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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE

LA MIXTECA
LICENCIATURA EN ESTUDIOS
MEXICANOS UNIVERSIDAD
VIRTUAL

LITERATURA INDÍGENA MEXICANA

Antología de Cuentos
Prehispánicos
Catedrático: Ma. Concepción Europa
Juárez
Alumno: Christian Oviedo López
Junio 09 del 2014
Esta antología de cuentos prehispánicos pretende
acercar al lector, al amplio mundo creado y
justificado por una cosmogonía fantástica, que sin
lugar a dudas identifico a nuestros ancestros.

Diversos Dioses, animales, criaturas del inframundo,


celestiales, sobrenaturales; fuerzas pertenecientes a
la madrea naturaleza, conforman el místico mundo
de la literatura prehispánica.
CUENTOS
TRADICIONALES
EL DINERO En otra ocasión su esposa le dice: vamos al campo.
In tomin El dice: ¿Ay, para qué? No quiero ir. Decía el
señor: tengo flojera. Todos los días, era lo mismo.
Una vez había un señor que no tenía nada; no tenía Siempre el hombre decía lo mismo, que tenía flojera,
dinero, sólo trabajaba su tierra. Todos los días iba al y a donde iba, sólo se la pasaba durmiendo. Su
campo; barbechaba la tierra, araba, sembraba maíz y esposa siempre estaba enojada, siempre le gritaba. Le
haba, también leñaba. Este hombre era muy trabajador. decía: Párate, hijo de la flojera del diablo. Levántate.
Tenía su mujer y un hijo. Un día ¿quién sabe qué El hombre se levantó, pero con una flojera de aquel
pasó? De repente, al hombre le entra La Flojera, ya no las. Muy lentamente hace todo. Toma su hacha, carga
quiere ir a ninguna par te; ya no hace nada, sólo duerme. al burro, y se sube al burro; ahí va por el camino
Su esposa no tenía qué comer , y ahora, es ella la y nuevamente ve dinero en el camino. Nuevamente lo
que hacía todo el trabajo; iba al campo, traía leña, ve, y lo pasa, y ahí lo deja. Llegan a su destino, y
barría, lavaba la ropa, todo el trabajo lo hacía el la. su esposa le dice: ¿Por qué no trajiste el dinero? Dice
el señor: Otra vez dinero. ¿Para qué quieres tanto
Una noche la señora regresó a casa y le preguntó a su dinero?
esposo: ¿Qué hace mi esposo flojo? El le contesta:
nada, sólo duermo. ¿Bueno y qué? ¿Te importa? Con Así pasan los días y van de nuevo al campo y otra
eso su esposa se enojó y le grita: aquí ya no tenemos vez van a leñar , y al esposo ya le dio sueño y busca
qué comer y tú nada más estás durmiendo. El hombre le donde acomodarse para dormir . Por ahí está un tronco
contesta: yo no sé nada, ocúpate tú sola de todo, yo de árbol , y ahí se acuesta. Por al l í ve una ollita; la
tengo mucha flojera. No quiero ir a ninguna par te. destapa y ve que adentro hay mucho dinero. Oh, mucho
Su esposa le dijo: No sé cómo lo vas a hacer , pero dinero, ¿para qué lo quiero? ¿qué le haría? No sé,
mañana vas a ir al campo, a fuerza vas a ir . mejor ahí que se quede. Se duerme mientras su esposa
está juntando la leña. Carga el burro y se regresan a su
Ya amanece y le dice la señora: ya es hora, levántate casa. Y cuando se ponen a comer el señor le dice a su
vamos a pizcar . El hombre dice: ahhhh, ahorita, no esposa: sabes qué, ahí donde me dormí vi una ollita con
quiero ir , tengo flojera, mejor vamos mañana. Su muchas monedas.
esposa le dice: ya vámonos y lo jala poco a poco y
ya se va levantando el hombre. El hombre se sube al Así siguieron platicando, y no se dieron cuenta que
burro y así va durmiendo sobre el burro. por ahí estaba su hermano, estaba escuchando todo lo
que decían. El hombre le dice a su mujer : sí , hay
Luego le dice su esposa: ya l legamos. Trabaja, muchas monedas en esa ollita, si lo quieres, ve por el
empieza a cosechar . El hombre dice: ahorita, espera dinero. Está ahí , donde me dormí . Como señal , vas
un poco, ahhhh y ¿para qué cosechamos? Dice su a ver un ocote grande. Y luego, a mano izquierda,
mujer : Tú, apúrate. El hombre mira ahí está la ollita , es negra. El muchacho ya escuchó
hacia el camino y ve un montón de monedas; ahí donde está el dinero, brinca y sale corriendo. Va
están tiradas en el suelo. El hombre sigue diciendo: rapidísimo hacia el lugar para traer el dinero.
¿Para qué cosechamos? ¿Para qué tanto trabajo? Le
responde la señora: así vamos a tener dinero y nuestra Luego, su esposa le reclama ¿Por qué no lo trajiste?
comida. El señor dice: como que vi un montón de Eres un tarugo. El le contesta: Tú siempre quieres
dinero tirado en el camino. Su mujer dice: ¿Por qué que yo haga todo. Siempre quieres el dinero que
no lo recogiste? ¿Por qué no lo juntaste? Dizque en encuentro. ¿Por qué lo he de traer cargando? Si Dios
donde sea él encontraba dinero tirado, aquí diez pesos, me quiere dar el dinero, que me lo traiga hasta mi casa,
por allá veinte, en otro lado cien. donde duermo. Allá en el bosque el hermano encontró la
ollita. Rápidamente la destapa y no ve las monedas;
Su esposa corre y se dirige hacia el camino, busca y sólo contiene excremento. El muchacho se enoja mucho;
busca y en ningún lado ve algo. Sólo el señor veía el y dice: el idiota de mi hermano; me las va a pagar . El
dinero. Otra vez regaña a su esposo, le dice: eres un muchacho dice: ya sé qué voy a hacer . Trae cargando
hablador. ¿Dónde dices que viste el dinero? ¿Dónde con una cuerda la ollita.
está? No se ve nada. Yo vi que ahí estaba, vas a ver
ahorita. Voy y lo traigo. Ya regresa y trae el dinero; son Su hermano flojo está bien dormido en su casa. El
mi l pesos. Mira aquí está, ten, aquí está el dinero. muchacho entra y le vacía el excremento en la cabeza y
En esos días mi l pesos era muchísimo dinero. en su espalda y sale corriendo. El hombre flojo
Exclama su esposa: ahora sí , ya tengo mucho dinero. despierta y siente algo. Apesta mucho. El señor, como
Compran ropa, compran más animales; bueno, les es muy flojo, dice: qué flojera pararme; mejor así me
alcanza para muchas cosas. quedo y mañana me cambio, ahorita me duermo. Así
me quedaré.

1
Ya amanece y se despierta el señor . Su espalda la
siente entumida. Dice: ¿Quién sabe qué pasa? Siento
como si hubiera estado cargando algo toda la noche.
Le dice su esposa: a ver , voltéate. El se voltea y cae
todo el dinero en su petate, por todos lados, hay
monedas. !Qué bárbaro! ¿Pero, cómo vino a dar todo
este dinero aquí? Mira aquí hay un montón. Mira,
hay monedas de oro y de plata; brilla mucho. !Oh,
cuánto dinero! Júntalo, si quieres. ¿Qué le vas a hacer
con tanto dinero? Apúrate, júntalo.

Así se pasó su vida este hombre; donde iba


encontraba dinero, siempre veía dinero y siempre decía:
Gracias Dios.

Así fue, y su esposa siempre recogía las monedas que


encontraba su esposo. Luego ya veía en qué gastarlo.
Se hicieron una buena casa, compraron animales y
otras cosas. Se la pasaron muy bien la vida con su hijo y
fueron muy felices.

Aquí termina este cuento.

2
LEYENDA DEL CABALLERO ÁGUILA s imaginaciones torturadas por el dolor, el día fatal de su
muerte sin gloria, ni provecho para la patria...
Y EL CABALLERO TIGRE. MÉXICO ¡Desventurados!
Al fin el joven yaoquisque levantó su cabeza, tan solo
Alto mancebo de noble porte, llevando el Cahuipilli gris sin adornada por una pluma de águila, y sacudiendo los brazos
mangas y cuyos brazos teñidos de negro de obsidiana, eran pintados de negro exclamó:
fuertes y hermosos, era el que hacía proyectar sobre malezas
del monte la sombra larga y fantástica, y era el también que −Tloque Nahuaque, el alma universal que ve todo lo que
con ceremoniosas palabras y frases delicadamente pasa en el mundo, sabe bien, ¡oh! Desdichada hija del rey,
escogidas, habíase dirigido a una mujer airosa y joven, que no tuve intención de verte en estos montes, aunque ya
vestida de primoroso huipilli blanco. comprendo porque desde el día de nuestro nacimiento se
unieron nuestros destinos: ¡porque te amo! ¡No puedo
−¡Desdichado mancebo!, tres veces sea maldita la hora en resistir!
que recibió el baño del bautismo: el sacerdote oráculo me
aseguró que el hombre que encontraría en noche azul y −El único medio que hay para que puedas ser mi esposo
blanca como esta, tendría que ser mi esposo... y no sabes sería que vencieras en un combate al primer caballero águila
quién soy, infeliz yaoquisque, de humilde raza! Pobre que hallases en este mismo campo... Pero para eso necesitas
guerrero sin nobles padres, no gloriosas hazañas, que aún te ser caballero tigre, todo un gran ocelotl...
enseñan el arte de los combates en el Teocalli, el colegio de
los jóvenes plebeyos!... Yo soy la hija mayor de −Pues bien, iré a la guerra del sur, combatiré con los feroces
Moctezuma, pero tan infausta fue la suerte que para mi habitantes de las montañas, haré prisioneros y llegaré a ser
predijo el Augur−sacerdote en las solemnidades de mi pronto un gran ocelotl... Y combatiré con el cuahuitl con el
nacimiento, que soy la única doncella de sacro Calmecac caballero águila.
que vaga sola por los bosque en las noches de luna para − ¿Cómo te llamas?
encontrar el esposo que me puede dar la felicidad...
−Tlotzin, ¿y tú?
Pero, ¡hay de mi y de ti!, no siendo tu educado con los
principales mancebos de la casa sacerdotal, ni hijo de −Atotolzin. Toma las púas de maguey del sacrificio; no
Teeuhtli, ni de señor noble laguno, tenemos que sucumbir olvides que si te matan en la guerra yo al mismo tiempo
en el sacrificio de la fiesta del sol, dentro de cuatro lunas... moriré, prensa de horribles dolores... Que tu destino y el
aterrado escuchó el joven yaoquisque −guerrero humilde mío, ya son uno... El cuahuitl es el mal genio que nos
aún− las palabras de la misericordiosa doncella vagabunda, persigue y que tú debes matar, adiéstrate en derramar
sujeta por el augur de su destino a abandonar el sagrado sangre; has muchos cautivos para ofrecer sus corazones al
recinto del Calmecac insigne, para vagar por los montes, las dios Huitzilopochtli... Piensa en mi...
noches en que pura y radiante y en su plena gloria de
esplendor, la luna iluminase los campos, leguas y leguas
fuera de Tenochtitlan. Rápidamente desapareció la doncella... Su huipilli blanco
dejó tras de sí una estela de luz de nieve tan blanca como la
Comprende el mancebo que su humilde origen no le del penacho del Popocatepetl, inmóvil y erguido allá en
permitía desposar libremente a la hija del Teculli con su oriente...
regio Cacli de oro, el único que bebía el Octli blanco de los
festines, en jícaras incrustadas de ópalos y perlas. Y, sin Y el joven yaoquisque, hundiéndoselas puntas del maguey,
embargo, ¡oh terrible voluntad de los dioses! Tenía que sangradas, −bendecidas en el Teocalli para la penitencia−
cumplirse su destino, desposándose con ella, aunque no bañó su rostro de bronce en la sangre que brotaba de sus
pudiera nadie asistir al banquete familiar, ni dar con su heridas.
propia mano en la boca de su esposo, el primer bocado que
marcaban los divinos rituales de su región! . Y al ofrendar su vida al porvenir de noble educada escapada
por orden del Augur de su destino, del Colmecac, escuchó
Por el contrario, abominada ella por el pueblo, por las el tristísimo canto que vibraba tan melancólicamente en el
doncellas del Calmecac, en que se había educado con tanto monte solitario, a la luz de la luna.
esmero; el befado, lapidado por sus compañeros los
mancebos que se adiestraban para la guerra de los dioses y Oh! Qué soberbios llegan los ejércitos victoriosos que
la patria, en el fuerte de Tepuchcalli, iría al templo de vuelven del sur, después de haber dominado a los bravos y
Quetzalcóatl una sola doncella...¡qué afrenta. Muchos audaces guerreros de las sierras mixtecas. Hay un frenesí
instantes permanecieron absortos los infelices jóvenes, bajo indescriptible en las hordas populares al mirar que el
el peso del cruel augurio de su destino, anonadados, sin convoy de prisioneros se prolonga en masa compacta por
intentar revelarse, mirando en su las calzadas y fuertes hacia la ciudad de Tlacopan...

3
¡Esta vez sí que el sol, el Gran Tanatiuh esplendoroso, hará
que el dios Penteotl, el buen dios del maíz, sea más propicio
que en las épocas anteriores en que el hambre asoló al
pueblo...

−Ahora con tantos millares de víctimas, el cielo hará llover


la felicidad... El mismo Moctezuma mostrará su júbilo
paseando en los puentes sagrados delante de las multitudes.
−Dijo alegremente un viejo mercader a un joven
yaoquisque, que no había ido a la campaña.

−Y sabéis, señor, que el que más prisioneros hizo fue un


compañero mío que vuelve convertido en

Ocelotecutli, sí señor, todo un caballero tigre que llega con


más despojos y prisioneros que sus jefes... Entran los noble
vencedores a los patios del Calmecac de las vírgenes para
que estas contemplen a los que les destinan los sacerdotes
por esposos; sus esclavos y mancebos cargan tesoros y
ofrendas, trofeos de caza y guerra.

Y las vírgenes vestidas con los blancos huipillis les


contemplan, arrobadas ante la gallardía de los caballeros
águilas, más nobles que los ocelotl.

Sólo un ocelotl de Techpulcati, de origen plebeyo,


permaneció en una vasta sala al lado de sus trofeos y botín
de guerra... Su humilde origen no le permitía pasar a los
patios de los sacerdotes...

Meditaba cuando vio llegar a él a la virgen de su destino y


sus amores. Sin decir una palabra se contemplaron. Él
orgulloso, le mostró sus presas bélicas... ella le respondió:

−Ve a vencer al Águila, antes que te desposes con la


paloma. Tlotzin salió; pero ya no debía volver nunca...

Cuentan los ancianos que la hija de Moctezuma oraba en el


palacio de las Águilas, cuando súbitamente calló muerta.

En aquel triste monte se encontró el cadáver de Tlotzin, el


caballero Tigre... Una paloma blanca cantaba todos las
noches de luna llena, una canción fúnebre tristísima...

4
EL INDIO TRAIDOR Esta continua vida de disipación embrutecieron al indio a tal
extremo que vivía lleno de superstición y de un terrible
La leyenda que vamos a relatar es absolutamente verídica y miedo a la ira de los dioses que adoraba, y a los tormentos
ocurrió en la actual Calle del Carmen, fue recopilada por el que el diablo le infligiría, al cual veía pintado en los retablos
conde de la Cortina en uno de sus escritos. Dicho conde de las iglesias. Descompuesto y a punto del delirium
afirmaba que después de la conquista hispana, las tremens, en una de sus borracheras se le apareció el dios
autoridades españoles decidieron proteger a los indios Quetzalcóatl, y con una flecha de fuego puso fin a los días
mexicanos de noble estirpe que había sido apresados o que del indio traidor y servil. Moraleja: No se puede ni se debe
se presentaron, voluntariamente, ante los españoles para servir a dos amos.
servirles, renegando de la supuesta tiranía de que habían
sido víctimas por la crueldad de Moctezuma Xocoyotzin. A
cambio de la supuesta protección, los hispanos los
empleaban como espías delatores de posibles
levantamientos indígenas.

En una casa de la nombrada Calle del Carmen vivía, a


mediados del siglo XVI, uno de estos indios renegados de
noble estirpe. Realizaba las tareas de espía, y era
servilmente amigo del virrey, quien a la vez que lo
apreciaba lo despreciaba. Como pago a sus servicios, el
indio renegado poseía varias casas en la ciudad, extensos
campos donde cultivaba maíz y otros vegetales, donde
pastaba el ganado y paseaban diversas aves de corral. El
indio no carecía de nada, era rico, pues además había
heredado de sus antepasados anillos, brazaletes, collares de
chalchihuites, bezotes de turquesa y obsidiana, piedras
preciosas y discos de oro imitando al Sol y a la Luna, más
una hermosa y valiosa vestimenta de fino algodón con
bordados de plumas de aves exóticas, así como cacles de
excelente cuero y tiras trenzadas con oro. Su casa estaba
lujosamente amueblada con icpallin maravillosamente
tejidos, cómodos y suaves para el cuerpo; y con bancos
forrados de pieles de hermosos animales. Ni que decir tiene
que su casa estaba adornada con obras de arte debidas a
excelentes artistas indígenas.

Por supuesto que el indio había recibido el bautismo a


manos de los frailes; se le había enseñado el catecismo, por
lo que el hombre, muy devotamente, iba a misa, se
confesaba y seguía todos los preceptos de la religión
católica. Sin embargo, el indio era socarrón e hipócrita, pues
en un cuarto apartado de su impresionante casa, tenía
escondido un altar, como si se tratase de un adoratorio
católico en el cual se apreciaban varias imágenes del culto
cristiano. Pero todo era una pantalla, pues escondidos tras
las imágenes católicas había ídolos mexicas que
representaban a varios dioses de la religión caída de los
indios conquistados. El indio engañaba a los frailes
haciéndoles creer que era un buen cristiano, cuando en
realidad no sólo adoraba a ídolos “paganos” sino que
llevaba una vida disipada y degenerada, entregada a los
placeres de la sexualidad, de la buena comida y la bebida.
Comía platillos indígenas llenos de chile y grasa, bebía en
jícaras pulques de todo tipo que le emborrachaban y
embrutecían, y a los que se agregaban ciertas drogas
alucinógenas.

5
LA CASA DEL TRUENO Pero los sacerdotes, los siete sacerdotes de la caverna del
(Totonaca - México) trueno no estuvieron conformes con aquella invasión de los
extranjeros que traían consigo una gran cultura y se fueron a
Cuentan los viejos que entre Totomoxtle y Coatzintlali la cueva a producir truenos,
existía una caverna en cuyo interior los antiguos sacerdotes relámpagos, rayos y lluvias y torrenciales aguaceros con el
habían levantado un templo dedicado al Dios del Trueno, de fin de amedrentarlos.
la lluvia y de las aguas de los ríos.
Llovió mucho y durante varios días y sus noches, hasta que
Eran tiempos lejanos en los que aún no llegaban los alguien se dio cuenta de que esas tempestades las
hispanos ni las portentosas razas, conocidas hoy como provocaban los siete hechiceros, los siete sacerdotes de la
Totonacas, que poblaron el lugar que después llamaron caverna de los truenos.
Totonacan.
No siendo amigos de la violencia, los totonacas los
Y siete sacerdotes se reunían cada tiempo en que era embarcaron en un pequeño bajel y dotándoles de
menester cultivar la tierra y sembrar las semillas y cosechar provisiones y agua los lanzaron al mar de las turquesas en
los frutos, siete veces invocaban a las deidades de esos donde se perdieron para siempre.
tiempos y gritaban entonaban cánticos a los cuatro vientos o
sea hacia los cuatro puntos cardinales, porque según las Pero ahora era preciso dominar a esos dioses del trueno y de
cuentas esotéricas de esos sacerdotes, cuatro por siete eran las lluvias para evitar el desastre del pueblo totonaca recién
28 y veintiocho días componen el ciclo lunar. asentado y para el efecto se reunieron los sabios y los
sacerdotes y gentes principales y decidieron que nada podría
Esos viejos sacerdotes hacían sonar el gran tambor del hacerse contra esas fuerzas que hoy llamamos sencillamente
trueno y arrastraban cueros secos de los animales por todo naturales y que sería mejor rendirles culto y pleitesía,
el ámbito de la caverna y lanzaban flechas encendidas al adorar a esos dioses y rogarles fueran magnánimos con ese
cielo. Y poco después atronaban el espacio furiosos truenos pueblo que acababa de escapar de un monstruoso desastre.
y los relámpagos cegaban a los animales de la selva y a las
especies acuáticas que moraban en los ríos. Y en ese mismo lugar en donde había el templo y la caverna
y se ejercía el culto al Dios del trueno, los totonacas u
Llovía a torrentes y la tempestad rugía sobre la cueva hombres sonrientes levantaron el asombroso templo del
durante muchos días y muchas noches y había veces en que Tajín, que en su propia lengua quiere decir lugar de las
los ríos Huitizilac y el de las mariposas, Papaloapan, se tempestades. Y no sólo se rindió culto al Dios del Trueno
desbordaban cubriendo de agua y limo las riberas y sino que se le imploró durante 365 días, como número de
causando inmensos desastres. Y cuanto más arrastraban los nichos tiene este
cueros mayor era el ruido que producían los torrentes y monumento invocando el buen tiempo en cierta época del
cuanto más se golpeaba el año y la lluvia, cuando es menester fertilizar las sementeras.
gran tambor ceremonial, mayor era el ruido de los truenos
cuanto más relámpagos significaba mayor número de Hoy se levanta este maravilloso templo conocido en todo el
flechas incendiarias. mundo como pirámide o templo de El Tajín en donde
curiosamente parecen generarse las tempestades y los
Pasaron los siglos... truenos y las lluvias torrenciales.

Y un día arribaron al lugar grupos de gentes ataviadas de un Así nació la pirámide de El Tajín, levantada con veneración
modo singular, trayendo consigo otras costumbres, y otras y respeto al Dios del Trueno, adorado por aquellas gentes
leyes y otras religiones. que vivieron mucho antes de la llegada de los extranjeros,
cuando el mundo parecía comenzar a existir.
Se decían venidos de otras tierras allende el gran mar de
turquesas (Golfo de México) y tanto hombres, como
mujeres y niños, tenían la característica de estar siempre
sonriendo como si fueran los seres más
felices de la tierra y tal vez esa alegría se debía a que
después de haber sufrido mil penurias en las aguas
borrascosas de un mar en convulsión habían
por fin llegado a las costas tropicales, donde había de todo,
así frutos como animales de caza, agua y clima hermoso.

Se asentaron en ese lugar al que dieron por nombre, en su


lengua Totonacan y ellos mismos se dijeron totonacas.

6
LAS MANOS CERCENADAS Totonacas y mexicas pelearon en una cruel batalla. Flechas
y macanas hirieron a los soldados de ambos mandos,
Un día llegó a la Ciudad de México-Tenochtitlan el príncipe murieron muchos guerreros, fue una espantosa carnicería.
Itecupinqui, hijo del Señor totonaca Itzcahuitl. Iba muy En un momento dado, junto a la escalinata del templo a
enfadado por los terribles tributos que su pueblo debía pagar Centéotl, se encontraron frente a frente Cacama e
a Moctezuma Xocoyotzin. Cuando caminaba por la plaza Itecupinqui, pelearon con sus filosas macanas. Ambos eran
del Templo Mayor, vio a Teizalco, la esposa de Moctezuma, notables y valerosos guerreros. Súbitamente el guerrero
hija de Totoquihuatzin, el Señor de Tlacopan, y a totonaca se tropezó y el Caballero Águila aprovechó la
Tecuichpo, Copo de Algodón, la hija preferida del Huey ocasión para asestar un terrible golpe de macana en el pecho
Tlatoani. El príncipe quedó sumamente impresionado por la del príncipe que le dejó fuera de combate y herido de
belleza de Copo, joven, esbelta y bella como una flor recién muerte. Cacamatzin lanzó un estridente grito de victoria y
abierta. Siguió su camino hasta el palacio del Tlatoani. procedió a cortarle las manos a su contrincante. Las manos
Cuando entró en la sala de recepciones vio al emperador amputadas eran un poderoso talismán con poderes mágicos.
sentado en su silla de oro. Moctezuma era atractivo, de piel Contento con su trofeo Cacama se creía invencible, gritaba
morena y brillante, cabello negro y lacio que le caía a los enloquecido: -¡Ya tengo las manos del guerrero más
hombros, sus facciones recias y masculinas desmentían su poderoso del Totonacapan! ¡Ahora seré invencible y
carácter un tanto cuanto timorato. famoso!

Itecupinqui iba con Ichcatzin el hechicero más competente Cacamatzin llamó a Catzintli, un reconocido embalsamador,
del Totonacapan que Moctezuma había pedido se le trajese, para que le preparase las manos que había de llevar hasta
para que le diera luz acerca de un suceso que le preocupaba. Tenochtitlan para presentárselas, lleno de orgullo, a
El Huey Tlatoani se les quedó mirando fijamente, sin Moctezuma II. Pero Catzintli quería mucho a Itecupinqui,
ocultar su interés, pues sabía que tenía enfrente al más porque había conocido a su padre, y había servido en su
famoso guerrero y al más competente de los chamanes de corte. Esa misma noche, aprovechando un descuido de los
tierras totonacas. Pausadamente, el monarca habló: - Ha mexicas, tomó las manos cercenadas y huyó. Llegó hasta el
poco tiempo unos pescadores me han traído de la laguna un río Chichicasepa y en un trozo de roca basáltica gris
ave semejante a una grulla, que lleva un espejo en medio de esculpió las maravillosas manos de Itecupinqui. Cuando
la cabeza. El espejo es redondo y muy pulido, en él vi a las terminó, enterró las manos del guerrero y se dirigió al
mamalhuaztli, las estrellas del cielo que perforan y taladran. templo de la diosa Centeocíhuatl, colocó en su altar el par
A más de ello, en el espejo aparecieron unas personas de manos esculpido en la roca, para que la diosa protegiera
extrañas montadas en animales que desconozco, parecidos a a los totonacas de los terribles acontecimientos que se
venados pero sin cuernos; estos hombres llevaban armas avecinaban.
diferentes a las nuestras. Mis tonalpoulques no conocen el
significado de estos prodigios. Por eso quiero que tú,
Ichcatzin, me digas que significan. El hechicero sacó de su
morral una calabaza donde guardaba ololiuhqui, una hierba
alucinógena, la masticó, y afirmó que ahora podría ver el
pasado y el futuro. Minutos después, Ichcatzin dijo: -No
quisiera inquietarte, sabio soberano, pero las profecías de
Quetzalcóatl se están cumpliendo. Unos hombres blancos
llegarán por el Oriente, destruirán nuestras ciudades y
matarán a nuestros hermanos, los dioses serán vencidos y
sus templos destruidos, nuestros señoríos se acabarán. Es el
regreso de la Serpiente Emplumada, Quetzalcóatl.
Moctezuma al escuchar tales palabras sintió que el mundo
se desplomaba.

Ichcatzin y el príncipe se apresuraron a regresar a Papantla,


donde vivían, temiendo la cólera del tlatoani. Debían asistir
a la fiesta dedicada a Centeocíhuatl, la diosa del maíz.
Terminada la fiesta, Itecupinqui fue a buscar a Petálcatl, una
vez que le hubieron ofrecido a la diosa el sacrificio de
tórtolas, codornices y conejos. Ambos guerreros estuvieron
hablando mucho tiempo, y decidieron preparar al ejército
para la guerra con los seres extraños, para defender la
libertad de los indios, sus hermanos. Al darse cuenta de la
cobardía de Moctezuma pensaron que había llegado el
momento de liberarse del yugo azteca. Pero Cacamatzin, el
mejor guerrero azteca, se enteró de las intenciones del
príncipe totonaca, y raudo se dirigió hacia sus tierras.
7
EL MUCHACHO QUE SOÑÓ A LA —Si piensas que algo malo te va a pasar, mejor llévate el
rife.
MADRE TIERRA
Él me obedeció, se echó al hombro el rife y se fue. Yo me
Esta historia me la contó mi abuela, y según ella, realmente quedé en la casa limpiando, lavé, martajé el maíz, hice la
así ocurrió. Dice que hace algunos años, un 24 de junio, a comida. Ya era tarde cuando llegó cargando un costal,
ella y a su hijo les sucedió el siguiente hecho: deduje que pesaba y pensé que me traía los camotes que le
encargué.
Ese día mí hijo se levantó temprano, yo estaba moliendo, se
me acercó y me dijo: Entró a la cocina, tiró su carga en el suelo y después fue a
dejar el rife a su lugar. Rápido fui a abrir el costal y grande
—Tú que ya eres mayor de edad, dime que significa este fue mi sorpresa; adentro había un tejón. Cuando mi hijo me
sueño que tuve. vino a alcanzar, le dije:

Yo le respondí: —Ya viste, el sueño que tuviste no te mintió, lo que soñaste


se te cumplió. Ahora, así como ya se te cumplió una parte
—¿Qué soñaste?, ¿algo malo?, anda dime, ¿qué fue lo que de tu sueño, tú cumple la otra, ve y siembra maíz ahí donde
soñaste? encontraste el tejón, sí comerán los animales de nuestra
madre tierra, porque fue ella a quien soñaste, y eso fue lo
Él me respondió: que te pidió en el sueño. Mi hijo me obedeció, ahí donde
encontró al tejón, labró la tierra y sembró maíz. No miento,
—Soñé que fui a trabajar al cerro y en el camino me esa milpa creció bonita, dio mucha mazorca y los animales
encontré con una señora vestida de morado, un rebozo del del monte no entraron a la tierra para comérsela. Eso
mismo color que cubría su cabeza, era muy anciana, tenía el significa que nuestra madre tierra agradeció en esa forma
pelo completamente blanco y me preguntó que a dónde iba. que mi hijo hubiera cumplido sus deseos.
Le contesté que al cerro a trabajar, entonces ella me dijo:

—¿Por qué no trabajas aquí, no ves que mis animales se


mueren de hambre? Así estábamos platicando cuando mire
que en un huarumbo venía bajando un tejón. Como
llevaba rife le apunté y disparé rápidamente. El animal
cayó muerto, pero cuando intenté ir a recogerlo la anciana
se adelantó y lo levantó. Me quede pensando:

—¿Por qué ella lo fue a recoger si fui yo quien lo mató?

Así estaba pensando cuando vi a la mujer que regresaba con


el animal y me dijo:

—Llévate el animal, cocínalo y compártelo con tu familia,


es como si te pagara, pero por favor trabaja aquí para que
mis animales coman.

Yo le respondí:

—¿Por qué me pides eso?

Así estaba soñando como si realmente estuviera platicando


con ella, después nos despedimos y me fui a trabajar al
cerro. Por ese sueño ya no quiso ir a trabajar, pensó que
quizá una víbora lo mordería o algo malo le podía suceder.

Y le dije.

—No pienses así, por lo menos ve a caminar por tu cafetal,


busca algo que hacer, trae unos camotes para que podamos
comer en la tarde.

Comió, y me dijo que iba buscar piedras de río porque


pensaba llevar el charpe al cafetal, entonces yo le
recomendé: 8
EL MUCHACHO QUE SE ENQUERIDO que es el enviado de Dios. Me lo llevaré.” Entonces, como
pudo lo cargó hasta el pueblo donde contó que había
CON SU CUÑADA encontrado un santo.

El cuento que les voy a conversar trata de un muchacho que “El santo” fue colocado en un altar y le pusieron flores.
se enqueridó con su cuñada. Mucha gente iba a verlo, le prendían velas y le daban
limosna. El señor que lo encontró se estaba haciendo rico.
Había una vez un señor que tenía tres hijos. El mayor de
ellos decidió casarse y se lo comunicó a su papá. Pasado un tiempo se empezó a rumorar que el santo estaba
vivo, que se movía y que hablaba. Más gente iba a verlo y
–¡Qué bueno, hijo, ya era hora! –exclamó entusiasmado el las limosnas aumentaron hasta que un día el santo habló:
padre.
–Yo no soy un santo.
Así se dio el casamiento. Hubo de todo en la fiesta. Al Esta declaración causó disgusto entre la gente. Le
hermano menor del recién casado le gustaba su cuñada y se preguntaron por qué no era un santo. El confesó:
decía una y otra vez: “Se la voy a quitar, se la voy a quitar”. –Yo sólo estaba escondido en el árbol porque mi papá me
corrió de la casa debido a que me enqueridé con mi cuñada.
El recién casado diariamente iba a la milpa hasta que un día –¿Entonces, por qué decías que eras el enviado de Dios? –
decidió irse a trabajar más lejos y por más tiempo. El preguntó alguien.
hermanito aprovechó la ocasión para preguntarle a su –Porque estoy capado –dijo– porque me quitaron mi
cuñada si quería acostarse con él. La mujer le dijo: “regalo”, mi hombría.
El señor que lo había cargado del monte al pueblo y que
–Sí, cuando no esté tu hermano, pero el día que regrese te veía desaparecer sus ingresos le dijo muy enojado:
dejo. –¡Hijo del diablo, y yo que te traje cargado hasta aquí!
–Si quieres, cárgame y llévame de regreso.
El muchacho estaba feliz. Por la noche se quedaba a dormir –¡Vacilas, lárgate! –le ordenó.
con su cuñada.
Así el muchacho fornicador fue nuevamente arrojado, esta
El papá de los hermanos no sabía lo que ocurría. Pasados vez del pueblo.
dos meses regresó el marido y supo que su esposa estaba Cuando pasé por aquel pueblo vi que se estaba yendo.
embarazada.

