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ue. Gieciy Memoria de Ais 1. Expedicit al itesior de Femando Po y bis de Bocabochs y Masls. 2. Labotes ageoss de bubs en Fernando Péo ysiembra de fame. Grabaos en TEA (2: y 3.11883). Gaines on ls XIX Abandoney cnr 9 GUINEA EN EL SIGLO XIX. ABANDONO 0 CONSERVACION: Antonio Carrasco Gonzilez Asociacion Espaola de Aicanistas- AEA La adquisicién por Espatia de los territorios del golfo de Guinea en 1778, como consecuencia de dos tratados con Portugal, hay que entenderlos desde tuna mentalidad mercantil y nunca como un empeiio colonizador como el que después conocer Africa. El intexés se cefia exchusivamente a obtener bases paca la captura, guarda y embarque de los esclavos que reclamaban las colonias an scanas. Los derechos concedidos se limitaban a las zonas costeras y lo eran de explotacién y comercio exchisivo. Se trataba de evitar la intermediacién que cencarecfan el producto humano y garantizar el suministeo regular y bastante. Por eso, cuando la trata y la esclavitud en general fueron prohibiéndose, conse- ccuencia de que los estados asumicran doctrinas humanitarias, la isls africanas de vata, adquiridas para estos fines, van a servir para ceptimisla con Ia instala- cién de tribunales mixtos y bases para baques ingleses. Las posesiones se quedan indtiles para los gobiernos espatioles, No sirven ya para la captura y comercio hhumano, estén alejadas de las rutas de navegacién con las colonias americanas, fo tienen interés estratégico para la defensa de terrtorio alguno, no son necesa- tos sus productos porque el mercado no los demanda y constituyen un lugar insalubse capaz de acabar con la vida del mis sano de los europeos. Si la adqui- sicién de los tertitorios fue motivada por una necesidad econémica, la conserva cin de los mismos se debié mis a consideraciones de prestigio, de decoro 2 ional como diria et Consejo de Estado, y2 que no se abandonaron ni vendieron cuando no se obtenia nada de ellas. Hubo en la colonizacién de Aftica un com- Memoria te Apo 120 ponente de competencia internacional, de politica de gestos de potencia, sin que todo pueda ser reducido 2 las pretensiones puramente mercantiles. Espaiia no necesitaba Guinea y se dejé sin uso durante afios y afios, pero nunca se inhibié Espatia de ciertas conquistas territoriales y de soberania.. ‘Como el sostenimiento de la Guinea no suponia caste alguno al tesoro espa fol, se fue manteniendo un dominio nominal, sin presencia, sin actividad y con gobernadores extranjeros. No importaba. Nadie se quej6 basta bien entrado el siglo XIX del estado del terrtorio. Algunos intentos privados por buscar alguaa utili: dad , se quedaron en mesas propuestas como el concurso convocado por la So- ciedad Econérica Matritense que leg a publicar los uabajos de Los Moros ‘Morellén y De los Rios en 1844, Todos estos proyectos de desarrollo quedaban estancados, cuando se contaastaban con la realidad: ceémo se iba a colonizer Gui- nea sigran parte de América estaba desierta?, geémo poblar el tripico africano si ‘al sur de Espasa tenia earencia de poblacién? y, sobre todo, gpara qué? equé pro:

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