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Sustentación, Aceptación y Legitimación de Los Extractivismos: Múltiples Expresiones Pero Un Mismo Basamento
Sustentación, Aceptación y Legitimación de Los Extractivismos: Múltiples Expresiones Pero Un Mismo Basamento
Sustentación, aceptación y
legitimación de los extractivismos:
múltiples expresiones pero un mismo
basamento
Eduardo Gudynas*
* Master en Ecología social. Investigador en el Centro Latino Americano de Ecología Social (claes). Investigador
en el Sistema Nacional de Investigadores del Uruguay, Montevideo, Uruguay. egudynas@ambiental.net
OPERA, No 14 • Enero -junio 2014 • pp. 137-159 Universidad Externado Colombia (Bogotá)
Eduardo Gudynas
138
1
Información tomada de la base de datos del us Geological Service. Recuperado de: http://minerals.usgs.gov/
minerals
2
Como ejemplo se puede citar a Rafael Correa (Ecuador) quien afirma que la “pequeña minería es la que contamina
y no la gran minería”, y si bien esta última tiene “impacto”, se “puede recuperar hasta el 95% de ese impacto”; Enlace
Ciudadano, 375; El Comercio, 31 de mayo de 2014. José Mujica (Uruguay) ha defendido posturas muy similares; por
ejemplo, señala que donde se le ponen “condiciones” a la minería se puede mitigar el daño y preservar las condiciones
naturales “como sucede en Centro América, donde una vez culminado el proceso minero se pueden rellenar canteras
gigantescas y sembrar bosques para ir recobrando la naturalidad”; La República, 29 de agosto de 2013.
3
El gobierno de Rafael Correa ofrece otros ejemplos en este terreno, sosteniendo que los impactos de mineras
o pozos petroleros se pueden evitar o anular usando “tecnologías de punta” o “nuevas tecnologías”; “Extracción de
petróleo en Yasuní usará ocho tecnologías”, El Universo, 21 de agosto de 2013; “Correa se compromete con waoranis
a extracción responsable del Yasuní”, El Telégrafo, 17 de setiembre de 2013.
llegar a reconocer riesgos, pero sostienen que la importancia del aporte científico y, por el
casos como graves derrames o contaminacio- contrario, es indispensable. Pero esa misma
nes son cosas del pasado. contribución, si es hecha con rigurosidad, en
Esta postura adolece de muchos pro- realidad debería generar eia que alerten sobre
blemas. En primer lugar, emprendimientos las limitaciones de la información disponible,
como la megaminería involucran afectaciones no exageren las capacidades de amortiguación
radicales y extensas, que en el caso de los tajos de los ecosistemas locales, o dejen de trasplan-
a cielo abierto configuran lo que podría califi- tar a nuestros ecosistemas estudios realizados
carse como “amputaciones ecológicas” por la en el hemisferio norte (en ecosistemas mucho
destrucción de ecosistemas y la remoción de más simples). En América Latina se debería
grandes volúmenes de materia. Esto no tiene reconocer que prevalece la incertidumbre,
soluciones posibles, y en realidad la discusión tanto por las limitaciones en el conocimien-
gira alrededor de los efectos secundarios que to científico como en modelar las respuestas
genera esa extirpación (como puede ser el ma- ecosistémicas.
nejo de la contaminación de suelos y aguas). En tercer lugar, se sobrestiman las capa-
La explotación petrolera en bosques tropica- cidades tecnológicas para evitar los impactos
les acarrea efectos negativos en sitios de alta ambientales, o bien para remediarlos (véase
biodiversidad y endemismo. La expansión de por ejemplo a Huesemann, 2001). Ejem-
los monocultivos conlleva similares proble- plos de ello son propuestas tales como presas
mas, comenzando por el avance de la frontera de relaves mineros de contaminación cero,
agropecuaria sobre otros ecosistemas, o por la la supuesta anulación de los impactos de la
afectación de suelos y aguas. Por tanto, en to- explotación de petróleo en la Amazonia por
dos estos casos los impactos son de gran mag- medio de aerotransportación de personal e
nitud, severos, y las capacidades para remediar insumos, o sostener que se anulan los efectos
y amortiguar son tan escasas, que difícilmente de agroquímicos pasando desde el laboreo
podrían serían aprobadas por evaluaciones de convencional a la siembra directa con herbi-
impacto ambiental que fuesen rigurosas (Gu- cidas. Una vez más se debe recordar que no
dynas, 2014). existen soluciones técnicas para muchos de los
En segundo lugar, el conocimiento sobre impactos de los extractivismos, que algunas de
la estructura y dinámica de los ecosistemas la- las que se plantean son tan caras que tornan a
tinoamericanos dista mucho de ser completo los emprendimientos inviables desde la óptica
(por ejemplo, Loreau et al., 2001). Existen empresarial convencional, que otras tienen
enormes lagunas de información, incluso a resultados inciertos, e incluso que pueden
niveles tan básicos como el elenco de especies agravar los problemas ambientales.
