aumento en el VO 2máx entre 1.3 y 20.5%
(media= 10%); valor consistente con el limite inferior de valores reportados en los programas de
entrenamiento para adultos.

Otros científicos que revisaron los estudios de entrenamiento en la población pediátrica arribaron a
conclusiones similares (Sady, 1986; Vaccaro y Mahon, 1987); por lo tanto, la mayoría de estos
datos indican que los niños prepúberes muestran adaptaciones positivas al entrenamiento
aeróbico, pero estas respuestas podrían ser cuantitativamente menores que en los adultos. Sin
embargo, como Sady (1986) enfatizó, "no se pueden elaborar conclusiones definitivas con respecto
a los efectos cardiorrespiratorios del entrenamiento físico en los niños, ya que se han llevado a
cabo pocos estudios bien controlados que incluyeran variables cardiorrespiratorias importantes"
(p.510).

Hubo dos estudios que no presentaron diferencias en el desarrollo de la capacidad aeróbica


cuando sujetos pre y post-púberes participaron en el mismo programa de ejercicios. Eisenman y
Golding (1975) reportaron un incremento en el VO2máx de 17.6 a 16.1% en niñas de 12 a 13 años
de edad y mujeres de 18 a 21, respectivamente, luego de 14 semanas de pedestrismo y de
gimnasia con "steps" , tres veces por semana. Savage y cols. (1986) describieron iguales mejorías
del 3 al 8% en el VO2máx, tanto en niños prepúberes como en hombres, con un programa de 10
semanas de pedestrismo/caminata.

Es interesante notar que los estudios longitudinales en niños atletas durante el entrenamiento, por
lo general, no han demostrado mejorías en el VO2máx relativo al peso (Daniel y Oldridge, 1971).
Esto concuerda con observaciones en los adultos que el grado de desarrollo de la capacidad
aeróbica con el entrenamiento de "endurance" está inversamente relacionado con los niveles de
capacidad física antes del entrenamiento.

Virtualmente no se posee información sobre la respuesta de los componentes del sistema de


transporte de oxígeno al entrenamiento en los niños. En varios de los estudios de entrenamiento
con la población pediátrica se ha observado una disminución en la frecuencia cardíaca submáxima.
Ericsson (1972) observó un aumento del 20% en el volumen sistólico pico de un grupo de niños
prepúberes, luego de 4 meses de ejercicio aeróbico regular.

Para resumir, los estudios que examinan la capacidad de entrenamiento aeróbico en los niños son
imperfectos, pero sus resultados sugieren que los sujetos prepúberes se adaptan en forma
predecible al ejercicio aeróbico con mejorías en el VO2máx . Algunos datos sugieren que este
desarrollo de la capacidad aeróbica es cuantitativamente menor que el observado en adultos
jóvenes. Estudios diseñados y controlados en forma más cuidadosa deberían brindar una mejor
respuesta a la pregunta de la "entrenabilidad" de los niños, y métodos no invasivos de medición
mas desarrollados de la función cardiovascular, tales como la ecocardiografía o la bioimpedancia,
podrían brindar una perspectiva de los mecanismos responsables de las respuestas al
entrenamiento de acuerdo a la edad.
Si es verdad que los niños están cuantitativamente limitados en sus respuestas cardiovasculares al
entrenamiento aeróbico, cuáles podrían ser los mecanismos responsables? Algunos datos
sugieren que los niños podrían requerir una mayor intensidad de ejercicio para desarrollar las
adaptaciones cardiovasculares, en comparación con los adultos. Otros datos reportan diferencias
en la función autónoma y en la función miocárdica durante el ejercicio, en niños y adultos, que
podrían estar relacionadas a las respuestas al ejercicio.

De todos los factores necesarios para producir mejorías en la función aeróbica con el
entrenamiento, en adultos, la intensidad del ejercicio es uno de los más importantes. La frecuencia
cardíaca, la variable tradicional para marcar la intensidad, debe estar entre el 60 y el 90% de la
máxima frecuencia cardíaca máxima teórica, o entre el 50 y el 85% de la reserva de frecuencia
cardíaca (diferencia entre la frecuencia máxima y el reposo, más la frecuencia en reposo). No se
sabe si para los niños, estos umbrales son los adecuados. Massicotte y McNab (1974) observaron
que era necesaria una frecuencia cardíaca de 170 a 180 latidos/minuto para aumentar el VO 2máx
en niños de 11 a 13 años, durante un programa de entrenamiento en ciclismo de 6 semanas.

