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ECONÓMrcA ARGENTINA
desde mediados del siglo xx a la actualidad
eduardo basualdo
'w f*
Inclice
l, Introducción t7
ISBN 97&987-629-n&7
2.2 Evolución y características de la segunda etaPa de sustitucióll
lr edición:2006 de importaciones (1958-1975) 53
2r edición, reüsada: 2010
Artes GráiFrcas Delsur ,// Solier 2450, Avellaneda 2.2.1 Modificación del ciclo sustitutivo de corto plazo
en el mes de marzo de 2010 y las transformaciones en el sector externo de la economía
Hecho el depósito que marca la ley I 1.723 argentina 63
Impreso en Argentina - Made in Argentina
?.'l.2 li:r)'('( l()l i;r rlt' I:rs rtisrintlrs fllct io¡r«'s irrrlrrslli;rrt.s <rrrr.lr¡tt. :t.(i.l l,lt(('ntl:rliz;rtilrrrrlt'ltlr¡ritirlt'lr[;rvitlotizrrtit¡lllittlttlt'it'tlr
l :r .st'r¡ r r nrlir ct ir¡-l'.r rlr: susti l rrci(in ck' i rnlx r.tuci
) ( ) n (..\
y rir¡ti I ('l)('I ('trsit¡ltt's ¡rltl'lr r:l atriilisis rl«r Ilt cstlrtcttrrit
ct r¡tl«illtit it :tl 8('lltilla 149
2.2.2.1 Tendencias imperantes considerando 1as 3.6.2 Transfi>rrnaciones en Ia ecorlomía real durante
100 empresas industriales de rnayores ventas ia dictaclura urilitar. EI predominio de los grupos
74
econótnicos locales l Slr
2.2.2.2 Situación de las fracciones indusrriales
c<>nsiderando los grandes establecimientos 3.6.3 Precl<¡minio de las fracciones del capital dominatrte
en la deuda externa Privada 167
rnanufactureros en I973 84
3.6.4La estatización de la deuda exterlla privada 174
2.2.3 llna revisión del comportamiento clel ciclo sustitutir,<,¡ 3.6.5 Características e impactos de la licuación de la deuda
externa privada con cargo a las finanzas públicas r82
de corto ¡rlazo teniendo en cuenta todas las fracciones del
capital (195G1975) 91
Bibliografía 471
6.5 El predominio de la oligarquía agropecuaria en la propiedad
y la producción agropecuaria pampeana durante
la Convertibilidad 417
cl < :r¡ »i l:rl lor';rl y Iil (l it\,(.( tor i:t tlrrt' siurrit.r ()lt (l¡l i¡rt(. (.s[(,s ;¡t«¡s.t r\rlt.l¡r:is, t'l lttrlilisis s.-
ttictttlo cll ('tlclllll <1ttt: ltis tt'rtlrai«rs (]xi.stc¡rtcs scillrlurr
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s<¡cilrl.zSt.lr:rt:r <l. r¡rr^ <listrrsi,rt t'tl lit tlttt'sc l)()ll('<'rt.ittt'g.
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papcl qrre culnplierolr las vari:rblcs esktbilizatlottx rlcl ciclt¡ st¡stit¡tiyo (cxprr. llrcl:rcolrlilrtrlltcititttlclosstlctt¡rcsclotrlitl:rtrtcsylosstrb¿rlterrrosenesaetapa
tacio¡res industriales y cleuda externa) en térlninos cle la breclta extgnta, ra presencia de
se ha- "tttllTi;,oencias empíricas son concluyentes en señalar que industrializa'
ce necesario incorporar alg,nas evidencias sobre ellas. Especialmcnte a los orígenes mismos de la
las empresa, .*t.u"¡tás se remonta
cllan_
do una de ellas, la deucla externa, es el hilo co.cluctor cre este trabajo.
Finalmentc, se intentar:i indagar las consecuencias que el comportarnie.tcr ciónargentina.Sibienlasfirmasindustrialesextranjerasrepresentabanuna
indiscutible'
en el país'3 su imPortancia es
de estas dos variables (exportirciones y deuda externa) tiene sobre el ciclo porción mínima del capital foráneo en sectores
tí- establecimientos manufactureros
pico de la producción durante la etapa (pare-sigtl , así como sobre er compor- ya que controlaban los'grandes frigoríhca
Tal es el caso de la producción
clave del modelo agroexportador'
tamiento pend.ular de las diferentes fracciones del capital en las fases ascen- de tanino (a":::T*les Fusionados
(Bovril, Swift o Li.bi;J, i" producción
dente y descendente. que constituían las grandes
Forestal-) o ro"propio' talleres ferroviarios'
-La
empresas metalírrgica§ de la época'
tre ellas y en cliferentes rarnzrs industrialcs: Nestlé, suchard, Bols, Sucla.mtex, r ltso.s l:ts ('lnl)r"('.(i:ui lr¡tltlcs r¡rrrrl:rron srrl¡orrlirtacl¿rs a l;rs cxtr:lnjeras alrrlque
Glaxo, Ciba, Gilletre, Remingron, Osram, Union Carbide, etc.). por el otro, rro lirer;llt tlirccL:urrcntc proveecloras de insurnos o bienes intermedios, e in-
las estimaciones acerca de su incidencia sobre Ia producción sectorial son va- ,lrrso siendc) crnprc.s:rs oliuopólicas en sus respectivas activiclades, porque sus
riables pero siempre significativas. Así, por ejemplo, A. Dorfman (1g42) eva- ¡rr ocluccioncs intr:graban uu cle terminaclo bloque scc[orial en el qtre el capi-
lúa que el capital extranjero controlaba, en 1937, algo más del boVo del capital t:rl forá¡reo colll-rolaba los núcleos centrales.
industrial total. Estas conclici<-rnes sc¡n iurportantcs para cornprender las vinculaciones cn-
E.Jorge introduce un fnrctífero debate al analizar este mismo proceso pe- lr-e Ias firmas extranjeras y las locales, y también para er"aluar las consecuencias
ro ubicando como centro de atención la evolución que asumió el capital local, rle Ia disminución en el grado de extranjerización cie la producción que se ex-
oponiéndolo al capital extranjero. Sin ernbargo, tal como lo señala posrerior- ¡rresó entre el rnodelo agroexportador y la sustitución de irnportaciones, espe-
menteJ.J. Llach, la participación de las ernpresas pequeñas y medianas pare- cialmenLe en slr vertiente peronista. En este sentido, Ia reducción del grado de
ce estar sobrevaluada en el trabajo de E.Jorge, por el límite superior de la ocu- cxtranjerización no irnplicó necesariarnente una disminución del control ex-
pación que adopta para definirlas (hasta 500 obreros ocupados). tranjero sobre la producción sino una modificación en Ia estructura econó¡ni-
Es necesario tener en cuenta algunas caracterís[icas de la estructlrra econó ca v las forrnas de inversión.
