ISBN 978-84-393-8235-5
9 788439 382355
SANT PERE DE RODES,
LUGAR DE PEREGRINACIÓN
4 Biblioteca de Catalunya. Dades CIP:
Masmartí i Recasens, Sònia
Sant Pere de Rodes, lugar de peregrinación
Bibliografia
ISBN 9788439382355
I. Catalunya. Departament d’Innovació, Universitats i Empresa II. Títol
1. Sant Pere de Rodes (Monestir) – Història 2. Pelegrinatges cristians –
Catalunya – Història 3. Camí de Sant Jaume – Catalunya – Història
726.7(467.1 EmA Sant Pere de Rodes)(091)
© Generalitat de Catalunya
INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Un monasterio de leyenda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
Prólogo 11
Josep Pla, al hablar de Sant Pere de Rodes en su famosa Guia de Catalunya (1971), se lamentaba
del hecho que “tot està molt malmenat” (‘todo está muy estropeado’). Casi cuatro décadas más
tarde, la situación es bien distinta. Pla ya no se expresaría en estos términos, y admiraría el es
tado actual de un monumento ilustre por su historia y digno de ser visitado sin nostalgia por lo
mucho que se había deteriorado.
Sin embargo, al igual que la restauración de un conjunto monumental no finaliza nunca por
completo desde el punto de vista arquitectónico, en el plano histórico siempre existen investiga
ciones pendientes por parte de los expertos. La obra que tenéis en vuestras manos se convierte
en una nueva contribución al conocimiento de un monasterio legendario. Sant Pere de Rodes,
por su ubicación privilegiada, constituía un inmejorable lugar de peregrinaje. Entre otros aspec
tos, por la condición del cabo de Creus de ser una especie de finis terrae oriental de la Península
Ibérica, uno de sus atractivos.
Hoy en día, Sant Pere de Rodes ya no es un destino devocional; el gran impacto que representa
el turismo cultural discurre por otras vías. Pero si buscamos en las palabras turismo y cultura su
denominador común –el conocimiento–, nos interesará una obra que presenta el monasterio
ampurdanés desde el punto de vista del acercamiento de las personas a la divinidad, lo que
permite una mejor comprensión de las mentalidades colectivas que han ido configurando la
historia.
Este año, la coincidencia con la inauguración de la ruta del camino de Santiago que se inicia en
Sant Pere de Rodes convierte la edición de esta obra en un hecho especialmente oportuno. Hay
que felicitar a la autora y desear que su trabajo contribuya a la difusión y al prestigio de uno de
nuestros conjuntos monumentales más emblemáticos.
A orillas del mar, donde la cordillera de los Pirineos viene a morir, en la sierra de Ver
dera, se yergue el monasterio de Sant Pere de Rodes desde hace más de un milenio.
Todo en esta abadía nos habla de un pasado grandioso: panteón de los condes de Em
púries; custodia, según la leyenda, de la cabeza y el brazo derecho del apóstol Pedro;
sede de un gran scriptorium; con una portada del Maestro de Cabestany que daba acceso
a una iglesia románica casi única por su clasicismo y su verticalidad.
UN MONASTERIO DE LEYENDA
El monasterio de Sant Pere de Rodes, se encuentra situado en uno Gerión, temeroso de que la estirpe del rey Túbal, a quien él había
de los lugares más privilegiados que la naturaleza puede ofrecer, destronado, pudiera derrotarlo algún día, decidió matar a la prin-
en un entorno de montañas agrestes rodeadas del mar embraveci- cesa heredera, Pirene. La joven huyó, buscando refugio en los den-
do del norte del cabo de Creus. Inmerso en un clima de aires fan- sos bosques que unían el Mediterráneo con el Cantábrico, pero el
tásticos, marcado por la alternancia de nieblas y fuertes ventoleras malvado Gerión, mientras la perseguía, prendió fuego a esa selva.
de tramontana, encarado al norte y a levante y a menudo castigado Cerca de allí se encontraba Heracles, quien, al ver el gran incen-
por los temporales, de entrada, el lugar donde está construido no dio y oír los lamentos de la muchacha, que había sido alcanzada
es un espacio amable. Resulta fácil preguntarse qué misteriosa por el fuego, penetró en los bosques en llamas para rescatarla.
fuerza motivó a los hombres que lo fueron erigiendo a lo largo de La alejó del peligro, pero ya era demasiado tarde. La joven, antes
los siglos a persistir en ese paraje. A día de hoy, aún no conoce- de morir, solo pudo agradecer al héroe su gesto y cederle todo su
mos la respuesta, pero sin duda habrá que buscarla en el hecho reino si vencía a Gerión. El poderoso Heracles elevó los ojos al
de que el monasterio se construyera en un lugar increíblemente cielo, llorando de rabia e impotencia, y, tras depositar el cuerpo de
hermoso, desde el que se domina un paisaje de belleza violen- la muchacha sobre la hierba, empezó a enterrarla amontonando
ta, viva, épica; donde la fuerza de los elementos que enfrentan sobre ella todas las piedras y rocas que pudo encontrar. Así, api-
cielo, mar, viento y montaña influye en un entorno que produce lando montañas sobre montañas, construyó la gran muralla de
un sentimiento global y profundo de admiración y respeto por la los Pirineos. Las últimas piedras del gran mausoleo de Pirene, ya
naturaleza y por los misterios del pasado; el sentimiento que solo dentro del mar, formaron el cabo de Creus.
pueden suscitar esos lugares del planeta que desde la noche de los
tiempos han sido percibidos como lugares sagrados. Al margen de los mitos y leyendas, hoy sabemos que el cabo de
Creus surgió de las profundidades del planeta y que las rocas que
En el corazón del cabo de Creus, el edificio del monasterio nació y constituyen las montañas de la península se formaron hace más de
creció en uno de los paisajes más impactantes del Mediterráneo, 450 millones de años. Por esta razón, este territorio, situado en el
en una península que representa el punto de unión de las rocas extremo oriental de los Pirineos, constituye uno de los conjuntos
y el mar; el lugar preciso donde los Pirineos se adentran en el geológicos más antiguos y de mayor diversidad de Cataluña. Esta
mar y el mar abraza las montañas. Cuenta el mito que el gigante geología excepcional es uno de los rasgos más característicos del pai-
16 El reino de la tramontana saje, modelado a lo largo de milenios por un clima singular, marca-
do sobre todo por la tramontana y la sal de la costa mediterránea.
La ópera Parsifal se estrenó en Alemania en 1883 y treinta años más contaba el pintor Salvador Dalí, quien tenía muy clara la relación entre
tarde, en 1913, se representó en el Liceu de Barcelona. A partir de ese el Santo Grial y los castillos de Quermançó y Sant Salvador de Verde-
momento, se empezó a buscar el mítico castillo de Montsalvat en los ra. Además, para Dalí, la montaña de Sant Pere de Rodes reunía otro
territorios de la Corona de Aragón: en Montsegur, en Montserrat, en atractivo, que era la confluencia en la cima de la cresta de los nombres
Sant Joan de la Penya y también en el castillo de Sant Salvador de Verde- de Salvador y Elena, el suyo y el de Gala, representados por el castillo
ra, el “Mont Salvador”. Entre los seguidores de esta última ubicación se de Sant Salvador y la iglesia de Santa Elena.
en las montañas del norte de la Hispania gótica. Hubo quien iden- mento en que se construyeron la gran cantidad de megalitos que 19
tificó ese castillo con Montsegur o con Montserrat, entre otros pa- hoy podemos encontrar. A lo largo de la historia fue un lugar de
rajes evocadores, pero también hubo personas convencidas de que poblamiento disperso y de pequeñas aldeas que aparecieron en la
el castillo de Montsalvat era el castillo de Sant Salvador de Verdera, Edad Media, siempre ligadas al poder del monasterio de Sant Pere
situado pocos metros por encima de Sant Pere de Rodes.
Sant Pere de Rodes, amo y señor del cabo de Creus
Desde el propio monumento se pueden observar las montañas que
El cabo de Creus ha evolucionado de forma aislada con respecto a constituían las posesiones del cenobio. Desde el castillo de Sant Sal-
los territorios vecinos, convirtiéndose en un espacio diferenciado, vador de Verdera, la cumbre más alta de la región –a 670 metros de
altitud–, se pueden contemplar las demás montañas y el mar que ro-
una península perfectamente definida por un paisaje salvaje, in- dea el cabo de Creus.
hóspito, que ha generado una historia natural y humana propia.
La orografía, la geología y el clima, por un lado, y la comunión
entre la montaña y el mar, por otro, han influido con fuerza en la
formación del entorno, así como en la evolución de los seres vivos
que lo integran. La vegetación actual del cabo de Creus es el resul-
tado de un clima propio, diferente de los territorios que rodean las
montañas, pero también es fruto de la historia de sus habitantes,
condicionados durante siglos por el poder del monasterio. Hoy
hallamos amplias zonas de arbustos y praderas secas, con pocos
árboles a causa de la intensa deforestación que sufrió el cabo de
Creus a partir del siglo xviii, a raíz de la expansión del cultivo de la
vid, que convirtió gran parte del territorio en terrazas construidas
con piedra seca. Una vez extinguido este cultivo, a consecuencia
de la plaga de la filoxera, a finales del siglo xix, los frecuentes in-
cendios impidieron que se volvieran a recuperar los bosques que
antiguamente habían dado topónimos como La Selva de Mar o el
Coll del Bosc (‘collado del bosque’).
