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THOMAS HOBBES.

El pensamiento de Hobbes es fundamental para pensarnos como ciudadanos en la


actualidad, en tanto, en sus obra “EL LEVIATAN” plantea algunas ideas base para la
organización de la sociedad.
En primer lugar, plantea que el hombre es lobo del hombre pero que de todas formas, los
hombres tienen la capacidad de organizarse en sociedad para convivir armónicamente.
Esto es fundamental, porque si es por la fuerza, siempre se impondrá el más fuerte ante el
más débil e incluso el más fuerte estaría en peligro si baja la guardia.
Sin una organización, reinaría la anarquía, el caos y la guerra.
Cada persona busca garantizar su propia conservación y la satisfacción de sus deseos, lo
cual conduce a la competencia y desconfianza entre todos.
Así, sin un estado, los hombres vivirían en guerra unos con otros,nadie podría asegurarse el
fruto de su trabajo ni una vida confortable. Por eso la figura del estado es tan importante.
El objetivo entonces, es que los ciudadanos trabajen por el bien común.
Cada uno tiene que ceder su agresividad al soberano monopolizador de la fuerza (estado) y
la ley surge del acuerdo de los ciudadanos.
La paz solo puede obtenerse mediante la organización de la sociedad. Entonces, se realiza
un pacto simbólico, en el cual todos entregan el derecho de gobernarse a sí mismos y
elijen hombre o asamblea que los represente.
Es importante destacar que el Estado que plantea Hobbes, es muy distinto al estado actual,
ya que no se pensaba en una república, ni en una democracia, como tenemos en la
actualidad en nuestro país.
El Estado de Hobbes era una estado absoluto, ya sea representado por una monarquía o
una asamblea, en donde el soberano no podía quebrantar el pacto, porque este había sido
establecido entre los ciudadanos y no entre los ciudadanos y el. Aquí tenemos otra
diferencia importante con la actualidad, en donde El estado somos todos los ciudadanos,
representado por una persona (presidente) elegido por el pueblo mediante el voto, y que
esta ocupa dicho lugar en mera calidad de representante.
En el estado Hobbesiano, sus actos no pueden ser cuestionados, ni ser juzgado. El es
quien juzga, recompensa y castiga y aunque lo haga arbitrariamente.
No importa si el poder es cruel, siempre será peor el daño de la anarquía.
Si bien la idea de Estado tal como la plantea Hobbes no es compartida y sus soluciones no
son las nuestras, las bases y la descripción realizada en su obra respecto del acuerdo para
ceder el poder y poder convivir, es fundamental para el funcionamiento de cualquier
sociedad.

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