Está en la página 1de 100

138

ICH-2112
HIDRÁULICA

Capítulo 4
SINGULARIDADES

Profesores

José Francisco Muñoz P. Eduardo Varas C.

2007

José F. Muñoz P . Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
139

4.1 Introducción

Las singularidades en un canal permiten variar en un espacio reducido las propiedades del
escurrimiento. Generalmente están dispuestas de tal modo que conectan dos tramos en que
el escurrimiento es de régimen uniforme. Estas obras en que el escurrimiento es
bruscamente variado, se diseñan de acuerdo al objetivo que se persiga y el comportamiento
del flujo en ella dependerá exclusivamente de su geometría.

La característica principal del escurrimiento en este tipo de obras es la pronunciada


curvatura de los filetes de flujo, que en algunos casos puede ser tan brusca que el perfil del
agua se quiebra resultando un estado de gran turbulencia. Este hecho, obliga a asumir a
priori que la distribución de presiones deja de ser hidrostática y en el análisis de cada caso
en particular se debe efectuar una verificación empírica de la distribución de presiones.
Además como la variación de las características del escurrimiento se produce en tramos
relativamente cortos, se puede suponer que las pérdidas por roce son despreciables frente a
las producidas por la singularidad misma.

Los coeficientes de Boussinesq ( α ) y de Coriolis ( β ) son en general mayores que 1 pero


difíciles de determinar con rigurosidad luego se consideran iguales a 1.

No existe una teoría general aplicable a las singularidades hidráulicas, capaz de resolver
con éxito todas ellas, ya que el fenómeno depende en gran medida de la geometría y de las
condiciones del flujo. Normalmente, las singularidades se resuelven de tres maneras:

a) Si es posible estimar la pérdida de energía a priori, se aplica el principio de


conservación de la Energía (Bernoulli constante).

b) Si se pueden estimar las fuerzas externas que actúan sobre un volumen de control
pequeño se recurre a la ecuación de la conservación de la Cantidad de Movimiento.

c) Si no se pueden aplicar los dos principios anteriores, algunas singularidades se


resuelven en base a gráficos o tablas obtenidas de gran cantidad de
experimentación.

Las singularidades más comunes son los resaltos, los cambios de forma y tamaño de la
sección, ya sea paulatinos o bruscos, los vertederos de diferentes formas de sección, los
marcos partidores, los aforadores y las compuertas.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
140

4.2 Resalto Hidráulico

Este es uno de los fenómenos más interesantes en Hidráulica de canales. Consiste en un


ensanche brusco de la corriente sin que necesariamente exista un cambio en el lecho.

Sobre la zona del resalto se ubica un torbellino localizado con gran agitación pero fijo
entre dos secciones bien definidas del espacio y que produce una disipación importante de
energía.

Este fenómeno se produce siempre que un torrente impuesto por condiciones de aguas
arriba, debe pasar a un río, impuesto por condiciones de aguas abajo.

Figura 4.1. Fenómeno del resalto hidráulico.

La situación inversa no se produce en la realizar y el paso de un río a un torrente se realiza


a través de una zona de escurrimiento crítico y una superficie bastante lisa.

RÍO → CRISIS → TORRENTE

Desde un punto de vista práctico nos interesará determinar las propiedades del resalto, esto
es:

- Relación entre h1 y h2
- Longitud del resalto
- Pérdida de energía

4.2.1 Resalto En Lechos Rectangulares Horizontales

4.2.1.1 Relación entre la altura de torrente hT y la altura de río hR

Corresponde al caso más simple que se puede presentar. Para su análisis se supone que las
pérdidas por fricción son despreciables frente a las pérdidas singulares y que se cumple la
ley hidrostática de presiones a lo largo del resalto, lo que equivale a suponer que la línea de

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
141

presiones coincide con la superficie libre. Esta última hipótesis ha sido verificada
experimentalmente.

Figura 4.2. Volumen de control para el estudio del resalto hidráulico.

Considerando el volumen de control que aparece en la Figura 4.2 la igualdad de la


Momenta entre la sección (T) y la sección (R) se puede expresar mediante la siguiente
ecuación:

Q2 Q2
+ ηT ⋅ AT = + η R ⋅ AR (2.1.1)
g ⋅ W0T g ⋅ W0 R

en que:

Q = Caudal que escurre


g = Aceleración de gravedad
W0 = Área de la sección viva. Corresponde a la sección de escurrimiento del
caudal Q .
A = Área total de la sección. Incluye la sección de escurrimiento (sección viva) y
la sección de aguas quietas o muertas. Es la sección donde se ejerce la
fuerza debida a la presión.
η = Profundidad del centro de gravedad de la sección muerta.

Para un canal rectangular de ancho b se tiene que:

W0T = b ⋅ hT WOR = b ⋅ hR
AT = b ⋅ hT AR = b ⋅ hR (2.1.2)
h h
ηT = T ηR = R
2 2

que al reemplazar en la ecuación (2.1.1) se obtiene la ecuación:

José F. Muñoz P, Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
142

Q2 h2 ⋅ b Q2 h2 ⋅ b
+ T = + R (2.1.3)
g ⋅ b ⋅ hT 2 g ⋅ b ⋅ hR 2

Por otro lado, la condición de Escurrimiento Crítico en un canal rectangular se puede


expresar como:

Q2
= hc3 ⋅ b (2.1.4)
g ⋅b

luego la ecuación (2.1.3) se transforma en :

hc3 hT2 hc3 hR2


+ = + (2.1.5)
hT 2 hR 2

ecuación que representa la relación que se establece entre las alturas de torrente y de río en
un resalto en un lecho rectangular.

Ordenando los términos de la ecuación (2.1.5) se pueden encontrar expresiones analíticas


que permiten encontrar el valor de una de las alturas del resalto en función de la otra.

Resolviendo dicha ecuación se obtienen las siguientes expresiones para hT y hR :

8 ⋅ hc3
− hR + hR2 +
hR
hT =
2
(2.1.6)
3
8⋅h
− hT + hT2 + c
hT
hR =
2

La experiencia americana acostumbra a expresar las ecuaciones para las alturas conjugadas
en función del Número de Froude del torrente:

hR
= 0.5 * ( 1 + 8 NFT2 − 1)
hT

Con las expresiones anteriores se puede calcular la pérdida de energía y expresarla en


función de las alturas conjugadas:

(hR − hT ) 3
∆E =
4hR hT

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
143

4.2.1.2 Formas de Resalto

Experimentalmente se ha observado que la forma del resalto y básicamente la forma que


adopta el remolino superficial es bastante variable dependiendo del número de Froude del
torrente que lo genera.

Así se distinguen y clasifican los resaltos en:

Tabla 4.1. Clasificación del resalto hidráulico en base al número de Froude.

Ondulante 1.0 < FT < 1.7


Débil 1.7 < FT < 2.5
Oscilante 2.5 < FT < 4.5
Estable 4.5 < FT < 9.0
Fuerte 9.0 < FT

Para utilizar un resalto como disipador de energía, debe ser estable es decir lograr un FT
entre 4.5 y 9.0. Una representación gráfica se puede obtener en las siguientes figuras:

Figura 4.3. Tipos de resalto hidráulico, de acuerdo a la clasificación de Ven Te Chow (1959).

4.2.1.3 Longitud del Resalto

En un resalto se producen turbulencias y remolinos importantes y una vez que está


completo la corriente vuelve a ser tranquila en el régimen de río. Para poder determinar las
protecciones necesarias del lecho en la zona del resalto es necesario conocer su longitud.

Es bastante difícil determinar exactamente la longitud de un resalto incluso estando frente a


él, ya que si bien donde comienza se puede apreciar claramente, su término generalmente
no queda tan claro y depende de las bases que se adopten para definirlo.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
144

La longitud del resalto hidráulico ha recibido gran atención de los investigadores, pero
hasta ahora no se ha obtenido una solución unificada para su cálculo. Sin duda esto se debe
al hecho que el problema no se ha analizado teóricamente, a las complicaciones prácticas
derivadas de la inestabilidad general del fenómeno y a la dificultad de definir las secciones
de inicio y fin del resalto en las mediciones experimentales.

Algunos autores definen el resalto hidráulico como:

- La sección en que deja de existir el remolino superficial.


- La sección donde se aprecia que el remolino se despega del fondo.
- La sección donde no existen velocidades superficiales hacia aguas arriba.

Otros autores consideran la longitud del resalto la distancia entre la misma sección inicial
hasta la sección en donde no aparece erosión y donde las fuerzas tangenciales en el fondo
se han reducido de manera significativa. Sin embargo, esta definición poco usada.

En fin, existen casi tantas relaciones propuestas como autores se han dedicado al problema
y en los casos prácticos se debe tomar un coeficiente de seguridad sobre el valor
determinado a través de cualquier fórmula, para asegurar que el resalto se encuentre
confinado.

De acuerdo a la figura 4.4, la longitud Lrem del remolino turbulento característico del
resalto se define como la distancia entre la sección donde inicia su cara frontal y otra que
corresponde a la superficie de estancamiento, es decir, la de separación del flujo en las
direcciones de avance y retroceso. Como se observa en la figura 2.1.4, el final del remolino
se extiende sobre el total de la sección.
La longitud LR del resalto es la distancia desde la misma sección inicial hasta aquella en
que se alcanza la máxima altura de la superficie del agua y se estabiliza la distribución de
velocidades. En general, Lrem < LR .

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
145

Figura 4.4. Definición de la longitud del remolino y del resalto hidráulico.

La longitud del resalto en canales rectangulares ha sido la más estudiada, la Tabla 2.1.2
presenta las ecuaciones experimentales más conocidas para el cálculo de Lrem y LR , que en
la mayoría de los casos es posible expresarla en función del número de Froude de la sección
de torrente ( FT ).

La Figura 4.5 muestra una comparación gráfica de la mayoría de las ecuaciones, donde las
curvas que representan los resultados del USBR son un compendio de los obtenidos por
Peterka y muy parecidos a los de Macha, y se recomiendan para calcular la longitud del
resalto ( LR ). Las experiencias del USBR se pueden representar por la siguiente ecuación,
en función de la altura del torrente y el número de Froude del torrente:

L
= −9.1 + 9.9 FT − 0.07 FT2
DT
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
146

Tabla 4.2. Ecuaciones experimentales para el cálculo de la longitud del resalto hidráulico en canales
rectangulares horizontales.

Autor Ecuación Observaciones No.


LR = f ( hR , FT ) Relación graficada en
USBR (2.1.7)
Figura 2.1.6.
LR  h  1.84 h
= 12.9 − 14.5 ⋅ T  + para 0.7 ≥ T ≥ 0.3
(2.1.8)
Radrigán hc  hC  hT / hC hC
(1983) LR h h (2.1.9)
= 26.2 − 38 ⋅ T para T ≤ 0.3
hc hc hc
Ovalle y LR h  hR
Domínguez = 1.5 ⋅  R − 0.8  para 2 < < 16 (2.1.10)
hc  hT  hT
(1978)1
Safranez y L = LR / Lc = f ( X 0 = hT / hc )
Curvas graficadas en
(2.1.11)
Bakhmeteff2 Figura 2.1.7.
LR  h  Usa el mismo criterio
Álamos y
= 18 − 20 ⋅ T  que Safranez y (2.1.12)
Gallardo hc  hc  Bakhmeteff.
Miami Resumen de las
Conservancy LR = 5 ⋅ ( hR − hT ) experiencias (2.1.13)
District realizadas.
LR  hT hT   h  Relación graficada en
Woycicky =  −  ⋅  8 − 0.05 ⋅ R  (2.1.14)
hc  hc hc   hT  Figura 2.1.7.
Smetana y LR Ecuación deducida de
= 3 ⋅  1 + 8 ⋅ FT2 − 3 (2.1.15)
Tizon hT   la original.
Lrem Ecuación deducida de
Pavlovsky = 2.375 ⋅  1 + 8 ⋅ FT2 − 4.875 (2.1.16)
hT   la original.
Lrem
Safranez = 6 ⋅ FT para 1.72 < FT < 19.1 (2.1.17)
hT
Lrem
Pietrowsky = 5.9 ⋅ FT para 5.5 < FT < 19.8 (2.1.18)
hT
Sarma y Lrem LR
= 6.73 ⋅ ( FT − 1) ; = 1.3 para 1.21 < FT < 3.79 (2.1.19)
Newman hT Lrem
Lrem
Bretz = 6.29 ⋅ FT − 3.59 para 3.3 < FT < 15.3 (2.1.20)
hT

1
Ecuación obtenida utilizando el criterio de la longitud del remolino superficial.
2
Curvas utilizando el criterio de la longitud necesaria para la completa expansión de la corriente.
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
147

Figura 4.5. Longitud del remolino y del resalto hidráulico en canales rectangulares horizontales.