I. EL MONASTERIO
DE SANT PERE DE RODES
Las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo hasta Antigüedad y principios de la Edad Media
el momento sobre el monasterio de Sant Pere de Rodes
Los restos más antiguos descubiertos en el monasterio de Sant
sitúan sus orígenes históricos en la época tardoantigua.
Pere de Rodes son varios fragmentos escultóricos y epigráficos de
Los primeros documentos escritos aparecen a finales del
mármol fechados a partir del siglo i de nuestra era. Los vestigios
siglo ix y su era de esplendor se constata desde el año 1000, han ido apareciendo en el transcurso de varias excavaciones ar-
aproximadamente, hasta el siglo xv. Sabemos que a partir queológicas que se han llevado a cabo en el monasterio, o bien
del siglo xvi la abadía de Rodes sufrió graves periodos de han sido localizados en piezas arquitectónicas y decorativas reuti-
decadencia, a causa sobre todo de las frecuentes guerras. lizadas en la Edad Media. La presencia de estos fragmentos en la
A principios del siglo xvii se produjo cierta recuperación abadía plantea la incógnita de si procedían de un edificio situado
económica del cenobio, lo cual repercutió en una en el mismo lugar o se transportaron desde algún enclave romano
próximo, como Roses o Empúries.
ampliación sustancial del recinto monástico; aun así, los
importantes conflictos bélicos que sufrió el país durante
Aparte de estos hallazgos, a finales del siglo xx se localizaron los
los siglos xvii y xviii condujeron al abandono definitivo, restos de un edificio, situado en la parte de levante del monasterio,
en 1798, de su comunidad monástica, que se trasladó a la fechado por los arqueólogos entre los siglos v y vi. La construc-
población de Vila-sacra y, más adelante, a Figueres, donde ción presenta una orientación norte-sur y mide unos 20 metros de
sobrevivió hasta la desamortización de 1835. A partir largo por 5 de ancho. Hasta el momento no se ha podido esclare-
del traslado, las distintas edificaciones de la montaña de cer cuál fue la función de este edificio, aunque se han formulado
Rodes sufrieron una larga época de desmoronamiento y varias hipótesis. Una de ellas, que relaciona la construcción con
el templo dedicado a la diosa Venus que ciertas fuentes clásicas
expoliación que motivó que el monasterio de Sant Pere
sitúan en algún lugar al final de los Pirineos, hoy está práctica-
de Rodes llegara al siglo xx convertido en una imponente
mente descartada. Una segunda hipótesis plantea que, gracias a la
ruina. excelente ubicación estratégica del lugar, habría podido tratarse de
una construcción de tipo defensivo.
22 Asimismo, se han descubierto restos de un asentamiento fechado Tasio e Hildesindo: grandes impulsores del siglo x
entre los siglos vii y ix en varios espacios del monasterio: en la
zona de poniente del edificio tardorromano (concretamente, en El 30 de noviembre de 926, el monasterio recibió una importante
el subsuelo del claustro inferior), en el Palacio del Abad y en la donación de un terrateniente de la comarca llamado Tasio. Este
iglesia actual. La datación de este espacio es controvertida a causa personaje se convirtió en el máximo impulsor del crecimiento y el
de la simplicidad de las construcciones y los tipos indefinidos de esplendor del monasterio de Sant Pere de Rodes a lo largo del si-
cerámica hallada. En todo caso, la ausencia de cerámica tardoan- glo x. Aparte de la multitud de donaciones nobiliarias, Tasio consi-
tigua sitúa este espacio en algún momento posterior al siglo vii y guió varios preceptos y privilegios de los reyes francos y los papas,
anterior a la construcción del claustro del siglo xi. con el claro objetivo de beneficiar al monasterio.
El único vestigio que se ha podido identificar con claridad como En 955, a la muerte de Tasio, su hijo, el abad Hildesindo, tomó el
procedente de una iglesia anterior a la que hoy podemos contem- relevo de su padre como impulsor de la grandeza de Sant Pere de
plar en el monasterio es la base de un ábside que se observa en Rodes. Procuró al monasterio un sustancioso aumento patrimo-
el lado de poniente de la cripta. El resto del templo primitivo fue nial y consiguió más privilegios reales y bulas papales que garanti-
arrasado por completo para construir la nueva iglesia. Podemos su- zaron al cenobio de Rodes las bases para convertirse en un puntal
poner que esta pequeña iglesia pertenecía al conjunto de edificacio- de la vida económica, política, cultural y espiritual de la época.
nes correspondientes a la celda monástica de Sant Pere de Rodes, En cuanto a los privilegios conseguidos por el abad Hildesindo,
dependiente de la abadía de Sant Esteve de Banyoles, que se men- mencionado también como obispo de Elna ya en el 979, podemos
ciona por primera vez en los documentos de finales del siglo ix. destacar la bula que otorgó al monasterio el papa Benedicto VII
ese mismo año, en la que se concedía a los peregrinos que fuesen
El muro occidental de la cripta es
el único vestigio de una iglesia a Sant Pere de Rodes las mismas indulgencias que si visitaran San
anterior a la actual que se puede Pedro de Roma. Esta concesión demuestra que la peregrinación a
observar dentro del monasterio Sant Pere de Rodes ya era una realidad en el siglo x.
de Sant Pere de Rodes.
Construcción de la iglesia
No sabemos en qué momento el lugar donde se encuentra Varios acontecimientos históricos confirman la existencia de pe-
Sant Pere de Rodes empezó a considerarse un lugar regrinación a Sant Pere de Rodes en el siglo x, y que esta siguió
sagrado, pero su situación privilegiada reúne todos los aumentando durante el siglo xi y posteriormente. De entrada, hay
que tomar en consideración la situación política del momento:
elementos comunes a los santuarios que, desde la noche
durante casi todo el siglo x, los condados de Empúries y del Ro-
de los tiempos, han sido el destino de quienes han querido
sellón estuvieron unidos; el primer abad de Sant Pere de Rodes,
acercarse a la divinidad, buscándola en la belleza de la Hildesindo, fue también obispo de Elna a partir del año 979 y, por
naturaleza y en la carga mítica de los lugares mágicos, último, también hay que tener presente que la sede metropolitana
para hallar respuesta a las inquietudes que desde siempre de todos los obispados catalanes, desde la época carolingia hasta
han surcado el espíritu de las mujeres y los hombres 1116, estuvo situada en Narbona. Sin duda, esta situación debió
que habitan el planeta. Como hemos visto, las noticias de favorecer la peregrinación a Sant Pere de Rodes desde los te-
históricas y arqueológicas sobre el lugar que ocupa rritorios de Occitania, el condado del Rosellón y el arzobispado de
Narbona.
actualmente el monasterio nos remiten como máximo al
siglo v, pero muy cerca de donde está Sant Pere de Rodes Aparte de esta coyuntura, que podía ser favorable a una mayor difu-
hallamos importantes concentraciones de monumentos sión de Sant Pere de Rodes como centro de peregrinación, uno de
megalíticos y de rocas con vestigios de grabados rituales de los hechos que con más claridad pone de manifiesto esta situación
la Prehistoria, lo que nos lleva a pensar en una probable privilegiada como santuario de peregrinación es el otorgamiento
continuidad de culto desde épocas remotas. realizado por el papa Benedicto VI, en el año 979, de una bula al
abad Hildesindo y a todos los monjes de Sant Pere de Rodes, por
la que, además de protección papal al monasterio y a todas sus
propiedades, se concedían a los devotos que peregrinasen a Sant
Pere de Rodes las mismas indulgencias que si hubieran ido hasta
Roma. Esta concesión posiblemente iba encaminada a beneficiar,
consolidar e impulsar una peregrinación ya existente.
30 El descubrimiento de una caja que contenía diversos recipientes
para guardar reliquias en los muros de la cripta del monasterio; la
Capital de condado construcción de una iglesia imponente, con todos los elementos
Iglesias y monasterios
1. Sant Quirze de Colera imprescindibles de los santuarios de peregrinación, y las repre-
2. Sant Pere de Rodes
3. Santa Maria de Vilabertran
4. Sant Domènec de Perelada
sentaciones iconográficas que se han conservado de las portadas
5. Basílica de Santa Maria de Castelló
realizadas en el templo de Sant Pere de Rodes, entre otros indi-
Castillo
6. Castillo de Requesens cios, constituyen argumentos para relacionar la abadía de Rodes
ROSELLÓN 7. Castillo de Peralada
con los movimientos devocionales de la Edad Media.