Las claves para pensar que los niños podrían requerir mayores frecuencias cardíacas que los
adultos para mejorar la capacidad aeróbica provienen de la consideración de las diferencias
relacionadas con la edad en relación al umbral aeróbico (UA). El UA representa el comienzo de un
aumento acelerado de lactato sanguíneo durante un test de ejercicio progresivo, y podría señalar el
punto, a partir del cual el aporte de ejercicio resulta inadecuado para el músculo activo. Por lo
tanto, se ha utilizado a la intensidad de ejercicio a nivel del UA, como un marcador de lo que es
necesario para mejorar la potencia aeróbica.

Las investigaciones con niños demuestran que el UA en sujetos prepúberes (medido en forma no
invasiva, por linearidad en las curvas de la ventilación y del consumo de oxígeno, durante una
evaluación progresiva) se produce a una frecuencia cardíaca de aproximadamente 165 a 170
latidos/minuto (Rowland y Green, 1989; Washington y cols., 1988). Esto equivale al 85% de la
frecuencia cardíaca máxima o al 75% de la reserva de frecuencia cardíaca, en el elevado rango de
valores determinados a partir de fórmulas, utilizadas en los estudios con adultos previamente
mencionados. Esto sugiere que los estudios en los cuales los niños no pudieron mejorar la
potencia aeróbica, ya sea en forma cuantitativa o cualitativa, en comparación con los adultos,
podrían no haber trabajado con la suficiente intensidad de esfuerzo.

Los activadores y mecanismos fisiológicos para las adaptaciones aeróbicas al entrenamiento en las
personas adultas no se conocen completamente. El máximo consumo de oxígeno se mejora a
través de la combinación de un mayor volumen sistólico y extracción periférica de oxígeno,
mientras que las respuestas submáximas involucran una disminución del tono simpático y un
aumento de la actividad parasimpático (Rowell, 1986). En ambas adaptaciones, existe la evidencia
que los niños difieren de los adultos, pero aún se especula acerca de cómo podrían traducirse
estas diferencias en respuestas más leves con el entrenamiento aeróbico.

La capacidad de los niños de aumentar el volumen sistólico con ejercicio agudo parece estar
disminuida en comparación con la de los adultos. A cualquier nivel de consumo absoluto de
oxígeno, los adultos poseen un mayor volumen sistólico que los niños (Godfrey, 1974), y el
cociente entre el volumen sistólico máximo y en reposo es menor en sujetos prepúberes (Rowland
y cols., 1988). Aún es incierto el rol de las diferencias relacionadas con la edad en la pre-cardíaca y
la influencia de las hormonas en la pubertad (testosterona) como limitante de la performance
miocárdica durante el ejercicio (Rowland, 1990). Un factor determinante más probable de la
depresión de la respuesta del volumen sistólico al ejercicio, es el menor estímulo simpático
cardíaco en los niños prepúberes. Durante el test en cinta ergométrica, los niveles máximos de
norepinefrina (como un indicador de la actividad nerviosa simpática) en los niños, podría ser hasta
un 30% menor que en los adultos (Berg y Keul, 1988).
Nuevamente, es problemático como estas diferencias relacionadas con la edad en la función
simpática podrían reflejarse en variaciones en la respuesta al entrenamiento aeróbico – si tales
variaciones realmente ocurren. Los niños responden de manera diferente que los adultos a las
series agudas de ejercicio, y aún no está claro si estas características de los sujetos prepúberes
están reflejadas en diferencias en las adaptaciones cardiovasculares al "stress" reiterado de
ejercicio. El gran cúmulo de información científica sugiere que los niños son aeróbicamente
"entrenables" , a pesar de que la intensidad del ejercicio, necesariamente, debería ser mayor en los
sujetos más jóvenes. Cualquier disminución en la capacidad para mejorar la función cardiovascular
con el entrenamiento podría estar asociada con una menor función miocárdica con el ejercicio, en
comparación con las personas adultas. Por otro lado, este hecho podría estar relacionado con
menores niveles de actividad cardíaca simpática en los niños prepúberes.

REFERENCIAS

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Para citar este artículo: Rowland, Thomas W. Entrenamiento del Sistema Cardiorrespiratorio
Durante la Infancia. PubliCE Standard. 07/11/2005. Pid: 541.

La flexibilidad en las distintas edades de la vida

Mario Di Santo1.

1
Instituto del Profesorado en Educación Física. Córdoba, Argentina.

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Tal como pudo apreciarse a través de la lectura de artículos anteriores, múltiples son los factores que
condicionan el abordaje metodológico de la flexibilidad como capacidad motora. Entre ellos, uno de los de
mayor relevancia es el referido al período o etapa de la vida en que se encuentra la persona.

Cada etapa de la vida presenta rasgos distintivos que justifican la implementación de principios didácticos
particulares y adaptados. Lógicamente, formas de trabajo, métodos, técnicas y ejercicios para el desarrollo de
la flexibilidad habrán de presentar matices diferenciales en función de la edad biológica (y también
psicológica) de cada individuo.

