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Bueno, de acuerdo con lo que se ha expresado desde el inicio de esta exposición, en cuanto a las
clases de las nulidades del testamento, pues vemos que se han nombraron que son dos: y que
corresponde a las nulidades internas y las nulidades externas.
recordemos entonces que las nulidades externas se originan por la omisión de las formalidades
que comprometen la validez del testamento.
Y que las nulidades internas se originan por la falta del cumplimiento de los requisitos de fondo,
que ya estos requisitos de fondo los expusieron Daniela y María, pero que además de estos
requisitos ya expuestos, se debe de incluir impropiamente las inhabilidades que conllevan a las
nulidades del testamento.
Bueno, y es que las inhabilidades de las que hace referencia el documento aportado por la
docente, nos habla a acerca de los testigos que hacen parte en el otorgamiento de un testamento.
Y por eso, para dar inicio al tema de las inhabilidades, es importante citar el Artículo 1067 del
Código Civil, que nos habla sobre la forma del testamento solemne, y dice que este tiene que ser
siempre por escrito.
Pero, además, como se ha expresado en las exposiciones anteriores, se ha dejado claro que, para
que el testamento sea válido, este debe de cumplir con unos requisitos.
Y Dentro de estos requisitos encontramos que, está la habilidad de los testigos presenciales de un
testamento. En pocas palabras, para que el testamento sea valido se requiere si o si, la presencia
de los testigos. Que ya sabemos que, en la exposición del grupo 2, nos mencionaron que en un
testamento abierto se requiere de 3 testigos y extraordinariamente de 5 testigos, y que en el
testamento cerrado se requiere de 5 testigos, recordemos también, que esto se expresa en los
artículos 1070 y 1078 del código civil colombiano.
Ahora bien, si nos fijamos en el Articulo 11 de la Ley 95 de 1890, este expresa que, en los
testamentos abiertos o cerrado, en el que se omita cualquiera de las formalidades que demanda la
norma, no tendrá valor alguno, es decir, que al no cumplir con las formalidades que se requieren
en el otorgamiento del testamento bien sea cerrado o abierto, este se puede declararse nulo. Y es
que una de las formalidades que conforma el testamento como lo venimos diciendo es la
presencia de los testigos.
Y es por tal motivo, que se debe tener claro cuales son las personas, que la Ley habilita e inhabilita,
como testigos en un contrato solemne.
Bueno, entrando ya en materia, respecto a Las Inhabilidades de los Testigos, este está
contemplado en Artículo 1068 del Código Civil Colombiano, el cual esta compuesto por 17
numerales, en el que se hace relación de las personas inhábiles para ser testigos en un
testamento.
Y es aquí que, El documento, nos habla de que el legislador adopto una posición negativa en
cuanto a los numerales del Articulo 1068 del Código Civil, dado a que no fijo las calidades que
debían reunir estos testigos, sino que se limito solo a hacer una relación de personas inhábiles
para ser testigo en el otorgamiento de un testamento.
Ahora bien, haciendo mención a los 17 numerales que expresa el Articulo 1068 del Código Civil, se
puede evidenciar que algunos de estos han sido derogados, otros se han declarado inexequibles,
otros se han Modificados y algunos han sido demandados por creerse inconstitucional, pero aun
así la Corte ha declarado que son exequibles.
Entonces vemos que, Entre los numerales Derogados están el numeral 1 y 3, los cuales expresaban
que eran inhábiles como testigos en el testamento:
DEROGADOS
ya después de 1922, que se le da todos los derechos a las mujeres para que actúen en su propio
nombre en cuanto a la administración de sus bienes, mediante la Ley 8 de 1922.
Es allí donde, mediante el cual, el Artículo cuarto (4) de esta Ley 8 de 1922. Expreso que: “ Con los
mismos requisitos y excepciones que los hombres, las mujeres podían ser testigos en todos los
actos de la vida civil.”, dado a esto, fue que se derogo el numera primero del Articulo 1068.
Ahora bien, el numera tercero, recordemos que el año pasado se promulgo la Ley 1996 de 2019,
"Por medio de la cual se estableció el régimen para el ejercicio de la capacidad legal de las
personas con discapacidad, mayores de edad". Y en su Artículo 61, este dicto la derogación de
varios articulo del Código Civil Colombiano, dando mención a el numeral tercero del Articulo 1068.
Bueno los numerales que se han declarado Inexequibles son los numerales 5, 6 y 7. Y recordemos
que estos citaban que los inhábiles para ser testigos en el testamento solemne era: Según el.
INEXEQUIBLES
Estos artículos fueron declarados inexequibles por la Corte Constitucional mediante la misma
sentencia, que fue la sentencia C-065 de 4 de febrero de 2003, donde cuyo Magistrado Ponente
fue Dr. Alfredo Beltrán Sierra.