Dominios del condado
En el momento de su creación
(s. IX)
Expansión máxima en unión con
el condado de Rosellón (s. X)
Requesens
(La Jonquera)
La Jonquera
La Selva
de Mar
L’Armentera
Empúries
(L’Escala)
Capiteles de la iglesia.
Galilea
El espacio de la galilea es un ele
mento clave de los grandes san
tuarios de peregrinación cristia
nos. La galilea es la antesala del
templo, un lugar de sepultura
privilegiado situado al oeste de
la iglesia, en el punto donde el
sol muere todos los días para
renacer a la mañana siguiente
por levante, donde se sitúa la
cabecera. A menudo, la galilea
era un lugar donde los pere
grinos podían pasar la noche
para impregnarse de la magia
de la muerte y la resurrección
que simboliza la estructura del
templo sagrado. Aparte de este
simbolismo, la ubicación de la
galilea resulta iniciática porque
es el lugar inmediatamente pre
cedente a la entrada al templo.
Por todo ello, la fachada del san
tuario de peregrinación es un lu
gar clave para emitir los mensa
jes que se desea trasladar a los
devotos y penitentes.
Naves laterales Hospital de peregrinos 35
Las naves laterales de la iglesia de Sant Pere de Rodes tienen una im El edificio del hospital se halla al oeste del monasterio, a pocos metros
portante función arquitectónica, puesto que actúan como contrafuer de la puerta de acceso al mismo. Se trata de un edificio del siglo xi, de
tes que ayudan a sostener el peso de la nave central. No obstante, planta rectangular, con dos pisos, que cumplía la función de albergue
también tenían una importante función al servicio de los peregrinos para los peregrinos que visitaban el monasterio.
que visitaban el monasterio, los cuales utilizaban las naves laterales La hospitalidad monástica se consideraba una obra de fe y aparece
como vía para acceder al deambulatorio y a la cripta de la iglesia, desde descrita en la regla benedictina. Era frecuente que en el exterior de los
donde se podían venerar las reliquias custodiadas en el reconditorio. recintos monásticos hubiera un edificio destinado a acoger a pobres
y peregrinos. En las comunidades benedictinas solía existir el cargo
de monje hospitalero, que se encargaba de la administración de este
servicio asistencial. Se sabe que en el monasterio de Sant Pere Rodes
hubo un encargado del alojamiento de los peregrinos desde, como mí
nimo, 1221 –año en que el monje hospitalero Bernat d’Avinyó aparece
mencionado por primera vez en un documento– hasta el final de su
historia.
36 y se optó por suprimirlos. Esta decisión señalaba la división de los
dos espacios y, además, conseguía ampliar la zona destinada a los
fieles laicos.
en el hallazgo, un verdadero tesoro de reliquias, los De rótulos para saber de qué santos eran las reliquias no hay en la
convierte en los elementos que demuestran la existencia otra más que dos. Porque si bien se ven a los papelitos, pero la letra
y todo el papel es quasi consumido. Los únicos que se pueden leer
de peregrinación a Sant Pere de Rodes desde la época
son: uno de san Frústulo y otro de san Ferruelo obispo, notando su
altomedieval. festividad el dia 10 de noviembre.
Díjome el sujeto que cuando se halló habia varios que con los gol-
pes de martillo a la pared del arca se desquició, y que siendo gente
ordinaria al encontrarlo todo fue por la curiosidad revuelto y que con
esto no es de admirar que se estropease todo, y que él, acudiendo
allí desde el momento del aviso, por ser los jornaleros suios, procuró
recogerlo todo del modo que pudo. Y que así lo conserva unida al
arca con sus cordeles del modo que ha podido hacerlo por ser mucho
consumida.
Dentro de ella, entre otras de las cosas, hay una cruz de oja de
lata, y tres porciones de sangre presa. Todo ello será cosa muy anti-
gua.”
lían adquirir los peregrinos en los Entre las piezas perdidas había tres lipsanotecas (pequeños reci-
grandes centros de peregrinación, pientes para guardar reliquias). Una era de madera y tenía forma
sobre todo los de Tierra Santa. En de barril, otra tenía forma de jarrón y parecía elaborada en jas-
cuanto a la tipología a la que per- pe o alabastro, y la tercera era una cajita rectangular de álamo de
tenece el de Sant Pere de Rodes, 9 x 4,4 x 2,6 cm, con una cavidad para las reliquias practicada en
hasta el momento se conocen uno de los dos lados largos de los bordes. Esta última tenía restos
cinco idénticos. MAG. de cera roja y una inscripción en letras negras que rezaba “De lig-
40 no domini Sancti Pelagii”, en alusión a las reliquias que contenía. fuera el motivo de la ocultación de las reliquias, su recuerdo se
Las tres piezas pudieron ser fotografiadas por Josep Gudiol, años perdió en la memoria de la abadía, puesto que los últimos monjes
antes de que desaparecieran. que la abandonaron, a finales del siglo xviii, si hubieran conocido
su existencia, sin duda se las habrían llevado al nuevo cenobio de
Vila-sacra.
3. MENSAJE DE LAS PORTADAS De la portada que se esculpió en la iglesia de Sant Pere de Rodes
DE LA IGLESIA alrededor del 1100, solo se ha conservado un elemento que repre-
senta una escena que se ha interpretado como la primera peregri-
nación de la Biblia. Esta pieza fue descubierta en 1959 por Joan
Hoy en día, la fachada de la iglesia de Sant Pere de Rodes, Ainaud de Lasarte quien constató evidentes vestigios de un relieve
situada en el extremo occidental del edificio, dentro del escultórico más antiguo en la parte posterior de la famosa Voca-
ción de san Pedro procedentede la portada del Maestro de Cabes-
espacio de la galilea, está prácticamente desprovista de
tany del monasterio de Sant Pere de Rodes. Años después, Jaume
las esculturas que la decoraban. Un excelente estudio
Barrachina identificó la escena de la parte posterior de la Vocación
elaborado por Jaume Barrachina a finales del siglo xx como el pasaje veterotestamentario de Eliezer y Rebeca (Gn 24),
cimentó la hipótesis de que en Sant Pere de Rodes que se interpreta como la primera peregrinación de la Biblia.
existieron tres portadas románicas sucesivas y planteó
detalles del programa iconográfico que ilustraba las Según Jaume Barrachina, este relieve, que hoy se conserva en el
dos últimas, en las que aparecían pasajes bíblicos que Museo Marès, podría haber formado parte de la segunda de las tres
contenían mensajes dirigidos directamente a los peregrinos portadas que tuvo la entrada principal de la iglesia de Sant Pere de
Rodes, que debió de labrarse alrededor del año 1100. Según las hi-
que visitaban la abadía.
pótesis de este autor, dicha portada anterior a la del Maestro de Ca-
bestany tuvo dos tímpanos o bien un dintel, y la escena referente a
la peregrinación
bíblica debió de
ocupar un lugar
claramente pre-
ferente.
Perfilado
reconstructivo del
relieve. Dibujo:
J. A. Adell i Reig y
J. Barrachina.
42 El pasaje bíblico de Eliezer y Rebeca De entrada, hay que tener en cuenta que no se conoce ninguna
otra representación de este episodio veterotestamentario en una
En la narración de este pasaje del Génesis, Abraham quiere casar a su
portada románica. Tampoco en el camino de Santiago se locali-
hijo Isaac y pide a Eliezer, su servidor más antiguo y de mayor confian-
za, que busque a una mujer para que sea su esposa. No obstante, le za representación iconográfica alguna que aluda directamente al
hace jurar que no casará a Isaac con la hija de un cananeo, sino que tema de la peregrinación en sí, excepto los casos en que aparece
irá hasta la tierra de sus antepasados a buscar a una mujer del mismo Santiago vestido de peregrino. La representación de este pasaje del
linaje que Abraham. El criado pide a su señor que el futuro esposo lo Antiguo Testamento se podría relacionar, a final de cuentas, con
acompañe en la búsqueda, pero Abraham se niega: deberá realizar el nuevo concepto de peregrinación penitencial que se introdujo
el viaje solo y Dios le enviará a un ángel para que lo guíe. Abraham
con la promulgación de la primera cruzada, en el 1095 durante el
también promete a su servidor que si la mujer no acepta regresar con
concilio de Clermont, por parte del papa Urbano II. En definitiva,
él, Eliezer quedará de todos modos liberado de su juramento.
se trata de una idea original que quizá, como apunta Jaume Barra-
Eliezer llega a las afueras de la ciudad de Najor y se detiene en el
china, surgió del propio monasterio de Sant Pere de Rodes, donde
lugar donde está la fuente a la que las mujeres acuden a buscar
puede que un monje lo bastante ilustrado se encargara de idear un
agua. Pide a Dios que le señale a la joven escogida, de tal modo
que, cuando él le pida agua, se la dé y también se ofrezca para llenar motivo iconográfico idóneo para la portada.