La capacidad para soportar cargas de entrenamiento por parte de los distintos tejidos del organismo varía a lo
largo de los años. Músculos, cartílagos articulares, cápsulas articulares, ligamentos, tendones, fascias, etc., no
son susceptibles de ser deformados con idéntica intensidad en cualquier edad de la vida. Existen etapas en las
cuales la fragilidad de estos tejidos es considerable y, consecuentemente, las precauciones deben extremarse.

Tampoco las respuestas y adaptaciones al entrenamiento de la flexibilidad son indiscriminadas a lo largo de la


vida de una persona. Existen, en este sentido, períodos en los que la entrenabilidad de esta capacidad es
óptima y su desaprovechamiento, por lo general frecuente, constituye un grave descuido. A esta etapa se la
suele denominar como PERÍODO CRÍTICO o FASE SENSIBLE del desarrollo de la flexibilidad. Cada
capacidad motora tiene el suyo. Así, según Alter (1991):

"Un período crítico es el período de tiempo que sigue a la edad en que uno llega a ser capaz de
desempeñar una actividad determinada de manera efectiva. También puede ser definido como el período
de tiempo en la vida de un individuo en que es más probable que se produzcan cambios a velocidades
rápidas u óptimas".

A lo cual agrega (Alter, 1991, Pág. 79):

"Es cierto que la flexibilidad puede ser desarrollada a cualquier edad mediante un entrenamiento
adecuado. No obstante, la velocidad de progreso no será la misma en toda edad, ni tampoco el potencial de
mejoramiento".

Varios autores coinciden al afirmar que la etapa de mayor entrenabilidad o fase sensible de la flexibilidad está
comprendida entre los 9 y 14 años de edad. Ello no quiere decir que, una vez superada esta etapa, ya no exista
la posibilidad de mejora de recorrido angular en los distintos núcleos articulares del cuerpo humano. Lo que
concretamente se quiere significar es que, más que en ninguna otra edad de la vida, entre los 9 y los 14 años la
aplicación de los distintos métodos y técnicas aportan os mejores resultados. Sin embargo, para obtener estos
réditos tan deseados (y difíciles de conseguir en otra edad) deben extremarse las precauciones. El abordaje
metodológico debe respaldarse en un firme fundamento científico puesto que, así como este período es el más
oportuno para mejorar, también es el más propicio para lesionar.

El propósito de esta parte del estudio consiste en promover, sobre la base del análisis de los matices propios
de cada etapa evolutiva, la cristalización de toda una serie de consignas metodológicas específicas que
orienten al profesor en su objetivo de fomentar el desarrollo de la amplitud de movimiento en sus alumnos
según sus respectivas edades.

Puesto que las premisas técnicas para el entrenamiento de la flexibilidad en el adulto (deportista y no
deportista) son tratadas extensamente en otros artículos publicados, aquí solamente serán analizadas las
siguientes etapas de la vida:
Puede el lector no estar de acuerdo ni con la denominación ni con la asignación de años de cada etapa. De
hecho, el autor tampoco cree que sea la única posibilidad alternativa válida. Simplemente, es un criterio que
facilita la caracterización de los cambios sufridos por los distintos tejidos que soportan principalmente la
carga de entrenamiento de la flexibilidad. Por consiguiente, tales etapas poseen también consignas
metodológicas particulares y específicas.

Finalmente, y antes de dar paso al análisis de cada etapa, vale aclarar que a los efectos de agilizar el desarrollo
del tema, solamente se tratarán los aspectos de las mismas que guarden estrecha relación con la flexibilidad.

Primera infancia (0, 1, 2, y 3 años)

El estado y el desarrollo de la flexibilidad en niños tan pequeños presenta rasgos muy contradictorios (Meinel,
1978). A la gran capacidad de flexión de las grandes articulaciones del cuerpo se opone una muy reducida
amplitud de extensión en la mayoría de los núcleos de movimiento.

Los tejidos implicados si bien son laxos y ofrecen escasa resistencia a la deformación son, al mismo tiempo,
extremadamente frágiles. Así, las intervenciones del adulto deben ser sumamente cuidadosas. No se deben
imponer forzadamente posiciones ni tampoco empujar o traccionar los segmentos implicados a los efectos de
lograr mayor amplitud de movimiento. Lejos de ello, se puede estimular tanto la flexibilidad articular como la
muscular a través de las siguientes posibilidades: Por un lado, promover la adopción de posiciones con
ángulos abiertos (para juegos, ver televisión, leer o escuchar) y, por el otro, estimular la realización de
movimientos amplios y "lo más próximos posibles al arco articular máximo" (Dantas, 1991)

Bajo todo punto de vista se deben extremar las precacuciones. Sobre todo a nivel de la columna vertebral. Ni
presión, ni tracción ni torsión pueden ser forzadas sobre la columna. Muy por el contrario, la naturalidad y la
espontaneidad deben prevalecer y, en este sentido, el adulto debe saber aprovechar la creatividad propia de los
niños.