mica que determinaron que las firmas extranjeras y las empresas locales no Los resultados de los Censos de 1935 y 1946 indican, en ténninos de evo-
constituyeran fracciones empresarias desvinculadas, tanto dentro de una mis- Iución industrial, un considerable crecimiento de la cantidad y Ia incidencia de
lna rama de actividad como entre firrnas ubicadas en diversas actiüdades liga- las empresas locales. Un prirner indicador es la notable expzrnsión de dichas
das por relaciones de insumo-producto. En efecto, el desarrollo de la matriz de ernpresas en todas las variables censales (valor cle producción, ocupación y nú-
insumo-producro, según w. Leontieff, derivó en la identificación d.e los bloques rnero de establecimientos), que supera clararnente el aporte de las nuevas suL>
sectoriales, es decir, el conjunto de ramas industriales que mantuüeron una es- sidiarias extranjeras manufactureras radicadas en el período. Asirnismo, el es-
trecha relación a través de sus colnpras de insurnos y/o ventas de los bienes fi- tancafiriento de los obreros ocupados por establecimiento es otro indicador de
nales.a Asimismo, dentro de cada uno de estos bloques sectoriales, había ramas que la incorporación de empresas locales füe signihcativa, porque expresa una
industriales monopólicas u oligopólicas núcleos económicos y tecnológi- incorporación masiva que logró neutralizar Ia mayor inte¡rsidad de capital de
cos de determinados bloques sectoriales- -losque detentaron las nuevas subsidiarias extranjeras. Finallnente, la ir.nportancia <¡ue mantuvo la
tanto la capacidad
de modelar las condiciones estructurales como la de determinar el comporta- producción textil y los cambios que registró (aparición de los tejidos de algo-
miento económico del resto de Ias actividades, incluso de otras ramas de la dón y lana al tiempo que declinó Ia elaboración de bolsas de arpillera) son otros
actividad industrial iguahnente oligopólicas. indicios en esa dirección, ya que se trata de Ia actividad típica en la que se in-
Esta conformación de la producción capitarista fue Ia que perrnitió que sertó la burguesía nacional. Lo mismo ocurrió con algunas de las actividades
ya durante la primera etapa de sustitución de importaciones se expresaran rnás dinánicas durante ese período, como curtiembres, materiales para la cons-
dos características relevantes que están interrelacionadas. La prirnera consis- trucción y papel. Probablernente, la mayor expansión de las empresas locales
tió en que, tal como señalóJ. villanueva en su crásico trabajo (lg7z) sobre Ia se situó entre 1943 y 1946, debido a las políticas que se adoptaron a partir del
industrialización argentina, las subsidiarias extranjeras se instalaron en acti- derrocamiento del presidente Castillo por un golpe militar.
üdades oligopólicas en las que también había empresas locales de menor in- Los ejernpios de las elnpresas nacionales que actuaron en la producción
cidencia que quedaron supeditadas al comporramiento de aquéllas, que ejer- indnstrial durante los primeros gobiernos peronistas son rnúitiples, especial-
cían el liderazgo sectorial. La otra característica fue que, en general, las firrnas rrente en la proclucción texril (Castel¿rr, Gaby Salomón,Ezra, Teubal y Hnos.,
extranjeras contr<¡laron las ramas industriales que eran los núcleos econórni- Sedalana, Establecimientos Textil Oeste, etcétera) v metalúrgica (con-roJosé
cos y tecnológicos de los bloques sectoriales; en consecuencia, tuvieron la Lombardi e Hijos, Cura Herrnanos, Roque Vasalli, Impa, etcétera). Sin em-
bargo, más trascendente aún es que las empresas locales se conforrnal-on co-
mo Ia burguesía nacioual propian-rente dicha en el rnomento en que estable-
{ Véanse W. Leontieff ( 1985); E. Lifschitz ( 1992) cicron su propia central etnprcsaria, la Confedcracií¡n C}eneral Econórniczr
10 t,t )l r,,\lrl x ) l\l lr,\:tt 1r\t I )( ) l,\ II ll)l( )5 I )t.. Ilts I( )lltA l.(.( )N(rMt( :A .\t{(;t,N I tN^ 3l
((;(;1,.). r I):nlir rlt'll crr;rl t'rr:rrl¡t¡lluott stts ¡rro¡li;rs I-civirlrlicit<iottt:s, ltitlti- l ('xt¡:tpltltllx'itn:r. l')j«:rrr¡llos <lr: r'st<' tipo rlt: cnllitirlcs soll: lll'lrrrn Mcnélldcz,
r )
Argcntina (UIA). l'.rr tr:rccr lugar, tarnbién formaban parte de esta fracción algunos capitales
¡ ';t r t'r llirtnetrte relacionados con capitales extranjeros de carácter financiero y
Sin ernbargo, el tratamiento de las fracciones empresarias no se agota en
Ia identificación de las diferencias entre las etnpresas extranjeras y las firmas ,lr' :rrrtigt¡a data en la Argentina, cuyos representantes se ligaban social y eco-
r ri )rilic¿uncnte con la oligarquía pampeana. Es el caso de Alpargatas (relaciona-
Iocales, ya que dentro de estos dos tipos de firmas quedó subsr¡tnida (en ma-
, l,r rrl grupo Roberts) y la Cía. General de Combustibles (controlada por la trans-
yor o rnenor medida, depencliendo de los criterios) una fracción empresaria
tradicional diferente a ambas, con intereses, condiciones estructurales e rr.rt it¡nal suiza Brown Boverí).
identidad propias. [,.sta fracción empresaria (con sus respecti s incorporaciones y bqjas en ca-
r l.r r:tapz, y con las distinciones impuestas por el origen de los capitales) se di
Esta fracción estaba compuesta por capitales de distinto origen y grado de
diversificación económica. En primer lugar se encontraba un conjunto de ca- l, rt'trció claramente tanto de las típicas subsidiarias extranjeras instaladas du-
pitales de origen extranjero, con forrnas de intnnacionalización temprana, insta- ¡,rrrtc Ia sustitución de importaciones como de las pequeñas y medianas
lado en el país a fines del siglo XIX a partir de la radicación de algunos miem- r nrl)r-esas, e incluso de las grandes firmas locales con las que compartía un po-
bros de las familias propietarias. Como tales, se integraron con la clase ,lrr oligopólico en diversas rarnas de actiüdad. Por su origen, conformación e
dominante local en términos sociales y económicos.5 urt('reses se la puede considerar como un sector de Ia oligarquía local con in-
Así, estos capitales no se sustentaron sobre una base económica exclusi- r . r cses en la i ndustria, el agro y otras actividades económicas. De allí que, de
vamente industrial controlaban múltiples firmas industriales líde- .rr¡rrí en más, se la denomine: oligarquía diuersif.cada.
-aunque
¡qs- si¡6 que tuüeron una destacada presencia en la propiedad y produc- Ya en los años treinta esta fracción de clase tuvo una significativa influen-
ción agropecuaria pampeana y extrapampeana y, formando parte de los r r,r rlentro de las grandes firmas industriales,s y en los cuarenta fue la fracción
grandes terratenientes, participaron en la exportación de productos prima- , rrr¡>resaria que impulsó, ante el agotamiento del modelo agroexportador clá-
rios, en los negocios financieros de Ia época e, incluso, instalaron o adquirie- ',rr o, la alternativa industrial exportadora del Plan Pinedo. Al mismo tiempo,
ron firmas en otros países del Cono Sur.6 Entre ellos se encontraban Bunge lor rnaba parte de los grandes terratenientes pampeanos y extrapampeanos,
y Born, Bemberg y Tornquist. ',rcndo uno de los sectores integrantes del establkhmmt económico del país, qui-
En segundo luga¡ formaban parte de esta fracción empresaria otros ca- z,r t:l más estable y tradicional desde la conformación del Estado liberal hacia
pitales locales que provenían de integrantes de los sectores dominantes parn- lrrrr:s del siglo XIX.
