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ARMAS
CLASIFICACION DE ARMAS
- Armas blancas:
Se hace, por lo tanto, necesaria una sistematización más clara del arma blanca, así
como una revisión de la actual clasificación entre armas blancas permitidas y armas
blancas prohibidas de cara a una modernización de sus contenidos.
La legislación del arma blanca está contenida en los artículos 3, 4.1f y 5.3, los
cuales superponen distintos tratamientos según las características de éstas,
tratamientos que van desde su consideración como libre, permitida a determinados
colectivos o permitida como objeto de coleccionismo.
Esta normativa, que debe ser aplicada por las distintas unidades de la Guardia Civil,
por su complejidad provoca numerosas confusiones.
Por ello, proponemos una clasificación más simple que evite los errores
interpretativos que actualmente se producen, que podría ser la siguiente:
1
-uno para el comerciante.
-otro para el comprador.
-otro para la Intervención de Armas.
Este parte debe contener la descripción del arma, la identidad del comprador,
número del documento nacional de identidad y domicilio, siendo obligación del
armero el envío a la Intervención de Armas y Explosivos de un cuerpo de este parte
de venta.
3.- Una categoría residual que recoja todas aquéllas no incluidas en los puntos 1 y
2 ó, lo que es lo mismo, todas aquéllas que no estén clasificadas como armamentos
militares o no se considere su carácter restringido, serán totalmente libres .
Por otra parte, se haría necesaria una reconsideración de algunas de las actuales
categorías prohibidas de cara a una modernización de sus contenidos.
En puridad, cualquier arma blanca, utilizada para fines que no le corresponden, tiene
la misma peligrosidad.
No es más ofensivo un puñal por el hecho de tener dos filos que una navaja, ni una
navaja automática con respecto a una que no lo es. Este es un curioso caso de
penalización del automatismo, factor que no es considerado en relación a otras
categorías de armas, como pueden ser las escopetas semiautomáticas, por citar un
ejemplo.
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La tendencia debe ir encaminada a la regulación del uso de estos instrumentos y no
a su prohibición, circunstancia, por otra parte, que inspira el actual texto
reglamentario, el cual, en su artículo 146 prohíbe portar, exhibir y usar fuera del
domicilio, del lugar de trabajo o, en su caso, de las correspondientes actividades
deportivas, cualquiera clase de armas de fuego cortas y armas blancas,
especialmente aquellas que tengan hoja puntiaguda, así como en general armas de la
categorías 5ª. 6ª y 7ª.
Por otra parte el artículo 4.1h), en sus últimas líneas, prohíbe “cualquiera otros
instrumentos especialmente peligrosos para la integridad física de las
personas”, convirtiendo este cajón de sastre en la habilitación para prohibir
arbitrariamente y sin necesidad de fundamentación alguna basada en Derecho,
cualquier instrumento.
Artículo 3
La definición de los diversos tipos de armas como de caza o deportivos, debe ser
establecida en normas diferentes al Reglamento de Armas, como las normas
promulgadas por las diferentes CCAA, respecto a la caza o, en el ámbito deportivo, la
Orden Ministerial elaborada a través de los cauces pertinentes. El texto debe,
simplemente, señalar que las armas recogidas en el texto pueden tener una u otra e,
incluso, ambas de forma genérica, excluyendo las adjudicaciones concretas a una u otra
actividad, lo que, reiteramos, deberá ser definido en otros ámbitos.
Por otro lado, la aparición de armas largas rayadas de calibres nuevos, inferiores al .22
americano, recomienda su legalización en la misma categoría que estas armas.
3
2. Armas de fuego largas rayadas: Se comprenden aquellas armas
fabricadas con cañones de ánima rayada y punzonadas como tales
por los bancos de pruebas reconocidos. También comprende los
cañones estriados adaptables a escopetas, con recámara para
cartuchos metálicos, siempre que, en ambos supuestos, no estén
clasificadas como armas de guerra.
• Tercera categoría:
1. Armas de fuego largas rayadas de percusión anular, de calibre 5,6
milímetros (22 americano) o inferior, bien sean de un disparo, bien
de repetición o semiautomáticas.
2. Escopetas y demás armas de fuego largas de ánima lisa, o que tengan
cañón con rayas para facilitar el plomeo, que los bancos de pruebas
reconocidos hayan marcado con punzón de escopeta de caza, no
incluidas entre las armas de guerra.
3. Armas accionadas por aire u otro gas comprimido, sean lisas o
rayadas, siempre que la energía cinética del proyectil en boca exceda
de 24,2 julios.
• Cuarta categoría:
1. Carabinas y pistolas, de tiro semiautomático y de repetición; y
revólveres de doble acción, accionadas por aire u otro gas
comprimido no asimiladas a escopetas.
2. Carabinas y pistolas, de ánima lisa o rayada, y de un solo tiro, y
revólveres de acción simple, accionadas por aire u otro gas
comprimido no asimiladas a escopetas.
• Quinta categoría:
1. Las armas blancas y en general las de hoja cortante o punzante no
prohibidas.
2. Los cuchillos o machetes usados por unidades militares o que sean
imitación de los mismos.
• Sexta categoría:
1. Armas de fuego antiguas o históricas, sus reproducciones y
asimiladas, conservadas en museos autorizados por el Ministerio de
Defensa, si son dependientes de cualquiera de los tres Ejércitos, y
por el Ministerio del Interior, en los restantes casos.
2. Las armas de fuego cuyo modelo o cuyo año de fabricación sean
anteriores al 1 de enero de 1870, y las reproducciones o réplicas de
las mismas, a menos que puedan disparar municiones destinadas a
armas de guerra o a armas prohibidas.
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4. Las armas de sistema Flobert.
5. Los arcos, las armas para lanzar líneas de pesca y los fusiles de pesca
submarina que sirvan para disparar flechas o arpones, eficaces para
la pesca y para otros fines deportivos.
6. Las armas detonadoras y las pistolas lanzabengalas.
Artículo 5,
Apartado 1, a)
Apartado 1º, b)
Artículo 5. 1 c)
Artículo 5. 1 d)
Proponemos añadir al final la siguiente frase “salvo para caza selectiva y siempre que
su uso haya sido especialmente autorizado por el Plan Técnico de Caza
correspondiente”.
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especializadas en control medioambiental, así como a las Administraciones Públicas
cuya competencia incluya la gestión de los recursos cinegéticos.