Particularmente se sugiere promover natural y lúdicamente la adopción de posiciones como las siguientes:

 Sentado con piernas separadas y flexión del tronco.


 Sentado con piernas cruzadas

 Sentado sobre rodillas

La movilidad articular pura se convierte en la forma de trabajo por excelencia. A nivel de la cintura escapular
se pueden inducir actividades muy variadas que van desde la toma de objetos alejados a los distintos tipos de
lanzamientos, como así también juegos y cantos en donde los gestos y mímicas realizadas por los brazos
demanden amplios recorridos de amplitud angular. Ya en la región coxofemoral actividades tales como la
bicicleta acostada; pataditas, etc., y otros juegos pueden promover un buen grado de flexibilidad.

Edad preescolar (4 y 5 años)

Ya en esta edad, si bien la capacidad de flexión de las grandes articulaciones sigue siendo buena, la deficiente
capacidad de extensión de la cadera, rodillas y hombros se va superando progresivamente hasta el final de
esta etapa. También mejora la movilidad del tronco (Meinel, 1978)

Si bien la flexibilidad general de todo el sistema articular es notable y suficiente, las estructuras implicadas
son todavía muy frágiles y las precauciones tomadas en el período anterior se extienden a éste. A pesar de que
la gran movilidad podría hacer prescindir de ejercicios específicos para mejorarla, para algunos deportes de
alta exigencia de amplitud articular se debe, ya desde estas tempranas edades, implementar un abordaje
metodológico acorde. De hecho, tales medidas deben ser adoptadas sin descuidar el marco polivalente general
en el que se debe desarrollar la formación del niño. Inclusive, "un entrenamiento abusivo de la movilidad
podría perjudicar el aparato del sostenimiento y apoyo, que ya de por sí es inestable" (Weinek, 1988)

Resulta interesante observar como para los niños de esta edad un ejercicio de flexibilidad es considerado
como cualquier otra destreza y, en este sentido, el niño pone todo su empeño en lograrlo. Por ejemplo, tocar
con la cabeza el piso estando con piernas separadas y sentado, representa un objetivo tan apreciado como
lograr ejecutar un rol adelante o un salto. Y esto debe ser aprovechado por el profesor. Para el niño debe
representar lo mismo aprender un rolido que un sapito. Además de ello, múltiples juegos y juegos ejercicios,
cuentos ejercicios pueden ser implementados. Así también las formas básicas primarias y secundarias como la
destreza en si mismas se convierten en los principales y útiles recursos promotores de la flexibilidad.

Las formas básicas primarias (Caminar, correr, saltar, y salticar) y las secundarias (lanzar, recibir, trepar,
rodar, roles, etc.) ofrecen excelentes oportunidades para fomentar la flexibilidad. Al respecto, el profesor debe
inducir su realización con máxima amplitud de recorrido articular como por ejemplo:

 Salticar elevando rodillas


 Saltar y tocarse la punta de los pies.

 Correr con zancadas largas.

 Caminar y tocarse la punta de los pies con las manos cada vez más alto.

 Lanzar una pelota habiendo realizado previamente varias circunducciones, etc.

Los cuentos ejercicios son relatos en que los niños van ejecutando motrizmente lo que al protagonista
principal de dicho cuenta le está pasando. El profesor puede hacer maravillas con ello en cuanto al desarrollo
de la flexibilidad se refiere.

El ejercicio construido no da resultado en si, puesto que no es significativo para el niño de esta edad a menos
que, inducido por el profesor, adquiera la categoría de destreza y se proponga conseguirla. Sin embargo, una
posibilidad realmente efectiva para esta edad es el juego ejercicio, es decir, ejercicios construidos encarados
en forma lúdica. También las destrezas, en particular los rolidos constituyen una excelente oportunidad para
fomentar la flexibilidad de la columna vertebral y, si se logran ciertas variantes, de la articulación
coxofemoral también.

Formas jugadas y cantos con mímicas de brazos, piernas y tronco existen a montones y no debe escatimarse
su utilización para el fomento de esta capacidad.

