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PROPUESTAS DE MODIFICACION AL REGLAMENTO DE

ARMAS

CLASIFICACION DE ARMAS

- Armas blancas:

Creemos que, en líneas generales, la vigente normativa sobre armas blancas es


buena, pero lo que realmente ha producido muchos problemas interpretativos tanto a
la propia Guardia Civil como a la industria, minoristas y usuarios ha sido la propia
redacción y estructura de los diferentes artículos que contemplan las limitaciones y
especificidades relativas a las normas legales referidas a fabricación,
comercialización, compra, tenencia y uso de estos productos.

Se hace, por lo tanto, necesaria una sistematización más clara del arma blanca, así
como una revisión de la actual clasificación entre armas blancas permitidas y armas
blancas prohibidas de cara a una modernización de sus contenidos.

La legislación del arma blanca está contenida en los artículos 3, 4.1f y 5.3, los
cuales superponen distintos tratamientos según las características de éstas,
tratamientos que van desde su consideración como libre, permitida a determinados
colectivos o permitida como objeto de coleccionismo.

Esta normativa, que debe ser aplicada por las distintas unidades de la Guardia Civil,
por su complejidad provoca numerosas confusiones.

Por ello, proponemos una clasificación más simple que evite los errores
interpretativos que actualmente se producen, que podría ser la siguiente:

1.- Armas blancas que formen parte de armamentos militares, actualmente


contempladas en el artículo 5.3 y que, por lo tanto, sólo podrán ser adquiridas por
aquellas personas con derecho al uso de dicho armamento, tal y como establece la
actual legislación.

2.- Armas blancas de carácter restringido. Son aquéllas cuya fabricación e


importación está hoy prohibida, pero se permite su posesión a efectos de
coleccionismo.

Estas armas sólo podrán venderse a coleccionistas, documentando su venta a través


de un parte de venta pero no estando prohibida, como actualmente dispone el
Reglamento, sino intervenida, su fabricación, comercialización y venta, requisito
sine qua non para que los coleccionistas puedan adquirirlas.

El citado parte de venta podría constar de tres cuerpos:

1
-uno para el comerciante.
-otro para el comprador.
-otro para la Intervención de Armas.

Este parte debe contener la descripción del arma, la identidad del comprador,
número del documento nacional de identidad y domicilio, siendo obligación del
armero el envío a la Intervención de Armas y Explosivos de un cuerpo de este parte
de venta.

3.- Una categoría residual que recoja todas aquéllas no incluidas en los puntos 1 y
2 ó, lo que es lo mismo, todas aquéllas que no estén clasificadas como armamentos
militares o no se considere su carácter restringido, serán totalmente libres .

De esta última categoría se haría necesario excluir las navajas no automáticas de


hoja inferior a 9 centímetros, las cuales no deben considerarse armas sino útiles
domésticos o herramientas de trabajo.

Debe resaltarse que el concepto de “arma blanca” no viene definido en el


Reglamento de Armas ni en la Ley de Seguridad Ciudadana debiendo ser integrado
en su concepto. Así el Diccionario de la Real Academia Española se refiere al arma
blanca definiéndola como “la ofensiva de hoja de acero como la espada”.
Igualmente define la navaja como “cuchillo cuya hoja puede doblarse sobre el
mango para que el filo quede guardado entre las dos cachas o en una hendidura a
propósito” y cuchillo es “instrumento para cortar formado por una hoja de metal de
un corte solo y con mango”.

Como puede apreciarse, en la definición de navaja o de cuchillo que da la Real


Academia Española no aparece el concepto “arma blanca”. Navajas y cuchillos son
considerados instrumentos, no armas.

Se tenga en cuenta o no esta propuesta, se hace necesaria la reforma del artículo


4.1 porque si se permite la tenencia de las armas enumeradas en el citado artículo
para coleccionistas, museos, etc., debe permitirse la fabricación, importación,
circulación y compraventa siempre con intervención de la Guardia Civil, de igual
manera que la prevista en el artículo 5.3.

Por otra parte, se haría necesaria una reconsideración de algunas de las actuales
categorías prohibidas de cara a una modernización de sus contenidos.

El artículo 4.1f) prohíbe el uso de navajas automáticas y puñales, cuando no existe


diferencia sustancial de cara a la seguridad pública entre una navaja automática y
una que no lo es, o entre un puñal de hoja menor o mayor de 11 centímetros.

En puridad, cualquier arma blanca, utilizada para fines que no le corresponden, tiene
la misma peligrosidad.

No es más ofensivo un puñal por el hecho de tener dos filos que una navaja, ni una
navaja automática con respecto a una que no lo es. Este es un curioso caso de
penalización del automatismo, factor que no es considerado en relación a otras
categorías de armas, como pueden ser las escopetas semiautomáticas, por citar un
ejemplo.

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La tendencia debe ir encaminada a la regulación del uso de estos instrumentos y no
a su prohibición, circunstancia, por otra parte, que inspira el actual texto
reglamentario, el cual, en su artículo 146 prohíbe portar, exhibir y usar fuera del
domicilio, del lugar de trabajo o, en su caso, de las correspondientes actividades
deportivas, cualquiera clase de armas de fuego cortas y armas blancas,
especialmente aquellas que tengan hoja puntiaguda, así como en general armas de la
categorías 5ª. 6ª y 7ª.

Proponemos, por lo tanto, la legalización de las navajas automáticas y los puñales,


así como la legalización del bastón estoque para tenencia exclusivamente
domiciliaria como objeto de coleccionismo.

Por otra parte el artículo 4.1h), en sus últimas líneas, prohíbe “cualquiera otros
instrumentos especialmente peligrosos para la integridad física de las
personas”, convirtiendo este cajón de sastre en la habilitación para prohibir
arbitrariamente y sin necesidad de fundamentación alguna basada en Derecho,
cualquier instrumento.

Proponemos la eliminación de estas líneas por considerar que admite


interpretaciones restrictivas sin necesidad de fundamentación.

Artículo 3

La definición de los diversos tipos de armas como de caza o deportivos, debe ser
establecida en normas diferentes al Reglamento de Armas, como las normas
promulgadas por las diferentes CCAA, respecto a la caza o, en el ámbito deportivo, la
Orden Ministerial elaborada a través de los cauces pertinentes. El texto debe,
simplemente, señalar que las armas recogidas en el texto pueden tener una u otra e,
incluso, ambas de forma genérica, excluyendo las adjudicaciones concretas a una u otra
actividad, lo que, reiteramos, deberá ser definido en otros ámbitos.

Por otro lado, la aparición de armas largas rayadas de calibres nuevos, inferiores al .22
americano, recomienda su legalización en la misma categoría que estas armas.

Se propone el siguiente redactado –subrayadas, las modificaciones o


introducciones respecto al texto actualmente en vigor-:

“Se entenderá por armas y armas de fuego reglamentadas, cuya adquisición,


tenencia y uso pueden ser autorizados o permitidos con arreglo a lo dispuesto en
este Reglamento, los objetos que, teniendo en cuenta sus características y grado de
peligrosidad, se enumeran y clasifican en el presente artículo en las siguientes
categorías, prescindiendo de su destino cinegético o deportivo:

• Primera categoría. Armas de fuego cortas: Comprende las pistolas y


revólveres.
• Segunda categoría:
1. Armas de fuego largas para vigilancia y guardería: Son las armas
largas que reglamentariamente se determinen por Orden del
Ministerio del Interior o mediante decisión adoptada a propuesta o
de conformidad con el mismo, como específicas para desempeñar
funciones de vigilancia y guardería.

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2. Armas de fuego largas rayadas: Se comprenden aquellas armas
fabricadas con cañones de ánima rayada y punzonadas como tales
por los bancos de pruebas reconocidos. También comprende los
cañones estriados adaptables a escopetas, con recámara para
cartuchos metálicos, siempre que, en ambos supuestos, no estén
clasificadas como armas de guerra.
• Tercera categoría:
1. Armas de fuego largas rayadas de percusión anular, de calibre 5,6
milímetros (22 americano) o inferior, bien sean de un disparo, bien
de repetición o semiautomáticas.
2. Escopetas y demás armas de fuego largas de ánima lisa, o que tengan
cañón con rayas para facilitar el plomeo, que los bancos de pruebas
reconocidos hayan marcado con punzón de escopeta de caza, no
incluidas entre las armas de guerra.
3. Armas accionadas por aire u otro gas comprimido, sean lisas o
rayadas, siempre que la energía cinética del proyectil en boca exceda
de 24,2 julios.
• Cuarta categoría:
1. Carabinas y pistolas, de tiro semiautomático y de repetición; y
revólveres de doble acción, accionadas por aire u otro gas
comprimido no asimiladas a escopetas.
2. Carabinas y pistolas, de ánima lisa o rayada, y de un solo tiro, y
revólveres de acción simple, accionadas por aire u otro gas
comprimido no asimiladas a escopetas.
• Quinta categoría:
1. Las armas blancas y en general las de hoja cortante o punzante no
prohibidas.
2. Los cuchillos o machetes usados por unidades militares o que sean
imitación de los mismos.
• Sexta categoría:
1. Armas de fuego antiguas o históricas, sus reproducciones y
asimiladas, conservadas en museos autorizados por el Ministerio de
Defensa, si son dependientes de cualquiera de los tres Ejércitos, y
por el Ministerio del Interior, en los restantes casos.
2. Las armas de fuego cuyo modelo o cuyo año de fabricación sean
anteriores al 1 de enero de 1870, y las reproducciones o réplicas de
las mismas, a menos que puedan disparar municiones destinadas a
armas de guerra o a armas prohibidas.

La antigüedad será fijada por el Ministerio de Defensa, que


aprobará los prototipos o copias de los originales, comunicándolo a
la Dirección General de la Guardia Civil.

3. Las restantes armas de fuego que se conserven por su carácter


histórico o artístico, dando cumplimiento a lo prevenido en los
artículos 107 y 108 del presente Reglamento.
4. En general, las armas de avancarga.
• Séptima categoría:
1. Armas de inyección anestésica capaces de lanzar proyectiles que
faciliten la captura o control de animales, anestesiándolos a distancia
durante algún tiempo.
2. Las ballestas.
3. Las armas para lanzar cabos.

4
4. Las armas de sistema Flobert.
5. Los arcos, las armas para lanzar líneas de pesca y los fusiles de pesca
submarina que sirvan para disparar flechas o arpones, eficaces para
la pesca y para otros fines deportivos.
6. Las armas detonadoras y las pistolas lanzabengalas.

Artículo 5,

Apartado 1, a)

Existen en la actualidad numerosas armas incluidas en la categoría 2ª, 2 debidamente


documentadas, cuya capacidad de carga es superior a cinco cartuchos, estando limitado
su uso para la caza, a tres tiros. Es por lo tanto aceptable prohibir su uso para la caza,
pero de ningún modo su tenencia por parte de coleccionistas o su uso con fines
deportivos

Proponemos la completa supresión de este apartado.

Apartado 1º, b)

Creemos que la Orden de 3 de octubre de 1994 “Sobre el régimen aplicable a los


sprays de defensa personal de venta permitida en armerías” es inadecuado al señalar
en su artículo séptimo apartado 2º que “queda expresamente prohibida la venta de los
sprays de defensa personal por catálogo o cualquier medio de venta a distancia”.
Debe ser indiferente si la venta se hace a distancia o en el mismo local de negocio,
siempre y cuando se cumplan estrictamente las condiciones de seguridad que
establezca la normativa vigente.

Artículo 5. 1 c)

Proponemos suprimir las palabras “de goma, tonfas o similares”

“De goma” por estar previsto en el Reglamento de uniformidad de Vigilantes Jurados.

Y “tonfas o similares” ya que su uso está permitido en disciplinas deportivas marciales


reglamentadas. Sin embargo, según el primer párrafo de dicho artículo, la única
excepción a la prohibición se refiere a “funcionarios”.

Artículo 5. 1 d)

Proponemos añadir al final la siguiente frase “salvo para caza selectiva y siempre que
su uso haya sido especialmente autorizado por el Plan Técnico de Caza
correspondiente”.

El uso de silenciadores adaptados a armas de caza mayor, es extremadamente útil para


el control de especies cinegéticas y depredadores, en especial para llevar a cabo
descastes y control de plagas. Sería muy conveniente que el uso de dichos instrumentos,
siempre bajo control administrativo, pudiese permitirse a gestores cinegéticos, empresas

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especializadas en control medioambiental, así como a las Administraciones Públicas
cuya competencia incluya la gestión de los recursos cinegéticos.

Artículo 6.

La permanente incorporación de nuevos calibres al mundo civil, recomienda que la


redacción de este apartado sea lo más dúctil posible, permitiendo una fácil y rápida
adaptación de la normativa a la realidad social.

Recomendamos que se relacionen los mecanismos y características consideradas


militares, eliminando las referencias a calibres y municiones, que serán regulados por
Orden Ministerial.

“1. Se consideran armas de guerra, quedando en consecuencia prohibidos su


adquisición, tenencia y uso por particulares:

a. Armas de fuego automáticas.


b. Los conjuntos, subconjuntos y piezas fundamentales de las armas consideradas
de guerra por la vigente normativa, así como, en su caso, sus sistemas
entrenadores o subcalibres.
c. Bombas de aviación, misiles, cohetes, torpedos, minas, granadas, así como sus
subconjuntos y piezas fundamentales.
d. Las no incluidas en los apartados anteriores y que se consideren como de
guerra por el Ministerio de Defensa.