Artículo 6.
Artículo 8
Este artículo está creando un gran malestar entre armeros y profesionales del sector, los
cuales se ven obligados a cerrar sus establecimientos para atender a los agentes de la
Guardia Civil que acuden a realizar las inspecciones.
Hay que tener en cuenta que las armerías son establecimientos de atención al público y
que las inspecciones siempre se realizan precisamente dentro de estos horarios.
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Creemos que sería muy oportuno que la autoridad inspeccionante tenga la obligación,
por lo menos, de comunicar al titular de la armería, fábrica o establecimiento en general
que una inspección va a llevarse a cabo para que el titular tenga la oportunidad de bien
pedir que se haga fuera del horario comercial o proveerse de ayuda suficiente para no
desatender la armería durante la inspección.
Se haría necesaria una actualización del contenido de este artículo de cara su adaptación
a las últimas modificaciones legales en materia de inversiones extranjeras en España, las
cuales no imponen limitación ni autorización alguna en materia de toma de
participación de capital extranjero en actividades relacionadas con la fabricación y
comercio de armas de fuego deportivas (Real Decreto 664 de 23 de abril de 1999).
Artículos 12 y 13
Por otra parte consideramos también redundante la tramitación del expediente completo
cuando se trate de ampliación de las instalaciones que suponga un aumento de la
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producción ya que esto significa que la mera adquisición de un centro de mecanizado
obliga a pedir de nuevo la autorización. En estos casos debe ser suficiente con la
comunicación de la adquisición y de la capacidad máxima de producción.
De nuevo, la Dirección General de la Guardia Civil fijará las medidas de seguridad a
adoptar si así lo estima conveniente.
Por su parte creemos necesario especificar que para los casos de extensión de la
fabricación a otros tipos o clases de armas habrá que especificar los medios de
fabricación destinados a la fabricación de los nuevos tipos de armas que se pretende
fabricar ya que es redundante la especificación de los medios aplicados a las armas que
ya se fabricaban y que, por lo tanto, ya estaban especificados en el expediente de
apertura de las instalaciones.
Artículo 17
Dispone que las armas terminadas de las categorías 1ª, 2ª y 3ª.1 se guardarán, en
presencia del interventor de armas, en una cámara fuerte que reúna las debidas
condiciones de seguridad a juicio del mismo.
La apertura y cierre de la cámara se efectuará en presencia del interventor y del
representante de la fábrica, mediante dos llaves diferentes que obrarán una en poder de
cada uno de ellos.
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Las fábricas y talleres están obligados a disponer de cámaras acorazadas para el
almacenamiento de las armas terminadas o en proceso de fabricación lo cual hace
razonablemente suponer que sus propietarios, principales interesados en la seguridad de
sus productos, van a hacer uso de ellas.
Artículo 18
Dispone que la salida de armas de fuego terminadas con destino a los comerciantes
autorizados, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o a la exportación, será intervenida
por la Dirección General de la Guardia Civil.
Se da la circunstancia que para vender una escopeta a un particular deben dar de alta la
misma al fabricarla, de baja para darla de alta inmediatamente en el libro de armero y de
baja nuevamente para venderla.
A fin de evitar errores y de simplificar el sistema sin que por ello se resienta en absoluto
la seguridad, proponemos, la reforma del artículo 18, que podría adoptar la siguiente
redacción:
“La salida de fábrica de armas de fuego terminadas con destino al comercio será
intervenida por la Dirección General de la Guardia Civil, excepto las destinadas a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad....”
Artículos 22 y 23
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Asimismo, las fábricas de piezas fundamentales para armas y los establecimientos que
se dediquen al estriado de cañones de arma larga para suministrarlos a las fábricas,
llevarán también un libro, en la misma forma que se especifica en el artículo 20, en el
que se hará constar, por modelos, la producción obtenida y las altas y bajas, enviando
los partes mensuales que en el mismo artículo se indican.
Artículo 24
“Los modelos o prototipos y sus variaciones de las armas de las categorías 1ª y 2ª han
de estar aprobados por un banco oficial de pruebas.
Artículo 25
Apartado 1
Apartado2º
Dispone que en las poblaciones donde tenga su residencia un banco oficial de pruebas,
el envío de las armas desde la fábrica al banco y viceversa, se documentará con el talón-
guía reglamentario que facilitará el propio banco.
Supone un agravio comparativo que aquellas fábricas situadas fuera de la localidad del
banco de pruebas tengan que obtener una guía de circulación mientras que aquéllas que
no lo estén no.
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Proponemos la modificación de este precepto de manera que adopte la siguiente
redacción:
“El envío de las armas, desde la fábrica a un banco oficial de pruebas y viceversa, se
podrá documentar con el talón-guía reglamentario que facilitará el propio banco”.
El visado previo no hace sino retrasar el acto de la prueba de las armas y, muchas veces,
hace que el interesado desista de ello, ya que el horario de las Intervenciones de Armas
de las grandes ciudades no coincide con el de los comercios.
Además, teniendo en cuenta que la cesión entre particulares no tiene que estar visada
por la Intervención de Armas, menos aún debería exigirse dicho requisito cuando en la
operación intervenga un armero.
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“En ningún caso será necesaria guía de circulación cuando el arma sea trasladada
por el propio titular provisto de su correspondiente guía de pertenencia”
Artículo 35
Apartado 1
Este apartado limita la posibilidad de que un mismo envase contenga armas cortas o
largas de cañones estriados junto con escopetas de caza y asimiladas y limita a 25 el
número de armas que los envases pueden contener, sin que exista ningún fundamento
para semejante prohibición (máxime, cuando no existe esa limitación para el
comercio exterior; vide art. 35.2) por lo tanto proponemos la desaparición del artículo.
Artículo 37
Establece que los envases de armas cortas, largas de cañón estriado y armas asimiladas
han de ser precintados por las Intervenciones de Armas de la Guardia Civil o por los
comerciantes de armas autorizados, que se responsabilizarán de su contenido.
Si los envases han de ser presentados por la Guardia Civil, el particular no puede enviar
directamente desde su casa un arma al taller para reparación, por ejemplo, con lo que le
estamos obligando a desplazarse a la Intervención de Armas con el arma para que allí
sea precintada y de allí a los locales de la agencia de transportes con el consiguiente
peligro de pérdida o robo que esto provoca.