Bueno, en esta sentencia el demandante considero que los numerales 5, 6 y 7 del artículo 1068 del
Código Civil, vulneraban los artículos 13 y 83 de la Constitución Política, por cuanto consagraban
una discriminación al no aceptar que los ciegos, sordos y mudos actuarán como testigos válidos de
un testamento solemne, el consideraba que esto los ponía a las personas con estas situaciones, en
una situación de desventaja frente a la otras personas, ya que se desconocía el postulado
constitucional de la buena fe, la cual debe regir todas las relaciones jurídicas.
Listo ahora como vemos en la diapositiva el numeral que ha sido modificado es el 13. El cual
inhabilitaba para ser testigo en el testamento, antes del año 1974:
INEXEQUIBLES
El marido de la testadora
Númeral 13:
( El cónyuge del testador)
Pero este se modificado, por el artículo 59 del decreto 2820 de 1974, cambiando el texto de “El
marido de la testadora” por el que actualmente se aplica “El Cónyuge del testador”.
Bueno ya vistos los numerales que se derogaron, los que se declararon inexequibles y los que se
modificaron, queda pendiente entonces los numerales que permanecen, exequibles en el Articulo
1068, pero que algunos de ellos han sido demandados y aun así la Corte los ha declarado
exequibles por no encontrarlos inconstitucional.
Este numeral 8, que inhabilita a “Los condenados a alguna de las penas designadas en el artículo
315, número 4º”, aquí el demandante considero, que este vulnera el preámbulo y los artículos 13,
14, 21 y 28 de la Constitución.
Dado que afirmo, que la inhabilidad de ser testigo de un testamento solemne por haber sido
condenado a pena privativa de la libertad superior a un año, contradice los principios
constitucionales a la dignidad humana, a la primacía inalienable de este derecho, a la igualdad, a la
libertad y a la honra, y manifestó que, esta prohibición no podía ser perpetua, ya que toda sanción
penal prescribe.
En cuanto a esto, La corte considero que, si una persona determinada, fue objeto de una condena
impuesta en un proceso penal, con privación de la libertad superior a un año y se le impone como
pena accesoria la interdicción de sus derechos civiles, ella no puede ser absoluta sino relativa. Y
que Esa consideración explica lo establecido en el artículo 315, numeral 4, del Código Civil, en
cuanto esto, significa que durante el tiempo en que dure vigente, la pena de prisión superior a un
año, a que la norma hace alusión, el condenado consecuencialmente, se encuentra impedido por
disposición legal para actuar como testigo en el otorgamiento de un testamento solemne.
Al igual agrego la corte, que Cosa distinta es que, luego de expirada la pena, incluida la
consecuencia de carácter civil de no poder actuar como testigo durante la vigencia de la misma,
pudiera prolongarse, ésta última de manera indefinida y durante el resto de la vida de quien fue
condenado por la jurisdicción penal, también considero la corte que, esto establece para el
condenado, una inhabilidad perpetua para actuar como testigo en un testamento solemne.
por tal motivo la Corte Constitucional, declaro el numeral 8 del Artículo 1068 del Código Civil,
exequible, esto mediante Sentencia C-230 de 2003.
Listo, entonces de acuerdo a lo anteriormente expuesto, podemos evidenciar que el Artículo 1068
del código civil nos detalla en sus 17 numerales las personas que el legislador considero, las
personas, que no son hábiles para ser testigos en un testamento solemne.
Entonces podemos considerar, que las calidades, que no se expresan en estos numerales del
Articulo 1068, se pueden tomar como personas hábiles para ser testigos en un testamento, bien
sea cerrado o abierto.
Ahora bien ¿qué tiene que ver esto con la nulidad?, resulta que como se viene mencionando los
testamentos, deben de cumplir con los requisitos de formalidades, para que no se consideren
inexistentes, y que con el incumplimiento de uno de esto se puede declara la nulidad del
testamento.
Recordemos que ya se menciono que el articulo 11 de la ley 95 de 1890, nos expresa que los
testigos en un testamento, deben de estar presente al momento del otorgamiento del
testamento, y es por eso que, quien aprueba este acto deben como mínimo, conocer que calidad
tiene que cumplir una persona para ser testigo.
Dado a que puede existir la nulidad del testamento, si se llegare a demostrar que uno o varios de
los testigos que hicieron parte del otorgamiento de un testamento, no contaba con la habilidad y
este encaja en uno de los numerales del Articulo 1068 del condigo civil, que como ya se menciono
expresa que personas son las que el legislador considero con inhábiles para ser testigos en el
testamento.
Listo, continuando con esta exposición, en cuanto a las nulidades del testamento, pasamos ha
hablar, de las nulidades en los testamentos abiertos o cerrados.
