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POR CAPRICHO O POR NECESIDAD

SAMUEL ANDRES CORREA ALVARADO

FACULTAD ADMINISTRACION DE EMPRESAS

UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA

BOGOTA 19 DE SEPTIEMBRE
INTRODUCCION

Vivimos en un mundo moderno en el cual el hombre siempre busco alcanzar el máximo de


su felicidad, a lo largo de la historia humana se buscó impactar la mente de los
consumidores dando como resultado la manipulación en nuestros semejantes, pero
olvidamos si la manera en que influimos en los demás es la correcta; solo buscamos
alcanzar nuestros ideales de manera egoísta e individual.
Nos sumergimos en crear técnicas especiales, en analizar las conductas y las maneras en
que los seres humanos nos comportamos, sacando ventaja de la peor manera posible
conllevando a manipular las acciones, pensamientos, deseos y adquisiciones de los demás.
Esta manipulación ha venido funcionando de maravilla desde hace muchos años, siempre
se ha buscado formar al cliente a razón de nuestros intereses no hace falta si no salir a la
calle y observar cómo todos vestimos igual, llevamos coches similares, utilizamos los
mismos teléfonos de las mismas marcas y con prestaciones similares.
Todo esto se debe a que hoy en día las empresas en su afán de obtener un mayor margen
de rentabilidad y a la manera de expandir sus mercados nos bombardean con tanta
publicidad que al parecer se ha vuelto algo normal.
Por tal motivo quiero invitar al lector a que preste atención cuidadosamente a las maneras
actuales de esclavitud moderna, a que analice detenidamente en qué momento se
encuentra y como puede evitar caer en la manipulación, de este modo convertirse en un
generador esclavo de utilidad para aquellos que sin escrúpulos lo manejan a su antojo.
Quiero que sea consiente del uso de sus recursos, de la manera como invierte en
satisfacer sus necesidades; que comprenda si lo hace realmente de la manera correcta. Es
decir, si al comprar o adquirir un producto lo está haciendo por una verdadera necesidad
o simplemente se ha vuelto un capricho y cayendo en los lazos de la manipulación que se
puede evidenciar en los mercados actuales.
Todo ser humano siempre está en la búsqueda de tomar las mejores decisiones en su vida,
todo esto deriva que los ciudadanos de una nación adquieran cosas que suplan sus
necesidades, entonces comienza a tener nuevas adquisiciones y servicios para cubrir sus
necesidades y caprichos. El hombre siempre ha buscado hacer cosas en pro de su
bienestar es allí donde se encuentra la tarea de hacer las elecciones correctas y donde
debe encontrar un equilibrio que sea igual lo que le beneficia al precio que este mismo
bien le cuesta, o en su defecto le brinde más beneficio que lo que en sí mismo le cuesta.
Pero ahora cabe preguntarnos: cuando se trata de tomar la decisión correcta al suplir
nuestros caprichos o necesidades, ¿somos realmente seres racionales? Es indudable que
nuestra mente tiene un potencial increíble. Y eso se lo debemos en gran parte a nuestra
capacidad de razonar, de tomar decisiones. Desde el principio el Creador supremo nos dio
la capacidad de ser autónomos y tomar nuestras propias decisiones, nos hizo seres
capaces de elegir mediante los recursos que tenemos y las consecuencias de nuestras
acciones, a pesar de esto a veces las emociones dominan nuestra vida y nuestro abanico
de posibilidades se vuelve limitado, por eso actuamos de una forma rutinaria y sencilla.
Además, cada vez más las nuevas generaciones tienden a actuar de manera impulsiva y
pierden la capacidad de aplazar el placer, es por esto que muchas veces no se miden los
pros y los contras de las acciones llevando a que muchas veces se mal invierta el dinero y
no se mire realmente el margen del costo beneficio.
Por tal motivo cuando nos fijamos en que hemos tomado una mala decisión es demasiado
tarde, porque no nos damos a la tarea de argumentarnos antes de, si no después de; y el
hecho es que a menudo actuamos de forma muy rápida, yo diría que automática, y es esa
rapidez la que a menudo (no siempre, por supuesto) nos lleva a no tomar buenas
decisiones.
Ahora bien, miremos acerca de lo que nosotros preferimos, esto conlleva a descubrir
porque nosotros preferimos de un bien más que de otro; normalmente nosotros damos
preferencia a un bien ya que la influencia ya sea familiar, social, publicitaria influye
abarcantemente a veces desde nuestra niñez ya que las empresas a manipulado
inconscientemente a nuestras madres desde su estado de embarazo, o también porque
crecimos con la idea de que ese bien era mejor que el otro, sumado a esto preferimos un
bien de otro según el dinero que este conlleve gastar aunque a veces predomina el gusto
más que el dinero que se gasta.
Y este gusto nos pone en otro grande punto del ser humano y es la adicción a ciertos tipos
de marcas, marcas que preferimos por encima de otras ya que quizá actuamos por
emociones y estas nos hacen ciegos ante estos gigantes del mercado, ya que estos mismos
nos manipulan creando en nosotros esas dependencias; que no nos permiten observar
que existen mejores bienes a menores costos.
El hombre siempre ha buscado obtener el mayor beneficio sin mayor esfuerzo, por esto se
observan que hacen diferentes tipos de transacciones comerciales: una de ellas ahora
considera como un aumento de capital y no como un valor o principio es el matrimonio,
con el fin de aumentar su beneficio y su costo de oportunidad unen sus vidas a la de otros
seres para aumentar su rentabilidad. Pero como consecuencia también cuando su costo
de oportunidad se ve afectado decide renunciar a esta unión y se divorcian dejando
perdidas tanto como para el uno y como para el otro.
Consideremos también un claro ejemplo de un punto esencial llamado mal, aquí podemos
evidenciar que el hombre también quiere obtener la mayor cantidad de bienes, pero sin
mucho trabajo, siempre está buscando la mejor manera de disminuir sus esfuerzos
esperando tener mejor oportunidad de utilidad.
Ahora veremos cómo somos participes de la manipulación de los sectores industrializados,
bien sabemos que las industrias buscan generar esa utilidad deseada a lo largo de su
trayectoria, esto implica que ellas busquen maneras de incrementar sus ingresos. Pero
recurren a prácticas que no son éticas para el ser humano, esa práctica llamada la
manipulación: como hemos hablado anteriormente cuando no se es racional, se es
emocional y esta es la oportunidad perfecta para aquellas industrian que están vigilantes a
nuestros impulsos y deseos de suplir nuestros caprichos o necesidades.
Si bien el mercado siempre está cambiando por la oferta y demanda, los entes
comerciales han encontrado la forma más eficaz de aumentar su oferta y generar
ganancias millonarias para ellas, nos manipulan a través de publicidad en centros
comerciales, utilizan olores sugestivos en las madres en estado de embarazo, nos vuelven
adictos a sus marcas, no hacen pensar que sin tecnología nuestra vida sería demasiado
compleja, juegan con nuestras edades y nuestros rendimientos físicos, nos venden ideas
de productos milagroso, crean una imagen de vida perfecta cuando tenemos el último
artículo de moda ya se en vehículos, ropa, construcciones etc. Utilizan la misma sociedad
para que nos presiones a estar en el mismo rumbo que ellos y tocan lo más profundo de
nuestros corazones jugando con nuestros recuerdos y sentimientos.

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