Ensayo ¿ Cuál debe ser el rol de la Administración Pública en el nuevo Chile que saldrá de la nueva Constitución?
Nombre: Giannella Baeza
Sección: 2 Profesor: Jorge Olguin La Constitución Política en varios artículos se refiere a diversos órganos ú servicios que configuran la Administración y que podrían constituir la base para una clasificación de los entes administrativos. Hay que tener presente, sin embargo, que la mención que el constituyente hace de los órganos públicos parece tener un significado diverso en muchos casos, de aquel que le ha dado el legislador y, por otra parte, en algunos casos parece no ajustarse a la realidad legislativa de nuestro país de los últimos treinta años. El rol de la administración pública tendrá que ser más activo, que contribuya hacia una mayor credibilidad hacia el sector político, para resguardar el buen funcionamiento de las instituciones y los nuevos deberes y derechos que traiga la nueva constitucion. Creo que una administración pública eficiente es fundamental para que funcione realmente la nueva constitucion. Asi mismo el perfeccionamiento de políticas y prácticas para una mejor gestión de personas en la administración Civil del Estado. Por lo que la administración pública tendría que ajustarse a las nuevas leyes que conllevará la nueva Constitución para así poder seguir resguardando el buen funcionamiento de todos los servicios públicos, además de los nuevos deberes y derechos que tendrán los trabajadores.Ya que su principal objetivo es a nivel organizacional, por lo tanto que se cree un organismo de coordinación que acompañe a la nueva reforma de constitucion sería lo más eficiente en lo que se puede contribuir, una organización que opere con cada ministerio, un apoyo extra, papeleo, proyectos pendientes; así fomentar el funcionamiento de un gobierno eficaz.
Un Nuevo Pacto Social en la Administración Pública Chilena se debe traducir
en un aparato público estructurado pensando en las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas a las que atiende. Requiere de instituciones públicas con funcionarios y funcionarias comprometidas con su trabajo, y que entiendan que la razón de ser de su actuar debe estar puesto en quienes requieren resolver sus problemas y carencias. Requiere una articulación adecuada entre el conocimiento propio de la organización, con los lineamientos generales propuestos por quienes son electos a través del proceso democrático. Implica un uso transparente del gasto público, donde cada chileno sepa y entienda por qué y en qué se destinan los recursos que ellas y ellos mismos entregan. El proceso de digitalización que se ha desarrollado en Chile desde ya hace varios años, ayudará mucho en este nuevo modo de relación, pero de nada servirá si no se logra generar una gestión pública sólida, basada en el mérito, transparente, que dé cuenta de la diversidad de nuestro país, sujeta constantemente al escrutinio y la evaluación, y participativa. Esto último evidencia que finalmente la administración pública debe servir para articular las necesidades cotidianas de las y los ciudadanos con los programas de gobierno. La o el funcionario público es un catalizador en esta relación.
Finalmente, esta coyuntura en la que nos encontramos debe llevarnos a
plantear preguntas fundamentales respecto del modo en que se estructura el poder ejecutivo, haciéndonos reflexionar respecto de la pertinencia de los ministerios existentes, la necesidad e impacto de algunos programas públicos, la estructura de poder en el nivel subnacional y, por cierto, las capacidades, competencias y recursos que deben o deberían poseer los gobiernos locales. La administración pública chilena puede ver en esta coyuntura, un momento único para reformarse a partir de principios de transparencia, eficiencia, empatía y ética del servicio público, para dejar de ser una fuente más de tantos abusos que hemos tenido que sufrir como chilenas y chilenos.
La Constitución señala que existirá una Administración Pública que deberá
propenderse a que sea funcional y territorialmente descentralizada.