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Universidad Pontificia Bolivariana.

Curso de Cosmología.
Estudiante: Jaider Enrique Hoyos Guerrero.
22 de abril de 2020.

Contra los que murmuran sobre la eternidad del mundo. Santo tomas de Aquino.

La problemática que se plantea es si el mundo puede ser eterno y creado por Dios. Según
la fe católica el mundo tuvo un comienzo en el tiempo, pero sin embargo se suscita la
duda si pudo existir desde siempre. Santo Tomas, plantea que, para entender mejor esta
duda, debe discernir o averiguar en que coincide y en que no, con sus opositores. Santo
Tomas, afirma que el mundo sea eterno o no, ha sido creado por Dios, lo acepta tanto la
fe como la razón y negarlo es un error abominable. Los filósofos afirman y sostienen que
todo lo que existe, sea de la manera que sea, no podría existir si no es causado por quien
posee el ser en su expresión suprema y verdadera.
En cuanto a la creación, están todos de acuerdo, a saber, que Dios pudo hacer algo que
haya existido siempre ya que su poder es infinito, pues tiene la potencia suficiente para
hacer todo lo que puede ser hecho, entonces el mundo es perfecto porque es hecho por
Dios.

Pero entonces aún sigue la duda de si algo que ha existido puede ser hecho. La duda se
resume, por tanto, en si los conceptos existir desde siempre y haber sido creado por Dios
son dos conceptos contrarios o repugnantes entre sí, independientemente de que Dios
pueda o no pueda hacerlo. Si no hubiera contrariedad en ello, entonces la creación de un
mundo eterno no sólo no sería falsa, sino que podría ser posible, pues nadie se atreverá a
decir que Dios en su omnipotencia no puede hacer una cosa que admite, pues de lo
contrario se le perdería a Dios el sentido de omnipotencia y pasaría a ser igual a el mundo
o los planetas. Si se dice que el mundo no puede ser hecho, esto solo puede ser entendido
de dos modos, primero a causa de la remoción de la potencia pasiva, o segundo, por la
repugnancia de conceptos.
Del primer modo podría decirse, que antes de que un ángel sea hecho, pues no preexiste
ninguna potencia pasiva a su existencia, ya que no es hecho de una materia previa; no
obstante, Dios podía hacer un ángel y podía también hacer que un ángel fuera hecho,
puesto que lo hizo y fue hecho. Con este ejemplo Santo Tomas concluye que, de este
mismo modo, hay que conceder sin más, de acuerdo con la fe, que una cosa causada no
puede existir siempre, pues afirmarlo sería afirmar que la potencia pasiva ha existido
siempre, y esto sería “herético”. Sin embargo, de aquí no se sigue que Dios no pueda
hacer que algo existente desde siempre sea hecho, pues él con su omnipotencia podría
hacerlo, negar esto sería negar el magnífico poder de Dios como causa de todo.
En este sentido se debe deludir si efectivamente la causa precede en el tiempo a su efecto
necesariamente. Santo Tomás lo resuelve distinguiendo dos tipos de causas: unas que
producen su efecto por movimiento, esto es, progresivamente, y otras que lo producen de
súbito. En el primer tipo de causas, el efecto es posterior en el tiempo a la acción de la
causa y al agente mismo, pues en tal efecto podemos distinguir el comienzo de su
efectuación y el final de la misma. Pero hay otro tipo de causas que producen su efecto
instantáneamente, de modo que, desde que existen, existe ya el efecto en estado de
término, pues no hay progresión alguna como en las causas que actúan por movimiento.
Como lo es en el caso del Sol y su efecto la Iluminación. Dios no produce por movimiento
sino instantáneamente, luego su efecto, en este caso el mundo, puede existir desde que El
existe, sólo que hecho por El, es decir que causa y efecto son simultáneos. Si es así, dado
que Dios es eterno, no habría inconveniente o repugnancia alguna en que el mundo exista
desde que existe su causa (Dios), es decir, eternamente y para siempre.
Luego Santo Tomas, blinda este argumento central con otras consideraciones y
respondiendo a algunas objeciones tópicas en el tema. Una de ellas es que Dios es un
agente por la voluntad, con lo que podría sugerirse que delibera, es decir, que se da
tiempo antes de actuar y está en todo frecuentemente y de un mismo modo en sentido de
igualdad.