Artículo 39
Regula el transporte de armas, disponiendo que los envíos habrán de hacerse por
ferrocarril o por empresas de transportes marítimas, aéreas o terrestres, debiendo
efectuarse a través de empresas de seguridad siempre que excedan de 25 armas cortas o
50 armas largas.
-El artículo 39 debe referirse exclusivamente a las armas para cuyo transporte es
necesario emitir una guía de circulación.
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-Eliminación de la obligación genérica de transporte a través de empresas de
seguridad cuando se trate de más de 25 armas cortas o 50 largas.
Artículo 40
Dispone que los paquetes conteniendo armas deben llevar una declaración de su
contenido en su superficie en caracteres de suficiente claridad.
Es de destacar, por otra parte, que la legislación de algunos países de nuestro entorno,
como es el caso de Francia, prohíben la alusión al contenido por lo que las agencias
transportistas se ven obligadas a retirar las etiquetas al atravesar la frontera, soportando
fuertes multas en caso de no hacerlo.
Respecto al apartado 2, éste señala que “el despacho de las expediciones de armas tiene
carácter preferente”, lo cual resulta inviable para los transportistas, los cuales se ven
obligados, por la pura operativa práctica de su negocio, a seguir la ruta más
conveniente.
Por otro lado suele ser la propia Administración, Aduanas por ejemplo, quien incumple
sistemáticamente este apartado.
Artículo 42
Apartado 1º
Podría igualmente establecerse que igual de válida que la autorización escrita prevista
actualmente para cada expedición, sería una designa formalizada ante la Intervención de
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Armas de la localidad de residencia con carácter general. Ello respondería de forma más
acertada a la vocación de permanencia que tiene el cosario o mandatario en
determinados casos.
Apartado 2º
Dispone que el particular que desee adquirir una escopeta en localidad distinta a la de su
residencia, la Intervención de Armas correspondiente a dicha localidad podrá expedir, a
la vista del parte de venta y de la licencia E, una guía de circulación de aquélla, con la
cual y en el plazo de diez días se presentará en la Intervención de armas de su
residencia, la cual le expedirá la correspondiente guía de pertenencia.
Artículo 43
Creemos que esto no ocasiona más que incomodidades para el destinatario, el cual debe
acudir a la Intervención a recoger el arma y llevarla consigo por la calle hasta su
domicilio y, por otra parte, no supone ningún plus de seguridad en el envío en cuanto
que la Guardia Civil ya ha realizado las comprobaciones necesarias en cuanto a
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posesión de permiso de armas, identidad del destinatario, etc para elaborar la guía de
circulación que ampara el envío.
Artículo 44
“Cuando los particulares que sean destinatarios de envíos de armas reciban las
mismas deberán comunicar a la Intervención de Armas su recepción si éstas ya se
encontraban documentadas o, en caso contrario, se presentarán en la Intervención
provistos de licencia o documento que les autorice para adquirirlas a fin de
documentarlas”
Artículo 45
Regula la publicidad disponiendo que las armas de las categorías 1ª y 2ª sólo podrán ser
objeto de publicidad en revistas, catálogos o folletos especializados.
Creemos que las restricciones a la publicidad establecidas a las armas de la categoría 2ª-
2 tenían justificación en otros tiempos en que la caza mayor era una actividad
minoritaria, pero creemos que, actualmente, su práctica popular y socialmente admitida
hacen que estas limitaciones carezcan de sentido.
Por otra parte la aparición de nuevos soportes publicitarios, como internet, donde
existen gran número de páginas y foros especializados, u otros soportes informáticos
obligan a operar una modernización de este artículo
Artículo 54 Apartado 3º
Artículo 54 Apartado 5º
Dicho apartado establece la obligación de consignar en los libros los datos de las ventas
de armas de la categoría 7ª.6 (pistolas y revólveres detonadores, y lanzabengalas).
Sin embargo, ello contradice el criterio de la ICAE (vide oficio 114.981, de 15 de junio
de 2.007), siguiendo aquél otro reiterado de la CIPAE, según el cual, “queda excluida
la obligación de consignación en los libros de armas de otras categorías que no sean
las de fuego”.
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Solicitamos pues una adecuación del Reglamento de Armas conforme a la
interpretación seguida por la CIPAE.
Artículo 55
Solicitamos que el art. 55, tenga el siguiente redactado –en negrita, subrayada, la
modificación propuesta-:
Tal y como anteriormente exponíamos al hilo del art. 42.2 RA, en la actualidad, y por la
implantación del nuevo sistema informático en las distintas Intervenciones de Armas, ya
puede expedirse la guía de pertenencia en la Intervención de Armas donde se haya
vendido el arma, aún cuando el comprador resida en localidad distinta.
El artículo 53.2 ha quedado por tanto ya superado por la realidad, proponiéndose por
tanto su supresión.
Artículo 54.
En concordancia con la eliminación del art. 105, y de acuerdo a las razones allí
expuestas, se propone la coherente modificación del apartado 3º del Art. 54:
“1. Las armas de sistema Flobert y las de avancarga serán entregadas por el fabricante
o comerciante cuando el comprador se presente con la correspondiente guía de
pertenencia.
3. Las armas de la categoría 4 se podrán adquirir, portar y usar sin otro trámite que
la declaración de la venta, la clase de armas y los datos de identidad del adquirente,
por parte de este, a la Intervención de Armas de la Guardia Civil de su municipio de
la residencia..
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4. La adquisición de las armas de la categoría 7.5, requerirá la acreditación ante el
establecimiento vendedor y su consignación en los correspondientes libros de las
respectivas tarjetas deportivas en vigor.
Este artículo limita en exceso el número de armas y municiones que cada representante
puede llevar en sus viajes comerciales.
Artículo 58
Su apartado 2 dispone que los viajantes podrán probar las armas que lleven, previo
conocimiento del Puesto o Intervención de Armas de la Guardia Civil de la localidad en
que hayan de efectuarlo en campos, polígonos o galerías de tiro.
“Los viajantes podrán prestar para prueba las armas que lleven en campos, polígonos
o galerías de tiro siempre y cuando la persona que vaya a hacer la prueba disponga de
permiso de armas y la haga en presencia del viajante.”
