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Mamá, ¿soy gorda?

: cómo abordar el tema de la apariencia física con los


hijos
Cuando los niños les preguntan a sus padres, deben contestar. La psicóloga Annie de Acevedo
cuenta que no hay que esperar a que sean adolescentes para hablarles de lo físico. Este asunto
debe discutirse de forma natural.
Cuando los hijos buscan respuesta sobre cómo se ven es necesario hablarles y contestarles. Un
reciente estudio, hecho en Inglaterra, en el cual participaron 17.000 niños, mostró que dos tercios
de las niñas entre 10 y 11 años se sienten “gordas”. Otros estudios también evidencian que una de
cada cuatro niñas de 7 años ya ha ensayado una dieta para adelgazar. Estos datos son alarmantes
ya que la apariencia física es motivo de gran preocupación de los niños y adolescentes.
Parece ser lo normal que no les gusta ver cómo se ven y que no están muy contentos con su
cuerpo y su apariencia. La investigación científica muestra claramente la relación entre una
imagen corporal negativa y una baja autoestima, es por esta razón que los padres deben enfrentar
esta problemática hablando y comentando de frente con sus hijos las preocupaciones que estos
tengan sobre su físico. Es importante no decirles mentiras sobre cómo se ven y más bien
preguntarles qué es "gordo" para ellos. ¿Qué significa para ti estar gordo o con sobrepeso?
Dependiendo de la respuesta hay que decirles que se habla mucho de la silueta y la gordura en los
medios, pero lo importante no es esto sino estar sanos por dentro y por fuera; es decir, sin
sobrepeso.
Celebren con sus niños y niñas todo lo que puedan hacer con su cuerpo y no se concentren tanto
en cómo luce ese cuerpo. Aquí se puede hacer énfasis en el ejercicio físico y los deportes al aire
libre. Los padres tampoco deben hablar excesivamente sobre su peso y sus dietas ni sobre sus
preocupaciones sobre su ropa porque inmediatamente el niño va intentar imitar lo que dice y hace
el adulto. Un niño que vive inmerso en una casa donde todo el día este tema del peso y la
apariencia personal predomina se preocupará en exceso por su peso y apariencia.
Las niñas entre 9 y 11 años, son más propensas a sentirse gordas ya que antes y después de la
pubertad les sale barriga. El contrapeso se hace mostrándoles cómo están cambiando y cómo
seguirá cambiando su cuerpo y comentando lo emocionante que es esta aventura de convertirse
en pequeñas mujercitas. Aquí, les aconsejo que expongan a sus niñas a bastante actividad física,
puede ser algún deporte, juegos al aire libre o una manualidad que implique que no estén pegadas
al internet. Sabemos que en las redes sociales estarán expuestas a cuerpos perfectos que harán
que cada día se sientan más inseguras sobre su propia apariencia. De igual manera, no hable en
exceso de lo linda y bella que es su hija. Concéntrese en sus destrezas, habilidades, talentos,
buenos hábitos y su personalidad emergente. Alabe su apariencia física solo cuando la vea bien
arreglada o cuando se haya esmerado en verse linda y bien arreglada con ropa nueva para un
evento especial.
No se debe esperar a que los niños sean adolescentes para hablarles de lo físico. Este debe ser un
tema que se discuta en forma muy natural. A los adolescentes se les debe hablar sobre los
modelos, que se ven perfectos en las propagandas, pero que en la realidad lo que ven es producto
del photoshop y otros arreglos que se pueden hacer con las herramientas tecnológicas.
Algo que no se puede hacer es burlarse de su físico, o llamarlos por apodos como gordo, flaquis,
llantic. Todos esos deben evitarse pues son muy dolorosos y le hacen mucho daño a la autoestima.
En la adolescencia, la tendencia es a exagerar cualquier defecto físico, así sea un grano pequeño
en la barbilla. Con ellos toca hacer el ejercicio de buscar y resaltar lo que tienen bonito: “Mira tus
ojos, son de un color precioso”, “tus manos son finas, muy delgadas”. Hay que enseñarles a
agradecer lo que tienen positivo y bello en su cuerpo para no dejarlos caer en la tentación de
agrandar cualquier defecto por pequeño que sea.
Para concluir, los hijos imitan el 90 por ciento de lo que hacen sus padres, por lo tanto todo lo que
ustedes hablen sobre sus cuerpos, su peso, las dietas que practican, lo cómodos e incómodos que
estén con sus cuerpos y qué tanto valor les dan a la estética, pues eso va a determinar en gran
medida la percepción que tenga el niño de su imagen corporal. Obviamente, la imagen física es
muy susceptible de ser criticada. No caigamos en esta trampa y acostumbrémonos a hablar
positivamente de la apariencia y de la personalidad de la gente. Muéstrele a sus hijos que hay una
belleza interior que merece ser rescatada y contemplada.