de fauna y flora presentes en un sitio. Todavía Es importante señalar que en los puntos
menos se sabe sobre las respuestas de esos am- anteriores ese optimismo lleva a promover
bientes ante distintos impactos, sus fragilida- las mejores prácticas o el uso de las “mejores
des, capacidades de resiliencia, etc. No se niega tecnologías disponibles” (bat, por su sigla en
4
“Desde mayo, luz verde a títulos mineros”, El Espectador, Bogotá, 22 de abril de 2013.
5
“Exploración de lotes petroleros estará exonerada de estudios de impacto ambiental”, Gestión, 6 de marzo de
2014.
6
“Inversión minera: sistema de evaluación ambiental rechazó solo el 7% de 600 proyectos en 7 años”, Centro de
Investigación Periodística (ciper), febrero de 2012. Recuperado de: www.ciperchile.cl
7
“El silencioso escándalo de la unops, el ministerio y Tía María”, M. Salazar, ild Reporteros, 30 de marzo de 2011.
Recuperado de: www.idl-reporteros.pe
8
Discurso de Rafael Correa, 15 de agosto de 2013, anunciando la cancelación de la moratoria petrolera en Yasuní-
itt.
9
“sma sanciona y paraliza obras de Pascua Lama por incumplimientos ambientales”, 24 de mayo de 2013, Super-
intendencia Medio Ambiente. Recuperado de: http://www.sma.gob.cl/index.php/noticias/comunicados/241-sma-
sanciona-a-pascua-lama-por-incumplimientos-a-su-rca
ambientales o sociales. En cambio, ese tipo de Estas situaciones se repiten en casi todos los
códigos sirven como justificación del extracti- países —ejemplos para el caso colombiano
vismo y escudo ante las demandas ciudadanas. en los ensayos en Garay (2013), para Perú en
A su vez, tienen un efecto negativo colateral en Hoetmer et al. (2013), y para Ecuador en Sa-
suplantar las monitorizaciones y fiscalizaciones cher y Acosta (2012)—.
que debe realizar el Estado o que pueden estar Avanzando a un plano más profundo, en
en manos de comunidades locales. En muchos muchos casos se observan diversos impactos
casos las agencias gubernamentales, en lugar sociales que muestran incumplimientos en ase-
de asumir esas obligaciones, se recuestan en las gurar los derechos humanos. Estos son de va-
supuestas bondades de la rse. riado tipo, tales como contravenir los derechos
Paralelamente se aplican mecanismos di- de acceso a la información o participación,
versos para ocultar o acallar los efectos sociales violar aquellos sobre la salud y calidad de vida
negativos. Los reclamos locales son desestima- tolerando la contaminación, o no asegurar los
dos, en unos casos invisibilizando a los actores derechos políticos y sociales criminalizando la
involucrados, y en otros casos, aunque estos protesta ciudadana. Un caso extremo radica en
sean reconocidos, se minimizan o desechan sus la represión con violencia, o la tolerancia a los
denuncias. Bajo las primeras circunstancias se asesinatos de manifestantes o líderes sociales.
