Crónica
INTRODUCCION
Cuando hablamos de educación sexual, lo primero que debemos hacer es
ponernos de acuerdo acerca de lo que entendemos por sexualidad humana.
Para los psicoanalistas, por ejemplo, la sexualidad como pulsión sumergida
en el campo del inconsciente, tan solo puede ser abordada por el especialista
merced a las técnicas propias de esa disciplina científica. Consideran impo-
sible la pretensión de la pedagogía, en el sentido de diseñar programas
curriculares para la educación de niños y adolescentes en relación con el
comportamiento sexual. Nosotros, por el contrario, pensamos que la sexua-
lidad, como un conjunto de comportamientos aprendidos, sí puede ser
educada, y en esta opinión nos acompaña la gran mayoría de los docentes
que se mueve por fuera de las influencias del psicoanálisis.
Una vez superado este primer obstáculo conceptual, nos enfrentamos a otro
problema de igual o mayor magnitud. Casi todos los maestros que acudieron
a la convocatoria del Ministerio de Educación Nacional con el fin de capaci-
tarse en el campo de la educación sexual- muchos de ellos con experiencia
en la cátedra de comportamiento y salud- se aferraban de una manera
acrítica a un singular concepto de sexualidad, tomado fuera de contexto de los
manuales de CRESALC (Comité Regional de Educación Sexual para América
Látina y el Caribe), de principios de los años ochenta, escritos por algunos
educadores sexuales de franca estirpe religiosa y de gran audiencia en
Colombia. Veamos algunos ejemplos:
« Sexualidad humana es todo niño o niña, todo hombre o mujer, a cualquier
edad, con sus pensamientos, sentimientos y acciones como niño o niña, como
hombre o como mujer.» Dra. Ethel Nash, Socióloga.
« Sexualidad es una manera de relación del hombre consigo mismo y con los
demás hombres, y si bien tiene bases biológicas comunes, es única, cam-
biante y relativa, como única, cambiante y relativa es la existencia humana.
Hace parte de su vida de sentimientos: afectiva; y de su vida de acción, la que
vive y muere: efectiva. Es en suma un compromiso existencial» Dra. Cecila
Cardenal de Martín, M.D.
amantes; es decir, los que han vivido Luego de las formas de amor erótico
intensamente la pasión amorosa. propias del esclavismo, este senti-
miento se transformó con los cam-
Creemos necesario hacer algunas
observaciones acerca de este fenó- bios sociopolíticos desde la Edad
meno. Como ya lo anotamos, en el Media hasta nuestros días. A partir
proceso evolutivo que trasformó al del siglo XII se inició un nuevo modelo
ser prehumano en homo sapiens, la amoroso diferente al medieval, cono-
cido como amor cortés, amor desdi-
especie perdió sus instintos -en el
sentido que la biología asigna al tér- chado e imposible que, a pesar de
mino -y fueron sustituidos por los afec- ser extraconyugal, es el paradigma
tos, las emociones, los sentimientos y de la pureza y de la lealtad entre los
las pasiones, entre los cuales, y pri- amantes. Este tipo de amor se exten-
dió hasta después del Renacimiento,
mordialmente, se encuentra el amor,
cuando poco a poco se fue convir-
amor sexualizado, amor erotizado.
tiendo, con el desarrollo de la nueva
En la base de nuestro cerebro existen clase burguesa, en el amor románti-
unas áreas específicas (hipotálamo, co de nuestra época.
amígdala, circuito límbico) en donde
se originan las emociones - que de MATRIMONIO - PAREJA
alguna manera recuerdan los instin-
tos de los mamíferos superiores- que La palabra matrimonio viene del latín
van a determinar ciertas conductas matrimonium, que para los linguistas
comunes a la especie humana a tra- modernos deriva de maritus, marido,
vés de todos los tiempos y en todas y ésta a su vez de mars, maris, ma-
las culturas. cho. El diccionario de la Real Acade-
mia de la Lengua lo define como
El ser humana es un ser social y por lo «unión de hombre y mujer concerta-
tanto recibe la influencia de la cultura da de por vida, mediante determina-
mediante la acción de la familia y de dos ritos o formalidades legales.» Sin
la escuela, primero, y ahora de los embargo, esta definición no explica
medios masivos de comunicación, las características propias del enlace
influjo que irá moldeando las conduc- conyugal como serían la vida sexual
tas, merced a la interiorización de las en común, la procreación y la crianza
pautas que asume una determinada de la prole, lo que le da a esta institu-
civilización. Dicho de otra manera, la ción social un tinte fundamentalmen-
sexualidad humana, si bien se origina te económico, a pesar de los propó-
en lo biológico, está determinada por sitos sexo-sentimentales que empu-
factores culturales que siempre han jan a los enamorados a contraer
estado presentes en la historia de la matrimonio.
humanidad.
