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REVISTA DE MEDICINA VETERINARIA

LA MEDICINA VETERINARIA EN COLOMBIA


P or el P rofesor EM ILIO LESMES

Es para nosotros gran m otivo de ro, lo siguiente: “ Nadie ignora que


orgullo y de regocijo, pertenecer la Albeitería ha sido siempre una
a la Facultad de Medicina V eteri­ parte de la Medicina racional, por­
naria, que com enm oró en m ayo del que la ciencia de conocer y curar
?ño pasado los primeros cuatro lus­ las enfermedades, tanto en los
tros de su segunda época de exis­ hombres como en los brutos, no
tencia. tuvo más que un autor y un prin­
A l indigar la génesis de las Cien­ cipio: y así parece se reconoce que
cias Naturales, se nos muestra co­ los primitivos médicos ejercieron
mún a todas, com o consecuencia de ' '¡a Veterinaria, o que de los vete­
]as relaciones íntimas que guardan rinarios se formaron los médicos,
entre sí los Reinos de la Naturale­ com o así lo acredita y prueba con
za. Minerales, vegetales, animales toda claridad la carta que escribió
y hombres, nos necesitamos y nos Absirto al grande Hipócrates en es­
servimos mutuamente, de tan im­ tos términos: “ Hipócrates, Albeitar
periosa manera que, si cualesquie­ de caballos, salud: después que ve­
ra de esos Reinos cesara, quizás no mos la raza de caballos aparejados
muy tarde se aniquilarían los otros. y sujetos a padecer tantos daños,
Tal parece el origen recóndito de los cuales son varios y diversos, y
las ciencias fundamentales de la m uy patentes a los ojos: a vos que
M edicina en general. com o tratador de caballos y cura­
De ahí que, la Medicina V eteri­ dor de ellos os conviene saber m u­
naria, relativamente nueva entre chas cosas, os escribo esta sobre las
nosotros, cuente sin em bargo con heridas de los ojos” .
un abolengo que va a perderse en La historia de nuestra Facultad
la nebulosa de los siglos. Interm i­ com prende dos épocas: la primera
nables nos haríamos si pretendié­ está señalada por la Rectoría del
ramos relatar su historia. Séanos célebre profesor francés Claudio
suficiene decir que, según fuentes V ericel, de grata memoria en nues­
autorizadas, los hebreos en la Bi­ tra ciudad capital. Esta Escuela fue
blia y el Thalmud, la India prin­ fundada en el año de 1885 y por
cipalmente en su “ Código de Leyes m otivos de orden público tuvo fin
de G entoux” y los griegos en su en el año de 1889.
Historia Natural de Plinio y en “ De La segunda comprende desde el
la naturaleza de los Alim entos” , de año 1921 hasta nuestros días.
Galeno, fueron consagrados princi­ T ocóle al reducido pero selecto
pios en relación con la salud de los núcleo de profesionales formados
irracionales. en la primera Escuela, iniciar el
En el cuarto tom o de “ Aforism os ejercicio de la nueva profesión en
de la M edicina y Cirugía Veterina­ Colombia.
ria” , obra scrita en Madrid en el Duros tiempos aquellos para el
año de 1819 por don Alonso de Rus M édico Veterinario que luchaba
García, mariscal m ayor del real por disipar el concepto oscuro que
cuerpo de guardias, y premiado de la profesión se formaban algu­
por sus obras con medalla de oro nas gentes en esa época, com o su­
por S. M. el Rey, encontramos en el cede aún, entre los individuos in­
cuarto párrafo del caoítulo prim e­ cultos.
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Refieren las consejas que no fal­ Mas, por fortuna, los gobiernos
taba quien se imaginase al V eteri­ de entonces y la clase culta de la
nario como un Jayán capaz de de­ sociedad que veían la importancia
tener con la soga al potro salvaje de la nueva carrera, la impulsaban
o al toro bravio, y de amansar con aprovechando a la vez sus servi­
las piernas al más indómito de los cios. Así fue como el Concejo Mu­
mulos. Y que no eran raros tam­ nicipal de Bogotá estableció la O fi­
poco quienes mostrasen su hilari­ cina de Inspección de Carnes en la
dad al recibir del médico de su ciudad, mediante el Acuerdo nú­
gozque, vaya de ejem plo, el diag­ mero 29 del año de 1890.
nóstico de una pneumonía, o la A la sazón vieron la luz pública,
prescripción de unas cucharadas, el importante “Tratado de Veteri­
como si los pulmones, sus enfer­ naria práctica” de Ifigenio Flórez
medades y esa vieja medida poso- } el “ Manual de Medicina Veteri­
lógica, fuesen patrimonio exclusi­ naria” de Eladio Gaitán, prologado
vo del hombre. este último en Bogotá, con fecha 16
Y ya que de esto hemos hablado, de enero de 1893, por nuestro in­
nos parece oportuno hacer notar mortal Pombo, quien en uno de sus
que la misión del Veterinario ac­ apartes, con su acatada pluma nos
tual no termina en la práctica cu­ dice: “ No sólo ha creado el Señor
rativa de las enfermedades; ni en f los animales para servicio y ali­
la sanidad animal o Policía Veteri­ mentación del hombre y para su
naria, la cual tiene por objeto la recreo y compañía, imponiéndonos
lucha contra las epizootias y enzoo­ desde luego el correlativo deber de
tias nacionales y la prevención de velar por ellos como miembros de
las exóticas; ni en la inspección sa­ nuestra familia; no sólo son nues­
nitaria de las carnes y de las le­ tros consocios, cooperarios de nues­
ches con sus respectivos derivados, tra fortuna, cuya parte de benefi­
para proteger al hombre y a los cios es criminal rehusarles, sino
animales mismos de los peligros que, por su analogía con nosotros,
que esos alimentos entrañan, cuan­ la ciencia estudia en ellos, a costa
do son impropios para el consumo; de su tormento y vida, nuestras
ni tampoco en su función zootéc­ enfermedades y cómo curarlas o
nica, cuyo fin principal es el m e­ precavernos de su azote; y el mun­
joramiento de las razas. Los efec­ do animal es como una escuela im­
tos de su misión son tan varios, que personal pero viviente que el Crea­
alcanzan hasta la vida social del dor nos proporciona para el des­
hombre ,pues despierta su sensi­ apasionado ejercicio de la inteli­
bilidad en favor de los brutos que, gencia y de la virtud. De aquí la
sujetos a nuestro arbitrio, nos sir­ universal invención del apólogo y
ven unos como alimento, mientras su notoria eficacia entre los racio­
otros nos acompañan y nos recrean nales” .
como el oerro faldero, la vaca no­ Hasta aquí el prólogo. Pero, aun­
driza y el caballo, príncipe de los que pueda parecer demasiada esta
irracionales. recordación exquisita, no resisti­
El continuo trato con los anima­ mos a la tentación de transcribir
les y especialmente con los enfer­ unas líneas más, que vendrán de
mos, en vez de empequeñecernos perlas en nuestra hora presente. El
depura nuestros sentimientos y nos siguiente párrafo empieza: “ Más
enaltece el espíritu, de tal suerte aun: suele el bruto hacer de su ins­
que, plagiando el viejo refrán, po­ tinto m ejor uso que el racional de
demos decir también: díme qué su libre albedrío, o éste suele ser­
trato das a tus bestias y te diré virnos en contra del deber, de la
quién eres. razón y de nuestro propio interés” .
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¿ Y a qué otra cosa, preguntamos ciudades del país, el servicio de