Edad escolar primaria (6, 7, 8, 9, y 10 años)

Según Meinel (1978) se siguen comprobando tendencias contradictorias. La movilidad de las grandes
articulaciones sigue siendo buena. No obstante en lo que respecta a la abducción coxofemoral y la extensión
escápulo humeral se verifica una reducción. Por el contrario, la flexión coxofemoral escápulo humeral, como
así también la flexión en la columna vertebral experimentan un aumento. Hacia los 8, 9 años la columna está
en su punto óptimo de movilidad (Fomin y Filin, 1975, citados por Hahn, 1988). A esta edad ya cabe
implementar un entrenamiento deportivo pero siempre dentro de un marco en el cual la especialización se
subordine al desarrollo general, a fin de evitar una mejora unilateral y el riesgo de sobrecargar algunas
articulaciones (Weinek 1988). Precisamente, más que prevenir lesiones, el propósito de este marco
polivalente y general de desarrollo de la flexibilidad es compensar los desequilibrios y disbalances
musculares. Así, según Weinek (1994):

"La importancia de un entrenamiento de la movilidad durante la infancia no es tan grande como lo es en


os adultos para mejorar la capacidad de rendimiento motor y la prevención de lesiones. Debido a su gran
elasticidad y a su capacidad de estiramiento, los niños pueden realizar prácticamente sin ningún tipo de
preparación saltos, carreras, etc., sin que exista un gran peligro de lesiones. Sirve especialmente para
efectuar una prevención de desequilibrios musculares a largo plazo. Esta prevención de desequilibrios
musculares debe ser de primera importancia".

A partir de lo citado se pueden cristalizar dos contextos de aplicación totalmente distintos en cuanto a la
flexibilidad en niños en edad escolar se refiere. Por un lado, se deben considerar las escuelas de iniciación
deportiva que se llevan a cabo en clubes y gimnasios y en los cuales los niños pueden, eventualmente,
especializarse en un solo deporte desde edades tempranísimas; y, por otro lado, está la escuela primaria, en
donde el niño tiene a lo sumo (en nuestro medio) una o dos clases semanales de Educación Física de no más
de 40 o 50 minutos de duración.

Con respecto a las escuelas de iniciación y especialización deportiva, se deben tener un cuenta una serie de
factores de gran importancia, a saber:

 El niño asiste varias veces a la semana.


 No hay un programa obligatorio al cual el profesor necesariamente se deba someter.

 Los niños encaran con otra actitud las actividades y ejercitaciones propuestas.

Las principales sugerencias metodológicas se pueden formular de la siguiente manera:

El componente general debe, a pesar de dedicación a un deporte en particular, predominar sobre el específico.

Se deben trabajar los dos hemicuerpos exactamente por igual, con el mismo número de repeticiones y
totalidad de carga.

Para el caso de deportes gimnásticos, se deben implementar como mínimo tres sesiones semanales
especialmente dirigidas al desarrollo de la flexibilidad.

Durante la entrada en calor se deben actualizar los niveles de amplitud articular alcanzados en el transcurso de
las sesiones especiales.

Se debe prestar permanente atención a la correcta alineación postural en cada ejecución.

Se debe evitar el trabajo en parejas, a menos que el propio profesor sea el asistente.

Maximizando las precauciones, no existe ningún inconveniente en la aplicación de las técnicas de FNP. Pero
debe ser el profesor quien realice los procedimientos, puesto que la madurez intelectual del niño no permite su
correcta interpretación y se pueden verificar grandes errores en su implementación.

Los ejercicios construidos pueden, en este contexto, aplicarse sin ningún inconveniente, puesto que la
mentalidad de un niño que asiste a una escuela de formación deportiva, sobre todo si se trata de gimnasia
artística, así lo permite.

Por otro lado, los motivos cambian considerablemente cuando del contexto de las escuelas de iniciación y
formación deportiva se pasa al de la escuela primaria formal. Aquí se deben tener en cuenta, entre otros casos:

Que a los sumo se dispone de dos o tres clases semanales de 40 o 50 minutos de duración.

Que los niños poseen historias psicomotrices distintas. Hay algunos que no hacen otra actividad física que los
juegos del recreo y la clase de educación física.
Que los niños no ven la hora de correr, saltar y jugar y que, en este sentido, las posiciones estáticas pueden
poco o nada ser mantenidas.

Que hasta los 8 años de edad, aproximadamente, el ejercicios construido es un recurso muy poco significativo
para los niños.

Que el niño pasa largas horas quieto en mala posición.

Se desprenden de estas apreciaciones las siguientes consignas didácticas:

1) Entre los 6 y 8 años, en la escuela, se sugiere recurrir a las formas básicas primarias y secundarias, a las
formas jugadas y a los juegos ejercicios para desarrollar la flexibilidad durante las entradas en calor o parte
introductoria preparatoria de la sesión de educación física.

2) Trabajar, durante la parte principal gran cantidad y variedad de destrezas sobre colchonetas y cajón de
saltos, pues constituyen un excelente recurso para fomentar el logro de amplitudes angulares máximas.

3) Entre los 9 y 10 años los recursos principales pasan a ser los ejercicios construidos y las destrezas. El niño
puede ya, a esta edad, mantener una posición en forma estática o respetar consignas técnicas en pos de un
objetivo específico.