2. Corresponde al Gobierno, a propuesta conjunta de los Ministerios de Defensa y del


Interior, determinar, por medio de la pertinente Orden Ministerial, las armas
comprendidas en este artículo que pueden ser utilizadas como dotación de los
miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como los calibres y armas
consideradas como armas de guerra a los efectos del apartado 1º de este artículo.”

Artículo 8

Dispone que, para efectuar la intervención, la Guardia Civil procederá a inspeccionar,


cuantas veces lo estime oportuno y sin necesidad de previo aviso, los diferentes locales
de las fábricas, talleres...

Este artículo está creando un gran malestar entre armeros y profesionales del sector, los
cuales se ven obligados a cerrar sus establecimientos para atender a los agentes de la
Guardia Civil que acuden a realizar las inspecciones.

Hay que tener en cuenta que las armerías son establecimientos de atención al público y
que las inspecciones siempre se realizan precisamente dentro de estos horarios.

No estamos en contra de que se realicen inspecciones pero sí en la forma en que se están


llevando a cabo.

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Creemos que sería muy oportuno que la autoridad inspeccionante tenga la obligación,
por lo menos, de comunicar al titular de la armería, fábrica o establecimiento en general
que una inspección va a llevarse a cabo para que el titular tenga la oportunidad de bien
pedir que se haga fuera del horario comercial o proveerse de ayuda suficiente para no
desatender la armería durante la inspección.

Proponemos, por lo tanto, la siguiente redacción:

“Para efectuar la intervención, la Guardia Civil procederá a inspeccionar cuantas


veces lo considere preciso comunicándolo al titular del establecimiento con una
antelación mínima de 48 horas, los diferentes locales...”

Artículo 10, apartado 2

La condición de armero viene condicionada, de acuerdo con el apartado 1 del artículo,


por toda actividad relacionada con armas, lo cual no debe confundirse con la titularidad
del negocio pues pueden recaer en personas distintas. Máxime, cuando, la titularidad del
negocio recae en una persona jurídica.

En estos casos, el responsable de la dirección de la empresa, esto es, el Administrador,


no tiene porqué ejercer ninguna actividad siendo lo habitual que designe a otra persona
de la compañía para ejercer tales funciones. La condición de armero debiera ser exigible
a quién efectivamente desarrolla actividades con las armas, no al titular del negocio, ya
sea éste persona física o jurídica.

Artículo 10, apartado 4

Se haría necesaria una actualización del contenido de este artículo de cara su adaptación
a las últimas modificaciones legales en materia de inversiones extranjeras en España, las
cuales no imponen limitación ni autorización alguna en materia de toma de
participación de capital extranjero en actividades relacionadas con la fabricación y
comercio de armas de fuego deportivas (Real Decreto 664 de 23 de abril de 1999).

Artículos 12 y 13

Dispone que el establecimiento, modificación sustancial o traslado de una fábrica de


armas de fuego exigirá autorización especial concedida por la Dirección General de la
Guardia Civil para las armas de fuego de las categorías 1ª a 3ª.
Para la obtención de esta autorización se han de acreditar todos los extremos recogidos
en el artículo 13.

Si bien consideramos necesaria la tramitación del procedimiento completo cuando a


apertura se refiere, consideramos redundante su tramitación completa cuando se trate de
traslado o ampliación de las instalaciones que suponga aumento de la producción.

En el caso concreto de traslado de un establecimiento que no suponga variación ni


aumento de la producción consideramos que es suficiente con aportar proyecto técnico
y plano topográfico de las nuevas instalaciones. Por su parte la Dirección General de la
Guardia Civil fijará las medidas de seguridad que estime necesarias.

Por otra parte consideramos también redundante la tramitación del expediente completo
cuando se trate de ampliación de las instalaciones que suponga un aumento de la

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producción ya que esto significa que la mera adquisición de un centro de mecanizado
obliga a pedir de nuevo la autorización. En estos casos debe ser suficiente con la
comunicación de la adquisición y de la capacidad máxima de producción.
De nuevo, la Dirección General de la Guardia Civil fijará las medidas de seguridad a
adoptar si así lo estima conveniente.

Por su parte creemos necesario especificar que para los casos de extensión de la
fabricación a otros tipos o clases de armas habrá que especificar los medios de
fabricación destinados a la fabricación de los nuevos tipos de armas que se pretende
fabricar ya que es redundante la especificación de los medios aplicados a las armas que
ya se fabricaban y que, por lo tanto, ya estaban especificados en el expediente de
apertura de las instalaciones.

La finalidad de esta propuesta consiste en evitar la duplicación de trámites que no


conduce sino a retrasos innecesarios en la actividad de la industria.

Proponemos la adición de los siguientes párrafos al final del artículo 13 punto 1:

“En el caso de traslado de las instalaciones que no suponga modificación sustancial


únicamente deberá acompañarse:
-proyecto técnico
-plano topográfico

“Para la extensión de la fabricación a otros tipos o clases de armas la especificación


de los medios de fabricación se refiere a aquellos utilizados para la fabricación de los
nuevos tipos o clases de armas”

“La ampliación de las instalaciones que suponga un aumento de la producción debe


ser comunicada a la Dirección General de la Guardia Civil la descripción de los
medios de fabricación adquiridos y la capacidad máxima de fabricación, la cual, fijará
las medidas de seguridad a adoptar”.

Y la modificación del punto 3 en el siguiente sentido:

“Se entenderá como modificación sustancial de una fábrica la sustitución de la


fabricación de unas armas por otras y la extensión de la fabricación a otros tipos o
clases de armas”.

Artículo 17

Dispone que las armas terminadas de las categorías 1ª, 2ª y 3ª.1 se guardarán, en
presencia del interventor de armas, en una cámara fuerte que reúna las debidas
condiciones de seguridad a juicio del mismo.
La apertura y cierre de la cámara se efectuará en presencia del interventor y del
representante de la fábrica, mediante dos llaves diferentes que obrarán una en poder de
cada uno de ellos.

Consideramos suficiente la obligación de que las armas referidas sean depositadas en


una cámara de seguridad sin necesidad de presencia de interventor, lo cual no demuestra
sino la desconfianza que la redacción de la norma inspira.

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Las fábricas y talleres están obligados a disponer de cámaras acorazadas para el
almacenamiento de las armas terminadas o en proceso de fabricación lo cual hace
razonablemente suponer que sus propietarios, principales interesados en la seguridad de
sus productos, van a hacer uso de ellas.

Además se trata de un precepto de imposible aplicación al no contar la Guardia Civil


con dotaciones suficientes para realizar este servicio, el cual implicaría la movilización
de un agente por cada centro de fabricación dos veces al día.

Proponemos, por tanto,” la supresión del punto 3 del artículo 17”.

Artículo 18

Dispone que la salida de armas de fuego terminadas con destino a los comerciantes
autorizados, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o a la exportación, será intervenida
por la Dirección General de la Guardia Civil.

Esto ha obligado a todos los fabricantes a obtener un permiso de fabricación y un


permiso de armero, lo cual obliga también a duplicar las exigencias documentales, que
no hacen sino entorpecer el normal funcionamiento de la industria.

En este sentido, los fabricantes están obligados a llevar:

- Un libro registro de fabricación como fabricante.


- Un libro registro de ventas como armero.
- Un libro registro de aquellas armas que entran para reparación.

Se da la circunstancia que para vender una escopeta a un particular deben dar de alta la
misma al fabricarla, de baja para darla de alta inmediatamente en el libro de armero y de
baja nuevamente para venderla.

A fin de evitar errores y de simplificar el sistema sin que por ello se resienta en absoluto
la seguridad, proponemos, la reforma del artículo 18, que podría adoptar la siguiente
redacción:

“La salida de fábrica de armas de fuego terminadas con destino al comercio será
intervenida por la Dirección General de la Guardia Civil, excepto las destinadas a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad....”

Artículos 22 y 23

Obligan a los establecimientos que se dediquen a fabricar armazones y piezas


semielaboradas a tener sus distintos utillajes clasificados numéricamente estando
obligados a dar previo aviso por escrito a las intervenciones de armas del día y hora en
que comiencen la ejecución de cada uno de los procesos de fabricación pudiendo dichas
Intervenciones nombrar un representante para presenciarlas, cuando lo estimen
necesario.

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Asimismo, las fábricas de piezas fundamentales para armas y los establecimientos que
se dediquen al estriado de cañones de arma larga para suministrarlos a las fábricas,
llevarán también un libro, en la misma forma que se especifica en el artículo 20, en el
que se hará constar, por modelos, la producción obtenida y las altas y bajas, enviando
los partes mensuales que en el mismo artículo se indican.

Proponemos la completa eliminación de los artículos 22 y 23 por considerar desmedido


el control que pretende ejercerse sobre elementos cuya peligrosidad es nula.

Artículo 24

Establece la obligación de entrega a la Intervención de Armas correspondiente a la


demarcación del fabricante de la documentación técnica correspondiente a cada modelo
o prototipo de arma o dispositivo que fabriquen.

La entrega de esta documentación es innecesaria si tenemos en cuenta que, tal y como


el propio artículo establece, un banco oficial de pruebas debe aprobar estos modelos o
prototipos y sus variaciones cuando se trate de armas de las categorías 1ª y 2ª.

Proponemos, por tanto, la siguiente redacción:

“Los modelos o prototipos y sus variaciones de las armas de las categorías 1ª y 2ª han
de estar aprobados por un banco oficial de pruebas.

Artículo 25

Apartado 1

Dispone que el envío de los armazones y piezas fundamentales acabadas fundidas


necesitará, dentro o fuera de la localidad, una guía expedida por la Intervención de
Armas de la Guardia Civil, que deberá llevar el portador de las piezas.

Proponemos la eliminación de esta obligación por entenderla desmedida ya que su


literal aplicación supone gravar las armas terminadas con cuatro, cinco o incluso más
tasas derivadas de la expedición de la guía de circulación ya que las fábricas de armas
terminadas se surten de componentes distintos proveedores, que en ocasiones reenvían a
otros talleres para su terminado.

Apartado2º

Dispone que en las poblaciones donde tenga su residencia un banco oficial de pruebas,
el envío de las armas desde la fábrica al banco y viceversa, se documentará con el talón-
guía reglamentario que facilitará el propio banco.

El talón-guía debe poder amparar el traslado de armas de la fábrica al banco de pruebas


independientemente de la localidad donde se encuentre la fábrica.

Supone un agravio comparativo que aquellas fábricas situadas fuera de la localidad del
banco de pruebas tengan que obtener una guía de circulación mientras que aquéllas que
no lo estén no.

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Proponemos la modificación de este precepto de manera que adopte la siguiente
redacción:

“El envío de las armas, desde la fábrica a un banco oficial de pruebas y viceversa, se
podrá documentar con el talón-guía reglamentario que facilitará el propio banco”.

Artículo 26, apartado 2º

Debería “suprimirse la obligatoriedad del envío mensual a la Intervención de armas de


una copia de las anotaciones sentadas en el mismo” por carecer de interés para la
Administración el conocer las armas que se reparan mensualmente en nuestro país.

Artículo 27, apartado 2ª

El visado previo no hace sino retrasar el acto de la prueba de las armas y, muchas veces,
hace que el interesado desista de ello, ya que el horario de las Intervenciones de Armas
de las grandes ciudades no coincide con el de los comercios.

Además, teniendo en cuenta que la cesión entre particulares no tiene que estar visada
por la Intervención de Armas, menos aún debería exigirse dicho requisito cuando en la
operación intervenga un armero.

El vigente Reglamento de Armas, en su artículo 10.2, establece que la honorabilidad del


armero tiene que quedar demostrada para el ejercicio de su actividad. Consideramos que
la intervención de los armeros autorizados en los procesos de control y tramitación de
cuestiones relativas a las armas debería ser mayor, y ello en base al referido artículo.

Proponemos, por tanto, la siguiente redacción:

“Dicho documento deberá ir firmado y sellado por el fabricante, comerciante o sus


representantes autorizados, firmando el interesado la recepción del arma a probar, del
cual se remitirá inmediatamente un ejemplar a la Intervención de Armas
correspondiente para su conocimiento”

Artículo 31, apartado 1

Existen casos en los que el propietario de arma decide venderla a un armero de


localidad distinta. El propietario vendedor porta, a la localidad donde reside el armero,
el arma, la guía de pertenencia y la licencia de armas. Una vez realizada la transacción
en la Armería, y dado que el armero, para dar de alta la entrada del arma, debe contar
con un número de guía de circulación, éste porta el arma y su guía de pertenencia, a la
Intervención de Armas de la localidad de la armería con objeto de que expidan la guía
de circulación. Algunas Intervenciones están exigiendo que dicha guía de circulación
sea expedida por la Intervención de Armas de la localidad donde residía el anterior
propietario del arma, lo cual, contradice el texto del artículo 31, ya que dicho anterior
propietario-vendedor no necesita de guía de circulación pues su tránsito se ha hecho
unido a la guía de pertenencia.
Estas situaciones podrían evitarse de añadir una frase en el art. 31.1 que estableciese que

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“En ningún caso será necesaria guía de circulación cuando el arma sea trasladada
por el propio titular provisto de su correspondiente guía de pertenencia”

Artículo 35

Apartado 1

Este apartado limita la posibilidad de que un mismo envase contenga armas cortas o
largas de cañones estriados junto con escopetas de caza y asimiladas y limita a 25 el
número de armas que los envases pueden contener, sin que exista ningún fundamento
para semejante prohibición (máxime, cuando no existe esa limitación para el
comercio exterior; vide art. 35.2) por lo tanto proponemos la desaparición del artículo.

