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Entonces, y un tanto más explicado:

En lugar de pensar y repensar en aquel producto que la empresa


podría producir y ofrecer al mercado (tipo, tamaño, color, peso,
rendimiento, durabilidad, presentaciones, etc...), debemos empezar
por investigar qué es aquello que los clientes realmente necesitan y
desean. Y ese, es el punto de partida... Para ello, se necesita hacer
investigación de mercado (nos guste o no la idea), ya sea contratando
a una empresa especializada o utilizando los recursos de la empresa,
de tal manera, que se pueda tener una idea clara acerca de las
necesidades y deseos del nicho o segmento de mercado de nuestro
interés.

Luego, en lugar de hacer números complicados o a la adivinanza para


establecer el precio, debemos investigar la real capacidad adquisitiva
de los posibles clientes y cuánto estarían dispuestos a pagar y en que
modalidad de pago. Esta no es una tarea tan sencilla y puede requerir
del apoyo de una empresa de investigación de mercados
especializada, porque debemos considerar que el PRECIO es el único
elemento de la mezcla de marketing que genera ingresos. Por tanto,
es importante no equivocarse en este punto porque si se ofrece a un
precio muy alto talvez nadie lo compre asi lo necesite, si es un precio
bajo, la empresa pierde dinero (algo que no nos podemos permitir)...

Luego, se debe pensar en cómo accederán al producto los clientes, y


en lugar de decidir por ellos asumiendo que tenemos la razón, que tal
si investigamos donde les gustaría tenerlo disponible (en los
supermercados, en las tiendas de barrio, en la puerta de su casa, en
internet, etc...).

Y por supuesto, hay que pensar en la promoción, solo que no


asumamos que aquello que a nosotros nos gusta y nos llama la
atención también lo hace con los clientes. Al final, no importa si nos
gusta o no a nosotros, lo que realmente importa es que la promoción
tiene que ser capaz de captar la atención del cliente, generar el
interés, despertar su deseo para finalmente lograr que actúe
comprando el producto. Para ello, necesitamos investigar, por
ejemplo, haciendo pruebas con grupos reducidos para conocer qué es
aquello que cumple mejor éstas premisas.
En síntesis, en lugar de "disparar a ciegas" creyendo que tenemos la razón
sobre lo que realmente desean los clientes o de tener la esperanza de que
alguna idea dará en el blanco (al azar, al igual que en un casino o al momento
de comprar boletos de lotería), debemos recordar que hoy más que antes el
"control" lo tiene el cliente (quién cada vez está mejor informado y tiene acceso
a más y más opciones). Entonces y desde el punto de vista del Concepto de
Marketing, es mejor tomarse el tiempo de apuntar selectivamente
(investigando, investigando e investigando) para luego de identificada una
necesidad o deseo insatisfecho, proceder a satisfacerlo de la mejor manera
posible teniendo cuidado de hacerlo a cambio de obtener una utilidad o
beneficio.

Y esto es en pocas palabras, poner en práctica el Concepto de


Marketing...

Ahora, quizá algunos piensen que todo eso es fácil de decir, pero
dificil o imposible de implementar... Bueno, pensar de esa manera es
tener una "Orientación Hacia la Producción" (algo que hace más de 40
años ya era obsoleto)... En realidad, no es nada imposible de realizar,
puede que tenga su grado de complicación, pero es el camino con
mayores probabilidades de darnos el éxito que anhelamos.

Conclusión:
El Concepto de Marketing es como una idea o filosofía que se
traduce en una manera de actuar en el mercado que se caracteriza
por orientar los planes y acciones de marketing hacia la satisfacción
de las necesidades y deseos del cliente a la vez que se logra un
beneficio para la empresa u organización que la pone en práctica.

En este sentido, y para poner en práctica el Concepto de


Marketing necesitamos acostumbrarnos a INVESTIGAR EL
MERCADO TODO EL TIEMPO... Y MÁS IMPORTANTE AÚN, A
RELACIONARNOS CONTINUAMENTE CON NUESTROS
CLIENTES... Esto traerá como consecuencia que podamos tomar
decisiones más acertadas en base a información real del
mercado (y no de suposiciones), lo cual, evitará que se emprendan
acciones al azar (como si estuviéramos en un casino o comprando
boletos de lotería) que pueden ocasionar pérdidas tras pérdidas. Mejor
ir por lo que tiene mayor probabilidad de tener éxito...

Ahora, para implementar lo anterior, necesitamos hacernos a la idea


de que debemos hacer dos cosas:

1. Presupuestar y contratar empresas de investigación de mercados, pero,


al mismo tiempo que vamos entrenando a la fuerza de ventas y en sí a
toda el área comercial para que continuamente esté monitoreando y
escaneando el mercado. Recordemos que la idea, el objetivo, la razón
de ser de todo el trabajo de la empresa, es la satisfacción de sus
clientes a cambio de un beneficio o utilidad; lo cual, no se va a lograr si
no tenemos una idea cabal de lo que realmente quiere el mercado.
2. Presupuestar y contratar empresas o personas especializadas en
Relaciones Públicas, al mismo tiempo que se va entrenando al personal
del área comercial a como tener Relaciones Públicas exitosas. Esto, con
la finalidad de lograr buenas y continuas relaciones con los clientes, lo
cual, nos ayudará a obtener valiosa y continua información, además de
su lealtad.

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