La Figura 4.6 presenta los resultados experimentales del USBR, pero con la longitud del
resalto ( LR ) expresada en términos de la altura conjugada de río ( hR ). Estos resultados son
los más conocidos y utilizados en todo el mundo. Los resultados para la longitud Lrem se
muestran en tres curvas, según otros autores, bastante diferentes una de otra.

Las fórmulas más utilizadas para determinar la longitud de un resalto en lechos


rectangulares son las de Álamos y Gallardo y la que propone el USBR.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
148

Figura 4.6. Longitud del resalto hidráulico en canales rectangulares horizontales, con base en los
resultados del USBR y otros.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
149

Figura 4.7. Comparación de distintas fórmulas para estimar la longitud de un resalto en lechos
rectangulares (Domínguez, 1978). X 0 = hT / hc ; L = LR / Lc .

4.2.2 Resaltos en Otras Situaciones.

El tratamiento matemático de los resaltos resulta simple en los lechos de sección


rectangular, pero el resalto como fenómeno físico se puede presentar en cualquier tipo de
lecho.

Desde el punto de vista del diseño cuando se debe incluir un resalto en una obra es
conveniente que ésta tenga sección rectangular debido a que bajo esas condiciones el
fenómeno es más conocido y se pueden anticipar mejor sus propiedades. Sin embargo, esto
no es una restricción general, y se han estudiado también las propiedades de los resaltos en
lechos trapeciales, circulares y abovedados incluso para el caso en que el río final completo
el acueducto. En todos estos casos se ha comprobado experimentalmente la validez de la
constancia de la Momenta.

Otros casos interesantes se presentan en los lechos de pendiente fuerte y lechos de


pendiente mixta. En este último caso se produce el resalto cuando aguas arriba se tiene un
tramo de canal de pendiente fuerte con altura de torrente y aguas abajo uno de pendiente
menor que la crítica donde existe un río.
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
150

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
151

4.2.2.1 Resaltos en lechos Horizontales de Sección Trapecial

El resalto hidráulico en canales trapeciales ha sido estudiado por varios investigadores. Por
ejemplo, Wanoschek y Hager experimentaron en un canal trapecial de talud 1:1 (H:V) y
con números de Froude variando entre 3 y 13. Observaron que el resalto es bastante
diferente del formado en un canal rectangular.

En la Figura 4.8 se presenta un esquema de los aspectos principales del resalto hidráulico
en un canal de sección trapecial, donde el flujo entrante (1) de alta velocidad se levanta y
forma una zona (2) de salpicadura, debido a la presencia de una zona (3) de separación del
fondo, la que designaron como remolino de fondo. De esta forma, la corriente principal se
mueve cerca de la superficie y diverge lentamente hacia los taludes, lo que se atribuye a la
concentración de la corriente entrante (1) hacia la parte central de la sección y a la
depresión resultante a lo largo de los taludes. Una primera parte del flujo lateral se regresa
y forma las zonas (4) del flujo de retroceso sobre ambos taludes, que incluyen las alas de la
cuña formada al frente del resalto. Una segunda parte (5) se mantiene sobre la superficie y
continúa hacia aguas abajo. La tercera parte (6) se introduce en el cuerpo líquido a lo largo
de los taludes y alimenta al remolino de fondo. Más adelante (7) esta corriente ya no es
arrastrada por el remolino de fondo sino que continúa directamente hacia el flujo de salida
después del resalto.

Figura 4.8. Vista esquemática de los patrones de flujo principal en un resalto en canal trapecial, según
Wanoschek y Hager.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
152

Con base en observaciones detalladas en tres dimensiones, Wanoschek y Hager


concluyeron que el resalto hidráulico en un canal trapecial es un fenómeno netamente
tridimensional. La presencia del remolino en el fondo produce diferencias importantes
respecto del resalto clásico, como son:

• La velocidad en el fondo se reduce en forma importante.


• La corriente principal se levanta hacia la superficie pero diverge a ambos lados del
canal, por lo tanto, la velocidad máxima ocurre a lo largo de los taludes, cerca de la
superficie.

Además se ha determinado que la razón hR hT de las alturas conjugadas obtenidas


utilizando Momenta es siempre mayor que la obtenida experimentalmente, por lo tanto, al
diseñar utilizando el principio de la Momenta se estará por el lado de la seguridad.

4.2.2.1.1 Relación entre la altura de torrente hT y la altura de río hR

El volumen de control que se considera para aplicar la constancia de la momenta en un


resalto en lecho trapecial se encuentre en la Figura 4.9, en que b es el ancho basal y l el
ancho superficial. La ecuación que se obtiene es la ecuación (2.1.1)

Q2 Q2
+ ηT ⋅ AT = + η R ⋅ AR (2.1.1)
g ⋅ W0T g ⋅ W0 R

en que:

WOT = AT = hT ⋅ ( b + m ⋅ hT ) WOR = AR = hR ⋅ ( b + m ⋅ hR )
(2.2.1)
 m ⋅ hT b   m ⋅ hR b 
ηT ⋅ AT = hT2 ⋅  +  η R ⋅ AR = hR2 ⋅  + 
 3 2  3 2

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
153

Figura 4.9. Resalto en lecho trapecial. Volumen de control.

La ecuación de la igualdad de la Momenta para un resalto en lecho trapecial se escribe


entonces como:

Q2  m ⋅ hT b  Q2  m ⋅ hR b 
+ hT2 ⋅  + = + hR2 ⋅  +  (2.2.2)
g ⋅ hT ⋅ ( b + m ⋅ hT )  3 2  g ⋅ hR ⋅ ( b + m ⋅ hR )  3 2

La ecuación (2.2.2) se puede resolver ya sea por tanteos, por medio de un proceso iterativo
del tipo Newton-Raphson (Muñoz y Martinson, 1983) o simplemente utilizando algún
software computacional.

4.2.2.1.2 Longitud del Resalto

La longitud del resalto hidráulico en canales trapeciales fue estudiada por Domínguez
(1978). La Figura 4.10 muestra para diferentes pendientes de fondo una relación entre
hT hC y LR hC .

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
154

Figura 4.10. Longitud del resalto en lechos trapeciales (Domínguez, 1978).

4.2.2.2 Resaltos en lechos Inclinados de sección rectangular

En un resalto que se produce en un lecho de pendiente fuerte, deja de regir la constancia de


la Momenta ya que en el volumen de control interviene la componente de las fuerzas
gravitacionales en el sentido del escurrimiento.

Aplicando el principio de la cantidad de movimiento al volumen de control de un resalto en


lecho inclinado (Figura 4.11) resulta la siguiente ecuación:

ρ ⋅ Q ⋅ (U R − U T ) = FT − FR + W ⋅ senθ (2.2.3)

en que:

Q = Caudal que circula


ρ = Masa específica del agua
U = Velocidad media
FT , R = Fuerzas debidas a la presión
W = Peso volumen de control

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
155

Figura 4.11. Volumen de control en un resalto en lecho inclinado.

Llamando d a la profundidad perpendicular al fondo del canal y h a la profundidad


vertical del agua se tiene que:

h ⋅ cos θ = d (2.2.4)

Las velocidades medias en la sección (T) y (R) se pueden expresar como:

Q Q
UR = UT = (2.2.5)
b ⋅ dR b ⋅ dT

Las fuerzas debidas a la presión del agua vecina al volumen de control se pueden expresar
como:

1 1
FT = ⋅ γ ⋅ b ⋅ dT2 ⋅ cos θ FR = ⋅ γ ⋅ b ⋅ d R2 ⋅ cos θ (2.2.6)
2 2

Por otro lado el peso del volumen del control, algunos autores lo expresan en términos de
lr y hT como:

lr lr

W = ∫ γ ⋅ b ⋅ d ⋅ dl = γ ⋅ b ⋅ ∫ d ⋅ dl (2.2.7)
0 0

la componente del peso en el sentido del escurrimiento queda entonces:

lr

W ⋅ senθ = γ ⋅ b ⋅ senθ ⋅ ∫ d ⋅ dl (2.2.8)


0

Kindsvater, (Domínguez y Ugarte, 1979) introdujo el uso de un coeficiente que permite


expresar la integral en términos de d R y dT como:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
156

lr

∫ d ⋅ dl = φ ⋅ ( d − dT2 )
2
R (2.2.9)
0

en que φ es un coeficiente función de la pendiente i del canal. Domínguez y Ugarte


(1978) proponen una expresión para φ del tipo:

φ = 1.185 − 0.60 ⋅ Ln ( i ) (2.2.10)

Luego la componente del peso se puede expresar como:

W ⋅ senθ = γ ⋅ b ⋅ senθ ⋅ φ ⋅ ( d R2 − dT2 ) (2.2.11)

La ecuación de la cantidad de movimiento (ecuación 2.2.3) resulta entonces:

 Q Q  1
ρ ⋅Q ⋅  = ⋅ γ ⋅ b ⋅ cos θ ⋅ ( dT − d R ) + γ ⋅ b ⋅ senθ ⋅ φ ⋅ ( d R − dT )
2 2 2 2
− (2.2.12)
 b ⋅ d R b ⋅ dT  2

que ordenando y factorizando se puede escribir como:

γ ⋅ Q 2  dT − d R   cos θ 
 = γ ⋅ b ⋅ ( dT − d R ) ⋅  − φ ⋅ senθ 
2 2
 (2.2.13)
g ⋅ b  dT ⋅ d R   2 

Por otro lado en crisis se cumple que:

Q3
= d c3 ⋅ b (2.2.14)
g ⋅b

luego la ecuación (2.2.13) queda como:

 cos θ 
d c3 = dT ⋅ d R ⋅ ( d R + dT ) ⋅  − φ ⋅ senθ  (2.2.15)
 2 

o también como:

dc3
dT ⋅ d R2 + d R ⋅ dT2 − =0 (2.2.16)
K
con

cos θ
K= − φ ⋅ senθ (2.2.17)
2

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
157

La solución de la ecuación (2.2.16) nos entrega las alturas relativas de un resalto en lechos
inclinados que resultan:

4 ⋅ dC3
− dT + dT2 +
K ⋅ dT
dR =
2
(2.2.18)
3
4⋅d
−d R + d R2 + c
K ⋅ dR
dT =
2

Las expresiones (2.2.18) se transforman en las expresiones (2.1.6) cuando θ = 0 ( K = 1 2)


que corresponden a las ecuaciones de las alturas relativas en lecho horizontal de sección
rectangular.

Experiencias realizadas por Domínguez y Ugarte (1978) en la Figura 4.12 resumen la


longitud del resalto en lechos inclinados rectangulares.

Figura 4.12. Longitud del resalto en lechos inclinados rectangulares.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
158

Las experiencias realizadas por Hickox, Kindsvater, Bakhmeteff, Merzke y el USBR (Ven
Te Chow, 1959) se encuentran resumidas en la Figura 4.13 para encontrar la longitud del
resalto en este tipo de lechos.

Figura 4.13. Ábaco para calcular la longitud de un resalto en lechos inclinados rectangulares.

Las experiencias de resaltos en lechos rectangulares con pendiente se pueden resumir en las
siguientes expresiones analíticas, para las alturas conjugadas y para la longitud del
fenómeno:

X1 2
= 0.25 + 3 − 0.5 + (5.74 − 3.21X 0 ) 3 i 3 / 2
X0 X0

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
159

L = 18(1 + 3i ) − 20 X 0

En estas expresiones X0 y X1 son las razones entre la altura de torrente y la altura crítica y
la altura de río y la altura crítica respectivamente. La longitud del resalto L es también la
razón entre la longitud y la altura crítica.

4.2.2.3 Resaltos en lechos de pendiente mixta.

Los resaltos en lechos de pendiente mixta se pueden producir de distintas maneras según
sea el valor de las fuerzas externas que se ejercen en el río y en el torrente del volumen de
control.