–¡Puta! –dijo– ¿qué pasó y con quién?

Fue a preguntarle a su papá y éste le dijo que no sabía. Fue


entonces a que le sacaran la suerte. Le dijeron que su
hermanito se había acostado con su esposa. El ofendido
dijo:
–¡Esto no se va a quedar así!, le rebanaré su regalo,3 su
sexo. ¡Me lo fregaré!
El fornicador estaba durmiendo cuando su hermano cobró
venganza. Fue arrojado de la casa y se le dijo que no
regresara más. El muchacho se fue al monte, se internó en la
espesura hasta llegar a la orilla de un camino donde había
un árbol muy grande que tenía un gran agujero en el tronco.
Entró y se acomodó quedándose dormido.

Por aquel lugar pasaban todos los días los campesinos para
ir a su milpa. El hermano fornicador despertó al escuchar
que alguien venía y pronunció: “Soy el enviado de Dios!”

Uno de los campesinos, escuchó aquello y dijo: “A lo mejor


ahí hay un santo y seguramente también debe haber dinero
guardado, es lo que creo. Iré a ver.” Se acercó al tronco del
árbol y escuchó decir: “Soy el enviado de Dios.”

El campesino cortó el árbol en muchos pedazos y encontró


al supuesto santo que tenía cara de inocente, rostro de ángel.
Se dijo: “Ya la hice, sí es santo y debe serlo cuando dice

9
EL HOMBRE QUE VENDIÓ SU ALMA
Cierta vez un hombre bueno pero infeliz decidió salir de
apuros vendiendo su alma al diablo. Invocó a Kizín y
cuando los tuvo delante le dijo lo que quería. A Kizín le
agradó la idea de llevarse el alma de un hombre bueno.

A cambio de su alma el hombre pidió siete cosas; una


para cada día. Para el primer día quiso dinero y en seguida
se vio con los bolsillos llenos de oro. Para el segundo quiso
salud y la tuvo perfecta. Para el tercero quiso comida y
comió hasta reventar. Para el cuarto quiso mujeres y lo
rodearon las más hermosas. Para el quinto quiso poder y
vivió como un cacique. Para el sexto quiso viajar y, en un
abrir y cerrar de ojos, estuvo en mil lugares.

Kizín le dijo entonces:

—Ahora ¿qué quieres? Piensa en que es el último día.

—Ahora sólo quiero satisfacer un capricho.

—Dímelo y te lo concederé.

—Quiero que laves estos frijolitos negros que tengo, hasta


que se vuelvan blancos.

—Eso es fácil— dijo Kizín.

Y se puso a lavarlos, pero como no se blanqueaban,


pensó: "Este hombre me ha engañado y perdí un alma. Para
que esto no me vuelva a suceder, de hoy en adelante habrá
frijoles negros, blancos, amarillos y rojos".

10
EL FLECHADOR DEL SOL. MÉXICO
En la nación Mixteca, existe la leyenda de un héroe mixteco
llamado Tzauindanda, (también conocido como Yacoñooy o
Mixtecatl), quien demostró que la fuerza de la voluntad y el
amor a su patria hizo posible que pudiera librar la batalla
más difícil y con ello vencer al enemigo más fuerte que
cualquiera pudiera tener. Esta héroe es mejor conocido
como “EL Flechador del Sol”.

Eran dos árboles gigantes que existían en el fondo de una


misteriosa cueva en tierras de Apoala, que llegaron a amarse
tanto, que entrelazaron, sus ramas y unieron sus raíces, de
este fantástico amor, nació el primer hombre y la primera
mujer Mixtecos. Con el tiempo, aquellos seres tuvieron
hijos y os hijos de los hijos fundaron la ciudad de Achiutla,
lugar donde nació Tzauindanda.

La población de Achiutla creció tanto que ya no cabían,


entonces Tzauindanda decidió salir a conquistar las tierras
que necesitaba su pueblo para asentarse, así que tomó su
arco y flechas y partió una mañana, dispuesto a
disputárselas a quien fuera. Por días, no descansó un solo
instante hasta que llegó a una vasta y deshabitada extensión
en donde no halló nada que estorbara su paso, sólo el sol
brillaba esplendoroso como dueño y señor de aquellas
tierras; tierras que Tzauindanda codició para él por frescas y
hermosas.

Tzauindanda alzó la vista, no había una sola nube que le


quitara el sol; después de un rato sediento y cansado, sentía
los rayos del sol como cuchillos, como flechas que se
clavaban en cada parte descubierta de su piel. Entonces
comprendió: ¡El Sol era el señor de aquellas tierras!, por lo
que levantó su arco y lanzó muchas de sus flechas contra el
sol. Por fin al atardecer se dio cuenta de que el sol se había
debilitado, ya no herían sus rayos con la misma fuerza y el
cielo tenía un ligero tinte rojo.

Poco a poco el sol empezó a caer y el cielo se puso más y


más rojo, hasta que por fin cayó tras los montañas , el cielo
estaba teñido con la sangre del sol, indicaba donde había
caído vencido el poderoso señor; ¡Tzauindanda, lo había
derrotado!; de ahí, nuestro eslogan que dice: “lo Imposible,
es Posible". La figura del Flechador del Sol, es el símbolo
del IDM, Significa que nada es imposible cuando se tiene la
determinación de cambiar.

El héroe de Tilantongo, como dice la leyenda, se enfrentó al


sol en desigual combate, hasta que una de sus flechas dio en
el blanco y el sol, herido, cayó rendido hacia el abismo de la
noche.

11
TRISTE REALIDAD
Era un señor que tenía a su padre muy enfermo y muy
viejito. Cierto día ese señor pensó:

—Mi padre ya no trabaja, está muy enfermo y tarde o


temprano nos faltarán los alimentos. Será mejor que le diga
que se vaya a buscar quien le regale algo para que coma,
porque yo ya no puedo seguirlo manteniendo.

Enseguida, llamó a su padre para comunicarle la decisión


que había tomado. El anciano aceptó con gran
sufrimiento y lentamente comenzó a caminar con rumbo
desconocido.

Como ya era tarde y hacía frío el señor reflexionó un poco,


llamó a su hijo y le dijo:

—Alcanza a tu abuelo y llévale esta cobija, no sea que vaya


a morir de frío allá donde llegue a dormir.

El muchacho obedeció a su padre, cogió la cobija y a


escondidas la cortó por mitad, y salió tras de su abuelito.
Cuando iba saliendo escuchó la voz de su padre que le
gritaba:

—¿Por qué le llevas únicamente la mitad de la cobija, acaso


te dije que la cortaras?

El muchacho volteó y le contestó:

—Es que la mitad es para mi abuelo y la otra mitad será


para mi padre cuando tenga que irse.

12
LOS ZARCILLOS DE LA LUNA
Contaban los viejos de mas antes de cuando en el cielo
reinaba Tata-Huriata, (no Kurhika-kahueri como ahora) que
la luna y el sol eran marido y mujer y vivían muy a gusto
reinando en el cielo, hasta que un día apareció en el cielo
citalimina (Venus-kuangari).

Conforme la nueva estrella se acercaba, el sol le hacia


menos caso a la luna y una madrugada la luna sorprendió a
el sol platicando con la nueva estrella, que a veces parecía
un gusano de fuego y a veces era como una mujer con una
cabellera de una hermosura sin igual, la luna le reclamo
airadamente al sol su conducta por lo que el sol también se
enojo, se enojaron tanto los dos, que llegaron a los golpes y
a los insultos y se golpearon ambos.

Pero como el sol es mas grande le pego mas fuerte a la luna,


por lo cual le dejo unos moretones que todavía se le miran
en las noches y la mandó tan lejos de su casa, que desde
entonces ella sale por un lado y el sol sale por otro, así se
creo el día y la noche, pero de vez en cuando se
reencuentran en el cielo y entonces se aman como antes,
creando así los eclipses.

Y la luna todavía se acuerda cuando eran marido y mujer y


después de los eclipses cuando la luna se aleja del sol, la
luna llora mucho y de sus ojos corren lagrimas de plata que
cuando caen a la tierra se convierten en plata, de la cual las
mujeres hacen zarcillos para adornarse las orejas. La plata
se crea con las lagrimas abundantes de la señora luna pero
cuando las lagrimas no son tan abundantes y son pocas, esas
lagrimas se evaporan y se convierten en rocío y ese rocío se
convierte después en las sabrosas jícamas y charauescas que
tanto nos gustan a los niños y niñas cuando escarbamos en
los montes y laderas, ahí aparecen estos girasoles que de día
siguen con la mirada al sol y que nos obsequian a los niños
con las deliciosas jicamitas que tienen en sus raíces.

Para recordar este suceso todas las mujeres P'urhépecha


nunca se cortan la cabellera, y cuando por alguna necesidad
la tienen que cortar o recortar siempre lo hacen en luna
nueva, para que les crezca mas y tienen en sus orejas estos
hermosos zarcillos con una media luna y unas lagrimas que
penden hacia abajo y siempre son hechos de plata, es un
diseño ancestral y prehispánico.

13
LOS SOLES O EDADES QUE HAN
EXISTIDO

Se refería, se decía que así hubo ya antes cuatro vidas, y que


esta era la quinta edad.

Como lo sabían los viejos, en el año 1 - Conejo se cimentó


la Tierra y el cielo. Y así lo sabían, que cuando se cimentó
la Tierra y el cielo, habían existido ya cuatro clases de
hombres, cuatro clases de vidas. Sabían igualmente que
cada una de ellas había existido en un Sol (una edad).

Y decían que a los primeros hombres su Dios los hizo, los


forjó de ceniza. Esto lo atribuían a Quetzalcóatl, cuyo signo
es 7 - Viento, él los hizo, él los inventó. El primer Sol
(edad) que fue cimentado, su signo fue 4 - Agua, se llamó
Sol de Agua. En él sucedió que todo se lo llevó el agua. Las
gentes se convirtieron en peces.

Se cimentó luego el segundo Sol (edad). Su signo era 4 -


Tigre. En él sucedió que se oprimió el cielo, el Sol no
seguía su camino. Al llegar el Sol al mediodía, luego se
hacía de noche y cuando ya se oscurecía, los tigres se
comían a las gentes. Y en este Sol vivían los gigantes.

Decían los viejos, que los gigantes así se saludaban: no se


caiga usted, porque quien se caía, se caía para siempre.

Se cimentó luego el tercer Sol. Su signo era 4 - Lluvia. Se


decía Sol de Lluvia (de fuego). Sucedió que durante él
llovió fuego, los que en él vivían se quemaron. Y durante él
llovió también arena. Y decían que en él llovieron las
piedrezuelas que vemos, que hirvió la piedra tezontle y que
entonces se enrojecieron los peñascos.

Su signo era 4 - Viento, se cimentó luego el cuarto Sol. Se


decía Sol de Viento. Durante él todo fue llevado por el
viento. Todos se volvieron monos. Por los montes se
esparcieron, se fueron a vivir los hombres - monos.

El quinto Sol: 4 - Movimiento su signo. Se llama Sol de


Movimiento, porque se mueve, sigue su camino.

Y como andan diciendo los viejos, en él habrá movimientos


de tierra, habrá hambre y así pereceremos. En el año 13 -
Caña, se dice que vino a existir, nació el Sol que ahora
existe. Entonces fue cuando iluminó, cuando amaneció, el
Sol de Movimiento que ahora existe. 4 - Movimiento es su
signo. Es éste el Quinto Sol que se cimentó, en él habrá
movimientos de tierra, en él habrá hambres.

14
EL CONEJO EN LA LUNA
Quetzalcóatl, un dios imponente y bueno viajaba por el
mundo en forma de hombre, cansado por andar todo un
día, noto que su apetito aumentaba, pero siguió en el
camino, hasta que las estrellas comenzaron a brillar y la
luna se asomo.

El dios, decidió sentarse a la orilla de un árbol, donde


contemplo a un conejo.

-¿Qué estás comiendo?, - le preguntó.

-Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?

-Gracias, pero yo no como zacate.

-¿Qué vas a hacer entonces?

-Morirme tal vez de hambre y de sed.

El conejito se acercó a Quetzalcóatl y le dijo;

-Mira, yo no soy más que un conejito, pero si tienes


hambre, cómeme, estoy aquí.

El dios benevolente y sorprendido por la reacción del


conejito le dijo:

-Tú no serás más que un conejito, pero todo el mundo,


para siempre, se ha de acordar de ti.

Y lo levantó alto, muy alto, hasta la luna, donde quedó


estampada la figura del conejo. Después el dios lo bajó a
la tierra y le dijo:

-Ahí tienes tu retrato en luz, para todos los hombres y


para todos los tiempos.

15
EL REY CONDOY Y EL PUENTE DEL
DIABLO

Cuentan los zapotecas que hace muchísimos años brotaron


en tierra Mixe dos huevos místicos. Del primero nació una
serpiente que se ocultó en las entrañas de la tierra, donde se
dedica a comer rocas. Cuando come demasiado, se
producen los temblores de tierra. Del otro huevo, en
cambio, nació un niño que se convirtió en hombre en un
solo día. Los mixes lo bautizaron Condoy y lo convirtieron
en su rey.

Dicen que Condoy era capaz de las hazañas más


asombrosas, siempre y cuando las realizara de noche. Bajo
la luz de la luna, nada resultaba imposible para él.

Los zapotecas pronto aprendieron a temer sus incursiones


nocturnas: Condoy los atacaba con frecuencia, robándoles
alimentos que luego repartía entre su pueblo.

Sus hazañas pronto le valieron el mote de Diablo entre el


pueblo zapoteca.

Una noche, sin embargo, los zapotecas consiguieron


capturar al Diablo durante sus saqueos. Y a cambio de su
libertad, Condoy ofreció construir, en lo que quedaba de la
noche, un puente para unir las dos regiones zapotecas. Pero
cuando su propuesta fue aceptada, puso una condición: si
conseguía además terminar el puente antes de que cantase el
primer gallo, se llevaría a su pueblo a la muchacha más
bella que viviese entre los zapotecas.

Sus captores fingieron aceptar esta condición, pero


comenzaron al mismo tiempo a urdir un plan para evitar
cumplirla. Así fue como el pueblo entero se congregó junto
al río para ver a Condoy construir el puente. Entre ellos, una
bruja ocultaba un gallo bajo su manto. Poco antes de que
Condoy terminara el puente, la bruja hizo cantar al gallo
antes de su tiempo habitual. El Diablo había perdido la
apuesta. Furioso, Condoy emprendió la fuga y ya no
pudieron volver a atraparlo. El puente quedó, entonces,
inconcluso. Y así permanece hasta hoy, en San Juan Tabaá,
Oaxaca, donde se lo conoce como Puente del Diablo.

16
XTABAY Y UTZ-COLEL

Cuenta una antigua leyenda maya que en un pueblo de la


península de Yucatán habitaban dos mujeres, Xtabay y Utz
Colel. La primera era considerada una prostituta por sus
vecinos, ya que era dada a compartir su amor con los
hombres del pueblo. Utz-Colel, en cambio, era considerada
decente y virtuosa, y no se le conocía desliz alguno.
Pero Utz –Colel era altanera, fría y de corazón duro. Jamás
ofrecía su ayuda a nadie, y los pobres y enfermos le
provocaban repugnancia. La indecente Xtabay, por su parte,
acogía en su casa a los desvalidos y a los animales
abandonados. Cuidaba con cariño a ancianos y enfermos, y
era habitual verla despojarse de las joyas que le regalaban
sus enamorados en plena calle para entregarlas a los más
necesitados.

Un día, el pueblo entero fue inundado por un delicado


perfume de flores. Sus habitantes siguieron la estela del
aroma y llegaron así hasta la casa de Xtabay. Al entrar,
comprobaron que la mujer había muerto. Sin embargo, era
su cuerpo el que despedía ese maravilloso perfume.

Utz-Colel, llena de soberbia, declaró que si del cadáver de


esa mujer pecadora y sucia se desprendía ese aroma, el suyo
despediría sin dudas uno mil veces más exquisito.

Unos pocos miserables, agradecidos, se ocuparon de


enterrar el cuerpo de Xtabay. Al día siguiente, su tumba
estaba cubierta de bellas flores blancas. Los mayas las
conocieron como Xtabentún, tan dulces y embriagadoras
como debieron serlo el alma de Xtabay y el amor que
generosamente prodigaba.

A la muerte de Utz-Colel, el pueblo entero acudió a su


entierro. De la tumba, cuentan, brotaba un hedor
insoportable que nada conseguía mitigar.

De la tumba de Utz-Colel brotó el Tzacam, un cactus de


largas y temibles espinas. De él nace una única flor, muy
bella pero de aroma particularmente desagradable. Es casi
imposible tomarla sin ser víctima de las agudas espinas del
cactus.

Dicen que de esta flor surge el espíritu de Utz- Colel, para


seducir a los hombres que pasan cerca del cactus. Pero el
amor de Utz- Colel es duro y frío, como lo era su corazón.
Y los hombres mueren en sus brazos. Porque Utz-Colel se
entrega al amor buscando una recompensa como la recibida
por Xtabay después de su muerte. Y nada comprende del
amor desinteresado, que se entrega por simple y pura
generosidad de corazón.

17
UN HOMBRE POBRE
Hace muchos años había un hombre muy pobre que
nunca pudo tener ni siquiera una vaca para ordeñar y ni
burro para cargar su leña. Este hombre tuvo tres hijos que,
cuando fueron grandes, se casaron y tuvieron que separarse
de su padre para formar cada quien su propio hogar. Una
vez que estaban separados de su padre y pensaban entre sí
qué harían para salir de la pobreza, porque de parte de su
padre no hay nada que le pudiera regalar a cada quien y
solamente tenía dos gallinas y una guajolota.

El hombre pobre se puso a pensar que lo mejor era regalarle


a cada uno de sus hijos un huevo de guajolota y que los tres
huevos los empollara la gallina y así nacerían unos
guajolotitos. Dos de sus hijos que recibieron los huevos
regalados por su padre, al día siguiente se los
comieron sin obedecer lo ordenado por su padre. Uno
de los tres hijos, que sí cumplió lo que su padre le había
dicho, metió el huevo de guajolota debajo de las alas de la
gallina para empollarlo y confiadamente estuvo esperando
que naciera su animalito; pasaron tres semanas que la
gallina empollaba el huevo de la guajolota y vio cómo poco
a poco se fue rompiendo la cáscara del huevo y salió el
guajolotito. Este animal se engordó y más tarde lo vendió.
Su dueño, con el dinero de la venta de este guajolote, se
pudo comprar un marrano y también se engordó y lo vendió
por varios pesos; con el dinero de la venta del marrano se
pudo comprar un toro y también se engordó y lo vendió por
muchos pesos; con este dinero se compraron dos toretes.
Cuando estos animales crecieron y engordaron, le alcanzó
para comprar cuatro toretes. De esta forma el hijo del
hombre pobre dejó de ser pobre, empezando con un huevo
de guajolote que no era para hacer dinero. Es decir, que dos
de los hermanos siguieron siendo pobres y otro dejó de ser
pobre.

18
EL PALACIO DE LOS RECUERDOS

Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla


con sus nietos acerca de la vida.

Él les dijo:

“¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!… ¡es entre


dos lobos!

“Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor,


rencor, avaricia, rabia, arrogancia, culpa, resentimiento,
inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia,
superioridad.

“El otro es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad,


humildad, dulzura, generosidad, benevolencia, amistad,
empatía, verdad, compasión y fe. Esta misma pelea está
ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de
la tierra.

Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a


su abuelo:

“¿Y cuál de los lobos crees que ganará?”

El viejo cacique respondió, simplemente… “El que


alimentes….”

19
PETICIÓN DE LLUVIAS EN ACATLÁN

Yo me llamo Yoltsin, tengo ocho años. Mi pueblo se llama


Acatlán. Voy a contar cómo celebramos el 1, 2, 3 y 4 de
mayo. El día 1o. de mayo los hombres-tigre se pelean aquí
en la plaza. El día 2, toda la gente, señoras y señores, van al
cerro que se llama Cruzco. Allá se pelean los tigres;
también van las señoras a vender, y otras personas regalan
caldo de pollo con tamales y además le rezamos a las
cruces.
Los tigres le dan sus fores a las muchachas que les gustan o
a su novia; se pelean los tigres para que el dios Tláloc nos
dé un buen temporal de lluvias. El 3 de mayo vamos a
Comulián. Se ubica en un cerro chiquito, allá los tigres
también se pelean y nosotros ofrendamos con fores a la
Santa Cruz; después comemos pozole de frijol, atole y
tamales de carne. Y el 4 de mayo nuevamente vuelven a
pelearse en la población. Los invito a que vengan a conocer
en vivo la celebración del rito ceremonial de Petición de
lluvias en Acatlán. Los espera Yoltsin.

20
LA LLORONA O CIHUACÓATL
La Llorona o Cihuacóatl es una diosa xochimilca, madre
de los xochimilcas. Este, en la época prehispánica
existieron varios dioses, incluyendo a la Cihuacóatl. A la
llegada de los españoles ella predijo todo lo que iba a
pasar, toda la destrucción que iban a tener, y ella
empezó a llorar: “¡ay, mis hijos!”, que era en esa época
de guerra y destrucción. Cuando llegaron los españoles,
empezaron a tirar todos sus templos, sus dioses, que
eran de piedra, y les impusieron la religión católica. Los
españoles escucharon que había una mujer que lloraba
entre los canales y las calles; al no poder pronunciar
Cihuacóatl , pusieron la Llorona , de ahí el nombre. Es
entonces por eso que le dicen que la Llorona, pero en
realidad es la Cihuacóatl, la que dijo, la que gritaba
“¡ay, mis hijos!”, que eran en esa época de guerra y
destrucción.

21
DONDE CORRE EL AGUA
La Llorona o Cihuacóatl es una diosa xochimilca, madre
Donde corre el agua] Te voy a contar una historia de lo
que nos pasó a mí y a mi hermano y dos primos. Allá en
mi pueblo, teníamos como diez y doce años, y nos
salimos a jugar. Y llegamos bien noche, y para que mi
papá no nos pegara nos escondimos en un gallinero que
tenía una ventanita que daba hacia la calle. Y había luna
llena. Cuando vimos que venía bajando una señora y
pensamos que era mi tía Toña, que nos andaba
buscando. Y cuando iba pasando frente de nosotros
sentimos que nos jalaban de los pelos y vimos que no
pisaba el suelo, y pasó como a diez metros de donde está-
vamos nosotros. Como que volteó, y le vimos su cara
como de caballo, y ecía “¡ay, mis hijos!” Traía una
canasta en el brazo y un rebozo cruzado n el cuerpo. La
Llorona no nada más ese día se apareció: cada que llovía
se oía gritar por las barrancas donde corre el agua.

22
LOS DUENDES
En ese pueblo había de todo: lloronas; autiotas , que
eran mujeres que les pegaban a las otras mujeres que
veían embarazadas, porque las autiotas no se podían
embarazar, porque habían abortado, y ese era su
castigo; duendes, con esos nos poníamos a jugar yo y mis
hermanos. Eran unos niñitos chiquitos y siempre
andaban encuerados, andaban por donde íbamos a sacar
agua dulce, y cuando nos acercábamos nos aventaban
piedras, y nosotros se las regresábamos y así jugábamos.

23
LEYENDA DE LOS 5 SOLES
Cuentan los nahuas que en el principio de los tiempos
Ometecuhtli, Señor de la Dualidad Divina, creó a
Tonacacihuatl y a Tonacatecuhtli, Señora y Señor de
Nuestra Carne, para que poblaran la tierra. Ellos tuvieron 4
hijos: los dioses Tezcatlipoca Rojo, Negro, Blanco y Azul.
Los dioses Tezcatlipocas pronto decidieron acometer una
obra digna de su grandeza, una obra por la cual fueran
amados y venerados. Se reunieron entonces alrededor de la
fogata encendida por Tezcatlipoca Azul y comenzaron a
crear todo cuanto existe en el mundo. Su primera creación
fue el hombre: lo llamaron Huehuecoyotl y le dieron una
mujer para que lo acompañara. Los dioses les ordenaron
reproducirse, y crearon para ellos los animales, los lagos, las
montañas, los mares y los ríos.

Pero los dioses se percataron entonces de que la tierra


permanecía a oscuras, y la vida no podía prosperar en ella.
Tezcatlipoca Blanco, también llamado Quetzalcoátl,
convirtió la hoguera alrededor de la que trabajaban en un
pequeño y benigno sol. Pero su hermano Tezcatlipoca
Negro despreció su obra, y se convirtió él mismo en un sol
tan grande y potente que marchitaba y destruía todo lo que
alumbraba. Quetzalcóatl, enojado, derribó a su hermano sol
del cielo de un bastonazo. Tezcatlipoca Negro cayó al fondo
de un lago, del que emergió convertido en un jaguar al que
seguía todo un ejército de jaguares. Tezcatlipoca Negro y
sus jaguares devoraron a los Tzoculiceque, los gigantes que
habitaban sobre la tierra por aquella época. Para los nahuas,
este sol fue el Sol de la Tierra, o Tlaltipactonantiuh.

Tras la caída del sol negro, fue el mismo Quetzalcoátl quien


se convirtió en el astro rey.

Quetzalcoátl fue un sol más benigno, bajo el cual la


agricultura prosperaba y los hombres eran felices. Pero un
día, el jaguar-Tezcatlipoca negro trepó hasta los cielos y
consiguió derribar a su hermano Blanco. Se desató entonces
un terrible vendaval que sembraba la destrucción a su paso.
El viento fue tan fuerte que los seres humanos comenzaron
a caminar encorvados, y pronto se convirtieron en monos.

Este sol fue llamado por los nahuas Sol del Viento, o
Ehecatonatiuh.

24
LA LEYENDA DEL MAÍZ
Cuentan que antes de la llegada de Quetzalcóatl, los aztecas
sólo comían raíces y animales que cazaban.

No tenían maíz, pues este cereal tan alimenticio para ellos,


estaba escondido detrás de las montañas.

Los antiguos dioses intentaron separar las montañas con su


colosal fuerza pero no lo lograron.

Los aztecas fueron a plantearle este problema a


Quetzalcóatl.

-Yo se los traeré- les respondió el dios.

Quetzalcóatl, el poderoso dios, no se esforzó en vano en


separar las montañas con su fuerza, sino que empleó su
astucia.

Se transformó en una hormiga negra y acompañado de una


hormiga roja, marchó a las montañas.

El camino estuvo lleno de dificultades, pero Quetzalcóatl


las superó, pensando solamente en su pueblo y sus
necesidades de alimentación. Hizo grandes esfuerzos y no
se dio por vencido ante el cansancio y las dificultades.

Quetzalcóatl llegó hasta donde estaba el maíz, y como


estaba trasformado en hormiga, tomó un grano maduro
entre sus mandíbulas y emprendió el regreso. Al llegar
entregó el prometido grano de maíz a los hambrientos
indígenas.

Los aztecas plantaron la semilla. Obtuvieron así el maíz que


desde entonces sembraron y cosecharon.

El preciado grano, aumentó sus riquezas, y se volvieron más


fuertes, construyeron ciudades, palacios, templos...Y desde
entonces vivieron felices.

Y a partir de ese momento, los aztecas veneraron al


generoso Quetzalcóatl, el dios amigo de los hombres, el
dios que les trajo el maíz.

25
CUENTOS
DE
FUNDACIONES
EL EDIFICIO DE LOS DANZANTES Estos verdaderos monumentos, como explicaban los
ancianos, fueron los primeros que plasmaron el gran poder
Varios guerreros ya han sido sacrificados y su sangre se ha zapoteco en el Valle de Oaxaca, que sigue siendo en los
convertido en volutas floridas a lo largo del abdomen; en nuevos siglos una raza invencible.
sus rostros, junto a los cuales están sus nombres respectivos,
se refleja la angustia del sacrificio. Quinientos años antes de
la era cristiana esto era común entre los pueblos,
especialmente en un pueblo guerrero como Monte Albán,
pues había que mostrar a los que llegaban su fuerza y su
sabiduría.

Los ancianos explicaban a los jóvenes que el gran muro era


una composición de figuras humanas colocadas en sentido
vertical y horizontal, dispuestas así con la intención de que
el muro pudiera leerse a medida que uno caminaba frente a
él. Los personajes que se encontraban en sentido vertical
eran los principales y por ello se representaban con todo y
sus nombres y lugares de origen. Los otros, los que iban en
sentido horizontal, eran los acompañantes de los señores
principales. Era importante que los cautivos llevasen
consigo algunos acompañantes, no sólo para su viaje eterno,
sino para mostrarse resguardado ante los ojos extraños, es
decir que los sacrificios secundarios se hacían
exclusivamente para mostrar que los guerreros no estaban
solos.

No sólo por el hecho de ser guerreros estos personajes


fueron especialmente representados, eran también seres
humanos con ciertas características; algunos eran enanos,
otros jorobados o con otros defectos físicos; eran guerreros
muy especiales porque provenían de linajes ya en extinción
y eso les daba doble valor en la guerra.

Su apariencia física les recordaba a ciertos hombres de una


raza antigua, de bocas y narices anchas, ojos oblicuos y
cuerpos muy robustos, que habían sido sus ancestros y que
aparecían en todas las leyendas de los pueblos del Valle de
Oaxaca.

Mientras en la ciudad se vivía de manera ordenada y en paz,


era muy importante recordar a aquellos que habían muerto
en sacrificio, por eso los ancianos tenían que hacer entender
a los jóvenes el valor de ser guerrero y zapoteco. Así,
llegado el momento, los nuevos guerreros sabrían manejar
los valores, como no tenerle miedo a ser cautivo, y menos a
ser sacrificado para los dioses y en beneficio de la
supremacía de Monte Albán sobre otros pueblos y otras
regiones.

Durante los siguientes siglos el edificio se cubrió con otras


construcciones, pero los más de 300 cautivos fueron muy
bien protegidos para ser enterrados entre los muros, pues
había que cuidar que no se dañaran o se perdieran.

AI contrario, algunos fueron separados del muro para ser


colocados en edificios más visibles, trascendiendo así el
tiempo en que fueron concebidos, para conservar su carácter
sagrado en la posteridad.

27
EL VENCEDOR DEL SOL Y sucedió que las ráfagas violentas que llegaban de lo alto,
(Mixteco) agitando los ramajes, hicieron vibrar las hojas que en el
gran silencio augusto de la soledad entonaron un himno
La victoria del sol es tan general en el blasón de los gigantesco, una sinfonía tremenda.
mixtecas, que en los escudos de sus armas pintaban un
capitán armado, con su penacho de plumas, arco, rodela y Entonces las ráfagas envolvieron frenéticamente el follaje
saeta en las manos, y en su presencia el sol ocultándose vibrante de la vida; lo sacudieron con furia.
entre nubes pardas. -Burgoa. Geográfica. Descripción. 2a.,
parte 33. ¡Los árboles temblaron, se retorcieron horrorosamente,
crispáronse sus raíces y troncos en una infinita angustia, en
Y en la profunda niebla de la eternidad brilló una luz tibia un espasmo de dolor que les arrancó un crujido de muerte!
-estremecimiento divino- que se tendió por el espacio Fue que en aquel instante todas sus hojas habían sido
infinito, en ondas inmensas. arrebatadas por las ráfagas.