ignoran comunidades indígenas o campesinas, Esto ha sucedido, por ejemplo, con la muerte
comunidades afro, caboclos, etc., como si estas de manifestantes por la policía en Perú, o los
simplemente no existieran. Desde la segunda asesinatos de conocidos líderes locales en Brasil
postura se desestiman denuncias de impactos y Colombia. A su vez, en Ecuador se incum-
sociales o ambientales —por ejemplo, seña- plen en algunas circunstancias los derechos
lando vicios en sus presentaciones—, se los de la Naturaleza. Estas distintas situaciones
banaliza como expresiones de creencias indí- corresponden a las llamadas extrahecciones,
genas, se les exigen pruebas adicionales una y denominación aplicada a los casos donde se
otras vez, etc. Esto incluye un amplio abanico “arrancan” con violencia los recursos natura-
de problemas locales que van desde el deterio les (otros ejemplos y definición en Gudynas,
ro de la salud al aumento de la violencia, de 2013). Actualmente, las extrahecciones no son
la desaparición de circuitos económicos tradi- efectos aislados e indeseados en algunos em-
cionales a la proliferación de la prostitución, prendimientos, sino que se están convirtiendo
todos los cuales parecería que se desvanecen en en una condición necesaria para poder aprobar
el aire. En otros casos simplemente se impiden e imponer distintos proyectos extractivistas.
las consultas locales sobre proyectos extracti-
vistas o se limita el acceso a la información. Reduccionismo económico y
Estas y otras posturas en la dimensión social contabilidad distorsionada
requieren un esfuerzo intenso donde partici-
pen activamente el Estado, los grupos políticos Buena parte de las defensas de los extrac-
partidarios gobernantes y sus bases de apoyo. tivismos se basan en argumentos económicos.
Se subrayan especialmente los ingresos por las usos humanos, lo que explica que factores
exportaciones e inversiones, los impuestos y como los altos precios de las materias primas
las regalías, y desde allí, por efectos derrames terminen por justificar la expoliación de la
sobre las economías nacionales. Por tanto, el Naturaleza. Ese tipo de valoración se ha vuelto
núcleo de argumentación exhibe a esos em- tan dominante que excluye otras escalas, tales
prendimientos como aportes fundamentales como las ecológicas, estéticas, culturales, etc.
para el crecimiento económico, y que este La presencia de especies en peligro o el valor
a su vez representa la esencia del desarrollo. ritual de un cerro no pueden ser expresados
Además, los gobiernos y sus bases de apoyo, en dinero y, por tanto, se invisibilizan en los
junto a muchos analistas, consideran que los análisis costo/beneficio convencionales. Las
altos precios de las materias primas brindan comunidades locales que desean proteger sus
una oportunidad que no se debe dejar pasar. localidades desde valoraciones que no son eco-
Siguiendo esa perspectiva, se denuncia que nómicas, son relegadas, y su única opción es
los críticos de los extractivismos no solamente “traducir” los valores ambientales o culturales
están cuestionando emprendimientos especí- en una escala monetaria. Pero esas respuestas
ficos, sino que ponen en riesgo el crecimiento representan, por un lado, una distorsión en los
económico de todo el país. valores originales y, por el otro, imponen una
Buena parte de estas posiciones descansa racionalidad mercantil.
en un reduccionismo de la valoración econó- La prevalencia de la valoración económica
mica, ya que solo se adjudican precios a las también promueve una fragmentación de la
materias primas finales (por ejemplo, la tone- Naturaleza en bienes y servicios ambientales.
lada de carbón o el barril de crudo), sin incor- En este caso también se termina por buscar
porar costos de materiales desechados o de los valoraciones económicas para algunas espe-
impactos sociales y ambientales. Es una pers- cies o funcionalidades ecológicas, esperando
pectiva convencional, donde esa contabilidad con ello justificar su protección. Esto exclu-
distorsionada no contabiliza los impactos en ye otros aspectos de las valoraciones, y muy
los análisis costo/beneficio, y por ello concluye especialmente los derechos de la Naturaleza
que son negocios jugosos. Sin embargo, si se (tal como son reconocidos en la nueva Cons-
añaden esos costos y se corrigen los precios, titución de Ecuador), ya que no pueden ser
queda en claro que muchos emprendimientos monetarizados.
