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Universidad Católica de Temuco Prof.

Juan Pablo Beca


Curso Derechos Fundamentales Ayudante: Francisca Cartes
Segundo semestre 2019

DERECHO A LA SEGURIDAD SOCIAL

Normas a utilizar:
Arts.22 y 25 Declaración Universal de Derechos Humanos
Arts. 9 y 10 Nº 2 Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales
Art. 19 Nº 18 Constitución Política de la República

Caso:
Se transcribe a continuación una sentencia de la Corte Suprema.

Santiago, veintisiete de enero de dos mil catorce.


Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada con excepción de sus fundamentos tercero a quinto, que se
eliminan.
Y se tiene en su lugar y además presente:
PRIMERO: Que Juan Carlos Muñoz Ortega ha solicitado amparo constitucional en contra de la
Superintendencia de Seguridad Social con motivo de haber dictado la Resolución N° 35529, de 6 de
junio de 2013, que confirmó la Resolución de la Comisión Médica de Reclamos N° B101/20130019
de 2 de enero de 2013 que lo priva de su pensión de invalidez por enfermedad laboral; y en contra
de la citación del Instituto de Seguridad Laboral, a la cual se adjunta la notificación folio N°160 de
deudas de prestaciones de seguridad social por la que se le cobra $1.860.880 (un millón,
ochocientos sesenta mil, ochocientos ochenta pesos) correspondientes a pensiones devengadas en
exceso durante el periodo de 1 de febrero de 2012 a 30 de abril de 2013, en que cesó el beneficio
del Sistema de Pensiones.
Explica que es minero del carbón, actividad que comenzó a ejercer en pirquenes en 1977 hasta
1981 y desde el 3 de enero de 1982 al 8 de diciembre de 1984 y entre 1984 a 1991 en la minas de
Schwager. Agrega que después volvió a trabajar en pirquenes desde el 10 de marzo de 1992 al 30
de marzo de 1994. Durante el período comprendido entre 1977 a 1992 se desempeñó la mayor
parte del tiempo como barretero, expuesto a enfermedades profesionales que afectan las rodillas,
los oídos y los pulmones. Indica que como consecuencia de esas labores el 22 de enero de 1997 la
COMPIN de Concepción, mediante Resolución N° 152, determinó que tenía un grado de
incapacidad corporal del 40% debido tanto a neumoconiosis como a la enfermedad de las rodillas
del minero del carbón, lo que le daba derecho a una pensión de invalidez parcial. Al revaluar ese
organismo su enfermedad por Resolución N° 140 de 4 de febrero de 2002, se determinó que el
porcentaje de invalidez corporal ascendía al 55% por las mismas enfermedades y el 15 de julio en
Resolución N° 948 se elevó ese porcentaje a 65% al constatar que además de las enfermedades ya
indicadas padecía de hipoacusia neurosensorial traumática. El 1 de marzo de 2004 por Resolución
N° 504 la COMPIN determinó que el porcentaje de invalidez era de 50% porque en ese revaluación
se constató que ya no tenía neumoconiosis, lo que él reclamó ante la Comisión Médica de
Reclamos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales (COMERE), organismo que tuvo
a la vista su historia ocupacional del trabajador y por Resolución N° 6/20040751 de 10 de
noviembre de ese año, firmada, entre otros, por Nilda Pizarro V., en calidad de presidenta de la
Comere, resolvió que el porcentaje de invalidez ascendía a un 47,31%, del cual el 31,25% de la
invalidez se debía a enfermedad de rodillas de minero del carbón, lo que concluyó teniendo a la
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vista las citadas historias ocupacionales. Agrega que debido a los graves dolores y molestias
provocadas por sus enfermedades laborales pidió una nueva revaluación de incapacidad a la
Compin y mediante Resolución N° 886 de 1 de febrero de 2012 se determinó que el porcentaje de
invalidez o pérdida de capacidad de ganancia ascendía a 71%, correspondiendo un 56,3% a