Al soplo de la Suprema Voluntad surgió el mundo envuelto ¡Temblaron las montañas, el valle, el abismo, el torrente, la
en una gasa de nubes que se arremolinaban en furioso giro, caverna, los árboles y las ráfagas que conducían las
suspendidas sobre el vértigo del abismo entre dos enormes arrancadas hojas!
montañas.
¡Todo tembló al lúgubre crujido de muerte!
Una: luminosa, blanca, resplandeciente, cuyos rayos
bañaban las nieblas eternas en eternos relámpagos ¡Y todo se transformó!
silenciosos. Otra: negra, condensación del ónix de las
sombras, recortando con aristas siniestras la inmensidad Las dos montañas se redujeron erizándose de rocas,
espantosa. barrancos y árboles pequeños. El valle se estrechó; la
corriente se hizo miserable. El gran himno había cesado y
Frente a frente se miraban, inmóviles; las dos grandes, las sólo vibraban murmullos tristes y susurros melancólicos.
dos terribles, lanzándose mudas toda la majestad de su odio Las nieblas se enfriaron y humedecieron.
recíproco a través de las nubes que azotadas por ráfagas que
venían de lo alto, giraban y giraban sin cesar luchando ¿Y las hojas?
también.
¡Ah! las hojas… después de haber volado con distintos
Súbitamente de aquella lucha brotó el nuevo elemento: el rumbos, girando impulsadas por la incógnita fuerza que las
agua. arrancó del árbol, fueron a caer en lejanas regiones, ya al
fondo de los valles, en las playas del mar o en la alta cima
Las nubes se transforman en torrentes y los torrentes de las montañas, que dentaban las nacientes serranías.
bajaron, rodando por los flancos de las dos montañas,
colmando el fondo del abismo formidable. Y entonces las Mas he aquí que cuando apenas tocaban las hojas en el
olas -coléricas serpientes de agua- continuaron el combate lugar de su caída, de súbito se transformaban en gigantescos
de las nubes, retorciéndose unas sobre otras, enroscándose, seres vivos.
alzándose en montañas de cien bocas por donde se escupían
espumarajos negros y plumazones blancos, salivazos de Después del primer estupor de la vida que recibían al
sombra y chorros de resplandores diamantinos, para caer contacto con la tierra, contemplaban absortos el paraje y se
abrazadas, confundidas en un oscuro trágico. lanzaban furiosos, aullando, sintiendo la necesidad de
devorar.
Y por sobre aquel campo de batalla iban pasando, a compás,
los siglos, unos tras otros, contemplando fríamente el gran ¡Aquellos hombres gigantescos y horribles eran los
espectáculo. primeros pobladores, los Quinamestin hueytlacome!

A fuerza de tanto combatir, surgieron al pie de una y otra ¡Ved cuan poderosa es la ráfaga que en sus alas invisibles
montaña los dos grandes árboles de la vida: el árbol del bien conduce a la hoja más bella y más grande, y mirad cómo
y el árbol del mal. ésta se agita y se debate como rebelándose audaz y soberbia
a la fuerza que sin su consentimiento la conduce al ignorado
El océano, cuyas olas-serpientes batallaban siempre, aplacó destino!
su furia, agotado por la creación de aquellos dos gigantes,
convirtiéndose en caudaloso río que brotaba del fondo de Esa no caerá seguramente en las fáciles amenas planicies
una caverna en la falda de la Montaña Negra, y se perdía, donde han brotado los hermosos bosques perfumados; sube
atravesando el valle en las regiones luminosas de la muy alto, y la triunfal ráfaga caprichosa conduce a su
Montaña Blanca, después de bañar en sus ondas las potente raptada allá a las abruptuosidades de la sierra, donde
profundas raíces de los árboles de la vida. las nieblas son más espesas, y más ásperas y enormes las
rocas.
28
Allá van, ráfaga y hoja a los picachos más agrios de las ¡Pero sólo el desierto respondía con sus ecos, a los alaridos
montañas. ¿Dónde se detendrán? ¿Por qué ascienden tan del hijo de la vida!
arriba, apartándose de los enjambres de compañeros que
dejan abajo? Iba ya a descansar cuando vio que muy lejos un relámpago
deslumbrador taladraba las nieblas, y un gigantesco círculo
Abaten su vuelo; ebria de altura la hoja anhela ahora subir de fuego blanco le arrojó a las pupilas flechas de luz.
más aún; pero la ráfaga desfallece, muere, se extingue... ¡y
la hoja cae! ¿Quién era ese soberano que desde tan lejos, allá muy
arriba, le hería con sus dardos? ¡Era el rival! ¡Había que
Colosal, recio, altivo, gallardamente desnudo, de pie sobre vencerlo Traía también él, que pensaba descansar, largas y
alta roca tallada a pico; abiertos los ojos de fiera pupila agudas flechas. Las nubes rasgáronse, un azul vivísimo
negra que condensa en un rayo fulgurante la luz que nada en apareció, y en ese azul el gran disco radiante bajaba
las nieblas de la montaña, se yergue al ser vivo en que se lentamente. ¡El sol era el enemigo!
transformará el hijo de los árboles del bien y del mal,
contemplando el oleaje inmovilizado del mar de piedra. -¡Te arrojaré de aquí, orgulloso Señor de Luz, dueño de esta
Soplos de huracán rugen ferozmente en torno del gigante región! -clamó el audaz gigante- y requiriendo el arco y
vivo, en cuyo pecho laten ya todas las grandezas impetuosas cubriéndose el cuerpo con el escudo, lanzó sus flechas a su
de los reyes de las montañas. Aves enormes pasan rasgando enemigo. Mas no parecía desmayar y la batalla prosiguió. El
las espesas neblinas con su masa negra, abanicando sus alas guerrero de la montaña enviaba sus flechas al sol que
de terciopelo... ¡y bandadas de palomas blancas surcan el descendía.
ambiente! ¡Aves y árboles cantan la dulce canción de la
vida! Y por fin, allá el mar del cielo se tiño en fuego, el rojo
adversario agonizaba herido de muerte; su luz antes mortal,
Estremecido, sintiendo abrasarse sus entrañas en fue débil. Anchas heridas derramaron su sangre, tembló el
desesperado calor, anhelante de que toda aquella naturaleza gran escudo y vacilante, trémulo, miró, agonizando, en
fuese suya, deseoso de verla sumisa y obediente, torno suyo, para buscar una tumba donde dormir para
Maxtrazhrazhub sacudió su larga cabellera, alzó los brazos siempre; y cuando encontró una montaña suficientemente
poderosos y vírgenes, y lanzando un alarido inmenso, se grande para reposar eternamente, con barretas de fuego la
precipitó a saltos por entre las rocas. Corrió volando, casi. horadó, y vertiendo sobre el cielo entenebrecido toda la
sangre que le quedaba, lo inundó con un diluvio rojo:
Sorprende un nido de águilas, las estrangula y por bellas surgieron llamaradas inmensas de la pira y el gran vencido
recoge sus plumas; recoge por hermosas, pedrezuelas que se acostó augustamente.
talla contra las rocas. Toma piedras y las arroja a las fieras,
destaza sus cadáveres, arráncales sus fuertes y elásticas La noche, piadosa, colgó de los cielos el haz de las tinieblas,
tendones. Orna su cabeza con las plumas del águila prendiéndolo con clavos de diamantes. Y el guerrero
mezcladas a las piedras preciosas. De un árbol arranca sus vencedor, tranquilo ya, después de su triunfo, imperó en la
largas raíces, construye el arco, fabrica saetas y habiendo alta sierra, siendo el padre orgulloso de la brava nación
trabajado mucho, descansa y duérmese en el fondo de una mixteca, de los altos mixtecas.
caverna. Levántase más ardoroso en el paraje que más le
agradara y temiendo encontrar seres como él, que desearan Tal es la leyenda del origen de esa raza altiva de Oaxaca; y
los mismos goces, de un tronco desgajado por el rayo hizo Achiutla es el lugar de los árboles que engendraron en
un escudo, y armado para bárbaro combate, anhelante de aquel barranco a los primeros caudillos; y Tilotongo el
lucha, parte hacia donde son más altas y más abruptas las paraje en que el guerrero audaz venció al sol, fundando allí
montañas. la primera ciudad mixteca.

Encuentra una comarca elevada, feraz, salvajemente bella, ¡Que profundo simbolismo el de la grande y sencilla
donde el Dios desconocido, que lo envió a la vida, prodigara leyenda!
cavernas y bosques poblados de voluptuosidades que
halagan su cuerpo y recrean su imaginación. Dice la historia que las hordas mixtecas desprendidas
desde Huhuetlapallan y Tula de las razas toltecas, bajaron
-¡Esto es mío!- gritó, en su idioma, para apoderarse de al sur hasta Oaxaca, encontrando en los valles a los
aquellas regiones. zapotecas, por lo que subieron a las sierras del nordeste,
donde fundaron Achiutla, Tilatongo y Sosota.
Y pensó:

-¿Qué ser como yo, tan poderoso y fuerte, será su dueño?


¡Quisiera verlo para arrebatárselo! ¡Busquémosle!

Y helo de nuevo en busca del señor de aquella tierra, para


combatirlo.
29
EL ÁGUILA Y EL NOPAL. MÉXICO Id y ved un nopal salvaje: y allí tranquila veréis un águila
que está enhiesta. Allí come, allí se peina las plumas, y con
Cuaucóhuatl y Axolohua fueron pasando y miraron mil eso quedará contento vuestro corazón: ¡allí está el corazón
maravillas allí entre las cañas y las juncias. de Copil que tú fuiste a arrojar allá donde el agua hace giros
Ese había sido el mandato que les dio Huitzilopochtli a ellos y más giros! Pero allí donde vino a caer, y habéis visto entre
que eran sus guardianes, eran sus padres los dichos. los peñascos, en aquella cueva entre cañas y juncias, ¡del
corazón de Cópil ha brotado ese nopal salvaje! ¡Y allí
Lo que les dijo fue así: - “En donde se tienda la tierra entre estaremos y allí reinaremos: allí esperaremos y daremos
cañas y entre juncias, allí se pondrá en pie, y reinará encuentro a toda clase de gentes!
Huitzilopochtli.”
- Nuestro pechos, nuestra cabeza, nuestras flechas, nuestros
Así por su propia boca les habló y esta orden les dio. escudos, allí les haremos ver: a todos los que nos rodean allí
los conquistaremos! Aquí estará perdurable nuestra ciudad
Y ellos al momento vieron: sauces blancos, allí enhiestos; de Tenochtitlán! El sitio donde el águila grazna, en donde
cañas blancas, juncias blancas, y aun las ranas blancas, abre las alas; el sitio donde ella come y en donde vuelan los
peces blancos, culebras blancas: es lo que anda por las peces, donde las serpientes van haciendo ruedos y silban!
aguas. ¡Ese será México Tenochtitlán, y muchas cosas han de
Y vieron después donde se parten las rocas sobrepuestas, suceder!”
una cueva: cuatro rocas la cerraban.
-Dijo entonces Cuauhcóatl: - ¡Muy bien está mi señor
Una al oriente se ve, nada de agua tiene, es sin agua que se sacerdote:
agita. La segunda roca de la cueva ve al norte: se ve que ¡Lo concedió tu corazón: vamos a hacer que lo oigan mis
está sobrepuesta, y de ella sale el agua que se llama agua padres los ancianos todos juntos!
azul, agua verdosa. Y luego hizo reunir a los ancianos todos Cuauhcótal y les
dio a conocer las palabras de Huitzilopochtli.
Cuando esto vieron los viejos se pusieron a llorar.
Las oyeron los mexicanos. Y de nuevo van allá entre cañas
Y decían: - ¿Con que aquí ha de ser? y entre juncias, a la orilla de la cueva.
Llegaron al sitio donde se levanta el nopal salvaje allí al
Es que estaban viendo lo que les había dicho, lo que les borde de la cueva, y vieron tranquila parada el Águila en el
había ordenado Huitzilopochtli. nopal salvaje: allí come, allí devora y echa a la cueva los
restos de lo que come.
Es que él les había dicho:
Y cuando el Águila vio a los mexicanos, se inclinó
“Habéis de ver maravillas muchas entre cañas y entre profundamente.
juncias.” Y el Águila veía desde lejos.

¡Ahora las estamos mirando – decían ellos –, y quedamos Su nido y su asiento era él de cuantas finas plumas hay:
admirados! plumas de azulejos, plumas de aves rojas y plumas de
quetzal.
¡Cuán verdadero fue el dicho, bien se realizó su orden!
Y vieron también allí cabezas de aves preciosas y patas de
Van a buscar a los mexicanos y les dicen: aves y huesos de aves finas tendidos en la tierra.

- “Mexicanos, vamos, vamos a admirar lo que hemos Les habló el dios y así les dijo:
contemplado. Digamos al
Sacerdote: él dirá qué debemos hacer.” - Ah, mexicanos: aquí sí será! ¡México es aquí! Y aunque
no veían quién les hablaba, se pusieron a llorar y decían: -
Fueron a Temazcatitlan y allí se detuvieron. Por la noche ¡Felices nosotros, dichosos al fin: hemos visto ya dónde ha
vinieron a ver, vieron a mostrarse unos a otros y era el de ser nuestra ciudad! ¡Vamos y vengamos a reposar aquí!
sacerdote Cuauhtlaquezqui, que es el mismo
Huitzilopochtli. Texto de la Crónica Mexicayotl, que redactó Fernando de
Alvarado Tezozómoc hacia 1600, fundado en documentos
Dijo él: - Cuaucóhuatl, ¿habéis visto allí todo lo que hay muy antiguos de la Casa Real de México, de que era deudo.
entre cañas y juncias? ¡Aún resta ver otra cosa! Fue dada a luz con versión en 1945. Es el fondo de muchos
mitos que repiten otros autores. El texto es muy antiguo.
No la habéis visto todavía.

1
30
LA FUNDACION DE MEXICO ¡Pero sólo el desierto respondía con sus ecos, a los alaridos
(azteca) del hijo de la vida!

Discurriendo y andando a unas partes y a otras entre los y ensalzado el nombre de la nación mexicana, desde este
carrizales y espadañas, hallaron un ojo de agua hermosísimo lugar ha de ser conocida la fuerza de nuestro valeroso brazo
donde vieron cosas maravillosas y de grande admiración, y el ánimo de nuestro valeroso corazón con que hemos de
las cuales habían antes pronosticado sus sacerdotes, rendir todas las naciones y comarcas, sujetando de mar a
diciéndolo al pueblo por mandado de su ídolo: lo primero mar todas las remotas provincias y ciudades, haciéndonos
que hallaron en aquel manantial fue una sabina blanca muy señores del oro y plata, de las joyas y piedras preciosas,
hermosa al pie de la cual manaba aquella fuente; luego plumas y mantas ricas, etc. Aquí hemos de ser señores de
vieron que todos los sauces que alrededor de si tenia aquella todas estas gentes, de sus haciendas, hijos e hijas; aquí nos
fuente, eran todos blancos, sin tener ni una sola hoja verde, han de servir y tributar, en este lugar se ha de edificar la
y todas las cañas y espadañas de aquel lugar eran blancas, y famosa ciudad que ha de ser reina y señora de todas las
estando mirando esto con grande atención, comenzaron a demás, donde hemos de recibir todos los reyes v señores, v
salir del agua ranas todas blancas y muy vistosas: salía esta donde ellos han de acudir y reconocer como a su suprema
agua de entre dos peñas tan clara y tan linda que daba gran corte por tanto, hijos míos, vamos por entre estos
contento. cañaverales, espadañas y carrizales donde esta la espesura
.de esta laguna, y busquemos el sitio del tunal, que pues
Los sacerdotes, acordándose de lo que su dios les había nuestro dios lo dice no dudéis de ello, pues todo cuanto nos
.dicho, comenzaron a llorar de gozo y alegría, y hacer ha dicho hemos hallado verdadero. Hecha .esta platica del
grandes extremos de placer, diciendo: "ya hemos hallado el sacerdote, humillándose todos, haciendo gracias a su dios,
lugar que nos ha sido prometido; ya hemos visto el consuelo divididos por diversas partes entraron por la espesura de la
y descanso de este cansado pueblo mexicano; ya no hay mas laguna, y buscando por una parte y otra parte, tornaron a
que desear; consolaos, hijos y hermanos, que lo que nos encontrar con la fuente que el día antes habían visto y
prometió nuestro dios hemos ya hallado; pero callemos, no vieron que el agua que antes salí a muy clara y linda, aquel
digamos nada, sino volvamos al lugar donde ahora estamos; día manaba muy bermeja casi como sangre, la cual se
donde aguardemos lo que nos mandare nuestro señor dividía en dos arroyos, y en la división del segundo arroyo
Huitzilopochtli". Vueltos al lugar donde salieron, luego salía el agua tan azul y espesa que era cosa de espanto, y
aquella noche siguiente apareció Huitzilopochtli en sueños aunque ellos repararon en que aquello no carecía de
a uno de sus ayos y díjole: "'ya estaréis satisfechos como yo misterio, no dejaron de pasar adelante a buscar el pronóstico
no os he dicho cosa que no haya salido verdadera y habéis del tunal y el águila, y andan-do en su demanda, al fin
visto y conocido las cosas que os prometí veríades en este dieron con el lugar del tunal, encima del cual estaba el
lugar, donde yo os he traído, pues esperad que aun mas os águila con las alas extendidas hacia los rayos del sol,
falta por ver; ya os acordáis como os mande matar a Copil, tomando el calor de el, y en las uñas tenía un pájaro muy
hijo de la hechicera que se decía mi hermana, y os mande galano de plumas muy preciadas y resplandecientes. Ellos
que le sacádseles el corazón y lo arrójaseles entre los como la vieron humillaronse, haciéndole reverencia como a
carrizales y espadañas de esta laguna, lo cual hicisteis: cosa divina, y el águila como los vio, se les humillo bajando
sabed pues que ese corazón cayo sobre una piedra, y de el la cabeza a todas partes donde ellos estaban, los cuales
salió un tunal, y esta tan grande y hermoso que una águila viendo que se les humillaba el águila y que ya habían visto
habita en el, y allí encima se mantiene y come de los lo que deseaban comenzaron a llorar y hacer grandes
mejores y mas galanos pájaros que hay, y allí extiende sus extremos ceremonias y visajes con muchos movimientos en
hermosas y grandes alas, y recibe el calor del sol y la señal de alegría y contento, y en hacimiento de gracias
frescura de la mañana. Id allá a la mañana, que hallaréis la decían -Donde merecimos tanto bien? ¿Quien nos hizo
hermosa águila sobre el tunal y alrededor de él veréis mucha dignos de tanta gracia, excelencia y grandeza? Ya hemos
cantidad de plumas verdes, azules, coloradas, amarillas y visto lo que deseábamos; ya hemos alcanzado lo que
blancas de los galanos pájaros con que esta águila se buscábamos, y al hemos hallado nuestra ciudad y asiento,
sustenta, y a este lugar donde hallareis el tunal con el águila sean dadas gracias al señor de lo criado, y a nuestro dios
encima, le pongo por nombre Tenochtitlan Este nombre Huitzilopochtli". (Códice Ramírez).
tiene hasta hoy esta ciudad de México, la cual en cuanto fue
poblada de los mexicanos se llama México que quiere decir
lugar de los mexicanos, y en cuanto a la disposición del sitio
se llama Tenuchtitlan.

Otro día de mañana el sacerdote mando juntar todo el


pueblo, hombres y mujeres, viejos, mozos y niños sin que
nadie faltase, y puestos en pie comenzó a contarles su
revelación encareciendo las grandes muestras, mercedes que
cada día recibían de su dios con una prolija plática,
concluyendo con decir que "en este lugar del tunal esta
nuestra bienaventuranza, quietud y descanso, aquí ha de ser 31
LOS HIJOS DEL SOL El Sol había regalado a Manco-Cápac aquella vara para que
(Leyenda inca) fundara un gran imperio en el lugar donde lograra clavarla
hasta la empuñadura. Era preciso obedecer ese mandato y
Cuentan y afirman los indios de esta tierra que los incas los dos príncipes se echaron a andar. El joven probaba el
Cápac procedieron de esta manera: suelo con su vara maravillosa, pero no era fácil dar con la
"Lejos, en una montaña cubierta de nieve, cuya cumbre tierra conveniente.
se elevaba mucho más allá de las blancas nubes y donde no Durante todo el día, Manco-Cápac trabajó hasta cansarse en
había llegado jamás ningún hombre, se extendía un lago tan ir tocando el terreno y Mama-Ocllo fue a su lado hilando.
grande que parecía mar. Sus aguas eran claras como el Llegó la noche y ambos durmieron bajo un árbol.
diamante más limpio y azules como el alto cielo que
brillaba entre los rayos del sol. Continuaron la marcha a la mañana siguiente y caminaron
Alrededor del lago crecían esbeltas plantas de lustrosas durante meses y meses alimentándose de los frutos del
hojas por toda la orilla, se veían piedras y rocas vestidas de campo y bebiendo en los arroyuelos.
blanda hierba. Andando así, llegaron una mañana muy nublada al pie de un
Cada mañana, al salir Viracocha, el Sol, se asomaba al lago, cerro.
se miraba en sus aguas como en un espejo y decía: Subiéronlo fatigosamente y en el momento en que pisaban
No he visto en todo el mundo un lago más bello que éste. la cumbre asomó el sol entre las nubes y alumbró con luz
Una mañana, como de costumbre, contemplábase el astro en vivísima todo el campo, apareció ante sus ojos el arco iris
el líquido, cuando de repente, en el lugar donde se reflejaba del cielo, al que llamaron guanacauri, y lo tuvieron como
su cara redonda y dorada, comenzó a levantarse una onda buena señal de que la tierra no sería destruida por el agua.
pequeñita, que poco a poco fue elevándose, hasta formar un Jamás habían visto un lugar más hermoso.
cerro de agua azul y brillante. ¡Oh, Manco-Cápac, dijo Mama-Ocllo, prueba tu vara en
Al mirar este hecho extraordinario, las plantas dejaron de esta preciosa tierra!
conversar para poder mirar mejor; el viento, que hacía rato Entonces, él tomó la vara y aventóla hacia el valle con tal
silbaba con su enorme boca, quedóse de repente quieto y se fuerza que quedó clavada hasta la empuñadura.
agazapó en el hueco de una roca, a fin de atisbar desde allí Descendieron los jóvenes apresuradamente y arrodillándose
lo que pasaba; las viejísimas piedras blancas y negras que se sobre la hierba fresca, dieron gracias a su padre por aquel
sabían de memoria la historia íntegra del lago y conocían hermoso suelo que les daba para vivir.
perfectamente la vida del Sol, la Luna y las estrellas, pero Los hombres que habitaban los lugares cercanos, al saber
que hablaban muy pocas veces, abrieron enormemente sus que habían llegado dos maravillosos príncipes, hijos del Sol,
oscuros ojos con pestañas y cejas de musgo y miraron acudieron a saludarlos, formando filas interminables. Unos
aquello. llevaban los mejores frutos de sus charcas; otros, las flores
De pronto, la inmensa ola se partió por en medio; miles de más bellas de sus jardines; los pastores conducían llamas
pececillos de plata saltaron hacia afuera y enseguida blancas como la nieve, vicuñas de piel dorada como el sol y
asomaron de entre las aguas, cogidos de las manos, un alpacas negras como la noche. La gente y los rebaños
hombre y una mujer. Eran jóvenes y hermosos, sus ojos cubrían completamente el valle y llegaban hasta el
brillaban como estrellas. Iban vestidos con túnicas de tela de horizonte.
oro, adornadas con piedras preciosas y plumas de colores. Entonces se adelantaban los jefes de aquellos pueblos y
El mancebo se llamaba Manco-Cápac y la doncella Mama- dijeron a los príncipes:
Ocllo. Miraron a su alrededor. El lago estaba Queremos que ustedes sean reyes.
completamente tranquilo, como si nada hubiera ocurrido. Luego, los músicos tocaron sus instrumentos y los soldados
Entonces empezaron a andar sobre las aguas, lo mismo que pusieron sus lanzas y flechas a los pies de los jóvenes, en
si caminasen sobre tierra firme y pronto llegaron a la orilla. señal de sumisión. Enseguida, la multitud entusiasmada
Sus ropas se hallaban completamente secas. Sólo en su lanzó gritos que atronaban el espacio diciendo: ¡Viva el rey
hermoso pelo negro temblaban miles de gotitas de agua. Al Manco-Cápac! ¡Viva la reina Mama-Ocllo!
pisar la playa sacudieron sus cabelleras; las gotitas saltaron Los dos aceptaron gustosos el reinado y Manco-Cápac
yendo a parar sobre las rocas y al caer en ellas se fundó entonces el imperio de Tahantinsuyo y escogió para
convirtieron en piedras preciosas. edificar la capital el sitio en que se había clavado la vara
Alzaron luego los ojos. Allá, en el cielo azul, estaba mágica.
Viracocha, que miraba a sus hijos, con el rostro brillando de Pronto comenzó toda aquella gente a construir preciosos
alegría, porque eran sus hijos y eran príncipes, los dos palacios de piedra, forrados con láminas de oro y al poco
jóvenes nacidos tan misteriosamente. tiempo habían levantado una maravillosa ciudad a la que
El Sol les había dado la vida, haciéndolos salir de las aguas pusieron por nombre Cuzco, que en lengua antigua significa
encantadas del lago Titicaca. "fértil". El emperador en persona enseñó a los hombres a
Manco-Cápac tenía en la mano derecha una vara de oro que labrar la tierra y la emperatriz instruyó a las mujeres en el
brillaba tan vivamente como si fuera un rayo de luz; modo de tejer preciosas telas.
también traía consigo en una petaquilla de paja, un pájaro Los dos jóvenes fueron reyes muy amados por su pueblo y
como halcón, llamado Indi, al que veneraban y tenían como vivieron gobernando aquel país durante muchos años.
cosa sagrada, pues transmitía su entendimiento a Manco-
Cápac. Y Mama-Ocllo llevaba un huso con el que hilaba, 1
32
todo el tiempo, lana de lindos colores.
EL MUNDO SE HIZO ASÍ Del mismo ombligo, Meltí tomó un buche de agua salada y
la sopló hacia el norte, toda esa región se pintó de rojo.
Este relato está tomado de Jesús Ángel Ochoa Zazueta, Los Le gustó tanto cómo iba quedando aquello que tomó otro
kiliwa. Y el mundo se hizo así, ini, México, 1978. Se ha buche de agua –y como estaba tan entusiasmado, tan
simplificado el nombre y la ortografía de Meltí ‘ipá jalá, contento– se llenó su gran boca de tal manera que cuando la
Coyote-gente-luna, para dar fluidez al relato. Algunos esparció al oeste, la región se inundó. Él era gigante, posaba
textos son cantados por el informante, quien prefirió quedar un pie en el golfo de Cortés y otro en el océano Pacífico.
en el anonimato. El mito está muy resumido, y las hazañas Fue así como del gran buche de agua se formó un gran mar,
de Meltí continúan a lo largo de muchas cuartillas. un mar que, por profundo y picado, resultó muy nocivo para
los kiliwa; por eso toda esa región del gran mar quedó
Cuando no había nada, cuando todo era oscuridad. Cuando teñida de negro.
sólo la sombra llenaba los espacios, cuando solamente había
tinieblas; cuando no había tierra, ni cielo, ni agua, ni fuego.
Cuando no existían las plantas, ni se veían las estrellas en el
firmamento, no tronaban en el cielo los rayos, el sol no
calentaba, no había luna que marcara el paso del tiempo.
Cuando no había nada en esa oscuridad, no había hombres
en esa noche perpetua, llegó Meltí ‘ipá jalá.

¿Cómo nació Meltí?, ¿cómo nació la deidad Coyote-gente-


luna?

Cantado:

¿De dónde vino Meltí ‘ipá jala’?


Nadie lo sabe.
¿Cómo es que llegó a la oscuridad
Meltí ‘ipá jala’?
Todos lo ignoran.

Meltí llegó cargando su gran bastón. Y en esa oscuridad, en


esa noche eterna, Coyote-gente-luna, con voz de coyote,
gritó aullando a la negrura: “¡Yo soy Meltí ‘ipá jalá.

Meltí gritó mucho, como coyote. Pero en esa gran noche


nadie le contestaba, ni nadie pudo enterarse cuánto tiempo
duró aullando la deidad llegada del sur.

Como todo era oscuridad, Meltí fue su propia luz; como


Meltí venía de donde todo es cóncavo y amarillo, tenía luz
propia; con su propia luz iluminó aquella negrura, pues
tenía pedernales grandes en las rodillas que echan chispas
cuando caminaba. Llegó el gran padre con cara de coyote, y
le dijo a la negrura: “¡No estás sola, yo soy la luz!”

Y así le dio la luz a la negrura. En la noche Meltí iluminó


todo aquello y entonces se dio cuenta qué tan sólo él estaba.

Cantado:

¡Qué triste está ahí el coyote!


El coyote, la luz y la negrura.
¡La oscuridad sobrecoge!
¡Aúlla el Coyote-gente-luna!

Cantó muy afligido. Como temía enfermarse de soledad,


decidió que sería bueno convertirse en padre. Meltí fue al
aguaje sureño. Tomó un buche de agua dulce y asperjó con
ella hacia el sur, por lo que toda esa región se pintó de
amarillo.
33
HAPUNDA LEYENDA DEL LAGO DE II
CUITZEO AI amanecer, el rey y los guerreros contemplaron
asombrados, en lugar del delicioso valle, una laguna que
Bajo los penetrantes rayos de la Cruz del Sur, estrellas abrazaba con sus aguas un corazón.
divinas de la deidad que protege y guía, al fulgor de las
luminarias celestes, Cuerauaperi (Madre Naturaleza) creo Hace de esto muchos años y Tata Huriata sigue besando con
un jardín. De los campos de Guayangareo la diosa Ie mando su primer rayo de luz la frente hecha cristal de la princesa
ríos cristalinos y le puso por guardián a Manuna, la montaña Hapunda, la bella Tzitziqui.
fiel. Tata Huriata (Dios Sol) al enviar su primer rayo de luz,
todas las mañanas besaba paternalmente la frente de la
princesa Hapunda a quien su padre había recluido en aquel
vergel. Era tan bella la princesa, que sus vasallos la
llamaban Tzitziqui (Flor).

Siempre melancólica, siempre triste, la princesa derramaba


lagrimas que corrían a mezclarse con el agua de las fuentes,
como baja el torrente arrancando sollozos a las rocas para
abrirse paso hacia el valle. El torrente incansable logra
penetrar en la roca, pero las lagrimas de Hapunda no llegan
al corazón de los dioses, y en vano ruega porque vuelva
pronto su amado guerrero, que a conquistas, con el rey
Characu, salió.

II

AI fin, una mañana en que Huriata lucia esplendoroso sobre


la montaña, desfilaban por el llano de Cuaracurio (Donde
esta la ardilla) centenares de guerreros. El estruendo de las
cuiringuas y caracoles hizo huir un hermoso tzintzuni
(colibrí) que libaba la miel que Hapunda Ie ofrecía en sus
labios y, con la rapidez de una flecha, desapareció a lo lejos.
La princesa viéndolo perderse siente el dolor del que ve
perder su ultima ilusión. Entonces, presurosa corre al
encuentro de las tropas preguntando ansiosa por el dueño de
su corazón. En la faz de los guerreros lee tristeza y
compasión y, temblorosa, cae de rodillas ante las andas del
rey. "Padre mío ¬le dice- devuélveme a mi amado que entre
tu cortejo partió y que a tu diestra mis ojos debían
encontrarlo vencedor".

El rey hace un ademán. Los guerreros se postran en silencio


para oír la voz de su Señor. "Hija mía Hapunda, bella
Tzitziqui, la flecha artera del bárbaro chichimeca, entre
todos mis guerreros, a el escogió. Tata Huriata quería su
sangre y a sus pies he depositado su corazón".

La princesa da un gemido. Con ojos extraviados busca las


andas del dios cuyo disco de oro lanza centellas desde su
asta de madera preciosa. Los graves sacerdotes no pueden
resistir el ímpetu de Hapunda que se apodera del corazón de
su amado y corriendo baja a lo profundo del valle y entre las
flores se oculta agresiva. Su mirada demente busca donde
esconder el despojo sangrante y su oído insensible no
escucha las voces de su padre y los guerreros que
inútilmente la llaman...

