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Tipos de plegado

Existen 3 tipos de plegado:

 Plegado al aire
 Plegado a fondo
 Estampado

En los 3 tipos la chapa es presionada por el punzón en el interior de la obertura de la


matriz manteniendo durante todo el proceso 3 puntos de contacto; el radio del punzón y los
radios de los vértices de la V.
Plegado al aire
En este caso la chapa es presionada por el punzón en el interior de la obertura de la
matriz, pero sin tocar la parte inferior. No es necesario que el radio del punzón de la
herramienta superior y el ángulo V de la herramienta inferior sean iguales. Con una sola
combinación de herramientas, se pueden plegar múltiples materiales y espesores en
diferentes ángulos. Es un método muy flexible, lo que supone pocos cambios
herramientas, requiere menos fuerza de flexión, pero también es menos preciso.
En este caso, la penetración debe tener una precisión muy alta y las variaciones en el
espesor de la chapa y el desgaste local de punzones y matrices pueden ocasionar
desviaciones inaceptables. Las propiedades de la chapa también afectan el ángulo de
plegado debido al retorno elástico.

 V de 6 a 12 veces el espesor
 Precisión: ±30’ (0,5º)
 Radio interno de plegado: entre 1 y 2 veces el espesor
 tonelaje relativamente bajo

Las desventajas de esta técnica en términos de calidad se corrigen con medidas


especiales. Por ejemplo, sistemas de medición de ángulos, amarres y sistemas de
compensación ajustables y herramientas endurecidas / templadas.
Plegado a fondo
El plegado a fondo es una variante del plegado al aire. La chapa se presiona contra los
lados de la V. Continúa existiendo un espacio de aire entre chapa y el fondo de la V. Cada
ángulo de plegado y cada espesor de chapa requiere un juego de herramientas, y lo
mismo ocurre a menudo con los diferentes tipos de materiales debido a los diferentes
retornos elásticos. El ángulo de plegado depende de la herramienta.

 V de 6 a 12 veces el espesor.
 Radio interno de plegado: entre 0,8 y 2 veces el espesor.
 Mayor precisión: +/- 15’ (0,25º)
 Tonelaje similar al del plegado al aire.

En este método, el material de chapa es ‘machacado’ por el punzón hasta el fondo de la V.


Requiere un tonelaje de cinco a diez veces más alto que el plegado a fondo. Debido a la
presión extremadamente alta ejercida en la punta del punzón sobre la chapa, se produce
una deformación permanente en toda la sección transversal de la chapa y el retorno
elástico se reduce prácticamente a cero.
El estampado implica el uso de matrices y punzones (a menudo con un radio fino) del
mismo ángulo. Las variaciones en el espesor de la chapa y las propiedades del material
tienen poca o ninguna influencia en los resultados de plegado, ofreciendo un alto nivel de
precisión.

 V de 5 veces el espesor.
 Radio interno de plegado: desde 0,4 veces el espesor.
 Sólo se pueden doblar espesores finos de hasta 2,0 mm acero inoxidable y acero
al carbono.

Factores que influyen en el plegado


Es difícil encontrar una lámina de metal prácticamente igual y las diferencias pueden ser
significativas en el mismo paquete y también en la misma chapa.
Factores que influyen en el plegado:
Acabado de la chapa lagrimada / estriada
En este caso, el plegado es muy complicado: la trama de las lágrimas en diferentes
espesores causa problemas dimensionales en grados y medidas de los plegados.
El plegado varía considerablemente si la lágrima está posicionada hacia abajo (matriz) o
hacia arriba (punzón). El problema es mayor cuando tenemos contraplegados. En 2
plegados en paralelo en el mismo sentido no siempre se incide sobre el mismo punto de la
lágrima. El ángulo de plegado puede variar en función de si el plegado se realiza en el
centro del agujero o en un extremo de este.
Las dimensiones de las alas se comprometen ya que la chapa se ‘mueve’ (estirándose o
moviéndose) bajo la presión de los radios del punzón.
Para un mismo espesor cuando mayores son los agujeros menos precisión se obtendrá.
Para obtener precisión se recomienda plegar a fondo matriz o estampando.

Tipos de plegado
Al realizar un plegado de una chapa en una plegadora, esta se ve sometida a una presión
gradual al estar situada entre el punzón y la matriz. El plegado de la pieza estará en
relación con la fuerza aplicada. Esto podría ser representado en un gráfico donde se tenga
en cuenta los grados a los que se pliega la chapa y la fuerza aplicada.

Entendemos que la chapa plana se corresponde con 180º. Lo primero que observamos en
el gráfico es que para empezar a plegar necesitamos una cierta cantidad de fuerza. Una
fuerza inferior a esta no produce deformación en la chapa cuando la fuerza cesa. Esto se
debe a la elasticidad del material.
A medida que prosigue el plegado la fuerza debe aumentar hasta los 135º
aproximadamente. A partir de aquí la fuerza necesaria desciende ligeramente hasta los
100º. A esta zona le llamaremos región 1.
A partir de este punto a medida que desciende el ángulo de plegado aumenta la fuerza
necesaria. Para conseguir plegar los 90º necesitamos una fuerza superior a la necesaria
para conseguir 130º. La fuerza necesaria para plegar 90º se denomina “fuerza necesaria”.
Si seguimos presionando la pieza llegaremos a unos pocos grados por debajo de los 90º.
A esta zona le llamaremos región 2.
Si seguimos aplicando más fuerza el ángulo de plegado volverá a ser otra vez 90º. La
fuerza necesaria será una 6 veces mayor que la “fuerza necesaria”. En esta zona para
conseguir una pequeña variación en el ángulo de plegado es necesario un incremento muy
grande de fuerza. A esta zona le llamaremos región 3.
A las regiones 1, 2 y 3 les llamaremos plegado parcial, plegado a fondo y acuñado o
estampado. A partir de este punto al plegado parcial y al plegado a fondo los unificaremos
y nos referiremos a ellos como plegado al aire.

Retorno elástico
En la figura inferior podemos observar el efecto del retorno elástico de una pieza plegada.
Las líneas continuas representan el ángulo _ de la chapa cuando está siendo plegada, es
decir, mientras la chapa está siendo presionada entre el punzón y la matriz. Las líneas
discontinuas representan el ángulo _’ de la pieza después de ser plegada, cuando la
chapa no está sometida a presión.

Cuando realizamos un plegado, la elasticidad de la chapa no se elimina aunque el


esfuerzo producido en la chapa haya excedido el límite elástico. Podemos considerar al
límite elástico como el punto donde la chapa cede al esfuerzo. La plasticidad está más allá
de ese punto. Este es el motivo del retorno elástico.
En la figura superior podemos ver que al realizar un plegado la parte interior de este es
comprimida y la parte exterior es extendida o alargada. Entre estas caras existe un plano
intermedio, llamado neutro, en el cual no se produce ni comprensión ni extensión.
Cuando una chapa es plegada, los esfuerzos que son opuestos actúan en la cara interior y
exterior de la chapa. En general, la resistencia a la compresión de la chapa es mucho
mayor que su resistencia a la tracción (extensión). La presión ejercida deformará
permanentemente la parte exterior de la chapa, pero la parte interior no llega al límite
elástico. Por tanto, la parte interior tiende a recuperar su forma inicial. Puesto que el
esfuerzo es una fuerza de resistencia que actúa en oposición a la fuerza externa aplicada,
el esfuerzo de compresión actúa hacia fuera de la cara interior. Este esfuerzo de
compresión se convierte en retorno elástico.

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