Artículo 61
Tal y como está redactado este articulo, los adquirientes extranjeros de rifles o armas
cortas o no pueden utilizarlos en España ya que el Reglamento señala expresamente que
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se refiere a “hacer uso de las escopetas de caza adquiridas durante su permanencia en
España”. Deben incluirse las armas de la 2º categoría.
Por otro lado el sistema establecido para obtener la autorización para su uso parece
complicado e incómodo para todas las partes afectadas, tanto autoridad como usuario.
El plazo de validez de autorización de referencia, parece lógico que sea idéntico al del
artículo ciento diez , por lo que proponemos la siguiente redacción:
Artículo 65
Apartado 3º
-
Aunque se puede deducir en relación con el artículo 10, quizá convendría señalar que
para importar armas se debe ostentar la condición de armero.
Artículo 76
Apartado 2º
Conviene recordar que este apartado ha provocado graves problemas por lo que en la
práctica se modificó. Convendría que esta práctica se incorpore a la realidad legislativa,
añadiendo al actual texto la siguiente frase al final del mismo:
“El permiso se expedirá a solicitud del interesado y únicamente podrá concederse previa
aportación respecto a las armas de que se trate de la información determinada en el
apartado 1 del artículo 73, que habrá de ser facilitada por las autoridades competentes
del país de procedencia, a excepción del número de fabricación el cual será comunicado
a la Intervención de Armas de la Guardia Civil una vez éstas lleguen a territorio
español.
“salvo el número de fabricación que deberá ser aportado a la ICAE antes de que las
armas lleguen a territorio español.”
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Apartado 6º
Dispone que las armas, tan pronto como hayan entrado en territorio español, deberán ser
presentadas a la Intervención de Armas de la Guardia Civil más próxima, que realizará
las comprobaciones pertinentes, extendiendo la correspondiente diligencia en la
autorización o declaración que acompañe a la expedición.
Si la Intervención de Armas desea realizar una comprobación física podrá hacerlo en los
locales de la empresa importadora.
De esta manera se evitan los inconvenientes que supone tener que depositar las armas a
la espera de que la comprobación sea realizada, incrementándose por otra parte la
seguridad precisamente por la eliminación de este lapsus temporal, y dando por
cumplido igualmente el trámite de comprobación de que la Guardia Civil es depositaria.
“La empresa importadora, tan pronto lleguen la armas a destino, deberá remitir a la
Intervención de Armas de su zona comunicación de la recepción de las mismas. Si la
Intervención de Armas desea realizar una comprobación física de las armas podrá
hacerlo en los locales de la empresa importadora, en un plazo no superior a 72 horas
desde la recepción de la mercancía”
Artículo 77
Es frecuente que muchas de las firmas que comercializan armas de fuego, aprovechando
la concentración de tiradores que se dan cita en una competición de tiro, deseen hacer
una pequeña exposición de algunos modelos de las armas que comercializan o deseen
dar servicio a los participantes prestando armas en caso de avería para que continúen en
la competición.
Sería conveniente que, debido a las especiales circunstancias que concurren en estos
casos y al limitado número de armas objeto de exposición se simplificara el
procedimiento de obtención de autorización para la exhibición sobre todo en lo que se
refiere a medidas de seguridad a adoptar.
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interesadas habrán de comunicarlo a la Dirección General de la Guardia Civil
debiendo en estos casos exponer un número de armas no superior a 15 por empresa.
Artículo 80
Establece que las fábricas de armas de las categorías 1 y 2 deberán contar con un
servicio permanente de vigilantes de seguridad, cuyo número será adecuado a las
necesidades de seguridad y protección, a juicio de la Dirección General de la Guardia
Civil, a juicio de la Dirección General de la Guardia Civil, que podrá prestar o reforzar
dicho servicio en determinadas circunstancias.
Este artículo atribuye a los agentes del transporte la responsabilidad derivada del
servicio de depósito y transporte, en cuanto a la seguridad de los envíos a que se
refieren los artículos 39 y 40 del RA:
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Artículo 84
Artículo 85
Hablamos siempre de cantidades limitadas del producto (cantidades muy inferiores a las
almacenadas en un establecimiento de venta) y de espacios temporales limitados (el
imprescindible para que desde un almacén se realice el embarque a su destino final).
Estas medidas deben ser diferentes en función de la peligrosidad del arma objeto del
envío, no pareciendo razonable equiparar las medidas de seguridad aplicables a la
categoría 1ª(arma corta) con las aplicables a la categoría 3ª (escopetas).
“Las armas de fuego destinadas a la exportación, así como las transferencias a los
países comunitarios y las procedentes de la importación podrán depositarse en tránsito
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por el tiempo mínimo imprescindible en los lugares correspondientes a ello destinados,
debiendo contar con protección de la Guardia Civil o del servicio de vigilantes de
seguridad si se trata de armas de fuego de la 1ª categoría.”
Artículo 86
Apartado 1º
El hecho de tener que depositar en cajas fuerte las armas largas rayadas que tengan en
existencias impide la exhibición de las mismas.
Apartado 2º
No se permite a ningún armero tener una caja fuerte que no cumpla las condiciones
suficientes de seguridad, por lo que debiera eliminarse de este apartado la última parte
del párrafo, señalando éste únicamente lo siguiente:
Artículo 90
22
Consideramos que el trámite de la revista de armas, amparadas por las licencias de tipo
D , E y F debería desaparecer.
Hoy en día carece de toda justificación el que periódicamente haya que presentarse en
las Intervenciones de Armas para pasar la revista de armas.
Este trámite carece de sentido ya que el propio Reglamento de Armas prevé que todo
cambio de titularidad de las armas tiene que hacerse en las Intervenciones de Armas, de
forma que la Guardia Civil siempre sabrá quién es el propietario. En cuanto a la
cuestión de los robos no declarados de armas, hay que tener en cuenta que también el
propio Reglamento prevé importantes sanciones a quienes se les robe o pierda un arma
o su documentación y no lo declare.
Artículo 91
Entendemos que debería ampliarse el número de días en que puede prestarse un arma
siempre que se cumpla con la formalidad de la autorización escrita, fechada y firmada.
En el caso en que ambas partes estén presentes debe entenderse como válida la
autorización verbal.
Artículo 96
Establece los distintos tipos de licencias existentes para el uso de las diferentes
categorías de armas. El Reglamento de Armas crea hasta 6 tipos distintos de licencias y
dos tipos de tarjetas de armas para el uso de carabinas de aire comprimido.