Del segundo modo se dice que algo no puede ser hecho por la repugnancia de conceptos,
lo mismo que no puede ser hecho que la afirmación y la negación sean verdaderas a la
vez, esto sería una gran contradicción y entonces Dios seria contradicción de igual modo;
así pues también para la lógica y la filosofía, nada puede ser y no ser al mismo tiempo,
aunque algunos dicen y afirman que Dios puede hacer esto por su poder Omnipotente y
porque es el ser de todo, otros, en cambio, dicen que ni Dios con su Omnipotencia puede
hacerlo, pues tal cosa no es nada y de la nada no puede salir nada. Para Santo Tomas, el
término nada no significa algún material a partir del cual se crea, sino que quiere dar a
entender la anterioridad de la no existencia de lo creado. Pero siendo así entonces que
primero es la nada o no existencia de la cosa y luego es la existencia de esa cosa creada, la
cual, por tanto, no es ya eterna, es decir no ha estado allí desde siempre solo dio origen
por causa de su creador, a mi modo de ver no se podría decir que es eterna, pues, se
tendría que decir que Dios tuvo también un comienzo y dentro de ese comienzo tuvo que
tener una causa que lo hizo eterno, y siendo así también podríamos decir que el mundo es
causa y creador, al igual que lo es Dios, es como si dijéramos que Dios creo un ayudante
con sus mismas características para que le ayudara a crear y regir el universo.

Santo Tomás, frente a su concepto de la “nada”, se vale también de la teoría de San


Anselmo, quien explica cómo la expresión “hacer algo de la nada” significa que algo ha
sido verdaderamente hecho, pero “nada” no está por algo de lo cual haya sido hecho. En
este sentido decir que lo que ha sido hecho de la nada no ha sido hecho de algo, no es
contradictorio, es decir Dios por su providencia divina puede hacer algo al instante de algo
o en su defecto puede ordenar o mandar hacer algo de algo valga la redundancia. De esta
teoría de San Anselmo, indica Santo Tomás, que se puede deducir claramente que entre lo
que es hecho o creado y la nada no se pone ningún orden o jerarquía temporal, como si
primero estuviera la nada y luego lo creado. Si se quiere hablar de un orden en el sentido
de que lo creado viene después de la nada, tal orden no sería temporal sino de naturaleza.
Es decir, no es que primero esté la nada y después esté el ser. Sino que lo que ocurre es
que la nada (el no existir), es lo primero que compete por sí mismo a los seres que reciben
la existencia de otro, y es por ello que se dice que se crea de la nada. de modo que, si este
otro (creador) dejara de asistirles, volverían de nuevo a la nada, es decir dejarían de
existir. Esta teoría de Santo Tomas, según mi punto de vista puede ser contradictoria
según lo planteado por el mismo autor, ya que si algo puede ser es decir existir y luego no
existir, (no ser), entonces del mismo modo lo podría hacer el mundo dejaría de existir si su
creador lo abandona, y siendo así entonces el mundo no sería eterno, sino más bien
dependiente, de modo que solo podría existir hasta que su creador se lo permita.