4) Las formas básicas primarias y secundarias, las formas jugadas y los juegos - ejercicios no se desestiman ni
dejan de implementarse, pero los ejercicio construidos, por ser más efectivos, toman un papel protagónico
predominante.

5) No trabajar en ninguna de las edades comprendidas en esta etapa ejercicios en parejas. Los niños juegan, se
tiran unos sobre otros, y el riesgo de lesión puede ser grande.

6) Trabajar específicamente sobre aquellos grupos musculares acortados debido a la inmovilidad que el
aprendizaje teórico le impone al niño. Compensar retracciones musculares y disbalances. Flexibilizar
músculos pectorales y lumbares e isquiotibiales como parte de un abordaje preventivo y compensatorio global
e integral de las alteraciones más frecuentes del equilibrio tónico postural.

7) Fomentar la creatividad de nuevas posibilidades de movimiento.

8) Las técnicas FNP son innecesarias y de aplicación harto compleja dentro de este contexto.

9) Estimular, sobre todo a partir de los 8 años de edad, la concentración en la actividad y la conciencia
corporal.

10) Continuar el aprendizaje de destrezas en colchonetas y cajones pues ellos fomentan grandemente al
desarrollo de la flexibilidad. Salto en rango, medialuna, rol adelante y atrás o piernas separadas, vertical de
manos, etc.

Recursos principales para el desarrollo de la flexibilidad en la escuela


P.B.P.: Formas básicas primarias. F.B.S.: Formas básicas secundarias. E.C.: Ejercicios construidos. F.J.:
Formas jugadas. J.E.: Juego Ejercicio. C.E.: Cuento ejercicio. D.: Destrezas.

Prepubertad y pubertad (11, 12, 13, y 14 años)

Semereiev (1964) y otros autores coinciden en afirmar que se trata de la edad óptima para el
perfeccionamiento de la flexibilidad. Según Meinel (1978) la abducción coxofemoral y todos los movimientos
de la cintura escapular involucionan a esta edad, mientras que la flexión del tronco y la cadera alcanza valores
cada vez más altos.
Es una etapa de la vida en donde, por un lado, resulta totalmente necesario entrenar la flexibilidad (puesto que
una buena elasticidad muscular no perjudica el crecimiento longitudinal del hueso), y por el otro, los riesgos
que esta actividad provoca son realmente considerables. Recuérdese la ley de Mark Jansen, según la cual, la
sensibilidad de los tejidos es directamente proporcional a la velocidad de su crecimiento. Y esta es la etapa del
"estirón". Sus modificaciones hormonales producen una disminución de la resistencia del aparato locomotor
pasivo. Por otro lado, la estirabilidad del mismo no se adapta a la velocidad de crecimiento longitudinal del
hueso. La flexibilidad se ve así, en general, deteriorada.

Particularmente durante esta edad corren mucho riesgo la articulación coxofemoral y, muy especialmente, la
columna vertebral. Así, según Weinek (1998):

"El problema se debe a que, durante el estirón del crecimiento, la capacidad de soportar una carga por el
cartílago del cuerpo vertebral ha disminuido. Es preciso, entonces, evitar cargas excesivas en torsión, en
flexión y en hiperflexión hacia atrás o lateralmente. Si se sobrepasa la capacidad de carga de los cartílagos
vertebrales puede haber una penetración del tejido conjuntivo discal en la estructura esponjosa del hueso del
cuerpo vertebral, formándose los llamados nódulos de Schmorl. Ellos contribuyen a la aparición de la
denominada enfermedad de Scheverman (espalda arqueada fija, con insuficiencia en el mantenimiento de la
postura)."

Igualmente, a nivel de la articulación coxofemoral, se deben extremar las precauciones al trabajar flexión y la
abducción coxofemoral o ambas en forma simultánea.

Ya cabe, en esta etapa, la posibilidad de implementar ampliamente todas las formas de trabajo, métodos y
técnicas para el desarrollo de la flexibilidad. Se deben evitar hiperextensiones de alta intensidad con
cualquiera de las técnicas que, en cuestión, se hallan elegidas. Algunos autores recomiendan abstenerse de
utilizar técnicas FNP argumentando que las mismas entrañan un gran riesgo de provocar lesiones a los tejidos
que aún no están consolidados. Sin embargo, si durante la fase de extensión asistida la misma es realizada con
extrema precaución y progresividad, las técnicas FNP no tienen motivo alguno de para incrementar las
posibilidades de que aparezcan lesiones de corte artro muscular o tendinosas. Lejos de ello, lo que la FNP
posibilita, al reducir la resistencia sarcomérica al estiramiento, es que el estiramiento final incida mejor a
nivel del tejido conectivo elástico, provocando las transformaciones que, a largo plazo, mejoran la amplitud
de movimiento.