Es del todo lógico que el poseedor de una licencia tipo D para arma larga rayada esté
habilitado para el uso de una escopeta, un arma de avancarga o un arma sistema flobert.
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“La tenencia y el uso de las armas de las categorías primera, segunda y tercera,
precisará de Licencia de Armas, siendo suficiente la Licencia de Armas de categoría
superior para amparar las de categoría inferior.”
Articulo 97
Apartado 1
Entendemos que debe ser modificada la referencia a los certificados penales ya que la
propia Administración, de oficio, tiene acceso directo a esta información, por lo que
proponemos quede redactado de la siguiente forma:
Apartado 2
Aquellas personas que hayan sido condenadas por un delito doloso violento
podrán ser consideradas no aptas para la tenencia de armas de fuego.
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Artículo 99
Apartado 6º
En algunos países europeos, como Italia, se permite tener en el domicilio hasta dos
armas cortas a todo ciudadano de honestidad irreprochable. Conviene señalar que en
todos aquellos países en que se ha optado por efectuar una importante reducción de las
armas en posesión de particulares, se ha producido un importante aumento de la
delincuencia así como del número de muertes con ocasión de asalto y robo. Este
aumento no es marginal sino de una importancia escandalosa. En dos casos
paradigmáticos y culturalmente cercanos, como son Inglaterra y Australia, los ratios a
que hacíamos referencia han aumentado entre un 35 y un 100%.
Entendemos que se debe permitir poseer una arma corta de tenencia domiciliaria a
aquellas personas de probada y manifiesta honorabilidad.
Entendemos que la duración de todas las licencias debe ser uniforme, es decir, cinco
años. Por otro lado, debiera permitirse tener más de un arma por licencia siendo que la
seguridad pública no mejora ni empeora por el número de armas que tiene un titular.
Proponemos un cambio de este apartado que podría quedar redactado de la siguiente
forma:
“Estas licencias tendrán cinco años de validez, al cabo de los cuales, para poder usar
las armas autorizadas con ellas, habrán de solicitarse nuevas licencias en la misma
forma que las anteriores”.
Artículo 100
Apartado 2º
La utilidad de este tipo de armas es únicamente para cazar y se debiera permitir poseer
tantas como la capacidad económica del sujeto lo permita. Es de difícil comprensión la
limitación a cinco armas que establece este artículo. El titular de un rifle es tan peligroso
o poco peligroso con cinco armas como con quince.
Apartado 4º
Este apartado debe desaparecer completamente. Contiene una limitación no reglada, con
una remisión al artículo 49 que, a su vez, remite al 100.4.
Apartado 5º
Este artículo debiera señalar que el arma debe guardarse en el domicilio, sin más
añadidos. Se entiende que éste es inviolable y son precisamente los Cuerpos de
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Seguridad del Estado los que deben garantizar que esto es así, no pudiendo recaer en el
propio particular otra obligación, por lo que proponemos la siguiente redacción:
Apartado 6º
3ª.- Al noventa por ciento de los rifles se les instala una mira telescópica, por lo que es
casi consustancial al arma y no la excepción.
4ª.- Sobre todo conviene destacar que se pueden comprar miras telescópicas en otros
países de la U.E., sin ningún tipo de limitación legal. Se pueden introducir en España
sin ningún tipo de comunicación o documento obligatorio y en la cantidad que estime el
propio individuo.
Es evidente que cualquier persona puede, con total y escrupuloso sometimiento a la ley
española, introducir estos artículos en España, utilizando este apartado. Por lo tanto,
ante las molestias que provoca y por su propia inutilidad, creemos que lo más
conveniente es que se elimine dicha previsión.
Por este motivo, debería permitirse la adquisición de miras telescópicas a los titulares de
la correspondiente licencia tipo F.
Artículo 101
Este artículo limita los derechos de los ciudadanos sin aumentar, sin embargo, la
seguridad pública.
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Uno.- “Las armas de las categorías 3ª y 7ª.2 y 3, precisan una Licencia E de armas,
que autorizará para poseer, llevar y usar las armas de dichas categorías”.
Por otra parte, se hace necesario contemplar la realidad de las organizaciones de caza,
las cuales, para ejercer su actividad necesitan disponer de un número determinado de
escopetas para ceder a su clientela durante las batidas de caza.
Artículo 102
Apartado 2º
Todos tenemos que saber cómo utilizar un coche con sometimiento a la legalidad pero
no tenemos ni idea, ni resulta socialmente útil conocer los criterios de homologación de
las piezas de los vehículos o los componentes de seguridad que deberán incluir los
fabricantes de automóviles, ni los requisitos de comercialización, etc.
Proponemos la sustitución de la última frase de este apartado, por la siguiente:
“En todo caso, se podrá exigir la acreditación del conocimiento del presente
Reglamento en lo que pueda afectar al solicitante de la Licencia”.
Artículo 103
Entendemos que la autorización temporal debe concederse también a aquellos a los que
les ha caducado recientemente la Licencia ya que es habitual que mucha gente acuda a
renovarla al día siguiente de haber caducado.
Por otro lado, al igual que hace la Dirección General de Tráfico con los titulares de
Permiso de Circulación, la Dirección General de la Guardia Civil debiera informar, por
medio de comunicación escrita, a los titulares afectados y con un mes de antelación, que
su Licencia de Armas está próxima a caducar.
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Artículo 104.-
Estimamos que la reducción de la vigencia de las licencias á dos años, debería operar a
partir de los 65 años.
Dado que la razón de ser de la reducción del plazo de vigencia de las Licencias se basa
en la merma de facultades o salud física o mental, se debería obligar, a los afectados por
dicha reducción, a presentar cada dos años certificado de haber superado el test
psicofísico, pero no a renovar la Licencia con todos los inconvenientes que esto supone,
evitado gastos y molestias a los administrados.
Artículo 105
Este artículo está ocasionando múltiples problemas no sólo a los usuarios de armas de la
4ª categoría sino también a los Ayuntamientos, encargados de conceder las tarjetas de
armas.
Se hace muy difícil para la Autoridad municipal de una gran ciudad hacer una
valoración de la conducta del solicitante, razón por la cual algunos Ayuntamientos
deniegan directamente cualquier petición de tarjeta.