La singularidad en canales que utilizan este resalto es el marco partidor con barrera
triangular en el que se asegura la formación de un resalto a una distancia igual o mayor a 2
veces la altura crítica.

Según sean las fuerzas externas que ejercen el torrente y el río en el volumen de control se
pueden producir tres situaciones (Ver Figura 4.14):

a) Resalto completo en pendiente suave


b) Resalto en pendiente mixta
c) Resalto completo en pendiente fuerte

Figura 4.14. Tipos de resalto en pendiente mixta. P.F. = pendiente fuerte. P.S. = pendiente suave.

El análisis de este fenómeno se efectúa utilizando las experiencias de laboratorio realizadas


por Bachler y Serrani en 1957 (Domínguez, 1978) cuyos resultados se resumen en dos
grupos de gráficos que entregan las relaciones entre las alturas relativas y la longitud del
resalto.

i) Alturas relativas

Se utilizan las siguientes variables auxiliares de acuerdo a la Figura 4.15.

hT hR LR Lp
X0 = X1 = L= N= (2.2.19)
hc hc hc LR

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
160

Con el valor N que se obtiene del gráfico se determina la ubicación del resalto, es decir si

N <0 Resalto en pendiente suave


0 < N <1 Resalto en pendiente mixta
N >1 Resalto en pendiente fuerte

Figura 4.15. Variables utilizadas al analizar un resalto en pendiente mixta.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
161

Figura 4.16. Alturas relativas en un resalto en sección rectangular en lecho de pendiente mixta
(Domínguez, 1978).

ii) Longitud del resalto

Utilizando las mismas variables auxiliares X 0 y X 1 se determina el valor de N


correspondiente en la Figura 4.16 y con N y X 0 se determina en la Figura 4.17 la variable
L como:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
162

LR
L= (2.2.19)
hc

luego:

LR = L ⋅ hc (2.2.20)

l p = LR ⋅ N (2.2.21)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
163

Figura 4.17. Longitud de un resalto en sección rectangular en lecho de pendiente mixta (Domínguez,
1978).

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
164

4.3 Variaciones De Forma En La Sección Transversal

Una de las singularidades más comunes en canales la constituyen las variaciones de forma
de la sección transversal. Una variación de forma de la sección de un canal queda definida
por las propiedades de la sección final y la forma de la transición.

Las variaciones de forma se clasifican según la variación geométrica de las secciones y


según la transición que se produce entre las dos secciones. Según la geometría se clasifican
en Ensanches (Retardo de la velocidad) y Angostamientos (Aceleración de la corriente).
Según la transición se clasifican en variaciones Bruscas (Vena se despega de las paredes) y
Paulatinas (Venas coincide con las paredes).

Esta segunda clasificación define fundamentalmente el comportamiento hidráulico de estas


singularidades ya que es posible que ella dependa de las velocidades del flujo o del gasto
que circula y así en un mismo ensanche el comportamiento puede ser del tipo paulatino
para un caudal Q1 o del tipo brusco para otro mayor Q2 (Ver Figura 4.18).

Figura 4.18. Variación de la forma de una sección según la transición.

Interesa conocer las pérdidas de energía que se producen en una singularidad ya que ellas
disminuirán la energía disponible para cada tramo de canal. También interesa conocer las
alturas iniciales y finales con el objeto de poder determinar el eje hidráulico antes y después
de ella.

Las singularidades más usuales que presentan variaciones de forma son:

- Ensanche brusco
- Ensanches paulatinos
- Angostamientos bruscos
- Angostamientos paulatinos

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
165

4.3.1 Ensanches Bruscos

Se define como ensanche brusco a una singularidad en que la sección del canal aumenta de
tamaño, de modo que la forma geométrica del lecho que la contiene es mayor que el área
del escurrimiento propiamente tal. En estos casos se presenta una zona de remolinos y
aguas muertas que contribuye a una pérdida de energía importante (Ver Figura 4.19).

Q Q

Figura 4.19. Ensanches bruscos.

4.3.1.1 Ecuaciones generales

Este problema se resuelve mediante la aplicación del teorema de la cantidad de movimiento


siempre que sea posible evaluar las fuerzas externas que se ejercen sobre el volumen de
control con algún grado de exactitud. La aplicación de la ecuación de la cantidad de
movimiento al volumen de control de la Figura 4.20, considerando que la pérdida por
fricción es despreciable, que la pendiente es pequeña y que se cumple la ley hidrostática de
presiones a lo largo de todo el volumen de control, entrega la ecuación de la constancia de
la Momenta que en este caso se puede escribir como:

Q2 Q2
+ η0 ⋅ A0 = + η1 ⋅ A1 (3.1.1)
g ⋅ W0 g ⋅W1

en que:

W0 = Área viva de la sección (0).


η0 = Profundidad del centro de gravedad de la sección (0).
A0 = Área total de la sección (0)

W1 = Área viva de la sección (1).


η1 = Profundidad del centro de gravedad de la sección (1).
A1 = Área total de la sección (1)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
166

Figura 4.20. Volumen de control para la aplicación de la Momenta = Cte. en un ensanche brusco.

El problema que usualmente se debe resolver es encontrar la altura de agua en la sección


inicial (0), conocidas las características de la sección (1).

La ecuación de la constancia de la Momenta resulta entonces para Μ1 conocida:

Q2
+ η0 ⋅ A0 = M1 (3.1.2)
g ⋅W0

Definiendo Μ 0C al valor de la Momenta en la sección (0) con altura de agua igual a la


altura crítica, se pueden presentar tres posibilidades para la solución de la ecuación de la
constancia de la Momenta entre la sección (0) y la sección (1) Μ 0 = Μ1 :

I) M oc <M1 Se encuentran dos soluciones ( h0T y h0 R )


II) M oc =M1 Se encuentra una solución ( h0C )
III) M oc >M1 No hay solución posible.

En la Figura 4.21 se aprecian las 3 posibilidades que se presentan para la relación de la


constancia de la Momenta en un ensanche brusco.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
167

Figura 4.21. Curvas posibles de la igualdad de la Momenta en un ensanche brusco.


Luego la validez de la constancia de la momenta en un ensanche brusco sólo se cumple si
M1 ≥ M oc (casos I y II)

Si la momenta en la sección (1) Μ1 es menor que Μ 0C , en la sección (0) se produce una


caída libre con altura de torrente después del ensanche donde deja de regir la ley
hidrostática (Figura 4.22). En este caso el eje hidráulico de aguas arriba se independiza del
eje hidráulico de aguas abajo ya que se produce una altura de torrente que dependiendo de
las condiciones de aguas abajo puede saltar a río mediante un resalto o seguir como
torrente.

Figura 4.22. Caso en que Μ1 es menor que Μ 0C .

Luego la condición de validez de la constante de la momenta en un ensanche brusco se


puede determinar como sigue:

a) Calcular la altura crítica h0C , en la sección (0)


José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
168

Q2
b) Calcular M 0C = + η0 ⋅ A0
g ⋅W0
c) Calcular h1' = altura mínima en la sección (1) que hace que M1 =M 0C .

Luego para h1 ≥ h1' se cumplirá la constancia de la momenta. En este caso M1' es la


Momenta de la sección (1) que hace que la altura en la sección (0) sea crítica. Luego para
M1 ≥ M1' se cumplirá siempre la constancia de la momenta en un ensanche brusco.

Al resolver la ecuación de la igualdad de la momenta entre las secciones (0) y (1) se puede
tener una de las tres situaciones siguientes:

a) hoR = Altura de río en sección (0)


b) h0 C = Altura crítica en sección (0)
c) hoT = Altura de torrente en sección (0)

En esta última situación se pueden dar cuatro posibilidades de solución según cual sea la
ubicación del resalto con respecto al ensanche brusco (Figura 4.23)

c.1) Resalto completo aguas arriba de la sección (0)


c.2) Resalto termina justo en la sección (0)
c.3) Resalto empieza antes de la sección (0) y termina después de la sección (0)
c.4) Resalto empieza justo en la sección (0)

En el caso c.3) la constancia de la momenta se aplica entre la sección (0) y la sección (A)
( M 0 =M A ) y entre la sección (A) y la sección (0) ( M A =M 0 ) teniendo cuidado de
considerar las secciones vivas y muertas correspondientes.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
169

Figura 4.23. Soluciones posibles de la constancia de la Momenta en ensanches bruscos (Domínguez,


1975).

4.3.1.2 Longitud del Ensanche para perfeccionarse.

Aunque no es experimentalmente definitivo (Domínguez, 1978), se puede aceptar como


una recomendación aproximada que el ángulo de expansión (Figura 4.24) de un
ensanchamiento tanto de fondo como lateral sea tal que:

l 1
tan α = ≤ (3.1.3)
L 5

luego se calcula L tal que:

L ≥ 5⋅l (3.1.4)
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
170

tanto en el fondo como en la superficie.

Figura 4.24. Expansión de la vena de un ensanche brusco.

4.3.1.3 Análisis del caso particular de un ensanchamiento brusco lateral y con bajada de
fondo en canal rectangular (Figura 4.25)

El canal rectangular de la Figura 4.25 tiene un ensanchamiento brusco lateral de “ l0 ” a “ l1 ”


y una bajada de fondo igual a “ a ”.

Figura 4.25. Ensanchamiento brusco en canal rectangular.

Aplicando la ecuación de la constancia de la Momenta entre las secciones (0) y (1) se


obtiene la ecuación (3.1.1). El problema es conocer la fuerza que ejerce la presión en la
cara (0) . Supongase que ella queda representada por una altura h’, intermedia a h1 y (h0+a).

Q2 Q2
+ η0 ⋅ A0 = + η1 ⋅ A1 (3.1.1)
g ⋅ W0 g ⋅W1

en que:
W0 = h0 ⋅ l0 W1 = h1 ⋅ l1

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
171

h' h
η0 = η1 = 1 (3.1.5 )
2 2

A0 = ( h0 + a ) ⋅ l1 A1 = h1 ⋅ l1

luego la ecuación (3.1.1) se escribe:

Q2 h' (h0 + a) Q2 h2
+ l1 = + 1 l1
gh0 l 0 2 gh1l1 2
(3.1.6)

Definiendo las siguientes variables adimensionales

X’= h’/hc1 X0 = h0/ hc1 X1 = h1 / hc1 K = a / hc1 n = l1 / l0

La altura crítica en la sección (1) es:

Q2
hc31 =
gl12

La ecuación general se puede escribir:

1 n
0.5 X ' ( X 0 + K ) − 0.5 X 12 = +
X1 X 0

El problema principal es conocer X’ o bien h’.

Se puede escribir:

h' = h1 − ε (h1 − (h0 + a))


h' = h1 (1 − ε ) + ε (h0 + a)

Reemplazando la ecuación queda:

1 n
0.5 X 1 ( X 0 + K )(1 − ε ) + ε ( X 0 + K ) 2 − 0.5 X 12 = +
X1 X 0

El valor de ε no puede conocerse teóricamente y sólo se puede decir que está comprendido
entre 0 y 1. Su valor depende de la forma como la napa líquida se expande. Se tienen los
casos de napa sumergida y napa superficial. Experimentalmente se ha encontrado que toma
el valor 1 si el régimen anterior es de río o crisis y el posterior es río. Igualmente es 1 si el
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
172

régimen anterior es torrente y la napa es sumergida. Finalmente el coeficiente vale 0.25 si


el régimen anterior es de torrente y la napa es superficial.

La decisión si la napa es superficial o sumergida se obtiene gracias a las experiencias de


Escande que se resumen en el gráfico 149 del texto de Domínguez, cuando no hay
variación en el ancho.

En un canal rectangular se pueden presentar los siguientes casos especiales de ensanches


bruscos:

a) Sólo ensanche lateral ( a = 0 ) . Entonces la ecuación (3.1.6) queda:

Q2 h2 Q2 h2
+ 0 ⋅ l1 = + 1 ⋅ l1 (3.1.7)
g ⋅ h0 ⋅ l0 2 g ⋅ h1 ⋅ l1 2

b) Sólo bajada de fondo ( l0 = l1 = l ) . Luego la ecuación (3.1.6) se escribe:

( h0 + a )
2
Q2 Q2 h12
+ ⋅l = + ⋅l (3.1.8)
g ⋅ h0 ⋅ l 2 g ⋅ h1 ⋅ l 2

c) No hay ensanche ni lateral ni de fondo ( a = 0, l0 = l1 = l ) . La ecuación (3.1.6) se escribe


en este caso como:

Q2 h2 Q2 h2
+ 0 ⋅l = + 1 ⋅l (3.1.9)
g ⋅ h0 ⋅ l 2 g ⋅ h1 ⋅ l 2

y se obtiene la ecuación del resalto. El ensanchamiento brusco lo provoca el régimen.

d) Variación de ancho y de fondo , tanto n como K son distintos de cero


e) Límite de influencia del régimen de aguas abajo.