peanos y provinciales, que adquirieron trascendencia nacional por su perte- Teniendo en cuenta estas características, y retomando el análisis del pe-
nencia un caso- o por su integración social el otro- con la .rrismo, es posible ayar,zar haciaunavisión más integral que permita extraer
-en -en
oligarquía pampeana, así corno por Ia relevancia económica que exhibían ,rlgunas hipótesis y conclusiones acerca de ese período y que, al mismo tiem-
sus empresas en la producción local. Tal como los anteriores, estaban pre- ¡,,,, zrrroje luz acerca de la conformación de los bloques sociales que actua-
sentes en múltiples actividades económicas y detentaban un nítido y signifi-
cativo predominio en la propiedad y producción agropecuaria pampeana
i Un análisis del grupo Braun Menéndez se encuentra en H. Mendoza y otros (1975). Por otra
¡''u lc, el grupo económico Corcemar ya perrcnecía en esa época a la familia Allende Posse y estaba
l,.rs.t<lo económicamenrc en la producción de cemento y otros insumos para la construcción. Duran-
tt lt rlécudn infan¿su fu¡rdador (Justiniano Allende Posse) tuvo una destacada participación en los
i M. Petia (1964) entiende que hay una estrecha relación entre la burguesía industrial, los te-
¡'r,lrit:tnosdelaConcordancia.R.Potash (p. 125, 198a)sostieneque: "... elcírdndeasesoresíntimns
rratcnientes pan)peanos y el capital extranjero. Sobre el tema, tiulbiér.t véaseJ.J. I,lach (1972). ,ll f tuh incluía a dos ingmiros, Pablo Nougés lJustiniano Albrul¿ Posse. Nouguás ra resPonsabt¿ d¿ la atlmi-
6-¡. Sábaro (1991), al caracterizar a la clase dominante, destaca, entre otros ¿rspectos, que: "a)
¡t t tlrtrión ü lns lírutts lenouiariu estalalzs, 1 Ailznde Poser dirigía eI nueuo lrograma nacional th conslntcción
Eslo clasr, si birn ltoseíu buena parle de la tirra, aclu.aba en. una uaitukt garna dr otliuidades ¡ su ptincipal ,l, t ttninos."
s
base dt podtr ulnómic¡rsociul resülía, sobre todo, en cl conlrol tbl mmorio y ku Jin,anzrx; [. . . ] c) snía precisu- Al cuantificar la importancia de las fracciones del capital dentro de los establecimientos más
mtn.le el rcntrol tJel t:ornen;io y kls finanztu ú que, ol al»it ttn runjunb dc oporlunidades y llo'rgar una alta Jb- ¡'t:trtrlesen 1935,Llach (1972) señala: "... lns lT0establ¿citnimtosntncionadossetlislribufuinusí: l14e¡an
xibilitLad, le fui¡ría lnmilirb irnpktnLarse sirnullúncamenlc ¿n u¡ttt sttic de attiuidadts f»rxlut:liutts 1 espentla- ¡ttrtLwlo tl¿ inaersiones extranjeras direcks ( 50 de Ins F-sta.dos Ut¿idos, 37 d¿ l)uroPu Contiwntall 21 fu Gran
liuas (dc«lr kt frodu«:ión. a,golttcu¿uio hukt h in.du.strial, pasando por h p¡ouisión ic srntirio.s, kt cortprnrüin llttlrnlu) y 56 cslaban eonlrolatkts por congbmnados o grupos Jinaneieros como'lbrnquist (16), Rernbng (15),
en kt ronslrtLtcitin lt in.lraest.tut;lunt, kt rslttculat i¡jn. url¡nrm '¡ ru'ral, etr:. )". ( pp. I 1l)' I I 2) I trr4. lillrtts ( 1l), Bunge y Born ( 10) y Braun Mméruln @." (p. 179)
32 l'lll lr\lllx ) Nl lt.,\.'rl 1,,\l l)( ) i,rr l)l( ).,1)l lll,,l()l{l\ l.( ( )¡"()lll{ \.\li{.1 l ¡l'i\
t-()Il cll los lttios l)()stcri()l'cs, ([ttr:ult() ll scgrrrrrlir ctlrptr ([('sustitu('i(irr <lt'inl- ,,rrlr.rl rrlt,;rtlclr¡sl¡;tlr;rl,trlotls,sittrt¡»( v(ll:r.tl(lost'<,rllsitlt'l('il('s(lt tiittllllr
port¿rcioncs. .,,rr.r¡r.r (.\l)rt.sir¡rrrlt l:rrolsliltrrir]rlrl«'llttlirst'tr':tlt'.tj:ttl<tt';r(()tI)()sr¡itt()s()-
Es poco cliscutible que la sestión del prirner gobierno peronisra llevó a ca- . rl \rrr r.lill)lrr 1I(), (.s ll( ( ('s:Lt io tl<:st:rr:'.u' (lurl cst¿ iutaloqía no sc cst.alllece cll-
bo una profunda redistribución del ingreso en detrimento de la oligarquía te- ,r, r1..,,6rrl¡r'¡lirtig¡cs socialcs distzrntcs, sitro entre clos realidades sociales
rrateniente parnpeana tr¿vés de una modificación de los precios ,r,rr ( {rn ulr or'<icn rlc ¡;relaciírn específico, est¿rban inteusarnente imbriczrdas,
-a de impulsar acentuada
¡sl¿¡ive5- con el objetivo el desarrollo industrial del país. Este ,, , trtr¡\.(.n(l() r¡na-.rli¿utz:l st¡ciai. l-a alianza frre posible porqlre 1a CI¿SC traba-
cambio, junto con las políticas específicas destinadas a soluci<¡nar el acuciante I ,, t,,r,r, r orrro srrjr:to s<iciirl y político, enfrent<i el pocler oligárquic<l intcntatrclr¡
problema económico y social de los arrendatarios, derivó en la desconcentra- ,, ,,, l, l:rr lul llue\¡o tipo <1e listado que impulsó lzr conforlnaci<i¡r de ttna l¡urgtte-
ción de la propiedad pampeana más significativa de la historia argentina, con ! , r.r i{)r)2rl asenlacla er} una clinánir:a compatible colt una rnayor participaci<in
el consecuente resentimiento de los terratenientes. ,1, l, ,., rr ;rlrajaclores e n la distribución del insreso.
Si bien la infc¡rmación al respecto es escasa por falta de catastros rurales de l, l ttlnninos econótnicos, la centraliclad de la producción de bienes sa-
esa época, la comparación cle las estimaciones realizadas para la provincia de I ,,r,, (:rlir¡rcntos y textiles, etcétera) que exhibió la inserción cle la burgue-
Buenos Aires indica que, entre el modelo agroexportador (1923) y el del pe- r rr,rr iorlul reconoció corr especial intensidad
r no ocurrió coll tlill-
(l('las Ia
-colno
industria- el salario colno
ronismo (1958), los grandes propietarios bonaerenses (aquellos con 2.500 o ,.,rr.r otras fracciones etnpreszrrias cle
más hectáreas) registraron una espectacular reducción en la extensión de sus ,,,r l.r, tol- cie demancla insustituibie para su existe ncia, al mismo tiernpo que
tierras al pasar la superficie controlada por ellos de 17,g millones a 6,8 millo- L ¡,r ,,lt:r.ción arancelaria y paraarancelaria perrnitió, vía el ajuste de sus pre-
nes de hectáreas, con una igualmente significativa reducción de las hectáreas , ,,,., :urrinorar su significación en la estmctura cle costos. No es que la pro-
por propietario (de 7.786 a5.292, respecriramente).e r,,, rr)n haya eliminaclo la incidencia del salario como un factor relev¿rnte
En este contexto, sabiendo que el sector empresario industrial era una rea- , t, I ( ( ):;t(); lo que posibilitri es qlre ese costo Ia obtención de elevaclas ga-
-y
lidad heterogénea, Ia cuestión analítica decisiva en este estudio consiste en r, r rr r:rs- se transfiricra a otras actividades econórnicas mediante Ia instau-
aprehender lo que ocurrió con las diversas fracciones empresarias que interacrua- r r¡ r,,rr rle un precio relativo más elevado. Entonces, lo que permitió la pro-
ron en la nuer¡a actiüdad dinámica impulsada por el peronisrno: la producción r, . ' r¡,rr tue la expansií¡n del mercado interno con altos niveles de salario y
industrial. ,I' J,,ut:utcias, al menos tnientras sc pudo transferir renta agropecuaria. Es-
Hay consenso más implícito que plasmado en análisis específi- r, lln('ionamientc¡ fire clecisivo para que los asalariados y la burguesía na-
-quizá generó la
cos- en que el peronismo , r,,rr,rl sr-'unieran en un bloque social que se enfier-rtó reiteradamerltc con
burguesía nacional. Por cierto, esto no
significa que antes no hubiesen surgido las empresas nacionales como un es- I r., ,,tr':ls fracciones e mpresarias durante la segunda sr.rstitución de importa-
trato particular dentro de la producción generada internamente, sino que , r¡,rr('s (i958-1975).