Los luceros se encienden y la luna se abre paso entre las


nubes. Hapunda permanece silenciosa y de sus ojos brotan
al fin ríos de lágrimas que van inundando el valle.
34
MITO AZTECA DE LA CREACIÓN Como estaban los cuatro juntos, hicieron del pez Cipactli la
tierra, a la cual llamaron Tlaltecuhtli, portándola como
Por los caracteres y escrituras y por relaciones de los viejos deidad, sostenida por el pescado que la había engendrado.
y de los que en tiempo de su infidelidad eran sacerdotes y Otros dijeron que la tierra fue creada por los dioses
papas, por lo que dijeron los señores principales a quienes Quetzalcóalt y Tezcatlipoca, quienes bajaron a tierra a la
se criaba en los templos y enseñaba la ley para que la diosa del cielo. Ella tenía las articulaciones completamente
difundiesen; juntos ante mí, con sus libros y figuras cubiertas de ojos y bocas con las que mordía como una
antiguas, muchas de ellas, untadas con sangre humana, bestia salvaje. Antes de que la bajaran había agua (que
relataron el inicio. Parece que tenían a Tonacatecuhtli, quien nadie sabe quién creó) sobre la cual la diosa caminaba.
tuvo por mujer a Tonacacihuatl (conocida también como Cuando vieron esto, los dioses se dijeron: “Es necesario
Xochiquetzal). Ellos fueron señor y señora de nuestra carne hacer la tierra”, y diciendo esto se convirtieron los dos en
y se criaron en el decimotercer cielo, de cuyo principio no grandes serpientes. Transformados, una de las serpientes
se supo jamás. Engendraron a cuatro hijos. El mayor, agarró a la diosa de la mano derecha y el pie izquierdo y la
Tezcatlipoca rojo, nombrado así porque nació colorado. Los otra de la mano izquierda y el pie derecho, jalaron tanto que
Uexotzinco y Tlaxcala, lo tenían por su dios principal y le la partieron por la mitad. Con la parte de atrás de los
llamaron Camaxtli. Al segundo hijo lo nombraron hombros hicieron la tierra, y la otra mitad la llevaron al
Tezcatlipoca negro, el peor de los tres porque fue el que cielo.
más mandó y pudo porque nació negro en medio de todos
los seres y cosas. Al tercero llamaron Quetzalcoatl, Los otros dioses se enteraron y se enojaron mucho, entonces
conocido también como “Noche y viento”., mientras que al para recompensar a la diosa de la tierra por el daño que le
último y más pequeño lo llamaron “Señor del Hueso” o “La habían hecho, los dioses descendieron todos del cielo y
culebra con dos Cabezas”, a quien los mexicanos tuvieron ordenaron que de ella salieran los frutos necesarios para la
como su dios principal y denominaron Huitzilopochtli. De vida de los hombres: de sus cabellos hicieron los árboles y
los cuatros hijos de la primera pareja (Tonacatecuhtli y flores, de su piel las pequeñas hierbas y flores, de los ojos
Tonacacíhuatl), Tezcatlipoca negro era omnipresente, hicieron los pozos, las fuentes y las pequeñas cavernas, de
conocía todos los pensamientos y los corazones; así es que la boca los ríos y grandes cavernas mientras que de los
lo llamaron Moyocoya, cuyo significado es el de agujeros de la nariz y de los hombros, los valles de las
todopoderoso. Su hermano menor, Huitzilopochtli (dios del montañas y las montañas mismas respectivamente. La diosa
pueblo mexicano) nació sin carne, con los huesos desnudos. lloró algunas veces durante las noches, incansablemente.
Así se mantuvo durante los seiscientos años de quietud Quería comer corazones de hombres y únicamente callaba
entre los dioses, etapa en la que nada hicieron. cuando se los daban; y sólo llevaba fruta si estaba rociada
con sangre humana.
Pasado el largo período, los cuatro hijos de Tonacatecuhtli
se juntaron para ordenar lo que habrían de hacer y la ley que
tendrían. Convinieron en nombrar a Quetzalcoatl y
Huitzilopochtli para que impartieran las órdenes. Entonces,
por comisión y parecer de los otros dos, hicieron el fuego,
después medio sol que como no estaba entero alumbraba
poco y luego hicieron al hombre -Oxomoco- y a la mujer
llamada Cipactónal. Les dieron la orden de que no holgaran,
sino que trabajaran siempre. A él lo mandaron a labrar la
tierra mientras ella hilaba y tejía. De esta primera pareja
humana nacieron los macehuales. Cipactónal recibió el don
de la curación a través de ciertos granos de maíz que le
fueron entregados por los dioses para la cura, las
adivinanzas y hechicerías como acostumbran a hacer hoy
día las mujeres.

Terminada su tarea con los primeros hombres, los dioses


hicieron los trescientos sesenta días del año que dividieron
en dieciocho meses de veinte días cada uno. Luego crearon
a los dioses que habitaron el infierno: al “Señor del
Inframundo” y a su señora, la “Señora del Inframundo". Les
llegó la hora de crear los cielos y comenzaron por el más
alto, desde el decimotercero para abajo para continuar con
la creación del agua en la que criaron a un pez grande que
llamaron Cipactli, parecido al caimán. Se juntaron los
cuatro hermanos (hijos de la primera pareja) y crearon a
Tláloc y a Chalchiutlicue, quienes fueron dioses del agua, a
los que se les pedía cuando tenían de ella necesidad. 35
LA LEYENDA DE LOS VOLCANES así se llamaba la mujer y que quiere decir hermosa flor,
sintió que se marchitaba de improviso, porque aquel
Las huestes del Imperio azteca regresaban de la guerra. guerrero azteca era su amado y le había jurado amor eterno.

Pero no sonaban ni los teponaxtles ni las caracolas, ni el Se revolvió furiosa Xichoquétzal para ver con odio
huéhuetl hacía rebotar sus percusiones en las calles y en los profundo al tlaxcalteca que la había hecho su esposa una
templos. Tampoco las chirimías esparcían su aflautado tono semana antes, jurándole y llenándola de engaños diciéndole
en el vasto valle del Anáhuac y sobre el verdiazul que el guerrero azteca, su dulce amado, había caído muerto
espejeante de los cinco lagos (Chalco, Xochimilco, en la guerra contra los zapotecas.
Texcoco, Ecatepec y Tzompanco) se reflejaba un menguado
ejército en derrota. El caballero águila, el caballero tigre y el --¡Me has mentido, hombre vil y más ponzoñoso que el
que se decía capitán coyote traían sus rodelas rotas y los mismo Tzompetlácatl, - que así se llama el escorpión-; me
penachos destrozados y las ropas tremolando al viento en has engañado para poder casarte conmigo. Pero yo no te
jirones ensangrentados. amo porque siempre lo he amado a él y él ha regresado y
seguiré amándolo para siempre!
Allá en los cúes y en las fortalezas de paso estaban
apagados los braseros y vacíos de tlecáxitl que era el Xochiquétzal lanzó mil denuestos contra el falaz tlaxcalteca
sahumerio ceremonial, los enormes pebeteros de barro con y levantando la orla de su huipil echó a correr por la llanura,
la horrible figura de Texcatlipoca el dios cojo de la guerra. gimiendo su intensa desventura de amor.
Los estándares recogidos y el consejo de los Yopica que
eran los viejos y sabios maestros del arte de la estrategia, Su grácil figura se reflejaba sobre las irisadas superficies de
aguardaban ansiosos la llegada de los guerreros para oír de las aguas del gran lago de Texcoco, cuando el guerrero
sus propios labios la explicación de su vergonzosa derrota. azteca se volvió para mirarla. Y la vio correr seguida del
marido y pudo comprobar que ella huía despavorida.
Hacía largo tiempo que un grande y bien armando Entonces apretó con furia el puño de la macana y
contingente de guerreros aztecas había salido en son de separándose de las filas de guerreros humillados se lanzó en
conquista a las tierras del Sur, allá en donde moraban los seguimiento de los dos.
Ulmecas, los Xicalanca, los Zapotecas y los Vixtotis a
quienes era preciso ungir al ya enorme señorío del Anáhuac. Pocos pasos separaban ya a la hermosa Xochiquétzal del
Dos ciclos lunares habían transcurrido y se pensaba ya en marido despreciable cuando les dio alcance el guerrero
un asentamiento de conquista, sin embargo ahora azteca.
regresaban los guerreros abatidos y llenos de vergüenza.
No hubo ningún intercambio de palabras porque toda
Durante dos lunas habían luchado con denuedo, sin dar ni palabra y razón sobraba allí. El tlaxcalteca extrajo el
pedir tregua alguna, pero a pesar de su valiente lucha y sus venablo que ocultaba bajo la tilma y el azteca esgrimió su
conocimientos de guerra aprendidos en el Calmecac, que macana dentada, incrustada de dientes de jaguar y de
era así llamada la Academia de la Guerra, volvían Coyámetl que así se llamaba al jabalí.
diezmados, con las mazas rotas, las macanas desdentadas,
maltrechos los escudos aunque ensangrentados con la Chocaron el amor y la mentira.
sangre de sus enemigos.
El venablo con erizada punta de pedernal buscaba el pecho
Venía al frente de esta hueste triste y desencantada, un del guerrero y el azteca mandaba furioso golpes de macana
guerrero azteca que a pesar de las desgarraduras de sus en dirección del cráneo de quien le había robado a su amada
ropas y del revuelto penacho de plumas multicolores, haciendo uso de arteras engañifas.
conservaba su gallardía, su altivez y el orgullo de su estirpe.
Y así se fueron yendo, alejándose del valle, cruzando en la
Ocultaban los hombres sus rostros embijados y las mujeres más ruda pelea entre lagunas donde saltaban los ajolotes y
lloraban y corrían a esconder a sus hijos para que no fueran las xochócatl que son las ranitas verdes de las orillas
testigos de aque retorno deshonroso. limosas.

Sólo una mujer no lloraba, atónita miraba con asombro al Mucho tiempo duró aquél duelo.
bizarro guerrero azteca que con su talante altivo y ojo
sereno quería demostrar que había luchado y perdido en El tlaxcalteca defendiendo a su mujer y a su mentira.
buena lid contra un abrumador número de hombres de las
razas del Sur. El azteca el amor de la mujer a quien amaba y por quien
tuvo arrestos para regresar vivo al Anáhuac.
La mujer palideció y su rostro se tornó blanco como el lirio
de los lagos, al sentir la mirada del guerrero azteca que Al fin, ya casi al atardecer, el azteca pudo herir de muerte al
clavó en ella sus ojos vivaces, oscuros. Y Xochiquétzal, que tlaxcalteca quien huyó hacia su país, hacia su tierra tal vez
en busca de ayuda para vengarse del azteca.
36
NAYMLAP Y LOS SEÑORES DE hijo Cium, que se casó con una hermosa joven llamada
Zolzoloñi y en ella y otras mujeres tuvo doce hijos varones
LAMBAYEQUE y cada uno de ellos fundó una numerosa familia. Uno de
ellos llamado Nor, se fue al valle de Cinto, otro llamado
Cuentan los pobladores de Lambayeque que en tiempos tan Cala al valle de Túcume, otro más al valle de Collique y los
antiguos que ya se perdió la cuenta de cuantos fueron arribó demás a diversos lugares. Llapchillulli, hombre muy
de la parte suprema(2) del Perú a estas costas una gran flota cercano a Naymlap y que arribó a Lambayeque
de balsas comandada por un gran señor, hombre de mucho acompañándolo se mudó al valle de Jayanca donde se
valor y calidad llamado Naymlap. asentó y enraizó.
Viajaba acompañado por una numerosa comitiva que lo Cium vivió muchos años y sintiéndose morir bajó por
seguía con reverencia y adoración como a gran caudillo. propia voluntad a una habitación subterránea donde estuvo
Estaba su esposa, llamada Ceterni, un numeroso harén, hasta que murió, pues no quería que se supiese que era
cuarenta de sus más valientes capitanes, el trompetero mortal y más bien quería que lo crean inmortal y divino.
oficial (uno de los cargos más prestigiosos) llamado Pita
Zofi, quien se encargaba de hacer sonar el pututo(3), Luego gobernó una larga lista de herederos como Mascuy,
Ñinacola, encargado del cuidado del anda y trono de Cuntipallec, Allascunti, Nofan Nech, Mulumuslan,
Naymlap, Ñinagintue, encargado de la bebida, Fonga Sigde, Llamecol, Lanipat Cum y Acunta. Finalmente gobernó
quien tenía por misión esparcir polvo de mullu(4) por donde Fempellec quien tuvo la desdichada idea de trasladar a
pisaría su señor, Occhocalo, el cocinero, Xam Muchec Yampallec de Chot, donde Naymlap lo colocó. Se cuenta
quien pintaba el rostro de Naymlap. Lo bañaba, adornaba y que cuando buscaba otro lugar para llevarse al ídolo el
untaba con finas esencias, Ollop-copoc. Tejía y bordaba demonio disfrazado de mujer se le presentó y lo sedujo. En
para su señor y elaboraba camisas y mantas usando la fina y castigo sobrevinieron 30 días de torrenciales lluvias
complicada técnica de la aplicación con plumas de vivos seguidos de un año de cruel sequía, esterilidad y hambre.
colores Llapchiluli, muy querido por su Señor Naymlap, Reunidos los sacerdotes y hombres principales que
además de una numerosa y casi incontable muchedumbre. adoraban a Yampallec comprendieron que las penurias que
padecían eran por los errores cometidos por Fempellec, por
Pintura que representa el arribo de Naymlap, expuesto en el eso, dejando a un lado el temor y respeto que se tiene a los
museo de sitio del complejo arqueológico de Chan Chan, Señores, lo ataron de pies y manos y lo arrojaron a lo
Trujillo - Perú. profundo del mar. Y este fue el final de la línea y
descendencia de Naymlap.
Desembarcaron cerca a la desembocadura del río
Faquisllanga, de allí caminaron media legua tierra adentro Quedó el valle de Lambayeque sin un único gobernante
buscando un buen lugar para asentarse. Al encontrar el lugar hasta que desde el sur llegó un poderoso Señor guerrero,
adecuado construyeron un palacio al que llamaron Chot y Chimú Capac, Curaca (gobernante) del Imperio Chimú
en el lugar principal colocaron a Yampallec, figura quién reunificó y anexó para sus dominios este. Impuso
esculpida en piedra verde que trajeron consigo y que como gobernador de Lambayeque a Pongmasa, natural de
representa la imagen del mismo Naymlap. Yampallec Chimú, quién al morir dejó en su cargo a Oxa, su hijo, que
significa figura y estatua de Naymlap. fue el primero en tener noticias de los Incas del Cusco,
grandes conquistadores, y desde entonces vivieron con el
Pasaron los años viviendo en paz, procrearon muchos hijos temor de ser despojados. Le sucede su hijo Llempisan,
y nietos, construyeron casas, labraron la tierra y le tomaron quién conoció del poder de los Incas. Luego gobernó
mucho cariño a su nuevo terruño. Pero el tiempo no perdona Chullumpisan, al que sucedió su hermano Cipromarca y
y la muerte visita al gran Naymlap. Por temor a que no se luego otro hermano menor llamado Fallenpisan. Luego vino
entienda la mortalidad del caudillo y Señor lo enterraron a Efquempisan, seguido de Secfunpisan en cuyo gobierno
escondidas y publicaron por todas parte que con prodigioso llegaron al Perú los conquistadores españoles y se
poder se había convertido en ave y había volado lejos de adueñaron del valle de Lambayeque y de todo lo demás.
allí. Consternados y muy dolidos quedaron sus más
cercanos y leales seguidores, los que viajaron con él desde
la parte suprema del Perú. No podían comprender por qué
su amado señor Naymlap los había abandonado. Presos de
la desesperación no dudaron en abandonar casa y familia,
hijos, nietos, tierras y salieron apresuradamente, sin guía ni
orden, a buscar a Naymlap y se juraron no regresar hasta
encontrarlo y traerlo de regreso así tengan que ir hasta
donde nadie había llegado. Nunca más se supo de ellos.

Al irse en busca de Naymlap, al que creían desaparecido,


todos los que vinieron con él, quedó la tierra poblada sólo
por los que habían nacido en ella. Lo sucedió a Naymlap su
37
El vencedor por el amor y la verdad regresó buscando a su recibían tributos de flores y de cantos, porque de sus faldas
amada Xochiquétzal. escurre el agua que vivifica y fertiliza los campos.

Y la encontró tendida para siempre, muerta a la mitad del Durante muchos años y poco antes de la conquista, las
valle, porque una mujer que amó como ella no podía vivir doncellas muertas en amores desdichados o por mal de
soportando la pena y la vergüenza de haber sido de otro amor, eran sepultadas en las faldas de Iztaccihuatl, de
hombre, cuando en realidad amaba al dueño de su ser y le Xochiquétzal, la mujer que murió de pena y de amor y que
había jurado fidelidad eterna. hoy yace convertida en nívea montaña de perenne armiño.

El guerrero azteca se arrodilló a su lado y lloró con los ojos


y con el alma. Y cortó maravillas y flores de xoxocotzin con
las cuales cubrió el cuerpo inanimado de la hermosa
Xochiquétzal. Corono sus sienes con las fragantes flores de
Yoloxóchitl que es la flor del corazón y trajo un incensario
en donde quemó copal. Llegó el zenzontle también llamado
Zenzontletole, porque imita las voces de otros pajarillos y
quiere decir 400 trinos, pues cuatrocientos tonos de cantos
dulces lanza esta avecilla.

Por el cielo en nubarrones cruzó Tlahuelpoch, que es el


mensajero de la muerte.

Y cuenta la leyenda que en un momento dado se estremeció


la tierra y el relámpago atronó el espacio y ocurrió un
cataclismo del que no hablaban las tradiciones orales de los
Tlachiques que son los viejos sabios y adivinos, ni los
tlacuilos habían inscrito en sus pasmosos códices. Todo
tembló y se anubló la tierra y cayeron piedras de fuego
sobre los cinco lagos, el cielo se hizo tenebroso y las gentes
del Anáhuac se llenaron de pavura.

Al amanecer estaban allí, donde antes era valle, dos


montañas nevadas, una que tenía la forma inconfundible de
una mujer recostada sobre un túmulo de flores blancas y
otra alta y elevada adoptando la figura de un guerrero azteca
arrodillado junto a los pies nevados de una impresionante
escultura de hielo.

Las flores de las alturas que llamaban Tepexóchitl por


crecer en las montañas y entre los pinares, junto con el
aljófar mañanero, cubrieron de blanco sudario las faldas de
la muerta y pusieron alba blancura de nieve hermosa en sus
senos y en sus muslos y la cubrieron toda de armiño.

Desde entonces, esos dos volcanes que hoy vigilan el


hermoso valle del Anáhuac, tuvieron por nombres
Iztaccihuatl que quiere decir mujer dormida y Popocatepetl,
que se traduce por montaña que humea, ya que a veces suele
escapar humo del inmenso pebetero.

En cuanto al cobarde engañador tlaxcalteca, según dice


también esta leyenda, fue a morir desorientado muy cerca
de su tierra y también se hizo montaña y se cubrió de nieve
y le pusieron por nombre Poyauteclat, que quiere decir
Señor Crepuscular y posteriormente Citlaltepetl o cerro de
la estrella y que desde allá lejos vigila el sueño eterno de los
dos amantes a quienes nunca podrá ya separar.

Eran los tiempos en que se adoraba al Dios Coyote y al Dios


Colibrí y en el panteón azteca las montañas eran dioses y
38
FUNDACIÓN MÍTICA DE
TENOCHTITLAN

Cuenta la leyenda que los aztecas partieron un día desde


Aztlán, el lugar de las garzas (actual oeste de México), en
busca de la tierra de bonanza que les prometiera su dios
tutelar, Huitzilopochtli, el Colibrí Hechicero.
Huitzilopochtli los guiaba en su peregrinar. Según los
mensajes celestes que el dios les enviaba, se encontrarían en
la tierra prometida cuando hallaran un frondoso nopal
creciendo solitario, sobre una roca, en medio de un pantano.
Sobre sus ramas, un águila devoraría una serpiente,
indicándoles así que su largo peregrinar había llegado a su
fin.
Muchos años vagaron los aztecas, guiados por tres hombres,
Quauhcóatl, Apanécatl y Tezcacoácatl, y por una mujer,
Chimalma. En el camino se les unieron otras tribus, como
los hochimilca y cuitlahuaca. De vez en cuando, las tribus
se asentaban efímeramente en algún sitio, donde elevaban el
altar de su dios y sobrevivían gracias a la caza y a la
agricultura. Mientras tanto, sus exploradores buscaban en
vano la ansiada tierra prometida.
Los aztecas fueron los últimos en poner pie en el valle de
México, por entonces bastión del poderío tolteca. Mal
recibidos, debieron buscar refugio en Chapultepec, donde se
establecieron con la autorización de los señores de
Azcapotzalco. Al llegar, sacrificaron a un joven en honor a
Huitzilopochtli, y el dios se les apareció revelándoles que,
allí donde enterrasen el corazón, estaría él. Así fue fundada
la primera ciudad azteca.
Pero los jóvenes aztecas invadieron Tenayuca en busca de
mujeres, y el pueblo ofendido, aliado a otras tribus, invadió
a los atrevidos, conduciéndolos a Culhuacan en calidad de
siervos. Los pocos que lograron escapar se establecieron en
las márgenes del lago Texcoco.

Poco después, el rey de Culhuacan entró en conflicto con el


de Xochimilco y envió a sus vasallos aztecas a la batalla.
Cuentan que sólo diez guerreros fueron suficientes para
poner en fuga al enemigo. La hazaña les valió el respeto del
rey de Culhuacan, Cócox, quien entregó a su hija en
matrimonio al jefe azteca. Pero los aztecas sacrificaron a la
muchacha a los dioses y Cócox, ciego de rabia, ordenó
exterminarlos. Pero los aztecas consiguieron huir y se
unieron a sus hermanos en el lago Texcoco. Y dicen que
allí, en un islote en el centro del lago, los aguardaba el nopal
de la profecía. Y por eso, en ese lugar tan largamente
soñado se fundó, alrededor del año 1325 del calendario
cristiano, Tenochtitlan, la grande.

1
39
EL ORIGEN DE LOS BARRIOS
(Nahuas de Tlaxcala)

Se cuenta que los primeros, pobladores de San Francisco


vinieron del oriente, llegando primero al pico de la
Malinche, como allí hacía mucho frío bajaron hasta el
montecito que se llama "Chiche de la Malinche", después
bajaron hasta el sitio .que se -llama Lugar de Leones.
Tiempo después bajaron más y llegaron hasta lo qué ahora
es el pueblo y se dividieron el lugar en tres partes, que en la,
actualidad son los tres barrios, en cada parte quedaron
personas de diferentes apellidos; la parte dé arriba se' llamó
Majtlacuahuajcan, porque allí encontraron diez encinos
("Lugar de diez encinos"), El central se llamó Xolalpan
porque allí había muchas veredas (''Lugar de veredas"). Y el
de abajo Aquiáhuac porque allí había, agua ("Agua que está
encima").

Cuando vinieron los españoles, los encontraron venerando a


un dios que era negro, lo quitaron y les pusieron en su lugar
a San Benito, para que no lo desconocieran, pero la gente no
lo quería y le pegaba. Esto enojó mucho a San Benito y
decidió irse. En su camino encontró a San Francisco, quien
le dijo que lo habían mandado para el pueblo. A este santo
sí lo aceptaron, todos lo quisieron y re tiraron a su demonio.

Le hicieron a San Francisco una cuevita en el barrio del


centro (Xolalpan), después llegaron los franciscanos y
comenzaron a construir la iglesia en el mismo sitio donde
ahora se encuentra y desde entonces el pueblo se llamó San
Francisco.

40
CUENTOS
DE ANIMALES
Y
PLANTAS
EL CONEJO, LA LUCIÉRNAGA, LA
RANA Y EL RATÓN
Había una vez en nuestro pueblo un señor y su esposa
que tenían dos hijos, un niño y una niña. Cuando eran

Existieron una vez un conejo, una luciérnaga, un ratón y una


rana. Como era el tiempo de nortes y había mucha lluvia,
Juan, el conejo, encontró una piedra, se subió en ella y se
acurrucó. Entonces la luciérnaga, el ratón y la rana se
reunieron y comenzaron a pensar de qué manera iban a
quitar al conejo, Juan, de la piedra. Dijeron que lo iban a
asustar para que se les quedara la piedra a ellos. Primero
mandaron a la rana a que pasara corriendo cerca de él y lo
asustara, pero Juan al verla pasar, dijo:

-¿Qué diablos es lo que ha pasado por aquí? ni calzón


tiene y ya se va.

Cuando regresó la rana con la luciérnaga le preguntaron:

-¿Qué te dijo Juan?

-Me dijo muchas cosas. Cuando vio que yo pasaba


corriendo, dijo: ¿Qué diablos será eso que se va?, ni calzón
tiene. ¡Qué horrible está! Luego le dijeron al ratón: ve tú y
quítalo de ahí, porque si no, creo que nos vamos a morir
dentro de esta agua fría. Pues bien, se fue el ratón con la
cola bien parada y pasó corriendo muy cerca de Juan,
entonces éste dijo: -¡Que cosa más fea es eso que se va!,
hasta parece que le tienen clavado un palo en el trasero. El
ratón se fue inmediatamente con la luciérnaga, al llegar le
preguntó: -¿Qué te dijo Juan? -No se quitó de la piedra, sólo
me dijo muchas cosas. Me dijo: ¡Qué cosa más fea se está
yendo! parece que le tienen metido un palo en el trasero. -
Bueno, pues ahora yo voy y verán ustedes cómo lo voy a
quitar de donde está -dijo la luciérnaga. La luciérnaga se
fue, al llegar se agachó muy cerca de Juan y éste comenzó a
persignarse pues pensó que la su luz era un rayo que le iba a
pegar. Luego la luciérnaga se acercó aún más y encendió
más su luz, Juan seguía persignándose con rapidez y la luz
de la luciérnaga seguía intermitente. Entonces fue cuando el
conejo se quitó de la piedra y se echó a correr, pues tuvo
miedo que le pegara un rayo. La luciérnaga fue entonces a
llamar a la rana y al ratón y se subieron a la piedra de donde
habían quitado a Juan. Mientras tanto, el pobre conejo se
tiró al agua y fue a buscar un lugar donde poder estar. Tuvo
miedo porque pensó que el dios de la lluvia le iba a pegar
un rayo y después de todo sólo lo habían engañado. Cuando
pasé por ahí vi a la luciérnaga, al ratón y a la rana riéndose.
Estaban muy contentos porque habían quitado al pobre Juan
de su piedra. Consiguieron que se tirara al agua y le hicieron
pasar muchas penalidades.

42
LA CONEJA Y LA COYOTA
Había una vez una coyota y una coneja. La coneja estaba
comiendo manzanas trepada en el árbol cuando llegó la
coyota, quien saboreándose la carne de conejo se dijo:

– Ahora sí voy a comer algo bueno.

Pero la coneja se dio cuenta y le dijo:

– Amiga, no me comas, mejor cómete unas manzanas.

Y se las comió, pero la última manzana que se había comido


era verde y dura, la cual se le tuvo que atorar en la
garganta; la coneja se fue y la coyota quedó tirada. Por
suerte al otro día se volvieron a encontrar, la coneja trepada
en un guayabo comiendo guayabas. Al momento la coyota
le reclamó de la burla que le había hecho, pero la coneja la
supo hacer porque la invitó a comer guayabas y al fin de
todo las tiró verdes y duras. En un instante la coyota cayó al
suelo desmayada; al recuperar el sentido fue en busca de la
coneja y la volvió encontrar haciendo maletas. Cuando le
reclamó del “desmadre” que le había hecho fue cuando la
coneja inventó algo que le salvó la vida y le dijo:

– Mira, viene el fin del mundo y estoy haciendo petacas


para salvar muchas vidas, y si no me comes te salvarás
también y te regalaré una petaca.

La coyota aceptó el trato; al otro día muy temprano pasó a


recoger su petaca inmediatamente, pero la coneja le dijo que
se metiera dentro de la petaca y más tarde cosieron el ribete
de la petaca, en ese momento la coneja empezó a
burlarse de la coyota orinando la petaca y le decía:
– ¡Empezó a llover!, ¡empezó el viento!

Y así quedó la coyota dentro de la petaca toda orinada.

Cuando ella salió dijo:

– Voy en busca de la condenada coneja.

Pero la encontró haciendo máscaras y le reclamó al mo-

mentó; la coneja muy astuta le dijo:

– Mira, no me comas, te voy a regalar una máscara para que


vayamos a la fiesta en donde nos divertiremos, habrá una
fiesta religiosa y además muchos castillos de fuego.

Cuando la coyota aceptó el trato, la coneja llevaba una


caja de cerillos y llegaron en medio de un carrizal en donde
todo estaba muy reseco y nuevamente le volvió a decir:

– ¡Espérame, voy a pasar por una amiga!

Y fue el momento en que se deshizo de la coyota. La


coneja corrió a prenderle fuego al carrizal por todos lados
para que la coyota muriera en medio del fuego.

43
EL PAJARITO Y EL MONO

Un día que el mono andaba en busca de comida por el


monte, se subió a una rama y, botó a un pajarito que se
encontraba en su nido, él al verlo, bajó rápidamente, pero,
cuando lo tuvo entre sus manos, vio que estaba muy flaco y
dijo:

-¡Aah!, eres muy pequeño, no tienes mucha carne. Así como


estás no me sirves para nada, lo que haré es criarte para que
cuando crezcas te pueda comer.

Así lo hizo, se lo llevó para criarlo en su casa.


Cuando llegó el día de comérselo, el mono sacó al pajarito
de la jaula, lo preparó y a punto estaba de meterlo en su
boca, cuando el pajarito le preguntó:
-Y... ¿me vas a comer?

-Sí, ¿porqué no he de hacerlo? Para eso te críe durante


mucho tiempo.

-En ningún momento pasó por tu mente ¿porqué me


encontraba tan flaco?

-No, en ningún momento... ¿Porqué lo preguntas? -dijo el


mono, mientras se rascaba la cabeza-.

-No vez que tengo una enfermedad muy mala, si tú me


comes te puedo contagiar, además, debes saber que esta
enfermedad no tiene curación y mata de manera rápida- y
para ver si lo asustaba más le siguió diciendo otras cosas-.
Lo que te va a matar es la pura tristeza. Veas lo que veas,
escuches lo que escuches, ello te causará tristeza y te
pondrás a llorar y de tanto llorar te irás poniendo flaco hasta
que mueras.

-¿Es cierto lo que me estás diciendo?- preguntó; el mono


mientras tragaba saliva-.

-Si piensas que te estoy engañando, cómeme, pero sólo un


rato me vas a disfrutar, porque no tardarás en morir de
tristeza y de llanto.
Esto último hizo que dudara el mono. En ese momento -¡ay,
ay!, dijo el pajarito y se desplomó- me estoy mareando, me
voy a ...mo...rir-.

Cuando el mono vio que se desplomaba lo aventó. En ese


preciso momento, el pajarito emprendió el vuelo "pok, pok,
pok, pok, pok," y se fue. -¡Hijo del demonio!, ya me
engañaste- dijo enojado el mono-. Mientras volaba el
pajarito, el mono lo siguió con la vista y lamiéndose el
hocico se quedó con las ganas de comérselo.

Cuando pasé por ahí, el tigre tenía apresado al mono, y éste


le decía: -No, no me comas, no ves que tengo una
enfermedad muy mala, si tú me comes te puedo contagiar...

44
LA TORTOLITA Y LA ONZA
Un día lloraba la tortolita porque se había llevado la onza a
sus hijitos, y la tuza, que estaba en su casa bajo la tierra,
escuchó que lloraba la tortolita; por eso se acercó a la salida
de su cueva y le preguntó:

–¿Por qué lloras?

La tortolita le contestó bien molesta:

–¡Quítate tú, dientuda! ¡no quiero ver a nadie!

La tortolita siguió llorando, la tuza no se molestó, volvió a


salir y nuevamente le preguntó:

–¿Por qué lloras, tortolita?

La tortolita le contestó:

– Cómo no voy a llorar, si la onza se llevó a mis hijos.

Entonces la tuza le dijo:

–Voy a traer a tus hijos, sólo dame una aguja de las que
ocupas para coser tu ropa.

La tortolita dejó de llorar, le entregó a la tuza la aguja que


pedía, estaba contenta porque la tuza traería a sus hijos. La
tuza se fue a buscar a la onza, llegó a la cueva de la onza,
estaba bien dormida con los hijos de la tortolita. Entonces la
tuza despacito le enterraba la aguja en la punta del “pitito”
de la onza, ella hablaba de lo que estaba soñando.

–’ii’ a, me está picando el zacate la punta de mi pitito. Y


que se orina. Entonces los tortolitos se escaparon y la tuza
los llevó con su mamá, quien estaba muy contenta de
tenerlos de nuevo y le dio las gracias a la tuza y le
preguntó:

–¿Cuánto te debo por el favor?

Contestó la tuza:

–Sólo regálame una cazuela de frijol con plátano para


que yo coma.

Entonces la tortolita le señaló a donde estaba la cazuela, y la


tuza se puso a comer y a comer.