extractivistas son en realidad malos negocios Los discursos de sustentación y legitima-
que involucran amplias externalidades. ción potencian todos esos aspectos propios
Desde una y otra postura económica se de la economía convencional, y relegan otras
observa una clara insistencia en una valora- escalas de valoración. Dicho de otra manera,
ción económica convencional basada en los se pierde la multiplicidad que se encuentra
valores de uso o cambio, y por tanto termi- en otras escalas de valor. Ese reduccionismo
nan recostadas sobre el utilitarismo. Solo se económico es mucho más que un procedi-
valorará aquello con claras utilidades para los miento técnico, ya que hace que casi todo se
mercantilice, y se abren las puertas para que se ciudadanos son los que reclaman dineros como
expresen posturas basadas en la competencia y indemnización y compensación por el acceso a
utilidad como criterios predominantes en las recursos locales o por los daños sufridos.
políticas públicas. La cuestión que deseo subrayar aquí no
apunta a los mecanismos específicos, sino a
Compensaciones económicas que poco a poco se está generalizando y acep-
tando la idea de que los impactos sociales y
La relevancia creciente que se da a los fac- ambientales pueden ser compensados en di-
tores económicos, resumidos arriba, se articula nero. Este es un cambio sustancial en las ideas
con perspectivas similares que parten de otras utilizadas para sostener a los extractivismos, ya
dimensiones, como las sociales. Esto desem- que puede llegarse al extremo de admitir im-
boca en la creciente importancia que revisten pactos, y la solución deja de estar en anularlos,
las compensaciones económicas como medio restaurar ambientes o generar comunidades
para justificar los extractivismos. En su esencia, autónomas, sino que las únicas respuestas que
esta postura sostiene que, más allá de los po- se consideran giran alrededor de compensa-
sibles impactos, los extractivismos pueden ser ciones monetarias. Son posturas cada vez más
justificables si se compensa económicamente comunes y con efectos muy negativos.
a las personas. La discusión pública deja de estar cen-
Esta postura se expresa de variadas mane- trada en los impactos sociales y ambientales,
ras. Las más conocidas son las compensacio- y se desplaza a disputas sobre cuánto debería
nes económicas administradas por el Estado, ser el monto de la compensación, y quiénes la
donde este recolecta impuestos y regalías que deberían recibir. Incluso se generan luchas y
supuestamente regresarán a la sociedad. Más divisiones dentro de comunidades y organi-
recientemente se refuerza su importancia por zaciones en la disputa por acceder y controlar
medio de transferencias directas o casi directas esos fondos. Los extractivismos quedan legi-
hacia las zonas donde se realizan las actividades timados a partir de establecer las adecuadas
extractivas (alcaldías o gobernaciones). Por compensaciones en dinero a las comunidades
tanto, se insiste en un discurso donde se busca locales. Los líderes locales saben esto, y algunos
convencer a las comunidades locales sobre las de ellos quedan atrapados en la misma lógica,
bondades de un emprendimiento extractivo alentando cierto tipo de resistencia pero que
ofreciéndoles retener directamente parte de en realidad es usada para negociar montos
los dineros recaudados. Otras compensacio- mayores. Sea por una vía o por otra, se asume
nes operan de manera similar, y entre ellas se que los extractivismos no tienen problemas en
encuentran empresas que financian distintas sí mismos, sino que todo depende del dinero
obras locales (por ejemplo, construir escuelas que se reciba por aceptarlos. Por tanto, una
o centros de salud). No siempre esta dinámica sustentación mercantilizada se extiende tanto
es una imposición externa a las comunidades, en promotores como en detractores de los
ya que existen casos donde distintos grupos extractivismos.
Es evidente que esta posición es errada. social con sus discursos de la responsabilidad
Una compensación en dinero no soluciona, social, programas de asistencialismo local,
por ejemplo, la desaparición de especies o la etc. En varios casos esos programas, antes
pérdida de sitios naturales. Esos dineros los que empoderar comunidades locales, tienen
reciben personas, y no implican en lo absolu- el claro fin de apaciguar la protesta ciuda-
to una restauración ambiental. De la misma dana o cumplir con exigencias de relaciones
manera, la indemnización en dinero no hace públicas impuestas desde las casas matrices.
desaparecer enfermedades sufridas, problemas Solo llegan hasta donde no ponen en peligro
en el crecimiento, etc. Las compensaciones la rentabilidad empresarial o la viabilidad del
monetarias no configuran por sí solas medidas extractivismo.