Esta situación corresponde al caso en que la altura de aguas en la sección (1) impone altura
crítica en la sección (0). Una altura menor que h1 independiza los ejes hidráulicos. La
altura crítica en la sección (0) se obtiene de la ecuación:

Q2
h03C = (3.1.10)
g ⋅ l02

y la altura crítica de la sección (1) se obtiene de la ecuación (3.1.11):

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
173

Q2
h13C = (3.1.11)
g ⋅ l12

reemplazando las ecuaciones (3.1.10) y (3.1.11) en la ecuación (3.1.6) se obtiene:

(h + a)
2
h1C 3 h12
2
h0 C ⋅ l0 + 0C ⋅ l1 = ⋅ l1 + ⋅ l1 (3.1.12)
2 h1 2

De donde se despeja h1 = h1' que corresponde a la altura mínima que debe tener la sección
(1) para que en la sección (0) se produzca altura crítica.

4.3.1.4 Pérdida de carga en un ensanche brusco de un canal

En un ensanche brusco, que funciona influenciado por el régimen de río de aguas abajo, en
el que se acepta que rija una distribución hidrostática de presiones en la pared frontal de la
zona ensanchada, la aplicación del Teorema de la Cantidad de Movimiento cuando se
desprecian las fuerzas gravitacionales y friccionales da origen a la siguiente relación
(Figura 4.26):

Q2 Q2
+ η0 ⋅ A0 = + η1 ⋅ A1 (3.1.13)
g ⋅ W0 g ⋅ A1

que se puede escribir como:

 (U 0 − U1 ) 2 U 2 − U 2 
η0 ⋅ A0 − η1 ⋅ A1 = A1 ⋅  + 1 0
 (3.1.14)
 2⋅ g 2 ⋅ g 
 

en que

W0 = Área viva de la sección (0)


η0 = Profundidad del centro de gravedad de la sección (0)
A0 = Área total de la sección (0)
U 0 = Velocidad en la sección (0)
η1 = Profundidad del centro de gravedad de la sección (1).
A1 = Área total de la sección (1)
U1 = Velocidad en la sección (1)
Q = Caudal
g = Aceleración de gravedad.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
174

Figura 4.26. Pérdida de carga en un ensanche brusco.

Aplicando el principio de Energía entre (0) y (1)

a + E 0 = E1 + Λ s (3.1.15)

en que:

E = Energía específica en cada sección con respecto al fondo.


Λ S =Pérdida de carga singular del ensanche brusco.

La ecuación (3.1.15) se escribe también como:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
175

U 02 U2
h0 + a + = h1 + 1 + Λ s (3.1.16)
2⋅ g 2⋅ g

ordenando los términos se obtiene:

U12 − U 02
= h0 + a − h1 − Λ s (3.1.17)
2⋅ g

De esta manera reemplazando en la ecuación (3.1.14) se obtiene:

 (U 0 − U1 )2 
η0 ⋅ A0 − η1 ⋅ A1 = A1 ⋅  + h0 + a − h1 − Λ s  (3.1.18)
 2⋅ g 
 

Por otro lado el momento estático η1 ⋅ A1 se puede expresar como:

∆h
η1 ⋅ A1 = η0 ⋅ A0 + ∆h ⋅ A0 + ⋅ ( A1 − A0 ) (3.1.19)
2

con ∆h = h1 − h0 − a (3.1.20)

obteniéndose que:

∆h
η0 ⋅ A0 − η1 ⋅ A1 = −∆h ⋅ A0 − ⋅ ( A1 − A0 ) (3.1.21)
2

que reemplazando en la ecuación (3.1.18) se obtiene la siguiente relación:

∆h  (U − U1 )2 
−∆h ⋅ A0 − ⋅ ( A1 − A0 ) = A1 ⋅  0 + h0 + a − h1 − Λ s  (3.1.22)
2  2⋅ g 
 

La pérdida de carga Λ s se puede despejar de la ecuación (3.1.22) como:

(U − U1 ) 1 ( A − A0 )
2

Λs = 0 − ⋅ 1 ⋅ ∆h (3.1.23)
2⋅ g 2 A1

El segundo término es despreciable generalmente, luego se puede evaluar la pérdida de


carga de un ensanche brusco como:

(U − U1 )
2

Λs = 0 (3.1.24)
2⋅ g

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
176

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
177

Ejemplo 4.3.1

a) Determinar la altura que toma el agua y la velocidad en un canal antes de un ensanche


si hay una grada de 0.5 m y el ancho varía de 1 m a 2 m cuando el gasto es 1m3/s y
h = 1.35 m .
b) Determine la pérdida de carga en la singularidad.
c) Cuál tendría que ser la altura de la barrera para que con las anchuras indicadas exista
sobre la barrera escurrimiento crítico.
d) Si en vez de aumentar la altura para producir escurrimiento crítico, se requiere calcular
el ancho que debe tener el canal antes del ensanche, calcular el valor de l1 l0 .

Solución:

Figura 4.27. Ensanchamiento brusco del ejemplo 3.1.

a) En este caso se puede utilizar la ecuación (3.1.6):

( h + a ) ⋅ l = Q 2 + h12 ⋅ l
2
Q2
+ 0 1 1 (3.1.6)
g ⋅ h0 ⋅ l0 2 g ⋅ h1 ⋅ l1 2

donde:

Q = 1.0 m3/s. g = 9.8 m/s2.


h0 = Altura que se desea determinar. l0 = 1.0 m.
a = 0.5 m. h1 =1.35 m.
l1 = 2.0 m.

reemplazando estos valores en la ecuación se obtiene:

0.102
+ ( h0 + 0.5 ) = 1.8603
2

h0

resolviendo:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
178

Q
h0 = 0.8173 m (Altura de río). U0 = = 1.2235 m/s.
l0 ⋅ h0
b) La pérdida de carga en la singularidad es de:

U 02 U2
Λ 01 = B0 − B1 = E 0 + 0.5 − E1 = h0 + + 0.5 − h1 − 1
2g 2g
(1.223) ( 0.370 )
2 2

Λ 01 = 0.817 + + 0.5 − 1.35 − = 0.0367 m


19.6 19.6

Pérdida de carga con ecuación (3.1.23):

(1.223 − 0.370 ) 1 ( 2.700 − 2.634 )


2

Λs = − ⋅ ⋅ (1.35 − 0.817 − 0.5)


2⋅ g 2 2.700

Λ s = 0.0371 − 0.0004 = 0.0367 m

Pérdida de carga con ecuación (3.1.24):

(1.223 − 0.370 )
2

Λs = = 0.037 m
2⋅ g

c) Para que exista altura crítica en la sección (0) se debe cumplir que:

(h + a)
2
h1C 3 h2
2
h0 C ⋅ l0 + 0C ⋅ l1 = ⋅ l1 + 1 ⋅ l1 (3.1.12)
2 h1 2

Utilizando las ecuaciones (3.1.10) y (3.1.11) es posible determinar la altura crítica en las
secciones (0) y (1):

1 1
Q2  Q2  3
 12  3
h03C = → h0C = 2 
= 2 
= 0.4673 m
g ⋅ l02  g ⋅ l0   9.8 ⋅1 
1 1
3 Q2  Q2  3
 12  3
h =
1C → h1C =  2 
= 2 
= 0.2944 m
g ⋅ l12  g ⋅ l1   9.8 ⋅ 2 

Reemplazando estos valores en la ecuación (3.1.12) se obtiene que:

0.2184 + ( 0.4673 + a ) = 1.8603


2

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
179

Resolviendo la ecuación anterior se obtienen los siguientes posibles valores para la altura
de la barrera:

 0.814 m
a=
−1.749 m

Por lo tanto la altura de la barrera debe ser de 0.814 m.


d) La altura crítica de la sección (0) queda definida en función de l0 mediante la ecuación
(3.1.10):

1
3 Q2  Q2  3
h0C = → h0C =  2 
g ⋅ l02  g ⋅ l0 

y utilizando la ecuación (3.1.6) se debe encontrar el valor de l0 imponiendo la condición de


escurrimiento crítico en la sección (0), es decir:

( h + a ) ⋅ l = Q 2 + h12 ⋅ l
2
Q2
+ 0C 1 1 (3.1.6)
g ⋅ h0C ⋅ l0 2 g ⋅ h1 ⋅ l1 2
( h + 0.5 ) ⋅ 2 =
2
12 12 1.352
+ 0C + ⋅2
9.8 ⋅ h0C ⋅ l0 2 9.8 ⋅1.35 ⋅ 2 2

Resolviendo estas 2 ecuaciones es posible encontrar el valor de l0 y h0 C :

l0 = 0.484 m h0 C = 0.758 m

luego l1 l0 = 4.131 .

4.3.2 Angostamientos bruscos

4.3.2.1 Generalidades

Al igual que en el caso de los ensanches, estos pueden ser por angostamiento lateral, de
fondo, o una combinación de ambos (Figura 3.2.1)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
180

Figura 4.28. Tipos de angostamientos bruscos.

En la práctica son menos utilizados que los ensanches bruscos. En los angostamientos en
general, la pérdida de carga está asociada al ensanche de reacción que se produce después
del angostamiento (Figura 4.29).

Figura 4.29. Ensanche de reacción en un angostamiento brusco.

Para evitar o disminuir en forma importante esta pérdida de energía singular basta evitar el
ensanche de reacción, lo que se logra sin muchos costos con pequeños redondeos.

Por estos motivos casi no se utilizan los angostamientos bruscos. Se prefiere efectuar un
redondeo de las aristas y evitar la pérdida de energía singular. Bajo estas condiciones se
tratan como angostamientos paulatinos.

Figura 4.30. Arista viva y redondeada en un angostamiento brusco.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
181

En los angostamientos no es posible aplicar directamente el teorema de la cantidad de


movimiento debido a que se desconocen las fuerzas que ejerce el borde del canal sobre el
volumen de control.

Se han desarrollado experiencias de laboratorio que permiten encontrar las relaciones que
se producen entre las características del escurrimiento de ambas secciones y existen
gráficos que se utilizan para estas singularidades obtenidas de dichas experiencias
(Domínguez, 1978).

4.3.2.2 Angostamiento brusco con disminución de ancho y grada de subida en régimen


tranquilo (Figura 4.31)

Para el estudio de esta singularidad se definen las siguientes variables del escurrimiento:

l0 a Q2 h0 h1
n= K= hc31 = X0 = X1 = (3.2.1)
l1 hc1 gl12 hc1 hc1

Los resultados experimentales se encuentran graficados en la Figura 4.31.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
182

Figura 4.31. Caso general de angostamiento brusco en régimen tranquilo (Domínguez, 1978).

4.3.2.3 Angostamientos bruscos con disminución de ancho sin grada

En este caso las experiencias que se realizaron confirman la validez del Principio de la
Cantidad de Movimiento aceptando que las fuerzas que ejerce el canal sobre el volumen de
control en la sección (A) (Figura 3.2.5) son iguales a las que ejerce el agua sobre el
volumen de control en la sección (0). Esta hipótesis se puede aceptar para el rango de
dichas experiencias.

Aplicando el teorema de la Cantidad de Movimiento:


José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
183

ρ ⋅ Q ⋅ (U1 − U 0 ) = F0 − F1 (3.2.2)

en que:

1 1 Q Q
F0 = ⋅ γ ⋅ h02 ⋅ l1 F1 = ⋅ γ ⋅ h12 ⋅ l1 U0 = U1 = (3.2.3)
2 2 h0 ⋅ l0 h1 ⋅ l1

Figura 4.32. Angostamiento brusco sin grada de bajada.

reemplazando en la ecuación (3.2.2) se tiene que:

Q2 h2 ⋅ l Q2 h2 ⋅ l
+ 0 1= + 1 1 (3.2.4)
g ⋅ h0 ⋅ l0 2 g ⋅ h1 ⋅ l1 2

que es la ecuación que se debe resolver para esta situación. En la Figura 4.33 se encuentra
graficada esta relación (utilizando las variables definidas en las ecuaciones 3.2.1), y es
válida solamente para el rango de dicha figura.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
184

Figura 4.33. Angostamiento brusco con disminución de ancho (Domínguez, 1978).


