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Durante este periodo has trabajado de una forma diferente a la habitual, pero sabemos
que sigues con el mismo entusiasmo y motivación al momento de realizar tus
actividades.
Es sumamente importante que sepas cuánto has avanzado en este proceso, y por eso
ya es momento de realizar una evaluación.
Ten presente completar tu prueba de manera individual y con tranquilidad, ya que así
podrás conocer tus fortalezas y debilidades de la unidad trabajada.
La evaluación consta de 18 preguntas de selección múltiple. Escribe tus respuestas en
tu cuaderno en una tabla como la que está al final de la prueba, con el título:
”Evaluación Formativa Epopeyas” y fecha .
La Ilíada
(Canto III, fragmento)
Homero
Puestos en orden de batalla con sus respectivos jefes, los troyanos avanzaban chillando y gritando como aves
así profieren sus voces las grullas en el cielo, cuando, para huir del frío y de las lluvias torrenciales, vuelan
gruyendo sobre la corriente del Océano y llevan la ruina y la muerte a los pigmeos, moviéndolos desde el aire -
cruda guerra- y los aqueos marchaban silenciosos, respirando valor y dispuestos a ayudarse mutuamente.
Así como el Noto derrama en las cumbres de un monte la niebla tan poco grata al pastor y más favorable que la
noche para el ladrón, y sólo se ve el espacio a que alcanza una pedrada; así también, una densa polvareda se
levantaba bajo los pies de los que se ponían en marcha y atravesaban con gran rapidez la llanura.
Cuando ambos ejércitos se hubieron acercado el uno al otro, apareció en la primera fila de los troyanos Paris,
semejante a un dios, con una piel de leopardo en los hombros, el corvo arco y la espada; y, blandiendo dos
lanzas de punta de bronce, desafiaba a los más valientes argivos a que con él sostuvieran terrible combate.
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Menelao, querido por Ares, lo vio venir con arrogante paso al frente de la tropa, y, como el león hambriento
que ha encontrado un gran cuerpo de ciervo o de cabra montés, se alegra y devora, aunque lo persigan ágiles
perros y robustos mozos; así Menelao se holgó de ver con sus propios ojos al deiforme Paris –se figuró que
podría castigar al culpable- y al momento saltó del carro al suelo sin dejar las armas.
Pero el deiforme Paris, apenas distinguió a Menelao entre los combatientes delanteros, sintió que se le cubría
el corazón, y, para librarse de la muerte, retrocedió al grupo de sus amigos. Como el que descubre un dragón
en la espesura de un monte, se echa con prontitud hacia atrás, le tiemblan las carnes y se aleja con la palidez
pintada en sus mejillas; así el deiforme Paris, temiendo al hijo de Atreo, desapareció en la muchedumbre de
los altivos troyanos.
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II.- Lee atentamente cada pregunta y escribe una X en la alternativa que consideres
correcta (1 pto c/u)
a) La fuerza
b) La belleza
c) La valentía
d) La inteligencia
4.¡Héctor! Con motivo me increpas y no más de lo justo (…) ¿Qué opción reemplaza mejor a la
palabra subrayada manteniendo su sentido?
a) Hablas
b) Regañas
c) Aconsejas
d) Murmuras
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a) León
b) Cabra
c) Ciervo
d) Dragón
a) Ares
b) Héctor
c) Afrodita
d) Menelao
7. ¿Qué figura literaria predomina en este fragmento: “pero tu corazón es inflexible como el
hacha que hiende un leño (…)”?
a) Metáfora
b) Hipérbole
c) Comparación
d) Personificación
8. La expresión subrayada dentro del siguiente fragmento “Los troyanos son muy tímidos;
pues, si no, ya estarías revestido de una túnica de piedras por los males que les has
causado”, se refiere a que:
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Pero no todos los mortales, eran iguales entre sí. Y menos que ninguno el potentado Ulises, hijo predilecto
del talento.
La hostilidad de Poseidón; dios del mar y de las tempestades, lo hizo atravesar todo tipo de peligros y
contingencias. Mientras, su desconocido hijo Telémaco, lo busca incansable por todos los mares,
preguntado por él, a cuantos navíos se cruzan en su estoico viaje.
En cuanto a Penélope, la desconsolada esposa, aguanta en la isla a los pretendientes al trono, pues éstos
creen muerto al astuto rey, y debe casarse con uno de ellos. La reina, los desalienta y engaña; diciéndoles
que decidirá, cuando acabe el sudario para su esposo, que ha empezado a tejer.
Pero sin que los abusivos aspirantes lo sepan, desteje de noche lo que hila de día.
Entre tanto, el héroe de Itaca, pasa por diversos lances: Recaló en el país de los Lotófagos; que tras la
ingesta de una extraña flor, caían en un profundo olvido. Llegó a la siniestra isla de los Cíclopes; seres
gigantescos de un solo ojo, hijos de Poseidón y una ninfa marina, donde amparándose de nuevo en su
mordaz astucia, cegó con un madero ardiente a Polifemo, el menor de los monstruosos cíclopes. A
continuación arribó en la isla de Eolo, en el país de los Lestrigones, y a la isla de la diosa Circe. Evocó a los
muertos en el país de los Cimerios, pasó junto a la isla de las sirenas y atravesó con éxito el peligroso
estrecho entre Escila y Caribdis, colosales monstruos marinos. Tras todo ello, y tras haber perdido a
todos sus compañeros, fue cuando llegó a la isla de la diosa Calypso, la cual lo retuvo en ella durante cinco
años, pretendiendo en su dulce cautiverio que el desquiciado Ulises, la tomara por esposa.
Entonces y apiadándose del valeroso héroe, la divina Palas Atenea, ruega azoradamente a Zeus, la
liberación del sufrido guerrero. El poderoso dios, transige a la petición de su amada hija, y pide a
Hermes, que lleve el mensaje de liberación a Calypso, pues no es el destino de Ulises, yacer junto a ella,
sino volver a su patria, junto a los suyos. Es cuando liberado ya de su cautiverio, el rey de Itaca, llega al
país de los Feacios, donde es conducido por la princesa Naússica, en presencia del noble rey Alcinoo. Que
dispuesto a ayudarle, pone a su disposición una magnifica nave, que lo llevará de regreso a su añorada
Itaca.
Puestos por fin sus pies en la isla, comprueba irascible, como su palacio, se encuentra invadido por un
excesivo hatajo de pretendientes, que a cuerpo de rey, devastan las posesiones del extrañado monarca.
Ulises con la ayuda de Atenea, accede a palacio trasmutado en mendigo, y con la ayuda de su hijo
Telémaco, que finalmente encontrara, y de Eumeo y Filetio; fieles colaboradores, aniquila a todos los
pretendientes.
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a) Animales mutantes
b) Dioses salvajes
c) Hombres gigantescos y de un solo ojo
d) Mujeres que danzan en el mar
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a) Leyenda
b) Epopeya
c) Cuento
d) Poema
18. A partir de lo leído, se puede inferir que Ulises era un hombre que:
a) No quería a su familia
b) Respetaba a los dioses
c) Luchaba por sus ideales
d) Le temía a los guerreros
¡ÉXITO EN TU EVALUACIÓN!
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