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Resumen
Introducción:
Expresarse a través de la creación artística, ha sido siempre un derrotero seguido
por la sociedad, que en virtud de su cambio constante devela nuevos y
heterogéneos valores. Si volvemos la vista ha atrás veremos una historia
plasmada en obras, desde la prehistoria hasta los más complejos ismos, en los
cuales el ser ha exteriorizado una visión dialéctica de su realidad, la cual al
modificar su modo de pensar, lo constriñe a modificarla en su accionar para en un
proceso de adaptación y evolución, transitar ha estados superiores de abstracción
y expresión.
Estas transformaciones transcurren, en mayor medida, mezcladas en una
vorágine de acontecimientos, siendo estas imbuidas en nuestro subconsciente y
asumidas como práctica cotidiana. Solo podemos despertar de este letargo, a
través de una investigación que saque a la luz los valores intrínsecos que dan
lugar al fenómeno que percibimos y de este modo no ser víctimas de la ola de
cambios o al menos que su impacto sea advertido. Muestra de esto es que por lo
general la mayoría de los momentos, obras o artistas significativos, han sido
develados años o siglos después, como consecuencia de letargos o insensibilidad
que ha vivido la humanidad en lo que investigaciones sociales “in situ” se refiere.
José Jorge de Carvalho (2003) expresa qué en los estudios teóricos “se separa la
cultura de la sociedad.” Y luego plantea que “han surgido varios estudios
etnomusicológicos en los cuales se habla de la música, de la cultura, de los
músicos, pero no se habla de los dilemas de la sociedad. ¿Por qué? Porque nos
interesa la música afro, pero no nos interesamos por la pobreza de los músicos
afro-americanos. La situación de carencia y explotación sufrida por las
comunidades que producen esa música no nos conmueve y el asunto no está en
la pauta de los que estudian y/o consumen comercialmente esas tradiciones
musicales. O sea, éste ya no es un problema para el capital, que no tiene
preocupaciones éticas más allá de la obediencia a la lógica de la plusvalía. Para el
capital, tanto la música como el músico, sus imágenes y sus reproducciones
audiovisuales, son solamente mercancías y la mercancía no posee subjetividad.”
Estas deficiencias en el estudio de la música nacional latinoamericana, se deben a
la inclusión de investigadores foráneos que buscan el exotismo en la práctica de
una investigación etnomusicológica que a decir de (Krader 1980) “… se ocupa
primariamente de las músicas vivas de tradición oral (y de los instrumentos
musicales y la danza), fuera de los límites de la música artística urbana europea.
Los principales temas de investigación son las músicas de los pueblos sin
escritura (o músicas tribales), las músicas transmitidas oralmente de las altas
culturas de Asia (entre las cortes, altos sacerdotes y otros estratos superiores de
la sociedad), como en China, Japón, Corea, Indonesia, India, Irán y los pueblos
árabe-hablantes; y la música folk, que (Nettl 1964) definió tentativamente como
música de tradición oral encontrada en aquellas áreas dominadas por altas
culturas (...) Las tres categorías representan las áreas principales de interés de los
etnomusicólogos, pero no son las únicas. Por ejemplo, el cambio o la aculturación
son un campo de interés, a través del cual se puede emprender un estudio de
música popular o comercial. En ella la tradición urbana puede ser central, en
cualquier parte del mundo". En ningún momento hace referencia a las
problemáticas que afectan a ese creador a las consecuencias que dan origen a su
obra. A pesar de la existencia de investigaciones en este campo son muy
recientes estos estudios en el continente americano, abordados por especialistas
regionales y a decir de (Olavo Alen 1980) “en los libros que han abordado tan
amplio tema, encontramos incursiones muy tímidas y limitadas en lo referente a
los cambios trascendentales de estilos, épocas, así como la aparición de nuevos
géneros, entre otros aspectos de la música no europeas”.
Plantea Joan-Elies Adell Pitarch (2007) que su opinión, “es que hasta ahora aún
no ha existido una reflexión teórica sobre la relación entre las formas del
imaginario social y la producción, la recepción y la estructura de la música popular
contemporánea. Esta ausencia existe por una parte porque los musicólogos no
han tenido ni la voluntad ni la capacidad de abordar las estructuras musicales más
allá de ellas mismas, ni tampoco han tenido la voluntad de enfrentarse a los
problemas de comprensión de este tipo de música, que necesita de manera
evidente que sea considerada tanto a nivel simbólico como a nivel social”.
Podemos apreciar en la obra de Joaquin Borges Triana (2007) una preocupación
respecto a la falta de estudios académicos referente al surgimiento de nuevas
formas de expresión musicales en nuestro país como el Hip – hop, el Rock y otras
formas de la música cubana alternativa, fenómeno que a decir del citado autor
“viene ocurriendo en Cuba desde mediados del decenio de los ochenta del pasado
siglo, en cuanto al surgimiento de expresiones no convencionales de lo cultural,
ajenas al poder central y que nacen desde los límites de las estructuras
institucionales llamadas a legitimar lo nuevo que surge”, “sus aperturas
ideotemáticas, sus aportes al condicionamiento de la situación comunicacional
social, al papel y lugar de la situación estética, el emisor y ante todo el receptor”,
son elementos indicadores de las transformaciones sociales, que emergen de la
cultura musical y no deben perder de vista nuestros investigadores.
