uso frecuente en tareas de mantenimiento, sin embargo una manipulación o almacenamiento inadecuados pueden convertirlos en bombas en potencia y esto no es ninguna exageración, sino una descripción bastante exacta en lo que estos equipos pueden llegar a transformarse.
A continuación daremos unas ideas básicas para que podamos utilizar estos equipos siempre con la mayor seguridad posible:
Los cilindros de gas deben almacenarse, transportarse y utilizarse siempre
en posición vertical y firmemente sujetos para evitar su caída. Si por error se ha dejado un cilindro de acetileno inclinado, colóquelo en posición vertical y manténgalo así por una hora por lo menos antes de usarlo. Manipule todos los cilindros como si estuviesen llenos. Si se encuentran vacíos identifíquelos. Se recomienda almacenar los cilindros de oxígeno y gas combustible a una distancia mínima de 6 metros o separados por una pared de 1.5 metros de altura, separando también los vacíos de los llenos y en áreas externas o bien ventiladas. La exposición al sol durante períodos prolongados puede producir un aumento peligroso de la presión. Los cilindros no están diseñados para soportar temperaturas que sobrepasen los 54°C. Para el movimiento de cilindros manténgalos en un portacilindros construido para tal fin, retire los reguladores y ponga una tapa de protección en las válvulas. Esta tapa o “capuchón” evitan la rotura de la válvula en caso de caída del cilindro, que si ocurriera y la válvula se rompiera, el cilindro se comportaría como un misil a reacción, destruyendo todo lo que encuentre a su paso con alto riesgo de explosión. No se refiera al acetileno con la palabra “gas” o al oxígeno con la palabra “aire”. Emplee siempre el nombre apropiado. Mantenga los cilindros a una distancia mínima de 6 metros de materiales inflamables y lejos de llamas abiertas.
El cumplimiento de estas simples recomendaciones evita la ocurrencia de