El coeficiente de acoplamiento electromecánico (k) es definido como la relación que existe entre la

energía almacenada de tipo eléctrico o mecánico y la energía aplicada de tipo mecánico o

eléctrico, sin embargo, el coeficiente k, también es una media geométrica en (1) entre el
coeficiente de tensión piezoeléctrica (g) y el coeficiente de esfuerzo piezoeléctrico (e), y se define
como la capacidad que tiene un cristal piezoeléctrico de detectar o generar vibraciones mecánicas.

k =√ g ∙ e (1)
Para conseguir el máximo efecto piezoeléctrico se debe considerar la orientación del mismo, ya
sea la dirección del campo eléctrico aplicado para generar las vibraciones mecánicas o la
orientación del esfuerzo mecánico aplicado al cristal para obtener un máximo de tensión eléctrica,
como puede observarse en la figura 1.

Figura 1. Polarización eléctrica que aparece en cada plano cuando se aplica una presión en cada
dirección.

Las ecuaciones en (2), permiten relacionar las direcciones del campo eléctrico con la deformación
conseguida en un cristal dado, y el esfuerzo mecánico relacionado con la polarización.
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ε k =∑ d ik E i Pi=∑ d ik σ k
i=1 k=1
(2)
Donde i es el índice de la componente de polarización y k está relacionada con la componente de
tensión y deformación mecánica. Para la constante piezoeléctrica d, el primer subíndice se refiere
a la dirección del campo y el segundo subíndice corresponde con la dirección del esfuerzo
mecánico.

Las ecuaciones en (3), son subsecuentes a las presentadas en (2), el campo eléctrico influye en la
deformación del cristal, como un claro ejemplo de un efecto tensorial vectorial, y la deformación
elástica puede ser influenciada por un tensor de tensión como un ejemplo de un efecto esfuerzo
tensión.

D i=dik σ k + ε ( d )ik σ E iε k =d ik E i+ S Eik σ k (3)

En la figura 2, se muestra la construcción de un sensor piezoeléctrico, que está conformado por

materiales cerámicos o cristales iónicos que son capaces de generar una pequeña energía eléctrica
cuando estos son deformados, constan de un material piezoeléctrico, una placa de metal y cables.
Este tipo de sensores son muy versátiles para medición de diferentes procesos o variables
(presión, fuerza y movimiento), es por eso que son utilizados en diferentes campos como medicina
y la industria.

Figura 2. Partes de un sensor piezoeléctrico.

Para obtener el comportamiento piezoeléctrico completo es necesario conocer el conjunto de

datos relacionados con el inverso del módulo de Young (S), la constante piezoeléctrica en sus
diferentes direcciones (d ik ) , y las permitividades ( ε ( d ) ), y ordenarlas como se muestra en la
matriz de la figura 3, donde las columnas corresponden a tensiones mecánicas y fuerzas de campo,
y las filas corresponden con las deformaciones y polarizaciones, no obstante, la matriz de
permitividades se simplifica a una matriz diagonal debido a tratarse de materiales anisotrópicos,
por tanto las componentes ( ε ik =0 , ∀ i≠ k ).

Figura 2. Matriz del comportamiento piezoelectrico.

A frecuencias por debajo de la resonancia del cristal piezoeléctrico, los sensores piezoeléctricos
son modelados como capacitores, debido a la relación existente entre el voltaje (V) y la carga (Q)
mediante la capacitancia, y la constante piezoelectrica es entonces descrita en (4).

d ik =ε ( d )σik ∙ gik ∙ ε 0 (4)

Donde (d ik ) son los coeficientes de carga y se relacionan con los coeficientes de voltaje ( gik ) a
través de las permitividades ( ε (d )ik ), la permitividad del espacio libre es ( ε 0).