de remediación ambiental ni instrumentos
suficientes de justicia social. Política y democracia
Los gobiernos progresistas también uti-
lizan intensamente las compensaciones eco- Los extractivismos revisten una enorme
nómicas para sostener sus proyectos extracti- importancia política para actores como los
vistas. Las defienden no solo por el beneficio partidos políticos, el Estado, los empresarios o
económico general, sino que dicha compen- los sindicatos. Su control político permite in-
sación aparece específicamente en los progra- cidir en las estrategias económicas nacionales,
mas monetarizados de lucha contra la pobreza acceder a inversionistas, decidir los usos de los
(tales como pagos mensuales a personas bajo excedentes, etc. Hay políticos que se publici-
extrema pobreza o riesgo). Esta es una justifi- tan como promotores de ciertas inversiones
cación que repetidamente usan, por ejemplo, extractivistas, y con ello, de las promesas de
Rafael Correa y Evo Morales, al sostener que empleos, exportaciones y demás, con inte-
explotar minerales o petróleo es indispensable reses electorales. Incluso existe evidencia de
para financiar sus paquetes de ayudas econó- empresas que financian campañas políticas,
micas a los más pobres. Dicho de otra manera: sobornos a funcionarios estatales, entre otros.
los extractivismos serían necesarios para acabar Paralelamente, grupos burocrático-técnicos
con la pobreza. dentro del Estado sostienen su poder en con-
Esta situación genera un nuevo tipo de trolar esas actividades. No debe olvidarse ade-
legitimación política, ya que cualquier crítica más que hay “puertas giratorias” con personas
a esos emprendimientos es tomada como una que provienen de cámaras empresariales o
oposición a reducir la pobreza. Pero a la vez, corporaciones y alternan en puestos políticos,
se limitan las dimensiones de la justicia social incluso ministerios.
a instrumentos redistributivos, y en especial a Su importancia es tan elevada que cuen-
los bonos de asistencia monetarizados (como tan con su propia institucionalidad estatal
los pagos mensuales a grupos pobres en riesgo). (recordemos aquí que la institucionalidad y
Las empresas también contribuyen a las prácticas son parte de la materialidad de
fortalecer esta mercantilización de la justicia los discursos). Todos los gobiernos tienen
este tipo de razones, en todos los países estos Fuente: elaboración propia.
violaciones de los derechos implican rupturas de Sartori (2009), en detrimento de una de-
con condiciones democráticas. Por tanto, son mocracia relativa que respeta las minorías. La
necesarios ajustes y redefiniciones en las con- primera implica que “los más tienen todos los
cepciones y dinámicas políticas para, por un derechos, mientras que los menos, la minoría,
lado, imponer los extractivismos y, por el otro, no tienen ningún derecho” (2009), mientras
hacerlo bajo condiciones que a pesar de todo que la segunda reconoce aquellas mayorías
pueden ser presentadas como democráticas y pero respeta los derechos de las minorías. En
aceptadas por la población. la misma línea, esto refuerza la constitución de
Es posible señalar algunos aspectos so- democracias delegativas (O’Donnell, 2010),
bresalientes de esta problemática. Se observan donde se otorga un enorme papel a los pre-
acotamientos o anulaciones de mecanismos sidentes.
democráticos de tipo consultivo o deliberativo, En estas condiciones, el ganador de las
mientras se refuerza un electoralismo enfocado elecciones se considera revestido de toda
en la presidencia. Esto explica que las consultas legitimidad democrática para imponer los
ciudadanas locales sobre extractivismos siguen extractivismos. Entiende que aquellos que se
siendo raras, y por lo general son combatidas oponen representarían, en realidad, una opo-
desde los gobiernos centrales (como ha ocu- sición política que fue vencida en las urnas,
rrido, por ejemplo, en Argentina, Colombia mientras que la mayoría le ha otorgado todas
y Perú). También se resisten plebiscitos nacio- las potestades para promover este modelo. Ese
nales sobre extractivismos (el gobierno Correa presidencialismo delegativo no acepta restric-
se opone a una consulta sobre la explotación ciones parlamentarias o judiciales.