enfermedad de rodilla del minero del carbón, que lo hacía acreedor a una pensión completa. Dicha
resolución fue apelada por el Instituto de Seguridad Laboral ante la Comere, la que rebajó el
porcentaje de incapacidad a un 17,10% por la hipoacusia, desechando la evaluación por la
enfermedad de rodillas del minero del carbón por no cumplir con el tiempo de exposición según
Circular 3G/40 del Ministerio de Salud. Manifiesta que esa circular indica que la artrosis de la
rodilla es una enfermedad frecuente en la población general y para establecer su naturaleza
laboral se requiere que la historia laboral detallada y responsable certifique que el trabajador ha
estado realmente expuesto al riesgo durante un tiempo mínimo de 5 años, lo que cumple porque
ese indicador en su caso es de 6,15 años.
Estima conculcadas las garantías constitucionales previstas en los numerales 24 y 2 del artículo 19
de la Carta Fundamental, esto es el derecho de propiedad sobre su pensión de invalidez y la
igualdad ante la ley, puesto que hace diferencias con otros mineros del carbón a quienes se les ha
reconocido el derecho a que se evalúe la enfermedad de las rodillas del minero del carbón.
SEGUNDO: Que el recurrido manifestó que el recurso no es procedente en materia de seguridad
social y que en todo caso actuó dentro de su competencia y la determinación del grado de
incapacidad le corresponde a la COMPIN. Argumenta que en la especie se ejerció el procedimiento
de reclamo establecido en el artículo 77 de la Ley N° 16.744, que concluyó con la resolución que se
ha impugnado. Estima que no existe arbitrariedad al establecer que no concurre el tiempo de cinco
años de exposición al riesgo que exige la Circular 3G/40 de 1983 del Ministerio de Salud para
considerar la artrosis de rodilla como enfermedad invalidante, para lo cual señala que los doce
años que el recurrente laboró en las minas debe considerar jornadas de ocho horas diarias, lo que
corresponde a un tercio de los años cronológicos de vida laboral, que en este caso correspondería a
lo sumo a 4 años.
TERCERO: Que en primer término conviene aclarar que las garantías que fundamentan el
recurso son la igualdad ante la ley y el derecho de propiedad comprendidas en el artículo 20 de la
Constitución Política de la República, por lo que no cabe atender a las alegaciones de la recurrida
de que con esta acción se pretende salvaguardar derechos derivados de la seguridad social que no
están protegidos por este recurso.
CUARTO: Que de los antecedentes acompañados al recurso se puede advertir que el 22 de
enero de 1997 la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez de Concepción diagnosticó al
recurrente la enfermedad de las rodillas del minero del carbón, disponiendo un grado de
incapacidad del 40% por invalidez múltiple a contar del 31 de enero de 1997; esa incapacidad
aumentó al 55% en una reevaluación efectuada por el mismo organismo el 4 de febrero de 2002 al
considerar una neumoconiosis. Posteriormente, el 1 de marzo de 2004, dicha Comisión determinó
que por la enfermedad de las rodillas padecía un 31,25% de incapacidad y la Comisión Médica de
Reclamos, mediante Resolución de 10 de noviembre de 2004, conociendo de una apelación del
afectado, determinó que éste presentaba incapacidad por enfermedad de las rodillas del minero
del carbón en un 31,25%, expresando en esa resolución que se tuvo a la vista las dos historias
ocupacionales, la que firman la doctora Nilsa Pizarro V. como presidenta y Mónica Leighton R.
como ministro de fe. En esas dos historias ocupacionales del año 1996 que se agregaron a fojas 13
y 14 se indica que el recurrente estuvo expuesto a riesgos 2.3 años y 3.85 años, respectivamente.
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QUINTO: Que en la Resolución N° B 101/20130019/02-01-2013 la Comisión Médica de