45
EL PAJARITO MIMINCUEO como regresar a su casa. Lloran desconsoladamente; así
In tototzintl i Mimincueo van llorando. De repente, se les aparece una joven mujer
muy bonita; esta mujer brilla mucho. Es un hada y les
Había una vez en nuestro pueblo un señor y su esposa dice: ¿Qué les pasa niños, por qué l loran tanto? Le
que tenían dos hijos, un niño y una niña. Cuando eran contestan: Cómo no vamos a llorar . Vea usted.
pequeños, los querían mucho. El señor decía: Vengan Nuestro padre nos trajo al bosque y nos abandonó y
aquí mis hi j i tos. Los besaba, los cargaba; jugaba no sabemos por donde ir a casa; como no vamos a
mucho con el los. Les compraba muchas cosas. llorar. No conocemos este lugar.

Un día cuando ya habían crecido los niños, dijo su Les dice la joven que brilla: Ya no lloren. Si
papá: Ya no aguanto a mis hijos, ya no puedo quieren, los puedo convertir en pajaritos para que ya
alimentarlos, ya no tengo con qué vestirlos; trabajo no lloren. Pregunta la niña: ¿En pajaritos? ¿Cómo?
mucho y no me alcanza el dinero. Como su papá sólo Contesta el Hada: Sí , en pajaritos. Así van a andar
trabajaba en el bosque, no le alcanzaba para volando felices y ya nunca van a andar llorando. Dice
mantenerlos. el niño: Sí , sí . Quiero ser pajarito. Entonces el
Hada que brilla los toca en la cabeza y los convierte
El señor y su esposa platicaron. El señor dijo: Ya no en pajaritos. Por eso ahora andan volando y son esos
quiero a mis hijos. Dice su esposa: Yo tampoco, ya pajaritos llamados Mimincueo. Andan volando felices,
no los quiero. ¿Qué vamos a hacer? ¿Dónde los vamos cantando; ya no l loran.
a ir a dejar? Dice el señor : Los voy ir a dejar al
bosque, ahí quien los encuentre, los cuide, y los va Aquí termina el cuento.
a mantener . Dice su esposa: Sí , ve a dejarlos al
bosque, aquí ya no los quiero tener.

Un día el señor les grita a sus hijos: Vengan aquí .


El niño corre, la niña también corre. ¿Qué quieres
papá? Sí , ¿qué quieres? El dice: Hoy iremos al
bosque a leñar. El niño y la niña sonreían con mucho
gusto. Gritaban: £Sí ! £Si ! Iremos. Dijo su mamá:
Póngale el aparejo al burro. Apúrense. Apúrense.
Uno saca el aparejo, otro trae al burro. Le amarran
el aparejo y lo aprietan. Le cargan el hacha y un lazo;
le cargaron todo: su agua, su tortilla, todo lo que van a
necesitar en el bosque.

Dice el señor : Ahora vámonos. Su esposa se quedó en


casa, no fue al bosque. Caminan y caminan, así van por
el camino. Cuando l legaron al bosque el señor hace
como que busca la leña y dice: Aquí espérenme un
poco, voy a buscar leña. Al l í se quedaron sus hijos
sol i tos. El señor se l levó el burro, y al l í los dejó
quietos, esperando a su papá.

Al l í están a la expectativa. Cuando ven que ya es medio


día y no aparece su papa, se preguntaron: ¿A dónde
fue nuestro papá? No aparece. Ya dice el niño: ¿Le
gritamos? La niña le responde: Sí , grítale. El niño
pregunta: ¿Se habrá dormido? Contesta la niña: No
creo. El niño comienza a gritarle: Papá, papá
¿Dónde estás? Nadie le responde. De nuevo grita:
Papá ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? Nadie responde.
Dicen: ¿Se habrá ido, por algún otro lado y no nos
escucha? Vamos a buscarlo. Allá van a diferentes
sitios; l legan y no encuentran a nadie, ni al señor,
ni al burro.

Para entonces, los niños comienzan a llorar mucho. Y


como no conocían por donde fueron, menos sabían
46
LA SERPIENTE DE CASCABEL Y LA
IGUANA
Cuentan que a la orilla de un camino, debajo de una laja,
vivían una serpiente de cascabel y una iguana.

Cierto día que una persona se acercaba, la iguana tuvo una


ocurrencia y se la comunicó a la serpiente de cascabel:

-¡Sabes! cuando pase esa persona por aquí, tú vas a


morderle y yo sacaré mi cabeza.

Y así lo hicieron. La persona al ver a la iguana pensó que


ella lo había mordido y no le dio importancia al hecho.

Días después, la iguana le dijo a la serpiente cascabel:

-¡Mira!, ahí viene de nuevo esa persona, ahora yo le


morderé y tú sacarás la cabeza.

Al pasar la persona fue mordida por la iguana, y la serpiente


de cascabel asomó la cabeza. Como la persona creyó que
está le había mordido, se asustó tanto que se murió

47
GRANDES SERPIENTES
Cuentan nuestros abuelos, que en el cerro llamado
Tlacuiloltecatl anidan grandes serpientes, y que algunas de
ellas son tan enormes que rebasan el tamaño normal de un
hombre. También se dice que algunas son muy viejas y que
por ello se han emplumado; todo el tiempo están durmiendo
y cuando tienen hambre, arrojan por la boca una especie de
vapor que se extiende por varios metros. por este medio
atraen o jalan a los pajaritos u otros animalitos que se
encuentran con ese vaho y se los tragan.

48
LA MISIÓN DEL COLIBRÍ
En una ocasión mi abuelo me dijo que cuando se hicieron
las cosas aquí en la Tierra, el Sol pidió ayuda a algunos
animales para que vinieran a verla antes de mandar a los
hombres a que la habitaran.

Primero mandó a una tuza diciéndole:

—Ve a ver como es la Tierra, y me vienes a avisar si es que


los hombres pueden habitarla.

La tuza obedeció el mandato, pero al ver tan bonito el lugar,


se quedó a jugar dentro de la tierra y se le olvidó llevar la
noticia ante el padre Sol, por eso ahora está siempre dentro
de ella.

Después envió al zopilote y éste lo primero que encontró


fueron animales muertos en descomposición y como venía
con mucha hambre se pasó a comer, olvidándose del
mandato. Desde entonces los zopilotes comen carne
putrefacta.

Por último, tocó el turno al colibrí, éste vino y volvió


inmediatamente ante Él para contarle todos los pormenores
de su investigación. El colibrí sí cumplió con el mandato,
entonces el padre Sol le dijo:

—Como tú me obedeciste, tu alimento será el néctar de las


flores.

Dicen que para cumplir esta encomienda tuvo que viajar tan
rápido, que se le desprendieron algunas plumas de su
cuerpo. Ahora vemos que el colibrí vuela velozmente,
además de que fue premiado con plumas muy fnas para
compensarle las que perdió.

49
LA PALOMA TORCAZ
Al igual que otras civilizaciones, los mayas elaboraron
cuentos, leyendas y fábulas en las que interpretaban, de una
manera singular, el surgimiento del Universo y las leyes de
vida. Hoy, estos relatos nos acercan al pensamiento del que
fuera uno de los más grandes pueblos de Mesoamérica. A
continuación presentamos una leyenda que corresponde al
estado de Yucatán, México, y que se titula La Paloma
Torcaz.

Había una vez un guerrero valiente y apuesto. Amaba la


caza y así, con frecuencia, iba por los bosques persiguiendo
animales. En una de sus cacerías llegó junto a un lago y,
lleno de asombro, contempló a una mujer bellísima que
bogaba en una canoa. El guerrero quedó tan enamorado que,
muchas veces, volvió al lugar con el ánimo de verla; pero
fue inútil, pues, ante sus ojos, sólo brillaron las aguas del
lago. Entonces pidió consejo a una hechicera, la cual le dijo:
—No la verás nunca más, a menos que aceptes
convertirte en palomo.

—¡Sólo quiero verla otra vez!

—Si te vuelves palomo jamás recuperarás tu forma humana.

—¡Sólo quiero volverla a ver!

—Si así lo deseas, hágase tu voluntad.

Y la hechicera le clavó en el cuello una espina y en el


acto el joven se convirtió en palomo. Este levantó el vuelo y
fue al lago y se posó en una rama y al poco rato vio a la
mujer y, sin poderse contener, se echó a sus pies y le hizo
mil arrumacos. Entonces la mujer lo tomó entre sus manos
y, al acariciarlo, le quitó la espina que tenía clavada en el
cuello. ¡Nunca lo hubiera hecho, pues el palomo inclinó la
cabeza y cayó muerto! Al ver esto, la mujer, desesperada, se
hundió en el cuello la misma espina y se convirtió en
paloma. Y desde aquel día llora la muerte de su palomo.

50
EL PERRO Y KAKASBAL
Un hombre era tan pobre que siempre estaba de mal humor
y así no perdía la ocasión de maltratar a un infeliz perro que
tenía. Kakasbal [espíritu del mal], que está en todo, vio que
podía sacar partido de la inquina que seguramente el perro
sentía contra su amo y así se le apareció y le dijo:

—Ven acá y dime qué te pasa, pues te veo triste.

—Cómo no he de estarlo si mi amo me pega cada vez que


quiere— respondió el perro.

—Yo sé que es de malos sentimientos. ¿Por qué no lo


abandonas?

—Es mi amo y debo serle fiel.

—Yo podría ayudarte a escapar.


—Por nada le dejaré.

—Nunca agradecerá tu fidelidad.

—No importa, le seré fiel.

Pero tanto insistió Kakasbal que el perro, por quitárselo de


encima, le dijo:

—Creo que me has convencido; dime, ¿qué debo hacer?


—Entrégame tu alma.

—¿Y qué me darás a cambio?


—Lo que quieras.

—Dame un hueso por cada pelo de mi cuerpo.


—Acepto.

—Cuenta, pues...

Y Kakasbal se puso a contar los pelos del perro; pero


cuando sus dedos llegaban a la cola, éste se acordó de la
fidelidad que debía a su amo y pegó un salto y la cuenta se
perdió.

—¿Por qué te mueves?— le preguntó Kakasbal.

—No puedo con las pulgas que me comen día y noche.


Vuelve a empezar.

Cien veces Kakasbal empezó la cuenta y cien veces tuvo


que interrumpirla porque el perro saltaba. Al fin Kakasbal
dijo:

—No cuento más. Me has engañado; pero me has dado una


lección. Ahora sé que es más fácil comprar el alma de un
hombre que el alma de un perro.

51
SAC MUYAL El hombre cumplió con lo que le dijeron, pero en eso se le
nubló la razón y ya no supo más de sí. Cuando despertó,
tenía en sus brazos a la muchacha que le robó Sac Muyal
Cierta vez, Sac Muyal robó a una muchacha y desapareció
con ella. Para rescatarla, el amante recorrió día y noche
montes y caminos. De pronto le salió al paso una serpiente y
le dijo:

—Sé lo que buscas y quiero ayudarte. Sácame un poco de


sangre, bébela y entonces seré tu guía.

Lo hizo así y echó a andar detrás de la serpiente; pero como


esta era perezosa, después de un rato se quedó dormida.
Entonces el hombre la azotó con un bejuco y sólo de ese
modo reanudó su camino. A poco llegó a un monte tan
tupido que le fue imposible avanzar más. Ya se volvía
desconsolado cuando una vieja se le acercó y le dijo:

—Toma esta hebra de mi pelo; tírala y podrás seguir tu ruta.

En cuanto tiró la hebra se abrió una vereda y sin dificultad


caminó hasta alcanzar la orilla de un lago. Entonces ahí un
venado le dijo:

—Toma esta piedra, échala al agua y lo podrás cruzar.

El hombre tiró la piedra y como en sueños fue llevado a la


otra orilla. Aquí se le apareció un águila y le dijo:

—Toma esta uña de mis garras; te será útil. Ahora sigue tu


camino.

Avanzó y al pasar bajo una anona le cayó en los ojos una


gotita de savia y quedó ciego. Entonces un escarabajo le
dijo:

—Pásate esta bolita de tierra por los ojos y volverás a ver.

Se la pasó dos veces y recobró la vista. Siguió avanzando y


se detuvo junto a una cueva donde estaban la vieja, el
venado, el águila y el escarabajo. La vieja le habló así:

—Ha llegado el término de tu viaje. Entra en la cueva y ahí


encontrarás a la muchacha que buscas.

El venado le dijo:

—Tócala con la piedra.

El águila le dijo:

—Tócala con la uña.

El escarabajo le dijo:

—Pásale la bolita por los ojos.

La serpiente le dijo:

—Rocíala con el agua de tu calabazo.


52
LA TRISTEZA DEL MAYA La serpiente le dijo:

El relato que aquí presentamos es —hasta donde se sabe— —¡Ah, esa es cosa mía porque yo conozco todas las plantas!
de autor anónimo y corresponde a una fecha indeterminada. Te las marcaré en el campo.
En cambio, son muy precisas su localización —la península
de Yucatán, México— y su procedencia maya. Esta fábula Y al oír esto último, el maya se alejó.
se titula La tristeza del maya.
Entonces la lechuza dijo a los animales:
Ilustración por Jorge Garibay
—El hombre ahora sabe más cosas y puede hacer más
Un día los animales se acercaron a un maya y le dijeron: cosas, pero siempre estará triste.

—No queremos verte triste, pídenos lo que quieras y lo Y la chachalaca se puso a gritar: —¡Pobres animales!
tendrás. ¡Pobres animales

El maya dijo:

—Quiero ser feliz.

La lechuza respondió:

—¿Quién sabe lo que es la felicidad? Pídenos cosas más


humanas.

—Bueno —añadió el hombre—, quiero tener buena vista.


El zopilote le dijo:

—Tendrás la mía.

—Quiero ser fuerte.

El jaguar le dijo:

—Serás fuerte como yo.

—Quiero caminar sin cansarme.

El venado le dijo:

—Te daré mis piernas.

—Quiero adivinar la llegada de las lluvias.

El ruiseñor le dijo:

—Te avisaré con mi canto.

—Quiero ser astuto.


El zorro le dijo:

—Te enseñaré a serlo.

—Quiero trepar a los árboles.

La ardilla le dijo:

—Te daré mis uñas.

—Quiero conocer las plantas medicinales.


53
EL HOMBRE Y EL PIOJO
(cuento náhuatl de Guerrero)

Un hombre tenía un piojo, y se dijo a sí mismo:

—Voy a meter este piojo en una botella y lo voy a engordar.

Y ya que lo engorde, lo voy a pelar y con su piel me voy a


hacer un tambor, porque los tambores me gustan mucho. Y
realmente hizo después un tambor y lo hizo muy bonito.
Entonces llevó su tambor a una fiesta y lo estuvo tocando.
Como a la gente le gustó mucho su sonido, le comenzaron a
preguntar:

—¿De qué animal es la piel con que hiciste tu tambor?

Y él les contestó:

—El animal que usé para hacer mi tambor es un gran


animal.

Esto les contestó porque no quería decir la verdad. Pero


como le preguntaron mucho, les tuvo que decir que era piel
de un piojo. Les dijo además:

—Su piel es muy buena para hacer tambores. Primero


métanlo en una botella y denle de comer mucho hasta que,
engorde. Cuando ya esté gordo, pélenlo y con su piel van a
poder hacer su tambor. Entonces esas personas le dijeron:

—Véndenos tu tambor y te vuelves a hacer otro.

Y él si se los vendió, y muy caro. Pero lo habían engañado,


porque ya nunca pudo hacer otro tambor tan bonito como el
que tenía. Así es como termina este cuento del hombre y el
piojo.

54
EL PÁJARO CARPINTERO Y EL
PICHÓN

El pájaro carpintero era un músico y acostumbraba ir a tocar


a todas las fiestas. Pero le daba pena porque su ropa era de
un color muy triste, por eso le dijo un día al pichón:

—¿Por qué no me presta su traje para ponérmelo? El color


del mío es muy triste y me da pena, porque yo siempre voy
a tocar a las fiestas. Por favor, le suplico que me lo preste
para ponérmelo esta noche, pues el es muy bonito.

Entonces el pichón le contestó:

—No, no se lo prestaré, porque es el único traje que tengo.


Pero el carpintero insistió, diciéndole: —Préstemelo; es
nada más por una noche.

El pichón contestó:

—No, no se lo daré, porque me dar vergüenza andar


desnudo.

El pájaro carpintero dijo:

—No se preocupe por eso. Yo le presto mi traje para que se


lo ponga. Es solamente por esta noche.

El pichón dijo:

—Bueno. Así que, le prestó su traje al carpintero y él se


puso el traje del carpintero.

Entonces el pichón dijo:

—¡Oh, oh! su traje está muy feo, y además está roto.

Pero el carpintero insistió, y le dijo:

—Solamente por esta noche quiero usar su traje y mañana


se lo devuelvo. Ya me voy, porque es hora de irme al baile.

Yo soy el encargado. Yo soy quien toca la caja. Así que, el


carpintero se fue y el pichón se quedó allí esa noche. Al día
siguiente el pichón estuvo esperando el regreso del pájaro
carpintero. Esperó mucho tiempo, pero el carpintero no
apareció. Entonces el pichón se puso a llorar a gritos,
porque tenía hambre y no podía ir a buscar su comida, pues
el traje que llevaba puesto estaba roto y le daba pena que lo
vieran así. Por eso se quedó allí mismo y lloró toda la
noche, porque el carpintero no regresó nunca con su traje.
Así fue como el pichón aprendió que nunca es bueno prestar
cosas a las personas sin antes conocerlas bien.

55
LEYENDA DE LOS TEMBLORES

Por estas tierras se cuenta que, hace mucho tiempo, hubo


una serpiente de colores, brillante y larga.

Era de cascabel y para avanzar arrastraba su cuerpo como


una víbora cualquiera. Pero tenía algo que la hacía distinta a
las demás: una cola de manantial, una cola de agua
transparente.

Sssh sssh... la serpiente avanzaba. Sssh sssh... la serpiente


de colores recorría la tierra. Sssh sssh... la serpiente parecía
un arcoíris juguetón, cuando sonaba su cola de maraca. Sssh
sssh...

Dicen los abuelos que donde quiera que pasaba dejaba


algún bien, alguna alegría sobre la tierra.

Sssh sssh... ahí iba por montes y llanos, mojando todo lo


que hallaba a su paso. Sssh sssh... ahí iba por montes y
llanos, dándoles de beber a los plantíos, a los árboles y a las
flores silvestres. Sssh sssh... ahí iba por el mundo, mojando
todo, regando todo, dándole de beber a todo lo que
encontraba a su paso.

Hubo un día en el que los hombres pelearon por primera


vez. Y la serpiente desapareció. Entonces hubo sequía en la
tierra.

Hubo otro día en el que los hombres dejaron de pelear. Y la


serpiente volvió a aparecer. Se acabó la sequía, volvió a
florecer todo. Del corazón de la tierra salieron frutos y del
corazón de los hombres brotaron cantos.

Pero todavía hubo otro día en el que los hombres armaron


una discusión grande, que terminó en pelea. Esa pelea duró
años y años. Fue entonces cuando la serpiente desapareció
para siempre.

Cuenta la leyenda que no desapareció, sino que se fue a


vivir al fondo de la tierra y que ahí sigue. Pero, de vez en
cuando, sale y se asoma. Al mover su cuerpo sacude la
tierra, abre grietas y asoma la cabeza. Como ve que los
hombres siguen en su pelea, sssh... ella se va. Sssh sssh...
ella regresa al fondo de la tierra. Sssh sssh... ella hace
temblar... ella desaparece.

56
EL CONEJO Y EL COYOTE a ver bien caminando junto a ella. En cambio tú estás alto y grande.
A ti sí te queda. ¿No me cambias de lugar?

Un conejo entraba cada noche a comer frijol del frijolar de -Pero no me van a querer a mí -dijo el coyote.
un viejito.
-¡Cómo que no! Tú sí eres de su tamaño, le vas a gustar más.
Hacía mucho destrozo.
-¿Tú crees?
-¿Qué animal estará haciendo esto? -se preguntaba el
-Claro. Desátame y yo te amarro a ti.
viejo.
Cuando los de la casa salieron por el conejo y vieron al coyote
Un día se decidió a poner un espantapájaros. Primero amarrado quedaron muy sorprendidos.
puso uno de piedra, luego otro de trapo. ¡Nada! Por fin hizo
un mono de cera de Campeche. -Yo soy el que se va a casar con su hija.

-Con ese sí lo voy a atrapar. -¡Que hija ni que nada! y le dieron de palos

Cuando logró desatarse, el coyote todo lastimado salió a buscar


Allí estaba el mono cuando en la noche llegó el conejo a
al conejo. Lo encontró cerca de unos zopilotes.
cenar.
-¡Ajá!, me engañaste. Por tu culpa me pegaron!
Hágase a un lado, hágase a un lado que vengo a comer -le
dijo el conejo molesto. Pero al empujarlo para pasar, se le -No, yo no. Ha de haber sido uno de mis hermanos, somos
quedó pegada una mano en la cera. muchos de familia. No te enojes.

-Suélteme la mano, que traigo prisa. ¿Por qué me molesta -Te voy a comer, conejo, por haberme engañado. No te me
escapas.
si todos los días vengo aquí?
-No, espérate, ando cuidando estos guajolotes, me los
El mono no contestaba. El conejo le dio una bofetada con encargaron. Velos un ratito, ahora vengo. Si te da hambre te comes
la otra mano y también se le quedó pegada. uno, yo no tardo.

-Suélteme si no quiere que lo agarre a patadas, para eso Pero no eran guajolotes, eran zopilotes.
tengo patas.
-Está bien. Pero no me vayas a engañar.
Lo pateó y se le quedó pegada la pata. Le di otra patada y
El coyote les daba vuelta a sus guajolotes que eran zopilotes.
también la otra pata se le pegó. Allí estaba, hecho bolita y Trató de comerse uno y nada: se fue de hocico contra el suelo, pues
todavía gritando: los zopilotes volaron. Salió detrás del conejo. Cuando lo encontró le
dijo:
-Suélteme o le voy a dar con la cola.
-Ahora sí, te voy a comer.
Nada le contestó el mono. Le dio un coletazo y la cola se
le pegó a la cera. -Ya ni modo, pero no me comas aquí, llévame a esa loma para
que veas el paisaje mientras comes. Allá cortamos hojas tiernas
para que me comas bien. Aquí me vas a comer todo lleno de tierra,
-¿Por qué me agarra? Todos los días ceno aquí, ni quien se te pueden quebrar los dientes.
se metiera conmigo.
Se fueron.
¡Y que lo muerde! También se le quedó pegado el hocico.
Le dio con las orejas y hasta las orejas se le pegaron. Todo -Pero eso sí, cárgame hasta allá -dijo el conejo.
pegosteado y engarruñado estaba al día siguiente, cuando lo
halló el viejito. -Bueno.

El coyote lo llevó a cuestas todo el camino. Cuando llegaron


-¡Ah, conque eras tú! Ahora verás. arriba, el conejo le dijo:

Se llevó el conejo para su casa y allí le dijo a su mujer -¿Ya ves? Siempre es bonito comer con buena vista. Voy por
que lo cocinara. La mujer puso a calentar agua. Mientras hojas para tenderlas para que me comas a gusto, con las manos
hervía, el viejo lo amarró en el patio de atrás de la casa. El limpias. Así no te ensucias. Espérame, voy a traer las hojas para
conejo vio cómo se acercaba un coyote despacito, despacito. tenderte la mesa.
Lo llamó:
-Bueno.
-Hermano, hermano, ven. Mira qué desgracia la mía, Salió corriendo y ya no regresó. El coyote daba vueltas,
quieren que me case con la hija de esta gente, pero yo no buscándolo, pero ya nunca lo volvió a ver.
quiero. Mira, yo soy muy chaparro, estoy chico. No me voy
57
¿Por qué los Conejos Tienen las Orejas
Tan Largas?
Voy a contarles alo que sucedió hace ya mucho, mucho
tiempo, cuando las orejas de los conejos no eran tan largas
como las que ahora tienen.

Una tarde, un conejo comía granos en un campo de trigo.


Iba distraído, sin ocuparse de otra cosa que no fuera
masticar y masticar lo más rápidamente posible, cuando oyó
que dos ratas platicaban en voz baja.

Una decía:

-¡Qué buena suerte tengo! He encontrado una cueva llena de


trigo, de un trigo grande, dorado, como si lo hubieran
escogido para que yo lo encontrara.

-Pues sí que es buena suerte, porque los conejos escogen lo


mejor del trigo para comérselo y para llevarlo a sus
bodegas.- comentaba la otra rata.

El conejo oyó parte de la conversación, y especialmente lo


que decían de los conejos, y como era muy curioso y quería
enterarse de todo, fue acercándose al lugar donde estaban
las ratas y se escondió detrás de una cerca.

-Lo que no quiero es que los conejos sepan que he


encontrado esa cueva tan bien abastecida, porque en un
momento cargan con el trigo y me dejan sin qué comer en el
invierno.

-No es por curiosidad, comadrita, pero ¿dónde está la


cueva? No tenga desconfianza; si se lo pregunto es sólo para
ayudarle a cuidar el tesoro.

La otra rata empezaba ya a decirle a la comadre dónde


estaba la cueva, cuando el conejo, para oír mejor, estiró la
cabeza por encima de la cerca y las orejas empezaron a
crecerle tan rápidamente, que por más que se las detenía,
iban crece y crece para arriba; le crecieron tanto que las
ratas, cuando se dieron cuenta de aquellas orejas tan
grandes, se echaron a correr, asustadísimas, dejando la
platica para otra ocasión.

Y desde entonces los conejos tienen las orejas tan largas,


tan largas como las de aquel conejo curioso.

58
EL PÁJARO RELOJ
Cuentan los antiguos señores, que no había pasado mucho
tiempo después de la creación de los animales, cuando Dios
recordó que no le había dado nombre a ninguno. Por esta
razón, anunció que haría una fiesta en la cual habría una
carrera. Todos los animales correrían y conforme fueran
llegando les iría dando su nombre. Correrían juntos aves y
animales de la tierra.
Quetzal animal cultura Maya El Señor Dios lo comunicó al
líder de los animales y fue así como quedó concretada la
carrera.
Entre todos los animales que hay en este mundo existe un
pequeño pájaro muy hermoso, debido a su plumaje
multicolor y a su larga cola.
A distancia se veía como un animal perfecto. Y así como
cuando vemos a una persona hermosa pero de corazón muy
feo o malo, este pajarillo se veía muy hermoso pero le
encantaba dormir demasiado, se pasaba de dormilón.
Quetzal animal cultura Maya El día que se anunció la carrera
a todos los animales y también los festejos; este hermoso
pájaro se durmió. Del pico de otras aves lo supo.
- Huum, si así vas a dormir el día de la carrera, no podrás
ganar tu nombre, te encanta dormir.
Le dolió tanto este comentario, que empezó a pensar en la
manera de participar y poder ganar su nombre. Esto era lo
que pensaba:
- Es verdad lo que dice mi compañero, me encanta dormir
¿Qué haré entonces? De otra manera no podré tener mi
nombre.
Pasaron dos días en los cuales solo esto pensaba. Entonces
decidió dormirse en medio del camino, pues así, cuando
oyera el ruido de todos los animales, el solamente se
levantaría e iría atrás de sus compañeros.
Así como lo pensó, así lo hizo. No había salido aún el sol
cuando fue a terminar de dormir en medio del camino.
Cuando amaneció, todos los animales participaron en la
carrera, sin embargo, este pequeño pájaro no los oyó pasar,
no sucedió lo que había pensado.
Mientras todos los animales estaban felices de haber recibido
su nombre de la boca de Dios, esta ave apenas despertaba.
Contento estaba cuando despertó y no encontró a nadie sobre
el camino y comenzó a correr. Sin embrago, mas contento se
puso cuando sentía que al batir las alas con la fuerza
acostumbrada volaba mas rápido, sentía que no pesaba. Sin
saber porqué, viró la cabeza para ver si venía algún animal
corriendo, cuando reventó en llanto.
Se hallaba asustado. Buscaba su hermosa cola, pero no
quedaba mas que una delgada pluma. al mirar el sol y ver que
se encontraba en medio del cielo, comenzó a comprender
porqué no había ningún animal; todos habían pasado sobre su
cola, la habían pisoteado.
Estaba llorando cuando llegó hasta la meta. El señor Dios, al
ver a este pajarito se aguantaba las ganas de reír por el
aspecto que tenía su cola.
El Señor le dijo así:
- ¿Ves lo que te pasa por dormilón? En este día te pongo el
nombre de Recto, porque así quedó tu cola. Recto, no te la
voy a componer, para que se acuerden tú y tus descendientes
cuál es la razón por la que no debemos dormir demasiado.

59
EL CHOM ¡Esto no se puede quedar así! ?gritó el rey de Uxmal? Los
chom deben ser castigados.
Cuenta la leyenda que en Uxmal, una de las ciudades más
importantes de El Mayab, vivió un rey al que le gustaban No se preocupe, majestad; pronto hallaremos la forma de
mucho las fiestas. Un día, se le ocurrió organizar un gran cobrar esta ofensa ?contestó muy serio uno de los
festejo en su palacio para honrar al Señor de la Vida, sacerdotes, mientras recogía algunas plumas de zopilote que
llamado Hunab ku, y agradecerle por todos los dones que habían caído al suelo.
había dado a su pueblo.
Los hombres más sabios se encerraron en el templo; luego
El rey de Uxmal ordenó con mucha anticipación los de discutir un rato, a uno de ellos se le ocurrió cómo
preparativos para la fiesta. Además invitó a príncipes, castigarlos. Entonces, tomó las plumas de chom y las puso
sacerdotes y guerreros de los reinos vecinos, seguro de que en un bracero para quemarlas; poco a poco, las plumas
su festejo sería mejor que cualquier otro y que todos lo perdieron su color hasta volverse negras y opacas.
envidiarían después. Así, estuvo pendiente de que su palacio
se adornara con las más raras flores, además de que se Después, uno de los sacerdotes las molió hasta convertirlas
prepararan deliciosos platillos con carnes de venado y pavo en un polvo negro muy fino, que echó en una vasija con
del monte. Y no podía faltar el balché, un licor embriagante agua. Pronto, el agua se volvió un caldo negro y espeso.
que le encantaría a los invitados. Una vez que estuvo listo, los sacerdotes salieron del templo.
Uno de ellos buscó a los sirvientes y les dijo:
Por fin llegó el día de la fiesta. El rey de Uxmal se vistió
con su traje de mayor lujo y se cubrió con finas joyas; Lleven comida a la terraza del palacio, la necesitamos para
luego, se asomó a la terraza de su palacio y desde allí atraer a los zopilotes.
contempló con satisfacción su ciudad, que se veía más bella
que nunca. Entonces se le ocurrió que ese era un buen lugar La orden fue obedecida de inmediato y pronto hubo una
para que la comida fuera servida, pues desde allí todos los mesa llena de platillos y muchos chom que volaban
invitados podrían contemplar su reino. El rey de Uxmal alrededor de ella. Como el día de la fiesta todo les había
ordenó a sus sirvientes que llevaran mesas hasta la terraza y salido muy bien, no lo pensaron dos veces y bajaron a la
las adornaran con flores y palmas. Mientras tanto, fue a terraza para disfrutar de otro banquete.
recibir a sus invitados, que usaban sus mejores trajes para la
ocasión. Pero no contaban con que esta vez los hombres se
escondieron en la terraza; apenas habían puesto las patas
Los sirvientes tuvieron listas las mesas rápidamente, pues sobre la mesa, cuando dos sacerdotes salieron de repente y
sabían que el rey estaba ansioso por ofrecer la comida a los lanzaron el caldo negro sobre los chom, mientras repetían
presentes. Cuando todo quedó acomodado de la manera más unas palabras extrañas. Uno de ellos alzó la voz y dijo:
bonita, dejaron sola la comida y entraron al palacio para
llamar a los invitados. ?No lograrán huir del castigo que merecen por ofender al
rey de Uxmal. Robaron la comida de la fiesta de Hunab ku,
Ese fue un gran error, porque no se dieron cuenta de que el Señor que nos da la vida, y por eso jamás probarán de
sobre la terraza del palacio volaban unos zopilotes, o chom, nuevo alimentos tan exquisitos. A partir de hoy estarán
como se les llama en lengua maya. En ese entonces, estos condenados a comer basura y animales muertos, sólo de eso
pájaros tenían plumaje de colores y elegantes rizos en la se alimentarán.
cabeza. Además, eran muy tragones y al ver tanta comida se
les antojó. Por eso estuvieron un rato dando vueltas Al oír esas palabras y sentir sus plumas mojadas, los chom
alrededor de la terraza y al ver que la comida se quedó sola, quisieron escapar volando muy alto, con la esperanza de que
los chom volaron hasta la terraza y en unos minutos se la el sol les secara las plumas y acabara con la maldición, pero
comieron toda. se le acercaron tanto, que sus rayos les quemaron las plumas
de la cabeza. Cuando los chom sintieron la cabeza caliente,
Justo en ese momento, el rey de Uxmal salió a la terraza bajaron de uno en uno a la tierra; pero al verse, su sorpresa
junto con sus invitados. El monarca se puso pálido al ver a fue muy grande. Sus plumas ya no eran de colores, sino
los pájaros saborearse el banquete. negras y resecas, porque así las había vuelto el caldo que les
aventaron los sacerdotes. Además, su cabeza quedó pelona.
Enojadísimo, el rey gritó a sus flecheros: Desde entonces, los chom vuelan lo más alto que pueden,
para que los demás no los vean y se burlen al verlos tan
¡Maten a esos pájaros de inmediato! cambiados. Sólo bajan cuando tienen hambre, a buscar su
alimento entre la basura, tal como dijeron los sacerdotes.
Al oír las palabras del rey, los chom escaparon a toda prisa;
volaron tan alto que ni una sola flecha los alcanzó.