(si se nos perdona la disgresión), Inspección de alimentos de origen
v. qué otra cosa suele conducirnos animal que, aunque todavía es in­
el mal em pleo de nuestro libre al­ completo, con un mayor número de
bedrío, si no es, dentro de los peo­ veterinarios oficiales llegará a ser
res males, a la reconstrucción de la en poco tiempo, com o en otros paí­
vieja “ Torre de Babel” , corrobora­ ses, la base más sólida de nuestra
da por tamaña desdicha com o la higiene pública.
guerra actual? Mientras algunos Mediante el examen de las reses
sabios, com o nuevos Pilatos, bajo de carnicería han logrado descu­
las Sinagogas de la Ciencia, siguen brir la existencia de enfermedades
interrogando: ¿y qué es la Verdad? hasta hace poco tiempo desconoci­
Nos es muy grato dejar constan­ das entre nosotros, como la Cisti-
cia, com o lo hacemos, de nuestra cercosis bovina, y aconsejar su pro­
gratitud y respeto hacia aquella filaxia, igual que la de otras, como
avanzada científica que nos prece­ la Cisticercosis del cerdo, logrando
dió en la lucha y que, a pesar de así la disminución de los decomisos
los aos, nos alienta con su ejem plo por esta causa.
al cumplimiento de nuestra noble En cuanto a la sanidad animal o
misión. Policía Sanitaria, lo mismo que en
La segunda época de nuestra fa­ la parte Zootécnica, mediante al­
cultad, a la cual nos cupo la suerte gunas leyes y la organización dada
de pertenecer, se ha venido des­ por el Departamento de Ganadería,
arrollando metódicamente, bajo-'el los veterinarios encargados de v i­
cordial amparo de distintos go­ gilar la sanidad de los animales do­
biernos. mésticos que se introduzcan o sal­
Dejem os a los que nos suceden gan del país, han logrado quizás
en la faena, el balance de su ac­ precaver a nuestras reses de graves
tuación hasta nuestros días. Por enfermedades exóticas, como el
ahora nosotros, para ser breves y m uermo, la durina, la fiebre af-
no herir modestias, nos abstenemos tosa, etc., que por fortuna no se
de incluir en esta reseña, los m últi­ han encontrado hasta el presente.
ples e importantes trabajos realiza­ Igualmente las Comisiones de
dos en nuestra Facultad, y los nom ­ Veterinarios regionales estableci­
bres de sus autores ya que, por otra das con el encargo de resolver con­
parte, son conocidos no solamente sultas y de atender al m ejoram ien­
en nuestro país, sino también en los to de los ganados, teniendo en
más importantes de las Américas, cuenta las condiciones climatéricas
mediante la difusión de la R EVIS­ y geográficas del país, dirigen la
T A DE M EDICINA VETERIN A­ selección procurando la conserva­
R IA que, dicho sea de paso, goza de ción de nuestros m ejores tipos, a la
gran prestigio y estimación en di­ vez que establecen puestos gratui­
ferentes centros científicos y cul­ tos de monta e indican las razas
turales. más convenientes a cada región,
Dentro de la orientación general con lo cual a paso lento, como es
que en los últimos años ha tenido natural en esta clase de explotacio­
nuestra Facultad de M edicina V e­ nes, se viene enriqueciendo la ga­
terinaria, se han venido desarro­ nadería nacional.
llando tres especialidades: Higiene, La práctica de la Medicina y Ci­
Medicina, Cirugía y Zootecnia. rugía ha tenido lugar en los escasos
Con el progreso actual de Colom ­ consultorios particulares del país y
bia les ha tocado a los veterinarios principalmente en las clínicas de
higienistas, organizar en distintas la Facultad, de cuya copiosa esta-
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dística llaman la atención las_4.n- Claudio Bernard, es uno de los fun­