Reclamos, presidida por la doctora Nilsa Pizarro Vega, concluyó que no correspondía la evaluación
por enfermedad de rodillas del minero del carbón por no cumplir con el tiempo de exposición según
la Circular 3G/40 del Ministerio de Salud, sin que se explique ni fundamente el cambio de opinión
respecto de la decisión formulada en sentido contrario el año 2004 por la misma Comisión y
presidenta. Tampoco se hace cargo de esa circunstancia la resolución recurrida dictada por la
Superintendenta de Seguridad Social de que da cuenta el Ordinario N° 35529 de 6 de junio de
2013, con lo cual se vulnera el artículo 11 de la Ley N° 19.880, que dispone que los hechos y
fundamentos de derecho deberán siempre expresarse en aquellos actos que afectaren los derechos
de los particulares, sea que los limiten, restrinjan, priven de ellos, perturben o amenacen su
legítimo ejercicio, así como aquellos que resuelvan recursos administrativos, como ocurre en la
especie.
SEXTO: Que es posible revisar las declaraciones de incapacidad de conformidad a lo
previsto en el artículo 63 de la Ley N° 16.744 por agravación, mejoría o error en el diagnóstico y,
según el resultado de estas revisiones, se concederá o terminará el derecho al pago de las
pensiones, o se aumentará o disminuirá su monto. Sin embargo, en el caso de autos no se ha
cuestionado el diagnóstico de padecer el recurrente la enfermedad de las rodillas del minero del
carbón; lo que se ha puesto en duda es el tiempo de exposición al riesgo del trabajador, sin contar
con ningún antecedente concreto que enerve las historias ocupacionales que tuvo a la vista la
Comisión Médica de Reclamación el año 2004.
SÉPTIMO: Que debe considerarse además que la autoridad administrativa no puede
invalidar los actos contrarios a derecho, según la facultad que le confiere el artículo 53 de la Ley N°
19.880, una vez transcurridos dos años desde la notificación o publicación del acto; en la especie
ese plazo transcurrió en exceso si se considera que la primera vez que se le constató la enfermedad
a las rodillas a Juan Carlos Muñoz Ortega fue el año 1997, reconociéndosele en esa oportunidad el
derecho a percibir una pensión parcial y que desde ahí no existe algún antecedente que hasta hoy
ponga en duda ese diagnóstico y, por el contrario, lo que se puede advertir de la Resolución Exenta
N° 886 de 1 de febrero de 2012 emanada de la COMPIN Provincial Concepción es que el porcentaje
de incapacidad por esa enfermedad aumentó asignándole un porcentaje de 56,3%, muy superior al
31,25% que se había ponderado el año 2004.
En el mismo sentido tampoco procedía la revocación del acto administrativo, porque de
conformidad a lo dispuesto en el artículo 61 de la Ley de Bases de los Procedimiento
Administrativos, los actos administrativos podrán ser revocados por el órgano que los hubiere
dictado siempre que no se trate de actos declarativos o creadores de derechos adquiridos
legítimamente, como ocurre en este caso.
OCTAVO: Que de lo expuesto se sigue que la Superintendencia de Seguridad Social, al
proceder en la forma descrita y confirmar la decisión de la Comisión Médica de Reclamos, ha ido
en contra de sus propios actos y ha afectado los derechos adquiridos de buena fe por Juan Carlos
Muñoz Ortega a través de actos arbitrarios que carecen de fundamentación e ilegales al exceder
los márgenes en que la ley le permite actuar para invalidar o revocar un acto administrativo,
vulnerando con ello las garantías fundamentales previstas en los números 2 y 24 del artículo 19 de
la Constitución Política de la República, desde que ha discriminado al recurrente respecto de otros
sujetos que ante un mismo nivel de incapacidad han obtenido y conservado la pensión de invalidez
total a que tienen derecho, afectando del mismo modo el derecho de propiedad sobre la pensión
legítimamente obtenida de que se encontraba gozando, motivo por el cual se acogerá el recurso
de protección deducido.
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NOVENO: Que la citación y cobro de sumas pagadas en exceso de que dan cuenta los
documentos de fojas 25 y 26 han sido generados como consecuencia de las resoluciones en las que
recayó el recurso de protección que ha resultado acogido; en consecuencia, ese procedimiento
administrativo de reintegro correrá la misma suerte que los actos administrativos que lo
motivaron.
De conformidad asimismo con lo que disponen el artículo 20 de la Constitución Política de la
República y el Auto Acordado de esta Corte sobre la materia, se revoca la sentencia apelada de
veintiocho de octubre de dos mil trece, escrita a fojas 73 y en su lugar se declara que se acoge el
recurso de protección deducido en lo principal de fojas 27 y en consecuencia, se deja sin efecto la
Resolución N° 35529 de 6 de junio de 2013 de la Superintendencia de Seguridad Social, que
confirmó la Resolución N° B101/201130019 de 2 de enero de 2013 de la Comisión Médica de
Reclamos, debiendo regir en su integridad la Resolución Exenta N° 886 de 1 de febrero de 2012 de
la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez de Concepción, agregada a fojas 6, que resolvió
que Juan Carlos Muñoz Ortega tiene una pérdida de capacidad de ganancia de un 70% (setenta
por ciento); se deja sin efecto, asimismo, el procedimiento de cobro de pensiones y aguinaldos
referido en el considerando noveno.
Regístrese y devuélvase con su agregado.
Redacción a cargo del Ministro Sr. Muñoz.
Rol Nº14.809-2013.

Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los Ministros Sr. Sergio
Muñoz G., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sra. María Eugenia Sandoval G., y el Abogado
Integrante Sr. Alfredo Prieto B. No firma, no obstante haber concurrido al acuerdo de la causa, el
Ministro señor Carreño por estar con permiso. Santiago, 27 de enero de 2014.

Autoriza la Ministra de Fe de la Excma. Corte Suprema.

En Santiago, a veintisiete de enero de dos mil catorce, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario
la resolución precedente.

Una vez analizado el fallo, determinen lo siguiente:


 ¿Hay en la especie una vulneración del Derecho a la Seguridad Social?
 ¿El fallo hubiese sido distinto al considerar las normas indicadas al inicio del ejercicio
(Constitución y Tratados Internacionales)?
 ¿Por qué el argumento de la Corte Suprema, para acoger el recurso, se basa en el derecho
de propiedad?

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