60
CUANDO EL TUNKULUCHÚ CANTA… ¡Fue hasta que el maya se durmió por la borrachera que dejó
de molestarlo. La fiesta había terminado y las aves
En El Mayab vive un ave misteriosa, que siempre anda sola regresaron a sus nidos todavía mareadas; algunas se
y vive entre las ruinas. Es el tecolote o tunkuluchú, quien carcajeaban al recordar el tremendo ridículo que hizo el
hace temblar al maya con su canto, pues todos saben que tunkuluchú. El pobre pájaro sentía coraje y vergüenza al
anuncia la muerte. mismo tiempo, pues ya nadie lo respetaría luego de ese día.

Algunos dicen que lo hace por maldad, otros, porque el Entonces, decidió vengarse de la crueldad del maya. Estuvo
tunkuluchú disfruta al pasearse por los cementerios en las días enteros en la búsqueda del peor castigo; era tanto su
noches oscuras, de ahí su gusto por la muerte, y no falta rencor, que pensó que todos los hombres debían pagar por
quien piense que hace muchos años, una bruja maya, al la ofensa que él había sufrido. Así, buscó en sí mismo
morir, se convirtió en el tecolote. alguna cualidad que le permitiera desquitarse y optó por
usar su olfato. Luego, fue todas las noches al cementerio,
También existe una leyenda, que habla de una época lejana, hasta que aprendió a reconocer el olor de la muerte; eso era
cuando el tunkuluchú era considerado el más sabio del reino lo que necesitaba para su venganza.
de las aves. Por eso, los pájaros iban a buscarlo si
necesitaban un consejo y todos admiraban su conducta seria Desde ese momento, el tunkuluchú se propuso anunciarle al
y prudente. maya cuando se acerca su hora final. Así, se para cerca de
los lugares donde huele que pronto morirá alguien y canta
Un día, el tunkuluchú recibió una carta, en la que se le muchas veces. Por eso dicen que cuando el tunkuluchú
invitaba a una fiesta que se llevaría a cabo en el palacio del canta, el hombre muere. Y no pudo escoger mejor desquite,
reino de las aves. Aunque a él no le gustaban los festejos, en pues su canto hace temblar de miedo a quien lo escucha.
esta ocasión decidió asistir, pues no podía rechazar una
invitación real. Así, llegó a la fiesta vestido con su mejor
traje; los invitados se asombraron mucho al verlo, pues era
la primera vez que el tunkuluchú iba a una reunión como
aquella.

De inmediato, se le dio el lugar más importante de la mesa y


le ofrecieron los platillos más deliciosos, acompañados por
balché, el licor maya. Pero el tunkuluchú no estaba
acostumbrado al balché y apenas bebió unas copas, se
emborrachó. Lo mismo le ocurrió a los demás invitados,
que convirtieron la fiesta en puros chiflidos y risas
escandalosas.

Entre los más chistosos estaba el chom, quien adornó su


cabeza pelona con flores y se reía cada vez que tropezaba
con alguien. En cambio, la chachalaca, que siempre era muy
ruidosa, se quedó callada. Cada ave quería ser la de mayor
gracia, y sin querer, el tunkuluchú le ganó a las demás.
Estaba tan borracho, que le dio por decir chistes mientras
danzaba y daba vueltas en una de sus patas, sin importarle
caerse a cada rato.

En eso estaban, cuando pasó por ahí un maya conocido por


ser de veras latoso. Al oír el alboroto que hacían los pájaros,
se metió a la fiesta dispuesto a molestar a los presentes. Y
claro que tuvo oportunidad de hacerlo, sobre todo después
de que él también se emborrachó con el balché.

El maya comenzó a reírse de cada ave, pero pronto llamó su


atención el tunkuluchú. Sin pensarlo mucho, corrió tras él
para jalar sus plumas, mientras el mareado pájaro corría y se
resbalaba a cada momento. Después, el hombre arrancó una
espina de una rama y buscó al tunkuluchú; cuando lo
encontró, le picó las patas. Aunque el pájaro las levantaba
una y otra vez, lo único que logró fue que las aves creyeran
que le había dado por bailar y se rieran de él a más no
poder.
61
LA GALLINA PONEDORA
Hace tiempo había una gallina ponedora, que cada vez
que ponía un huevo aleteaba y cacareaba con todas sus
fuerzas. Llegó un día en que al poner su huevo y cacarear
como acostumbraba hacerlo se acercó a ella una rana, y
muy molesta le dijo:

—¿Por qué pegas esos gritos tan fuertes? Nos ensordeces a


todos, ¿qué no te das cuenta que a muchos no les agrada?
De verdad que molestas a todo el mundo.

La gallina respondió:

—Yo no grito, yo canto de alegría. ¡Mira, he puesto un


huevo muy bonito!

La rana dijo:

— ¿Y por un huevito haces tanta fiesta?

Ella contestó:

—Claro que sí, y ¿cuál es el problema?

Le respondió:

—Está bien, yo sólo te advierto, cuando tú hagas enojar a


toda la gente te jalarán el pescuezo y no va a haber quien te
defienda. Al atardecer todos los animales se disponían a
dormir, al oscurecer, la rana comenzó a croar, misma que
durante el día había regañado a la gallina. En seguida las
demás ranas comenzaron a cantar también, y así
continuaron toda la noche. Al siguiente día la gallina
también muy molesta fue a ver a la rana para decirle:

— ¿Piensas que tus gritos de anoche no fueron muy


escandalosos?

La otra contestó:

— ¿Cuales gritos?, yo solo estuve cantando, ¿acaso no te


agrada mi canto?

Le respondió:

—¡Claro que no!, y si es verdad que tú sabes cantar yo no


le veo sentido, pues no veo que hagas algo bueno, yo todos
los días pongo un huevito para que se lo coman los que
viven en la casa, o para que lo vendan. Por eso a mí no me
jalaran el pescuezo.

La rana arremetió:

—¡Mira!, tú por un solo un huevo haces tanto escándalo, sin


embargo yo pongo más de cuatrocientos y no hago tanto
alboroto. Dicen que la gallina sólo se agachó de vergüenza
sin decir palabra.

62
LAS HORMIGA Y SUS AMIGAS
Yo he visto una hormiga que iba de acá para allá en
busca de alimento. Encontró en su camino una pajita de
avena que hubiera deseado llevársela, pero ella era tan
pequeña y la paja tan grande que entonces pensó en
subirse a una rama seca y miró al campo como desde
una torre. Siguió observando con gran atención, hasta
que descubrió a dos de sus amigas que pasaban cerca de
allí; al mirarlas bajó y corrió hacia ellas y les dijo:

– Amigas, vengan conmigo que hay por ahí una


cosa muy buena.

Las tres hormiguitas se fueron juntas y pudieron


llevársela, una sola no lo pudo hacer.

63
LAS VÍBORAS DE ORO
Son unas víboras color oro muy grandotas que tú te
encuentras; pero si es tu suerte, les echas el sombrero a
ese animal, y se queda convertido en centenarios de oro.
Y es porque antiguamente tenían un cinturón normal
que estaba hueco; entonces los hombres, como antes el
dinero era pura moneda de oro y plata, rellenaban sus
cinturones de monedas. En donde se aparece una víbora
dorada no es una víbora, es dinero para ti.

64
LA ESTRELLA DE LA MAÑANA
Los abuelos nos relatan que hace mucho tiempo existió
una bella princesa llamada Tzacapontziza, Estrella de la
Mañana, de largos cabellos negros, lacios, y lustrosos;
sus rasgados ojos expresaban dulzura y malicia; era tan
atractiva que los jóvenes nobles la perseguían a todas
horas. Zkata-Oxga, Venado Joven, y príncipe también,
era uno de esos enamorados; tan enamorado estaba que
un día decidió raptarla, aún cuando contaba con el
beneplácito de la noble doncella. Huyeron de sus
respectivos hogares, y trataron de esconderse lo mejor
que pudieron. Sin embargo, el padre de la princesa
había dado órdenes de que se la buscase por doquier,
hasta encontrarla. Después de mucho batallar, los
sacerdotes de la diosa de las cosechas Tonoacayohua,
acompañados de guerreros, los encontraron, los
apresaron, y los decapitaron como había sido ordenado
por el padre de Tzacopontziza. Poco tiempo después de
morir, el príncipe Zkata-Oxga reencarnó en un fuerte,
alto y bello arbusto. A su vez, la desdichada princesa se
convirtió en una liana de maravillosas orquídeas que se
enredaba con amor y dulzura en el príncipe-arbusto. Se
amaban tanto que, aun después de la muerte se
mantuvieron juntos. Desde entonces, los totonacos
llaman a la vainilla caxixanath, dulce nombre que
significa “flor casada”, o más brevemente, xanath.

Agregan los ancestros que Xanath era tan bondadosa


que después de muerta quiso ayudar a los indios
totonacas: decidió que su cuerpo-flor sería curativo. Así
pues, la vainilla es un muy buen estimulante del sistema
nervioso, cura la histeria, la melancolía, y la depresión,
además del reumatismo, y las lesiones musculares.
Asimismo, se emplea como infusión, aceite esencial, y
tintura.

65
LA CREACIÓN DEL MAGUEY
En principio Mayáhuel era una hermosa joven que vivía
con su abuela, una Tzintzimitl estrellas que intentan
impedir que salga el sol. En una ocasión, Quetzalcóatl la
convenció para que bajase a la tierra para amarse
convertidos en las ramas de un árbol bifurcado.

Pero cuando su abuela se despertó y no vio a Mayáhuel,


llamó a otras Tzitzimime para que bajasen a la tierra
para ayudarle a buscar a su nieta. Cuando se acercaban
el árbol se separó en dos, entonces la abuela,
descubriendo a su nieta como una rama, la despedaza y
deja los restos para que los devore otra Tzitzímitl. Sin
embargo la rama en que se había convertido
Quetzalcóatl permaneció intacta.

Cuando se alejaron Quetzalcóatl tomo los restos de la


joven virgen y los enterró. De ello brotó la planta del
maguey, de la que se extrae el pulque, usado en las
ceremonias como bebida ritual y ofrenda para los dioses.
Así, tras su muerte, Mayáhuel se convirtió en diosa.

66
LA RECINA
Este conocimiento era ampliamente conocido por los
antiguos agricultores que se dedicaban a la siembra del
maíz. Hoy en día sólo ciertas personas mayores de edad
conocen la utilidad de la resina. Cuando cortan un árbol
de ocote seleccionan los trozos que contienen resina.
Luego, los parten en rajas delgadas y pequeñas a
manera de que los pueden acomodar dentro de un jarro.
Posteriormente cavan un hoyo, en cuyo fondo colocan
un recipiente y le tapan la entrada con una lámina
perforada, que sirve como coladera para que la goma
resinosa que gotea, no contenga residuos de carbón,
sobre ésta colocan boca abajo el jarro lleno de rajas de
ocote previamente encendidas.

El fuego debe de ser intenso, al grado de sobrecalentar


el jarro, lo que hace que comience a fluir la resina,
misma que se almacena en la vasija colocada dentro del
hoyo. Le atizan durante largo rato y dejan toda la noche
que escurra la resina y al día siguiente retiran el
recipiente con esa sustancia pastosa y pegajosa, misma
que utilizan para proteger el maíz, mezclando los granos
con resina y ceniza antes de sembrarlos.

De esta forma la resina ayuda a que no se pudra el maíz


y germine sin mayor problema. Además evita que se lo
coman los pájaros u otros roedores

67
LA MONTAÑA DE MAÍZ
Los dioses se preguntaron lo que podrían comer los
hombres. Un día, Quetzalcoatl encontró una hormiga
roja en los alrededores de Teotihuacan. La hormiga
llevaba un grano de maíz.

Muy interesado, Quetzalcoatl le preguntó dónde ella lo


había encontrado. En un primer momento, la hormiga
hizo como si nada pasara y prosiguió su ruta. Pero
frente a la insistencia del dios ella respondió que lo había
extraído de la "Montaña de Nuestra Alimentación" y lo
invitó a seguirla.

Pero Quetzalcoatl era demasiado grande para entrar en


este lugar como las otras hormigas. Entonces él debió
recurrir a la magia y se transformó en hormiga negra.
La hormiga roja lo esperaba en el interior, y lo guio
hasta el lugar donde se encontraban montones y
montones de maíz. Después ella lo ayudó a recoger
suficientes granos para compartir con los otros dioses.
El gran Quetzalcoatl le agradeció y se fue.

Quetzalcoatl llevó el maíz a los otros dioses quienes, más


tarde, lo dieron a comer a los hombres. El alimento era
bueno. Había necesidad de más maíz, pero era una tarea
fatigante transformarse en hormiga para llevar los
granos poco a poco.

Quetzalcoatl intentó llevarse la "Montaña" entera pero


no tuvo éxito. Los dioses pidieron entonces la ayuda al
adivino Oxomo y su mujer Cipactonal para que ellos
adivinen la suerte.

Ellos le revelaron que si Nanahuatl lanzaba el rayo, la


"Montaña de Nuestra Alimentación" permanecería
abierta. Los Tlatocas (dioses de la lluvia) descendieron y
comenzó a llover mientras que Nanahuatl lanzó el rayo
sobre la "Montaña" que se abrió, dejando libres los
granos de nuestra alimentación: maíz, judías... que los
dioses aportaron a la humanidad.

68
LA FLOR DE DALIA Regresaron los niños y se trajeron la flor de dalia con
In acocoxochitl el los en una cajita. Se compraron una casa y todo lo que
querían. En el pueblo la gente comentaba: ¿Por qué
Había una vez una señora aquí en nuestro pueblo que tienen dinero? En esos días, tal como ahora pasa, un
se quedó viuda, pues su esposo se había muerto. Su niño no tenía dinero. Las personas los envidiaban
esposo le dejó dos niños, aún pequeños. La señora le mucho y se enojaron. Se platicaban y decían: ¿Acaso
habló a otro hombre; se conocieron, platicaron, y son ladrones? Los vamos a denunciar ante las autoridades.
ahora ya viven juntos. Como estos niños no eran sus
hijos, él no los quería. Un día los fue a dejar al Temprano vinieron las autoridades y los encarcelaron a
bosque; los l levó muy lejos y como eran pequeños no los niños y se l levaron la flor . Al l í en la cárcel
conocían el bosque; los l levó lejos y ahí los dejó los niños lloraban. Luego, un día l legó un ratón que
para que se los comieran los coyotes. les dijo: ¿Por qué l loran? Ya no lloren. Si me dan de
comer yo los voy a sacar . ¿Qué me van a dar ? Nosotros
Les dice: espérenme aquí . Voy a recoger algo de ocoxal solo tenemos una tortilla. Partieron la tortilla en
para el temazcal . Los niños al l í se quedan jugando. pequeños pedazos para que la comiera el ratón.
Pasó el día completo; empieza a oscurecer y el Cuando terminó, dijo a los niños: Primero fíjense que no
hombre no aparece. El ya se fue. Está bien oscuro. haya un gato por aquí .
El los, como estaban solitos, les da mucho miedo.
Empezaron a llorar. Así estaban cuando, de repente, Como el piso no estaba muy duro; el ratón hizo un
se aparece un pajarito que cantaba muy bonito y gran agujero y los niños le ayudaron con sus manos;
brillaba. Luego se acercó a los niños. así se escaparon en la noche. Las autoridades no sabían
lo que hacía la Dalia y por ahí la habían dejado. Los
El los sólo se le quedaron mirando, lo empezaron a niños la recogieron y se la l levaron cuando escaparon.
corretear y lo agarraron. El pajarito habló y les dijo:
No lloren, los voy a l levar a mi casa. Se calmaron y Se fueron a vivir a otro lugar, a otro pueblo. Se
el pajarito los l levó a la casa de la Malintzin. La compraron una casa, y todos los días, a la media
Malintzin es una dama muy bonita que tiene su vestido noche, sahumaban la flor . Cuando amanecía, la cajita
muy bonito también. El la es la dueña de la montaña. de la flor estaba llena de monedas. Las monedas eran de
Vive dentro de un mundo mágico, nadie sabe cómo es oro.
o dónde está. Se dice que está dentro de la montaña.
Cuando los niños estaban más grandes, enviaron un
Al l í la Malintzin los interroga: ¿Como sucedió esto? mensajero a buscar a su mamá. El mensajero encontró
¿Qué les pasó? El los le relataron como su padrastro a la señora; ya estaba viejita, se había quedado sola y
los trajo a la montaña. La Malintzin los escuchó con estaba enferma. El padrastro, ya hacía tiempo que
atención y dijo: Está bien; los voy a ayudar . Me había muerto. Como acostumbraba emborracharse mucho,
gustaría que se quedaran, pero creo que no se van a una noche se resbaló y cayó en una barranca. Así fue
sentir bien aquí . Creo que será mejor que los regrese el destino de los niños. La flor les daba dinero todos
a su mundo. Les voy a regalar esta flor que se l lama los días, y pasaron su vida muy bien y muy contentos.
dalia. Cuídenla bien. No la saquen, manténgala dentro Perdonaron a su mamá y la ayudaron.
de su caja. Luego, la van a sahumar todos las noches
con incienso. La flor les va a dar dinero para que Aquí termina este cuento.
puedan comprar ropa, comida, y todo lo que necesiten.

Al l í en la casa de la Malintzin habían muchas cajas


cerradas, y los niños querían ver qué contenían. Un
día se quedaron solos y se atrevieron a abrir una. Al
hacerlo así comenzó a oírse un extraño ruido, como
que salía el viento. Todo retumbaba; también comenzó
a granizar, a relampaguear, y a llover mucho. Esto
provocó que todas las cosechas se perdieran.

Los niños no sabían que al l í estaban encerrados todos


los males que hacen sufrir a la humanidad: la lluvia,
el granizo, las plagas. La Malintzin regresó y cerró la
caja de donde salieron los males; luego, envió a los
niños para nuestro mundo.

69
EL CACAO los toltecas así pues un día uno de los dioses disfrazado de
mercader ofreciole un bebida llamada tlachihuitli (pulque)
Quetzalcóatl regaló el árbol del cacao a los hombres como con la cual le prometió olvidaría todas sus penas la bebió y
recompensa por el amor y la fidelidad de su esposa, que se embriago profundamente actuando de una manera
sacrificó su vida para no desvelar el lugar en el que estaba deshonrosa delante del pueblo, ala mañana siguiente
escondido el tesoro de la ciudad, que le había sido confiado despertó con dolor de cabeza y con gran vergüenza se dio
por su esposo. Cuenta la leyenda que la sangre de esta cuenta de la deshonra que habían preparado los dioses en su
princesa fertilizó la tierra y allí nació el árbol del cacao, de contra y fue tanta su vergüenza que decidió marcharse para
nombre cacahuaquahitl. Su fruto era amargo, como el siempre.
sufrimiento que había padecido la princesa; fuerte, como
había sido ella ante la adversidad, y oscuro, como la sangre Regalo de Quetzalcóatl a los niños del sol
derramada.
El dios de la Luna y de los Vientos, Quetzalcóatl, descendió
Quetzalcóatl, representado como la serpiente emplumada, a la Tierra para enseñar a hombres la ciencia, las artes y
era el dios bondadoso que enseñó a los hombres las artes de para darles una planta valiosa que él había robado de sus
la agricultura, la astronomía, la medicina y las artes hermanos los dioses: el queachahuatl, el árbol del cacao.
plásticas. Es el rey sagrado de los toltecas, pueblo que
precedió a los aztecas en la historia de Centroamérica. El Estos dioses hermanos tomaron venganza en Quetzacóatl
dominio azteca supuso la sumisión de los toltecas, olmeyas avergonzándole delante de los hombres para forzarlo a
y de todas las poblaciones que componían el inmenso abandonar a la los hombres y regresar a su tierra de luz. Por
imperio de los adoradores del Sol y de Quetzalcóatl. Según lo tanto el cacao solamente prospera en tierras lejanas, los
la tradición, este último había desembarcado en México, en lugares en donde Quetzalcóatl pasó sus últimas horas.”
la costa de Veracruz, desde donde pasó más tarde a Tula y
Chobula. Quetzalcóatl era austero, odiaba la guerra y se Según cuenta otra leyenda azteca, el Dios Quetzacoatl era
oponía a los sacrificios. Todo lo contrario que su oponente el jardinero del paraíso y allí cultivaba el cacahuaquahilt,
quetzalcoatl1Tezcatlipoca, el mago negro que consiguió que a su vez era el árbol que brindaba el vigor y la fortuna.
desterrarlo y aprovechó su ausencia para asesinar a su De sus semillas se podía hacer el chocolate que era una
esposa. Quetzalcóatl juró regresar en el año del calendario bebida reservada a los príncipes. Como los aztecas no
azteca 1519, que coincidió con la aparición de los primeros conocían el azúcar, según dice esa misma leyenda,
colonizadores españoles, motivo por el que Hernán Cortés preparaban el chocolate con el pimiento conocido como
fue confundido con el propio dios, pues era corpulento, de chili.
ancha frente, ojos grandes, cabello largo, barba poblada y
piel blanca, semejante a Quetzalcóatl. Así, el marino
español fue obsequiado a su llegada con un gran vaso de oro
con cacao líquido.

Cuenta la leyenda que Quetzalcóatl descendió un día con


los toltecas haciéndoles algunos hermosos regalos los hizo
dueños del maíz el frijol y de la yuca con los cuales
pudieron estar bien alimentados y emplearon sus horas en
estudiar y se convirtieron en grandes arquitectos,
magníficos escultores y finos trabajadores de la artesanía y
como los amaba tanto decidió darles un planta que había
robado a los dioses que eran sus hermanos de la cual
sacaban una bebida que era solo digna de ellos Quetzalcóatl.

Sustrajo el pequeño arbusto de hojas rojas y la planto en los


campos de tula y pidió al dios Tlaloc que la alimentara con
la lluvia y a Xochiquetzal que la adornara con sus flores con
el tiempo este sagrado arbusto dio frutos y los enseño a
recogerlos tostarlos y a molerlos y a batirlo con agua en las
jícaras obteniendo así el CHOCOLATE el cual solo era para
los sacerdotes y los nobles convirtiéndose así en una bebida
sagrada y posterior mente de todo el pueblo, convirtiéndose
así los toltecas en ricos y sabios constructores y artistas lo
cual despertó la envidia de los dioses y su furia al saber que
estaban tomando una bebida solo destinada para ellos
jurando venganza contra Quetzalcóatl y después contra

70
CUENTOS DE
HECHICERÍA
Y
TRANSFORMACIÓN
LA PIEDRA PARLANTE Llamó a Petlacalcatl y díjole: “Llevad presos a estos
bellacos que vienen con semejantes mentiras”. Envió
Acordó Moctezuma que en su tiempo no había hecho labor Moctezuma a gran prisa a seis principales, que supiesen que
alguna que hubiese de él memoria. Llamó a Cihuacóatl para había sucedido no más. Respondiéronles todos los que
que la mandase a labrar para el templo de Huitzilopochtli; tiraban la piedra, y volvió a hablar y dijo: “Por más que
que fuese mayor y dos codos más alta que la que allí estaba: hagáis no me llevaréis”; a poco tornó a hablar y dijo: “pues
y así Cihuacóatl hizo llamar a todos los canteros y albañiles llevadme, que acullá os diré lo que será”. Volvieron los
de los cuatro barrios Teopan, Moyotlán, Atzacualco y mensajeros con esta respuesta a Moctezuma. Comenzaron a
Cuepopan: díjoles que mandaba el rey que fuesen a buscar traer cornetas y a cantarle, y comenzaron a tirar: era como
una gran piedra pesada, y que labrasen otra piedra como la arrancar un cerro, antes se hicieron pedazos todas las
que estaba allí arriba del Cú del Huitzilopochtli, excepto maromas acabadas de cortar las maromas torno otra vez a
que debía ser mayor como lo había dicho Moctezuma. hablar la piedra y dijo: “¿No acabáis de entender vosotros?
Fueron y halláronla en Acolco que estaba delante de ¿Qué me queréis llevar? Decidle a Moctezuma ¿Qué para
Ayotzinco, y la midieron conforme les fue mandado, y para qué me quiere? ¿En qué aprovecha, que qué tengo que hacer
haberla labrar a placer, fue menester ir diez o doce mil allá, y que vaya a donde tengo de estar arrojada? Que ya no
indios a sacarla de donde estaba para ponerla en un razo es tiempo de hacer lo que el acuerda, que antes lo había de
para labrarla: bajada al llano la labraron con las misma haber hecho, porque ya ha llegado su término de él, ya no es
labores que a las otras solo que mejor, más ancha, más tiempo, y el Moctezuma ha de ver por sus ojos.
redonda y más alta y muy de mejor labor: mientras que la
labraban, los de Chalco les daban de comer los canteros y Comenzó a moverse la gente con esto, y arrancáronla
en breve se acabó, por andar en la labor y obra treinta brevemente. Comenzaron a tocar las cornetas. Llegados a
oficiales con picos de pedernal; y luego que se acabó dieron Tozititlán allí durmió otra vez la piedra. Avisaron a
aviso al rey Moctezuma y fueron para traerla todos los Moctezuma todo lo que la piedra había dicho, y dijo: “Pues
chalcas con maromas muy gruesas y todos los chinampecas vamos ¿Qué es lo que será? Aguardamos los tiempos, ¿Y
y todos los de Nauchteuctli; y como la traían con tanto ruido qué será de nosotros? Vayan mañana los sacerdotes y
por el gran peso, la trajeron hasta Iztapalapa y allí háganle sacrificios. Comenzaron a traerla. Llegados al gran
descansaron los indios dos o tres días y el día que había de puente de Xoloco, y estando en la mitad del puente, hablo
entrar en México-Tenochtitlán, hizo llamar el Cihuacoátl a otra vez la piedra y dijo: “Hasta aquí ha de ser, y no más”.
los chocarreros que eran los bailadores del palo Diciendo esto se quebró el puente, cayóse la piedra dentro
cuauhtlatlazque y a los viejos cantores con teponaztli y a los del agua, y llevó tras si a los que tiraban, y muchos
sacerdotes con cornetas y atabales. Y que la trajesen a la murieron; que no se pudo contar la gente que debajo quedo
brevedad; y mandó a los mayordomos que llevasen de y los que escaparon a nado le fueron a dar noticias a
comer muy escogidamente a los canteros y a los principales Moctezuma de todo lo sucedido con la piedra. Dijo
que la traían; que almorzasen al alba y comiesen a las nueve Moctezuma a Cihuacoátl: “vámosla a ver, padre mío” Visto
y merendasen a las tres, según que iban avisados ya los lo que había sucedido regreso a su palacio, y llamo a todos
sahumadores que llamaban tlenamacaque con mucho copal lo principales mexicanos y les dijo: “Enviemos a todos los
blanco, grande y ancho y darles mantas ricas, pañetes, catles encantadores a llamar, que sean buenos buzos, para que
y cotaras y antes de partir la piedra empezaron a cortar sepan donde se fue esta piedra”. Venidos todos lo buzos de
cabezas de codornices y a untarle con la sangre y a agua, les dijo Moctezuma: “Venid acá, hermanos id a ver
sahumarle, comenzaron luego el canto y el baile mexicano. que se hizo la gran piedra que traían labrada para el templo,
que se cayó allí y las gentes que llevo consigo.” Fue
Viendo que no quería bullirse la piedra y luego de romper Moctezuma allá cuando más aclara el agua: como ocho de
diez maromas, dijeron los canteros: vayan a decir de esto a ellos entraron y se estuvieron como media hora, al cabo de
Moctezuma. Segunda vez no la podían menear; enviaron un rato salieron diciendo: “Señor, todo lo anduvimos y no
luego a todos los tecpanecas, serranos, montañeses, vimos la piedra, ni la gente y hallamos una senda que va
Chiapan, Xilotepec, Xiquipilco, Huatitlán, Mazahuacan, siempre más a lo hondo". Dijo Moctezuma: “pues sea
llegado todos ellos empezaron a dar vocería los otomíes en enhorabuena, vayan con vosotros principales de autoridad".
su lengua arrancando la piedra, y así como la rodearon para Fueron todos juntos al lugar de donde habían sacado la
tirar de ella, habló y solamente dijo: “por más que hagáis”; piedra, llegados los canteros la conocieron y vieron ser la
con esto que dijo ningunas gentes más hablaron, quedáronse misma que habían sacado primero en Acolco Chalco en la
mustios y tornando a forcejear, tornó a hablar la piedra y misma parte y lugar, y estaba la piedra con el papel que le
dijo: “Qué me queréis llevar? Pues no he de rodar para ir habían puesto por cobertor y el copal blanco que le habían
donde me queréis llevar”. Comenzaron a proseguir el pegado: desollaron el papel y rasgaron el copal y lo trajeron
traerla, tornó a hablar y dijo: “pues llevadme que acullá les al rey diciéndole: “Señor, matadnos, que la propia piedra
hablaré” dijeron los canteros: démosle aviso al rey que lo labrada está allá en su propio lugar y asiento de donde la
que ha sucedido y lo que ha dicho la piedra, fue un principal sacaron primero”. Dijo el rey Moctezuma: veamos lo más
y un cantero a hablar a Moctezuma, y dándole cuenta al rey, que ordenaron nuestros dioses. Y esto es lo que sucedió de
díjoles “¿Estáis vosotros borrachos? ¿Cómo venís aquí con traer la piedra de Chalco.
mentiras?”

72
EL ENANO DE UXMAL —¿Me puedo librar de que se cumpla la profecía?—
pregunto el rey.

En la aldea de Kabán vivía una vieja con fama de bruja. —Manda hacer un camino que vaya de Uxmal a Kabán y
Cierta vez encontró un huevo pequeñito y llena de alegría lo cuando esté listo volveré y entonces te daré mi respuesta—
guardó en un sitio tibio y oscuro. Todos los días lo sacaba dijo el enano.
para contemplarlo y acariciarlo. Y sucedió que después de
varias semanas, el huevo se abrió y nació un niño. La bruja El camino quedó hecho en poco tiempo y por él vinieron
lo arrulló, pero como no podía alimentarlo buscó una mujer el enano y la bruja. Entonces el rey preguntó al enano:
recién parida. Vino la mujer y amamantó al niño como si
fuera su propio hijo. Al ver tanta ternura la bruja le dijo: —¿Cuál es tu respuesta?

—De hoy en adelante tú serás la madre y yo seré la abuela. —La sabrás si resistes la prueba que te pondré.

El niño creció un palmo y no más y, en poco tiempo, —¿Cuál es?


cambió de aspecto; tuvo barba y se le hizo grande la nariz.
Era, pues, un enano. —Que en tu cabeza y la mía se rompa un cocoyol [fruto de
hueso muy duro].
Cuando la bruja se dio cuenta de esto, quiso más a la
criatura. —Está bien, pero tú sufrirás la primera prueba—dijo el rey

Como la mayor parte del tiempo la bruja permanecía —Acepto, si así lo deseas.
junto al fogón, el enano sospechó que algún misterio
guardaba aquel sitio y así se propuso averiguarlo. En un Se acercó el verdugo y colocó sobre la cabeza del enano
descuido de la bruja, hurgó en la cenizas y tropezó con un un cocoyol y descargó un golpe . El enano sacudió la
tunkul [instrumento de percusión hecho con un tronco melena y se levantó sonriendo. Entonces el rey, en el
hueco]. En cuanto lo tuvo en sus manos, lo golpeó y su silencio, se quitó el manto y subió al cadalso y el verdugo le
sonido se oyó a mucha distancia. Al oír tal ruido, la bruja colocó un cocoyol en la cabeza. Al primer golpe el rey
vino, se acercó a su nieto y le dijo: quedó muerto.