petrolera en la zona de Yasuní, y el de Mujica A su vez, desde el revestimiento de la
obstaculiza un plebiscito para impedir la me- formalidad democrática se lanzan embates
gaminería). Se recortan los mecanismos de contra movimientos sociales y ong. Entre los
información y consulta previa de diversas ma- casos extremos más recientes, los gobiernos de
neras, y se apela a las flexibilizaciones. Como Bolivia y Ecuador entorpecen la autoorgani-
muchas resistencias a los extractivismos parten zación ciudadana, y han llegado a la clausura,
de minorías, como campesinos o indígenas, expulsión o intervención de ong.
se las ignora (incluso en sus derechos ciuda-
danos), aprovechando que las mayorías en los Los discursos extractivistas
centros urbanos están alejadas de estos temas,
y son más proclives a esos emprendimientos10. Las diferentes dimensiones que sostienen
Por tanto, se cae en una versión de la y reproducen los extractivismos que se acaban
“democracia de las mayorías”, en el sentido de describir no operan aisladamente, sino que
10
Un ejemplo de alta adhesión ocurre en Colombia, donde según una reciente encuesta, el 66% de los entrevistados
a nivel nacional considera que la minería es favorable para el país; El Colombiano, 22 de febrero de 2014.
Los eslóganes y las simplificaciones pue- argumentos como se indicó, sino que se nutren
den llegar al terreno religioso, donde el ex- de ideas profundamente arraigadas en nuestras
tractivismo sería un mandato de Dios. Por culturas, y se organizan desde el poder13. Ejem-
ejemplo, un empresario minero colombiano plos de esas profundas raíces se encuentran
ha defendido al sector recitando los pasajes en Bolivia, Chile o Perú, donde se insiste en
del Génesis donde se dice que en la tierra de concebir que el país es minero desde siempre,
Havila “hay oro, y el oro de aquella tierra es y solo eso puede ser. Es como si la condición
bueno”. De la misma manera, el presidente de minera estuviera arraigada genéticamente
la petrolera estatal argentina ypf, sostuvo que en sus habitantes o en el ambiente, y no hay
el gas de esquito es “lo que Dios nos dio para alternativas posibles, sino que es un destino
comer”, y por ello su país necesita muchos impuesto histórica y geográficamente. Los lí-
acuerdos con transnacionales como Chevron mites ecológicos son ignorados, asumiéndose
si quiere “acelerar el desarrollo” de esas acti- que América Latina está dotada de reservas
vidades12. inagotables, y que aún en el improbable caso
Por estas vías, los discursos sirven para de agotamiento, seguramente la ciencia y la
naturalizar estas políticas como algo aceptable, tecnología hallarían nuevas opciones.
necesario y con las cuales se puede convivir. Estos discursos son promovidos por di-
Crean la ilusión de extractivismos que serían versos actores, desde los grupos político parti-
intrínsecamente “buenos”, cuyos impactos darios y empresas hasta distintos académicos,
pueden ser anulados o manejados apelando y desde allí incluso a líderes ciudadanos. Es un
a cierta ciencia y tecnología. Es más, también discurso que ha sabido adaptarse hacia postu-
pueden servir a un desarrollo “bondadoso” ras “políticamente correctas” que se refuerzan
en tanto financian programas de ayuda a los intensamente con la publicidad. Las defensas
más pobres. políticas en muchos casos parten desde los
Es evidente que si estos y otros compo- propios presidentes y sus bases de apoyo par-
nentes son analizados desapasionadamente, se tidario, y los jerarcas gubernamentales. Todos
desploman. Las principales fallas en cada una los presidentes sudamericanos, de una manera
de las dimensiones de sustento de los extracti- o de otra, de derecha o de izquierda, defienden
vismos se señalaron en las secciones anteriores. acaloradamente los extractivismos.
Pero a pesar de todo eso, los discursos al res- Sin duda las grandes corporaciones ha-
pecto se reproducen continuamente. cen otro tanto, aunque sus discursos vienen
Por tanto, esos discursos de sustentación cambiando para lograr, también, posturas que
y legitimación no solo apelan a variedad de sean “políticamente correctas”. Esto es enten-
12
“El día que Dios respaldó la minería en Colombia”, O. Güesguán S., El Espectador, 29 de mayo de 2013. “Galuc-
cio: ‘el shale gas es lo que Dios nos dio para comer…’”, Observatorio Petrolero Sur, 22 de agosto de 2013. Recuperado
de: www.opsur.org.ar
Sobre las relaciones entre poder y discurso véase a van Dijk (2009).