4.3.2.4 Angostamiento brusco con grada de subida

Se han realizado experiencias de laboratorio (Domínguez, 1978) que confirman las


siguientes hipótesis (ver Figura 4.34):

a) “La fuerza que ejerce el canal sobre el volumen de control en la sección (1) es igual a la
fuerza correspondiente a una distribución hidrostática con altura de aguas sobre la grada
igual a h0.
b) Debido a la variación que sufre h0 en la entrada, la fuerza hidrostática sobre la sección
(1) se corrige por un coeficiente C.

Figura 4.34. Angostamiento brusco con grada de subida.

Aplicando el teorema de la Cantidad de Movimiento:

ρ ⋅ Q ⋅ (U1 − U 0 ) = F0 − FA1 (3.2.2)

y considerando que:

Q Q Q
U1 = y U0 = = (3.2.5)
h1 ⋅ l h ⋅ l ( h0 + a ) ⋅ l
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
185

y además

F0 = F1 + F2 FA1 = F3 + F4 (3.2.6)

luego reemplazando en ecuación (3.2.2):

ρ ⋅ Q2 ρ ⋅ Q2
− = F1 − F3 (3.2.7)
h1 ⋅ l h ⋅l

como:

1 1
F1 = ⋅ C ⋅ γ ⋅ h02 ⋅ l F3 = ⋅ γ ⋅ h12 ⋅ l (3.2.8)
2 2

y la altura crítica se puede escribir como:

Q2
hc3 ⋅ l = (3.2.9)
g ⋅l

la ecuación (3.2.7) se escribe:

hc h2 h C ⋅ h02
+ 12 = c+ (3.2.10)
h1 2 ⋅ hc h 2 ⋅ hc2

En la Figura 4.35 se encuentran graficados los resultados experimentales, utilizando las


siguientes variables auxiliares:

h h0 h1 a
X = X0 = X1 = K= (3.2.11)
hc hc hc hc

donde:

X0 = X − K h0 = h − a (3.2.12)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
186

Figura 4.35. Angostamiento brusco con grada de subida (Domínguez, 1978).

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
187

4.3.3 Ensanches y angostamientos paulatinos

En estos casos la obra se diseña de tal modo de evitar el despegue de la vena ocupando el
escurrimiento todo el volumen de la singularidad. Bajo estas condiciones el cálculo
hidráulico puede efectuarse aplicando la ecuación de la Energía asociándole al fenómeno
una cierta pérdida de energía evaluable.

4.3.3.1 Ensanches paulatinos

Si el cambio de sección se efectúa en forma gradual, las pérdidas de carga se deben a los
frotamientos y a las pérdidas singulares propias del ensanche.

Figura 4.36. Ensanche paulatino en canales.

Normalmente se acostumbra a establecer un balance de energía (Figura 3.3.1):

B0 = B1 + Λ 01 (3.3.1)

siendo Λ 01 la pérdida asociada al ensanche que se puede expresar de acuerdo a la fórmula


de Borda como:

(U − U1 )
2

Λ 01 =ζ ⋅ 0 (3.3.2)
2g

en que ζ es un coeficiente cuyo valor se determina experimentalmente. La ecuación


anterior se puede escribir como:

2
A  U2
Λ 01 = ζ ⋅  1 − 1 ⋅ 1 (3.3.3)
A
 0  2 g
En un ensanche paulatino en general se pueden aceptar los siguientes resultados
experimentales para el coeficiente ζ obtenidos por Mathaeí y Lewin en 1932 (Domínguez,
1978) (Figura 3.18).

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
188

Tabla 4.3. Resultados experimentales para el coeficiente ζ .

l1/l0
2,3 4,23
α ζ α ζ
7º 11 0.2794 8º 45 0.274
11 52 0.2093 11 20 0.142
15 16 0.2083 15 30 0.224
29 18 0.4122 29 55 0.764
41 26 0.8983 39 14 1.035
54 22 1.1103 62 04 1.131
80 26 1.0954 99 38 1.03
95 46 1.0203 180 0.99
180 1.0033

Figura 4.37. Valores del coeficiente ζ en experiencias realizadas por Mathaeí y Lewin en 1932
(Domínguez, 1978).

Fórmica en 1955 (Ven Te Chow, 1959) obtuvo también valores de ζ para ciertas formas
de ensanches que se detallan en la Figura 4.38.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
189

Figura 4.38. Diseños de ensanches paulatinos experimentados por Fórmica en 1955 (Ven Te Chow,
1959).
Los valores de ζ son los siguientes de acuerdo al tipo de diseño (Ven Te Chow, 1959).

Tabla 4.4. Valor del coeficiente ζ de acuerdo al tipo de diseño.

Diseño 1 2 3 4 5 6 7 8
ζ 0.82 0.87 0.68 0.41 0.27 0.29 0.45 0.44

Una comparación de los valores experimentales obtenidos por Fórmica y por Mathaeí y
Lewin, se encuentra en la Figura 3.3.4 (H. Mery, 1983). El valor mínimo de diseño
recomendado por H. Mery es de m = 5 (ζ = 0.4 ) .

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
190

Figura 4.39. Comparación de los valores experimentales obtenidos por Mathaeí y Lewin (1932) (U.
Católica de Chile) y por Fórmica (1955) (Instituto de Hidráulica, Milán) efectuada por Horacio Mery
(1983).

4.3.3.2 Angostamientos Paulatinos

Se puede evitar el despegue de la vena en el ensanche de reacción, mediante un diseño


adecuado. Esto se logra con obras relativamente cortas y las pérdidas por fricción pueden
ser despreciables pudiéndose resolver el problema con la Ecuación de Energía. En la
literatura se encuentran dos diseños:

a) El embudo propuesto por F.J. Domínguez que consiste en cuidar únicamente una
longitud de él igual a la anchura final y cuyas dimensiones relativas aparecen en la
Figura 3.3.5. La pérdida de este embudo es del orden de:

U12
Λ s = 0.002 ⋅ (3.3.4)
2⋅ g

Figura 4.40. Embudo de entrada (Domínguez, 1978).

b) Los embudos ensayados por Formica en 1955, cuyos diseños se encuentran en la Figura
4.41.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
191

Figura 4.41. Diseños de angostamientos ensayados por Fórmica (Ven Te Chow, 1959).

La pérdida de carga se evalúa con una ecuación del tipo:

U12
ΛS = K ⋅ (3.3.5)
2⋅ g

con:

K = 0.1 para el diseño I


K = 0.06 para los diseño II, III, IV.
U = velocidad en la sección de salida

4.3.3.3 Método de Solución de un Ensanche o Angostamiento Paulatino

Cuando se conoce h1 y Q , para calcular h0 se recurre al tanteo, ya que se debe cumplir


simultáneamente que:

E 0 = E1 + Λ 01 (3.3.6)

(U − U1 )
2

Λ 01 =ζ ⋅ 0 (3.3.7)
2⋅ g

es decir:

U 2 (U − U1 )
2
U 02
h0 + = h1 + 1 + 0 =C (3.3.8)
2⋅ g 2⋅ g 2⋅ g

lo conocido es ζ , h1 y Q , luego se procede a tantear con un valor de Λ 01 , de tal manera de


obtener un valor de C para calcular h0 de la ecuación (3.3.8), para verificar que:

(U − U1 )
2

Λ 01 =ζ ⋅ 0 (3.3.9)
2⋅ g

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
192

4.4 COMPUERTAS

4.4.1.- GENERALIDADES

Se utilizan generalmente como elementos de control para fijar gastos de funcionamiento o


niveles de agua. Existe una gran variedad de tipos y formas de compuertas dependiendo del
objetivo para el cual se utilicen. Se pueden distinguir dos tipos de compuertas.

a) Compuerta Plana (Figura 4.42): Son generalmente rectangulares y frontales a la


canalización. Se usan en dimensiones pequeñas y medias (hasta 3 o 4 m) resultando
lentas en su operación pero económicas en su costo.

Figura 4.42: Compuerta plana

b) Compuerta de Sector (Figura 4.43): Consisten en compuertas circulares y son utilizadas


para grandes dimensiones ya que son fácilmente operables.

Figura 4.43: Compuerta de Sector

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
193

4.4.2.- COMPUERTAS PLANAS VERTICALES Y TRANSVERSALES AL


ESCURRIMIENTO
El tratamiento matemático que se utiliza para analizar el funcionamiento de una compuerta
es una abertura de pequeña altura y gran largo.

Las compuertas planas funcionan de dos maneras según cual sea la influencia del régimen
de aguas abajo. Si el río impuesto de aguas abajo no ahoga al torrente que se genera
posterior a la abertura de la compuerta, la compuerta tendrá un funcionamiento libre. Si el
régimen de aguas abajo ahoga al torrente, la compuerta funcionará ahogada.

4.4.2.1.- Compuerta Plana con Funcionamiento Libre

En este caso el torrente que se genera aguas abajo de la compuerta se desarrolla libremente.
(Figura 4.44)

Figura 4.44: Compuerta Plana con Funcionamiento libre

La simbología que se utiliza para analizar el funcionamiento de una compuerta libre es la


siguiente:

h0 = altura de agua antes de la compuerta


a = abertura de la compuerta
ac= altura de agua en la sección (c) de máxima contracción
h1= altura de aguas abajo de la compuerta

Efectuando un balance de energía en una línea de corriente entre la sección (0) y la sección
(c) se tiene que:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
194

U 02 P U2
h0 + = z+ c + c
2g γ 2g

en que Uc es la velocidad puntual en la sección (c) a la altura z.


U0 es la velocidad media en la sección (0)
Y Pc es la presión en el agua a la cota z.

Luego la velocidad del agua a la cota z la podemos expresar como:

 U2   P
U c = 2 g  h0 + 0  −  z + c 
 2g   γ 

La velocidad media en la sección (c) queda definida por:

1  U 02   Pc 
A ∫A
Uc = 2 g   h +  −  z +  ·dA
 2 g   γ 
0


Utilizando un coeficiente de velocidad Cv, se puede expresar la velocidad media como:

 U 02   P 
U c = Cv 
2 g  h0 +  −  z + 
 2g   γ 

Aceptando que rige la ley hidrostática de presiones en la sección (c) se tiene que:

Pc
ac = z +
γ

luego:

 U2 
U c = Cv 2 g  h0 + 0 − ac 
 2g 

El coeficiente de velocidades Cv se puede estimar analíticamente suponiendo U0


despreciable, Pc atmosférica y ac despreciable frente a h0. (Domínguez, 1978) como:

1  z 
A ∫A
Cv = 1 −  dA
 h0 

Obteniéndose los siguientes valores para Cv de acuerdo a la Figura 4.2.2.

Tabla 4.5: Valores del coeficiente de Velocidad

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
195

Valores de h/a
Abertura 0.5 1.0 1.5
Rectangular 0.94 0.99 1.00
Circular 0.95 0.99 1.00

Figura 4.45: Coeficiente de Velocidad

El cálculo del caudal se efectúa considerando el producto de la velocidad media en la


sección (c) por el área de dicha sección. El área de la sección contraída Ac se calcula como:

Ac = C c · A

en que
Cc= Coeficiente de contracción
A = Área de la abertura = a ⋅ b
b = ancho del canal

luego el caudal se puede expresar como:

Q = U c ⋅ Ac

 U2 
Q = C c ⋅ A ⋅ C v 2 g  h0 + 0 − ac 
 2g 

o también

 U2 
Q = C c ⋅ C v ⋅ a ⋅ b 2 g  h0 + 0 − ac 
 2g 

Al producto Cv·Cc se le denomina coeficiente de gasto y se designa por m, y el caudal se


expresa entonces como:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
196

 U2 
Q = m ⋅ a ⋅ b 2 g  h0 + 0 − a c 
 2g 

En compuertas de paredes delgadas Cv vale aproximadamente 1, luego es fácil confundir Cc


con m. Generalmente se acepta esta igualdad comprobándose con cierta similitud que la
contracción vertical de la vena es cercana a m ⋅ a es decir:

ac = Cc ⋅ a ≈ m ⋅ a

La ubicación de la sección contraída ha sido determinada experimentalmente por varios


autores como:

Tabla 4.6: Ubicación de la sección contraída


h0
Smetana (1948) d = 0.55 a Para = 1.2
a
h
d = 1.80 a Para 0 > 2.5
a
Rajaratman (1977) d = 1.15 a
Velásquez (1965) d=2a
3
Escande (1939) d= a
5

Valores de los Coeficientes de una compuerta Cc y m

Cofré y Buchheister en 1955 (Domínguez, 1978) obtuvieron experimentalmente valore para


el coeficiente de gasto m que confirmaron el valor teórico dado por Kirchkoff para una
abertura de ancho infinito y IRe ≥ 40.000 . El valor teórico de Kirchkoff es:
π
m= = 0.611
π +2

Para Nos de Reynolds menores que 40.000 se observaron valores para m menores tal como
los que aparecen en el gráfico de la Figura 4.2.3.