—Lo que has hecho ya no tiene remedio. Pero te digo que En el acto el enano fue proclamado rey de Uxmal y ese
no pasará mucho tiempo sin que sucedan cosas que llenarán mismo día la bruja lo llamó y le dijo:
de espanto a la gente y tú mismo te verás envuelto en sus
consecuencias. —Ya eres rey. Sólo esto esperaba para morir. No me llores
porque mi muerte no es cosa de dolor. Cumple con la
El enano contestó: justicia que aprendiste de mí. Oye el consejo de todos y
sigue el mejor. No le tengas miedo a la verdad aunque sea
—Yo no soy viejo y las veré. amarga. Sé antes benigno que justo. Destierra de tu corazón
la venganza. Acata la voz de los dioses pero no seas sordo a
La bruja replicó: la de los hombres. No desdeñes a los humildes y no te
confíes, ciego, en los poderosos.
—Yo soy vieja y las veré también.
Por un tiempo el enano siguió los consejos de la bruja y
El rey de Uxmal y sus consejeros sabían que el ruido de la felicidad se extendió por el reino. Pero con los años
aquel tunkul anunciaba el fin del reinado; pero éstos, por no cambió de espíritu, cometió injusticias, se volvió tirano y
afligir a su señor, le dijeron: tanto creció su orgullo que un día dijo a sus consejeros:

—Lucha contra tu destino —Haré un dios más poderoso que todos los dioses que nos
rigen.
—¿Cómo?—preguntó el rey.
Y en seguida mandó hacer una estatua de barro y la puso
—Busca al que tocó el tunkul; acaso de sus labios oigas la sobre una hoguera y con el fuego se endureció y vibró como
verdad que necesitas. si fuera campana. Entonces el pueblo creyó que la estatua
hablaba y la adoró. Por esta herejía, los dioses destruyeron
El rey ordenó que sus guardias salieran en busca del que Uxmal.
tocó el tunkul; y después de mucho andar, lo hallaron y lo
trajeron al palacio. Al ver al enano el rey le dijo:

—¿Qué anuncia el ruido de ese tunkul?

—Tú lo sabes mejor que yo—contestó el enano.


73
KAPSIS (ESTRELLA DEL MAR) De pronto, como si su deseo fuera mágico, absorta
contempló cómo su estrella favorita se desprendía del
cielo. Atravesando el azul oscuro con la misma velocidad
Kapsis, la hija mimada del jefe Haas (mezquite), que los dardos con punta de pedernal de los guerreros
acostumbraba todos los días, después de terminar sus Kun kaak eran disparados sobre los coyotes o venados,
labores cotidianos, acurrucarse junto a alguna roca así la estrella atravesaba el espacio.
cerca del mar y mirar y mirar el vaivén de las olas.
Los ojos negros y vivaces de Kapsis siguieron el rastro
Por horas y horas la sorprendía la tribu, inmóvil, luminoso hasta descubrir que caía en el mar.
silenciosa: Aun cuando las sombras manchaban de
negro el agua y la playa. Kapsis seguía allí como si Asustada la joven por tal acontecimiento corrió en busca
esperara ver salir del fondo del mar a la diosa de la canoa más cercana; remando enérgicamente llegó
Xtamosbin (tortuga marina). hasta el lugar donde había visto caer la estrella, y sin
mucho pensarlo se arrojó al agua para rescatarla.
Cada vez que la tribu llagaba de la bahía de Quino a
tierras de Isla de Tiburón, Kapsis, después de hurgar en Kapsis bajó a las profundidades en busca de la estrella hasta
las rocas de la playa en busca de las pródigas especies llegar al fondo del mar; pero en su rápido descenso cayó
del océano que las aguas dejaban olvidadas. Corría a sobre una traicionera roca que le produjo la muerte.
refugiarse en su lugar predilecto de la playa para
contemplar, sin cansarse, cielo y mar. Sobre el lecho pétreo Kapsis quedó inmóvil, los brazos
abiertos en cruz, las hermosas piernas extendidas.
Su padre el gran jefe Haas, inútilmente había perdido al
hacocama (hechicero) destruyera el embrujo que se Xtamosbin, la sagrada tortuga marina, diosa de los seris, al
había apoderado de su hija; porque el gran jefe y los contemplarla tan pálida y quieta se conmovió.
miembros de la tribu no se explicaban porqué Kapsis
huía del trato de sus semejantes, y a pesar de ser joven y ¡Qué hermosa era! Y allí estaba inmóvil en lo profundo del
bonita rehusaba trazar los pasos de la pazcola, ni batir mar; todo porque había querido salvar a una estrella que se
palmas en el baile y menos acompañar el fragor de los ahogaba.
cantos.
La diosa fue a su lado y posó sus manos sobre el cuerpo
Para Kapsis no había más deleite que refugiarse en la inerte de la joven Kun kaak convirtiéndola al instante en
playa desolada, y contemplar el paisaje triste del mar una bella estrella de mar.
bravío que desataba a veces tormentas espantosas.
Kapsis desde ese instante sería feliz. Allí en el mundo sin
Pero es que nadie sabia el secreto de Kapsis: Kapsis voz, contemplaría las luchas y las tragedias mudas del
estaba enamorada de una vastlk (estrella) que a ella se le mundo verde de esmeraldas líquidas.
antojaba, era flor de la tierra de los dioses.
Además no estaría sola, ya que los peces de aletas de plata y
Una noche llegó hasta ella el hacocama a quien pidiera el cuerpos pintados de vivos colores la acompañarían.
gran jefe curara a su hija, pues toda la tribu aseguraba
que un antipotkis (tiburón) la había embrujado. Y como si todo eso fuera poco, desde los bosques de
sombras oscuras moteadas de luz vivirá feliz espiando el
El hacocama antes de buscar a la joven había ido hasta cielo a través del agua espumosa teñida por el sol.
la “Cueva Especial” de la montaña, pintando en ella la
“señal” del “espíritu” que vivía dentro, el cual indicó su Así Kapsis todas la noches miraría a la bella vastlk a quien
voluntad de adentrarse en el cuerpo del hechicero. ella tanto amaba.

Ya en posesión de las virtudes mágicas colocó sus manos


en forma de círculo sobre su frente, para luego acercar
su boca y decir con gran misterio y entonación
sacerdotal “Choo, choo”.

Kapsis, sin moverse le miró sin sorpresa, pero después,


silenciosa, se alejó de su lado.

Esa misma noche volvió al mar, y con ansiedad miró el


cielo en busca de la bella vastlk. Al descubrirla
esplendente en medio del azul eterno deseó
fervientemente que nunca terminara la noche para
embelesarse por horas y horas con su belleza.
1
74
LOS ALUXE sobre las matitas que comienzan a salir. Nosotros les
queremos bien y le regalamos con comida y cigarrillos.
Pero hagamos silencio para ver si usted logra verlos.
Nos encontrábamos en el campo yermo donde iba a
hacerse una siembra. Era un terreno que abarcaba unos El anciano salió, asiéndose a la soga, y yo tras él,
montículos de ruinas tal vez ignoradas. Caía la noche y entonces vi que avivaba el fuego y colocaba una jicarita
con ella el canto de la soledad. Nos guarecimos en una de miel, pozole cigarrillos, etc., y volvió a la cueva. Yo
cueva de piedra, y para bajar utilizamos una soga y un me acurruqué en el fondo cómodamente. La noche era
palo grueso que estaba hincado en el piso de la cueva. espléndida, noche plenilunar.

La comida que llevamos nos la repartimos. ¿Qué hacía Transcurridas unas horas, cuando empezaba a llegarme
allá?, puede pensar el lector. Trataba de cerciorarme de el sueño, oí un ruido que me sobresaltó. Era el rumor de
lo que veían miles de ojos hechizados por la fantasía. unos pasitos sobre la tierra de la cueva: Luego, ruido de
Trataba de ver a esos seres fantásticos que según la pedradas, carreras, saltos, que en el silencio de la noche
leyenda habitaban en los cuyo (montículos de ruinas) y se hacían más claros.
sementeras: Los ALUXES.

Me acompañaba un ancianito agricultor de apellido


May. La noche avanzaba...De pronto May tomó la
Palabra y me dijo:

-Puede que logre esta milpa que voy a sembrar.

-¿Por qué no ha de lograrla?, pregunté.

-Porque estos terrenos son de los aluxes. Siempre se les


ve por aquí.

¿Está seguro que esta noche vendrán?

Seguro, me respondió.

-¡Cuántos deseos tengo de ver a esos seres maravillosos


que tanta influencia ejercen sobre ustedes! Y dígame,
señor may ¿usted les ha visto?

-Explíqueme, cómo son, qué hacen.

El ancianito, asumiendo un aire de importancia, me


dijo:

-Por las noches, cuanto todos duermen, ellos dejan sus


escondites y recorren los campos; son seres de estatura
baja, niños, pequeños, pequeñitos, que suben, bajan,
tiran piedras, hacen maldades, se roban el fuego y
molestan con sus pisadas y juegos. Cuando el humano
despierta y trata de salir, ellos se alejan, unas veces por
pares, otras en tropel. Pero cuando el fuego es vivo y
chispea, ellos le forman rueda y bailan en su derredor;
un pequeño ruido les hace huir y esconderse, para salir
luego y alborotar más. No son seres malos. Si se les trata
bien, corresponden.

-¿Qué beneficio hacen?

-Alejan los malos vientos y persiguen las plagas. Si se les


trata mal, tratan mal, y la milpa no da nada, pues por
las noche roban la semilla que se esparce de día, o bailan

75
1
LA SEÑORITA PLEITISTA -¿Sabes, mujer? Te voy a decir algo, pues se que has
cambiado tu forma de pensar y quieres a tu marido. La
Aquí en nuestro pueblo vivió una mujer llamada medicina que te di... no es cualquier medicina...
Petronila, que era muy habladora, todo el día estaba La mujer tuvo miedo, pues pensó que la medicina tenía
hablando o peleándose. Había días en que apenas algo que ver con el demonio.
llegaba el marido de su milpa, le comenzaba a pelear. -La medicina que te di es solamente agua con miel.
-Nada más llegas y a la hamaca te vas. Sólo te vas a la -¿Cómo?
milpa a esconder y ni siquiera ganas. Nunca me compras -Así como lo oyes, agua con miel. La verdad es que todo
lo que necesito... ¡Tráeme el cubo! el pleito que había en tu hogar no lo ocasionaba tu
-Mujer, ¿no ves que estoy cansado? marido, sino tú, porque no aquietabas tu lengua, pero
-¿Y yo? ¿Crees que no lo estoy? Era verdad lo que me cuando ponías el agua en tu lengua no podías pelear a tu
decía mi linda madre: "No te cases con ese hombre, no marido.
tiene caso lo que está haciendo, es muy flojo". Cualquier Ojalá que no se te olvide esto que has aprendido en estos
cosa que te diga no lo haces, eres muy flojo. días: no pelees a tu esposo, pues él también trabaja;
Así siempre lo recibía, nada más llegaba de la milpa y el tanto trabaja la mujer como el hombre. Petronila salió
pleito comenzaba. Lo que hizo el marido para no pelear de la casa apenada, porque era verdad lo que le dijo el
con su esposa fue quedarse a beber con los del pueblo. brujo.
Un día que llegó muy borracho fue recibido de nuevo
con peleas, pero esta vez no dejó que lo regañaran y le
pegó a su esposa.
-¿Viste lo que hiciste? ¡Me pegaste! Solamente eso te
faltaba hacer desde que comenzaste a llegar borracho,
pegarme.
Al amanecer la esposa fue a ver a un hombre que decían
que era un brujo.
-Señor, te vine a ver porque mi marido ha cambiado
completamente; comenzó a llegar borracho y se lo pasé,
pero ayer me pegó. Vine entonces para ver si lo puedes
trabajar.
-Sí lo puedo trabajar y se compondrá tu marido, pero la
medicina que te voy a dar tú la tienes que poner en tu
boca.
-¿Yo? ¿No es mi marido quien la debe de tomar?
-¿Podrás abrir su boca para ponerle la medicina cuando
esté molesto?
-Es verdad lo que dices.
-Cuando veas a la distancia que llega tu marido, pones
un poco de esta medicina en tu lengua; no vayas a
tragarla porque habrá pelea; sobre tu lengua la vas a
dejar.
Como le dijo el brujo, así hizo la mujer.
Como siempre, el marido fue a su milpa y al medio día
regresó a su hogar. El silbido lo escuchó la esposa y
rápidamente puso la medicina en su boca, estaba
temblando, pues tenía miedo que su marido peleara,
pero no pasó nada.
El marido se asustó cuando llegó y no lo recibieron con
peleas. Pasaron los días y no hubo peleas: conforme
pasaban los días se fueron alejando las peleas del hogar.
El marido pensó que su esposa estaba enferma, porque
solamente llegaba a su casa y no la oía hablar.
-Mujer, ¿te pasa algo?
La mujer solamente movía la cabeza diciendo que no.
Ya había pasado un mes cuando la mujer regresó a la
casa del brujo.
-¿Qué paso, quedó bien tu marido?

-Quedó bien, gran señor, solo que regresé porque se me


acabó la medicina.
El brujo solamente se reía de la mujer.

76
UN HOMBRE CON SUERTE -Pues, entonces, gracias por tu dinero.
-Para que pueda ser tuyo me tienes que matar,
-¡Cómo te voy a matar! ¿Después que me has ayudado a
Estaba pasando una persona vendiendo hamacas, dejar de ser pobre?
cuando se le hizo de noche en un pueblo cercano al suyo. -Si no me matas cuando yo me vuelva nuevamente
Aunque vivía cerca de ese pueblo no conocía las jaguar, no podré entrar en el cielo. ¿No ves que es lo que
leyendas que ahí había. me ata a este mundo? Para que me puedas matar, tienes
Y así pensaba: que bendecir tu machete y después me matas con él.
-Voy a ver si puedo vender una hamaca en este pueblo. Como le fue indicado por el espanto, así lo hizo el
Señor, ¿No compra una hamaca grande? vendedor de hamacas. Cuando amaneció tenía cargado
-No la compramos, estamos pasando problemas. su dinero, con trabajo iba caminando.
-Para problemas los míos, ya anocheció y no he llegado a
mi pueblo, ya estoy cansado y tengo que caminar tres
kilómetros.
-¿Tienes que ir hoy a tu pueblo?
-Sí, mi esposa me espera para que pueda hacer compras
mañana.
-Si pensaras bien no irías, ¿Acaso no sabes que hay un
espanto en el camino?
-¡Qué espantos va a haber! Creo que son ladrones.
-No son ladrones, es un enorme jaguar que sale a cazar a
las personas.
-Que venga a cazarme y verá lo que le pasa.

Terminando de platicar con esta persona fue a comprar


su x-tabentún para beber en el camino.
-Te lo voy a vender, pero no lo tomes en el centro, pues
te puede encerrar el presidente.
-No lo voy a tomar aquí, sino en el camino.
-No vayas al siguiente poblado. Hay un espanto que sale
en el camino. Todos los primeros días de cualquier mes
sale un enorme...
-No me lo repitas, ya me lo han contado. Si es verdad,
véndeme una ropa roja y un machete; si sale ese jaguar,
friega que va a llevar en mis manos.
-Debes estar loco, pero si tú lo dices, sabrás lo que haces.

Terminando de comprar, esta persona se dirigió a su


pueblo. A medio camino entre su pueblo y el anterior,
fue interceptado por un enorme jaguar que pateaba el
suelo, dispuesto a cornerlo. Pero él no tuvo miedo, ya
que se había animado con el x-tabentún; tomó la ropa
roja y comenzó a esquivar al bravo jaguar. Nueve veces
entró a cazar, nueve veces fue esquivado por el
vendedor. La última vez se paró frente al hombre,
cesando, mientras le resbalaba el sudor bajo la barriga.
Por poco pierde el conocimiento cuando vio
transformarse al jaguar en una persona.
-Hombre, eres muy valiente...
-Seré muy hombre frente a otro hombre o a un animal,
pero yo no me meto con brujos.
-No tengas miedo, no soy brujo, nueve veces debía de ser
esquivado y tú lo has hecho. ¿Sabes?, yo era un hombre
rico, pero cuando estaba vivo nunca ayudé a mis
semejantes; al morir no pude repartir mi dinero; lo más
terrible es que nadie lo puede gastar, pues lo tengo
enterrado a tres mecates de aquí. Me dijeron que para
entrar al cielo era necesario que diera mi dinero a
cualquier persona.

77
EL CANANCOL
Durante la quema y el crecimiento de la milpa el
Cuénteme, don Nico: ¿por qué pone ese muñeco con esa canancol está cubierto con palmas de huano; pero
piedra en la mano en medio de su milpa?, pregunté un cuando el fruto comienza a despuntar, se descubre... y
día a un ancianito agricultor. cuenta la gente sencilla que el travieso o ladrón que trate
de robar recibe pedradas mortales. Es por lo que en las
Su cara se animó con una sonrisa de niño, en tanto que milpas donde hay canancoles nunca roban nada.
me contestaba: Sé que usted no cree, pero le diré: soy
pobre, muy pobre y no tengo quien me ayude a cuidar la Es tan firme esta creencia, que si por aquella época y
milpa, pues casi siempre cuando llega la cosecha, me lugar se encuentra herido algún animal, se culpa al
roban el fruto de mis esfuerzos. Este muñeco que ve no canancol.
es un muñeco común; es algo más; cuando llega la noche
toma fuerzas y ronda por todo el sembrado; es mi El dueño, al llegar a la milpa, toma sus precauciones y
sirviente... Se llama Canancol y es parte mía, pues lleva antes de entrar le silba tres veces, señal convenida;
mi sangre. El sólo me obedece a mí... soy su amo. despacio se aproxima al muñeco y le quita la piedra de
la mano; trabaja todo el día, y al caer la noche, vuelve a
Don Nico siguió diciendo: Después de la quema de la colocar la piedra en la mano del canancol, y al salir silba
milpa se trazan en ella dos diagonales para señalar el de nuevo. Cuando cae la noche, el canancol recorre el
centro; se orienta la milpa del lado de Lakín (Oriente) y sembrado y hay quien asegura que para entretenerse,
la entrada queda en esa dirección. Terminado esto, que silba como el venado.
siempre tiene que hacerlo un men (hechicero) se toma la
cera necesaria de nueve colmenas, el tanto justo para Después de la cosecha se hace un hanincol (comida de
recubrir el canancol, que tendrá un tamaño relacionado milpa) en honor del canancol; terminada la ceremonia se
con la extensión de la milpa. Después de fabricado el derrite el muñeco y la cera se utiliza para hacer velas,
muñeco, se le colocan los ojos, que son dos frijoles; sus que se queman ya en el altar pagano, ya en el altar
dientes son maíces y sus uñas, ibes (frijoles blancos); se cristiano.
viste con holoch (brácteas que cubren las mazorcas).
Y calló el viejecito después de haber hablado con acento
El canancol estará sentado sobre nueve trozos de yuca. de creyente perfecto.
Cada vez que el brujo ponga uno de aquellos órganos al
muñeco, llamará a los cuatro vientos buenos y les rogará
que sean benévolos con (aquí se dice el nombre del amo
de la milpa), y le dirá, además, que es lo único con que
cuenta para alimentar a sus hijos. Terminado el rito, el
muñeco es ensalmado con hierbas y presentado al dios
Sol y dado en ofrenda al dios de la lluvia; se queman
hierbas de olor y anís y se mantiene el fuego sagrado por
espacio de una hora; mientras tanto, el brujo reparte
entre los concurrentes balché, que es un aguardiente
muy embriagante, con el fin de que los humanos no se
den cuenta de la bajada de los dioses a la tierra. Esta es
cosa que sólo el men ve.

La ceremonia debe llevarse a efecto cuando el sol está en


el medio cielo. Al llegar esta hora, el brujo da una
cortada al dedo meñique del amo de la milpa, la exprime
y deja caer nueve gotas de sangre en un agujero
practicado en la mano derecha del muñeco, agujero que
llega hasta el codo.

El men cierra el orificio de la mano del muñeco, y con


voz imperativa y gesticulando a más no poder, dice a
éste: Hoy comienza tu vida. Este (señalando al dueño), es
tu señor y amo. Obediencia, canancol, obediencia... Que
los dioses te castigarán si no cumples. Esta milpa es tuya.
Debes castigar al intruso y al ladrón. Aquí está tu arma.
Y en el acto coloca en la mano derecha del muñeco una
piedra.

78
EL CUENTO DE TODOS LOS – El Dios me dijo que nos vamos a llamar burros. Unos
aplaudían y otros se enojaron diciendo que el burro era
ANIMALES el más jodido. Hasta estos momentos conocemos por
qué al burro se le olvidó el nombre que le dijeron;
Antes, todos los animales que hoy existen, desde el porque primero se iban a llamar camellos.
más pequeño hasta el más grande, no tenían nombre,
después nació el Dios y les dijo:

– Ahora en este día, todos se van a reunir en un


solo lugar pero por grupos, para que yo les diga cómo se
van a llamar.

Les dijo el Dios:

– Ustedes van a llamar a uno de sus compañeros para


que vaya allá a donde yo voy, allá les voy a decir cómo se
van a llamar algunos de ustedes. Los nombraron uno de
cada grupo y se fueron donde estaba el Dios y les fue
diciendo:

– Ustedes se van llamar elefantes.

Y llega donde están sus compañeros y les dijo:

– Me dijo el Dios que así nos vamos a llamar.

Y después ya estaban contentos, ya sabían su nombre y


hasta aplaudían, pero el burro se molestó mucho y no po
día aprender cómo se iba a llamar.

– Ustedes se van a llamar camellos, pero nuevamente el


burro a medio camino se le olvidó y se fue otra vez allá
en donde esta el Dios y le dijo:

– Se me olvidó lo que me dijiste.

Y dijo el Dios:

–Ustedes se van a llamar caballos.

El burro regresó, pero no llegaba a medio camino y


nuevamente se le olvidó lo que le dijeron y volvió a
regresar en donde estaba Dios y le dice:

– Ya llegué de nuevo y se me olvidó otra vez lo que me


dijiste.

Y el Dios contestó:

– Ustedes se van a llamar burros, no se te vaya a olvidar,

ya son tres veces que te digo.

Y contestó el burro:

– No, no se me va a olvidar.

Y que llegó a donde estaban sus compañeros y les dijo:

79
LA MUCHACHA QUE SE CASO CON
EL DIABLO

En un pueblo pequeño una muchacha que creía ser muy


bonita, por sobre todas las demás sentía que nadie la
merecía, que era única en el pueblo, y sólo por este
hecho, pensaba:

—En este pueblo no existe el muchacho que me merezca,


nadie de aquí puede casarse conmigo.

Siempre vacilaba con todos y con nadie se portaba seria.


En cierta ocasión le habló el hijo del hombre más rico
del pueblo. Y pensó:

—Este es rico… pero feo, no me conviene.

En otra ocasión, fue el hijo de la máxima autoridad


municipal, pero tampoco le correspondió porque aunque
guapo, era pobre. Dijo:

—Este es guapo… pero no tiene mucho dinero.

O sea que el hombre con el que quería casarse debería


ser guapo y adinerado. Así pasó el tiempo sin cambiar su
actitud, y cierto día fue a visitar a sus tíos que vivían
lejos del pueblo, y al pasar por un crucero vio que se
acercaba un joven guapo y bien vestido, cabalgando en
un caballo negro. A simple vista se pensaría que se
trataba de una persona adinerada.

Cuando se encontraron el joven le habló con fines


matrimoniales y ella de inmediato le contestó de la
siguiente manera:

—Si en verdad me quieres, vamos a casarnos dentro de


ocho días.

Llegó el día en que se casaron y se dirigieron a la casa


del joven, la cual estaba deshabitada y en penumbras. A
la hora de dormir, la joven arregló el lugar en que
dormirían, mientras que su esposo daba de comer a su
caballo.

Ella observó que su cónyuge se acostaba con toda su


vestimenta, lo que despertó dudas en la muchacha sobre
la personalidad de su esposo. Éste, siempre evitaba estar
con ella al momento de cambiarse la ropa.

Una noche ella se dispuso a descubrir lo que escondía


su marido. Esperó a que se durmiera y comenzó a meter
las manos bajo su ropa. Grande fue su sorpresa al sentir
que todo el cuerpo estaba peludo, pero además tenía
cola. Fue entonces cuando se dio cuenta que se había
casado con el diablo. La enseñanza de este cuento es que
las muchachas no deben preocuparse tanto por la
belleza física, ni por los placeres que produce el dinero
en abundancia. Lo más preciado de toda persona es la
sencillez y belleza interna que son los valores morales.

80
DIOSES DE LA MUERTE

El reino de los muertos o inframundo,


conocido comúnmente como Mictlan, era
gobernado por el “Señor del Inframundo”,
Mictlantecuhtli, y por la esposa de este,
Mictecacihuatl, los “Infiernos”, el
Chignauhmictlan. Pero aparte de estas
deidades, existían otros dioses y diosas que
poblaban las regiones del Mictlan y que casi
siempre encontramos por parejas. Una de
ellas es Ixpuzteque, “El que tiene el pie roto
"y su esposa Micapetlacalli, “Caja de
muerto”. Por último conocemos el nombre
de Tzontemoc, “El que cayo de cabeza”, y su
esposa es Chalmecacihuatl, “La
sacrificadora” .

Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl eran la


pareja más importante de las regiones del
inframundo y habitan la más profunda de
ellas, a donde llegan los hombres a
descansar, no sin antes entregar a las
deidades presentes valiosos.

Mictlantecuhtli aparece con el cuerpo


cubierto de huesos humanos y un cráneo a
manera de mascara, con los cabellos negros,
encrespados y decorados con ojos estelares,
puesto que habita en la región de la
oscuridad completa. Adornan su cabeza una
rosetas de papel de las que salen conos, uno
sobre la frente y otro en la nuca. Sus
animales asociados son el murciélago, la
araña y el búho (tecolotl).

Origen Mexica

81
LA VAINILLA

Cuentan que Xanath, hija de nobles totonacas, célebre por


su belleza, vivía en un palacio cercano al centro ceremonial
de Tajín, sede de su pueblo.

Cierto día en que la joven acudió a depositar una ofrenda


sobre el plato colocado en el abdomen de Chac-Mool
("Mensajero Divino"), encontró casualmente a Tzarahuín
(jilguero), un alegre doncel al que le agradaba silbar, y
surgió entre ambos amor a primera vista.

Sin embargo, el romance mostró dificultades para prosperar,


porque Tzarahuin era pobre y vivía en una choza humilde
rodeada de tierra fértil en que abundaban las anonas, las
piñas y las calabazas. A pesar de la diferencia de clases, los
enamorados se reunían casi a diario, de manera fugaz,
cuando el mancebo llevaba al mercado la cosecha de sus
siembras, y en poco tiempo una sincera pasión se apoderó
de sus corazones.

Una tarde en que Xanath pasó junto al templo sagrado de


los nichos, la sorprendió la mirada penetrante del dios
gordo, que se caracterizaba por su vientre abultado, la frente
rapada y su triple penacho; y desde entonces el señor de la
felicidad se dedicó a cortejarla. La doncella logró esquivarlo
en un principio, mas el astuto dios encontró la forma de
revelarle sus sentimientos y, al ser rechazado, su alegría
habitual se tornó en cólera y amenazó a la joven con desatar
la furia de Tajín, si no accedía a sus reclamos amorosos.

La advertencia hizo temblar de miedo a Xanath, pero no


traicionó a Tzarahuín.

El astuto dios gordo resolvió entonces ganarse la confianza


del padre de la joven para que influyera en el ánimo de
Xanath. Lo invitó a su palacio, le reveló secretos divinos y
cuando manifestó interés por la linda muchacha, recibió
completo apoyo para casarse con ella.

Xanath hubo de soportar un mayor acoso del testarudo dios


y su padre la obligó a aceptar una nueva cita, que resultaría
fatal, pues luego de haber dado otra negativa al señor de la
felicidad, éste, irritado, lanzó un conjuro sobre la doncella y
la transformó en una planta débil de flores blancas y
exquisito aroma: la vainilla.

Y si bien el dios creyó vengarse, lo cierto es que mientras


de él existen sólo vagos recuerdos, en cambio, tenemos muy
presente en nuestros días a la planta orquidácea cuya
esencia es muy apreciada en la cocina y la pastelería de
muchas partes del mundo.

82
LOS XOCOYOLES
Cuentan los que vivieron hace mucho tiempo, que había
un hombre que no creía en la palabra de sus
antepasados. Le contaban que al caer una tormenta con
truenos y relámpagos salían unos niños llamados
xocoyoles.

Los xocoyoles son los niños que mueren al nacer o antes


de ser bautizados. A esos niños les salen alas y aparecen
sentados encima de los cerros y los peñascos.

Cuentan que esos pequeñitos hacían distintos trabajos:


unos regaban agua con grandes cántaros para que
lloviera sobre la tierra; otros hacían granizo y lo
regaban como si fueran maicitos; otros hacían truenos y
relámpagos con unos mecates. Por eso oímos ruidos tan
fuertes y nos espantamos.

Pero el hombre no creía. Un día, después de una gran


tempestad, se fue a cortar leña a un cerro de ocotes.
Cuando llegó vio a un niño desnudo, que tenía dos alas,
atorado en la rama de un ocote.

El hombre se sorprendió, sobre todo cuando el niño le


dijo:
- Si me das mi mecate que está tirado en el suelo, te
cortaré toda la leña que salga de este ocote.

- ¿En verdad lo harás? - le preguntó el hombre.


- Sí, en verdad lo haré.

Como pudo, fue uniendo varios palos. Al terminar puso


el mecate en la punta y se lo dio. Cuando el niño tuvo el
mecate en sus manos, le dijo al hombre que se fuera y
regresara al día siguiente a recoger su leña. El hombre
se fue y el xocoyol comenzó a hacer rayos y relámpagos.
EL ocote se rompió y se hizo leña. Cuando el niño
terminó su trabajo se fue volando al cielo a alcanzar a
sus hermanos xocoyoles.

Al día siguiente el hombre llegó al bosque y vio mucha


leña amontonada; buscó al xocoyol y no lo encontró por
ningún lado.

A partir de ese día comenzó a creer lo que le decían sus


abuelos.

83
LA MUCHACHA QUE SE CASO CON
EL DIABLO
Había una vez dos hermanos que se fueron a pasear a un
cerro, uno de ellos llevaba dinero y el otro no, solo lo
acompañaba. Llegaron a la cima de la montaña que estaba
como entre nubes y ahí encontraron un mercado en donde se
vendía pescado y otras cosas. Varias personas estaban
comprando. El muchacho que llevaba dinero le dijo a su
hermano:

—Voy a comprar pescado.

De inmediato fue a hacer sus compras. Al cabo de un rato


vio cómo comenzó a desvanecerse el mercado junto con su
hermano en medio de esas nubes.

Él comenzó a gritarle y lo buscó por todo el lugar. Al no


encontrarlo se desesperó, empezó a llorar y regresó a su
casa entristecido, para contarles a sus padres lo que había
pasado. Les dijo:

—Mi hermanito se perdió en el cerro y no vi donde se fue, o


quién se lo llevó.

Sus padres y hermanos lo regañaron, sólo por eso lo querían


meter a la cárcel, porque no cuidó a su hermano, pero al
final lo perdonaron.

Fueron a consultar al consejero del pueblo, porque ellos no


se explicaban lo que había pasado allá en el cerro y
necesitaban que alguien les aclarara el problema. Él les dijo:

—El hijo de ustedes se quedó atrapado en el cerro porque


hay un encantamiento. Cada año se abre exactamente a
mediodía, por eso ustedes deben ir a ese cerro el año
próximo para que puedan rescatar a su hijo. Si no van
pueden perder a su familiar para siempre, porque el cerro
nunca lo va a soltar, así que vayan a traerlo.

Dejaron pasar un año, y al llegar la fecha, su hermano fue a


esperarlo al mismo lugar en que se perdió un año atrás.
Volvió a ver la misma escena, tal y como se los dijo el
consejero. En ese instante jaló a su hermano fuertemente
para que ya no le vendieran nada, comenzó a rezar y a
platicar con su hermano, y éste le preguntó:

— ¿Por qué estas triste?

Él contestó:

—Tú estuviste perdido un año y estuvimos preocupados por


que no sabíamos donde estabas, pero ya que te
encontramos, vamos a casa para que descanses.

Cuando llegaron a casa, sus padres, hermanos y amigos se


alegraron mucho. Y desde entonces ya no les permiten que
vayan solos al cerro.