los bebederos de sus camellos. Entonces aparece Rebeca, hija del
hermano de Abraham, y al oír la petición de Eliezer accede a propor- Milagros de la portada del Maestro de Cabestany
cionarle agua y también se ofrece generosamente a dar de beber
a sus camellos. El servidor, maravillado, le entrega un anillo y dos Para Sant Pere de Rodes, el siglo xii constituyó un momento histó-
pulseras de oro y le ruega que lo acompañe a casa de sus padres. La rico de esplendor, como demuestra la gran cantidad de confirma-
familia de la joven, informada de cómo se ha producido el encuen-
ciones papales y donaciones nobiliarias que el monasterio recibió
tro, acepta que se la lleve para casarla con Isaac porque todo ha sido
en esa época. Esta prosperidad económica y política se tradujo en
designio de Yahvé. (Gn 24, 1-54)
la introducción de reformas, mejoras y ampliaciones, entre las que
destaca la elaboración de la impresionante portada del Maestro de
Este pasaje se puede interpretar como la primera peregrinación Cabestany, que contenía un amplio mensaje iconográfico destina-
de la Biblia porque en él aparece por primera vez un hombre que, do a atraer y satisfacer a los peregrinos.
por mandato de su señor, realiza un viaje bajo juramento de con-
cluirlo. Durante el viaje lo guiará un ángel enviado por Dios y si, En su amplio estudio de las distintas portadas de la iglesia de Sant
una vez llegado a su destino, no consigue cumplir el encargo de Pere de Rodes, Jaume Barrachina estableció que la realizada por el ta-
su señor, el servidor quedará libre del juramento contraído por el ller del Maestro de Cabestany habría podido concluirse en 1163, año
mero hecho de haber obedecido a su señor y haber llevado a cabo que habría coincidido con la celebración de un jubileo. Pese a que
el viaje. los hallazgos documentales más recientes sobre los años santos que
presentamos en el tercer capítulo de esta obra tienden a descartar episodios evangélicos en los que se representan los milagros de 43
que estos se celebrasen en Sant Pere de Rodes en el siglo xii, segura- Cristo.
mente la finalización de la portada del Maestro de Cabestany se sitúa
en una cronología aproximada a la fecha propuesta por Barrachina. Milagro de la curación de la mano seca
Este relieve ingresó en 1979 en el Mu-
El propio autor llevó a cabo una reconstrucción ideal del progra- seo Marès de Barcelona procedente de
ma iconográfico de la portada, a partir de fragmentos localizados una colección privada de El Port de la
o conocidos, hasta llegar a la conclusión de que se centraba en la Selva. En opinión de Barrachina, se
figura de Cristo y de que muchas de las escenas hacían referencia trata de la sanación del hombre de la
a episodios evangélicos. Así, entre los relieves escultóricos de la mano seca. En este pasaje, citado en el
portada del Maestro de Cabestany aparecían claras referencias a Evangelio según san Marcos (3,1-5) y en
los milagros curativos que Cristo hizo en el Nuevo Testamento. el de san Lucas (6, 6-11), se relata que,
un día, Jesús acudió a la sinagoga, halló
Las curaciones milagrosas realizadas por Cristo, situadas en la a un hombre que tenía la mano atrofiada y
portada de un santuario (como era en aquel momento la abadía le devolvió la salud, pero su acción despertó
de Sant Pere de Rodes), no dejan de constituir una ejemplificación las críticas de los fariseos, que lo acusaron de
de la capacidad curativa de la peregrinación y el rezo, así como, tal curar en sábado.
vez, una manera de promocionar las propias reliquias del monas-
Relieve fragmentario conservado en el Museo Marès.
terio, muchas de las cuales procedían directamente de la figura
de Cristo. No poseemos documentación suficiente para saber qué
reliquias custodiaba el monasterio en el siglo xii, pero en un in- Milagro de la resurrección de Lázaro
ventario del siglo xv consta que en su reconditorio se encontraban Esta pieza, actualmente desaparecida, se conoce gracias a una fo-
varias reliquias atribuidas a Jesucristo, entre las que destacaban tografía tomada por Joan Subias en 1939, en casa de un anticuario
las sangres procedentes de la santa imagen, la Cruz, el Santo Se- de Figueres. Se trata de una pieza de mármol, de medio metro
pulcro y el Santo Sudario, así como un fragmento de la columna de ancho, que representa a un personaje yacente. Joan Subias lo
donde Cristo fue atado y azotado, la piedra que utilizó para subirse interpretó como un niño en pañales, lo cual se podría relacionar
a la burra el día de Ramos o la tierra roja que pisaba cuando pro- con el episodio evangélico de la curación de la niña endemoniada
nunció las palabras “Pax vobis”. (Mc 7, 24-30). Barrachina, en cambio, se decantó por la interpre-
tación del personaje de Lázaro en el sepulcro, en el momento de
De las piezas localizadas por Jaume Barrachina como procedentes su resurrección, cuando todavía lleva la mortaja pero ya le han
de la portada del Maestro de Cabestany, destacan las referentes a retirado el sudario del rostro. En el pasaje evangélico, que se halla
44 en el Evangelio según san Juan (11, 21-44), se narra el modo en
que Jesucristo, compadecido del llanto de la hermana del difunto
Lázaro, le pide que confíe en él porque le devolverá la vida. Y, así, a
los cuatro días de la defunción, Cristo resucita a Lázaro.
El camino catalán a Santiago de Compostela Sin embargo, el momento culminante de la utilización del camino
catalán a Santiago llegará a finales del siglo xii y se prolongará du-
Hasta mediados del siglo xii, el paso de la peregrinación jacobea
por Cataluña, aparte de haber sido marginado por quienes contro-
laban los caminos oficiales, se vio afectado por el inconveniente
de que implicaba cruzar los territorios musulmanes de Lleida y
Zaragoza, situación que, sin duda, hizo desistir a muchos peregri-
nos de utilizar esta vía durante el siglo xi y a principios del xii. No
obstante, Zaragoza se incorporó a los reinos cristianos en 1118 y
Lleida en 1149. Por otra parte, el condado de Provenza, de donde
partía la vía Tolosana, estuvo vinculado al condado de Barcelona
desde 1112 hasta la segunda mitad del siglo xiii, a partir del mo-
mento en que Dulce de Provenza se casó en la ciudad de Arlés con
el conde de Barcelona Ramon Berenguer III, a quien cedió todos
sus territorios. La influencia de esta situación política en el territo-
rio de donde partía la vía Tolosana a Santiago debió de contribuir
a potenciar el camino catalán. A partir de entonces, el incremento
que experimentará la vía catalana a Galicia explica el prestigio y la
concurrencia cada vez mayor de peregrinos que alcanzará el mo-
nasterio de Santa Maria de Montserrat a partir del siglo xii.
A raíz del incremento del paso por Cataluña de peregrinos que se Jaume de Canadal, iglesia del siglo xii situada muy cerca del collado de
dirigían a Compostela, se fundó un gran número de iglesias dedica Panissars, una de las principales vías por las que pasaban peregrinos
das al apóstol Santiago por todo su territorio. Una de ellas fue Sant jacobeos.
No podemos ignorar los paralelismos existentes entre la leyenda La otra versión de la leyenda, la que hoy se entiende como defini-
de la llegada de las reliquias del apóstol san Pedro a la montaña tiva, fue redactada en el siglo xii y construyó el relato con detalles
de Verdera y la leyenda que narra el traslado de las reliquias del más elaborados. En ella se especifica que fueron siete los discípu-
apóstol Santiago hasta Compostela. La primera noticia de la leyen- los que efectuaron la translatio y que el viaje duró siete días desde
da del traslado de los restos mortales de Santiago es del año 806 Jerusalén hasta Galicia. Incluyen en la narración al personaje de
y la hallamos en las adiciones al martirologio de Floro de Lyon, la reina Lupa, quien pone todos los obstáculos posibles a los dis-
texto que se repite en el martirologio de Adón de 860. En ella cípulos de Santiago pero termina por convertirse al cristianismo y
se narra que, tras el martirio del apóstol Santiago, sus reliquias favorecerlos. Esta versión de la leyenda termina con el entierro de
fueron transportadas a Hispania y enterradas en sus confines más Santiago en el Monte Sacro, donde permanecerán tres discípulos
extremos. A mediados del siglo xii apareció la obra conocida como para custodiarlo hasta su muerte, mientras que los otros cuatro
Codex Calixtinus, atribuida al papa Calixto II, que hoy también se irán a predicar la palabra de Cristo.
conoce con el nombre de Liber Sancti Iacobi. La obra consta de cin-
co partes, la tercera de las cuales –la Translatio Sancti Iacobi– con- La semejanza entre ambas leyendas es un hecho evidente y los
tiene dos versiones del viaje del cuerpo de Santiago hasta Galicia: numerosos puntos en común de ambas historias van más allá de
una de mediados del siglo xi y otra de mediados del siglo xii. la mera coincidencia. El traslado del cuerpo sin vida de un após-
tol, el desplazamiento en barco, la presencia de los discípulos, el
La versión del siglo xi corresponde a una carta apócrifa del papa desembarco en la costa y la existencia de un altar encima de una
León III (795-816) y cuenta que, tras el martirio de Santiago, sus cueva, así como el hecho de que algunos de los responsables del
discípulos transportaron el cuerpo hasta el puerto de Jaffa (Tel- traslado permanezcan junto al cuerpo del apóstol hasta su muerte,
Aviv). La Providencia les otorgó una nave con la que navegaron mientras que los demás difunden la noticia, demuestran que en-
hasta Iria Flavia (Padrón), donde desembarcaron. Desde allí se tre las dos leyendas hay algún tipo de conexión. Ello conlleva que
dirigieron al pueblo de Libre Don, a ocho millas romanas tierra una de ellas se elaboró a partir de la existencia y del conocimiento
adentro, donde había un ídolo pagano venerado por la gente del de la otra. En este caso, el hecho de que la leyenda del traslado de
56 la tumba del apóstol Santiago estuviera precedida por otros relatos
anteriores, que explicaban su paso por Hispania como evangeliza-
dor, hace plausible que sea más antigua que la leyenda de Rodes.