El Nº de Reynolds se define en este caso como:

U c ⋅ ac
IRe =
ν

pero como:

U c ⋅ ac ⋅ b = Q
Q/b q
IRe = =
ν ν

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
197

Figura 4.46: Experiencias de Cofré y Buchheister para m = f(IRe) (Domínguez, 1978)

Desde un punto de vista práctico, Domínguez (1978) recomienda usar el valor de m=0.611
para las compuertas así como la igualdad m = Cc. Experiencias realizadas recientemente
por Kremer y Sepúlveda (1983) entregan resultados tanto para el coeficiente de
h
contracción Cc como para el coeficiente de gasto en función de y de IRe con:
a

U 02
h = h0 + − ac
2g

Estos resultados se encuentran en la Figura 4.47.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
198

Figura 4.47: Coeficientes CC y m (Kremer y Sepúlveda 1983)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
199

El análisis de una compuerta que funciona libre se puede efectuar también haciendo un
balance de energía entre la sección (0) y la sección (c) y considerando que la altura de agua
en (c) es:

ac = Cc ⋅ a

obteniéndose

U 02 U c2
h0 + = + Cc ⋅ a
2g 2g

Q2 Q2
h0 + = + Cc ⋅ a
h02 ⋅ b 2 ⋅ 2 g ac2 ⋅ b 2 ⋅ 2 g

De esta ecuación se puede despejar el caudal como:

C c ⋅ a ⋅ b 2 g ⋅ h0
Q=
a
1 + Cc
h0

luego

Q = CQ ⋅ a ⋅ b ⋅ 2gh0

con

Cc
CQ =
a
1 + Cc
h0

Esta expresión es mucho más cómoda para analizar el funcionamiento de una compuerta
libre que la expresión vista anteriormente, ya que esta última es explícita para Q y la
primera entrega el caudal en forma implícita.

En resumen, en la literatura aparecen 3 coeficientes que se utilizan en compuertas planas:

1) Cc = Coeficiente de contracción
a
Cc = c
a

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
200

2) m = Coeficiente de gasto
m = Cc ⋅ Cv
Q
m=
 U2 
a ⋅ b 2 g  h0 + 0 − ac 
 2g 

3) CQ = Coeficiente de gasto
Cc
CQ =
C ⋅a
1+ c
h0
Q
CQ =
a ⋅ b 2 g ⋅ h0

4.4.2.2.- Compuerta Plana con Funcionamiento Ahogado.

En este caso, el torrente que se genera aguas abajo de la compuerta no es capaz de rechazar
completamente el resalto y éste se desarrolla en forma incompleta al pie de la compuerta.
(Figura 4.48)

Figura 4.48: Compuerta ahogada con resalto incompleto.

Experiencias de laboratorio (Domínguez, 1978) confirman la validez de todos los


coeficientes de gasto en una compuerta plana ahogada.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
201

Efectuando un balance de energía entre (0) y (c) en una línea de corriente y considerando
las mismas hipótesis que para el funcionamiento libre se obtiene la siguiente expresión para
el caudal

 U2 
Q = m ⋅ a ⋅ b 2 g  h0 + 0 − h' 
 2g 

con h’ altura de agua al pie de la compuerta sobre la sección (c)

En este caso el caudal que escurre bajo la compuerta depende de las condiciones de
escurrimiento aguas abajo, es decir de la altura h’, la cual se puede estimar aplicando la
ecuación de la momenta.

Si se analiza el escurrimiento al pie de la compuerta como un ensanche brusco desde el


punto de vista hidráulico y se aplica la ecuación de la constancia de la momenta entre la
sección (c) y la sección (1) se tiene:

Q2 Q2
+ η c ⋅ Ac = + η1 ⋅ A1
g ⋅ Woc g ⋅ W01

en que:

W0c = C c ⋅ a ⋅ b A1 = W01 = b1 ⋅ h1
h h'
Ac = h'⋅b η1 = 1 ηc =
2 2

Reemplazando se obtiene:

Q2 h' 2 ⋅b Q2 h12 ⋅ b
+ = +
g ⋅ Cc ⋅ a ⋅ b 2 g ⋅ h1 ⋅ b 2

y utilizando el valor de la altura crítica:

Q2
hc3 =
g ⋅ b2

se tiene finalmente:

hc3 h' 2 hc3 h12


+ = +
Cc ⋅ a 2 h1 2

de donde se puede despejar h’ como:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
202

 h3 h2 h3 
h' = 2  c + 1 − c 
 h1 2 Cc ⋅ a 

El valor de h’ corresponde entonces a la altura de agua que es capaz de equilibrar las


condiciones impuestas por h1 para una determinada abertura a.

Luego si h' ≤ C c ⋅ a el resalto al pie es rechazado, o no existe y la compuerta funciona


libremente.

Ahora si h' > C c ⋅ a el torrente que se genera bajo la compuerta no es capaz de rechazar el
resalto y requiere de una altura h’. En este caso el caudal depende de aguas abajo.

4.4.3.- COMPUERTAS DE SECTOR


4.4.3.1.- Generalidades

Las compuertas de sector, en general se utilizan para medianas y grandes dimensiones,


situaciones en las cuales resultan más económicas que las compuertas planas. El
funcionamiento de las compuertas de sector al igual que las compuertas planas también
pueden ser libre o ahogado. El cálculo de las que funcionan libremente está bien definido
gracias a una gran cantidad de información experimental. Por su parte, el cálculo de
compuertas de sector que funcionan ahogadas o sumergidas se efectúa también con
resultados experimentales pero limitados a ciertos modelos.

4.4.3.2.- Compuerta de sector con funcionamiento libre

Adoptando el esquema de la figura 4.3.1, el caudal se puede expresar como:

 U2 
Q = C c ⋅ C v ⋅ a ⋅ b 2 g  h1 + 1 − C c ⋅ a 
 2g 

en que :

Cc = Coeficiente de contracción
Cv = Coeficiente de velocidad
b = Ancho de la compuerta
Q = Caudal que activa la compuerta
h1 = Altura de agua antes de la compuerta
U1 = Velocidad media del agua antes de la compuerta
a = Abertura de la compuerta
h3 = Altura de agua, aguas abajo de la compuerta

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
203

Figura 4.49: Compuerta de sector funcionando libre.

Considerando que el coeficiente de gasto m es:

m = Cc ⋅ Cv
este se puede determinar como:

Q
m=
 U 12 

a ⋅ b 2 g  h1 + − C ca 
 2g 

El valor del coeficiente m se puede determinar a partir de los resultados de Toch


(Triantáfilo, 1983) que se encuentran en el gráfico de la Figura 4.50)

Figura 4.50: Coeficientes de gasto para flujo libre y flujo ahogado según A. Toch (Triantáfilo, 1983).

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
204

Otro método de resolver el problema es el que utiliza el USBR, que defina el caudal como:

Q = m'⋅C 2 ⋅ a ⋅ b ⋅ 2 g ⋅ h1

en que m’ es el coeficiente de gasto que depende de la vena contraída y C2 es el coeficiente


que toma en cuenta la existencia de una elevación o escalón de lecho, dependiendo de la
longitud y la altura del umbral respectivo.

En la Figura 4.51, 4.52 y 4.53 se encuentran los gráficos de m’ versus h1/R obtenidos para
C
valores del parámetro iguales a 0.1, 0.5 y 0.9 respectivamente.
R

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
205

Figura 4.51: Coeficientes de gasto de compuerta radial según el método USBR para C/R = 0,1 (Triantáfilo, 1983)

Figura 4.52: Coeficientes de gasto de compuerta radial según el método USBR para C/R = 0,5 (Triantáfilo, 1983).

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
206

Figura 4.53: Coeficientes de gasto de compuerta radial según el método USBR para C/R = 0,9 (Triantáfilo, 1983).

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
207

4.4.3.3.- Compuerta de sector con funcionamiento ahogado

Las experiencias sobre compuertas de sector que funcionan ahogadas son escasas,
utilizándose en nuestro país el estudio realizado por Toch que entrega valores de
coeficientes de gasto con poca precisión y por lo tanto de poca confiabilidad para su
aplicación.

Otros estudios sobre este particular son los realizados por Amorocho, Moayeri y Bobb
(1966) para relaciones de C/R = 0.833 (altura vertical entre radier del canal y centro de giro
de la compuerta, radio de la compuerta) y por Triantáfilo (1982) para relaciones C/R =
0.694 y C/R = 0.954.

En estas últimas expresiones el caudal se expresa como:


Q = m' '⋅a ⋅ b ⋅ 2 g ⋅ h1

en que m’’ es el coeficiente de gasto.

El coeficiente de gasto se puede obtener simplemente de los gráficos de las Figuras 4.3.6,
4.3.7 y 4.3.8 o de las ecuaciones que generan estas familias de curvas, adoptando el
esquema que aparece en la Figura 4.3.1.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
208

Figura 4.54: Coeficientes de gasto en compuerta radial dado por Triantáfilo C/R = 0,694 (Triantáfilo, 1983)

Figura 4.55: Coeficientes de gasto en compuerta radial dado por Amorocho C/R = 0,833

Figura 4.56: Coeficientes de gasto en compuerta radial dado por Triantáfilo para C/R = 0,954

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
209

4.4.4.- COMPUERTAS LATERALES


4.4.4.1.- Generalidades

Cuando en un canal principal se desea hacer una derivación lateral, se acostumbra diseñar
una compuerta lateral de tal modo de regular y controlar el caudal que sale. Desde el punto
de vista del diseño de esta singularidad se pueden presentar dos alternativas de compuertas
laterales. La primera, sitúa la compuerta a una cierta distancia del canal principal (Figura
4.4.1) enfrentando en forma perpendicular a las líneas de corrientes luego puede ser tratada
como una compuerta frontal. La segunda sitúa a la compuerta justo en un borde del canal
principal enfrentando solo a una parte de las líneas de corriente que sufren en ese sector una
variación brusca de su dirección.

En ambos casos la carga disponible sobre las dos compuertas es un asunto discutible y se
acepta como una buena recomendación considerar la altura de agua en el canal principal.

Figura 4.57: Compuertas laterales.

Lo que interesa al proyectista es reconocer el gasto que sale por la compuerta lateral y
también la modificación que ésta introduce en el eje hidráulico del canal principal; por lo
que el problema fundamental se puede enunciar como:

Dadas las condiciones de escurrimiento en el canal principal, la geometría de la compuerta


y las condiciones de escurrimiento en el canal derivado se pide:

a) Determinar el gasto Qs que sale por la compuerta lateral


b) Determinar la modificación del eje hidráulico en el canal principal

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
210

En ensayos experimentales realizados por Fuentes y Aravena (1973) se ha estudiado una


compuerta lateral con régimen de río en el canal principal tanto cuando el resalto es
rechazado por la compuerta lateral como cuando el resalto es ahogado por el canal saliente
lateral.

Las variables que intervienen en la singularidad, en su caso más general son las siguientes
de acuerdo al esquema de la Figura 4.4.2.

Q0 = Gasto entrante en el canal principal aguas arriba de la compuerta.