Artículo 37

Establece que los envases de armas cortas, largas de cañón estriado y armas asimiladas
han de ser precintados por las Intervenciones de Armas de la Guardia Civil o por los
comerciantes de armas autorizados, que se responsabilizarán de su contenido.

Si los envases han de ser presentados por la Guardia Civil, el particular no puede enviar
directamente desde su casa un arma al taller para reparación, por ejemplo, con lo que le
estamos obligando a desplazarse a la Intervención de Armas con el arma para que allí
sea precintada y de allí a los locales de la agencia de transportes con el consiguiente
peligro de pérdida o robo que esto provoca.

Proponemos, por tanto, la eliminación de este artículo.

Artículo 39

Regula el transporte de armas, disponiendo que los envíos habrán de hacerse por
ferrocarril o por empresas de transportes marítimas, aéreas o terrestres, debiendo
efectuarse a través de empresas de seguridad siempre que excedan de 25 armas cortas o
50 armas largas.

Este artículo no distingue entre diferentes categorías de armas, aplicándose el mismo


tratamiento a todas por igual, independientemente de su peligrosidad. Así, están
sometidas al mismo régimen de transporte armas cortas, armas largas rayadas,
escopetas, avancargas, armas sistema flobert, carabinas de aire comprimido y cuchillos.

La exigencia de que los envíos se realicen a través de empresas de seguridad siempre


que excedan de 25 armas cortas o 50 armas largas es excesivo y supone la repercusión
de un alto coste sobre el precio final del producto que acaba siendo soportado por el
usuario.

Proponemos la reforma del artículo 39 en los siguientes puntos:

-El artículo 39 debe referirse exclusivamente a las armas para cuyo transporte es
necesario emitir una guía de circulación.

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-Eliminación de la obligación genérica de transporte a través de empresas de
seguridad cuando se trate de más de 25 armas cortas o 50 largas.

Debe hacerse una diferenciación en función de la categoría, fijándose límites


cuantitativos adecuados a la peligrosidad del arma objeto del transporte:
-armas de la categoría 1ª: 50 unidades.
-armas de la 2ª y 3ª categoría:100 unidades

Artículo 40

Dispone que los paquetes conteniendo armas deben llevar una declaración de su
contenido en su superficie en caracteres de suficiente claridad.

La Resolución de 24 de noviembre de 1995 de la Dirección general de la Guardia Civil


determina la forma de etiquetado de los paquetes imponiendo el pegado en las cajas de
una etiqueta fosforescente en la que conste con letras mayúsculas la palabra ARMAS.

No parece razonable para la seguridad del transporte la colocación de una etiqueta


fosforescente que atrae la atención sobre su contenido incitando a su sustracción.

Es de destacar, por otra parte, que la legislación de algunos países de nuestro entorno,
como es el caso de Francia, prohíben la alusión al contenido por lo que las agencias
transportistas se ven obligadas a retirar las etiquetas al atravesar la frontera, soportando
fuertes multas en caso de no hacerlo.

Proponemos, por tanto, la “eliminación de toda referencia al contenido en la superficie


del envase”.

Respecto al apartado 2, éste señala que “el despacho de las expediciones de armas tiene
carácter preferente”, lo cual resulta inviable para los transportistas, los cuales se ven
obligados, por la pura operativa práctica de su negocio, a seguir la ruta más
conveniente.

Por otro lado suele ser la propia Administración, Aduanas por ejemplo, quien incumple
sistemáticamente este apartado.

Por todo ello solicitamos la eliminación del apartado b).

Artículo 42

Apartado 1º

La figura del cosario o mandatario responde a la necesidad de que los empleados de


armerías sean efectivamente útiles, siendo casi un alter ego del armero en ocasiones en
las que no pueda asistir personalmente el negocio o deba realizar otras tareas. Creemos
por tanto, que éstos debieran poder hacerse cargo, no sólo armas de ánima lisa o
asimiladas, sino también armas de ánima rayada. El límite cuantitativo sería de 5 y 3,
respectivamente.

Podría igualmente establecerse que igual de válida que la autorización escrita prevista
actualmente para cada expedición, sería una designa formalizada ante la Intervención de

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Armas de la localidad de residencia con carácter general. Ello respondería de forma más
acertada a la vocación de permanencia que tiene el cosario o mandatario en
determinados casos.

Apartado 2º

Dispone que el particular que desee adquirir una escopeta en localidad distinta a la de su
residencia, la Intervención de Armas correspondiente a dicha localidad podrá expedir, a
la vista del parte de venta y de la licencia E, una guía de circulación de aquélla, con la
cual y en el plazo de diez días se presentará en la Intervención de armas de su
residencia, la cual le expedirá la correspondiente guía de pertenencia.

Se hace necesario modificar este artículo para adaptarlo a la práctica administrativa en


uso adoptada por decisión de la ICAE en el sentido de permitir a las Intervenciones de
Armas expedir guías de pertenencia a alguien que no está empadronado en el municipio
de residencia de la Intervención, con lo cual se evita tener que expedir una guía de
circulación y el coste del transporte hasta la Intervención de Armas del domicilio del
comprador.

Proponemos, por lo tanto, la siguiente redacción:

“Al particular que desee adquirir un arma de fuego en localidad distinta a la de su


residencia, cualquier Intervención de Armas le expedirá, a la vista del parte de venta
y de la correspondiente licencia, la guía de pertenencia del arma”

En otro orden de cosas, entendemos que el artículo 42.2 del actual RA ha


quedado superado por la realidad, tras la implantación, en las distintas Intervenciones de
Armas, del sistema informático que permite la expedición de la guía de pertenencia
directamente al particular (aún cuando éste resida en la demarcación de otra distinta IA)
o bien, al armero (aún cuando su armería radique en localidad distinta a la del
comprador). Creemos necesario por tanto reflejar esta realidad, sustituyendo el párrafo
2, por el siguiente redactado:

“Al particular que desee adquirir un arma de fuego en localidad distinta a la de


su residencia, la Intervención de Armas correspondiente a dicha localidad, a la vista
del parte de venta y la licencia que corresponda, expedirá, al armero que haya
realizado la transacción o al particular-comprador, una guía de pertenencia, y
comunicará tal circunstancia a la Intervención de Armas de la residencia del
comprador.”

Artículo 43

Establece que las empresas de seguridad y de transportes, cuando reciban cualquier


envío de armas, lo entregarán a la Intervención de Armas de la Guardia Civil o en su
caso a los armeros destinatarios.

Este artículo no permite la recepción de armas por los particulares en su propio


domicilio.

Creemos que esto no ocasiona más que incomodidades para el destinatario, el cual debe
acudir a la Intervención a recoger el arma y llevarla consigo por la calle hasta su
domicilio y, por otra parte, no supone ningún plus de seguridad en el envío en cuanto
que la Guardia Civil ya ha realizado las comprobaciones necesarias en cuanto a

14
posesión de permiso de armas, identidad del destinatario, etc para elaborar la guía de
circulación que ampara el envío.

Proponemos la siguiente redacción del apartado 1º:

“Las empresas de seguridad y de transportes, cuando reciban cualquier envío de


armas, lo entregarán a su destinatario.”

Artículo 44

En consonancia con lo solicitado en el artículo 43 habría que modificar el presente


artículo en el siguiente sentido:

“Cuando los particulares que sean destinatarios de envíos de armas reciban las
mismas deberán comunicar a la Intervención de Armas su recepción si éstas ya se
encontraban documentadas o, en caso contrario, se presentarán en la Intervención
provistos de licencia o documento que les autorice para adquirirlas a fin de
documentarlas”

Artículo 45

Regula la publicidad disponiendo que las armas de las categorías 1ª y 2ª sólo podrán ser
objeto de publicidad en revistas, catálogos o folletos especializados.

Creemos que las restricciones a la publicidad establecidas a las armas de la categoría 2ª-
2 tenían justificación en otros tiempos en que la caza mayor era una actividad
minoritaria, pero creemos que, actualmente, su práctica popular y socialmente admitida
hacen que estas limitaciones carezcan de sentido.

Por otra parte la aparición de nuevos soportes publicitarios, como internet, donde
existen gran número de páginas y foros especializados, u otros soportes informáticos
obligan a operar una modernización de este artículo

Proponemos la siguiente redacción:

“Las armas de la 1ª categoría sólo podrán ser objeto de publicidad en espacios


especializados. Podrán figurar...”

Artículo 54 Apartado 3º

En coherencia con lo argumentado en el artículo 105 en el sentido de eliminar las


tarjetas de armas solicitamos la eliminación de este apartado.

Artículo 54 Apartado 5º

Dicho apartado establece la obligación de consignar en los libros los datos de las ventas
de armas de la categoría 7ª.6 (pistolas y revólveres detonadores, y lanzabengalas).

Sin embargo, ello contradice el criterio de la ICAE (vide oficio 114.981, de 15 de junio
de 2.007), siguiendo aquél otro reiterado de la CIPAE, según el cual, “queda excluida
la obligación de consignación en los libros de armas de otras categorías que no sean
las de fuego”.

15
Solicitamos pues una adecuación del Reglamento de Armas conforme a la
interpretación seguida por la CIPAE.

Artículo 55

Solicitamos que el art. 55, tenga el siguiente redactado –en negrita, subrayada, la
modificación propuesta-:

“Los comerciantes autorizados llevarán, con arreglo a los modelos y normas


aprobados por la Dirección General de la Guarida Civil, un libro de entradas y salidas
de armas de fuego en el que deberán hacer constar, en el plazo máximo de 24 horas:
(….)”

Esta referencia temporal, creemos necesaria introducirla por cuanto, numerosos


expedientes sancionadores tiene como origen la tardía anotación de la entrada o salida
del arma, sin superar en ningún caso una jornada comercial, sin que el Reglamento de
Armas prevea que dicha anotación deba ser realizada de forma inmediata.

Artículo 53, Apartado 2

Tal y como anteriormente exponíamos al hilo del art. 42.2 RA, en la actualidad, y por la
implantación del nuevo sistema informático en las distintas Intervenciones de Armas, ya
puede expedirse la guía de pertenencia en la Intervención de Armas donde se haya
vendido el arma, aún cuando el comprador resida en localidad distinta.

El artículo 53.2 ha quedado por tanto ya superado por la realidad, proponiéndose por
tanto su supresión.

Artículo 54.

En concordancia con la eliminación del art. 105, y de acuerdo a las razones allí
expuestas, se propone la coherente modificación del apartado 3º del Art. 54:

“1. Las armas de sistema Flobert y las de avancarga serán entregadas por el fabricante
o comerciante cuando el comprador se presente con la correspondiente guía de
pertenencia.

2. La adquisición por coleccionistas de armas sistema Flobert y de armas de avancarga


susceptibles de hacer fuego se documentará mediante la expedición en el acto, por el
establecimiento vendedor, de un justificante con arreglo a modelo oficial, con el que,
dentro de un plazo máximo de quince días, se presentará el arma y la autorización
especial de coleccionista en la Intervención de Armas de la Guardia Civil, para que
ésta extienda la diligencia correspondiente en dicha autorización.

3. Las armas de la categoría 4 se podrán adquirir, portar y usar sin otro trámite que
la declaración de la venta, la clase de armas y los datos de identidad del adquirente,
por parte de este, a la Intervención de Armas de la Guardia Civil de su municipio de
la residencia..

16
4. La adquisición de las armas de la categoría 7.5, requerirá la acreditación ante el
establecimiento vendedor y su consignación en los correspondientes libros de las
respectivas tarjetas deportivas en vigor.

5. Las armas de la categoría 7.6, se podrán adquirir previa acreditación de la mayoría


de edad del comprador mediante la exhibición del documento nacional de identidad,
pasaporte, tarjeta o autorización de residencia, cuyos datos deberán ser consignados
en los correspondientes libros por el establecimiento vendedor”

Articulo 57, Apartado 3

Este artículo limita en exceso el número de armas y municiones que cada representante
puede llevar en sus viajes comerciales.

Solicitamos un aumento de la cantidad de munición que puede llevar el viajante ya que


el incremento de las ventas de munición metálica y su variada tipología hace necesaria
esta modificación, así como que se incluya la posibilidad de llevar arma corta.

Proponemos el siguiente texto:

“Cada viajante o representante, adoptando las medidas de seguridad necesarias, podrá


llevar los tipos de armas reglamentarias que estime necesarias, aunque de cada modelo
no podrá llevar más de un arma. Tampoco podrá llevar más de 1000 cartuchos en
total.”

Artículo 58

Su apartado 2 dispone que los viajantes podrán probar las armas que lleven, previo
conocimiento del Puesto o Intervención de Armas de la Guardia Civil de la localidad en
que hayan de efectuarlo en campos, polígonos o galerías de tiro.

En consonancia con lo argumentado en referencia a otros artículos consideramos que la


comunicación a la Guardia Civil es innecesaria siempre que la persona que vaya a hacer
la prueba tenga permiso de armas y la realice en presencia del viajante de comercio en
lugar habilitado para ello.