Por otra parte el hecho de que la validez de la tarjeta quede limitada al respectivo
término municipal hace que el titular de la misma no pueda desplazarse a otros
municipios para hacer uso de su arma neumática.
Por último, el artículo distingue entre tarjetas tipo A, las cuales pueden documentar u
número ilimitado de las incluidas en la categoría 4ª. 2 y tarjetas de tipo B, que sólo
podrán documentar hasta 6 de las comprendidas en la categoría 4ª. 1.
Entendemos que, tal y como ocurre en otros países de nuestro entorno, la posesión de
carabinas de aire comprimido debería liberalizarse suprimiendo la tarjeta de armas para
centrar la atención en el uso que de ellas puede hacerse.
Artículo 107
28
El régimen de fabricación, adquisición, transporte, tenencia y uso de las armas de
avancarga se encuentra dispersado a lo largo de todo el articulado del
Reglamento de Armas.
Sus características convierten a estas armas en inútiles para un uso inapropiado de ellas,
por lo cual la alarma social que puedan producir es nula.
Lo cierto es que prácticamente el único uso que a estas armas se puede dar es el
meramente lúdico para el uso en competiciones de tiro y el decorativo.
Se trata de un producto con un potencial comercial importante frustrado por las trabas
impuestas por el actual texto reglamentario.
El artículo 107 establece que la adquisición de las armas de avancarga debe ser
documentada a través de un libro de coleccionista, para cuya obtención, y pese a nada
establecer el Reglamento de Armas al respecto, la Guardia Civil está exigiendo a los
interesados aportar el certificado que acredite la carencia de antecedentes penales. es
necesario aportar certificado que acredite la carencia de antecedentes penales.
Los inconvenientes que la obtención de este libro acarrea han supuesto un fuerte
retraimiento en la compra de este producto.
No es razonable pensar que una persona pueda adquirir un arma de avancarga para la
comisión de un delito, razón por la cual no parece necesaria la aportación de certificado
de penales. De hecho no tenemos constancia de la comisión de delito alguno portando
un arma de avancarga.
Artículo 109
Apartado 1º
29
Este artículo debiera modificarse para adaptarlo a la Directiva 2008/51 a fin de permitir
a menores de 18 años, sin fijar límite de edad por debajo de ésta, la adquisición o
tenencia de armas de fuego para la práctica de la caza o el tiro deportivo, siempre que
las personas menores de 18 años tengan permiso de sus padres, estén sometidos a la
supervisión de éstos o a la de un adulto titular de un permiso de armas o de una licencia
de caza válidos o practiquen en un centro de entrenamiento que tenga licencia o está
autorizado, tal y como señala la propia Directiva.
Artículo 110
Apartado3
Proponemos su eliminación.
Apartado4
Apartado 5
Apartado 6
Artículo 118
Son empleados públicos en ambos casos de los mismos Cuerpos de Seguridad del
Estado y no parece correcto que puedan tener más o menos armas en virtud de su rango.
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Entendemos que si ambos, tanto Oficiales y Suboficiales como los Cabos y Guardias
del Cuerpo de la Guardia Civil, están habilitados para portar armas, ambos deben poder
poseer hasta tres armas.
Proponemos, por tanto, la sustitución del actual artículo 118 por el siguiente texto:
“Con Licencia A los miembros del Cuerpo de la Guardia Civil y de las Fuerzas
Armadas, en sus distintas categorías, los integrantes del Cuerpo Nacional de Policía y
equivalentes de los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas y personal de
los Cuerpos de Policía de las Corporaciones locales, así como los funcionarios del
Servicio de Vigilancia Aduanera, podrán poseer tres armas cortas, a parte de la que
reciban como dotación reglamentaria para el ejercicio de sus funciones”.
Artículo 131
Dicho artículo establece que “La Dirección General de la Guardia Civil, valorando
objetivamente los antecedentes y hechos aportados, y previas las comprobaciones
pertinentes, concederá o no la licencia (tipo F)”
Artículo 132
Apartado 1º
Conviene recordar que el deportista ya ha cumplido las condiciones necesarias para que
le concedan la “Licencia especial para armas de concurso” y, por lo tanto, se entiende
que es un ciudadano digno de toda confianza.
No debía existir límite al número de armas que un deportista necesita para mejorar o
para practicar su deporte.
Por último, conviene eliminar la prohibición de adquirir pistolas libres a los tiradores
con licencia de tercera clase.
31
Por ello debiera eliminarse "... quedan excluidas las pistolas libres."
El motivo de esta prohibición no tiene otra explicación que un error cometido por el
legislador que confundió la expresión "pistola libre”, con el término de la modalidad
deportiva que, por otro lado, está recogida en la Orden de 14 de febrero de 1994 por la
que se determinan las armas que, amparadas por la licencia F, son consideradas de
concurso. Este error es manifiesto si se observa que el legislador impide que un recién
llegado al tiro deportivo pueda utilizar una arma de concurso especializada, del calibre
22, pero permite que pueda adquirir y usar armas de mayor potencia de fuego.
Apartado 2º
Artículo 134
Ya hemos señalado varias veces que entendemos que conviene unificar en cinco años la
validez de todo tipo de Licencias.
“Las Licencias F tendrán un plazo de validez de cinco años, al cabo de los cuales, para
poder tener y usar las armas correspondientes, habrán de solicitarse nuevas Licencias
de la misma forma que las anteriores”.
Artículo 136
Artículo 138
32
Apartado 2.- “Aquellos deportistas que, salvo casos de fuerza mayor, no hayan
desarrollado durante dos años actividades deportivas, perderán la licencia F de armas,
debiendo depositar sus armas y Licencias en la Intervención de Armas a los efectos
dispuestos en el apartado 1 del artículo anterior”.
Artículo 139
Artículo 140
Artículo 144
Este artículo establece que los poseedores de armas de fuego vienen obligados a
presentar las mismas a cualquier autoridad siempre que sean requeridos para ello.
Artícículo 146
Apartado 1
Entendemos que las autoridades y los agentes deben apreciar si el portador de las armas
cumple o no la legalidad vigente, pero no parece correcto que quede a su arbitrio si el
usuario tiene necesidad o no de llevarlas consigo, por lo tanto proponemos la sustitución
de la segunda parte del apartado 1 desde “queda al prudente criterio.../...por razones de
seguridad” por “la autoridad y sus agentes comprobará si el portador de las armas
cumple los requisitos legales establecidos para ello.”