Q1 = Gasto pasante en el canal principal aguas debajo de la compuerta.
QS = Gasto saliente por la compuerta lateral.
h0 = Altura de agua del canal principal aguas arriba de la compuerta.
h1 = Altura de agua del canal principal aguas debajo de la compuerta.
h2 = Altura de agua en el canal saliente lejos de la compuerta.
h3 = Altura de agua en el canal saliente inmediatamente aguas debajo de la compuerta.
a = Abertura de la compuerta.
l = Largo de la compuerta.
b = Ancho del canal principal.
b1 = Ancho del canal de derivación (igual al ancho de la compuerta)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
211

Figura 4.58: Esquema general de una compuerta lateral.

4.4.4.2 Compuerta lateral con resalto rechazado

Experimentalmente se ha comprobado que el caudal saliente QS se puede expresar como:

QS = C QS ⋅ l ⋅ a 2 g ⋅ h1

En este caso h1 es la altura impuesta por el caudal pasante en el canal y CQS corresponde al
coeficiente de gasto de la compuerta lateral igual

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
212

CQS = CQ ⋅ α ⋅ β

en que:

CQ = Coeficiente de gasto de la compuerta lateral si funciona frontalmente, es decir igual a:

Cc
CQ =
Cc ⋅ a
1+
h1

α = Coeficiente de corrección función del Número de Froude del canal principal y del
coeficiente de funcionamiento L definido como:

b ⋅ h1
L=
l⋅a

El coeficiente α se puede obtener del gráfico de la Figura 4.4.3

y
l
β = Coeficiente de corrección función de la relación y del coeficiente de
a
funcionamiento L. Se encuentra graficado en la Figura 4.59

Figura 4.59: Coeficiente de corrección α para compuertas laterales que considera el efecto de Nº de Fraude sobre
CQS (Fuentes y Aravena, 1973).

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
213

Figura 4.60: Coeficiente de corrección β para compuertas laterales que considera el efecto de l/a sobre CQS
(Fuentes y Aravena, 1973).

4.4.4.3.- Compuerta lateral con resalto ahogado

En este caso, también se expresa el caudal saliente como:

QS = C QS ⋅ l ⋅ a 2 g ⋅ h1

en que:

CQS = CQ ⋅ α ⋅ β ⋅ γ

con CQ, α y β definidos como en el punto 4.4.2, con la diferencia de que el coeficiente de
funcionamiento L se define como:

b(h1 − h3 )
L=
l⋅a

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
214

y γ es un coeficiente de corrección que depende de h1, h3 y Cc que se define como:

γ = 1.04 δ si 0 < δ < 0.927

γ =1 si 0.927 < δ < 1

h1 − h3
con δ =
h1 − Cc ⋅ a

4.4.4.4.- Longitud de la singularidad

El régimen gradualmente variado que hay en el canal principal es afectado por la compuerta
lateral produciendo aguas arriba una altura mínima debido al aceleramiento de los filetes y
aguas abajo una altura máxima debido a la desaceleración de los filetes que continúan por
el canal (Figura 4.4.5).

Figura 4.61: Eje hidráulico en el canal principal

El cálculo de estas alturas se puede efectuar por medio del gráfico de la Figura 4.4.6,
obteniendo experimentalmente (Fuentes et al 1973).
El cálculo de h0 se puede efectuar haciendo un balance de energía entre (0) y (1)
suponiendo que no existe pérdida.
U2 U2
h0 + 0 = h1 + 1
2g 2g

Qe = Q p + QS

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
215

Figura 4.62: Alturas máximas y mínimas frente a la compuerta (Fuentes y Aravena, 1973)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
216

4.5 Vertederos

4.5.1 Generalidades

El vertedero es una de las singularidades más usadas en canales. Consiste en una barrera
transversal al escurrimiento que obliga al agua a pasar sobre el umbral de ella.
Generalmente el aceleramiento de la corriente provoca escurrimiento crítico sobre el
umbral. Existen tres tipos de vertederos según el tipo de umbral, los cuales se pueden
apreciar en la figura 4.63 y que se presentan a continuación:

a) Vertedero de pared delgada: el contacto entre el agua y el umbral es una línea, y la


napa no se adhiere a él.
b) Vertedero de pared intermedia: el contacto entre el agua y el umbral es una
superficie adherida. El espesor del umbral es menor que 5 hc.
c) Vertedero de pared gruesa: el contacto entre el agua y el umbral es una superficie,
también de espesor mayor que 5 hc.

Figura 4.63: Tipos de vertederos

El funcionamiento de un vertedero puede ser de tres formas:

• Libre: Cuando el caudal depende sólo de aguas arriba y la altura aguas abajo es
menor que el nivel del umbral.
• Influenciado: Cuando el caudal depende de aguas abajo.
• Ahogado: Cuando el nivel del agua de la barrera es superior al nivel del umbral.

Abordaremos en estos apuntes los vertederos de pared delgada y los de pared gruesa.

4.5.2 Vertederos de pared delgada

4.5.2.1. Características

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
217

En general los vertederos de pared delgada son más precisos que los de pared gruesa y es
por esto que se usan para gastos pequeños. Sin embargo tienen el gran inconveniente que
producen una pérdida importante de energía y permiten la acumulación de sedimentos.

De acuerdo a la sección que ofrecen al escurrimiento se pueden distinguir los siguientes


tipos de acuerdo a la figura 4.64.

Figura 4.64 Tipos de vertederos de pared delgada

4.5.2.2. Vertederos Rectangular.

El análisis teórico del funcionamiento de un vertedero de pared delgada se efectúa


igualando el nivel de energía entre la sección aguas arriba (0), y la sección de máxima
contracción (c) de acuerdo al esquema de la Figura 4.65.

Figura 4.65: Esquema del vertedero rectangular de pared delgada

Entre las secciones (o) y (c) se puede utilizar la ecuación de Bernoulli, es decir:

IB0 = IBc por lo tanto

U 02 U2 P
h0 + a + = a+ε + z + c + c (5.2.1)
2g 2g γ

donde:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
218

a = altura del umbral


h0 = altura del agua en la sección (0) sobre el umbral
ε = altura de la curvatura de la sección contraída
z = posición del punto considerado en la línea de corriente
U c = velocidad en dicho punto
U 0 = velocidad media en la sección (0)
Pc = presión en la vena contraída a la cota z

luego, la velocidad puntual en z queda expresada según la ecuación (5.2.2):

 U2 P 
U c = 2 g  h0 + 0 − ε − c − z  (5.2.2)
 2g γ 

Integrando la ecuación (5.2.2) El gasto se puede expresar como:

e e
 U2 P 
Q = b ∫ U c dz = b ∫ 2 g  h0 + 0 − ε − c − z dz (5.2.3)
0 0  2g γ 

en que e es el espesor de la vena contraída.

Utilizando un coeficiente de gasto m, el caudal se puede expresar en función de la carga


hidráulica H como:

Q = m ⋅ b ⋅ H 2 gH (5.2.4)

en que:

aU 02
H = h0 + (5.2.5)
2g

Considerando la hipótesis de concentricidad de las líneas de corriente y despreciando la


velocidad de aproximación U0 se puede demostrar que el valor teórico del coeficiente de
gasto m es (Domínguez, 1978)

3/ 2
 ε 
m = 0.52161 −  (5.2.6)
 h0 

y el caudal se puede expresar como:

Q = mb ⋅ h0 2gh0 (5.2.7)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
219

ε
Experimentalmente se ha obtenido que = 0.112 luego el coeficiente teórico m queda:
H

m = 0.434

En aquellos vertederos en los cuales no se puede despreciar la velocidad de aproximación


U0, se puede estimar el caudal como:

Q = 0.434 ⋅ b ⋅ H ⋅ 2 gH (5.2.8)

Reemplazando la ecuación (5.2.5), la ecuación (5.2.8) queda:

 aU 02   aU 02 

Q = 0.434 ⋅ b ⋅  h0 + 
 ⋅ 2 g  h0 + 2 g 

 2 g   

que se puede ordenar como:

3/ 2
 aU 02 
Q = 0.434 ⋅ b ⋅ 1 +  h0 2 gh0 (5.2.9)
 2 gh0 

Así, el coeficiente de gasto teórico que toma en cuenta la velocidad inicial y lo da en


función de la altura de agua es:

3/ 2
 U2 
m = 0.4341 + a 0  (5.2.10)
 2 gh0 

la ecuación (5.2.10) se puede simplificar y aproximar a:

h02
m = 0.434 + 0.21 (5.2.11)
(h0 + a )2
Una serie de experimentadores han dado relaciones para el coeficiente de gasto en
vertederos de pared delgada de la ecuación (5.2.7):

Q = mbh0 2gh0 (5.2.7)

Entre ellos, los más utilizados son los de Bazin y Rehbock. Bazin en 1888 propuso la
siguiente fórmula (Domínguez, 1978):

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
220

 0.003  h02 
m =  0.405 + 1 + 0.55  (5.2.12)
 h0  (h0 + a )2 
cuyo rango de medidas fue:

b = 2m

0.08 < h0 < 0.55m


0.24 < a < 1.13

Rehbock en 1929 propuso la fórmula de la ecuación (5.2.13) para obtener el valor de m


(Domínguez, 1978):

2 h 0.00009  0.0011 
m=  0.6035 + 0.0813 0 + 1 +  (5.2.13)
3 a a  a 

También propuso una expresión para el caudal (Ackers et al. 1978) que se presenta a
continuación:

2 h 
 0.602 + 0.0832 0 b 2 g ⋅ (h0 + 0.00125)
3/2
Q= (5.2.14)
3 a

con h0, b y a en metros.

Cuyas limitaciones son:

0.03m < h0 < 0.75


b > 0.3m
a > 0.3m
h0
< 1 .0
a

En el caso de un vertedero con contracción lateral, como en la figura 4.66 Hegly (1921)
publicó la fórmula de la ecuación (5.2.15):

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
221

Figura 4.66: Vertedero rectangular con contracción lateral

 L − 1 0.0027  l2 h02 
m =  0.405 − 0.030 + 1 + 0.55 2  (5.2.15)
 1 h0  L (h0 + a )2 

4.5.2.3 Vertederos Triangulares

Aplicando el Bernoulli constante a una línea de corriente en el escurrimiento del vertedero


triangular de la Figura 4.67 y suponiendo que existe presión atmosférica en toda la vena se
tiene que:

U 02 U2
h0 + = (h0 − z ) + c (5.2.16)
2g 2g

Figura 4.67: Vertedero triangular de pared delgada

U 02
Despreciando el término se puede expresar el caudal elemental cq como:
2g

dq = U c ⋅ dAc
dq = 2 gz ⋅ dAc

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
222

pero: dAc = Cc ⋅ dA = Cc ⋅ b ⋅ dz

siendo b el ancho elemental que se puede expresar como:

a
b = 2(h0 − z )tg (5.2.17)
2

luego el caudal elemental queda:

a
dq = 2Cctg 2 g (h0 − z )z1 / 2 dz
2

integrando el caudal elemental entre 0 y h0 se tiene:

8 a
Q= Cc tg h02 2 gh0 (5.2.18)
15 2

ecuación que se puede escribir en tres formas:

a
a) Q = mtg h02 2 gh0 (5.2.19)
2
5/2
b) Q = Ch (5.2.20)
a
c) Q = atg h0b (5.2.21)
2

Las expresiones (A) y (B) las utilizó Domínguez (1978) en sus experiencias obteniendo los
siguientes valores experimentales:

Tabla 4.7 :Valores experimentales para diversas expresiones


a 15º 30º 45º 60º 90º 120º
h0> 0.25 0.205 0.185 0.17 0.14 0.12
m 0.352 0.33 0.325 0.32 0.313 0.322
C 0.206 0.392 0.596 0.819 1.384 2.465

La expresión C debida a Gourley y Crimp entrega:

a
Q = 1.32tg h02.47 (5.2.22)
2

E. Varas (1982) efectuó un análisis de regresión a los resultados experimentales obtenidos


por Domínguez y otros en 1956 y 1957 recomendando los siguientes valores:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
223

Tabla 4.8 : Valores para párametros recomendados por E.Varas (1982)

a a b
90 1.34 2.48
60 1.3 2.42
45 1.2 2.4

En general, el coeficiente que se adopte estará influenciado por los efectos de viscosidad y
capilaridad en especial para valores de h0 pequeños.

Efecto de la sumersión.

Si la altura de agua del nivel aguas abajo del vertedero sobrepasa el umbral, el coeficiente
de gasto se modifica ya que el vertedero funciona en este caso influenciado.