Por consiguiente, para Santo Tomas, la nada es más connatural que el existir, y pensar
que esa nada está en el tiempo, y en un tiempo previo, es una idea engañosa de la
imaginación. Tampoco debe pensarse que la nada y el ser coexistieron en algún momento.
Cuando se dice que la nada no precede al ser, se puede caer también en el error de pensar
que existe a la misma vez que él. Pues lo que Santo Tomas, expresa no es que lo creado
“ab aeterno” haya existido en algún tiempo como nada, sino que, en virtud de su
naturaleza, si se lo dejara a sí mismo, es decir si no fuera creado por un creador capaz de
crearlo, no tendría existencia, sería nada. Entendido de este modo, si se admite que Dios
puede hacer una cosa así, esta posición no es herética, aunque pueda que es falsa, es
como si se dijera en un sentido estricto que el pasado no haya existido, esto encierra en sí
una gran contradicción; esto es lo que plantea S. Agustín en su libro Contra Fausto “Si Dios
es omnipotente, haga que las cosas que han sido hechas no lo hayan sido”, es decir, “Si
Dios es omnipotente, haga que las cosas que son verdaderas sean falsasen virtud de
aquello por lo que son verdaderas”. Sin embargo, yo pienso que esta posición de San
Agustín, interpretado desde la fe omnipotencia de Dios, puede ser refutada ya que Dios
con su poder Divino, puede hacer que el pasado no fuera pasado, aunque sonara un poco
herético.

Para Santo tomas desde el punto de vista de S. Agustín, los conceptos, pues, de ser creado
y ser eterno tampoco serian contradictorios. A esta argumentación razonada añade Santo
Tomás, como era habitual, los argumentos de autoridad. Primero los que trabajan a favor
de su tesis general de que entre haber sido hecho y a la vez ser eterno no se da ninguna
contradicción. La encuentra precisamente en San Agustín, la gran autoridad en que se
apoyaba la corriente de los que negaban la eternidad del mundo. A ellos se dirige, sin
duda, cuando infiere que San Agustín, empeñado duramente en hacer plausible la
creación del mundo en el tiempo como enseña la Sagrada Escritura, no menciona para
nada la incompatibilidad conceptual de ser creado y a la vez eterno, cuando le venía tan a
punto para su propósito. Es más, parece dar a entender que tal incompatibilidad no existe.

Santo Tomás, dice que los opositores, no han aludido a ningún tipo de incompatibilidad.
Santo Tomás califica con ironía el caso de San Agustín y el de los demás opositores, al no
mostrar la sutileza que están mostrando los que perciben una incongruencia entre la
eternidad del mundo y su creación.
Santo Tomás en argumento de contraposición, distingue dos conceptos de eternidad, uno
para los seres eternos-creados y otro para Dios, que es eterno e increado. Santo Tomas,
afirma que una cosa es razonar a lo largo de una vida interminable, que es la eternidad de
las cosas creadas que han existido siempre, y otra poseer la presencia total y simultánea
de una vida interminable, que es la de Dios. Para Santo Tomas, entonces decir, por tanto,
que el mundo creado y Dios son coeternos, no se les puede igualar en su condición de
eternos.

Conclusión
Santo Tomas, desde su posición como cristiano defiende la teoría cristiana del
creacionismo del mundo, poniendo a Dios como creador. Dios desde su poder puede crear
un mundo eterno. Santo Tomas, pone el ejemplo de las huellas en la arena, una huella es
eterna y es hecha por un pie. En este caso Dios sería el pie y las huella el mundo. Entonces
si el mundo es eterno como simple creación de Dios, entonces mas eterno es el mismo
Dios. Pero entonces debería ajustarse más precisamente la idea de eternidad para la
creación de las cosas, ya que, si algo puede existir, pero no avalado o protegido por su
creador, puede volver a no existir de nuevo, es decir, volver a la nada, siendo así entonces
perderían la credibilidad de que son o pueden ser eternas. Aunque Santo Tomas termina
diferenciando la eternidad de Dios y la del Mundo, proponiéndolas como modelos
diferentes de interpretación, aun con dicha aclaración si dejan de existir no serian eternas.
Referencia.

Aquino, Santo Tomas de. DE AETERNITATE MUNDI CONTRA MURMURANTES. Navarrencis, Sin
fecha.

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