Un problema de peso
Más de la mitad de los colombianos tienen sobrepeso u obesidad. Un informe para reflexionar
sobre esta enfermedad y cómo combatir este grave problema de salud pública.
Sobrepeso en Colombia: más del 50% de los ciudadanos tienen obesidad.
Las cifras no mienten. Desde 2005, cuando el país comenzó a realizar estudios serios para conocer
el estado de la salud nutricional de sus habitantes, el sobrepeso y la obesidad han ido en aumento.
Hoy, según la cifra que arrojó la última encuesta de situación nutricional (Ensin) en 2015, más de la
mitad de los colombianos (56.4 por ciento) tienen sobrepeso u obesidad.
Este panorama evidencia un problema serio debido a que la obesidad y el sobrepeso son una
enfermedad y un factor importante de riesgo en la aparición de muchas dolencias costosas y
letales, como la hipertensión, la diabetes, el infarto, la insuficiencia renal, la enfermedad
cerebrovascular y por lo menos ocho tipos de cáncer, entre los que están los de mama, esófago,
riñón y útero. Aunque en gran parte los casos de obesidad y sobrepeso están ligados a la cultura y
a los estilos de vida de cada cual, y por lo tanto pueden modificarse.

El costo de la obesidad: un país pierde 3.3% de su PIB al año por atender esta enfermedad
prevenible
La epidemia de sobrepeso y obesidad, además de reducir la esperanza de vida y limitar el
desarrollo social de las personas, tiene un impacto económico negativo, informó la Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La obesidad, causante de diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, reduce la esperanza
de vida y sale cara, pero invertir dinero en prevenirla es lo más rentable, según un informe
publicado el jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Así, por cada dólar invertido se recuperan hasta 6 dólares, según los análisis de la institución.
Hoy el sobrepeso supone el 70 por ciento de los costos de los tratamientos de diabetes, del 23 por
ciento de los destinados a las enfermedades cardiovasculares y del 9 por ciento de los empleados
contra el cáncer en los 36 países miembros de la OCDE. La organización estima que estas variables
le costarán alrededor de 425.000 millones de dólares anuales a cada uno de los 52 países
analizados, en las próximas tres décadas.
De aquí a 2050, se producirán 92 millones de muertes prematuras relacionadas con enfermedades
ligadas con la obesidad en los países de la OCDE, el G20 y la UE, según este informe. México será el
país que sufrirá la mayor reducción de esperanza de vida debido a la obesidad (-4,2 años). Le
siguen Rusia y Polonia (-3,9 ambos) y Estados Unidos (-3,7). Japón (-0,9) e India (-1,1) cierran la
lista.
Más de la mitad de la población de 34 de los 36 países miembros de la OCDE padece sobrepeso y
prácticamente una de cada cuatro personas es obesa. La tasa de obesidad de los adultos en la
OCDE pasó de 21 por ciento en 2010 a 24 por ciento en 2016, es decir, 50 millones de personas
más. En 2016, la obesidad afectaba al 28,9 por ciento de los adultos en México, al 28,3 por ciento
en Argentina, al 28 por ciento en Chile y al 23,8 por ciento en España, mientras que el promedio en
los 36 países era de 23,2 por ciento.
Estados Unidos destina el 14 por ciento de su presupuesto de salud a la obesidad, al sobrepeso y a
las enfermedades cardiovasculares, esto es, 645 dólares por habitante por año, mientras que
México destina 9 por ciento (62 USD) y España 10 por ciento (228 dólares).
Contra la obesidad, la OCDE recomienda reducir 20% de la ingesta de calorías contenidas en
alimentos ricos en azúcar, sal y grasas saturadas, lo que podría evitar 1,1 millones de casos de
enfermedades crónicas anuales, según un análisis en 42 países. La medida permitiría un ahorro
presupuestario de 13.200 millones de dólares anuales y un aumento de 0,5 por ciento del PIB.
Día Mundial contra la Obesidad: 7 mitos que afectan nuestra "guerra contra los rollitos"
Desde la idea de que la obesidad es una elección o que todos los obesos están fuera de forma: los
esfuerzos para combatir la epidemia de obesidad se relacionan con conceptos erróneos. Estos son
algunos de los mitos más comunes.
La obesidad global casi se ha triplicado desde 1975, según las cifras más recientes de la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
La agencia de la ONU estima que más de 1.900 millones de adultos tuvieron sobrepeso en 2016.
De estos, más de 650 millones eran obesos.
Estas cifras ayudan a justificar por qué autoridades en varios campos hablan de una "epidemia de
obesidad" que, según la ONU, está matando a cerca de tres millones de personas al año, y cuyo
costo anual ronda los US$2 billones (según un estimado de 2014 de la firma estadounidense
McKinsey).
Científicos y encargados de formular políticas advierten que los esfuerzos para abordar la obesidad
se ven frustrados por conceptos erróneos y prejuicios, pero ¿qué se ha probado hasta ahora que
sea verdadero o falso en torno a la obesidad?
"La obesidad es una elección, no una enfermedad"
Estados Unidos es uno de los países más afectados por la epidemia de obesidad. Las autoridades
sanitarias estadounidenses estiman que más del 36% de la población ahora es obesa.
La Asociación Médica Estadounidense considera que la obesidad es una enfermedad desde 2013.
Aun así, una encuesta de 2018 llevada a cabo por Medscape, un portal de noticias destinado a
profesionales de la salud, halló que 36% de los médicos y 46% de las enfermeras en el país
pensaban lo contrario.
Y 80% de los médicos respondió que las elecciones de estilo de vida eran "siempre o con
frecuencia" la causa subyacente de la obesidad.
Sin embargo, un informe publicado en septiembre de la Sociedad Psicológica Británica declaró
enfáticamente que "la obesidad no es una ‘elección‘"."La gente tiene sobrepeso o se vuelve obesa
como resultado de una combinación compleja de factores biológicos y psicológicos combinados
con influencias sociales y ambientales", dice el reporte.
"La obesidad no se debe simplemente a la falta de voluntad de un individuo".