durante estos años dichas empresas registraron un salto cualitativo. Toclo pa- Ii(.specto dela oligarquía d.iaenifi.cada, las falencias analíticas son mayores,
rece indicar que la expansión de empresas de origen nacional se acentuó, pe- \ r rlr¡('trzrdicionahnente no sc la considera colro una fracción empresaria si-
ro el fenómeno central es qr¡e muchas de ellas devinieron en grandes firmas ¡rrr rlrr(., cie acuerclo con ias concepciones y los casos específicos, se ia ¿rsimila
oligopólicas que disputaron con las otras fracciones empresarias el control rr r, rsl il I Larnente al capititl extranj cro o zr la burgu esía n¿rcional. Pese a e stas res-
I
de producciones industriales clave (alimentos, textiles, cllero, etc.). Es indu- rr r, r io¡1s5, es posible esboz¿rr algunas hipótesis.
dable que esta transformación estructural fue impulsada por el gobierno pe- tanto su inserción tnultisectorial reconocía ia producción agropecua-
l,.rr
ronista, al igual que la conformación de la Confederación General Económi- rr,r r ()nlo uno cle sus ejes relevantes, no caben dudas de que el peronismo la
ca (CGE) en 1953. .r l, , lr I r.c«rflómicamente, incluso en términos ideológicos y políticos. Sin ern-
De esta manera, la creación de la cGE corno aglutinante de la burguesía l,.rrr,(). r'rO p¿rece ocrtrrir lo mismo COn sus otras actividades, en especial la
nacional dentro del capital fue equivalente a la organización de la CGT como ¡
,, ,,,lrrc ción inclustri¿tl y la activiclacl cornerciai. En esc aspecto, por sir itrser-
, r,n (.n la prociucción de alimentos y bienes intcrtnedios, füe una de las be-
rr, lrr'irr(irrs pclr Ia inclustriaiización. Paradójicamente, durante el peronisilro,
,l,,rnros «le los integrantes de esa burguesía nircional que instalaron algunas
{rAlres¡recto,véasevBasualdo(2001);o.Barsk¡M.LattuadaeI.Llovet(1988) (urimeo);Jun-
a de Planificación Económica de la Pr<¡vincia de Buenos Aires ( l g58)
,lr rns r)t)ti)resas mzls relevantes (Acinciar, flurciada en 1948) o comenzaron
.
|'.I III)l{ )\ I)t, IIl\I( )l{1,,\ l,r,ilN(|l\ll(.,.\,\li( ;1,N I lN \ t5
''ilts il( livi(lit(lt's « lt t'.sos :rrl(¡s (l'(llt'z (,ortr¡;lrrtt y llritl:rs) t(.ru¡¡,¡()¡, ¡() r¡lr¡-
clr<rs :rñt¡s rlr:s1rtrós, lbr-lniruc[o p:rrtc rlc lt oliga,rq,LLía rl,i.unrsif it rrrL..
Gráfico N" 2"l: Evolución del PBI y de la partic¡pac¡ón de los asalariados
2.1.2 cnrcrMrENTo ECoNóMrco, DISTRIBUCTóN osr INGRESo y ExpANSróN
en el ingreso (1946- 1955 = IOO y % del ingreso)
ts0 55
INDUSTRIAL DURANTE LOS PRIMEROS GOBIERNOS PERONISTAS (T948T955)
r45
I)uranre el período t946-1955 se plasmó una divisoria de aguas en el de- 50%
t40
sarrollo económico, social y político del país. El rnodelo origárquico agroex-
portador quedó atrás y se fortaleció la industrialización, conforrnándose las .| ns
45e
d
4
condiciones estr-ucturales y las alianzas sociales que fueron d.ecisivas en los i, ll0 I
acon_
tecimientos posteriores al derrocamiento del peronismo en 195b.
" t25 40i
Los primeros gobiernos peronistas pusieron e. marcha una experiencia n
iné- I
dita al conjugar el crecimiento económico con un importante aumento t20
de la par- I
35f e
ticipación de los trab{adores en er ingreso (Gr::ífico nr 2.I). Los trabajos ,.uiiru- o ils
0 s
dos sobre estos períodos señalan la existencia especial durante los primeros o
il0
años ( 1946/48)- de una acererada expansión -en económica susrentada en ra excep
30
-originada
en un sensible crecimiento de la inversión bruta f1ja.lo sin ernbargo, en el con- r00 25
texto de un acelerado crecimiento industrial que dio por terminado el modelo 1946 1947 t948 1949 r9s0 t95t t952 t953 t954 t9SS
agroexportador, los primeros gobiernos peronistas tuvieron la peculiaridad . PBI (en pesos de 1950, 1946 =100)
de + P¿rt¡ciDac¡ón de los malariados en el
incorporar a Ia clase trabajadora en términos económicos, sociales y políticos.u
La constitución de la clase trabajadora como sujeto social de trascendencia Fuente: Elabomción prcpia sobre la base de la información del BCRA y CEPAL
se llevó a cabo concretando las reivindicaciones (convenios colectivos
por ac_
tiüdad, tribunales laborales, salarios mínimos, seguridad social, aguinaldo,
etc.) Así, durante ese período se registró una participación creciente de los asa-
que habían formulado los sectores populares en las décadas anteriores, a
tra_ l,rr r:r<lc¡s en el insreso nacional, impulsada por un incremento tanto del sala-
vés de sus representaciones sociales y políticas (anarquistas, socialistas,
r-adica- r r, lc?l como de la ocupación de mano de obra. Tal fue su intensidad que va-
r
le.syrigoyenistas, etc.). Muchas ya estaban establecidas legalmente pero no
se Autores consicleran que este factor fue el que impidió un salto cualitativo
r r, ).s
cumplían, mientras que otras dieron lugar a una profusa legislación que las
pu- , rr lrr producción industrial y en la modernización de la infraestructura lue-
so en marcha. complementariamente, en l94b se sancionó ra mítica
Ley de ¡,, «lc Ia reducción de la inversión que había sido impuesta por la guerra.l2
Asociaciones Profesionales que per-rnitió la expansión y el fortalecimiento
de los Si bien el crc'ci¡niento económiccl de los primeros años del gobierno
sindicatos en [a sociedad argentina.
l,( r()nista no logró mantenerse después de 1948, la tendencia fue positi'ta
.r ur a pesar de la crisis de 1952. Esta expansión y Ia creciente participación
rl. lt.¡s asalariados en ei ingreso estuvieron directamente relacionadas con
u¡r r¡otable crecimiento de Ia prodr¡cción industrial, que pasó a ser el eje
r0 Sobre
este particula¡ R. Mallon yJ. Sourrouille (1973) expresan: "lintre 1945 , r'utrál del proceso económico. Tal como se verifica en el Gráfico nn 2.2,
y t94g etuolu-
nun d¿ ks nterctunías imporkultr se ruotliplit:ó el pnxlurt,o interno bntto te¡.tl
uut¡untó cl 2g'Vo. I_a tlisponi-
bilidad nal rl¿ ltienes 1 sruicios tlel
1 , r¡ l!)45 la irrcidencia relativa de la industria en el PBI superó por primera
inlent,o más imlxtrfucion¿s
ltrodttclo nkn,os exltotlaci¡nes- creció,
dunmle cl períntlo rle lres añ.os, en-toktl
una rifra au,n tnás intprcsionanle: it 45 7o,
¡ituorucidu prtr el nwjorctmiento at.
