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Universidad de Antioquia

Facultad de Comunicaciones
Filología hispánica

Vanessa Zuleta Quintero


C.C. 1036671829

1. ACCIÓN

Áyax descubre que ha matado a unas reses, no a sus enemigos.

Categoría: Anagnórisis

Antecedentes:

Áyax está satisfecho con la venganza que ha provocado sobre sus enemigos y tiene un
diálogo con Atenea en el que evidencia su orgullo; hasta que Tecmesa le cuenta lo que
ha hecho con las reses y Áyax cae en una profunda tristeza y frustración.

Consecuencias:

Su cuerpo y su vida pierden el poco respeto que quedaba en alguno de sus enemigos,
pero cuando conocen la verdad de las ilusiones infundidas por Atenea le permiten ser
enterrado y tener un poco más de dignidad en su muerte.

Cita:

!Ay infortunado de mí, que con mi mano solté los genios vengadores y, cayendo sobre
cornudos bueyes y lustrosas cabras, derramé negra sangre! (Sófocles, p. 138)

Explicación:

Esta acción se trata de una anagnórisis que no se da por lance patético, pues se puede
ver escenificado a Áyax cuando hace consciencia de la muerte que ha ocasionado a las
reses. No obstante, esta no es una acción cualquiera, sino el descubrimiento de una
verdad que, además de cambiar su condición y su suerte, revela al personaje una
información determinante que le hace perder sentido a su vida porque, por no tener el
favor de los dioses, su honor y su sentido de vida se pierden también. Y todo lo anterior
queda consignado en la cita anterior cuando relata la verdad que contiene su afirmación.

2. ACCIÓN
Áyax se entera por boca de Tecmesa que alejó a su hijo de él para que no lo matara.

Categoría: Agnición en primera persona.

Antecedentes:

Áyax ya tiene conocimiento de la muerte que ha ocasionado a las reses, por lo que, se
encuentra lamentándose en un diálogo con Tecmesa y desea ver a su hijo Eurísaces.

Consecuencias:

Agradece la inconsciencia de la infancia que libra a los niños de pesares como los que él
está sintiendo y designa a su madre Eribea y a Telamón para que se hagan cargo de su
hijo cuando él muera.

Cita:

Áyax — Tráeme, pues, a mi hijo para que lo vea.


Tecmesa — En verdad que por causa de mis temores lo saqué de aquí.
Áyax — ¿Mientras estaba en estos males, o qué me dices?
Tecmesa — No fuera a ser que al toparse contigo el infeliz encontrara la muerte.
Áyax — ¡Esto hubiera sido digno de mi destino!
Tecmesa — En cualquier caso yo vigile para evitarlo.
Áyax — Alabo tu acción y la previsión que has tenido (Sófocles, pp. 147-148)

Explicación:

La anterior es una agnición en primera persona que no se da por lance patético pues se
puede ver escenificada en la conversación que Áyax está teniendo con Tecmesa. La
siguiente acción puede tener diversas miradas según el personaje desde el que se
comprenda. Es evidente que, si se piensa en la suerte que podría haber tenido el hijo de
Áyax, ya no se trataría de una agnición en primera persona; sin embargo, en este caso se
trata de una agnición en primera persona, porque Áyax aquí tiene un papel protagónico
y su condición cambia por una información que recibe por vía de Tecmesa, pues
comprende que su enceguecimiento solo lo ha hecho matar reses y no personas
inocentes. Su honor y su dolor, por tanto, no se ven doblemente afectados como en el
caso de que hubiera matado a su hijo; a su vez, esto le permite actuar en favor de su hijo
y de su futuro.

3. ACCIÓN

Teucro recibe insultos por parte de los argivos


Categoría: peripecia

Antecedentes:

Los argivos se han enterado de que Áyax en vez de matarlos ha matado a unas reses,
porque Atenea ha infundido visiones en él y ellos han considerado deshonrosas sus
acciones.

Consecuencias:

Teucro comprende el posible peligro que representan los actos de su hermano e intuye
que esto podría ocasionar su muerte, así que envía un mensajero para solicitar a Áyax
que permanezca en su casa hasta que Teucro llegue hasta donde él está.