Muy especialmente se sugiere enfatizar, si bien no en intensidad, si en volumen el trabajo de flexibilidad


durante esta etapa de la vida. El crecimiento longitudinal del hueso debe favorecerse a través de tejido
conectivo que, debido a su falta de rigidez y efectiva maleabilidad, no ofrezca ni limitación ni frenado alguno.
También adquiere gran importancia la prevención de alteraciones posturales a través de un abordaje serio y
continuo sobre ciertos grupos musculares que, durante esta edad, suelen sufrir pronunciados acortamientos.
Tal es el caso de los músculos pectorales, los isquiotibiales, los lumbares y el psoasiliaco. Junto con la
flexibilización de estos grupos musculares se debe trabajar el fortalecimiento de los músculos posturales para
lo cual, atendiendo simultáneamente a ambos objetivos, las técnicas de FNP basadas prioritariamente en la
contracción del grupo muscular antagonista permiten no solamente ahorrar tiempo, sino también lograr muy
buenos resultados.

También es muy importante tener en cuenta los límites y posibilidades reales de efectividad de las distintas
técnicas de desarrollo de la flexibilidad en cuanto al equilibrio tónico postural se refiere. Ellos actúan
específicamente a nivel del tejido conectivo, pero no a nivel de los patrones específicos de coordinación
intermuscular para un económico y eficiente control postural. La coordinación postural depende de niveles de
organización del sistema nervioso central (bulbopanbtorreticular) que nada tiene que ver con aquellos que se
utilizan durante la ejecución de una técnica FNP (corticales). Es por ello que la flexibilidad, desarrollada a
través de distintos métodos y técnicas, constituye tan solo un ingrediente (si bien muy importante pero no el
único), entre todo el conjunto de factores a tenerse en cuenta para abordar integralmente el problema del
equilibrio tónico postural. La postura humana es reflejo y expresión de toda la historia afectiva y emocional
de la persona. En este sentido, los trabajos de flexibilidad no alcanzan a tener el poder suficiente como para
transformar una realidad psíquica de la cual las posturas y gestos dominantes son su manifestación más
espontánea.

Adolescencia (15, 16, 17, y 18 años.)

Prácticamente todos los autores proponen, para esta etapa, la aplicación de todos los principios, formas de
trabajo, métodos, técnicas y ejercicios que en los adultos. La flexibilidad comienza a ser la expresión del
estilo de vida de la persona, de sus hábitos, costumbres y, por supuesto, del tipo de deporte o actividad físico
recreativa desarrollada por el joven. Así, si bien la componente general continúa siendo la predominante, debe
realizarse un complemento específico sobre aquellas zonas anatómicas más acortadas. La aplicación de las
técnicas FNP se ve facilitada por la madurez intelectual de la persona puesto que, tal como se trató
anteriormente, la misma está muchas veces compuesta por procedimientos cuya complejidad impide su
realización por parte de niños o personas distraídas.

Tanto para esta etapa como para la anterior, la flexibilidad cobra especial importancia en cuanto a la
contribución que aporta al conocimiento del cuerpo "nuevo" del adolescente. Las nuevas dimensiones
cobradas a partir de la multiplicación y crecimiento de los tejidos pueden ser más fácilmente dominadas
mediante la realización de ejercicios de flexibilidad en los cuales la atención concentrada en las sensaciones
propias del movimiento resulta de vital importancia. La velocidad de ejercicios propia de los ejercicios de
estiramiento facilita la concientización de la información propioceptiva y, junto a ello, el dominio más
efectivo del propio cuerpo.

La flexibilidad en la gente mayor (Más de 50 años)

En esta etapa de la vida surge también, para el profesor en particular, el conflicto entre la necesidad de
trabajar esta capacidad y la extrema fragilidad de los tejidos implicados, susceptibles de ser lesionados al
menor sobreestiramiento.
Tal como se estudió anteriormente, la amplitud d recorrido angular en los distintos movimientos se ve
notablemente reducida en esta etapa de la vida. Mayor es la disminución, inclusive, cuanto menor es la
frecuencia de entrenamiento de esta capacidad. Sin embargo, programas regulares de entrenamiento de la
flexibilidad pueden contribuir notablemente a contrarrestar los efectos de envejecimiento sobre el aparato
motor pasivo. Fascias, ligamentos, tendones, cápsulas y cartílagos articulares, etc., conservan mejor su salud
integral por medio de la implementación diaria de actividades de movilidad articular y extensión muscular
submaximal. Por otro lado, la activación de reflejos (tanto excitatorios como inhibitorios), la estimulación de
propioceptores, la concientización de la información aferente, eferente y reaferente, como así también la
actualización de otros mecanismos, contribuye a la conservación de la vitalidad y salud general de los
procesos funcionales básicos del sistema nervios. Así, los tejidos conectivo, muscular y nervioso se ven
revitalizados por los trabajos de flexibilidad. Ello no solamente contribuye a mejorar la calidad de vida de la
persona mayor sino, y por sobre todo, a prolongar su independencia. Gestos cotidianos tales como lavarse,
afeitarse, peinarse, vestirse, y desvestirse, bañarse y secarse, etc., pueden ser realizados si se dispone de una
óptima amplitud de movimiento. Además, la persona mayor puede realizarlo sola, por si misma, sin tener que
depender de un asistente o enfermero.