lo's tirminos tle inlcrcambio con, el exlnior y en k¡.s semicios
de bs prísktmos e inaersio.nes'ultztnjetos" (p.21) -
I¡De allíque A. Horowicz, 12
Así por eiemplo, C. F. Díaz Alejar.rdro (1975) afirma: "l,as políticas pex;niskts don h im.presión dc
en su incisivo ensayo sobre el peronismo (1g90), sehale sobr-e el l7
de octub¡e: 'Así't kxlo, ¿tt kt hislorirt at-gentino cs n,l¡¡o tttmt:rt aislo pueslo u tr gobitnto intr¡e.¡ado n.o l.nnto en.finuntar la irulusttiolizución ruatzto m. despbgtr un,a polítiru, nur:ionali.sla
qu¿ { itna tnauilizaeión pnáJictL de
mnstts.obruras q'ue viobntu elful rb kt l¡alonza do'ni¿ disatr¡e t ltrtltuktr dt ounnnlo del «¡n.surno real, kt orupn.ción ¡ kt. seguridud econótni¿a de kts musus d¿ los nuettos
parlirLo en lu disltrtla y stt
kt, poütica bttrgte.vt. lis tlerit; kt rkt.¡¿ obrart k¡mó -¡
lnrtirb se tbnorninó ¡nrrn,i.lnra,,(p. 133).
¡,t,r iitrt rle h econonúa" \p. 129)-
I l,lr,\l{l)t ) i\l lt \\1, \l l,( ) l.',ll l)l( )!, l)l lll"l( )lll,\ l'( ( )Nt )Ill( .\ \ll(,1 l-'ll lN \
+ Agricultura (% del pBl) l.r r:risis cie i929, se expresó mediante Ia nacionalizaci(¡n de los depósitos ban-
-+-- lndustria (% del pBl) ,.rr.ir¡s por parte clel Banco Central, la asignación del crédito mediallte redes-
--o-- PBI a costo de los facrores
r rrcntos otorgaclos por esta entidacl, Ia creación del Banco Hipotecario Nacio-
(I9 I S= I 00)
d
.oo j ¡,:ris (importaciones y exPortaciones). Incluso algunos
años se establecieron
r u()tirs en las importaciones, destinadas a controlar la salida de diüsas, y en las
I
"20 soo 5
P
r'\l)()rlaciones, clestinadas a garantizar el consumo interno'
B ¡s
I
Asirnisrno, se extendió la prornoción industrial mediante Ia consolidación
400 0
incen-
r lt.l Banco Inclustrial, creado en 1944,1a y Ia implementación de diversos
I
t-l listado; Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina (SOMISA) creada en 1947 par-a
l,r ¡>roducción de acero.li'
Ya en los primeros años de la gestión der peronismo, la i'dustria
en su
conjunto ocllpaba más cle r.rn millón cle trabajaáores srrperior a la qr_re
-cifrao p..u.
exhibió el último ce,so Industrial, realizaclo en 1994- r:t;\J rcspecro véast:.|. V. Sourrouille yJ. Lucángeli (1-980). Señalart "l-¡¡s dulos sott. ilusltttliuos dt:l
¡
celeración posterior a i948, consolidó s. predominio sr¡bre la
de la desa-
producción agro_
pecuaria, afianzándose una relación que fue irreversible en ias
décadas po.r._
riores. En términ.s de la composición cle la prod,cción incl.strial, ,',tlt» rltt produ«;ió2. " (p. 11)
la rrVóase N. Girbal-Bta»cha (2002) v IVf. RoLrgier (200i).
comparación intercensal (1946-lgb4) permite apreciar un nc¡t<¡rie
av¿r¡ce cle l" Véase 0. r\ltiI¡ir, II. S:rntar¡raría y.l. V Sorrrrotrille ( I966) .
t,,¡rl r.\l{lx ) t\t tr.\51 r..\l lx ) | .' I Irl)l( )'r l,l' IIl5 I( )lt¡/\ l'( ( )N( )l\ll(.,\ ,\l'l(;l N I lN,\ 3t)
rr,¡r\lttil\/(.r()il l0s ¡rr irr(.i¡r;rl('s l('rilirs rlt'l:r:tgcttrllt t'tt [:ts ttc'go«'iitt:ir>ttt's ¡lostt:t'i(>
2. 1.3 Druo,r EX'IERNA, ¡iACIoNALIZACIóN DE L«->s sERvrcI( )s puIJLICos
r, ., .rl irrcr¡nr¡rIirrrit:rrto irrglós <tcl lr-ataclt¡ Miran<lur-l]acly de 194tr, desvirttrado
Y PROYECTOS ALTERNATIVOS
1,, l:r nr¡('vl <lcr:l¿rr:tcirill dc ilrconvertibilidad de la libra esterlina. Ajuzgar por
'r
1,, ,r'lcr¡rcntos disponibles, dicho tratado implicaba una buena negociación pa-
Desde el punto de üsta del sector externo, hay pleno consenso en que
ini- r.r , l 1rrís, ya qlre hjaba en 150 rnillones de libras el precio de la tr-ansferencia
cialmente se trató de una etapa excepcional en la q.e luego irrumpieron los
I lr ( sl()s activos.