Cita:

[Teucro] al llegar junto a la tienda de los generales, fue insultado por todos los argivos
al tiempo (Sófocles, p. 151).

Explicación:

La anterior es una peripecia que no se da por lance patético pues aparece escenificada
mientras el coro la narra, además, porque no se trata de un pensamiento o un recuerdo al
que se regresa, sino que se da en ese tiempo presente de la narración. Dicha acción no
cambia la suerte de Teucro ni la de Áyax, porque estos insultos no logran detener la
muerte de su hermano ni inciden significativamente en la trama de la tragedia.

4. ACCIÓN

Tecmesa observa que Áyax ha llevado a cabo su muerte por sus propias manos.

Categoría: Agnición de un tercero o allegado.

Antecedentes:

Después de que Áyax se entera de que no ha matado a sus enemigos; sino a unas reses
debido al desfavor de Atenea, decide quitarse la vida. Lo anterior lo ejecuta, aunque sea
por vía de una muerte deshonrosa, pues en una vida sin el favor de los dioses y sin
honor vale más la muerte que la vida misma.

Consecuencias:
Su acto es condenado por sus amigos y enemigos y perjudica también la libertad y el
honor de su familia.

Cita:

Corifeo — ¿Y por mano de quien el desdichado lo llevo a cabo?


Tecmesa — Él mismo por sí mismo. Es evidente: la espada sobre la que ha caído,
clavada por el en tierra, lo manifiesta (Sófocles, p. 162)

Explicación:

La anterior es una agnición en tercera persona que no se da por lance patético, puesto
que está escenificado en la obra y porque representa una información obtenida por
Tecmesa que ella transmite al Corifeo, pero que cambia su condición de personaje
secundario en la tragedia. No se trata de una anagnórisis porque no nos estamos
refiriendo al cambio de vivo a muerto de Áyax, sino a su manera de morir y la agnición
en tercera persona es para la allegada Tecmesa porque su condición de libertad se verá
afectada al recibir esta información.

DIÁNOIA

El Áyax de Sófocles nos relata diferentes acciones encadenadas de personajes


principales y secundarios que actúan para ocasionar la revelación final que lleva a Áyax
a tomar la determinación de acabar con su vida. Pues cuando él presencia que el
asesinato de las reses, en lugar del de sus enemigos, ha sido causado por las ilusiones
que le produce Atenea, se hace consciente de que vive una vida sin el favor de los
dioses. Este descubrimiento debe ser comprendido en la recepción particular del público
que presenciaba la tragedia en su momento, pues tiene una trascendencia mayor. Esta
consciencia es dolorosa para Áyax y por esta razón anhela la posición de su hijo que no
tiene el conocimiento de los hechos y, por tanto, no sufre por ello: “por esto te envidio,
por no ser consciente de ninguna de estas desgracias. La vida más grata está en la
inconsciencia hasta que llegas a conocer las alegrías y las penas” (Sófocles, p. 144).

La diánoia, por tanto, se presenta cuando la obra expresa la necesidad de que los
humanos de su tiempo vivan una vida con el favor de los dioses, pues, si no lo hacen,
será mejor que acudan a la muerte como lo hace Áyax. En el siguiente fragmento se
relata claramente el desencadenante del desfavorecimiento de los dioses que fue
motivado por el mismo Áyax cuando rechazó a la diosa Atenea y le sugirió favorecer a
otros argivos: “≪Señora, asiste a otros argivos, que por mi lado nunca flaqueara la
lucha≫ Con estas palabras, se ganó la colera hostil de la diosa, por no razonar como un
hombre” (Sófocles, pp. 152-153). Con el final de la anterior cita queda aún más
reafirmada la necesidad de vivir con el favor de los dioses, pues en la narración se
asevera por qué se gana la cólera hostil de la diosa y su falla al no “razonar como
hombre”. Su rechazo a la diosa, por tanto, es condenado en este fragmento de la
tragedia, para que los espectadores comprendan la importancia que tenía actuar en favor
de ellos; ir en contra de esta premisa era considerado incluso dejar de ser un hombre. El
salto de Áyax sobre la espada termina de persuadir al público para que se acoja a ese
favor y no terminen muertos y deshonrados como nuestro personaje principal.

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