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Cap.

1
Un día soleado, silencioso, como todos los días en una ciudad rural. Mei esta durmiendo
tranquila hasta que su abuela la despierta, golpeando una cacerola y gritando –
¡¡¡MEEEEEEIIII!!! ¡Es hora de levantarse! – y Mei salta de la cama gritando – ¡¡¡WAAAAAA!!!
¡ABUELA! ¡¿Cuántas veces tengo que decirte que me despiertes de forma normal?! Además, es
domingo. – Su abuela se va, ignorando a Mei y le dice – el desayuno ya está listo, así que baja
que te tengo que decir algo – esa última oración la dijo con la cara muy seria. Mei se
sorprendió, pensó que hizo algo mal y que la iban a regañar. Mientras Mei se aseaba se quedó
en el aire. Su abuela la llamo gritando – ¡MEEEIII, ESTOY MUY VIEJA PARA ESTAR GRITANDO
TANTO! – mientras ponía los platos en la mesa. Mei volvió en sí y termino de asearse lo más
rápido posible; bajo las escleras y se sentó en la mesa junto a su abuela, y comenzó a comer –
¿Qué querías decirme abuela? – dice con la boca llena de pan. Su abuela da un pequeño brinco
de sorpresa, se queda callada un momento y dice – Lo que te quiero decir es que… vas a tener
que quedarte en la casa de uno de los amigos de tu padre de ahora en adelante. – dice con la
cabeza baja mirando a su plato. Mei se queda en blanco mirando a su abuela por un rato, con
lágrimas amenazando salir, cuando por fin decide responder, ya con las lágrimas rebosando,
dice gritando con desesperación –¡¿QUE?! ¡¿POR QUE NO ME PUEDO SEGUIR QUEDANDO
CONTIGO?! – a lo que su abuela le responde dolorosa pero calmadamente – Voy a tener que
internarme en el hospital desde mañana por mi edad, así que tendrás que ir a la ciudad central
hoy en la noche, el amigo de tu padre te estará esp- – Mei no la deja terminar y le dice – ¡PERO
NO ENTIENDO ABUELA! ¿Por qué me haces esto? – Su abuela se sorprende y de repente pone
cara de dolor y coloca sus manos en el pecho – ugh –dice quejándose. Cae al suelo y se
desmaya. Mei pone cara de sorpresa y corre a agarrar a su abuela en el suelo, llorando gritar –
¡ABUELA! – Viendo que su abuela no responde, llama al 911 rápidamente. Cuando por fin
llegaron al hospital se llevaron a la abuela de Mei a el área de operaciones en una camilla a
toda prisa, Mei solo pudo quedarse esperando hasta que la operación se acabara. Pasaron 2
horas, la operación ya había acabado y, para sorpresa de Mei, la habían movido a una de las
habitaciones mas lujosas del hospital, la abuela no había despertado. Al cabo que pasan los
minutos, llega un hombre muy guapo, entra a toda prisa a la habitación y dice – ¡abuela! – a lo
que Mei responde – ¡¿Quién eres y por qué la llamas abuela?! – El hombre se queda callado
mirando a Mei, después de un rato mirándose entre sí, Mei vuelve a decir – ¡te estoy
preguntando que quien eres! ¿Por qué la llamas abuela? – El hombre, sonrojado, responde
diciendo – P-perdón…. por entrar así, soy Yousuke, soy el que va a cuidar de ti a partir de hoy,
ya que tu abuela no se encuentra bien de salud ella me pregunto si podía cuidarte de ahora en
adelante. – Mei se queda sorprendida y no responde nada y se va a sentar, Yousuke hace lo
mismo. Después de un rato la abuela despierta, Mei y Yousuke se acercan a ella
apresuradamente, gritando al unísono – ¡ABUELA! – los dos se miran fijamente, Mei frunce el
ceño y Yousuke sonríe tímidamente, la abuela se queda mirándolos y dice – ¡hm! Ya se llevan
bien al parecer, eso me alivia – dice la abuela suspirando – Mei, él es Paolo, seguro él ya te dijo,
él te cuidara desde hoy... Perdóname por decirte esto ahora Mei, es que no encontraba el
momento adecuado para decírtelo mi niña… perdóname – dice la abuela llorando
amargamente. Mei la abraza y le dice – Abuela, esta bien no llores. Pero debiste de decirme
antes

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