problemas de Balanza de Pagos típicos de esa etapa de la industrialización
ba-
sada en la sustitución de importaciones. Dichos problemas pusieron de
mani_
fiesto la ausencia de políticas estatales orientadas a completar el esquema in- t rr,rdro n" 2. I
dustrial interno. I v,,lr¡ción de los activos y pasivos externos y el comercio exterior, 1943-1955
con el objetivo de analizar ambos aspectos, en el cuadr. nq 2.1 se expone (, rr rrrillones de dólares y porcentajes)
la evolución de los activos (reserwas) y de los pasivos (deuda externa pública)
del Banco central, así como del comercio exterior (exportaciones e ilnporta_ Activos externos Pasivos Comercio Exterior Deuda/
(reservas) externos Exporta-
ciones) enrre 1943 y 1955. BCRA ciones (%)
La excepcionalidad inicial radica en que durante los primeros años del ,tal Oro Divisu Exportaciones lmportaciones Saldo
ta acentuada reducción se relacionó directamente con la disminución | '/'¡0 843 2t0 633 r53 690 t. r78 964 214 t3,0
de las
reseryas no con un incremento de la deuda externa- provocada por la l'/',1 708 267 441 35t 357 I.t69 t.480 -3tI 30,0
-y
amplia política de nacionalización de los servicios públicos,r6 d.e la cual el |')"? 608 287 32r 424 t84 688 t.t79 -491 61,6
'),,1 634 372 762 256 378 I.t25 795 330 72,8
heclro más oneroso, resonante y denostado fue la nacionali zación de los f-e- t
[)t't;ttllt I¡tlltltlt', sit'lltlo (()n(('rnl)()ur¡l«:rs rl«'l:ts csl:rriz;rr l()n(. (llr(.st.rr.lrliz;r ,1, nr(lltslrr;rliz;rr iorr;rllt.¡rr:rlivo (r'x1rotl;ttlot ) ;rl tlt'l lrt'tortisttl0 (rtrt'r<lttlo itt-
lr:ttt lr lrivcl lurrrlrli:rl (lrrql¡tcr.r-lt v I.'r-arrcia, ¡lirc:ir¡nalizir«lir.s
¡ror t^l l;rllor.isrrro y rr I lrt\t,t), st. rrlcrr< i()rr;rlr:r ('x¡rlí< itlrnlctltt: l:r lllt< iott:tlizltti<itr tlt' l()s st:t'r'icit¡s
por I)c Gatrllc, respectivaüter)tc). os, lo rlrrr'<.s r¡rr irlrlit:a«lt¡r rlcl gt-itdtl cle avattcc dc las nccociaciones
1'rrlrlrr
Sin ernbargo, desde 1948 en adel:rnte, la tenclencia cle los.s:riclos e¡tre l()s
1!1'rl):il.1(.rlr,:rlgrrnoscle losscctoresquehabíaninregradoelgobiernodela
activos y los pasivos del Banco Centrai fire decreciente. A sg vez, la evolució¡ ¿c (,,n( ()r-(l:ul('iit 20
este endeudamiento estl¡vo influenci:rdir. por los salclos nesativos en la bala¡rz1 l,or r¡tl-:r 1;lrrtc, clurante l:r décacla cle 1940 los sectores uaci<¡nalistas de las
comercial, quc irrumpieron por el est¿lncarniento cie las cxportaciones agropc- I rrrr ¿:rs Armad:rs y ric clistintas fracturas del sisterna político, influenciados to-
cuarias y el dinarnismo de las importaciones de insurnos intenneclios y bienes ,l,,r t.ll()s por FOI§A, fueron confbrtnando lrna proPuesta alternativa al mode-
cle capital demar-rdados por la creciente actiürlacl inclustrial. Para algrrnos a¡to- lr, .r1lr.{)L:Xporlador, tarnbién inclustriaiista pero a§entada en el consumo
inter-
res, como G. Vitelli (1999), el estancamicnto de las exportacioncs agropecua- rrr I v lil redistribución del ingrcso hacia los asalariados. Desde
el punto de vista
rias estuvo vinculaclo al atraso tecnológico del sector que comenzó hacia 19S0. , l, I rcronismo fuerza política que asumió este ideario-, la propie dad es-
[,a relación entre deuda externa y exportaciones tuvo un fuerte cre cimien-
1
-la consi-
r,rr.rl rlc los servicios públicos, y específicamente de los ferrocarriles, se
to aunque, de todas lnaneras, nlrnca llegó a los niveles que alcanzó en la segun- ,1,.r:rllrr vitzrl para consolidar la política económica. No se trataba únicamente
da etapa de sustitución de irnportaciones (19b8-1925).le rlr ()lrtcficf un instrurnent.o directo para Ia prornoción de Ia industria sino de
Así comenzó a expresarse el típico estrangulamiento en la Balanza de pa- r, l)liuttear el conjunto de las relaciones existentes, eliminando la posible
com-
gos que acompañó Ia evolución de esa etapa. En realidad, las restricciones ex- ,,lr r.*cia inglesa en los bienes industriales, que eran vitales como
sustento del
¡
ternas pusieron de manifiesto la extrema debilidad de las políticas estatales pa- I r rl)rcsariado nacional.2l
r
ra avatlzar, mediante la inversión pública, en la integración cle Ia estructura l,ese a la importancia que asun'rió Ia indr¡strializaciín en Ia t'area de gobier-
industrial interna. Era una situación paradójica porque, mientras los sectores rr,, rlr:lperonismo, es indiscutible que éste no logró profund\zatla incorporan-
dominantes denunciaban hasta el hartazgo el intolerable dirigismo estatal del rlr¡ «.r1 I2 estrlrctura productiva interna aquellas actiüdades que indican la su-
peronismo, la conformación estatal y la política económica no buscaban un sal- liaiana de acero,
¡,,.r:rción de la etapa de la industrialización -producción
to cualitativo en la estr-uctura industrial sino poder garantizar la rentabiliclad permitido una mayor expansióu eco-
¡rr.rroquímica, etcétera-, lo que habría
dei conjunto de las fracciones ernpresarias ind.nstriales. Pero esta rentabiliclad ,,,,,rri.u y autonomía nacional. Para varios autores, esta oportunidad perdi-
no se plasmó en el caso de lzr burguesía ¡¿sie¡¿l- en nuevas i¡- ,l,r sc ubica en los pritneros años de gobierno (1946/48), cuando las ingen-
-tarnpoco
versio¡:es que perrnitieran integrar la cstnrctura industrial y diluir ias presiones l(.\ l-cservas de clivisas con las que contaba el país supuestamente se usaron en
sobre el sector externo de la economía. l.r rcclistribución del ingreso hacia los asalariados, Ios gastos irnproductivos
del
Si bien los sectores sociales que impulsaban un recambio del modelo I',\lirdo y la nacionalización de los servicios públicos'2z
agroexportador coincidieron con la estatización de los servicios públicos, sus
desacuerdos fueron evidentes en el mornento de clefinir el carácter específico
se seitala que: "sin que pu«h, luts-
del nuevo patrón de acumulación de capital. Las fracciones cle la oligarquía !,j ,{I r.cspecro, en dicho Pl:rn (Ministerio cle H:rcienda, 1940)
con presencia en la producción industrial planteaban la integración de una tlt!t, no $ altn.lu.rufo petzs(f cn quc k¡i .sakks en. Iibrtr rcji.tllattlcs d¿ nuesl¡o ro»rrritt ton kx lríses d¿L ár¿a cs'
,ltla uasto progranm.dtt.arLquisirión tütl conlralnr dt pitzas esmdales del sisLetna
T,uctntt sar tttilizruLos cn i-Ln
't,
mayor injerencia estatal con el mantenimiento de las exportaciones agropecua-
rias pero tarnbién con un nuevo eje productivo dinámico basaclo en la cons- ,,,, ¡ ,Iil'Huntonitlr" (:í,prr.ro'; (caPítulo lII, prrrrro 37)'
2r Según P. Skupch (t972i: "AtJinali.urkrg.u,,rrorlobjeliuobisitotlel_goltierno,.atgenLino, cotnodcoht¡s
tr-ucción y, sobre todo, en las ventas externas de los productos industriales.
La expresión orgánica más acabada de la propuesta que irnpulsó esta frac- ,t¡ticúl(r.bft. ron rl lcntor n kt rLesot,í4nrión qur, rrn ,1, csl)ü(tr rmo ct»tseaundt de k» rerrjttslcs cconómiu;s qut
ción de la oliearqr"ría lire el denonlinaclo Plzrn pinedo de 1940. En este proyecro " (p' '186)-
,1,'jtrltt ipt.1t kL rrtrnpt:tettt:itt (xl.n.¡1ft r¿(:Ltlil)(tst los nuntruLrts ltnlirlos'
' :!'pa.n Esairg y Thorp ( 1969) i "lil r:rror rnt¡or f;u¿ ¡t.o ulilizat kts ntnplios rertt,rsos ie kt nrrción lxrrL s'rt''
cionalización de ros ferrocarriles, 9b na_ ',', 2.861 823 7t9 28,8 25,1
m,lones en ra adquisición de la unión | I
En t,¡do caso, el "c<¡ntenicio olieárrquico,, dc la porítica rrrrevo qr.re Ie aportó al desarrollo económico argentitlo la industrialización, y
peronista racrica e. no precisarnente desde ei izrcio clel trirbajcl, como conciben las corrientes libe-
el salto cualitativo que registró la okuaiqu.ía diuersiJit:a.rt,acoulc,,
fracción ernpre- lales, sino dcsde el lado del capital.
