Vivimos en un mundo moderno en el cual el hombre siempre busco alcanzar el máximo de
su felicidad, a lo largo de la historia humana se buscó impactar la mente de los consumidores dando como resultado la manipulación en nuestros semejantes, pero olvidamos si la manera en que influimos en los demás es la correcta; solo buscamos alcanzar nuestros ideales de manera egoísta e individual. Nos sumergimos en crear técnicas especiales, en analizar las conductas y las maneras en que los seres humanos nos comportamos, sacando ventaja de la peor manera posible conllevando a manipular las acciones, pensamientos, deseos y adquisiciones de los demás. Esta manipulación ha venido funcionando de maravilla desde hace muchos años, siempre se ha buscado formar al cliente a razón de nuestros intereses no hace falta si no salir a la calle y observar cómo todos vestimos igual, llevamos coches similares, utilizamos los mismos teléfonos de las mismas marcas y con prestaciones similares. Todo esto se debe a que hoy en día las empresas en su afán de obtener un mayor margen de rentabilidad y a la manera de expandir sus mercados nos bombardean con tanta publicidad que al parecer se ha vuelto algo normal. Por tal motivo quiero invitar al lector a que preste atención cuidadosamente a las maneras actuales de esclavitud moderna, a que analice detenidamente en qué momento se encuentra y como puede evitar caer en la manipulación, de este modo convertirse en un generador esclavo de utilidad para aquellos que sin escrúpulos lo manejan a su antojo. Quiero que sea consiente del uso de sus recursos, de la manera como invierte en satisfacer sus necesidades; que comprenda si lo hace realmente de la manera correcta. Es decir, si al comprar o adquirir un producto lo está haciendo por una verdadera necesidad o simplemente se ha vuelto un capricho y cayendo en los lazos de la manipulación que se puede evidenciar en los mercados actuales. Todo ser humano siempre está en la búsqueda de tomar las mejores decisiones en su vida, todo esto deriva que los ciudadanos de una nación adquieran cosas que suplan sus necesidades, entonces comienza a tener nuevas adquisiciones y servicios para cubrir sus necesidades y caprichos. El hombre siempre ha buscado hacer cosas en pro de su bienestar es allí donde se encuentra la tarea de hacer las elecciones correctas y donde debe encontrar un equilibrio que sea igual lo que le beneficia al precio que este mismo bien le cuesta, o en su defecto le brinde más beneficio que lo que en sí mismo le cuesta. Pero ahora cabe preguntarnos: cuando se trata de tomar la decisión correcta al suplir nuestros caprichos o necesidades, ¿somos realmente seres racionales? Es indudable que nuestra mente tiene un potencial increíble. Y eso se lo debemos en gran parte a nuestra capacidad de razonar, de tomar decisiones. Desde el principio el Creador supremo nos dio la capacidad de ser autónomos y tomar nuestras propias decisiones, nos hizo seres capaces de elegir mediante los recursos que tenemos y las consecuencias de nuestras acciones, a pesar de esto a veces las emociones dominan nuestra vida y nuestro abanico de posibilidades se vuelve limitado, por eso actuamos de una forma rutinaria y sencilla. Además, cada vez más las nuevas generaciones tienden a actuar de manera impulsiva y pierden la capacidad de aplazar el placer, es por esto que muchas veces no se miden los pros y los contras de las acciones llevando a que muchas veces se mal invierta el dinero y no se mire realmente el margen del costo beneficio. Por tal motivo cuando nos fijamos en que hemos tomado una mala decisión es demasiado tarde, porque no nos damos a la tarea de argumentarnos antes de, si no después de; y el hecho es que a menudo actuamos de forma muy rápida, yo diría que automática, y es esa rapidez la que a menudo (no siempre, por supuesto) nos lleva a no tomar buenas decisiones. Ahora bien, miremos acerca de lo que nosotros preferimos, esto conlleva a descubrir porque nosotros preferimos de un bien más que de otro; normalmente nosotros damos preferencia a un bien ya que la influencia ya sea familiar, social, publicitaria influye abarcantemente a veces desde nuestra niñez ya que las empresas a manipulado inconscientemente a nuestras madres desde su estado de embarazo, o también porque crecimos con la idea de que ese bien era mejor que el otro, sumado a esto preferimos un bien de otro según el dinero que este conlleve gastar aunque a veces predomina el gusto más que el dinero que se gasta. Y este gusto nos pone en otro grande punto del ser humano y es la adicción a ciertos tipos de marcas, marcas que preferimos por encima de otras ya que quizá actuamos por emociones y estas nos hacen ciegos ante estos gigantes del mercado, ya que estos mismos nos manipulan creando en nosotros esas dependencias; que no nos permiten observar que existen mejores bienes a menores costos. El hombre siempre ha buscado obtener el mayor beneficio sin mayor esfuerzo, por esto se observan que hacen diferentes tipos de transacciones comerciales: una de ellas ahora considera como un aumento de capital y no como un valor o principio es el matrimonio, con el fin de aumentar su beneficio y su costo de oportunidad unen sus vidas a la de otros seres para aumentar su rentabilidad. Pero como consecuencia también cuando su costo de oportunidad se ve afectado decide renunciar a esta unión y se divorcian dejando perdidas tanto como para el uno y como para el otro. Consideremos también un claro ejemplo de un punto esencial llamado mal, aquí podemos evidenciar que el hombre también quiere obtener la mayor cantidad de bienes, pero sin mucho trabajo, siempre está buscando la mejor manera de disminuir sus esfuerzos esperando tener mejor oportunidad de utilidad. Ahora veremos cómo somos participes de la manipulación de los sectores industrializados, bien sabemos que las industrias buscan generar esa utilidad deseada a lo largo de su trayectoria, esto implica que ellas busquen maneras de incrementar sus ingresos. Pero recurren a prácticas que no son éticas para el ser humano, esa práctica llamada la manipulación: como hemos hablado anteriormente cuando no se es racional, se es emocional y esta es la oportunidad perfecta para aquellas industrian que están vigilantes a nuestros impulsos y deseos de suplir nuestros caprichos o necesidades. Si bien el mercado siempre está cambiando por la oferta y demanda, los entes comerciales han encontrado la forma más eficaz de aumentar su oferta y generar ganancias millonarias para ellas, nos manipulan a través de publicidad en centros comerciales, utilizan olores sugestivos en las madres en estado de embarazo, nos vuelven adictos a sus marcas, no hacen pensar que sin tecnología nuestra vida sería demasiado compleja, juegan con nuestras edades y nuestros rendimientos físicos, nos venden ideas de productos milagroso, crean una imagen de vida perfecta cuando tenemos el último artículo de moda ya se en vehículos, ropa, construcciones etc. Utilizan la misma sociedad para que nos presiones a estar en el mismo rumbo que ellos y tocan lo más profundo de nuestros corazones jugando con nuestros recuerdos y sentimientos.