"No tiene que ver realmente con la genética"


Investigaciones científicas han identificado vínculos genéticos con la obesidad desde la
década de los 90.
En julio pasado, un equipo de investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y
Tecnología concluyó que la gente genéticamente predispuesta corre un riesgo mayor de
tener un índice de masa corporal (IMC) elevado, sobre todo en décadas recientes.
El IMC es la forma más estandarizada de medir si nuestro peso es saludable y se calcula
usando nuestro peso y altura.
El equipo analizó una muestra de casi 119.000 personas en Noruega a quienes les habían
medido repetidamente su IMC.
Encontraron que el IMC había aumentado sustancialmente en la población noruega a lo
largo de las décadas, pero que la genética había hecho que algunos noruegos ganaran más
peso.
"Hoy, la predisposición genética haría que, en promedio, un noruego de 35 años de altura
promedio sea 6,8 kilos más pesado que sus (genéticamente protegidos) pares", le dijo a la
BBC Maria Brandkvist, una de las investigadoras del equipo.

"Tener sobrepeso siempre hará que estés menos saludable"


La relación entre exceso de peso y complicaciones de salud es bien conocida y está probada.
Pero un número creciente de estudios está cuestionando si tener sobrepeso o ser obeso es en
todos los casos peligroso para la salud.
En 2012, la Sociedad Europea de Cardiología publicó el mayor estudio que se haya hecho hasta la
fecha y reveló una "paradoja de la obesidad".
Descubrió que alguna gente puede ser obesa pero metabólicamente saludable y estar en forma, y
que no corre más riesgos de desarrollar o morir a causa de una enfermedad cardiovascular o de
cáncer que la gente de peso normal.
Tampoco sufren de condiciones como colesterol alto o presión alta y tienen una mejor condición
física que otros obesos.
"Se sabe que la obesidad está vinculada a un gran número de enfermedades crónicas como
problemas cardiovasculares y cáncer".
"Sin embargo, parece que hay un subgrupo de obesos que parecen estar protegidos de
complicaciones metabólicas vinculadas a la obesidad", señaló Francisco Ortega, investigador de la
Universidad de Granada en España, y autor principal del estudio.
"Los médicos deberían tomar en cuenta que no todos los obesos tienen la misma prognosis".

"La obesidad es solo un problema en países ricos"


Mientras que muchos países desarrollados tienen altos índices de obesidad, una mirada
al ranking mundial sobre obesidad podría sorprenderte.

En términos de prevalencia de la obesidad, los países más afectados son Islas del
Pacífico (en Samoa Estadounidense, cerca del 75% de la población es considerada
obesa).

Es verdad que estas naciones tienen poblaciones muy pequeñas, pero los países en
desarrollo están cada vez más teniendo problemas de obesidad. En Egipto y Turquía, el
32% de la población es obesa, según datos de 2016 de la OMS.

De hecho, estudios muestran que las personas con ingresos más bajos son las más
vulnerables a la obesidad.

"La obesidad es producto de la desigualdad social. En EE.UU. el estado más ‘obeso‘,


Arkansas, es también el cuarto estado más pobre, y el más pobre, Misisipi, es también el
tercero más obeso", dice Martin Cohen, autor de "I Think Therefore I Eat", un libro sobre
sociología de la comida.

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