Es por ello que, es valido recordar que en la exposición del grupo 2, los compañeros, nos hablaron
de los conceptos, características y requisitos de estos testamentos abiertos y cerrados.
ABIERTO:
Entonces recordemos que, el testamento abierto se constituye, por el hecho que, el testador debe
dar a conocer el contenido del testamento, tanto al Notario como a los testigos que presencian el
otorgamiento del mismo, tal como lo expresa el Artículo 1070 del código civil.
También que, para el testamento abierto, se debe de observar las reglas que se establecen en el
Articulo 1073 del Código civil, reglas las cuales fueron desarrolladas en la exposición del grupo 2.
Pero, en cuanto, a la nulidad del testamento abierto, esto tiene que observarse, desde dos puntos
de vista:
Recordemos que según el Articulo 1070 del Código civil, lo que constituye un testamento abierto,
es el hecho, de que el testador hace sabedores, del contenido del testamento, al notario o quien lo
representa y a los testigos que presenciaran el otorgamiento del mismo.
Ahora también recordemos que la cantidad de testigos del testamento abierto, es tres testigos.
Y es que si se llegare a omitir algunas de estas reglas que dispone el Articulo 1073, No siempre se
va a conducir a la Nulidad del testamento abierto.
Pues, La Ley Civil, a demás de disponer estas reglas que deben componer el testamento abierto en
su articulo 1073, dispone también otras exigencias distintas, de las cuales no se pueden prescindir
sin comprometer la validez del testamento abierto.
Pues esto, tiene fundamento jurídico en el inciso segundo (2), del Articulo 11 de la Ley 95 de 1890.
El cual establece que el testamento no será nulo, cuando se omita una o mas de las designaciones
previstas en el Articulo 1073.
Pero deja también claro que, esas omisiones que se dan en el testamento, no pueden generar
duda alguna, en cuanto a la identidad del testador, del notario o de algunos de los testigos.
Ahora bien, en cuanto al alcance que dispone el articulo 1074, que es la lectura del testamento
abierto, vemos que en el inciso segundo (2), el dicta que será leído en voz alta.
Pues respecto a esto, el inciso primero (1) del Articulo 11 de la Ley 95 de 1890, infiere que por la
omisión en cuanto al alcance del testamento abierto, pues como se mencionó, sería la omisión de
la lectura en voz alta, en este caso la nulidad es patente.
Pero según el libro material que sirvió para esta exposición, nos dice que a pesar de que el inciso
primero (1) del Articulo 11 de la Ley 95 de 1890, dispone esto, La Ley no extrema el requiso de la
lectura del testamento abierto en voz alta o que esta deba constar en el cuerpo del testamento
como una formalidad esencial.
Entonces es donde se afirma, que, si no se cumpliera con incluir en el escrito del testamento, que
se mencionó la lectura en alta voz, No se estaría ocasionando la Nulidad del acto.
Dice el documento, que solo bastara con la declaración de los testigos que hicieron parte del
testamento, para demostrar la formalidad que se omitió.
CERRADO.
Bueno, en cuanto al testamento cerrado, recordemos nuevamente la exposición del grupo2, que
nos mencionaron, nuevamente repito, los Artículos 1078 y 1080 del Código Civil, en los cuales, el
Articulo 1078, nos habla de una de las formalidades que se exigen para la validez del testamento
cerrado, la cual es, el otorgamiento por parte del testador, en presencia del Notario o quien lo
representa y cinco (5) testigos, y que este va en consonancia con el Articulo 1080, que es, el que
establece, lo que constituye el testamento cerrado, y que dice lo siguiente:
“Lo que Constituye esencialmente, el testamento cerrado, es el acto en que, el testador presenta
al notario y a los testigos, una escritura cerrada, declarando de viva voz, y de manera que el
notario y los testigos lo vean, oigan y entiendan que, en tal escrito, se contiene su testamento.”
Bueno todo esto, que se acabo de mencionar, con relación a los articulo 1078 y 1080,
correspondió a la exposición del grupo 2, y en esta exposición es importante recordarlo, debido a
que, es necesario para poder dejar claro, el porque se presenta la Nulidad del testamento cerrado.
Bueno, con base a esos dos artículos, para poder hablar de la nulidad, se tiene que tener en cuenta
dos partes:
La primera: La que constituye el testamento mismo o memoria testamentaria, esto es como tal el
escrito firmado por testador.
Y segundo: El sobreescrito o cubierta del testamento, esto tiene fuerza de instrumento público,
por estar autorizado por el funcionario competente, con las formalidades legales.
Bueno, una de las nulidades que se puede presentar, en el testamento cerrado, es la que se
ocasiona por la falta de la firma en el texto del testamento.