sari:r inclustrial, excruye.do al resto cre ia origarquía,
exciusiva o principalmen_ Las evidencias insinúan que la alternativa entre estatización de lr¡s serv'icios
te terrateniente. euizá por eso, de alrí en adelante
er papel cle los terratenien_ el nivel de excedente ge-
tes en la econornía rocal se mocrificó, ya que ¡rriblicos o industrializactón pesada no era tal, 1a que
se transformaron en una fi-acción
sul¡ordinada ala oligrtrquía diuersificada gue logró incidir rrcrado anuahnente y el acumulaclo socialmente en lnanos del gobierno en tér-
en el ciclo sustitutivo rninos cle oro y divisas (monto de las reser'"as) era suficiente colno para llevar
sólo cuaudo sus itltereses se articulabali con los
cle ésta. se estableció la rela-
ción inversa a la que había primado dur.arrte la vige.cia ;r cabo ambas iniciativas, ar.rn acolnpañadas por la redistribución del ingreso
del r¡rodero agroexpor_ I r;rcia los asalariados.
tacior y'a que, de aquí en aclelante, al desprazarse
e l espacio privilegiado de
mulación hacia la prodtrcción industrial, ra origarqría
acu_ Sin embargo, la conclición para que eso fuera posible era que la rentabili-
áloo'i¡roa.oruvo, sin duda, r llld cle las fracciones industri¿ües no estuüese engrosada por ganancias
extraor-
una inserción trascenclente.
rlinarias alirnentadas por transferencias desde el Estado, y por el ejercicio oli-
Una revisión más amplia cle la situación cie esra fiacció,
diversificada de la uopólico pleno resguarclado por Ia protección arancelaria sin medidas que
oligarquía PamPeana inclica que clurante la clécacla
clci trcinta ya se c.cortra- ()r.icntara¡t el exceclente hacia otros fines.
ba ple,amente abocad.a a defi,ir recambios
estratégicos ante el creciente _y
cada,ez más ostensible- agotarniento agroexportador. Así, cuando no se incorporan en cl análisis las elevadas ganancias percibi-
comr¡ se señaló, u, tlls por el capital inclustrial, Ia contradicción aparece como si Ia alternativa es-
primer intento hegemónico se expresó en er pian pinedo,
que la tuvo como rr-:rrégica se hubiera dirimido entre la estatización de los servicios públicos y la
.no cle sus pilares fundarnentares pero que fracasó políticamlnte
y era estruc_ i rlustrializaciótr.
trlr¿ümente inüabre- vale rccordar que su principal r r
socio poterrciar, ras ernprc- El fe nórneno es muy pr<tnunciado, ajr.rzgar por Ia rlohble magnitud de las
sas norteamericanas, en ese [Iolnento
se expanciieron a través de fo,nas cle i,-
ternacionalización corltrapllestas ar eje central rrriliclacles percihidas por el capital extranjero así cotno su I1o menos soryren-
der pran exportacio,es (l('nte tasa cle rentabilidad. No obstante, lo más grave no es que se trató de
incitistriales-, en tanto ia instaiación cre subsidiarias -ras
en ra región respondía a
la intención de explotar los mercados internos rrrr hecho excepcional restringicio a esta fracción del capital industrial sino
de los países látinoarnericanos
v no a utilizarlos corno platafornra exportacrora.
Sin .,,bu.go, ra derrota de es_
te planteo para plasrnar rtna inclustrialización
exportzrdcrra r* pu."." haber traí-
do aparejado un clebilitatrlicr-lto cle estzr fracción. por
el contrari,.,, se insertó
plenarne.te e. Ia sustitución cle ir,portaciones pero
conducienclo al conjunto , ,, rl se¿nnrlo. l-os inl,ustriah:s obtmían merrrulo; hts tenttl¿:nienlls, lu runl¡¿. l)c allí t¡t má\ el déJirit Jutttuiu-
tle lrr oligarqrría ngropecuaria.
,1) ltltt( ¡Lo rt.s rli.lit;il. d.e trunsporte dt pasrtjeros, sitro dt mrgo.) sc hansft»tnó en u¡t sutilnlettnis¡?lo ¡Lr.sul¡uttt-
Los üru)' elevacios beneficios industriales no significaron
qlre algunas cle las
tncclidas trascenclentes ciel gobierno peronista
no iravan p,r.ru, u¡ rímite a l¿r
l, lrl t,1¡¡¡)( ) l\l tr.\\t r.\l I x )
('xl('ll(li(l() lll l('st() rlt'll¡s:i('(t()l('s t'rrr¡lrt's:rr-i.s.!8 rr,lrr.rtr.',,s,l"r l;rscvirlt.ltri:rs(llr( (()nstilrtcrrrl (lt¡;trItotrt'2.'l toltlitlllllll,('lllcl'
l,irr ¡rr-irrr.i¡ri,, t,r;r t.s¡lt.r.;rlrlr.
qrrc cl nivcl clc trtiliclirrlcs y dc la Lirsa clc garrirrr<ilr r | | | r( r\ ti('n('t :tlt's, llts rlt'tlttt t'i<lI t«'s I t'lLliz.lt«llls.
t'srr¡vir:st: .¡r r-r:la<.iri. <lir-r.r. r
tzl con la jerarquía estructural de cada \r¡, ;rl < r¡rrsi«lr:r'ur Iir tlistribur:irin ricl capital .suscripto y las tttilidades perci-
una de l:rs fi¿rcciones
(irnportanci:r <lr.l
complejo sectorial específico, su lugar en er cornprejo l,r,l.rr r.rr lt)l-¡4 sc rc¡rlica l:r ltrisrna importancia estmctural, en tanto en arnbos
sectorizrr, su inser.cirirr
en actiüdades altamente concentracra.s, el carácter
cre núcleo económico tóc_ , r.,r,., r.l r.irpital cxtrarliero encabeza nítidamente las posiciones, seguido por las
1,
nico cle esas acti\¡idades, su grad. de cliversificación
hacia otros complejos sec- ¡ ,,lrr(.s;rs c«rntrolaclas por la olzga,rquía diaersificaday a corta distancia por las
toriales, etc.) y, en ese sentido, las obtenidas por
el capital extranjer. sería, ,¡,r, r orrstituyerr Ia burguesía nacional. Por otra parte, el sesgo qr.re introduje-
en el indicador
¡rolíticas económicas se expresa con singular intensidad
Ias más elevadas, seguidas por las cre ra origarqttía , ,,r l.rs
diaersificaday, finarmenre, Ia
burguesía nacional. ,1, l.r I r.ntabiliclact (utilidades/capital suscripto) que percibía cada una de ellas
sin embargo, dado el sesgo de la política económica , rr l.rs ¡rostrimerías de Ios gobiernos peronistas. Desde esta perspectila, las ven-
en favor de las frac-
ciones de origen locar, dichas diferencias probabrernente r ,¡.r., rl<:l capital extranjero resPecto de Ia fracción del capital que le sigue se
se hayan estrecha_
do, no porque se redujeran las utiridades y la tasa n,r t,u), pero sugestivamente la que Ie sigue es la burguesía nacional, la cual
cle ganancia de las extran_
jeras, sino porq*e se aumentaron las correspondientes .,,1 ,r.r rentabilidad percibida por la oligarquía diaersifrcada.
:r lrrrlgadamente la
a Ios capitales Iocales,
manteniendo la preeminencia enrre ellas la oligarquía t lrr rasgo característico del peronismo, cohererlte Con su concepción doc-
d.iuersifi)ada.