Proponemos, sin embargo, la adición de un nuevo párrafo a este apartado 1º que señale
lo siguiente: “No queda sujeto a esta prohibición, el transporte que el titular de un
arma efectúe del lugar en que ésta se encuentre depositada al de uso de la misma”.
Apartado 2
33
Respecto al apartado segundo, dado que el 99% de las armas reglamentadas están
destinadas para su uso en el ámbito del ejercicio de un deporte y por lo tanto en lugares
de “recreo o esparcimiento”, por lo que esta expresión debería desaparecer.
Por otro lado “los que hubieran sufrido condena por delito o falta contra las personas o
la propiedad o por su uso indebido de armas o sanción por infracción de este
reglamento”.
Dicha previsión, que, entendemos, debiera estar incardinada en el artículo 97, al regular
la obtención de la licencia de armas, excede en mucho las previsiones de la Directiva
Armas ya que ésta únicamente inhabilita a priori (y no de forma absoluta, pues utiliza la
expresión “podrá”) a quienes hayan sido condenados por “delito doloso violento” pero
no a quienes, en la forma que predica la redacción actual del art. 146.2, hayan cometido
otro delito, o una falta o a quien haya sido sancionado por infracción al Reglamento de
Armas.
Artículo 152
Sería conveniente que, igualmente, se mencione que la autorización para los campos de
tiro eventuales tendrá validez por un periodo cierto y señalado en la autorización, a fin
de evitar que en algunos municipios se requiera una solicitud por cada jornada de un
campeonato.
a) Que durante las tiradas se cierre la zona de seguridad con dos cintas plásticas
similares a las utilizadas por las Fuerzas de Seguridad del Estado para
acordonar un espacio determinado.
d) Que durante las tiradas se cierren todos los caminos y pistas forestales que
atraviesen la zona de seguridad, no permitiendo el paso de personas ni, por
supuesto, su permanencia dentro de la zona de seguridad.
34
entrenamientos estarán condicionados a la comprobación por la Guardia Civil
de la existencia de aquéllas, así como que se han cerrado al tráfico todos los
caminos, carreteras y accesos que atraviesen la zona de seguridad.
Artículo 156 d)
No puede considerarse, en ningún caso, que cuando un cazador o tirador deportivo deja
aparcado su vehículo para repostar o tomar un café en un restarurante de carretera u otra
situación similar, ha incumplido su deber de custodia del arma.
Dicha obligación se debería entender cumplida si el arma se deja en el vehículo solo por
el espacio de tiempo necesario y siempre y cuando la misma no esté a la vista, máxime
si tenemos en cuenta que la alternativa es que los usuarios de armas deban entrar con
ellas en los mencionados establecimientos, lo que podría provocar la consiguiente
incomodidad, riesgo e incluso alarma por parte del resto de usuarios.
Apartado i)
Apartado j)
“j) Utilizar armas de fuego o de cualesquiera otra clase, sin adoptar las
medidas o precauciones necesarias para (…), o contraviniendo las prohibiciones
establecidas en el artículo 146, apartado 1, de este Reglamento (…)”
Artículo 157
Apartado f)
Proponemos la eliminación del mismo por la flagrante vulneración de tipicidad que del
mismo se desprende.
Nuevo apartado
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Creemos que sería necesario añadir un nuevo apartado en dicho artículo que reproduzca
el contenido del art. 26.f) de la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, sobre Protección
de la Seguridad Ciudadana, que diga así:
Entendemos que el apartado i) del artículo 156 y el apartado b) del artículo 157
deben ser corregidos para evitar situaciones injustas.
Si un cazador o tirador, por la circunstancia que sea, no pasa revista a sus armas
en tiempo, además de la multa se le sanciona con la retirada de las armas.
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Artículo 165, Apartado 2
Este apartado regula la obligación que tiene cualquier agente o autoridad que decomise
o intervenga arma de fuego, de depositar ésta en la Intervención de Armas
correspondiente.
En uno u otro caso, creemos por tanto conveniente que la obligación de depósito lo sea
en plazo máximo de 24 horas.
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Por otra parte, se hace necesario y urgente una normativa que de carta de naturaleza a
las instalaciones para la práctica de la modalidad de Recorridos de Tiro.
Esto ha llevado a que esta modalidad sólo pueda practicarse de manera puntual,
aplicando el artículo 149.3 del Reglamento de Armas, que permite la realización de
pruebas deportivas con armas de fuego, en espacios no habilitados específicamente, con
la autorización de la autoridad gubernativa. Es decir, que se autoriza la celebración de
competiciones, pero no la de espacios permanentes donde practicar o entrenar la
modalidad (y no parece muy lógico que se pueda considerar la solicitud de
autorizaciones gubernativas para cada día en que cada club o incluso cada socio va a
realizar sus entrenamientos).
SOLUCIÓN PROPUESTA
Inclusión en el Anexo del Reglamento de Armas de un nuevo apartado que
recoja las características de los módulos de entrenamiento para Recorridos de Tiro..
Mientras no se realice la modificación del Reglamento que les solicitamos en
base al artículo 149.3, seran informados por las Intervenciones de Armas valorando su
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actividad a realizar desde el plano deportivo, confirmando si el desarrollo de la
competición, tal y como se va a producir, y cumpliendo los reglamentos técnicos de la
modalidad entraña o no riesgos para la seguridad y el orden público.
ANEXO
Especificaciones
1. Zona de salida.
En el caso de que algún ejercicio especial requiera, que varios tiradores deban
disparar simultáneamente desde una línea común (ejercicio Standard), y para evitar
accidentes debidos a la expulsión de los casquillos, se colocarán pantallas cuyas
dimensiones serán: Altura mínima, 2 metros; anchura, 1,5 metros; altura del suelo,
menos de 0,70 metros.
e) Piso adecuado.
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No deberán existir puertas de acceso directo en todo el recinto de cada galería. Si
existiesen, para los ejercicios de la Modalidad de la que se trata, deberán estar
clausuradas durante la realización de los ejercicios de Recorridos de Tiro.
g) Iluminación adecuada.
h) Insonorización.
i) Protectores visuales.
2. Parabalas
Para evitar en lo posible trayectorias que puedan salirse de los límites del campo,
es necesario la colocación de pantallas que impidan dichas salidas.
b) Inclinación.