Es que, recordemos que el Inciso primero (1) del Articulo 11 de la Ley 95 de 1890, dispone que, por
la omisión de algunas de las formalidades del testamento, constituye la nulidad del mismo.
Y es entonces, que, si se llegare a omitir cualquiera de las formalidades del testamento cerrado,
que menciona el Articulo 1080 del Código civil, en especial la que hace referencia a la firma del
notario de los testigos, se puede declarar la Nulidad del testamento cerrado.
También, NO, constituye la nulidad del testamento cerrado, el incumplimiento del inciso segundo
(2) del Articulo 1081 del Código Civil. ESTO, También, siempre y cuando no se ponga en duda la
identidad de todos los que hacen parte presencial en el otorgamiento del testamento, como lo dije
antes, del testador, el notario y los testigos.
Bueno esto, se ajusta al ordenamiento jurídico, que se halla contemplado en el inciso segundo (2)
del articulo 11 de la Ley 95 de 1890.
listo, en un reencuentro histórico, se puede mencionar la Ley 36 de 1931, la cual estableció unas
formalidades adicionales al testamento cerrado.
De dichas formalidades adicionadas, se agregó la que hace, relación en cuanto a la clase, el estado
y la forma de los sellos, también la marca y señales que sirven, como medio de seguridad en el
contenido de la cubierta del escrito del testamento.
Y dice el documento, que estas formalidades, las cuales fueron establecidas en la Ley, por medio
de la Ley 36 de 1931, atinente a la validez del testamento. Desde un principio fueron acogidas por
nuestra costumbre, que tenia por finalidad daler mayor autenticidad y firmeza a la actuación ya
consagrada en el Articulo 1080 de Código Civil. Entonces ya con posterioridad, es que llega la ley
36 de 1931, y la eleva a norma positiva.
En sí, en sí, lo que se deduce, es que esta Ley 36 de 1931, tiene como única finalidad preconstituir
prueba de carácter meramente descriptiva, tendiente a garantiza una mayor autenticidad del acto
de testamento cerrado.
Lo busca evitar con esto, es que se oculte o burle la última voluntad del testador.
Pero en cuanto a la nulidad, por el incumplimiento de estos requisitos que dispuso la Ley 36 de
1931, si bien es cierto que, los artículos 1740 y 1741 del Código Civil, prevén solo el caso de que,
en un acto o contrato, en el que, se haya omitido una formalidad o requisito esencial, derivado de
la propia naturaleza de la trascendencia social, del respectivo acto o contrato. origina la
inexistencia del acto desde su incitación.
Pero nos dice el documento que, las formalidades externas de carácter exclusivamente probatorio,
que aseguran la mayor autenticidad del acto jurídico. No se pueden tomar como consecuencia
para dejar inexistente la última voluntad del testador.
Bueno, como se ha venido exponiendo, uno de los requisitos para la valides del testamento bien
sea abierto o cerrado, es la presencia de los testigos.
Pero, en este caso no se hablara de la nulidad, en cuanto al número de testigos o su calidad, para
ser parte de un testamento, sino, que se hablara, sobre la constancia que se debe de dejar en el
escrito que compone el testamento, y es que el documento no dice, que no es necesario para
demostrar la validez del acto testamentario, que se deje constancia expresa, acerca del número de
testigos que presencian el otorgamiento del testamento.
Pues Manifiesta, que solo basta que, del contenido del testamento, se pueda deducir que se
cumplió, con el requisito del numero de testigos que contempla la Ley.
Considera así pues las corte, que, si bien es, aconsejable y conveniente la constancia de estos
requisitos en el testamento, la Ley no determina que, por el incumplimiento de estos, se pueda
constituir la nulidad del acto.
Pues la misma corte ha sostenido, en varias ocasiones que, los documentos públicos o auténticos
llevan en si la presunción de haberse otorgado legamente, esto hasta que no aparezca de
manifiesto o no se acredite lo contrario, claro esta que la prueba la tiene quien alega algunas de
sus omisiones fundamentales.
Entonces, queda claro así, que un testamento, no deja de ser válido, porque en él no se haya dicho
que se cumplieron con las formalidades exigidas para su validez, ya que la Ley no ordena que se
deje constancia en el instrumento, del cumplimiento de ellas.
Bueno, en la primera, es decir, la existencia de un acto viciado, la nulidad se da, solo con que se
acredite por medio de la copia del instrumento o la constancia de registro, cuando a ellos hay
lugar, el vicio de dicho testamento. Es de resaltar, que, en este caso, se constituye la nulidad
absoluta del acto, ya que recordemos que, se daría por la inobservancia de una formalidad.
Bueno en este caso, quien está legitimado para actuar en el proceso de nulidad es cualquier
persona.
DECLARACIÓN DE NULIDAD