Experimentalmente (Domínguez, 1978) se ha obtenido la siguiente relación que permite


obtener el coeficiente de gasto m de un vertedero sumergido (figura 4.68) como:

Q m  s 3 
= = 1 − s 1 + + S 2  (5.2.23)
Q0 m0  2 8 

donde:
Q = Caudal sumergido
Q0= Caudal no sumergido
M = Coeficiente de gasto del vertedero sumergido
M0= Coeficiente de gasto del vertedero no sumergido
h
S = Sumersión definida como: S = 1
h0

Figura 4.68: Vertedero trinagular sumergido

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
224

4.5.3 Vertederos de Pared Gruesa

Se usan para gastos medianos y grandes. En general provocan menos pérdidas de carga y
en algunos diseños se evita la acumulación de sedimentos. Por su condición robusta
pueden usarse en cualquier obra. Se les denomina también barreras.

Se utilizan preferentemente como:

• Controladores de nivel
• Aforadores
• Bocatomas
• Marco Partidores

Los más usados aparecen en la figura 4.69

Figura 4.69: Tipos de vertederos de pared gruesa

4.5.3.1 Barreras Rectangulares

Se consideran vertederos o barreras de pared gruesa rectangulares a aquellas obras en que


se alcanza a producir escurrimiento de filetes paralelos sobre el umbral (figura 4.70).

Experimentalmente se observa (Domínguez, 1978) que para longitudes de barreras mayores


que 5 veces la altura crítica se logra dicho escurrimiento. Luego las barreras rectangulares
se deberán diseñar de tal manera que:

e > 5hc (5.3.1)

donde:
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
225

e= espesor de la barrera

Figura 4.70: Escurrimiento de filetes paralelos en una barrera rectangular

En una barrera rectangular, la arista viva introduce una pérdida de carga singular, razón por
la cual se trata en lo posible de evitarlas en el diseño.

La ecuación de la curva de descarga se obtiene suponiendo escurrimiento crítico sobre la


barrera (figura 4.71) y estableciendo un balance de energía entre la sección (0) y la sección
(c) tal que:

U 02 U2
h0 + = hc + c + Λ 0 − c (5.3.2)
2g 2g

donde:
Λ 0 − c son las pérdidas de carga entre la sección (0) y la sección (c).

Llamando H a la carga hidráulica en la sección (0) con respecto al nivel de la barrera, es


decir:

U 02
H = h0 + (5.3.3)
2g

y expresando las pérdidas en función de la altura de velocidad sobre la barrera:

U c2
Λ 0 − c = Σλ (5.3.4)
2g

la ecuación (5.3.2) queda:

U c2 U2
H = hc + + Σλ c (5.3.5)
2g 2g

Por otro lado, para una sección rectangular se tiene que:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
226

U c2 hc
= (5.3.6)
2g 2

luego la ecuación que resulta de reemplazar la ecuación (5.3.6) en la ecuación (5.3.5) es:

3 h
H = hc + Σλ c (5.3.7)
2 2

luego, ordenando la ecuación (5.3.7) se obtiene:

H
hc = (5.3.8)
3 Σλ
+
2 2

Ahora bien, como existe crisis, se tiene que:

3 Q2
h = 2
c (5.3.9)
gb

y por lo tanto, la expresión para el gasto que resulta al reemplazar la ecuación (5.3.8) en la
ecuación (5.3.9) y ordenando es:

H3/2
Q=b g 3/ 2
(5.3.10)
 3 Σλ 
 + 
2 2 

reorganizando la ecuación anterior se puede escribir como:

Q = mbH 2 gH (5.3.11)

con

1
m= 3/ 2
(5.3.12)
 3 Σλ 
2 + 
2 2 

donde:
m = el coeficiente de gasto de la barrera
h = la carga hidráulica en la sección (0) referida al nivel de la barrera.

El coeficiente de fricción puede tomar cualquiera de los siguientes valores según cual sea la
condición de la barrera.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
227

a) Condición ideal sin fricción: pérdida de carga nula.

λ=0
1
Luego m = 3/ 2
= 0.385 (5.3.13)
3
2 
2

b) Condición de fricción. Para una barrera de hormigón (Domínguez, 1978), propone


un valor de:

λ = 0.008n (5.3.14)

donde:
e
n=
hc
e = espesor del umbral

c) Condición de la arista:

1
Arista viva λ =
3
Arista redondeada λ = 0

Entonces en general en barreras de hormigón de arista viva el coeficiente de gasto queda:

1
m= 3/ 2
(5.3.15)
 3 0.33 + 0.008n 
2 + 
2 2 

Para que la barrera funcione siempre en forma independiente de las condiciones de


escurrimiento de aguas abajo, la altura de la barrera deberá diseñarse de tal manera que la
Momenta sobre el umbral sea siempre mayor que la Momenta de aguas abajo (figura 4.72)

Figura 4.71 : Volumen de control en barrera rectangular

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
228

luego

IM 0 ≥ IM 1

es decir:

Q2 Q2
+ η0 A0 ≥ + η1 A1 (5.3.16)
gW0 gW1

en que:

W0 = hcb W1 = h1b

A0 = (hc + a )b A1 = h1b (5.3.17)


h +a h
η= c η1 = 1
2 2

y además se cumple la ecuación (5.3.9)

Q2
hc3 = (5.3.9)
gb 2

reemplazando en la ecuación (5.3.16) y despejando a se obtiene:

 h h2  
a ≥ hc  2 c + 1 2 − 1 − 1 (5.3.18)
  h1 2hc  

de tal manera que la barrera no sea influenciada de aguas abajo.

4.5.3.2 Barreras triangulares

Las barreras triangulares se han perfeccionado con los marcos partidores y como aforadores
ya que presentan grandes ventajas con respecto a las barreras rectangulares.

La barrera triangular consiste en un vertedero de pared gruesa de forma triangular a lo largo


de la corriente. En la literatura se pueden encontrar diversos tipos de taludes siendo el más

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
229

usado en Chile el que propuso Domínguez (1978) que tiene taludes 5/1 y un redondeo
especial.

Los objetivos de una barrera triangular son:

• Acelerar la corriente hasta producir un torrente sobre el umbral de tal forma de


uniformizar la distribución transversal de velocidades.
• Independizar el escurrimiento sobre la barrera de las condiciones de aguas abajo.

El diseño de la barrera propuesto por Domínguez, se encuentra en la Figura 4.68 y las


variables que intervienen en el fenómeno en la Figura 4.69

Figura 4.72: Barreras triangulares de arista redondeada (Domínguez-Ugarte 1979)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
230

Figura 4.73: Variables físicas del fenómeno de barrera de resalto (Domínguez-Ugarte,1979)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
231

El diseño de la barrera triangular del tipo propuesto por Domínguez se efectúa usando el
gráfico de la Figura 4.75 que entrega una relación entre la altura de río final y la altura de la
barrera de tal manera que el resalto se ubique a una distancia mayor que dos veces la altura
crítica.

Figura 4.74: Relación entre la altura de la barrera y la altura de río final de barreras triangulares con
resalto a 2hc del vértice (Domínguez 1978)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
232

La ubicación del resalto se puede efectuar analizando el problema como un resalto en lecho
de pendiente mixta, considerando que la altura de torrente varía entre 0.65 hc y 0.8 hc
dependiendo de la rugosidad y redondeo del umbral, Domínguez (1978), recomienda usar:

hT=0.65 hc (5.3.19)
Luego el procedimiento que se debe utilizar para diseñar una barrera es el siguiente:

h1 a
a) Determinar a con X 1 = yK= del gráfico de la Figura 4.76.
hc hc
b) Determinar la ubicación del resalto y la longitud con los gráficos de las figuras del
capítulo 2 (figura 2.2.9 y figura 2.2.10)

Una barrera triangular se puede usar como una estructura aforadora si se conoce la relación
entre el caudal que escurre sobre ella y la altura de aguas arriba (Figura 4.77)

Figura 4.75: Alturas en una barrera triangular

Los resultados experimentales (Porzio y Covarrubias 1965), fueron ajustados por


Domínguez y Ugarte (1978) obteniéndose la siguiente relación para la variable auxiliar X0
(Figura 5.13) definida como:

−0.035
0.862 a
X 0 = 1 + 1.278 K   (5.3.20)
b

A partir del valor de X0 se puede determinar el coeficiente de gasto de la barrera


correspondiente a la ecuación

Q = mbh 2 gh (5.3.21)

en que:
h = h0 − a

obteniéndose:

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
233

1 1
m= (5.3.22)
2 X 1.5

con:
X = X0 − K
K = a / hc
X 0 = h0 / hc

En la figura 4.78 se encuentran los resultados parciales obtenidos por Bazin y el USBR los
cuales son similares a los obtenidos por Porzio y Covarrubias (Domínguez y Ugarte, 1978)

Figura4.76: Coeficientes de gasto para barreras triangulares de arista redondeada (Domínguez-Ugarte


1979)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
234

4.5.3.3. Barreras Triangulares con estrechamiento

En algunos casos con el objeto de aumentar la variación de h con el gasto, o cuando se


instala una barrera en un marco partidor con dos salidas laterales, se diseñan estrechamiento
en el vértice de la barrera seguido de un ensanche paulatino. Este tipo de singularidades
está bastante estudiado en la literatura y son conocidos como aforadores Parshall.

Domínguez (1978) confeccionó dos gráficos que permiten obtener con buena precisión el
valor de la variable auxiliar K =a/hc para una relación de ensanche determinado (figura
4.79) y el valor del coeficiente de gasto m (Figura 4.80) de la ecuación:

Q = m1h 2 gh (5.3.23)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
235

Figura 4.77: Relación entre la razón de ensanche, la altura de la barrera y la altura de río final en
estrechamiento con barrera (Domínguez, 1978)

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
236

Figura 4.78: Relación entre el coeficiente de gasto y la altura de la barrera y la razón de ensanche para
-estrechamiento con barrera triangular. (Domínguez, 1978)
José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.
Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.
237

4.6. Referencias Bibliográficas


1. DOMÍNGUEZ FRANCISCO JAVIER (1978). “Hidráulica” Editorial
Universitaria. Quinta edición.
2. VEN TE CHOW (1959) “Open Channel, Hydraulics”. Mc Graw Hill.
3. RADRIGÁN SERGIO (1983) “Longitud de resalto en canales rectangulares de
pendiente pequeña”. Boletín de la Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica.
4. MUÑOZ J. F., Martinson K. R. (1983) “Programas de calculadora programable de
uso frecuente en Hidráulica”. Publicación Depto. Ing. Hidráulica Nº DIH-83-1/01
5. ACKERS P., WHITE W. R., PERKINS J.A., HARISON A.J.M. (1978) “Weirs and
Flumes for flow measurement”. John Wiley.
6. SEPÚLVEDA A., (1983) “Influencia del número de Reynolds en el coeficiente de
gasto de compuertas planas seguidas de torrente” VI Congreso Nacional de
Ingeniería Hidráulica.
7. FUENTES R., ARAVENA L., “Estudio teórico experimental de compuertas
laterales en canales con resalto rechazado y ahogado en canal derivado”.
8. TRIANTÁFILO G., (1983) “Coeficientes de gasto de compuertas radiales
sumergidas”. Tesis de Grado, Fac., C. F. Y M. Universidad de Chile.
9. MERY H. (1983). “Expansión gradual en canales” Boletín Sociedad Chilena de
Ing. Hidráulica
10. MERY H., (1983). “Pérdidas de carga en un ensanche brusco de un canal”
Boletín Sociedad Chilena de Ing. Hidráulica.
11. VARAS E. (1982). “Caudales en vertederos triangulares de pared delgada”
Boletín Sociedad Chilena de Ingeniería Hidráulica.
12. DOMÍNGUEZ F. J., UGARTE A. (1978). “Resaltos en lechos inclinados” IV
Nacional de Ingeniería Hidráulica.
13. DOMÍNGUEZ F. J., UGARTE A. (1981). “Remanso producido por una barrera
triangular de arista redondeada en un canal rectangular”. V Congreso de
Ingeniería Hidráulica.
14. AMOROCHO, J. MOAQUEN, M., BABB, A. (1966) “Discharge coefficients of
radial gates”. University of California, Davis.

José F. Muñoz P. Eduardo Varas C.


Departamento de Ingeniería Hidráulica y Ambiental. Pontificia Universidad Católica de Chile.

También podría gustarte