Proponemos la siguiente redacción:

“Los viajantes podrán prestar para prueba las armas que lleven en campos, polígonos
o galerías de tiro siempre y cuando la persona que vaya a hacer la prueba disponga de
permiso de armas y la haga en presencia del viajante.”

Artículo 61

Tal y como está redactado este articulo, los adquirientes extranjeros de rifles o armas
cortas o no pueden utilizarlos en España ya que el Reglamento señala expresamente que

17
se refiere a “hacer uso de las escopetas de caza adquiridas durante su permanencia en
España”. Deben incluirse las armas de la 2º categoría.

Por otro lado el sistema establecido para obtener la autorización para su uso parece
complicado e incómodo para todas las partes afectadas, tanto autoridad como usuario.
El plazo de validez de autorización de referencia, parece lógico que sea idéntico al del
artículo ciento diez , por lo que proponemos la siguiente redacción:

“Como excepción a lo establecido en el articulo anterior, si los compradores


pretendiesen hacer uso de las armas largas adquiridas durante su estancia en España
habrán de encontrarse en la posesión de la correspondiente licencia deportiva y
obtener una autorización especial expedida por la Intervención de Armas de la Aduana
de llegada del ciudadano extranjero o la Intervención de Armas del domicilio del
vendedor del arma, en numero que no podrá exceder de seis. El solicitante deberá
indicar el puerto, aeropuerto o frontera de salida del las armas así como la fecha
prevista. Dicha autorización se expedirá por tiempo no superior a tres meses y podrán
ser concedidas a su titular hasta dos prorrogas por iguales periodos de tiempo y en la
forma indicada anteriormente . Será de aplicación a este supuesto lo establecido en los
apartados 2,3,4,6 y 7 del artículo ciento diez.”

Artículo 65

Apartado 3º
-
Aunque se puede deducir en relación con el artículo 10, quizá convendría señalar que
para importar armas se debe ostentar la condición de armero.

Proponemos el siguiente texto alternativo:

“Todo armero que se dedique a la importación de armas está obligado...”

Artículo 76

Apartado 2º

Condiciona la expedición del permiso a la aportación de los datos determinados en el


artículo 73, el cual remite, a su vez, al artículo 51.1 a).

Conviene recordar que este apartado ha provocado graves problemas por lo que en la
práctica se modificó. Convendría que esta práctica se incorpore a la realidad legislativa,
añadiendo al actual texto la siguiente frase al final del mismo:

“El permiso se expedirá a solicitud del interesado y únicamente podrá concederse previa
aportación respecto a las armas de que se trate de la información determinada en el
apartado 1 del artículo 73, que habrá de ser facilitada por las autoridades competentes
del país de procedencia, a excepción del número de fabricación el cual será comunicado
a la Intervención de Armas de la Guardia Civil una vez éstas lleguen a territorio
español.

“salvo el número de fabricación que deberá ser aportado a la ICAE antes de que las
armas lleguen a territorio español.”

18
Apartado 6º

Dispone que las armas, tan pronto como hayan entrado en territorio español, deberán ser
presentadas a la Intervención de Armas de la Guardia Civil más próxima, que realizará
las comprobaciones pertinentes, extendiendo la correspondiente diligencia en la
autorización o declaración que acompañe a la expedición.

Proponemos la reforma de este artículo en el sentido de que sea la Intervención de la


localidad en que se encuentre la empresa que realiza la importación la que realiza la
comprobación a través de la información que el destinatario debe realizar a la recepción
de las armas.

Si la Intervención de Armas desea realizar una comprobación física podrá hacerlo en los
locales de la empresa importadora.

De esta manera se evitan los inconvenientes que supone tener que depositar las armas a
la espera de que la comprobación sea realizada, incrementándose por otra parte la
seguridad precisamente por la eliminación de este lapsus temporal, y dando por
cumplido igualmente el trámite de comprobación de que la Guardia Civil es depositaria.

Proponemos que el artículo señale lo siguiente:

“La empresa importadora, tan pronto lleguen la armas a destino, deberá remitir a la
Intervención de Armas de su zona comunicación de la recepción de las mismas. Si la
Intervención de Armas desea realizar una comprobación física de las armas podrá
hacerlo en los locales de la empresa importadora, en un plazo no superior a 72 horas
desde la recepción de la mercancía”

Artículo 77

Es frecuente que muchas de las firmas que comercializan armas de fuego, aprovechando
la concentración de tiradores que se dan cita en una competición de tiro, deseen hacer
una pequeña exposición de algunos modelos de las armas que comercializan o deseen
dar servicio a los participantes prestando armas en caso de avería para que continúen en
la competición.

En estos casos, las Intervenciones de Armas y explosivos, siguiendo lo establecido en el


artículo 77, exigen que la comisión organizadora o los representantes de las casas
comerciales interesadas soliciten autorización de la Dirección General de la Guardia
Civil, la cual, al concederla, señalará el servicio de vigilancia que ha de establecer la
organización, sin perjuicio de prestar servicio propio cuando lo considere necesario.

Sería conveniente que, debido a las especiales circunstancias que concurren en estos
casos y al limitado número de armas objeto de exposición se simplificara el
procedimiento de obtención de autorización para la exhibición sobre todo en lo que se
refiere a medidas de seguridad a adoptar.

Proponemos la adicción de un apartado al artículo 77:

“Como excepción al apartado anterior, para la exhibición de armas de fuego en


competiciones de caza y tiro, la comisión organizadora o las casas comerciales

19
interesadas habrán de comunicarlo a la Dirección General de la Guardia Civil
debiendo en estos casos exponer un número de armas no superior a 15 por empresa.

Artículo 80

Establece que las fábricas de armas de las categorías 1 y 2 deberán contar con un
servicio permanente de vigilantes de seguridad, cuyo número será adecuado a las
necesidades de seguridad y protección, a juicio de la Dirección General de la Guardia
Civil, a juicio de la Dirección General de la Guardia Civil, que podrá prestar o reforzar
dicho servicio en determinadas circunstancias.

Se hace necesaria una modernización del contenido de este artículo en el sentido de


permitir la sustitución de la vigilancia humana de seguridad por medidas físicas de
protección tal y como contemplan otras normas de más reciente redacción como el
Reglamento de Explosivos.

Proponemos, por lo tanto, la adicción de un apartado al artículo 80 en el siguiente


sentido:

“Dicho servicio permanente de vigilantes de seguridad podrá ser sustituido por


medidas físicas de protección aprobadas por la Dirección General de la Guardia
Civil”·

Artículo 82, Apartado 2º

Este artículo atribuye a los agentes del transporte la responsabilidad derivada del
servicio de depósito y transporte, en cuanto a la seguridad de los envíos a que se
refieren los artículos 39 y 40 del RA:

“En cualquier caso, a las empresas de seguridad, a los servicios de


ferrocarriles y a las demás empresas de transportes terrestres, marítimos y aéreos o, en
su caso, a los propios fabricantes o comerciantes, les corresponde, en cuanto a la
seguridad de los envíos a que se refieren los artículos 39 y 40, la responsabilidad
derivada del servicio de depósito y transporte (…)”

A menudo, se ha interpretado este artículo de forma que se desprendía una


responsabilidad solidaria entre empresa de transportes y fabricantes o comerciantes.
Ello, amén de no estar así expresamente dispuesto, y vulnerar por tanto la taxatividad de
la responsabilidad solidaria prevista en el artículo 130.3 de la Ley 30/1992, entendemos
no se corresponde con el texto literal de la norma. Creemos conveniente aclarar que la
responsabilidad del fabricante o comerciante únicamente se produce cuando, haciendo
uso de la facultad que le brinda el artículo 39.3, realizan el transporte utilizando sus
propios medios. Bastaría con introducir la siguiente frase –en subrayado y negrita, la
propuesta-:

“En cualquier caso, a las empresas de seguridad, a los servicios de


ferrocarriles y a las demás empresas de transportes terrestres, marítimos y aéreos o, en
su caso, a los propios fabricantes o comerciantes, cuando éstos realizan el transporte
por sus propios medios, les corresponde, en cuanto a la seguridad de los envíos a que
se refieren los artículos 39 y 40, la responsabilidad derivada del servicio de depósito y
transporte (…)”

20
Artículo 84

En estrecha relación con la problemática del transporte, obliga a que el almacenamiento


de armas en tránsito, dentro de locales cerrados de las empresas de seguridad o de las
empresas de transporte se realice adoptando las medidas de seguridad necesarias,
aprobadas por la Dirección General de la Guardia Civil.

Tal y como se acordó con la propia Intervención Central de Armas y Explosivos de la


Guardia Civil, no se puede confundir “almacenamiento en tránsito” con el intercambio
de paquetería que se produce en las plataformas de transporte de las empresas de
servicio 24 horas.
En este caso la mercancía se remite, normalmente, una tarde para llegar antes del
mediodía del día siguiente a otro punto de España.

Proponemos la incorporación de un nuevo párrafo al artículo 84, con el siguiente texto:

“No se considerará almacenamiento en tránsito la permanencia, fuera del vehículo de


transporte, de armas de la primera, segunda y tercera categoría cuando el servicio de
transporte esté acogido a la modalidad 24 horas”

Artículo 85

Exceptúa de la norma general del almacenamiento en tránsito a las armas destinadas a la


exportación, así como a las transferencias a países comunitarios, y las procedentes de la
importación, las cuales se podrán depositar por el tiempo mínimo imprescindible, en los
lugares correspondientes a ello destinados, con protección de la Guardia Civil o del
servicio de vigilantes de seguridad.

La realidad es que la Guardia Civil ha dejado de prestar el servicio de vigilancia en los


tránsitos y la contratación de un servicio de vigilantes de seguridad es absolutamente
inviable si tenemos en cuenta el número de armas medio objeto de cada envío , el cual,
no supera nunca las 150 unidades.

Las medidas de seguridad a adoptarse en el almacenamiento en tránsito no pueden ser


las mismas que las exigidas a un establecimiento de venta o una fábrica porque tampoco
lo son las circunstancias en que se produce el transporte.

Hablamos siempre de cantidades limitadas del producto (cantidades muy inferiores a las
almacenadas en un establecimiento de venta) y de espacios temporales limitados (el
imprescindible para que desde un almacén se realice el embarque a su destino final).

Estas medidas deben ser diferentes en función de la peligrosidad del arma objeto del
envío, no pareciendo razonable equiparar las medidas de seguridad aplicables a la
categoría 1ª(arma corta) con las aplicables a la categoría 3ª (escopetas).

Proponemos la abolición de medidas de seguridad especiales con respecto a otro tipo de


mercancías para las categorías 2º, 3ª, 4ª, 5ª, 6ª y 7ª.

Proponemos, por tanto, la siguiente redacción:

“Las armas de fuego destinadas a la exportación, así como las transferencias a los
países comunitarios y las procedentes de la importación podrán depositarse en tránsito

21
por el tiempo mínimo imprescindible en los lugares correspondientes a ello destinados,
debiendo contar con protección de la Guardia Civil o del servicio de vigilantes de
seguridad si se trata de armas de fuego de la 1ª categoría.”

Artículo 86

Apartado 1º

El hecho de tener que depositar en cajas fuerte las armas largas rayadas que tengan en
existencias impide la exhibición de las mismas.

Debería admitirse, la exhibición en vitrinas de rifles desprovistos de una pieza que


posibilite su funcionamiento.

Proponemos, por lo tanto, la siguiente redacción:

1. “Los establecimientos legalmente autorizados para la venta o reparación de


armas de fuego, además de la obligación general de instalar en las puertas y
huecos de escaparates, así como en cualquier otro acceso posible a los mismos,
rejas fijas, persianas metálicas o cristales blindados, deberán mantener los
rifles que tengan en exposición desprovistas de una pieza esencial que posibilite
su funcionamiento.

2. Los establecimientos a que se refiere el apartado 1 del artículo 48 deberán


tener en cajas fuertes las armas cortas que tengan en existencias.

Las anteriores medidas de seguridad podrán ser sustituidas a propuesta de los


armeros por otras medidas alternativas que garanticen análogas o similares
prestaciones.”

“La determinación de medidas de seguridad por la Delegación o Subdelegación de


Gobierno, que no estén expresamente previstas en la normativa aplicable, deberán
basarse en cuestiones fácticas y circunstancias razonables, debiendo venir las órdenes
de adopción de dichas medidas de seguridad suficientemente motivadas”.

Apartado 2º

No se permite a ningún armero tener una caja fuerte que no cumpla las condiciones
suficientes de seguridad, por lo que debiera eliminarse de este apartado la última parte
del párrafo, señalando éste únicamente lo siguiente:

“Los establecimientos a que se refiere el apartado 1 del artículo 48 deberán tener en


cajas fuertes las armas cortas y las largas rayadas que tengan en existencias”.

Resultaría conveniente destacar que el Reglamento de Armas no discrimina en qué caja


fuerte o en qué otra, o si éstas deben ser distintas, pues en ocasiones, la Administración
ha interpretado que dichas cajas fuertes debían ser necesariamente dos: una para armas
cortas y otra, para armas largas rayadas. Ello, desde nuestro punto de vista, carece de
sentido pues tanta seguridad brindan una como otra.

Artículo 90

22
Consideramos que el trámite de la revista de armas, amparadas por las licencias de tipo
D , E y F debería desaparecer.