Con este trabajo quiero abordar desde la perspectiva de la música, por ser mi
campo de especialidad, desde un enfoque dialéctico e histórico - cultural lógico del
fenómeno sociocultural artístico en general, la necesidad, que he percibido en la
carrera de Estudios Socioculturales, de motivar en los estudiantes este
pensamiento antes mencionado, en la investigación del fenómeno de la cultura
musical. Esto mostrará al estudiante nuevos horizontes investigativos, exiguos en
cuanto a estudios realizados en este campo se refiere, desde inicios de la carrera,
y necesarios en momentos que la sociedad exige se le dé respuesta y explicación
a los acontecimientos sociales manifestados desde el ámbito artístico, en un
principio de siglo signado por una crisis económica que amenaza con marcar un
cambio de época.
Para esto se propone como objetivo: Argumentar los aspectos de la cultura
musical que sustentan una perspectiva de análisis significativa para el objeto de la
investigación sociocultural.
Desarrollo
Hago referencia al enfoque histórico – cultural desarrollado por L. S. Vigotsky, ya
que toda investigación relacionada con la cultura musical, debe estar enfocada a
las interacciones de los hombres, a la esencia de cada individuo, a su
personalidad, al sistema de relaciones que se establecen para la transformación
de su realidad. A L.S. Vigotsky se debe la comprensión científica de la naturaleza
de los fenómenos psíquicos: en su origen tienen un carácter interpsicológico, es
decir, surgen primero en el plano social, en la interacción de unos individuos con
otros, y sólo después adquieren su carácter interno, intrapsicológico, mediante
un proceso de interiorización de lo vivido socialmente.
En lo referente a cultura musical asumiremos lo planteado por Olavo Alén(2006)
cuando expresa que es la interrelación dialéctica entre:
Vista así, la cultura musical será entendida como el conjunto de procesos que en
lo artístico, lo económico y lo social se interrelacionan para hacer posible la
creación, la circulación y el consumo masivo de la música, o sea:
Es en estos aspectos donde queremos centrar nuestra atención, ya que cada uno
de ellos implica una problemática de interés central dentro de los estudios
socioculturales, aunque, al realizar la investigación no se puede perder de vista el
carácter dialéctico que dicha relación implica.
I. Ciclo de creación musical.
Este primer aspecto que da inicio al ciclo de la cultura musical, plantea Olavo Alén
que “transcurre desde el inicio mismo del proceso creador, pasa por el interprete y
llega hasta la percepción del la obra por el público”. Para el estudio de este
proceso es necesario tener en cuenta que esta obra va a ser un producto
resultado de la interrelación:
Este ciclo va a ser la materialización social del ciclo de creación y Olavo Alén
(2006) expresa que está compuesto por los siguientes momentos: programación,
propaganda y transmisión masiva.
Estos tres procesos analizados deben ser estudiados con minuciosidad, ya que de
ello depende la futura continuidad de la cultura musical que nos legaran nuestros
grandes maestros. Asumir los estudios de música desde una postura contextual,
histórica cultural nos permitirá ver el fenómeno en toda su dimensión. Como
plantea (Fátima Graciela Musri1999)”en la segunda mitad de este siglo, la relación
entre la música y las ciencias humanas ha aumentado considerablemente los
campos de estudio disciplinares (a través de nuevos temas y enfoques producto
de la ocurrencia de nuevos problemas), ha creado disciplinas y "dominios híbridos"
transdisciplinares” luego continúa expresando que “la relación conceptual se
observa en varias direcciones, no sólo entre la historia y la musicología, sino
también hacia y desde la filosofía, antropología, sociología, psicología y lingüística.
La indagación de la música ofrece valiosa información de cómo acceder a la
realidad, lo que resulta un bagaje teórico útil a las otras ciencias sociales.
Emergen las investigaciones sobre la música como campo de estudio para la
psicología cognitiva, por ejemplo en el conocimiento de ciertos funcionamientos
mentales relacionados con actividades de creación, audición y aprendizaje o de la
vivencia del tiempo; para la semiótica, respecto de la comunicación a través de
lenguajes no verbales, para la aplicación de modelos de la gramática generativa y
de la teoría de la recepción y muchos otros temas. Se completa el circuito de
retroalimentación entre las ciencias y a la vez aparecen otros campos derivados,
tales como la etnomusicología histórica, la psicología musical, la semiótica musical
y otras”. De esta forma nuestro egresado de Estudios Socioculturales concertando
conocimientos de antropología, filosofía, sociología de la cultura, historia regional,
estética, música cubana, tendrá la capacidad de asumir de forma crítica desde una
visión dialéctica en interrelación con las demás asignaturas curriculares, el estudio
de la cultura musical.
Bibliografía: