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La libertad es una facultad de la voluntad como capacidad de elección sin que nadie la
determine y actúa sólo en función de sus propias deliberaciones. Los antiguos la
llamaban libre albedrío o también libertad de elección o de querer. Esta autonomía de la
voluntad que es la libertad, constituye al ser humano en persona como sujeto de la acción
moral y afirma su dignidad como ser corporal y espiritual. En la medida que una persona
es más reflexiva y sabe dar buenas razones sobre su conducta, y sobre el mundo que la
rodea, será más libre ya que las posibilidades de su elección, serán mayores, por eso la
filosofía nos enseña que el ser humano está abierto al mundo. Al elegir unas
posibilidades, se renuncia a otras y además se ha de justificar esa elección. Una acción
será más libre, cuanto más creativa y justificada sea.
Justificación de la respuesta:
Viendo estas dos formas pensamos que la libertad de hacer garantiza la realización de
estos derechos. Su valor debe quedar reconocido en el derecho positivo que son las leyes
que regulan los Estados. Si el Estado aún no los reconoce, funcionan como exigencias
morales que los individuos deben reclamar a los poderes públicos. Si las leyes del Estado
los reconocen, funcionan como garantías legales que el Estado debe proteger. Por esta
razón las libertades se igualan a los derechos. El estado que respeta las libertades,
respeta los derechos, se conoce con el nombre de Estado de derecho. Ya que ambas son
de carácter importante en la vida del ser humano lo cual ambas nos rigen con un solo
objetivo conseguir el bien.
6) ¿Defina que es un hábito?
El carácter automático del habito implica una ventaja y al mismo tiempo una desventaja.
En efecto ese automatismo deja libre nuestra mente para atender tareas que exigen
esfuerzo intelectual. Este asi como pueden ejecutarse al mismo tiempo dos actividades
diferentes; una intelectual que requiere atención sostenida, y otra habitual que realiza
mecánicamente y sin prestar atención, mientras comemos, conversamos da arte con un
amigo; al escribir, al escribir nos concentramos en las ideas que estamos desarrollando y
no en el aspecto mecánico de la escritura, cosa que ya es en nosotros un hábito. Son los
hábitos muy útiles en la vida humana, a condición de que el sujeto no sea esclavo de
ellos, sino que sepa aprovecharlos y los asegure siempre bajo control consciente.