Hoy en día carece de toda justificación el que periódicamente haya que presentarse en
las Intervenciones de Armas para pasar la revista de armas.

Este trámite carece de sentido ya que el propio Reglamento de Armas prevé que todo
cambio de titularidad de las armas tiene que hacerse en las Intervenciones de Armas, de
forma que la Guardia Civil siempre sabrá quién es el propietario. En cuanto a la
cuestión de los robos no declarados de armas, hay que tener en cuenta que también el
propio Reglamento prevé importantes sanciones a quienes se les robe o pierda un arma
o su documentación y no lo declare.

Existe otro argumento importante que es el de la seguridad. Es peligroso que los


ciudadanos tengan que ir cargados con sus armas por la calle a pasar la revista de
armas. Cualquiera puede aprovechar esa circunstancia para intentar robarlas.

Subsidiariamente, para el caso de que no se acepte la anterior propuesta, se propone que


las revistas de armas sean sustituidas por un régimen de inspecciones aleatorias.

Artículo 91

Entendemos que debería ampliarse el número de días en que puede prestarse un arma
siempre que se cumpla con la formalidad de la autorización escrita, fechada y firmada.

En el caso en que ambas partes estén presentes debe entenderse como válida la
autorización verbal.

Se propone como plazo mínimo el de treinta días.

Artículo 96

Establece los distintos tipos de licencias existentes para el uso de las diferentes
categorías de armas. El Reglamento de Armas crea hasta 6 tipos distintos de licencias y
dos tipos de tarjetas de armas para el uso de carabinas de aire comprimido.

Esta profusión de distintos tipos de licencias crea algunos inconvenientes innecesarios


para los usuarios de armas deportivas.

Proponemos se modifique el Reglamento en el sentido de permitir que licencias que


permiten la utilización de armas de categorías superiores amparen también el uso de
armas de categorías inferiores.

Es del todo lógico que el poseedor de una licencia tipo D para arma larga rayada esté
habilitado para el uso de una escopeta, un arma de avancarga o un arma sistema flobert.

Proponemos, por tanto, la modificación del Artículo 96, apartado 2, en el siguiente


sentido:

23
“La tenencia y el uso de las armas de las categorías primera, segunda y tercera,
precisará de Licencia de Armas, siendo suficiente la Licencia de Armas de categoría
superior para amparar las de categoría inferior.”

Articulo 97

Apartado 1

Entendemos que debe ser modificada la referencia a los certificados penales ya que la
propia Administración, de oficio, tiene acceso directo a esta información, por lo que
proponemos quede redactado de la siguiente forma:

“1. La solicitud de expedición de las licencias habrá de presentarse en la Intervención


de Armas de la Guardia Civil correspondiente al domicilio del interesado, acompañada
de la siguiente documentación:

a) Fotocopia del documento nacional de identidad en vigor o, en su


caso, de la tarjeta de autorización de residencia, que será cotejada con su original
y devuelta al interesado.

b) Informe de las aptitudes psicofísicas.

La propia Guardia Civil comprobará de oficio la inexistencia de antecedentes


penales. En lugar de éste párrafo, el siguiente:
De así solicitarlo el interesado, la propia Guardia Civil comprobará de oficio la
inexistencia de antecedentes penales y los datos de identidad.

Actualmente, los datos de identidad pueden ser comprobados de oficio al


amparo del Real Decreto 522/2006, de 28 de abril.

A los efectos de facilitar la gestión a los interesados, consideramos, que éstos


deberían estar facultados para aportar los certificados de penales personalmente, como
alternativa a que lo solicite la Guardia Civil dado que en algunas plazas dicha gestión se
retrasa por motivos diversos.

Apartado 2

Consideramos que este apartado debe adaptarse a la nueva redacción de la Directiva


Armas, la cual establece que no se considerarán adecuadas para la tenencia de armas, las
personas que “hayan sido condenadas por un delito doloso violento”.

La nueva redacción de la Directiva Armas combina el respeto de los derechos de los


ciudadanos, con el principio de seguridad colectiva, con una regla que evita claramente
las arbitrariedades e interpretaciones subjetivas.

Se propone añadir la frase final al apartado 2:

Aquellas personas que hayan sido condenadas por un delito doloso violento
podrán ser consideradas no aptas para la tenencia de armas de fuego.

24
Artículo 99

Apartado 6º

En algunos países europeos, como Italia, se permite tener en el domicilio hasta dos
armas cortas a todo ciudadano de honestidad irreprochable. Conviene señalar que en
todos aquellos países en que se ha optado por efectuar una importante reducción de las
armas en posesión de particulares, se ha producido un importante aumento de la
delincuencia así como del número de muertes con ocasión de asalto y robo. Este
aumento no es marginal sino de una importancia escandalosa. En dos casos
paradigmáticos y culturalmente cercanos, como son Inglaterra y Australia, los ratios a
que hacíamos referencia han aumentado entre un 35 y un 100%.

Entendemos que se debe permitir poseer una arma corta de tenencia domiciliaria a
aquellas personas de probada y manifiesta honorabilidad.

Entendemos que la duración de todas las licencias debe ser uniforme, es decir, cinco
años. Por otro lado, debiera permitirse tener más de un arma por licencia siendo que la
seguridad pública no mejora ni empeora por el número de armas que tiene un titular.
Proponemos un cambio de este apartado que podría quedar redactado de la siguiente
forma:

“Estas licencias tendrán cinco años de validez, al cabo de los cuales, para poder usar
las armas autorizadas con ellas, habrán de solicitarse nuevas licencias en la misma
forma que las anteriores”.

Artículo 100

Apartado 2º

La utilidad de este tipo de armas es únicamente para cazar y se debiera permitir poseer
tantas como la capacidad económica del sujeto lo permita. Es de difícil comprensión la
limitación a cinco armas que establece este artículo. El titular de un rifle es tan peligroso
o poco peligroso con cinco armas como con quince.

Proponemos la siguiente redacción:

“La Licencia D tendrá cinco años de validez”.

Apartado 4º

Este apartado debe desaparecer completamente. Contiene una limitación no reglada, con
una remisión al artículo 49 que, a su vez, remite al 100.4.

Apartado 5º

Este artículo debiera señalar que el arma debe guardarse en el domicilio, sin más
añadidos. Se entiende que éste es inviolable y son precisamente los Cuerpos de

25
Seguridad del Estado los que deben garantizar que esto es así, no pudiendo recaer en el
propio particular otra obligación, por lo que proponemos la siguiente redacción:

“Las armas de la categoría 2ª.2, deberán ser guardadas:

a) En los propios domicilios de sus titulares.


b) En los locales de empresas o entidades especializadas en la custodia de armas,
de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 83 y 144 de este Reglamento.

Apartado 6º

Este apartado debe desaparecer completamente, por diversas razones:

1ª.- En ningún país de Europa existe esta limitación.

2ª.- Los artículos de óptica no solamente se venden en armerías, con la consiguiente


complejidad en la aplicación del apartado.

3ª.- Al noventa por ciento de los rifles se les instala una mira telescópica, por lo que es
casi consustancial al arma y no la excepción.

4ª.- Sobre todo conviene destacar que se pueden comprar miras telescópicas en otros
países de la U.E., sin ningún tipo de limitación legal. Se pueden introducir en España
sin ningún tipo de comunicación o documento obligatorio y en la cantidad que estime el
propio individuo.

Es evidente que cualquier persona puede, con total y escrupuloso sometimiento a la ley
española, introducir estos artículos en España, utilizando este apartado. Por lo tanto,
ante las molestias que provoca y por su propia inutilidad, creemos que lo más
conveniente es que se elimine dicha previsión.

En cualquier caso, y con independencia de lo anterior, debe tenerse en cuenta que no


sólo las armas de caza utilizan miras telescópicas. Las modalidades de BLANCO
MOVIL (la no olímpica, con carabina de fuego calibre 22, y la olímpica, con carabina
neumática) así como la modalidad de ALTA PRECISION (Bench Rest), recogidas
todas ellas en la Orden que establece las armas de concurso, utilizan miras telescópicas.

Por este motivo, debería permitirse la adquisición de miras telescópicas a los titulares de
la correspondiente licencia tipo F.

Proponemos por lo tanto, y para el caso de que la propuesta de eliminación de este


apartado no sea aceptada, añadir a continuación de “caza mayor” “y los poseedores de
licencia F o de armas neumáticas que acrediten la posesión de armas de concurso que
precisen las citadas miras telescópicas”.

Artículo 101

Este artículo limita los derechos de los ciudadanos sin aumentar, sin embargo, la
seguridad pública.

Proponemos la siguiente redacción alternativa de los dos primeros apartados:

26
Uno.- “Las armas de las categorías 3ª y 7ª.2 y 3, precisan una Licencia E de armas,
que autorizará para poseer, llevar y usar las armas de dichas categorías”.

Dos.- “La Licencia E tendrá cinco años de validez”.

Por otra parte, se hace necesario contemplar la realidad de las organizaciones de caza,
las cuales, para ejercer su actividad necesitan disponer de un número determinado de
escopetas para ceder a su clientela durante las batidas de caza.

Proponemos la adicción de un nuevo apartado al artículo 101:

“Las organizaciones profesionales de caza podrán disponer de tantas escopetas como


su negocio requiera para el ejercicio de su actividad empresarial”

Artículo 102

Apartado 2º

Se puede entender que se obligue al conocimiento del Reglamento de Armas en todo


aquello que afecta a particulares pero no es razonable que se obligue a los ciudadanos
que quieran adquirir un arma a conocer todo el Reglamento.

Todos tenemos que saber cómo utilizar un coche con sometimiento a la legalidad pero
no tenemos ni idea, ni resulta socialmente útil conocer los criterios de homologación de
las piezas de los vehículos o los componentes de seguridad que deberán incluir los
fabricantes de automóviles, ni los requisitos de comercialización, etc.
Proponemos la sustitución de la última frase de este apartado, por la siguiente:

“En todo caso, se podrá exigir la acreditación del conocimiento del presente
Reglamento en lo que pueda afectar al solicitante de la Licencia”.

Artículo 103

Entendemos que la autorización temporal debe concederse también a aquellos a los que
les ha caducado recientemente la Licencia ya que es habitual que mucha gente acuda a
renovarla al día siguiente de haber caducado.

Proponemos la siguiente redacción alternativa:

“Cuando los titulares de Licencias de Armas soliciten su nueva concesión a las


Intervenciones de Armas de la Guardia Civil que reciban las solicitudes con las
correspondientes documentaciones, podrán expedir a los solicitantes autorizaciones
temporales de uso de dichas armas, cuyo plazo de validez será de tres meses,
recogiéndoles al propio tiempo la Licencia caducada o próxima a caducar
preexistente”.

Por otro lado, al igual que hace la Dirección General de Tráfico con los titulares de
Permiso de Circulación, la Dirección General de la Guardia Civil debiera informar, por
medio de comunicación escrita, a los titulares afectados y con un mes de antelación, que
su Licencia de Armas está próxima a caducar.

27
Artículo 104.-

Estimamos que la reducción de la vigencia de las licencias á dos años, debería operar a
partir de los 65 años.

Dado que la razón de ser de la reducción del plazo de vigencia de las Licencias se basa
en la merma de facultades o salud física o mental, se debería obligar, a los afectados por
dicha reducción, a presentar cada dos años certificado de haber superado el test
psicofísico, pero no a renovar la Licencia con todos los inconvenientes que esto supone,
evitado gastos y molestias a los administrados.

Artículo 105

Este artículo está ocasionando múltiples problemas no sólo a los usuarios de armas de la
4ª categoría sino también a los Ayuntamientos, encargados de conceder las tarjetas de
armas.

El artículo dispone que los Alcaldes de los municipios en que se encuentren


avecindados o residiendo los solicitantes, previa consideración de la conducta y
antecedentes de los mismos concederán y retirarán, en su caso, las tarjetas.

Se hace muy difícil para la Autoridad municipal de una gran ciudad hacer una
valoración de la conducta del solicitante, razón por la cual algunos Ayuntamientos
deniegan directamente cualquier petición de tarjeta.

Por otra parte el hecho de que la validez de la tarjeta quede limitada al respectivo
término municipal hace que el titular de la misma no pueda desplazarse a otros
municipios para hacer uso de su arma neumática.

Por último, el artículo distingue entre tarjetas tipo A, las cuales pueden documentar u
número ilimitado de las incluidas en la categoría 4ª. 2 y tarjetas de tipo B, que sólo
podrán documentar hasta 6 de las comprendidas en la categoría 4ª. 1.

Es difícil entender porqué la existencia de dos tipos de tarjetas. La peligrosidad de las


armas de la categoría 4ª. 2 y 4ª. 1 es similar y su alarma social idéntica, debiendo
desaparecer, por tanto, la diferencia entre las dos categorías.

Entendemos que, tal y como ocurre en otros países de nuestro entorno, la posesión de
carabinas de aire comprimido debería liberalizarse suprimiendo la tarjeta de armas para
centrar la atención en el uso que de ellas puede hacerse.

En este sentido el propio reglamento de Armas, en su artículo 146, ya delimita los


lugares en que puede portarse, exhibirse o usarse armas circunscribiendo éstos a
“lugares habilitados para practicar las correspondientes actividades deportivas”.

Proponemos, por todo lo argumentado anteriormente, la desaparición de este artículo.