El connubio por amor es una inven-
La filosofía clásica griega dividió el ción relativamente reciente. En reali-
sentimiento amoroso en tres clases: dad es hijo legítimo de la Revolución
en primer lugar habló del ágape que Francesa y corresponde al modelo
posteriormente los cristianos convir- de amor romántico que ya mencio-
tieron en caridad; en segundo lugar namos. Pero esto no ha sido siempre
definió el amor-amistad, o philos, que así; si aceptamos las teorías evoluti-
se supone desexualizado; y en tercer vas de los antropólogos, tenemos
lugar determinó el eros, es decir, la que aceptar que la forma del matri-
pasión sexo-sentimental. monio ha variado de acuerdo con el
Por los años setentas se inició la cá- setenta con sus locuras y sus utopías;
tedra de comportamiento y salud para cuando soñábamos con un mundo
los estudiantes de noveno y décimo mejor para todos con la imaginación
grados. Al respecto debemos anotar al poder y en donde estuviese prohi-
que el material que se ofrecía a los bido prohibir; cuando creimos tener
alumnos en lo atinente a la sexualidad dominadas las enfermedades de
continuaba la misma mirada tradicio- transmisión sexual y dábamos por
nal y represiva. Se desconocía la hecho que con el ingreso de la mujer
sexualidad del niño y del adolescente a la universidad y al trabajo, luego de
en la medida en que las lecciones controlar eficazmente la fecundidad,
tenían la finalidad de preparar a los conoceríamos una nueva manera de
jóvenes para su futuro matrimonio amar, por fuera del romanticismo
cristiano. Se continuaba desconocien- posesivo y exclusivo.
do la función erótica de la sexualidad
y se satanizaba con las enfermeda- Por el contrario recordaremos con
des venéreas su ejercicio por fuera de tristeza estos años ochenta que se
la institución matrimonial. El currícu- prolongan hasta nuestros días. Son
lum oculto continuaba su acción de- los tiempos del SIDA que surge como
formadora sin que la mayoría de los amenaza a nuestras ilusiones de amor
maestros se diera cuenta de ello. y de libertad. Son los días del regreso
Silencios, espacios que nos separa- a la intransigencia, a la intolerancia y
ban; miradas críticas y actitudes hos- a la violencia, años de replanteamien-
tiles; uniformes y peinados; repro- tos y de nuevos retos para quienes
ches y prohibiciones; gestos y juegos; seguimos creyendo que la propuesta
reglamentos y manuales... textos y del hombre nuevo aun tiene plena
discursos ... vigencia.
Cúantos jóvenes de aquellos años,
hoy padres y madres de familia, re-
EL PRESENTE
cordarán con nosotros aquellos ver- Cuando Lucila Díaz realizó su memo-
sos de Rubén Darío del poema «Can- rable clase de educación sexual en
tos de vida y esperanza» que dicen su escuelita rural de Ventaquemada
así: «Yo supe de dolor desde mi infan- (Boyacá), comenzó una nueva etapa
cia, /mi juventud ... fue juventud la de la educación sexual en Colombia.
mía?/sus rosas aún me dejan la fra- Un evento al parecer intrascendente
gancia.../ una fragancia de melanco- como fue aquella clase, se convirtió -
lía..» y valga el símil- en el "florero de Llo-
Mientras todo esto ocurría en la es- rente" que permitió el nacimiento del
cuela, de un lado, las ONG comenza- Proyecto Nacional de Educación
ban su tarea de educación sexual Sexual. Para quienes no conocen esta
superando toda clase de dificultades, pequeña- gran historia que parece
y por el otro, la televisión se consoli- extraida de lo mejor del realismo
daba como la primerísima formadora mágico del Caribe, nos permitimos
del erotismo de los colombianos a hacer una breve sinopsis.
través de sus telenovelas y dramati- Debido a su intervención pedagógi-
zados. Comenzaba la década de los ca, Lucila Díaz fue acusada por sus
ochenta. vecinos boyacenses de «perversa
Recordaremos con nostalgia y ale- sexual»; la queja de los campesinos
gría las décadas de los sesenta y fue acogida por las autoridades