III. CELEBRACIÓN DEL AÑO SANTO EN EL El origen de la celebración de los jubileos se halla en una bula
MONASTERIO DE SANT PERE DE RODES pontificia supuestamente concedida por el papa Urbano II (1088-
1099) al monasterio de Sant Pere de Rodes durante su segundo
Uno de los periodos en los que está mejor documentada la año de pontificado. Siempre se ha sabido que a principios del si-
peregrinación y la celebración de los años santos en Sant glo xvii la bula original ya no se conservaba en el monasterio y,
por este motivo, algunos autores han dudado de su autenticidad.
Pere de Rodes son los siglos xiv y xv. La documentación
De hecho, la primera noticia de que tan solo se poseía una copia
al respecto se encuentra mayoritariamente en el Archivo
proviene nuevamente de Jeroni Pujades, quien en el volumen VII
Diocesano de Girona, donde se pueden encontrar
de su Crónica universal del Principado de Cataluña, escrita a princi-
copias y traslados de documentos que existían en el hoy pios del siglo xvii, aseguró haber tenido una copia auténtica en las
prácticamente desaparecido archivo del monasterio de manos: “La copia auténtica de esta bula la he tenido en mis manos
Rodes, así como instrumentos emitidos por el obispado y leído hartas veces, y está guardada en la arca grande que dige
en relación con la celebración de los jubileos de Sant Pere sirve de archivo cabe á la sacristía”. En 1630, Pujades reitera en su
de Rodes. El estudio y análisis de esta documentación Dietari que ha tenido acceso a la copia de la bula.
ayudan a entender hasta qué punto repercutían los jubileos
En el Archivo Diocesano de Girona se conservan varios traslados
y la peregrinación en el ámbito del propio monasterio,
notariales solicitados en 1698 por Narcís Llobera, procurador del
sus alrededores y el conjunto de los territorios de la
monasterio de Sant Pere de Rodes, entre los que se localiza la úni-
diócesis gerundense. Asimismo, reflejan los esfuerzos y las ca copia existente hasta el momento del texto íntegro de la bula
estrategias que se realizaron desde el monasterio para que papal concedida por Urbano II. Esta copia se realizó a partir de un
no perdiera su condición privilegiada como santuario de traslado notarial de 1348 que, a su vez, reproducía la bula pontificia
peregrinación en el mundo religioso de la época. original de 1090 (ADG G-142). En esta bula papal se especifican
todas las indulgencias y perdones que el monasterio podía otorgar
a los devotos que lo visitaran en determinadas festividades del año.
Estas indulgencias se multiplicaban los años de jubileo, es decir,
aquellos en los que el 3 de mayo era viernes.
Por un lado, contiene detalles que llaman la atención por ser ve-
rosímiles y coherentes con el momento histórico en que se sitúa Ejemplo de bula pontificia con hilo de cáñamo y sello pendiente.
Papa Calixto II, 1122.
la acción. La historia comienza en la sede episcopal de Sulci, que
en aquel momento estaba en la ciudad sarda de Tratalias y, por lo 63
tanto, bajo dominio de la Corona de Aragón. Los hechos relata-
dos, donde aparece un hombre gravemente enfermo, procedente
de Girona, que acaba muriendo después de haberse confesado
con el obispo que, seis días después también contrae una grave
enfermedad, tienen lugar en junio de 1348, precisamente uno de
los peores momentos de la peste negra. En el segundo documen-
to, la coincidencia en la Santa Sede del obispo de “Solsita” y el
monje que había robado la bula podría explicarse porque en 1350
se celebraba jubileo en Roma, por lo que se concedían indulgen-
cias plenarias a todas las personas que acudieran a la ciudad en
busca de la absolución de sus pecados. También cabe destacar
el énfasis con que, en ambos documentos, se describe detallada-
mente la forma y el estilo de la bula original de Urbano II, a fin
de demostrar que se trataba de un privilegio emitido por la curia
romana.
Camino al monasterio desde Santa Creu de Rodes. Santa Creu de Rodes, la iglesia y las ruinas del pueblo.
bíteros de la iglesia de Santa Creu de Rodes de colocar puestos en Os saludo y prometo mediante la presente carta que si no puedo estar 73
los alrededores del monasterio, así como en el pueblo de Santa en el monasterio en dicho momento, que podréis escoger cuatro mon-
Creu, cada vez que era tiempo de indulgencias, para vender vino, jes suficientes e idóneos, de vida sencilla y discretos, que por nosotros
puedan realizar provechosamente el oficio de confesores. También exi-
fruta y otros alimentos y víveres a los peregrinos que se dirigían gimos que por todo lo que se ha dicho, los presbíteros tengan estas
al monasterio. El monje que ocupaba el cargo de bodeguero era el calidades y también escuchen las confesiones iguales y administren la
eucaristía.
responsable de la administración de la despensa del monasterio;
recibía las provisiones, las custodiaba y administraba y, según cabe Y en tanto que los mencionados monjes confesores sean elegidos, de-
berán tener correcta presencia porque, según lo que consideren, tam-
suponer por este documento, también podía gestionar su venta. bién les concedemos la posibilidad de imponer el beneficio de la abso-
Finalmente, el obispo dio la razón al bodeguero y prohibió a los lución. Salvo si se presenta pecado carnal en madre, hermana, hija o
hermanas; maltrato de hijos que sean de otra persona, así como los de
clérigos seguir con su negocio. Además, concedió al monasterio la
homicidio, tanto voluntario o a causa de enfrentamiento provocado.
facultad de escoger a cuatro religiosos idóneos para que, mientras
ADG U-143
duraran las fiestas, pudieran oír de confesión, dar la eucaristía y
absolver a los devotos y confesos, excepto en caso de pecados
En esa época, el pueblo de Santa Creu de Rodes debía de contar
y crímenes graves, como el incesto o el homicidio.
con tres sacerdotes, ya que sabemos que ese es el número de curas
que había en 1445 y también en 1455. Estos eclesiásticos tenían su
Para comprender la situación en que se encontraba la montaña
jurisdicción en el ámbito parroquial, que era muy amplio, pues-
de Rodes en relación con los dos poderes eclesiásticos que en ella
to que, además de la población de la montaña, comprendía gran
cohabitaban, es necesario abordar las relaciones que existían entre
parte del actual término municipal de El Port de la Selva y de La
la parroquia de Santa Creu y la abadía de Sant Pere de Rodes.
Selva de Mar, incluidas las iglesias de La Selva de Mar y de Sant
Bernat, obispo de Girona, al venerable Bernat Vilalba, bodeguero del Baldiri de Taballera, donde también había varios clérigos. Estos
monasterio de Sant Pere de Rodes, de la Orden de San Benito. Salud dependían directamente de la diócesis gerundense. No obstante,
en el Señor:
además de las competencias de la iglesia, la población de Santa
Ya que hemos recibido noticia de que algunos de nuestros presbíteros
y clérigos durante el tiempo de indulgencias instalan puestos de me- Creu se encontraba bajo el dominio directo del monasterio y, con-
sas y tiendas alrededor del monasterio, sobre todo de la parroquia de cretamente, bajo la jurisdicción del cargo de monje bodeguero.
Santa Creu; y que también proveen de vino y de otras vituallas y víveres En cuanto al monasterio de Sant Pere de Rodes, en ese momento
queridos por los caminantes, como frutas y porciones de comidas ela-
boradas, así como de otros alimentos, en algunas casas o cabañas. Por estaba ocupado por una veintena de monjes. Las competencias
este motivo, con esta carta os encomendamos por nuestra autoridad relativas a los jubileos se podían considerar exclusivas del monas-
que los mencionados presbíteros o clérigos sean espoleados por sus
terio, pese a que la afluencia masiva de peregrinos debía de re-
culpas. Y a ti, Bernat, que si tienes la plena jurisdicción, hagas preparar
indulgencias que deseáis vender a los feligreses del monasterio en el percutir forzosamente sobre la población vecina de Santa Creu y
tiempo de indulgencias […]. los sacerdotes de su iglesia. La gran mayoría de los monjes de esa
74 época habían profesado los votos de obediencia, pobreza y casti-
dad, pero no habían recibido la ordenación sacerdotal. Por lo tan-
to, la condición de monje en principio no abarcaba la habilidad
para oficiar misa u oír de confesión, funciones que eran propias
de los clérigos ordenados, como los que en ese momento había en
el pueblo de Santa Creu de Rodes. Así, podemos interpretar la con-
cesión del obispo al monasterio, que permite de manera tempo-
ral que cuatro de sus monjes oigan de confesión a los penitentes,
como una compensación que recibe el monasterio por los perjui-
cios que le han causado los clérigos del pueblo de Santa Creu.