vestigaciones bacteriológicas, de dadores de la Fisiología; Arloing,
química biológica, sobre protozoa- uno de los padres de la bacteriolo­
rios y metazoarios, sobre horm o­ gía, preconizó la generalización de
nas, inserminación artificial y en los métodos antisépticos contra la
fin, la preparación de Anti-Virus gangrena y la septicemia puerpe­
para el tratamiento de la otitis ral, dolencias que en aquellas épo­
canina, piodermitis y osteomielitis cas sembraban la muerte en los
equinas, de vacunas contra la ne- servicios de Cirugía y en las ma­
crobacilosis bovina y las infeccio­ ternidades; Leclainche y Vallé, que
nes Coli-Bacilares de los terneros. prepararon el suero polivalente
Por otra parte, el sinnúmero de gracias al cual' los cirujanos pudie­
tratamientos médicos y quirúrgicos ron salvar millares de heridos en
realizados en la Facultad, con su la guerra mundial; Guerin, que con
notable porcentaje de éxitos, ha el médico Calmett creó la vacuna
contribuido grandemente a que el antituberculosa “B. C. G .” , hoy de
público ya no recurra al tegua o aplicación universal; Ramón, in­
abandone a su propia suerte a sus venta las anatoxinas y abre a la
animales enfermos. inmunología una vía fecunda. A
Los mejores frutos de la M edici­ tan selecto grupo, bien podríamos
na Veterinaria en Colombia, se los agregar nosotros muchos nombres
debemos, pues, a nuestra amada más que callamos, pero que recor­
Facultad, que en el mes de mayo damos con respeto y orgullo en los
de 1941 conm em oró sus primeros órganos de divulgación científica y
veinte años de vida. en los textos de enseñanza de nues­
Séanos permitido ahora también, tra profesión.”
cumplir con el grato deber de re­ Y, antes de terminar demos una
cordar los nombres de aquellos mirada hacia el porvenir de la Me­
apóstoles de la ciencia que, en otros dicina Veterinaria en Colombia
lugares del mundo y bajo el hon­ que, mediante el decisivo impulso
roso título de M édicos Veterina­ que le ha dado la Universidad Na­
rios, han enriquecido con sus tra­ cional, proveyéndola de hermosos
bajos las ciencias médicas, contri­ y cóm odos edificios para su funcio­
buyendo así, al bien social de la namiento en la Ciudad Universita­
humanidad. ria y dotándola al mismo tiempo de
Y nada m ejor nos parece, para Laboratorios que, como el de In­
realizar este propósito que trans­ vestigaciones Bacteriológicas, per­
cribir aquí uno de los párrafos del mite no solamente los trabajos de
magistral discurso pronunciado por diagnóstico de las enfermedades
el doctor Felipe Erdmann, el 18 de microbianas, sino también la prác­
febrero de 1940 en la ciudad de La tica de la terapéutica biológica, con
Plata, en la República Argentina, la producción de sueros, vacunas y
con motivo de la celebración del antivirus.
día del M édico Veterinario. Des­ Y, por último, elevada ya al ran­
pués de citar los más antiguos nom ­ go de Facultad Mayor, se ha abier­
bres de veterinarios ilustres, conti­ to, no sólo a la juventud colom bia­
núa así: na sino a la de algunos países de
“ Nocard, verdadero maestro de Sur Am érica que han sabido distin­
la palabra, que descubrió los agen­ guirla con el envío de estudiantes,
tes patógenos de graves enferm e­ un brillante porvenir científico ca­
dades de los equinos y bovinos, fue paz de hacer olvidar el modesto ga­
quien preparó los primeros caba­ je personal que, por otra parte, casi
llos productores de sueros inmuni­ nunca persiguen los verdaderos
zantes; Chauveu, con el Médico apóstoles de la ciencia.

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