Como formas de trabajo se sugieren, especialmente, la movilidad articular asistida y no asistida, y la


extensión muscular submaximal o elongación. La flexibilización no se recomienda a esta edad por motivos
obvios. Sin embargo, a los efectos de promover una más profunda reducción del tono muscular y de la
resistencia sarcomérica a la extensión, los procedimientos FNP pueden ejecutarse siempre y cuando el
estiramiento final sea suave y gradual y, sobre todo, submaximal.

El lector podrá preguntarse, y tiene razón al hacerlo, hasta que punto las contracciones isométricas no
entrañan un alto riesgo para la persona mayor en el sentido de la vasoconstricción y el concomitante
incremento de la tensión arterial. Lo que sucede es que, por lo general, se tiene la idea de que la actividad
isométrica admite una sola posibilidad metodológica que es la MAXIMAL. Y este concepto no es acertado.
Las contracciones estáticas maximales son tan solo una de las tantas alternativas dentro de la actividad
isométrica y no se recomiendan, dentro de FNP, ni para la gente mayor ni para los jóvenes, y ni siquiera,
tampoco para deportistas de alto o mediano rendimiento.

La isometría admite otras posibilidades, tales como las contracciones suaves y mantenidas (pequeña cantidad
de unidades motoras en actividad, que se van alternando según el grado de fatiga); las contracciones
progresivas (en donde gradualmente se va reclutando un porcentaje mayor de unidades motoras), las
contracciones explosivas (brusca activación del mayor número posible de unidades motoras), etc. Las
personas mayores pueden realizar contracciones isométricas suaves antes de los estiramientos sin que ello
entrañe riesgo para su salud general y, al respecto, la sugerencia del autor es que tal posibilidad puede y debe
ser aprovechada.

Para concluir, se recomienda tener un cuenta las siguientes consignas al aplicar ejercicios, métodos, y
técnicas para el desarrollo de la flexibilidad en personas mayores:

 No repetir varias veces seguidas el recurso de masaje tendinoso, puesto que puede dañar
el tejido cutáneo y subcutáneo provocando derrames y moretones.
 No trabajar en parejas, puesto que los descuidos y distracciones pueden provocar lesiones
de distinta consideración.

 Si se trabaja desde la posición de pie, no invertir el tronco dejando la cabeza hacia abajo,
puesto que ello puede ser riesgoso, tanto durante la realización del gesto en si como
después del mismo, al incorporarse.

 Evitar la alta actividad isométrica de otros grupos musculares no implicados directamente


en el gesto realizado, es decir, de aquellos que participan en el mantenimiento de la
posición. Procurar apoyarse contra la pared, por ejemplo, o emplear cualquier otro recurso
que garantice la mayor relajación posible de los grupos musculares no directamente
implicados en el ejercicio en cuestión.
 Enfatizar el control de la respiración a los efectos de evitar, bajo cualquier respecto, la
contención voluntaria de la respiración.

 Estirar con mucha suavidad y gradualidad y, lo que es más importante aún, recuperar las
posiciones iniciales con la misma suavidad y control.

 Evitar, a los efectos de lograr mayor amplitud, emplear otros grupos musculares como
factor exógeno. Procurar que sea el propio cuerpo el factor que permita aumentar los
recorridos articulares.

 Extremar las precauciones en la transición de un ejercicio a otro. Por ejemplo, no se


sugiere pasar desde la posición de pie a la de acostado, de ahí volver a la de pie, etc.

 Utilizar recursos variados, tales como sillas, colchonetas y bancos. Asegurarse de que
tales implementos aporten condiciones seguras de trabajo.

 Trabajar en función de los gestos cotidianos. El profesor debe encontrar allí la materia
prima para seleccionar sus ejercicios. Se deben analizar las articulaciones y grupos
musculares implicados en la vida diaria y trabajarlos prioritariamente en la dirección de
movimiento que la vida cotidiana mayormente exige.

 No realizar demasiadas repeticiones de estiramiento muscular sin alternar movilizaciones


articulares asistidas o no asistidas. Permanentemente combinar trabajos de soltura,
movilidad, y estiramiento.

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