1448
Tesoro numismático de Sant Pere de Rodes. MNAC. Recipiente de cerámica donde se encontró depositado el tesoro de monedas. MNAC.
de que los obispos de la mayoría de los documentos estudiados interés por reparar los puentes de la villa de Castelló d’Empúries. 77
movilizaran a la totalidad del clero de su territorio con la finalidad Las obras de arreglo de los caminos y puentes se promueven me-
de buscar colaboraciones para arreglar los caminos que conducían diante la propuesta del obispado de incentivar a la población a par-
al monasterio indica que el número de personas que acudían a ticipar manual o económicamente en las tareas de reconstrucción
la celebración tenía que ser sumamente elevado y que su origen y mejora, considerando como caritatis opera toda colaboración des-
debía trascender los territorios episcopales gerundenses. Como se tinada a facilitar el acceso hacia el monasterio, a cambio de otor-
especifica en algunos de los manuscritos, los peregrinos y peni- gar cuarenta días de indulgencia a los participantes. En todos los
tentes que asistían al jubileo procedían de diversis mundi partibus. documentos se especifican las distintas maneras en que se puede
ayudar y colaborar en las obras de reparación.
Destaca también la buena predisposición de los obispos de Girona
para establecer colaboraciones durante la celebración de los años Por último, en lo referente a los detalles sobre la celebración que
santos de Sant Pere de Rodes, aunque el monasterio dependía se entrevén en los manuscritos presentados, es importante obser-
desde el siglo x directamente de la Sede Romana y nunca estuvo var que estos son plenamente compatibles con las fechas y los
bajo jurisdicción episcopal. En todos los documentos se detecta perdones que aparecen especificados en la copia del siglo xiv de la
un interés por parte de los diferentes obispos que los emiten para bula originaria que, supuestamente, el papa Urbano II concedió a
propiciar la afluencia de peregrinos a la abadía de Sant Pere de finales del siglo xi a la abadía. Por lo tanto, podemos estar seguros
Rodes. En este aspecto, también hay que tener en cuenta la buena de que la copia de esta bula fue el guión principal por el que se
situación que ocupaban los abades del monasterio dentro de la rigieron las celebraciones y los otorgamientos de indulgencias en
política y la alta jerarquía eclesiástica de la época. Sant Pere de Rodes.
Asimismo, ha quedado demostrado que una de las principales Con este estudio pretendemos haber demostrado la existencia de
preocupaciones de los monjes de la abadía fue facilitar el acceso la celebración, que en ocasiones, por falta de datos, se ha aproxi-
a los peregrinos. Los caminos, a juzgar por el porcentaje de do- mado a los límites de la leyenda; la importante repercusión e im-
cumentos destinados a mejorar su estado, se convirtieron en una plicación que obtenía en todo el obispado, y, por último, que acu-
obsesión, puesto que, sin duda, la máxima prioridad era que los día una gran multitud de personas, entre las que podemos afirmar
penitentes llegaran hasta el santuario de Rodes. La mayoría de los que había peregrinos que procedían de Santiago de Compostela,
documentos se redactaron para colaborar en la mejora de los ac- Roma o Jerusalén, o bien se dirigían a esos destinos. Una de las
cesos que permitirían la llegada de la multitud de peregrinos que principales conclusiones que se extrae de los documentos estudia-
se esperaba para el jubileo, y del mismo modo: en cuatro casos dos es que el jubileo de Sant Pere de Rodes era, sin lugar a dudas,
–los de 1409, uno de 1420, el de 1448 y el de 1469– se trata de los un acontecimiento excepcional, prestigioso y prestigiado en todo
caminos de subida a la montaña; el otro, de 1420, corresponde al momento por la más alta jerarquía eclesiástica de la época.
78 blación mallorquina de Santa Margalida en 1390, fue arzobispo
Abades de Sant Pere de Rodes en el siglo XV
Los abades que encabezaron la comunidad de Sant Pere de Ro- de Mesina (Sicilia), así como cardenal y obispo de Lleida, y pre-
des compatibilizaron el gobierno de la abadía con otros cargos ceptor del rey Alfonso IV en Nápoles. Murió en Roma en 1459.
importantes de la política y la alta jerarquía eclesiástica de la
época, sobre todo a partir de mediados de siglo. Antoni Alemany (1459-1460) fue escogido abad el 14 de octubre
de 1459; también era prior de Sant Cugat del Vallès. En 1461 re-
Bertran Delantar (1374-1409), posiblemente de origen occitano, signó el cargo de abad de Sant Pere de Rodes para ocupar el de
ejerció el cargo de abad de Sant Pere de Rodes como un autén- Sant Cugat del Vallès.
tico señor feudal. En ocasiones fue convocado por el obispo de
Girona, junto con otros prelados, para tratar temas de interés Bernat Margarit (1461-1486), sobrino del obispo Joan Margarit,
de la diócesis. nació en Girona en el seno de una distinguida familia del barrio
del Mercadal. Accedió a la dignidad de obispo de Catania y como
tal acompañó a la reina Juana cuando esta abandonó Barcelona
Bernat Estruc (1409-1416) pertenecía a una familia noble de Cas-
para dirigirse a Nápoles. Fue recompensado por el rey por su
telló d’Empúries. Fue canciller del conde Joan de Empúries, así
actuación durante la Guerra Civil Catalana y por su apoyo al mo-
como juez y comisario apostólico. Colaboró activamente en el
narca Joan II durante la invasión del Empordà por parte de las
Cisma de Occidente a favor del papa Benedicto XIII. Abandonó
tropas francesas de Anjou.
la abadía de Sant Pere de Rodes para ocupar la de Sant Cugat del
Vallès (1416-1419).
Joan de Castro i de Pinós de So i Roig (1494-1496) nació en Va-
lencia en 1431. Fue cardenal de Santa Prisca, obispo de Agrigen-
Esteve d’Agramunt (1416-1432) fue abad del monasterio de Amer
to, castellano del castillo de Sant’Angelo y prior de Santa Maria
antes de ocupar la abadía de Sant Pere de Rodes.
de Besalú. Murió en Roma en 1506.
Berenguer d’Espasens (1436-1446) abandonó el cargo de abad
de Sant Pere de Besalú para ocupar el de Sant Pere de Rodes.
Procedía de una familia noble importante.
de este descenso; además, también se vio afectado por la Viernes 3. Día de la Santa Cruz. Son los perdones de San Pedro de
Roda, que suelen celebrarse siempre que esta fiesta cae en viernes
crisis general y la inestabilidad que afectaron a Cataluña en el mes de mayo, por bula del papa Urbano II, anno secundo sui
durante esta época, hasta el punto de que los monjes pontificatus, et anno Domini MLXVII. La he leído muchas veces.”
abandonaron el monasterio durante algunos años. Jeroni Pujades fue testigo directo de la vida del monasterio be-
nedictino, lo que se debió a la estrecha vinculación del jurista de
Castelló d’Empúries con el cenobio de Rodes desde su infancia.
Según relata en sus apuntes manuscritos, el abad Tomàs de Llupià
fue padrino de su hermano pequeño, Tomaset. Años después, el
cronista se instaló en Castelló d’Empúries, desde donde a menudo
ascendía al monasterio, atraído por su archivo documental y por
el hecho de que su hijo Dalmau Pujades era monje de Sant Pere
de Rodes desde 1623 y ejercía el cargo de pavorde de Llançà. En el
séptimo volumen de Crónica universal del Principado de Cataluña,
escrito poco después de la celebración del jubileo de 1630, Pujades
nos ofrece una exhaustiva descripción del ritual de celebración de
la festividad, de la presencia de numerosos peregrinos y del tipo
de indulgencias que se concedían.
