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EL “INVIERNO BOLIVIANO”

PRECIPITACIONES ESTIVALES EN EL ALTIPLANO CHILENO

Frecuentemente a la zona ubicada entre los paralelos 18° y 23° Sur en el norte
de Chile, se la describe como la región más árida del planeta y monótonamente regular,
en cuanto a las situaciones meteorológicas que la afectan. Esto parece ser
universalmente válido hasta que casi todos los años la prensa regional y nacional da
cuenta de un suceso que se desarrolla avanzada la primavera y particularmente en
verano. Este suceso que altera la vida cotidiana, las vías de comunicación terrestre, los
cultivos y hasta la propiedad habitacional, se conoce como “Invierno Boliviano” y afecta
una gran extensión del norte grande, el Altiplano chileno.

La zona altiplánica, comprende las áreas ubicadas sobre los 1500 metros sobre
el nivel del mar de las Regiones I y II del país, donde las precipitaciones anuales
alcanzan promedios de aproximadamente 300 mm., las que caen en su mayoría, en la
época de verano, lo que les da la característica de precipitación estival.

Normalmente, en la zona del Ecuador, donde existen centros de bajas presiones


en superficie, el aire asciende y sobre los 3000 metros de altura se desplaza hacia el
Norte y el Sur respectivamente en cada hemisferio y además adopta una componente
Oeste a Este, descendiendo a la altura del paralelo 30º. Desde aquí el viento en
superficie se desplaza nuevamente hacia el Ecuador, tomando una componente del
Sureste, dando origen a los vientos Alisios y cerrando una celda de circulación
denominada celda de Hadley. En las latitudes 30º, se generan centros de altas
presiones en superficie, uno de los cuales se localiza en el Océano Pacífico, frente a la
costa norte de Chile, denominado Anticiclón del Pacífico; otro similar se forma en el
Atlántico o anticiclón del Atlántico.

Este modelo de circulación hace


que en las Regiones I y II y sobre los
2000 metros de altura normalmente
circula viento desde Noroeste y Oeste.
En verano, esta circulación se modifica
levemente, pero produciendo variaciones
importantes en sectores específicos
(Figura 1). Los anticiclones se desplazan
un poco hacia el sur y el descenso de
aire en su interior (subsidencia) es menos
intenso; además que el sol por estar más
cercano al trópico de Capricornio,
calienta más las laderas occidentales de
la Cordillera de Los Andes, aumentando
la convección, en la forma de ascenso de
aire y transporte de energía desde la
superficie hacia arriba.
En la parte central de Sudamérica, se produce un flujo de aire húmedo
proveniente del Océano Atlántico que cruza la cuenca amazónica cargándose aún más
de humedad y produciendo intensas precipitaciones sobre la foresta amazónica (Figura
2).

Fig. 2: Corte transversal de la Cordillera de los Andes a los 15ºS

Una alta evapotranspiración hace que esta humedad vuelva rápidamente a la


atmósfera. Este flujo de aire húmedo se enfrenta finalmente con el sector oriental de la
Cordillera de los Andes y es forzado a ascender. La humedad se condensa formando
nubes cumuliformes de gran desarrollo vertical que producen la precipitación, muchas
veces de carácter local o aislado. Se ha podido establecer también que éstas son más
intensas y frecuentes después del mediodía, cuando la convección es mayor.

El ciclo anual de precipitaciones de estaciones meteorológicas del altiplano,


indica un marcado aumento de la precipitación en la estación de verano, con un máximo
en Enero y una precipitación muy escasa a nula en invierno (Figura 3). El período de
precipitaciones más importante puede localizarse entre noviembre y febrero.
Parinacota Santiago (Qta Normal)
Lat: 18º12' S Long: 69º16' W Alt: 4390 m Lat: 33º26' S Long: 70º41' W Alt: 520 m
120 120
Precipitacion (mm)

Precipitacion (mm)

100 100
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
may
jun
jul

oct
ene

nov
dic
mar
abr
feb

ago
sep

may
jun
jul

oct
ene

nov
dic
mar
abr
feb

ago
sep

A partir de marzo, la circulación del oeste en niveles altos se restablece y la


radiación solar es menor, con lo que la convección sobre la cordillera disminuye hasta
desaparecer.

Concluyendo, se debe señalar que este suceso está mal llamarlo “Invierno
Boliviano”, por cuanto afecta preferentemente al territorio altiplánico chileno ubicado
aproximadamente entre los paralelos 17° 30’ y 21° S. Lo correcto sería denominarlo
“Precipitaciones estivales en la zona altiplánica de Chile”.

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