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d) Altura y contextura de parámetros laterales.
1º Los parámetros laterales deben tener una altura tal que eviten la salida
lateral de las balas del campo.
e) Protección de columnas.
3. Espaldones.
a) Anchura.
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Necesariamente deben cubrir todo el ancho de la galería.
2º Los muros de contención que sobresalgan del talud, deberán cubrirse con
madera.
4. Línea de blancos.
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Cuando el módulo se construya tomando como base una galería específica para
Modalidades de Precisión, la marquesina de los puestos de tiro, los accesos al foso y las
protecciones de éstos, deberán cumplir los requisitos que para éstas últimas se requiere.
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ANEXO SOBRE EL REGLAMENTO DE EXPLOSIVOS
Sin pretender ser exhaustivos, procedemos a realizar una serie de reflexiones puntuales
sobre el Reglamento de Explosivos, en lo que afecta a cartuchería, materia reglamentada
que, entendemos, debiera contar con su propia normativa independiente.
A) La necesaria liberalización del transporte de hasta cincuenta mil pistones y diez kilos
de pólvora para la recarga de cartuchería.
En Europa la munición del calibre 22 está totalmente liberalizada, pudiendo comprarse sin
problema alguno. Sin embargo, en España remitir esta munición en cantidades mayores de cinco
mil unidades está sometido a importantes y costosos controles, cuando cualquier ciudadano
español puede adquirirla en cualquier punto fronterizo de Francia y Portugal. Entendemos que
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los españoles deben poder practicar su deporte en igualdad de condiciones que el resto de sus
vecinos europeos.
El incremento de la práctica de la caza mayor ha provocado que las antiguas normas de control
de la munición metálica hayan quedado obsoletas suponiendo, sin embargo, un importante
inconveniente para este deporte in crescendo.
Los límites de cinco mil unidades para la remisión de munición metálica del distribuidor al
armero puede ser suficiente, pero lo que no es operativo es que, teniendo en cuenta la actual
concentración de compañías de transporte, se limite a cinco mil el número de unidades que
pueden juntarse en un momento determinado en el camión o plataforma de una compañía
transporte. Hay que tener en cuenta que actualmente sólo se utilizan transportes urgentes de
veinticuatro horas para la remisión de ese tipo de mercancía, estando la mayoría de los
camiones controlados por sistemas GPS.
Con las actuales normas, en la práctica un distribuidor sólo puede remitir cinco mil balas de
munición metálica por día a toda España, siempre y cuando otro distribuidor de la misma
provincia no pretenda hacer lo mismo porque en ese caso tendrán que ponerse de acuerdo para
no coincidir.
Por tanto se hace necesario que, manteniendo el límite de cinco mil unidades máximas que se
puedan remitir entre armeros, se permita que los transportistas de servicio veinticuatro horas
con control GPS, puedan remitir hasta cincuenta mil unidades por camión o plataforma, de
forma que no incurran en sanciones gravísimas de hasta cincuenta millones de pesetas por
superar el antes mencionado límite de cinco mil unidades máximas de transporte, como sucede
con la presente normativa.
Por otra parte se hace necesario excluir de esta limitación de 5.000 unidades por envío los
pistones para recarga.
Actualmente existe una normativa (ITC primera del Reglamento de Explosivos) que exige que
entre los Depósitos Comerciales de Cartuchería y cualquier tipo edificación existan unas
distancias mínimas. Los mayores distribuidores de munición metálica de España están en
polígonos industriales o cerca de otro tipo de edificios, siendo totalmente imposible el riesgo de
una explosión. La munición metálica o semimetálica tan sólo se quema a entrar en contacto con
el fuego no explota en ningún caso, siendo su riesgo mucho menor que el de una droguería y
desde luego inferior al de una gasolinera que muchos casos se encuentran en el centro de los
pueblos. Solicitamos la modificación de esta norma tras una constatación de ser ciertos los
hechos que mencionamos.
Artículo 189.1
Respecto de la recarga de munición debe decirse lo mismo que para la tenencia de cartuchería.
Las cantidades permitidas son a todas luces insuficientes, por lo que planteamos una ampliación
de éstas.
Por otro lado nos parece que la materia a controlar deberían ser los pistones y la pólvora,
dejando sin control las vainas ya que éstas, al ser reutilizables, sufren deformaciones y
alteraciones que obligan a disponer de un número de vainas superior al de cartuchos que se van
a recargar.
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Igualmente consideramos que controlando la cantidad de pólvora que puede tenerse en depósito
se fija perfectamente la cantidad de munición a poseer, toda vez que una vez se acaba la pólvora
ya no pueden recargarse más cartuchos.
1. Para la carga o recarga de cartuchería por particulares se podrá tener almacenados hasta 3
kilogramos de pólvora y 5.000 pistones.
Artículo 212
Este artículo establece que la venta de cartuchería para arma larga rayada debe realizarse
presentando la guía de pertenencia del arma, en la cual se estampará, por cada adquisición, el
número de cartuchos, la fecha de entrega y el sello oficial correspondiente.
Este farragoso sistema hace que los envíos de munición desde localidad distinta a la de
residencia sean tan problemáticos que los armeros se niegan a hacerlos.
Por otra parte se hace necesario elevar el número de cartuchos que un usuario puede adquirir
por año ya que existen modalidades deportivas que justifican el uso de un número muy superior.
Además, el propio texto reglamentario admite la compra de un número mayor con un permiso
especial concedido por la Dirección General de la Guardia Civil, solicitado por conducto del la
Intervención de Armas.
Aumentando la cantidad permitida evitaríamos molestias para los usuarios y para la propia
Administración que tiene que resolver acerca de las peticiones interpuestas.
“Los titulares de licencias para armas las categorías C, D, E y F podrán adquirir un número
ilimitado de cartuchos metálicos.
En ningún caso podrán tener en depósito un número superior a 200 cartuchos por arma”
Artículo 239
La limitación que este artículo establece para el número de cartuchos que pueden ser
objeto de transporte en un vehículo es insuficiente para según qué modalidad de caza y
según el número de ocupantes del vehículo.
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Por otra parte tampoco parece lógico que se puedan transportar armas deportivas en un
medio público de transporte y no se pueda llevar munición ya que, en el lugar de
destino, bien por el horario o por otras razones no sea posible adquirirla o no exista la
que se precisa.
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