84
LOS HUESOS SAGRADOS

Hace mucho tiempo, los dioses intentaron crear a los seres


humanos en cuatro ocasiones, pero no tuvieron éxito.
La primera vez, todas las personas fueron devoradas por
jaguares; la segunda, un viento fuerte arrastró todo cuanto
encontró a su paso y los hombres y mujeres se convirtieron en
monos. La tercera, una lluvia de fuego quemó la tierra y los
seres humanos se convirtieron en aves. La cuarta, llovió tanto
que la tierra se inundó y las personas se convirtieron en peces.
Entonces los dioses se reunieron para hablar.
La tierra está lista para que habiten en ella el hombre y la
mujer –dijo Huitzilopochtli, dios del sol.
–Pero, ¿cómo lo haremos? –preguntaron los demás.
–Si queremos crear seres inteligentes y fuertes –dijo
Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada– necesitamos formarlos
con los huesos sagrados que se encuentran en Mictlan, el lugar
de los muertos.
–¿No hay otra manera? –Preguntó Xipe Totec, dios de la
primavera–. Nadie ha regresado del Mictlan con vida.
–Es la única manera –contestó Quetzalcóatl–, pero no se
preocupen, yo iré por los huesos sagrados.
Realizó un viaje largo y peligroso. Cuando llegó al Mictlan
quedó en presencia del dios de los muertos.
–¿Qué buscas aquí? –preguntó Mictlantecuhtli.
–He venido por los huesos sagrados –contestó Quetzalcóatl–,
para formar a los hombres y mujeres que poblarán la tierra.
–Te los daré, si haces lo que te pida –dijo Mictlantecuhtli.
Quetzalcóatl asintió con la cabeza.
–Quiero que hagas sonar mi caracol marino.

Quetzalcóatl tomó el caracol pero no pudo hacerlo sonar;


entonces se dio cuenta de que le habían tendido una trampa. –
¡Está tapado! –exclamó.
Soltando una carcajada, el dios de los muertos le dijo:
–Entonces no te daré los huesos.
Quetzalcóatl colocó el caracol en el suelo, se arrodilló y empezó
a cantar una melodía que atrajo a dos gusanos que perforaron
el caracol. Quetzalcóatl lo tomó y lo tocó.
–He cumplido –dijo–; dame los huesos sagrados.
Muy molesto, Mictlantecuhtli dijo:
–Tendré que dártelos.
Junto al trono del dios de los muertos se encontraban dos
montones de huesos: uno era para crear al hombre y el otro
para crear a la mujer. Quetzalcóatl los tomó y se apresuró a
salir.
En eso, Mictlantecuhtli gritó a sus criaturas:
–¡Deténganlo!
Pero Quetzalcóatl logró escapar.
Al llegar con los otros dioses, extendió los huesos en el piso, en
dos montones, tomó el primero y lo molió. Lo colocó en un
recipiente de barro, le agregó agua y con la pasta que obtuvo
formó al hombre. Con el otro montón formó a la mujer. Luego,
se pinchó con una espina de maguey, derramó unas gotas de su
sangre sobre las figuras y éstas cobraron vida.
Los dioses contemplaron con satisfacción estos nuevos seres que
desde entonces poblaron la tierra.

85
LA PRINCESA DONAJÍ

Donají era la bella hija del rey zapoteca Cosijopí, soberano


indómito que defendía con fiereza a su pueblo de la codicia
de aztecas y conquistadores españoles. Donají vivía junto a
su familia en el espléndido palacio de Dani Dixhina, el
Cerro Venado. Pero gustaba de perderse en los bosques
cercanos donde, olvidada de su alto rango, se deleitaba con
el simple rumor del viento o el canto de los pájaros. Su
lugar favorito del bosque era Guela Bupu, una cueva situada
debajo de una espumosa cascada: el lugar perfecto para un
refrescante baño matinal.

Cierto día, Donají, admirada por la belleza de los bosques,


se alejó tanto que no consiguió encontrar el camino de
regreso. Tras intentar vanamente regresar a su palacio, la
muchacha se recostó, agotada, bajo un frondoso pochote, a
cuya fresca sombra se quedó profundamente dormida. Al
despertar, la princesa no pudo reprimir un grito de terror: un
capitán español se encontraba de pie frente a ella. Sin
embargo, el joven no hizo ademán alguno de atacarla.
Deslumbrado por la belleza de Donají, no había atinado más
que permanecer junto a ella, observándola fascinado. La
muchacha, espantada, echó a correr a través del bosque, y
finalmente pudo regresar a su hogar.

Pero al día siguiente, sin que ella se explicara muy bien por
qué, sus pasos volvieron a llevarla junto al viejo pochote.
Allí la esperaba el joven capitán. Muy pronto, pese a
desconocer el idioma del otro, Donají y su español estaban
profundamente enamorados.

Pero los padres de la muchacha preparaban su boda con el


más fuerte y distinguido de los guerreros zapotecas. Donají,
valiente y decidida, rechazó ese noviazgo impuesto y rogó a
su padre que le permitiera unirse en cambio al capitán
español. Pero el rey, horrorizado, no hizo más que adelantar
la boda, prohibiéndole que volviese al bosque. Donají,
entonces, subió a la cima de la cascada sobre su amada
Guela Bupu y se arrojó a la cascada.

Desde entonces, dicen que en las aguas cercanas al lugar de


la tragedia flota una jícara hermosa, pero que nadie puede
alcanzar. Como nadie pudo apoderarse por la fuerza del
corazón de la bella Donají, valiente y noble como toda la
raza zapoteca.

86
LA PIEL DEL VENADO
Los mayas cuentan que hubo una época en la cual la piel
del venado era distinta a como hoy la conocemos. En ese
tiempo, tenía un color muy claro, por eso el venado podía
verse con mucha facilidad desde cualquier parte del monte.
Gracias a ello, era presa fácil para los cazadores, quienes
apreciaban mucho el sabor de su carne y la resistencia de
su piel, que usaban en la construcción de escudos para los
guerreros. Por esas razones, el venado era muy perseguido
y estuvo a punto de desaparecer de El Mayab.

Pero un día, un pequeño venado bebía agua cuando


escuchó voces extrañas; al voltear vio que era un grupo de
cazadores que disparaban sus flechas contra él. Muy
asustado, el cervatillo corrió tan veloz como se lo permitían
sus patas, pero sus perseguidores casi lo atrapaban. Justo
cuando una flecha iba a herirlo, resbaló y cayó dentro de
una cueva oculta por matorrales.

En esta cueva vivían tres genios buenos, quienes


escucharon al venado quejarse, ya que se había lastimado
una pata al caer. Compadecidos por el sufrimiento del
animal, los genios aliviaron sus heridas y le permitieron
esconderse unos días. El cervatillo estaba muy agradecido y
no se cansaba de lamer las manos de sus protectores, así
que los genios le tomaron cariño.

En unos días, el animal sanó y ya podía irse de la cueva. Se


despidió de los tres genios, pero antes de que se fuera, uno
de ellos le dijo:
—¡Espera! No te vayas aún; queremos concederte un don,
pídenos lo que más desees.

El cervatillo lo pensó un rato y después les dijo con


seriedad:
—Lo que más deseo es que los venados estemos protegidos
de los hombres, ¿ustedes pueden ayudarme?

—Claro que sí —aseguraron los genios. Luego, lo


acompañaron fuera de la cueva. Entonces uno de los genios
tomó un poco de tierra y la echó sobre la piel del venado, al
mismo tiempo que otro de ellos le pidió al sol que sus rayos
cambiaran de color al animal. Poco a poco, la piel del
cervatillo dejó de ser clara y se llenó de manchas, hasta que
tuvo el mismo tono que la tierra que cubre el suelo de El
Mayab. En ese momento, el tercer genio dijo:
—A partir de hoy, la piel de los venados tendrá el color de
nuestra tierra y con ella será confundida. Así los venados se
ocultarán de los cazadores, pero si un día están en peligro,
podrán entrar a lo más profundo de las cuevas, allí nadie
los encontrará.

El cervatillo agradeció a los genios el favor que le hicieron


y corrió a darles la noticia a sus compañeros. Desde ese día,
la piel del venado representa a El Mayab: su color es el de
la tierra y las manchas que la cubren son como la entrada
de las cuevas. Todavía hoy, los venados sienten gratitud
hacia los genios, pues por el don que les dieron muchos de
ellos lograron escapar de los cazadores y todavía habitan la
tierra de los mayas.

87
EL NIÑO DESAPARECIDO
Existió una familia que todos los días se levantaba muy
temprano, preparaba sus alimentos e iba a cortar café,
acompañada de su pequeño hijo.

Como todos los días, tomaron sus utensilios de trabajo y


se fueron al cafetal. Al llegar, acondicionaron una
hamaca para acostar al pequeño.

La madre lo meció un rato y cuando éste se quedó


dormido, fue a alcanzar a su esposo para iniciar su
labor. A medio día, el señor tuvo hambre y dijo a su
esposa:

—Ya tengo hambre ¿Y tú?

Ella contestó:

—Yo no, pero si quieres vamos a comer y aprovechamos


para ver si el niño ya despertó para darle de comer y
después seguimos cortando, hasta completar el costal
grande, para venderlo en la tarde y así tener dinero para
mañana.

Llegaron donde habían dejado a su hijo y grande fue


Su sorpresa, pues el niño no se encontraba.
Suspendieron la comida e iniciaron la búsqueda de su
hijo. Llorando, recorrieron todos los lugares por donde
creían que se encontraba, y por ningún lado lo hallaron.
De tanto caminar se cansaron; como la noche se
acercaba recogieron lo que llevaban y regresaron a su
casa.

Al llegar a su casa, fueron a visitar a la autoridad para


hacerle saber lo que había sucedido y pedirle su apoyo
para seguir buscando a su pequeño.

El representante invitó a otras personas, y muy de


mañana emprendieron la tarea de continuar buscando
al extraviado. Llegaron donde estuvo el niño y desde ahí
iniciaron su búsqueda. Así pasaron cuatro días
buscándolo y el niño por ningún lugar apareció. El
cansancio los agotó, se desesperaron y suspendieron la
tarea.

Pasaron 15 días, el señor conversó con su esposa y


decidieron ir nuevamente al lugar donde había sucedido
la tragedia. Caminaron hasta llegar al lugar y en esta
ocasión su sorpresa fue mayor, porque ahí donde
durmió el pequeño, encontraron su esqueleto.

Han pasado ya varios años, y nadie se explica quien le


hizo daño al niño, la finca está abandonada desde que
sucedió este hecho.

88
EL NIÑO QUE SE ENCUEVO
En un pequeño pueblo vivía un niño que siempre
andaba pastoreando a sus chivos, y por eso le gustaba
andar por todo su terreno. Un día sus animales huyeron
al bosque y se fueron muy lejos a terrenos ajenos y de
difícil acceso, pero el niño fue a buscarlos y cuando los
encontró, escuchó que alguien le tiró una piedra; como
no era temeroso, se acercó al lugar por donde había
salido y descubrió una enorme cueva, pero decidió
retirarse por que ya era tarde.

Al día siguiente, regresó y esta vez se atrevió a entrar,


pero lo único que logró fue perderse y jamás lo
encontraron. Cuentan los adultos que cuando alguien
pasa por ese lugar se escucha el canto del niño dentro de
la cueva, por lo que advierten: No entrar solo a las
cuevas desconocidas porque existe el riesgo de correr la
misma suerte del niño que se encuevó.

89
LEYENDAS AZTECAS
Existió un hombre que estaba obsesionado por ser el
favorito de los dioses, día y noche les rezaba, llego un día
donde el pensó que su familia se interponía en sus deseos
y decidió huir al bosque para rezar tranquilamente
desde ahí.

Después de algún tiempo los dioses se sorprendieron al


ver que el hombre rezaba día y noche solo en el bosque,
rápidamente decidieron probar su fe, el hombre había
dicho que no saldría del bosque, que permanecería en
ese lugar rezando por un tiempo, los dioses intentaron
hacerlo salir del bosque para probar que no era
realmente fiel pero ninguno pudo, en ese momento la
diosa más hermosa de todas apareció fuera del bosque y
comenzó a llamar al hombre, este quedo sorprendido de
la belleza, ella le dijo que lo recompensaría por sus
rezos, entonces el hombre salió rompiendo su promesa,
al hacer ella le corto la cab. como castigo y su cuerpo fue
transformado en escorpión.

Es así como se dice que nacieron los escorpiones.

90
LOS NIÑOS TRAVIESOS
Hace mucho tiempo había unos niños traviesos que les
gustaba jugar de noche; aunque sus padres lo prohibían,
los niños no hacían caso. Una noche, mientras jugaban,
un hombre quiso asustarlos. Éste se disfrazó de un
extraño animal, rugía, aullaba y hacía ruido al mover la
maleza; los niños le lanzaron piedras, obligándolo a huir
del lugar.

Desde luego, esto, a los niños les causó mucha gracia y


continuaron jugando. Aquel hombre no se dio por
vencido y regresó convertido en una enorme bestia. En
esta ocasión todos los niños querían subir al lomo del
animal y como eran varios, no cupieron. De pronto uno

de ellos dijo:

—¡Colguémosle un palo para que todos podamos subir!


Así lo hicieron y durante largo rato anduvieron
divirtiéndose sin percatarse del paso de las horas.

Llegada la media noche se escuchó el canto de un gallo y


en ese instante el animal desapareció y todos los niños
cayeron al suelo. Los niños se asustaron demasiado y
todos se fueron a sus casas.

91
TLAZOLTEOTL
Un hombre llamado Jappán quería llegar a ser el
favorito de los dioses; abandono a su familia y todos sus
bienes, y comenzó su vida de ermitaño en el desierto.
Una vez allí, permaneció día y noche entregado a la
devoción.

Los dioses quisieron poner a prueba su virtud y


ordenaron al demonio Yaotl –el enemigo- que lo tentara
y lo castigara si se rendía. Yaotl le ofreció las criaturas
más hermosas para hacerlo bajar de la alta roca donde
se había instalado, pero todo fue en vano. La diosa
Tlazolteaotl, interesada en aquel juego, se presento ante
Jappán, que al ver su hermosura quedo turbado, y le
dijo:

-Hermano Jappán, maravillada de tu virtud y


conmovida por tus sufrimientos, quiero reconfortarte.
¿Cómo puedo llegar hasta ti para hablarte mas
cómodamente?

El ermitaño, sin darse cuenta de la trampa que le tendía,


bajo de su roca y ayudo a la diosa a subir a ella. Al
hacerlo, la virtud de Jappán cayó y enseguida llego
Yaotl –y a pesar de todas sus suplicas- le corto la cabeza.

Los dioses lo transformaron en escorpión y avergonzado


se escondió bajo la piedra. Luego Yaotl fue a buscar a la
mujer de Jappán, Tlahuizin –la inflamada- y la llevo
junto a la piedra donde estaba escondido su marido, le
contó lo que había pasado y también le corto la cabeza.

Uniéndose a su marido bajo la roca, dieron nacimiento a


escorpiones de diferentes colores. Los dioses
consideraron que Yaotl se había excedido en su misión y
lo transformaron en saltamontes.

92
EL PERRO-NAGUAL
Y siempre las señoras hacían tortillas en canastos
grandes. Siempre las hacían en la noche para el otro día
llevárselas a vender. Y siempre les faltaban las tortillas.
Decían:

—¿Pus qué pasaría?, ¿quién se llevará las tortillas que


ponemos en los canastos para vender?

Y que un día dicen que llega..., que dicen que estaban


paradas espiándola ver quién y que dicen que era, pues,
un perro que se llevaba las tortillas.

Y sacan el machete y que le dan al perro, y se fue


sangrando el perro. Y al otro día que amaneció se
fueron siguiendo la sangre del perro. Entonces se siguió
y se siguió, y al llegar a una casita ahí terminó la sangre.
Entonces,
pues, tocaron, y salieron, y era una viejita que estaba
herida. . .

93
EL CARNICERO NAGUAL
Nos cuenta mi papá algo del nagual: dice que había un
carnicero que siempre tenía mucha carne y manteca y
siempre de la mejor en Todos Santos, en diciembre, y
muchos guajolotes. Y una noche iba mi papá y un amigo
bien borrachos cuando vieron un burro que llevaba
cargando un marrano, pero bien grandote. Pero iba
solo, y como no tenía dueño, que lo agarran y se fueron
caminando con el burro. Pero después de un rato el
burro se convirtió en el carnicero y les dijo que no lo
delataran y
les daba carne y manteca y dinero si querían. Y por el
asombro y miedo aceptaron. Después de un tiempo lo
mataron en un corral cuando se estaba robando unos
guajolotes, y se hizo gente, y se acabó el nagual.

94
LA MUCHACHA QUE BEBÍA SANGRE

Una muchacha se casó con un muchacho. Entonces se la


llevó a vivir con sus papás, el muchacho. Entonces ella
no comía ni comida ni sal ni cosas, pero ella se iba diario
a visitar a su mamá, y decían:

—¿Por qué no querrá ella comer aquí?

Decían:

—Pues quién sabe, decían, es que no quiere comer,


dicen, y así es todo el tiempo.

Entonces se iba para su casa de su mamá y allí llegaba, y


veían cómo se tomaba la sangre en botellas. Entonces no
quería la sal porque era bruja.

95
LA MUJER-VÍBORA
Dicen que en una barranca, en el cerro de Jazmín, en
Hidalgo, hay una mujer que dice siempre que por favor
la saquen. Es una mujer muy bonita. Entonces van y se
bajan y la suben cargando, pero ya como a medio
camino les empieza a pesar mucho, y ya cuando se
voltean (porque pesa y van avanzando y va pesando
más)..., y resulta que cuando se voltean es una víbora
enorme. Y la tiran. Y entonces se queda llorando,
porque además la dejan peor.

96
LA MUJER QUE FLOTABA EN EL
AIRE

Que un borrachito que en la noche andaba en la calle y


que vio una mujer muy bella y la fue siguiendo, la fue
siguiendo, pero se dio cuenta de que no caminaba, sino
que iba flotando en el aire, que iba caminando con una
falda blanca muy larga, pero se veía que no daba paso,
sino que iba flotando en el aire. Cuando en eso ya, la
quiso alcanzar..., porque para verla..., y que voltea la
cara y que grita: “¡aaay, mis hijos!” Es lo de la Llorona,
se le quitó hasta la borrachera. Es un hecho real.

97
LA MUJER DE BLANCO

Uno de mis abuelitos, al venir con unos vecinos


caminando sobre una avenida larga —ya eran más de
las doce de la noche—, se encontraron una persona de
blanco y de cabello largo que iba caminando. Ya dice
que cuando en el momento que pasa junto a ellos los
roza con el codo.

Al llegar a la casa, él queda completamente ya sin voz y


mudo. ¿Y las otras personas? Una de ellas falleció, ¡ah!,
y se lo atribuyeron a ella. Y el otro, al despertar, pues se
dio cuenta, pues, que ya no podía hablar para nada. Y
con humo solamente le fueron limpiando los oídos para
que poco a poco fuera recuperando la voz, era eso.
[Entrevistador: ¿Y era la Llorona?] Sí, por lo que
cuentan, pues sí; toda de blanco, y le digo que flotaba.
Entonces eso es lo que contaban, por la hora le digo que
era la Llorona.

98
LA NOVIA

Un muchachos me platicó que un día fueron a una fiesta,


este, salieron de la fiesta y por allá vieron a una novia,
¿no? Entons, vieron a una novia, y el otro amigo dijo: —
¡Mira!, dice, ¡ya se salió la novia!, ¡vamos a seguirla! Y
dice que el otro joven la siguió, y que cuando se quiso
dar cuenta, en un poste dio la vuelta, y cuando se dieron
cuenta ya estaba hasta la otra esquina. Que entonces
dijeron: “¡es la Llorona!”, y que el otro muchacho se
murió porque quiso seguir a la Llorona.

99
PAQUIME
La primera chispa de mi pedernal caerá en el sur, la
segunda caerá en el norte, la tercera en el oriente, la
cuarta en el poniente y la quinta caerá en el centro que
soy yo mismo: Tatevarí Tamatz.

al decir esto se encendió la yesca y el viejo se convirtió en


una gran llamarada. Los animales se asustaron, era la
primera vez que veían el fuego, era la primera vez que se
veían a sí mismos.

100
EL GATO Y EL PAJARITO
Una vez, en una casa vivía un gato. En medio de la casa
estaban tirados muchos maicitos donde siempre iba
a comer un pajarito, el gato se enojó y dijo:

– Ahora sí me voy a comer a ese pajarito, ya me hizo


enojar mucho, siempre cuando viene me despierta.
Ahora me lo voy a comer; y en una ocasión lo agarró y
ya lo iba a poner en la lumbre. Entonces el pajarito le
dijo al gato:

– Ve a lavarte las manos, si no te va a dar diarrea. El


gato se fue a lavar las manos y el pajarito aprovechó la
ocasión y voló.

101
EL CONEJO Y EL HOMBRE
Había una vez un conejo y un hombre. Éste sembró frijol
para vender los ejotes, y el conejo se comió toda la cosecha.
El señor pensó poner en su huerta un espantapájaros para
asustar al conejo, y así se fuera a comer a otro lugar, pero
el conejo se escondió debajo de una piedra para que no lo
vieran. Por ahí salieron unos perros, y de inmediato lo
olfatearon. El dueño de la huerta dijo:

– Ahora verás conejo, te van a comer los perros, si te matan


nunca más volverán a tenerte coraje los hombres y así ya no
podrás hacer más daño a las huertas y aprenderás de no
causar perjuicios y a respetar la propiedad ajena.

102
EL ESPEJO DE LOS DIOSES
Cuenta la leyenda que a la llegada de los españoles a
Michoacán, después de la caída de Tenochtitlán, un español
se enamoró de Eréndira, la hermosa hija de Tangaxoan, rey
de los purépechas; la raptó y la escondió en un precioso
valle rodeado de montañas.

La princesa, sentada sobre una roca, lloró tanto que sus


lágrimas formaron un gran lago, y luego, desesperada por
escapar, se arrojó al mismo, en donde se convirtió en sirena.
Desde entonces, por su gran belleza, al lago se le llamó
Zirahuén, que en purépecha significa “espejo de los dioses”.

Dicen que la sirena aún vaga por esas aguas y que en las
primeras horas de la madrugada surge del fondo para
encantar a los hombres y ahogarlos.

103
EL TLACUACHE Y EL COYOTE

Había una vez un tlacuache y un coyote. El tlacuache estaba


atajando una piedra, llegó el coyote y le preguntó:

– ¿Qué es lo que atajas, tlacuache?

Contestó el tlacuache:

– Estoy atajando una piedra, si no la atajo se pierde el


mundo.

El coyote le vuelve a preguntar:

– ¿Ya te cansaste tlacuache de tanto atajar la piedra?


Contestó el tlacuache:

– Ya me cansé.

Pero el coyote, muy contento, se ofreció a ayudarle y le


dijo:

– Yo voy a atajar la piedra para que no se pierda el mundo,


si no nos perderemos tú y yo; si quieres ve a buscar
comida, yo aquí te espero.

El tlacuache muy obediente se fue a buscar la comida,


pero se tardó mucho y no podía llegar, el coyote ya tenía
hambre y dijo:

– Aunque se pierda el mundo, soltaré la piedra.

El coyote soltó la piedra y se fue a buscar al tlacuache. Lo


encontró en unos nopales comiendo tunas y le dijo:

– ¡Tú me engañaste, me dijiste que regresarías y no lo


hiciste, ahora me las vas a pagar!

– ¿Qué dijiste?

Responde el tlacuache:

– No te enojes, coyote, vengo a comer tunas maduras.

El tlacuache le ofreció una tuna madura y éste se la comió,


la sintió tan sabrosa que le volvió a pedir otra, pero esta
tuna era verde y tenía espinas, y a la hora de comerla se
espinó y ahí quedó tirado boca abajo.

104
CHALCHIUTECÓLOTL Y
TLACATECÓLOTL
Chalchiutecólotl, Precioso Búho Nocturno, dios del
Inframundo, de la pestilencia y del misterio fue
venerado y temido por los mexicas. El tecolote, “pico
encorvado”, símbolo de la muerte y de la noche, era el
décimo de los trece glifos del Tonalpohualli, Libro de la
Adivinación. Chalchiutecólotl fue el eterno acompañante
del dios Tezcatlipoca, a la vez que el mensajero del dios
de la muerte y patrón de aquellas personas que nacían el
día Miquiztli, “muerte”. Se le temía porque presagiaba
enfermedades y catástrofes, y se le ligaba con los
Tlacatecólotl, “los hombres búhos”, ladrones y
violadores quienes tenían la capacidad de convertirse en
tecolotes cuando estaban a punto de ser atrapados y así
poder huir. Desde entonces, el tecolote anuncia la
muerte: “Cuando el tecolote canta el indio muere”, dice
el refrán.

Los nahuas de la región de los Tuxtlas, Veracruz, ven al


tecolote como un ave de mal agüero que envían los
brujos con el propósito de quitar el alma a los hombres y
causarles la muerte. Los brujos arrojan tecolotes
disecados rellenos de hojas de maíz al techo de la casa
donde vive la persona que desean matar.

Los nahuas de Chicontepec cuentan que en el inicio de


los tiempos, Ompacatotiotzin, el dios dual, durante la
repartición de las tareas que correspondían a cada uno
de los dioses en el momento de la Creación, indicó a
Tlacatecólotl, el Hombre Búho, que él sería el encargado
de vigilar la conducta de los seres humanos y de dar el
castigo que se merecían aquéllos que pecaran de
desobediencia. Fue su esposa Miztli, la Luna, la
designada para ayudarle a llevar a cabo dicha tarea. El
Hombre Búho es también quien propiciaba el equilibrio
cosmogónico, pues auxiliaba al dios Sol en su tarea de
alumbrar a la Tierra; sus dos amos son el Sol y la Luna.

El dios Tlacatecólotl otorgaba riquezas a los hombres,


pero que también podía quitárselas a su arbitrio;
gustaba de provocar discordias, pero resolvía muchos
problemas de difícil solución; curaba las enfermedades,
pero también era capaz de provocar la muerte; era el
actante mediador entre el bien y el mal. Debido a estas
cualidades contradictorias y al poder que tenía para
ejercerlas, fue un dios muy respetado y muy temido.
Tlacatecólotl tenía un espejo luminoso y mágico en un
cerro llamado Xicoatepec. Gustaba de usar
indumentaria de color café y de llevar un sahumerio
con copal en las manos del cual nunca se desprendía.

105
LA NAHUAL DE COYOACÁN
Hace mucho tiempo existía una bella doncella, quien se había
casado con el joven más guapo del pueblo. Todos decían que
eran la pareja ideal.

Cierta mañana su compadre le preguntó: “¿qué tal es tu


mujer?”

“Excelente además de bella una estupenda cocinera. Lo que


no me acaba de agradar es que desde que nos casamos me
prepara moronga.”

Esto extraño al compadre, quien al día siguiente regreso y le


dijo: “compadre no es por chismear, pero a mí me dijeron que
eso es malo. Pregúntele a la comadrita el porqué.”

Acto seguido se fue el hombre y cuestiono a mujer: “oye amor


¿porque siempre desayunamos moronga?”

“es porque mi padre es dueño del rastro y lo que no se vende


nos lo repartimos entre los hijos, a mi hermano mayor lo
tocan las viseras, a mi hermana las patas, y a mí la sangre...
por eso.”

El hombre quedo complacido con dicha explicación. Sin


embargo el compadre se presento asustado, comentándole que
en el pueblo todos sabían que ella era una bruja y que por ello
nadie le desposaba.

“mejor espíela compadre... espíela... y vera de dónde saca la


moronga.”

Así lo hizo y tempranito en la mañana antes de que el sol


saliera, vio como su mujer se levanto y camino hacia la
cocina...

A través del fogón vio la figura de su esposa. La cual ante sus


ojos y sin percatarse de ser vista, se empezó a quitarse la piel y
convertirse en una bola de fuego...

El Joven quedo impactado sin habla, corrió a ver a su


compadre y contarle lo que había visto...

“Compadre.... compadre... salga rápido por favor.”

Gritaba el joven, quien al ver a su compadre sin mediar


palabra le tomo del brazo y se lo llevo a su casa. Ahí
encontraron la piel de su esposa, el compadre al verla se
quedo sin habla, mas en un momento de lucidez le dijo:
“quemémosla, así no podrá regresar y así ya no seguirá
matando a más niños”

Y así lo hicieron.

Quemaron la piel de la joven, quien al regresar y no encontrar


su piel gritaba enfurecida y al mismo tiempo asustada pues la
mañana se acercaba y el sol empezaba a verse en el horizonte.

El joven escondido y muy asustado vio cuando los primeros


rayos del sol quemaron a su esposa.

…y este fue el fin de la nahual de Coyoacán.

106
UN SAPO QUE ERA UNA MUCHACHA
Había una señora que tenía tres hijos: el primero se llamaba
Pedro, el segundo Tito y el tercero Juan. Se casó Pedro y
después se casó Tito. Juan todavía no se casaba, y se iban a
trabajar los tres juntos. Siempre veían que pasaba un burro
que cargaba una bolsa, entonces pensó Juan:

– Voy a ver ese burro, a ver qué lleva en la bolsa y la voy a


agarrar.

De pronto escuchó una voz que dijo:

– No me agarres, porque si me agarras te casas conmigo.

Y no lo agarró, y así pasaron los días, pero el muchacho se


decidió, y agarró la bolsa, y vio que era un sapo que estaba
adentro y se casó con él; siempre lo andaba cargando en un
morralito. Cuando iba a lavar lo soltaba en el agua, lo
lavaba muy bien y así pasaron los días hasta que se decidió
la suegra que molieran las tres nueras para ver quien molía
más bien, las comparó y molió mejor el sapo haciendo las
tortillas esponjaditas. Pasaron unos días más y Tito y Pedro
se decidieron casar.

Fueron al pueblo más cercano. Y el sapo también se quería


casar, se fueron y llegaron a un río. Entonces el sapo se
quería bañar y dijo:

– Suéltame aquí, porque voy a bañarme y si ves que sale


algo no te espantes.

Se metió al agua, tardó un poco y que sale un caballo. El


muchacho lo atajó, después volvió a salir otro, al poco rato
sale una muchacha de pelo largo muy bonita y se fueron al
pueblo para que se casaran. La gente se admiró porque la
muchacha era muy guapa, y así se casaron los tres herma
nos. Al terminar el casamiento se fueron a su pueblo e
hicieron festa. Comieron y tomaron, hubo de todo y querían
mucho a la muchacha bonita que era el sapo.

107
Sitio de consulta:

http://www.mayadiscovery.com/es/leyendas/default.htm
http://www.vozpublica.com.mx/producto.asp?sec=1&id=1215
http://www.mayadiscovery.com/es/leyendas/default.htm
http://www-01.sil.org/mexico/nahuatl/guerrero/F004c-Rey-ngu.htm
http://www.purepecha.mx/threads/4967-Los-zarcillos-de-Nan%C3%A1-kuts%C3%AF-Cuento-Leyenda-Prehispanica
http://www.tareasya.com.mx/index.php/tareas-ya/secundaria/espanol/generos-literarios/1660-Mitos-y-leyendas-prehisp%C3%A1nicos.html
http://www.taringa.net/posts/info/7724450/Mitos-y-leyendas-del-mexico-prehispanico.html
http://www.mitos-mexicanos.com/content/view/146/59/
http://www.arqueomex.com/S2N3nMito89.html
http://www.pendulodechiapas.com.mx/cultura/77-cultura/8322-cuentos-indigenas
http://www.culturaspopulareseindigenas.gob.mx/pdf/antologia_cuentos_indigenas_de_guerrero.pdf
http://nasdat.com/index.php?board=48.0
http://www.redmexicana.com/leyendas/
http://html.rincondelvago.com/mitos-y-leyendas-prehispanicas-y-coloniales.html
http://sinalefa2.wordpress.com/leyendas-y-mitos/la-leyenda-del-cacao/
http://rincondelecturas.com/lecturas/20055-los-huesos-sagrados-leyenda-azteca/20055-los-huesos-sagrados-leyenda-azteca.php
http://www.mitos-mexicanos.com/leyendas-mexicanas-prehispanicas/
http://leyendascortas.com.mx/leyendas-aztecas/
http://www.alfabetos.net/alfabeto-maya/cuentos-mayas-traducidos-2.php
http://www.indemaya.gob.mx/descargas/archivos/Cuentos%20Mayas.pdf
http://mitosyleyendascr.com/mexico/mexico37/
http://www.rlp.culturaspopulares.org/textos/15/03-Campos.pdf
http://www.costaricavipguides.com/leyendas_mexico_10.html
http://www.arqueologiadelperu.com.ar/naymlap.htm
http://mexicolindoyquerido.com.mx/mexico/index.php?option=com_content&view=category&id=193:mitos-y-leyendas-mexicanos&Itemid=70
http://www.aveli.gob.mx/files/2013/08/TLAHTLAPOWALTIN.pdf

Texto extraído del libro Leyendas y Consejas del Antiguo Yucatán de Ermilo Abreu Gómez. Editado por el Fondo de Cultura Económica, México.

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