80 Jubileo de 1630 Pujades, Jeroni. Crónica universal del Principado de Cataluña, escrita a
principios del siglo xvii por Pujades, doctor en derecho, natural de Bar-
“Ofrecido tengo á mis lectores en el capítulo doce de este libro, darles no- celona, y catedrático de su universidad literaria. Tercera Parte, que el
ticias del jubileo é indulgencias que al instar de la iglesia de San Pedro de autor dejó inédita y se publica con Real licencia. Tomo VII. Barcelona:
Roma, tiene la de San Pedro de Roda, y gozan los que suben á visitarla Imprenta de José Torner, 1831, 45-47.
todos los años que la fiesta de Santa Cruz de mayo cae en viernes; abrién-
dose el dia antes á la hora de vísperas aquella puerta ferrea que dige está
de continuo y siempre cerrada á cal y canto y tiene su verja de hierro muy
labrada, la cual mira hácia el cementerio. Ábrese pues como digo, la vigilia
de la fiesta de la Cruz, antes de comenzar las primeras vísperas, en esta
forma: revestido el Abad de pontifical y acompañado de sus monges llega
á ella, y con un martillo dá unos pequeños golpes á la pared de cal y canto
que tiene cerrada la puerta, y prosiguen los albañiles hasta deshacerla toda:
abriendo despues la puerta de hierro que está cerrada con su cerrojo, entra
el Convento procesionalmente por ella, siguiendo el pueblo que se halla
presente, y se van á entrar en la galiléa que ya describí en el capítulo citado,
y desde aquel punto y hora comienza el jubileo por toda la octava inclusive
que ganan los que confesados y comulgados, contritos y arrepentidos de sus
culpas y pecados, entraren por dicha puerta á la iglesia rogando por el Pon-
tífice, aumento de la fé, y por el estado de la Santa Iglesia católica romana,
con jubileo plenísimo, como si en el año Santo personalmente visitaren las
santas estaciones de la ciudad de Roma.
Por esta causa concurren allí en aquellos ocho dias muchos peregrinos de
diferentes partes y reinos; [...] y esto, en virtud de una bula apostólica otor-
gada por el papa Urbano segundo dada in Urbe Veteri, que es Civitavechia,
en los idus de enero, año segundo de su pontificado, que viene á ser el de
1090 de Cristo por haber entrado en marzo del año 1088 conforme Illescas
y otros. La copia auténtica de esta bula la he tenido en mis manos y leído
hartas veces, y está guardada en la arca grande que dige sirve de archivo
cabe á la sacristía. Es tan copiosa, que da facultad á cualquier confesor de
los aprobados por el Ordinario, para que por toda aquella octava, estando
en aquel lugar, pueda absolver á los penitentes, de cualquier escesos, culpas
y delitos por enormes y graves que sean, así reservados como no á la Santa
Sede Apostólica, con tal que no sean descomulgados por sentencia del ca-
non si quis suadente diábolo, que se entiende de los que sacrílegamente
hubieren puesto manos violentas en personas eclesiásticas ó dedicadas al
culto divino.”
A lo largo del siglo xvii se siguieron celebrando jubileos en Sant 81
Pere de Rodes, seguramente siguiendo el mismo ritual de aper-
tura de la Puerta Santa, semejante al que tenía lugar en la ciudad
de Roma desde 1500. Así, el ritual que pudo observar y describir
Pujades, que posiblemente tenía poco que ver con el que se había
estado celebrando a lo largo de la Edad Media, fue una manera de
contrarrestar la crisis que había vivido la peregrinación a Sant Pere
de Rodes durante casi todo el siglo xvi y darle un nuevo impulso
en la centuria siguiente mediante la imitación de la ceremonia
más prestigiosa de la época: la de los jubileos romanos.
Relicario del brazo de San Jorge. Detalle de las pinturas murales de la absidiola donde detienen a Santo Tomás
Siglo xv. Catedral de Tarragona. de Canterbury. Siglo xii. Santa Maria de Terrassa.
Pontífice Romano”. Santo Tomás fue canonizado en 1173, solo tres de las bocinas que se conservaban en el monasterio, el 89
años después de su muerte, y la ciudad de Canterbury no tardó en hecho de que se conservaran objetos que le pertene-
convertirse en uno de los centros de peregrinación más importan- cieron constituía sin duda un elemento que justificaba
tes de Europa. De los documentos referentes a las reliquias de este las tradiciones según las cuales Carlomagno fundó el
santo conservadas en Sant Pere de Rodes se infiere que eran muy monasterio cuando fue a Cataluña para defender
apreciadas en el monasterio, lo cual seguramente estuvo motiva- Girona de los musulmanes, o las versiones que
do por la indulgencia plenaria que, desde 1179, el papa concedía afirmaban que lo visitó para rezar en su iglesia.
a todo aquel que peregrinara para venerar las reliquias de santo
Tomás de Canterbury. En cuanto a la arqueta descubierta en uno de
los muros del presbiterio a principios del si-
glo xix, en cuyo interior se hallaron varios
relicarios y reliquias de antigüedad conside-
rable, hay ciertos datos que nos permiten
saber o aventurar de qué santos procedían.
V. CAMINOS DE PEREGRINACIÓN Es necesario buscar los orígenes de las principales redes de co-
A SANT PERE DE RODES municaciones en las antiguas vías romanas, construidas en el
momento en que por primera vez existió un poder político capaz
de organizar y mantener una red viaria principal. Hay varios in-
dicios que permiten descubrir el trazado de estas vías. El primero
Pese a hallarse en un lugar aislado, Sant Pere de
de ellos son los restos arqueológicos, consistentes en vestigios de
Rodes siempre ha estado conectado con el resto del calzadas, puentes y miliarios, que tal vez sean los que permiten
mundo mediante un gran número de caminos que han identificar los itinerarios más evidentes. En segundo lugar, existen
comunicado la península del cabo de Creus con las igualmente fuentes escritas de la Antigüedad que aportan noticias
principales vías que han surcado el Empordà desde épocas sobre las principales vías que penetraban en la Península Ibérica
por su extremo oriental. Por último, el estudio de los topónimos
inmemoriales. Conocer exactamente cuál fue el trazado de
de origen latino, alusivos a varios aspectos de la vialidad, constitu-
los accesos que utilizaron los peregrinos para llegar hasta ye asimismo una valiosa fuente de información para descubrir el
la montaña de Rodes es hoy una tarea muy difícil, puesto trazado de los antiguos itinerarios romanos.
que los caminos siempre son resultado de una realidad en
transformación que altera continuamente sus trazados Vía Heraclea
al servicio de los factores sociales y económicos de cada
Mucho antes de que la vía Augusta se convirtiera en el camino
periodo histórico, que asimismo están condicionados por los
principal para cruzar los Pirineos, ya existía una vía muy antigua
elementos naturales, como el clima o el relieve. que, procedente de la península itálica, comunicaba el Rosellón
con el Empordà y continuaba, en dirección al sur de la Penín-
sula Ibérica, hasta Cádiz. Era la llamada vía Heraclea o Máxima,
mencionada por el historiador griego Timeo ya en el siglo iv a. C.,
aunque autores como Anna Pujol y Narcís M. Amich consideran
probable que fuera utilizada desde mucho antes del siglo vi a. C.
En la Antigüedad, esta vía comunicaba los puertos más importan-
tes del Mediterráneo noroeste: Massalia (Marsella), Illiberi (Colliu-
re), Rodhe (Roses), Emporium (Empúries) y Tarraco (Tarragona). El
nombre de vía Heraclea se debió a que partía de Cádiz, ciudad edi-
ficada sobre el emplazamiento de una de las columnas que, según
96 la leyenda, se habían elevado a lado y lado del continente que el toda la Edad Media, los caminos utilizados para cruzar los Piri-
héroe Hércules separó en dos para permitir al mar Mediterráneo neos por su zona más oriental fueron múltiples, y que la elección
desembocar en el océano Atlántico. de uno u otro dependía de las coyunturas históricas y de la moti-
vación de los viajeros.
Algunos detalles sobre su trazado que aparecen en las obras es-
critas por autores griegos y romanos, así como en distinta docu- Para conocer estos caminos haría falta un trabajo de campo ex-
mentación medieval, nos permiten suponer que el itinerario de haustivo y un estudio del conjunto del paisaje y de la organización
la vía Heraclea, en la Antigüedad, procedía de Narbona y pasaba del territorio del extremo noreste de la península en los siglos me-
por Elne y Colliure. Durante la Edad Media se mantuvo como una dievales. Aunque algunos autores ya han realizado investigaciones
vía alternativa a la marítima durante los meses en que la navega- al respecto, en el estudio del itinerario –o itinerarios– de la vía
ción era impracticable; en varias guerras fue una discreta vía de Heraclea sería necesario descubrir cuáles eran las redes viarias
penetración en el Empordà para las tropas francesas y también romanas de carácter secundario que pudieron sobrevivir a la des-
fue utilizada por peregrinos que se dirigían a los grandes centros aparición del Imperio. También habría que inventariar el conjunto
religiosos, puesto que su itinerario devocional preveía escalas en de pueblos, masías, castillos e iglesias edificados en la Edad Media
varios santuarios, entre los cuales el de Sant Pere de Rodes. e investigar cuál era exactamente la situación socioeconómica del
territorio.