Artículo 107

28
El régimen de fabricación, adquisición, transporte, tenencia y uso de las armas de
avancarga se encuentra dispersado a lo largo de todo el articulado del
Reglamento de Armas.

El texto reglamentario diferencia a las avancargas de otras armas de fuego en algunos


aspectos relacionados con su adquisición, tenencia y uso, pero, sin embargo, les aplica
el mismo tratamiento que a las armas de fuego en lo relativo a aspectos relacionados
con la fabricación, transferencias, punzonados de prueba, transporte, etc.

Esto significa que el Reglamento de Armas reconoce y admite las peculiares


características de que estas armas participan, las cuales se caracterizan por una elevada
dificultad para la consecución de un disparo.

Sus características convierten a estas armas en inútiles para un uso inapropiado de ellas,
por lo cual la alarma social que puedan producir es nula.

Lo cierto es que prácticamente el único uso que a estas armas se puede dar es el
meramente lúdico para el uso en competiciones de tiro y el decorativo.

Se trata de un producto con un potencial comercial importante frustrado por las trabas
impuestas por el actual texto reglamentario.

El artículo 107 establece que la adquisición de las armas de avancarga debe ser
documentada a través de un libro de coleccionista, para cuya obtención, y pese a nada
establecer el Reglamento de Armas al respecto, la Guardia Civil está exigiendo a los
interesados aportar el certificado que acredite la carencia de antecedentes penales. es
necesario aportar certificado que acredite la carencia de antecedentes penales.

Los inconvenientes que la obtención de este libro acarrea han supuesto un fuerte
retraimiento en la compra de este producto.

No es razonable pensar que una persona pueda adquirir un arma de avancarga para la
comisión de un delito, razón por la cual no parece necesaria la aportación de certificado
de penales. De hecho no tenemos constancia de la comisión de delito alguno portando
un arma de avancarga.

Entendemos que la comunicación a la Guardia Civil acerca de la identidad del


adquirente de estas armas es conveniente por motivos de seguridad, pero la aportación
de penales parece innecesaria, por lo tanto proponemos la eliminación de este requisito
y la sustitución por el siguiente sistema:

“Las armas de avancarga deberán ser documentadas a través de un parte de venta en


el que se hará constar la descripción del arma, su numeración, la identidad del
comprador, número de documento nacional de identidad y domicilio, siendo obligación
del armero el envío a la Intervención de Armas y Explosivos de un cuerpo de este parte
de venta.”

Artículo 109

Apartado 1º

29
Este artículo debiera modificarse para adaptarlo a la Directiva 2008/51 a fin de permitir
a menores de 18 años, sin fijar límite de edad por debajo de ésta, la adquisición o
tenencia de armas de fuego para la práctica de la caza o el tiro deportivo, siempre que
las personas menores de 18 años tengan permiso de sus padres, estén sometidos a la
supervisión de éstos o a la de un adulto titular de un permiso de armas o de una licencia
de caza válidos o practiquen en un centro de entrenamiento que tenga licencia o está
autorizado, tal y como señala la propia Directiva.

Artículo 110

Actualmente hay un importante número de cazadores extranjeros y de alto poder


adquisitivo que vienen a España a cazar, suponiendo una importante entrada de divisas.
Entendemos que hay que darles las mayores facilidades posibles, siempre y cuando no
se quiebre el principio de seguridad pública.

El artículo parece establecer un sistema complicado y prolijo. Debiera intentarse


simplificar el sistema, haciéndolo más flexible, evitando todo el sistema de prórrogas y
modificaciones en la relación de los lugares y fechas a que alude el articulado y que no
tienen justificación alguna desde el punto de vista de la seguridad pública, por lo que
proponemos la siguientes modificaciones:

Apartado3

Proponemos su eliminación.

Apartado4

Eliminación de la fase final "así como el itinerario a seguir por aquél"

Apartado 5

Eliminación de final :"y comunicará tal expedición a las Comisarías de Policías y


Comandancias de la Guardia Civil de los lugares señalados en la relación."

Apartado 6

En coherencia con lo anterior proponemos la eliminación de la segunda mitad del


párrafo, es decir:"con las procedentes modificaciones en la relación de los lugares y
fechas en que proyecten en utilizar las armas, cuyos extremos habrán de ser
comunicados asimismo a las Comisaría de Policía o Comandancias de la Guardia Civil
correspondientes."

Artículo 118

Es muy difícil justificar la diferencia en el número de armas que se pueden tener en el


caso del apartado 1 del apartado 2.

Son empleados públicos en ambos casos de los mismos Cuerpos de Seguridad del
Estado y no parece correcto que puedan tener más o menos armas en virtud de su rango.

30
Entendemos que si ambos, tanto Oficiales y Suboficiales como los Cabos y Guardias
del Cuerpo de la Guardia Civil, están habilitados para portar armas, ambos deben poder
poseer hasta tres armas.

Ya hemos mencionado que estamos en contra de las limitaciones en el número de armas


que pueda poseer un individuo si está habilitado para poseer ese tipo de arma.

Proponemos, por tanto, la sustitución del actual artículo 118 por el siguiente texto:

“Con Licencia A los miembros del Cuerpo de la Guardia Civil y de las Fuerzas
Armadas, en sus distintas categorías, los integrantes del Cuerpo Nacional de Policía y
equivalentes de los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas y personal de
los Cuerpos de Policía de las Corporaciones locales, así como los funcionarios del
Servicio de Vigilancia Aduanera, podrán poseer tres armas cortas, a parte de la que
reciban como dotación reglamentaria para el ejercicio de sus funciones”.

Artículo 131

Dicho artículo establece que “La Dirección General de la Guardia Civil, valorando
objetivamente los antecedentes y hechos aportados, y previas las comprobaciones
pertinentes, concederá o no la licencia (tipo F)”

Creemos conveniente aclarar o determinar el alcance de dichas comprobaciones pues a


diferencia de lo establecido en el artículo 97.2 que regula la obtención de licencias D y
E requiriendo para ello un informe de conducta, este art. 131 no refiere que deba
elaborarse un informe acerca de dicho extremo, y sin embargo, es lo que está
sucediendo en la práctica.

Artículo 132

Apartado 1º

Entendemos que es correcta y lógica la existencia de diversas categorías que permitan


que las diversas competiciones sean disputadas, permitiendo una mayor diversión a los
participantes.

Lo que no es comprensible es que, en virtud de la categoría; es decir, del nivel del


tirador, se limite el número de armas necesarias para que pueda disfrutar de su deporte.
Tan digno y tan buen deportista es el de una categoría como el de otra.

Conviene recordar que el deportista ya ha cumplido las condiciones necesarias para que
le concedan la “Licencia especial para armas de concurso” y, por lo tanto, se entiende
que es un ciudadano digno de toda confianza.

También conviene señalar que es habitual que un deportista compita en varias


modalidades, con lo que precisa, por lo menos, un arma para cada tipo, sin contar que, si
participa en competiciones, lo lógico es que tenga, además, un arma de repuesto.

No debía existir límite al número de armas que un deportista necesita para mejorar o
para practicar su deporte.

Por último, conviene eliminar la prohibición de adquirir pistolas libres a los tiradores
con licencia de tercera clase.

31
Por ello debiera eliminarse "... quedan excluidas las pistolas libres."

El motivo de esta prohibición no tiene otra explicación que un error cometido por el
legislador que confundió la expresión "pistola libre”, con el término de la modalidad
deportiva que, por otro lado, está recogida en la Orden de 14 de febrero de 1994 por la
que se determinan las armas que, amparadas por la licencia F, son consideradas de
concurso. Este error es manifiesto si se observa que el legislador impide que un recién
llegado al tiro deportivo pueda utilizar una arma de concurso especializada, del calibre
22, pero permite que pueda adquirir y usar armas de mayor potencia de fuego.

Apartado 2º

Parece en contradicción con el apartado anterior, que señala expresamente que la


Licencia autoriza la adquisición de una serie determinada de armas.

Proponemos la completa desaparición de este artículo.

Artículo 134

Ya hemos señalado varias veces que entendemos que conviene unificar en cinco años la
validez de todo tipo de Licencias.

El artículo debe quedar redactado de la siguiente forma:

“Las Licencias F tendrán un plazo de validez de cinco años, al cabo de los cuales, para
poder tener y usar las armas correspondientes, habrán de solicitarse nuevas Licencias
de la misma forma que las anteriores”.

Artículo 136

La documentación a que alude el artículo (certificado de las correspondientes


federaciones deportivas) resulta absurda, si tenemos en cuenta que ya existe una Orden
del Ministerio del Interior basada en las comunicaciones de las federaciones deportivas
a que alude el artículo 135.

Lo lógico es que el guardia que debe expedir la Guía, si lo considera oportuno,


compruebe que se cumplen las directrices de la correspondiente Orden Ministerial.
Además, realmente se hace así, por lo que la redacción propuesta es la siguiente:

“Solamente se podrá proceder a la expedición de las autorizaciones de adquisición y


de las Guías de Pertenencia correspondientes si las armas tienen la condición de
armas de concurso reconocida en virtud de Orden del Ministerio de Interior, dictada
teniendo en cuenta la comunicación prevenida en el artículo anterior y la que se
especificará, junto a los límites máximos, las características mínimas de las armas”.

Artículo 138

El año contemplado en este apartado es un plazo demasiado escaso por lo que


convendría su ampliación. En este sentido la redacción que derive de la siguiente forma:

32
Apartado 2.- “Aquellos deportistas que, salvo casos de fuerza mayor, no hayan
desarrollado durante dos años actividades deportivas, perderán la licencia F de armas,
debiendo depositar sus armas y Licencias en la Intervención de Armas a los efectos
dispuestos en el apartado 1 del artículo anterior”.

Artículo 139

Parece lógico que si se exige la categoría de tirador, adjudicada por la correspondiente


federación deportiva, se exija igualmente la certificación acreditativa de ser un armas de
concurso, tal y como se recoge en los artículos 136 y 140.

Artículo 140

Debe desaparecer este artículo, en concordancia con lo dicho al examinar el artículo


136.

Artículo 144

Este artículo establece que los poseedores de armas de fuego vienen obligados a
presentar las mismas a cualquier autoridad siempre que sean requeridos para ello.

Al amparo de este artículo se han venido produciendo buen número de situaciones


injustas y arbitrarias, ya provocadas por agentes durante el transcurso de batidas o
cacerías, ya por requerimientos injustificados por parte de policías locales u otros
agentes que por su formación no tienen un adecuado conocimiento de la normativa en
materia de armas.

Proponemos la simple eliminación del artículo.

Artícículo 146

Apartado 1

Entendemos que las autoridades y los agentes deben apreciar si el portador de las armas
cumple o no la legalidad vigente, pero no parece correcto que quede a su arbitrio si el
usuario tiene necesidad o no de llevarlas consigo, por lo tanto proponemos la sustitución
de la segunda parte del apartado 1 desde “queda al prudente criterio.../...por razones de
seguridad” por “la autoridad y sus agentes comprobará si el portador de las armas
cumple los requisitos legales establecidos para ello.”

Proponemos, sin embargo, la adición de un nuevo párrafo a este apartado 1º que señale
lo siguiente: “No queda sujeto a esta prohibición, el transporte que el titular de un
arma efectúe del lugar en que ésta se encuentre depositada al de uso de la misma”.

Apartado 2

33
Respecto al apartado segundo, dado que el 99% de las armas reglamentadas están
destinadas para su uso en el ámbito del ejercicio de un deporte y por lo tanto en lugares
de “recreo o esparcimiento”, por lo que esta expresión debería desaparecer.

Por otro lado “los que hubieran sufrido condena por delito o falta contra las personas o
la propiedad o por su uso indebido de armas o sanción por infracción de este
reglamento”.

Dicha previsión, que, entendemos, debiera estar incardinada en el artículo 97, al regular
la obtención de la licencia de armas, excede en mucho las previsiones de la Directiva
Armas ya que ésta únicamente inhabilita a priori (y no de forma absoluta, pues utiliza la
expresión “podrá”) a quienes hayan sido condenados por “delito doloso violento” pero
no a quienes, en la forma que predica la redacción actual del art. 146.2, hayan cometido
otro delito, o una falta o a quien haya sido sancionado por infracción al Reglamento de
Armas.

Estas previsiones no se corresponden con la realidad, pues acaso se revoca la licencia de


armas por la comisión de una infracción leve al Reglamento? Creemos por tanto que
este párrafo debiera ser eliminado para así adaptarse al contenido de la Directiva Armas.

Artículo 152

Incorpora la necesidad de que los campos de tiro eventuales estén “debidamente


acotados, mediante vallas fijas o móviles”. La aplicación de esta norma ha supuesto en
los últimos seis años la práctica desaparición de este tipo de campo. Rogamos que se
mencione expresamente que se entenderá por vallado suficiente el uso de cinta roja y
blanca, similar a la utilizada por la policía o bomberos para acotar un espacio.

Sería conveniente que, igualmente, se mencione que la autorización para los campos de
tiro eventuales tendrá validez por un periodo cierto y señalado en la autorización, a fin
de evitar que en algunos municipios se requiera una solicitud por cada jornada de un
campeonato.

