pero no tengo amor, soy como un bronce que suena o como un címbalo que retiñe. Y si tengo el don de la profecía y conozco todos los misterios y todo el saber; y si tengo tanta fe como para mover montañas, pero no tengo amor, nada soy. Y si doy en limosnas todo lo que tengo, y entrego mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es paciente, el amor es
benigno; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es indecoroso ni busca su interés; no se irrita ni lleva cuenta del mal; no se alegra de la injusticia, sino que se goza con la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.