Podemos confirmar, por lo tanto, que la vía Heraclea penetraba
en la Península Ibérica por su extremo noreste, pero resulta muy Así pues, creemos que para cruzar el extremo este de los Pirineos
difícil determinar exactamente cuál fue el punto de entrada y su existía la posibilidad de utilizar varios pasos más o menos cómo-
trazado por las montañas de la Albera. La vía Heraclea no era la dos, como el collado de Banyuls, que se encuentra a solo 357 me-
vía Augusta, creada a partir del siglo i y sólidamente proyectada, tros de altitud, o el de Les Eres, que, pese a hallarse a 686 metros
construida y mantenida al servicio de los intereses del poderoso de altitud, constituye un camino mucho más directo y menos tra-
Imperio Romano. Cabe suponer que la vía Heraclea, un camino bajoso que el primero. Sin embargo, también había muchos otros
de raíces prehistóricas que surgió y se mantuvo de modo más pasos y collados que pudieron ser utilizados en épocas y momen-
o menos espontáneo, siguiendo las necesidades de las personas tos concretos, como por ejemplo el collado de Belitres (actual paso
que lo utilizaron a lo largo de muchos siglos, pudo sufrir cam- fronterizo de Portbou), que se encuentra junto a la costa, a solo
bios de trazado, e incluso podemos suponer que algunas partes 165 metros de altitud.
de su recorrido pudieron diversificarse en distintos itinerarios.
Las divergencias significativas entre los investigadores que han Según las investigaciones de Antoni Noguera, la vía utilizada por
buscado la vía Heraclea en estas tierras, así como las diferentes los peregrinos medievales que se dirigían a Sant Pere de Rodes
pruebas arqueológicas que localizan vestigios de vías antiguas y desde el norte cruzaba las montañas por el collado de Banyuls. Por
medievales en puntos distintos y divergentes de la sierra de la entonces, en el lugar denominado La Jaça de l’Home había una bi-
Albera, inducen a pensar que, desde tiempos antiguos y durante furcación entre el camino que conducía a Sant Pere de Rodes, pa-
sando por Sant Quirze de Colera, y el que continuaba en dirección Amadeu Cuito, en su investigación sobre el trazado de la vía Hera- 97
oeste y se dirigía a Vilabertran. Este último seguía la orilla dere- clea a su paso por la Albera, plantea que se podía utilizar los pasos
cha del torrente de Freixe hasta las proximidades del Mas Corbera, de los collados de Banyuls o de Les Eres, aunque admite la posibi-
donde tomaba la actual pista hasta Sant Jaume d’Espolla. A partir lidad de que se utilizaran otros collados. El autor también demues-
de Espolla el camino era llano y recto y continuaba por Mollet de tra la existencia de una carretera romana, a la derecha de Rabós,
Peralada hasta la villa de Peralada para, finalmente, llegar a Vila- de la que se conservan 300 metros de longitud, con una claras
bertran. Allí, en opinión de Noguera, terminaba la vía Heraclea y roderas, que procedía de Sant Quirze de Colera. Esta vía se dirigía
confluían los caminos que procedían de Sant Pere de Rodes, por hacia las poblaciones de Garriguella y Vilajuïga, de tal modo que
Vilajuïga y Peralada, y las vías más occidentales, como el camino permitía llegar tanto hasta los puertos de Roses o Castelló como
Ripollès y la vía Augusta. hasta el monasterio de Sant Pere de Rodes. Al tomar esta senda, el
Peña Miralles.
A partir del inicio de nuestra era, la vía Heraclea y su trazado –o 99
trazados– convivieron con la vía Augusta, que cruzaba las mon-
tañas pirenaicas por el collado de Panissars y se convirtió en una
auténtica autopista de penetración en el interior peninsular. No
obstante, hay que tener en cuenta que durante ciertas épocas del
año el paso por el collado de Panissars y por el de Ares, más occi-
dental, solía volverse impracticable a causa del frío y la nieve. En
esos periodos, resultaba mucho más cómodo cruzar las montañas
por el collado de Les Eres o por el de Banyuls, siguiendo los itine-
rarios de la antigua vía Heraclea, desde la que también se podía
tomar la vía Augusta a la altura de Vilabertran.
Vía Augusta
Camino Ripollés
Camino de Vilabertran
Pared de piedra seca del camino de Vilajuïga a Sant Pere de Rodes. Inscultura localizada en la zona de Roca Galera. El Port de la Selva.
Desde la masía Margall prosigue hasta la masía Ventós, donde hay diendo con tramos de las vías Augusta y Heraclea. No obstante, la 113
una zona de recreo con impresionantes vistas sobre el golfo de Ro- presencia más importante de estas piedras grabadas se halla en los
ses y la llanura del Empordà. Por último, el itinerario sigue desde principales caminos de subida a Sant Pere de Rodes, tanto en
allí, prácticamente plano, hasta las ruinas del poblado medieval y los procedentes del norte como en el camino de Vilajuïga, y llega
la iglesia prerrománica de Santa Creu. Una vez cruzado el pobla- a su máxima concentración en las cercanías del monasterio. Tam-
do, se toma el camino de peatones que en pocos minutos conduce bién se localizan insculturas en algunos de los caminos que, desde
a las puertas del monasterio de Sant Pere de Rodes. Roses, llegaban a la abadía.
Piedras de Canyelles
Grabados en la roca situados cerca de la carretera que hoy va de Vilajuïga a Sant Pere de Rodes, al sur de Montperdut y al suroeste del collado de Canyelles.
En un radio de 0,5-2 km hay siete dólmenes y otra roca grabada.
115
MONTPERDUT SE
RR
Mas Montperdut AD
EL
mas de Pujolar ’ES
TE
LA
VALL DE PUJOLAR Roca Miralles
Dolmen de Pujolar
Castillo de Miralles
Collado del Perer
Dolmen de Roca Miralles
COLL DE CANYELLES
Castell de Quermançó
ROCA VENTOSA Dolmen de la Riera Pujolar
mas de l’Hospital
PUIG ULLASTRES Pedra de les creus mas de la Granja
mas Bartret mas de la Mata de l’hospital
Pedres de Canyelles
Dolmen del Mas de la Mata
Pedres de Planells
mas de Canyelles
poblat de Canyelles
mas Magí
Dolmen de la
Sepulcre Muntanya d’en Casellas
Dolmen de de la Devesa
la Barraca Dolmen
de la Creus de Ca n’Isach I Dolmen de la Sureda
d’en Rabert Sepulcre
Devesa
de Mas Bofill
PAU Dolmen
de Mas Bofill
Creus de Ca n’Isach II
Elementos patrimoniales
localizados durante la
PALAU recuperación del antiguo
SAVERDERA
camino de Vilajuïga a Sant
Pere de Rodes.
El último jubileo que celebraron los monjes del monasterio de 119
Sant Pere de Rodes fue el de 1697. Los motivos de la desapari-
IV. RECUERDO DE LOS JUBILEOS ción de la festividad jubilar se pueden relacionar con la situación
DE SANT PERE DE RODES de inestabilidad originada por las reiteradas guerras con Francia,
que afectaron directamente al monasterio con sucesivos ataques
y saqueos a finales del siglo xvii y principios del xviii. La siguien-
Aunque los infortunios y el paso del tiempo han estado a te coincidencia del día de la Cruz de Mayo en viernes tenía que
punto de hacer desaparecer el monumento y su memoria, producirse en 1709; en 1698, seguramente por este motivo, los
Sant Pere de Rodes siempre ha sido intuido como un monjes procuraron varios traslados notariales de documentos que
monasterio excepcional por todos aquellos que lo han demostraban la antigüedad y legitimidad de la celebración. Sin
embargo, los jubileos no se volvieron a celebrar nunca más, he-
visitado, conocido y amado. El recuerdo de sus jubileos
cho que con toda seguridad estuvo relacionado con la incursión
pervivió entre la comunidad de monjes exiliados hasta
en el monasterio de las tropas del duque de Noailles, incidente
su exclaustración definitiva y, a partir de entonces, en el que se sustrajeron la Biblia de Rodes y otros documentos del
siguió persistiendo entre la gente de la comarca, que lo cenobio, como relató Andrés de Simón Pontero cuando visitó el
reivindicaba como el signo más ineludible del esplendor y la monasterio en 1752: “[...] siempre que ha ocurrido guerra con la
grandeza que exhibió el monasterio de Sant Pere de Rodes corona de Francia, cuyas tropas lo han saqueado, y quitado los
en tiempos pasados. papeles mui primorosos archibados que tenian, y una biblia sacra
antiquissima [...]”.
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ARCHIVOS Documentación gráfica 127
ADG: Archivo Diocesano de Girona DGT Agradecemos la cesión de fotografías y dibujos:
ADM: Archivo Ducal de Medinaceli R. Manent (14, 33, 34, 59, 61, 62, 65, 67, 68,
80, 81, 82, 83) PNCC
AHN: Archivo Histórico Nacional
O. Alamany (17) (2, 3, 55)
BNC: Biblioteca Nacional de Cataluña
BNF: Biblioteca Nacional de Francia R. Domínguez (23, 45, 69, 92, 94 bis, 95, 100,
109, 119) ICC
ISBN 978-84-393-8235-5
9 788439 382355