Esta prelación estructural entre las fracciones
cler capital, á.í .o*o el acor_ rr ir r,u i?t, lire el de acentuar sensiblemente la presencia de las empresas y orga-
tamiento de las diferencias en términos de la rentabiliclad
rerativa, parecen con_ nr..in()s estatales en la producción industrial. En principio, estas emPresa§ y or-
firmarse a partir de la información disp.nibre. si t,.uu ntos eran los que tenían que abrir el camino hacia un mayor desarrollo
bien se trata de resukados
,1, l.r industrialización mediante la incorporación de la industria pesada en la
' I r('tura productiva del país. Sin embargo,
.,rr cuando se analiza la importancia
, r. i tativa de todos los organismos estatales en la industria manufacturera' se
Cuadro n" 2.4 r rrrI
composición del capitar su.scripto, , ,,rrr¡rmeba que fue escasa, a Pesar de su incremento en la participación duran-
ras utiridades y ra rentabiridad de ras 50 empresas
industriales de mayores utiridades según tipo ae
lafitat. r954 (en p"r.";;ñ.i' ri ,.t ¡reríodo intercensal. En efecto, el análisis censal indica que las empresas
, .,r.rr:rles de todo tipo generaron en 1947 el 3,6Va de la producción total rnien-
rr.r\ (lue en 1954 concentraronelg,SVo de la producción. Corno erade espe-
Capital suscripto Utilidades Utilidades/capital r,l , (.n términos del personal ocupado (empleados más obreros) dicha partici-
suscripto
(el 4,3 y el lZVo en 1947
¡r,rr irirr es más elevada pero igualmente intrascendente
Capital extran.jero 29,0 43, I
y I 1154, respectivamente).30
37,3
Oligarquía diversifi cada 46,9 29,6 t8, l
lls decir que las empresas que debían ser la vanguardia de la industriali-
Burguesía nacional 24.2 27.3 29,0 ;,rr ir.rn, condición ineludible para consolidar el capitalismo de Estado que
Total r00,0 100,0 27.2
:", Se trata de resultados empíricos aproximados porque, ante la carencia de información em-
Fuente: Elabomción propia sobre Ia base de ElAccionists.
I 955_
¡,, , r;rlia desagregada para esos años, de las cien empresas de mayor facturación en 1958 se conside-
r,rr,,rr l:rs cincuenta de mayores utilidades en 1954 asignándole a cada una de las fracciones del ca-
1,rr.rl l:t propiedad de las empresas que controlaban
en 1958. Lafuente de la irlforrnación básica
i , .r | ,r r:Ll srrscripro y ¡tilidacles) proviene, tal como se indica en el Cuadro, de El Arcü¡niskt
(diario ju-
r r,lr t¡ v cotnercial), 1955.
28 ',,,'Ihnro en el Censo Industrial de 1947 como de 1954 se consigna información al respecto, compu-
Esta elevacla y generalizacla re ntabilidacl inclustrial
es la que habría impulsado las aclhesior:es
empresariales al gobierno r.r ¡rr l r todos los establecimientos contl,olados por dependencias nacionales, provinciales y mixtas
(pena-
Perol.lista que destacaJ. Brennan en un t¡abajo recie¡rte (I99g). sobre este
part.iculardestaca:'Estemug'opn:senkrátbspñncl¡xtl¿sful¿tLtco,rcsNrcct,a.lrcl¡ugadolnrelm(resaria¿om t,,,. r.srlelas, etc.). C. DíazA.lejandro (i975) es uno de los pocos autores que nlencionan laescasaparti-
el Peronismo' Primt:ro, kt outneia exlendidr,
,r, nir*or rrrrn.s uilos in.dustittlcs corno unrtJüenle rle rEo¡o perón , r¡,,r¡irirr estatal en la industria. al clecir: "Si bi¿tz kts poLíticas oJiciala han inJhtitlo sobre ku pautas dt
mlrc I 94) y I 95 5 es, ¡fu muchas n¿ano($, kt contraltarte dc ,
loi ho¡ rbxunditn,lo, ,u.g,roilrk,, ¿e .un* ,.una aer- , t,lt¡tridh.ac)fin, el Est.il{lo ha rumplitla ut papel mu¡ notl¿slo ¿'n l¡¿ atltninistratiin ¡ p\fudad tlirecta de kts m(¡re'
sus urut aitjo dtce obron
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l;irltl a l:t c.scascz clt: rccursos clisponiblcs p:rra Ilc:var a cabt¡ los r¿r.;lrrrlc.s r:lrr- ,t, I r¡¡ r,ls ( ()rr r.l llr¡ritll (:xtnurj('r()), y la lrrrr'errcsílt trittit¡niri, r¡ttc oscilará cln-
prendimientos. Esos recttrsos existían pero fucron a lnanos cle lits ciilir¡:¡tr:s r,, l.r'.r¡lrol«lirtitci<itr:rlossc<:torcsd<-¡l¡linatrtcsvl:rali¿r¡rzaconlostrabajaclores
fraccioues enlpresatias que actuaban en la inclustria con una elevaciísilna rcrr- ,l,r' urt(.nl'ul()(:trptlrctrlasCrCit:CiadellugarquelescorrespOndeC()lfloCreadO-
tabilidad y es plausible asutnir que, si los lecurs«¡s clisponibles hubieran sir¡r , , , l. l;r rir¡ucz-lr srtcizrl.
más, habr'ían crecido las utilidades y aurnentario la rentabilid¿rd pero la irr-
dustrialización habría perrnan ecido igualtnen te trunca.
En síntesis, durante sus primeros gobiernos, el peronisrno consiguió clis- ., tl l,,v<¡lución y características de la segr-rnda etaPa de sustitución
ciplinar a \¡arios de los sectores centrales de la agotada economía agroexpor- k: irnportaciones (1958-1975)
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tadora pero fue doblegaclo por las fracciones del capital que conducían la ac-
tividad dinámica prornovida. Entre ellos .se encontraba, adernás del capital li.ntr.c los años cincuenta y rnecliaclos de los setenta, ia ecouomía irrgentina
extranjero, la fracción dorninante de la oligarquía argentina. , ,,,1r¡t iortó sobre la base de un comPortalniento cíclico de corto piazo del pro-
Es cierto que desde el gobierno se alentó y promovió una rl¡rrroVlosprecios (ciclocorto).Deallíque,desdeelpuntode vistaeconólnico,
fuena p,ropia d,en-
tro del ernpresariado industrial, pero no es rrenos eüclente que esa burguesía , .r.r (.r:rpa sea reconocida por el denominado ltare-siga o stop-go. Si bien respec-
nacional era estrucruralmente endeble y, qtizá, más depend.iente en términos r,, r lc cste comportatniento hay un consenso Prácticamente unánime, no pare-
ideológicos y productivos de los sectores clominantes que de la concepción y la , , 1)( rrrrir Io mismo con relación a la expansión econórnica que se registró en
iniciativa gubernamentales, aspecto que afloró cuando, en la década del cin- , I ¡,,.r Íoclo. Desde la Ciencia Política parece asumirse C. Por-
cuenta, surgieron problernas económicos. El principio del fin del gobierno pe- -especialmenteJ. cin-
L l ri(.r.o en su attálisis sobre el empate hege'mónico- que a partir de los años
ronista comenzó cuando la rentabilidad obtenida por las fracciones industria- , ,rr.¡lir se produjo un agotamiento de las füerzas productivas, específican-rente
les dominantes empezó a descender. Entiéndase bien, a disminuir respecto de
,1, l,r industrialización. Desde esa perspectiva, no se trataría de la cuhninación
Ia "época de oro" (40% de rentabilidad sobre el capital invertido en 1g49 por r l, un? etapa y el cornienzo de otra sino más bien de la clausura defrnitiva
de
las subsidiarias extranjeras), ya que seguía siendo notablemente alta en tér-m!
l,r rclustrialización.32
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se disputaban la colducción clei proceso econórnico, social y político: el capital ,ttltitacion.cs 1 !»tttnsioncs exlru.eslos al gobirn.o por la Bolsa, de Comen:io. " (p 203)
:¡! Textualnrente,-]. C. Portantiero (1977) afirma que: "jlldtnocamicnlo delltrinut ttxptintetttt¡ tttt-
t t(,¡(rl: un(r ektfa -se tietrn prilnno en el pktn,o ect»tómicr>socia/ que en el pkm,o polí|irc. NuesL¡tt hipólesis cen-