Como texto alternativo proponemos el siguiente.,

a) Que durante las tiradas se cierre la zona de seguridad con dos cintas plásticas
similares a las utilizadas por las Fuerzas de Seguridad del Estado para
acordonar un espacio determinado.

b) La organización se responsabilizará de establecer el adecuado control, a fin de


que nadie atraviese ni, por supuesto, permanezca en la zona de seguridad.

c) Que a lo largo del perímetro de seguridad y cada cincuenta metros, como


mínimo, se coloquen carteles indicativos, bien visibles, de la existencia del
campo y banderolas rojas cuando hay tiro.

d) Que durante las tiradas se cierren todos los caminos y pistas forestales que
atraviesen la zona de seguridad, no permitiendo el paso de personas ni, por
supuesto, su permanencia dentro de la zona de seguridad.

e) Por ser, en este último supuesto, las señalizaciones de carácter no perdurable,


se hará constar expresamente en las autorizaciones que las tiradas y los

34
entrenamientos estarán condicionados a la comprobación por la Guardia Civil
de la existencia de aquéllas, así como que se han cerrado al tráfico todos los
caminos, carreteras y accesos que atraviesen la zona de seguridad.

f) La Guardia civil podrá permitir, en atención a las especiales características del


Campo de Tiro, eximir a la organización de alguno o algunos de los puntos
antes mencionados.

Artículo 156 d)

No puede considerarse, en ningún caso, que cuando un cazador o tirador deportivo deja
aparcado su vehículo para repostar o tomar un café en un restarurante de carretera u otra
situación similar, ha incumplido su deber de custodia del arma.

Dicha obligación se debería entender cumplida si el arma se deja en el vehículo solo por
el espacio de tiempo necesario y siempre y cuando la misma no esté a la vista, máxime
si tenemos en cuenta que la alternativa es que los usuarios de armas deban entrar con
ellas en los mencionados establecimientos, lo que podría provocar la consiguiente
incomodidad, riesgo e incluso alarma por parte del resto de usuarios.

Se propone añadir al final del apartado d) el siguiente párrafo:

No se considerará que existe conducta sancionable en aquellos casos en que


los legales usuarios de armas realicen paradas en restaurantes de carretera o
estaciones de servicio, dejando las armas en el interior de sus vehículos,
siempre y cuando las mismas queden cerradas en el maletero y no estén a la
vista desde el exterior.

Apartado i)

Por lo anteriormente expuesto respecto al artículo 146.2, debería eliminarse la expresión


“recreo o esparcimiento”.

Apartado j)

Este apartado tipifica, entre otros, la contravención de las prohibiciones establecidas en


el artículo 146 del RA. Sin embargo, las prohibiciones contenidas en el artículo 146.2 se
encuentran ya tipificadas a su vez en el apartado j) del art. 156. Por una mejor técnica
legislativa y salvaguarda del principio de tipicidad, proponemos modificar este apartado
en el sentido siguiente –en subrayado y negrita, la modificación propuesta-:

“j) Utilizar armas de fuego o de cualesquiera otra clase, sin adoptar las
medidas o precauciones necesarias para (…), o contraviniendo las prohibiciones
establecidas en el artículo 146, apartado 1, de este Reglamento (…)”

Artículo 157

Apartado f)

Proponemos la eliminación del mismo por la flagrante vulneración de tipicidad que del
mismo se desprende.

Nuevo apartado

35
Creemos que sería necesario añadir un nuevo apartado en dicho artículo que reproduzca
el contenido del art. 26.f) de la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección
de la Seguridad Ciudadana, que diga así:

“Las irregularidades en la cumplimentación de los registros prevenidos en las


actividades con trascendencia para la seguridad ciudadana”

Por otra parte, los artículos anteriormente mencionados, además de la sanción


que a cada infracción administrativa le corresponde, impone a todas ellas de forma
general como medida preventiva complementaria la incautación de las armas.

Si bien consideramos que en muchos de los supuestos contemplados y,


precisamente por la gravedad de la infracción cometida, la incautación es una medida
acertada, en otros supuestos esta medida carece de justificación y supone un trato
altamente discriminatorio para los usuarios de armas deportivas.

Entendemos que el apartado i) del artículo 156 y el apartado b) del artículo 157
deben ser corregidos para evitar situaciones injustas.

Valgan los siguientes ejemplos para ilustrar esta argumentación:

Si un cazador de camino al coto entra en un bar con la escopeta (no olvidemos


que el propio reglamento prohíbe dejarla en el maletero del coche) se le puede imponer
una sanción pecuniaria más incautación del arma y retirada de la licencia.

Si un cazador transita por un camino de tierra sin señalización que atraviesa el


coto, aunque lleve el arma descargada y colgada, resulta que dicho camino es público y
se le sanciona con una multa más incautación del arma.

Si un cazador o tirador, por la circunstancia que sea, no pasa revista a sus armas
en tiempo, además de la multa se le sanciona con la retirada de las armas.

La incautación es una medida preventiva que sólo se aplica de forma general e


indiscriminada cuando se trata de armas deportivas, no ocurre así en otros ámbitos
como puede ser, por ejemplo, el uso de vehículos a motor.

Un ciudadano es detectado por un radar circulando a 200 Kms/hora, se le hace


una fotografía y a partir de ese momento se inicia el procedimiento sancionador.

En ningún caso, antes de que se dicte sentencia, se produce decomiso, ni mucho


menos aprehensión y depósito del vehículo, y eso teniendo en cuenta que se trata de un
delito que puede ser penado incluso con prisión.

Entendemos que la incautación debe producirse cuando la falta administrativo se


comete precisamente a través del uso de las armas y no de forma genérica como medida
complementaria a cualquier tipo de infracción.

Por lo tanto proponemos la modificación de los apartados i) del artículo 156 y b)


del 157 en el sentido de eliminar la incautación de las armas.

36
Artículo 165, Apartado 2

Este artículo regula la subasta de armas decomisadas o depositadas en las


Intervenciones por plazo de 1 año o 2, según el caso.

La demora en la tramitación del procedimiento administrativo o judicial por el que se


encuentra depositada el arma en la Intervención, provoca en muchas ocasiones que, aún
sin haber recaído resolución firme, haya transcurrido más de 1 año. En ocasiones, el
interesado, contando con una resolución de archivo por inexistente responsabilidad, ha
comprobado que su arma ya se había subastado.

Numerosas Intervenciones de Armas para evitar estas situaciones, avisan al interesado


por escrito, con una antelación mínima de un mes, advirtiéndole de las consecuencias
del depósito. Creemos conveniente adecuar la norma a la práctica habitual, añadiendo
un nuevo apartado al art. 165.2 que diga así:

“c) Antes de que transcurra el plazo aquí establecido para proceder a la


subasta de las armas, la Intervención de Armas deberá remitir por escrito,
comunicación al interesado, con una antelación mínima de un mes, advirtiéndole de las
consecuencias del depósito y la posible subasta.”

Artículo 166, Apartado 1

Este apartado regula la obligación que tiene cualquier agente o autoridad que decomise
o intervenga arma de fuego, de depositar ésta en la Intervención de Armas
correspondiente.

En las Comunidades Autónomas en las que existen hasta 4 Fuerzas y Cuerpos de


Seguridad del Estado, se produce un verdadero peregrinaje a la hora de localizar dónde
ha sido depositada el arma intervenida. A menudo, la Intervención de Armas ni siquiera
acepta el depósito por entender, con buen juicio, que no se ha producido infracción
alguna.

En uno u otro caso, creemos por tanto conveniente que la obligación de depósito lo sea
en plazo máximo de 24 horas.

ANEXOS REFERENTES A LOS CAMPOS DE TIRO

En tanto que estamos ante una modalidad deportiva y dependiente de autoridades


civiles, pareciera inapropiado y un exceso de trámites que las autorizaciones para la
apertura de un campo o galería de tiro requieran el consentimiento del Ministerio de
Defensa, lo que probablemente sea tan sólo una reminiscencia del pasado en el que el
tiro deportivo estaba regido por autoridades militares.

Consideramos apropiado que todos los trámites y regulaciones referidas a las


instalaciones para la práctica del tiro deportivo dependendan exclusivamente de las
autoridades deportivas y civiles correspondientes, es decir, Consejo Superior de
Deportes y Ministerio del Interior, éste último a través de la Guardia Civil.

37
Por otra parte, se hace necesario y urgente una normativa que de carta de naturaleza a
las instalaciones para la práctica de la modalidad de Recorridos de Tiro.

A. REGLAMENTO DE ARMAS (RD 137/1993)


1. RECORRIDOS DE TIRO.

La Asamblea General de la Real Federación Española de Tiro Olímpico en 1994,


decide aceptar la modalidad en el seno federativo, y la Comisión Directiva del CSD, por
acuerdo adoptado el 22 de junio de 1994, aprueba la modificación del artículo 2 de los
estatutos federativos, en la que se recoge la nueva modalidad de Recorridos de Tiro, y
por acuerdo de 1 de diciembre de 1994 se aprueba similar modificación en el
Reglamento de Régimen Interior.

Más tarde, el Director General de Deportes comunica por escrito, el 14 de julio


de 1994, que se autoriza a la RFEDETO a integrarse en la IPSC.

La inclusión de una nueva modalidad deportiva, amparada por la RFEDETO,


lleva a la inclusión, Orden Ministerial de 24 de febrero de 1994, derogada por otra de 2
de marzo de 1995, de las armas que se utilizan en esta modalidad, dentro del cuadro de
armas de concurso que pueden ser poseídas por los particulares titulares de la licencia
de armas tipo F.

El problema de origen, se encuentra enla fecha de promulgación del nuevo


Reglamento de Armas (1993), y la aprobación oficial de la modalidad (1994), lo que
supone que esta nueva modalidad no se contemple, en el citado Reglamento, a efectos
de regular las características, dentro de su anexo de campos y galerías de tiro, de los
campos específicos para Recorridos de Tiro.

Esto ha llevado a que esta modalidad sólo pueda practicarse de manera puntual,
aplicando el artículo 149.3 del Reglamento de Armas, que permite la realización de
pruebas deportivas con armas de fuego, en espacios no habilitados específicamente, con
la autorización de la autoridad gubernativa. Es decir, que se autoriza la celebración de
competiciones, pero no la de espacios permanentes donde practicar o entrenar la
modalidad (y no parece muy lógico que se pueda considerar la solicitud de
autorizaciones gubernativas para cada día en que cada club o incluso cada socio va a
realizar sus entrenamientos).

Por esta razón, se ha propuesto en varias ocasiones, ante el Ministerio del


Interior, Guardia Civil y CSD, un módulo/instalación para entrar esta modalidad que
reúne a juicio de los técnicos de la RFEDETO, todos los elementos de seguridad
exigibles para el resto de las modalidades de tiro, cuyas instalaciones si se encuentran
homologadas.

Hasta la fecha, este problema no ha sufrido variación alguna.

SOLUCIÓN PROPUESTA
Inclusión en el Anexo del Reglamento de Armas de un nuevo apartado que
recoja las características de los módulos de entrenamiento para Recorridos de Tiro..
Mientras no se realice la modificación del Reglamento que les solicitamos en
base al artículo 149.3, seran informados por las Intervenciones de Armas valorando su

38
actividad a realizar desde el plano deportivo, confirmando si el desarrollo de la
competición, tal y como se va a producir, y cumpliendo los reglamentos técnicos de la
modalidad entraña o no riesgos para la seguridad y el orden público.
ANEXO

Características y medidas de seguridad del módulo de aprendizaje y


Entrenamiento para la Modalidad de Recorridos de Tiro
(tiro en movimiento)

Especificaciones

1. Zona de salida.

a) Espacio para el tirador.

El tirador debe disponer en el punto de partida de su ejercicio de un espacio


perfectamente definido y señalizado en el suelo, dependiendo del ejercicio a
realizar. El tirador podrá desplazarse para la resolución de los ejercicios de
entrenamiento.

b) Pantallas de separación de tiradores.

Los ejercicios de tiro siempre se realizan de forma individual, por lo que no es


necesario la utilización de pantallas de separación.

En el caso de que algún ejercicio especial requiera, que varios tiradores deban
disparar simultáneamente desde una línea común (ejercicio Standard), y para evitar
accidentes debidos a la expulsión de los casquillos, se colocarán pantallas cuyas
dimensiones serán: Altura mínima, 2 metros; anchura, 1,5 metros; altura del suelo,
menos de 0,70 metros.

c) Protección con marquesinas.

Dadas las características de la Modalidad de la Recorridos de ´Tiro, cuyos


ejercicios se desarrollan en movimiento, no son necesarias las marquesinas.

d) Zona de espera de tiradores.

Detrás de la zona que comprende la superficie de la galería de tiro, deberá existir


un espacio destinado a los tiradores que están esperando para realizar el ejercicio,
así como el personal auxiliar que se necesite para el desarrollo del ejercicio. Esta
zona deberá estar definida en su parte delantera por una señal, perfectamente
materializada y visible, por delante de la cual sólo podrá acceder el tirador que
realice el ejercicio y el Técnico que lo dirige.

e) Piso adecuado.

El piso de la galería debe ser plano, horizontal en todas direcciones y rugoso


para evitar deslizamientos, debiendo ser de tierra compactada, con un espesor
mínimo de 30 a 40 cm.
f) Puertas de acceso directo.

39
No deberán existir puertas de acceso directo en todo el recinto de cada galería. Si
existiesen, para los ejercicios de la Modalidad de la que se trata, deberán estar
clausuradas durante la realización de los ejercicios de Recorridos de Tiro.

g) Iluminación adecuada.