13
dible dada la nefasta imagen pública que han en la necesidad de ese tipo de estrategias y sus
acumulado en distintos países14. Como com- supuestos beneficios.
plemento, a nivel internacional promueven Son discursos que no solamente buscan
acuerdos sobre códigos de “responsabilidad” que los extractivismos sean tolerados, sino que
social y ambiental, y buscan posicionarse insisten en que deben ser deseados. Se escon-
dentro unas particulares interpretaciones del den sus impactos y a la vez se los exhibe como
desarrollo sostenible. beneficiosos. Cuando aparecen flancos débiles
Tampoco puede dejar de observarse el debido a la crítica ciudadana, rápidamente se
papel desempeñado por actores académicos, ya presentan argumentos secundarios que refuer-
que desde varios centros universitarios, equi- zan el núcleo central de ideas extractivistas.
pos de consultores, etc., se ofrecen argumentos Este repetido proceso ha desembocado en
que se entienden como objetivos y certeros que el extractivismo, como concepto, quedara
sobre las bondades de distintos extractivismos. revestido de atributos performativos. Al ser
Muchos sindicatos reproducen esos dichos, expresados ya conllevan patrones sobre cómo
sea porque aspiran a lograr nuevos puestos de organizar el desarrollo, sobre cómo actuar
trabajo o por entender que, a partir de ellos, sobre el ambiente y las comunidades (una
en el futuro se instalarán industrias. idea que se inspira en las observaciones de
A nivel más general, amplios sectores so- Antonelli, 2009). Al decirse que se es extrac-
ciales, especialmente en los centros urbanos, tivista, inmediatamente se generan posturas
creen con sinceridad que los extractivismos son de dominación sobre personas y el ambiente,
necesarios para el futuro del país y su bienestar. las valoraciones se enfocan en la utilidad, la
Esto es comprensible ya que, por un lado no Naturaleza pasa a ser un agregado de recursos
viven en carne propia los efectos negativos de que deberían ser aprovechados cuanto antes
esos emprendimientos, y por otro, la mayor para alimentar el crecimiento económico y
parte de los mensajes que escuchan son favo- con ello generar bienestar.
rables a esas actividades. Las resistencias y los conflictos se debe-
Los contenidos y actores involucrados rían, según esa perspectiva, a la ignorancia de
no necesariamente coinciden en una posición los sectores locales; a la agitación de militantes
única, ni han coordinado una campaña publi- sociales, quienes también son ignorantes o
citaria unitaria. Existen múltiples expresiones, manipulan información; a intereses políticos
diferentes matices e incluso discrepancias in- ocultos (sean nacionales o internacionales),
tensas. Pero estas son sobre cómo instrumenta- o a un simple pensamiento infantil. La con-
lizar los extractivismos, sin dejar de concordar flictividad, la violación de los derechos (ex-
14
Una reciente encuesta en Colombia encontró que el 55% de los entrevistados tiene una imagen negativa de las
empresas mineras (en municipios mineros y no mineros); El Colombiano, 22 de febrero de 2014.
15
Se pueden seguir abordajes basados en conceptos de ideología, cultura, imaginario social, etc. Para cada uno de
ellos hay diversas posturas teóricas, con sus ventajas y desventajas para analizar los cimientos del desarrollo. Aquí no
se discute ese asunto por limitaciones de espacio.
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más allá de algunas modificaciones, terminó extractivismo. Contextos y demandas bajo el
sucumbiendo a las ideas convencionales del progresismo sudamericano actual. En Varios
desarrollo y reprodujo los extractivismos. Por Autores. Extractivismo, política y sociedad (pp.
tanto, las alternativas a los extractivismos solo 187-225). Quito: Centro Andino de Acción
son posibles si se actúa a un nivel más profun- Popular (caap) y Centro Latino Americano de
do, explorando y construyendo alternativas a Ecología Social (claes).
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