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Tú mesa Señor,

Donde todos y todas servimos,


Donde nos ayudamos sin condiciones,
Tu mesa, donde no se entra con el saco del machismo violento;
Tu mesa, donde nos miramos con verdad y ternura,
Tu mesa, donde no se puede llegar con armas, ni uniformes represivos;
Tu mesa, no se necesita llegar con títulos jerárquicos, solo con la humilde presencia.
Tú mesa, Señor, donde se cuida al indefenso y se recibe al excluido;
Tu mesa, que espera acoge al migrante, al que huye, al perseguido,
Tu mesa, donde el pan y el vino, servidos, esperan al migrante y refugiado,
Tu mesa, donde se cura las heridas y vendan los pies del migrante.
Tú mesa de humanos, y de creaturas con toda su biodiversidad,
Tú mesa, está servida en esta única CASA COMÚN.

René Arturo Flores, OFM

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