No es necesario ningún tipo de iluminación que no sea la de la luz natural, ya


que los ejercicios se realizan durante el día. Si por algún motivo se instala
iluminación, ésta no deberá producir deslumbramientos o brillos molestos para el
tirador.

h) Insonorización.

Al ser una galería abierta, no es necesario ningún tipo de insonorización, pero


los tiradores y el resto del personal técnico deberán estar dotados de medios de
protección auditiva.

i) Protectores visuales.

Tanto el Técnico, como los deportistas y el personal auxiliar que se precise,


deberán estar dotados de medios para proteger la vista.

2. Parabalas

Para evitar en lo posible trayectorias que puedan salirse de los límites del campo,
es necesario la colocación de pantallas que impidan dichas salidas.

a) Espesor de acuerdo con la munición empleada.

Lo ideal es que sean de hormigón armado de 20 ó 25 centímetros de


espesor, cubiertos siempre con madera por la parte del impacto para
evitar rebotes.

b) Inclinación.

La inclinación oscilará entre los 30 y los 45 grados, en función del


número de los que se instalen a lo largo de la galería.

c) Número y altura de acuerdo con los parámetros laterales.

1º Las pantallas deben estar distribuidas a lo largo del campo de tal


forma, que una trayectoria tangente a cualquiera de ellas, por su parte
interior, deberá incidir en la siguiente con un margen de seguridad de 25
centímetros.

Su anchura será la de la galería y soportada por el menor número de


pilares posible.
2º A título orientativo, si la primera pantalla está entre 8 y 10 metros será
suficiente:

Galería de 25 metros: 1 pantalla.

40
d) Altura y contextura de parámetros laterales.

1º Los parámetros laterales deben tener una altura tal que eviten la salida
lateral de las balas del campo.

2º No deberán tener ningún acceso que no sea por la zona de tiradores.

3º Si son hechos de desmonte, estarán cubiertos de tierra blanda plantada


con césped y plantas que sujeten la tierra.

4º Si son de obra de fábrica, deberán preverse los posibles rebotes,


cubriendo con madera, al menos, el último tercio de la longitud de la
galería.

5º Su espesor estará de acuerdo con la munición a emplear.

e) Protección de columnas.

Caso de que existan:

1º Serán cuadradas, nunca redondas ni con bordes redondeados.

2º Estarán siempre protegidas con madera para evitar rebotes.

3º No deberá tener ningún tipo de tirante metálico de sujeción de los


elementos del campo en los que pueda incidir y desviar algún disparo.

f) Mantenimiento de las protecciones contra los rebotes.

Las protecciones de madera, suelen deteriorarse rápidamente, bien por


defecto de los disparos, bien debido a las inclemencias del tiempo,
perdiendo su eficacia como protección. Por ello:

1º Se deben proteger con tejadillos siempre que sea posible.

2º Se deben colocar de forma que su reposición sea fácil.

3. Espaldones.

Son aquellos elementos destinados a detener los proyectiles disparados en el


campo y pueden ser:

1º De muro con tierra en talud a 45 grados.

2º De muro con recubrimiento de troncos.

3º Siempre que la altura natural del espaldón se considere suficiente, no será


necesaria la construcción de obra, de la parte final de la galería.

a) Anchura.

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Necesariamente deben cubrir todo el ancho de la galería.

b) Altura mínima. La altura mínima exigida es:

1º Si es natural, su altura deberá sobresalir 5 metros por encima de la


trayectoria más desfavorable.

2º Si es de muro con tierra en talud, este deberá sobrepasar 1 metro la


trayectoria más desfavorable y el muro de contención que sobresalga de
esta altura estará cubierto de madera.

c) Relación con la penetración de las armas.

1º Si es de muro con tierra en talud, el muro será de un espesor tal que


por si solo pueda detener un impacto del máximo calibre que se emplee.

2º Si es de muro recubierto de troncos, habrá que calcularlo con un gran


margen de seguridad ya que la madera se deteriora muy rápidamente,
sobre todo en la zona situada detrás de los distintos blancos; siendo un
buen complemento, en caso de duda, proteger el muro en esa zona con
una chapa de hierro de 5 a 10 milímetros.

A titulo orientativo, una bala de 7,62 milímetros a 83 m/sg,


requiere un espaldón de hormigón de 24 centímetros, contando con el
margen de seguridad.

d) Espaldones hechos con materiales que producen rebotes.

1º Los taludes de tierra deberán estar recubiertos de tierra vegetal desprovista de


piedras.

2º Los muros de contención que sobresalgan del talud, deberán cubrirse con
madera.

e) Protección del paso de personas.

No está permitida la circulación de personas durante la práctica de la Modalidad.

4. Línea de blancos.

Dadas las características de esta Modalidad, no existe una línea definida de


blancos, quedando éstos colocados a distintas distancias y dentro del ancho de la
galería, según el diseño que se establezca para cada “stage” o ejercicio de
entrenamiento.

5. Otras consideraciones de interés.

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Cuando el módulo se construya tomando como base una galería específica para
Modalidades de Precisión, la marquesina de los puestos de tiro, los accesos al foso y las
protecciones de éstos, deberán cumplir los requisitos que para éstas últimas se requiere.

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ANEXO SOBRE EL REGLAMENTO DE EXPLOSIVOS

Sin pretender ser exhaustivos, procedemos a realizar una serie de reflexiones puntuales
sobre el Reglamento de Explosivos, en lo que afecta a cartuchería, materia reglamentada
que, entendemos, debiera contar con su propia normativa independiente.

A) La necesaria liberalización del transporte de hasta cincuenta mil pistones y diez kilos
de pólvora para la recarga de cartuchería.

Actualmente la normativa vigente permite la recarga como práctica habitual en el mundo de la


caza y el tiro deportivo, sin embargo para remitir más de cinco mil pistones o más de un kilo de
pólvora exige un plan de seguridad que, entre otras cosas, incluye guardas jurados cuyo costo
impide el comercio de estos artículos y, por tanto, la práctica real de la recarga.

Desde el punto de vista de la seguridad pública, el riesgo es total y absolutamente inexistente


además de que ambos productos están suficientemente controlados por el mero hecho de que
exista una guía de circulación que los acompaña y desde el punto de vista de la seguridad
industrial, el cumplimiento de las normativas internacionales de transporte de mercancías
peligrosas es suficiente para cubrir cualquier riesgo.

B) La liberalización de la munición de percusión anular

En Europa la munición del calibre 22 está totalmente liberalizada, pudiendo comprarse sin
problema alguno. Sin embargo, en España remitir esta munición en cantidades mayores de cinco
mil unidades está sometido a importantes y costosos controles, cuando cualquier ciudadano
español puede adquirirla en cualquier punto fronterizo de Francia y Portugal. Entendemos que

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los españoles deben poder practicar su deporte en igualdad de condiciones que el resto de sus
vecinos europeos.

C) Racionalización del transporte de munición metálica

El incremento de la práctica de la caza mayor ha provocado que las antiguas normas de control
de la munición metálica hayan quedado obsoletas suponiendo, sin embargo, un importante
inconveniente para este deporte in crescendo.

Los límites de cinco mil unidades para la remisión de munición metálica del distribuidor al
armero puede ser suficiente, pero lo que no es operativo es que, teniendo en cuenta la actual
concentración de compañías de transporte, se limite a cinco mil el número de unidades que
pueden juntarse en un momento determinado en el camión o plataforma de una compañía
transporte. Hay que tener en cuenta que actualmente sólo se utilizan transportes urgentes de
veinticuatro horas para la remisión de ese tipo de mercancía, estando la mayoría de los
camiones controlados por sistemas GPS.

Con las actuales normas, en la práctica un distribuidor sólo puede remitir cinco mil balas de
munición metálica por día a toda España, siempre y cuando otro distribuidor de la misma
provincia no pretenda hacer lo mismo porque en ese caso tendrán que ponerse de acuerdo para
no coincidir.

Por tanto se hace necesario que, manteniendo el límite de cinco mil unidades máximas que se
puedan remitir entre armeros, se permita que los transportistas de servicio veinticuatro horas
con control GPS, puedan remitir hasta cincuenta mil unidades por camión o plataforma, de
forma que no incurran en sanciones gravísimas de hasta cincuenta millones de pesetas por
superar el antes mencionado límite de cinco mil unidades máximas de transporte, como sucede
con la presente normativa.

Por otra parte se hace necesario excluir de esta limitación de 5.000 unidades por envío los
pistones para recarga.

D) Modificación de las condiciones para el establecimiento de Depósitos Comerciales de


Munición

Actualmente existe una normativa (ITC primera del Reglamento de Explosivos) que exige que
entre los Depósitos Comerciales de Cartuchería y cualquier tipo edificación existan unas
distancias mínimas. Los mayores distribuidores de munición metálica de España están en
polígonos industriales o cerca de otro tipo de edificios, siendo totalmente imposible el riesgo de
una explosión. La munición metálica o semimetálica tan sólo se quema a entrar en contacto con
el fuego no explota en ningún caso, siendo su riesgo mucho menor que el de una droguería y
desde luego inferior al de una gasolinera que muchos casos se encuentran en el centro de los
pueblos. Solicitamos la modificación de esta norma tras una constatación de ser ciertos los
hechos que mencionamos.

Artículo 189.1

Respecto de la recarga de munición debe decirse lo mismo que para la tenencia de cartuchería.
Las cantidades permitidas son a todas luces insuficientes, por lo que planteamos una ampliación
de éstas.

Por otro lado nos parece que la materia a controlar deberían ser los pistones y la pólvora,
dejando sin control las vainas ya que éstas, al ser reutilizables, sufren deformaciones y
alteraciones que obligan a disponer de un número de vainas superior al de cartuchos que se van
a recargar.

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Igualmente consideramos que controlando la cantidad de pólvora que puede tenerse en depósito
se fija perfectamente la cantidad de munición a poseer, toda vez que una vez se acaba la pólvora
ya no pueden recargarse más cartuchos.

Proponemos, por tanto la siguiente redacción:

1. Para la carga o recarga de cartuchería por particulares se podrá tener almacenados hasta 3
kilogramos de pólvora y 5.000 pistones.

Artículo 212

Este artículo establece que la venta de cartuchería para arma larga rayada debe realizarse
presentando la guía de pertenencia del arma, en la cual se estampará, por cada adquisición, el
número de cartuchos, la fecha de entrega y el sello oficial correspondiente.

Este farragoso sistema hace que los envíos de munición desde localidad distinta a la de
residencia sean tan problemáticos que los armeros se niegan a hacerlos.

Este problema sería fácilmente subsanable derogando la obligación de anotación de la compra


en la guía del arma, anotación que, por otra parte, es innecesaria ya que los datos de la venta y la
identidad del comprador figuran en el libro de venta de cartuchería que, tal y como establece el
artículo 204, debe llevar el armero.

Por otra parte se hace necesario elevar el número de cartuchos que un usuario puede adquirir
por año ya que existen modalidades deportivas que justifican el uso de un número muy superior.

Además, el propio texto reglamentario admite la compra de un número mayor con un permiso
especial concedido por la Dirección General de la Guardia Civil, solicitado por conducto del la
Intervención de Armas.

Aumentando la cantidad permitida evitaríamos molestias para los usuarios y para la propia
Administración que tiene que resolver acerca de las peticiones interpuestas.

Proponemos, por lo tanto, la siguiente redacción:

“Los titulares de licencias para armas las categorías C, D, E y F podrán adquirir un número
ilimitado de cartuchos metálicos.

En ningún caso podrán tener en depósito un número superior a 200 cartuchos por arma”

Artículo 239

La limitación que este artículo establece para el número de cartuchos que pueden ser
objeto de transporte en un vehículo es insuficiente para según qué modalidad de caza y
según el número de ocupantes del vehículo.

Si un usuario puede comprar y almacenar un número determinado de cartuchos no


parece lógico que no los pueda transportar si va acompañado en el vehículo de otra
persona.

La limitación para el transporte debería ser igual a la limitación de almacenaje.

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Por otra parte tampoco parece lógico que se puedan transportar armas deportivas en un
medio público de transporte y no se pueda llevar munición ya que, en el lugar de
destino, bien por el horario o por otras razones no sea posible adquirirla o no exista la
que se precisa.

Proponemos la siguiente redacción:

“Podrán transportarse conjuntamente con pasajeros cartuchería en cantidad que no


supere el límite de almacenamiento permitido por el artículo 212”

“Podrá transportarse cartuchería en cantidad que no supere el límite establecido en el


artículo 212 en transportes colectivos de viajeros siempre que estos se depositen en un
habitáculo diferenciado a aquel en el que viajan los pasajeros debiendo las compañías
transportistas habilitar un espacio para este fín”

Artículo 245, Apartado 1, letra c)

De acuerdo con este artículo, el transporte interior de materias reglamentadas, incluida


la cartuchería –metálica y no metálica-, debe contar con diversa documentación, entre la
que se encuentra, la Carta de Porte.

Creemos que dicha obligación documental cuando la materia reglamentada no supera


los umbrales del art. 212 del RE, debiendo por tanto añadirse esta precisión. Y es que,
carece de sentido que un particular pueda portar en su vehículo hasta 5.000 cartuchos no
metálicos sin ningún otro trámite, y un armero o fabricante, a la sazón, en la mayoría de
ocasiones, también con licencias D o E, para la misma cantidad, deba llevar Carta de
Porte.

En Madrid, septiembre 2008

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