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SP ww. s Vanguar = — El museo de la vanguardia: para una antologia de Ia narrativa dista hispanoamericana La La vanguart » ¥ m&s exactamente la “vanguardia hist6rica”, es una noci6n que refiere, a la vez, a un modo particular de Produccién de simbolos culturales y a un determinado perfodo dela historia de Occidente por Hugo Achugar La vanguardiaenel musco Edoardo Sanguinetti decfa en los sesenta que “Toda vanguardia termina enel museo”. La idea no eranueva pero expresaba cicrio agotamiento de una ropuestaestético-ideoldgicaen un mo- ‘mento de crisis y ransicién delacultura de Occidente que hoy, a una década del fin del siglo XX, se traduce en este ‘malestar en el que nos debatimos y que se ha dado en llamar postmodern. La actual discusién acerca de la vanguardia se ha visto enriquecida en tos dltimosafios con ta de la modernidad y la de Ia postmodemnidad tanto a nivel latinoamericano como europeo y norte~ americano. ‘No tenemos todavia ono.con mayor frecuencia ejemplares de Batman, ‘Agustin ara, Tarz4n, Mafalda, Isabelita Sarli y He-Man en Tos museos. Aunque ya tenemos a Carlos Gardel, Marilyn Monroe y las atas de las sopas Campbell en cuadros, poemas y en la memoria ritual de nuestro presente imaginario. La referencia al Pamaso contemporéneo, —PedroSalinasdecta queelequivalente de la mitologia griega tan cara a los rmodemistas eran los héroes de nuestros medios de comunicacién masiva—, pretende fechar la situacién enunciativa de todo intento por describir hoy las rnociones de yanguardia, modernizacién, modemismq, modemidad, postmoder. niidad, premodemnidad, contemporanci- dad. En ese sentido, las primeras décadas 20 G Gratin Ocv1902 del siglo —que es el periodo que nos interesa—, son pasibles de una descrip- cign diferente si las describimos desde su propio momento hist6rico o desde el ruestro. Ubicados a fines del siglo XX, decir cuando ciertos procesos histé: ricos, tanto del siglo XIX como de co- mienzos del present:, estin sufriendo tuna transformacién radical no aparece ‘con claridad la funcién y el significado de lo ocurtido en las primeras décadas, No se trata de discutir lo positivo, negativo 0 paradéjicamente irénico de ue la vanguardia haya terminado en el ‘museo. La pelea. tipicade los habitantes del jardin de la Academia pero también de aquellos que intentamos. en el espa- cio piblico, debatire incidirenel futuro lificado. Precisamente, ambos bales son centrales en la presente postmodema?) hora de nuestras so- ciedades, vimientos culturales es un constructo y no la realidad misma. Los historiadores cen general y ahistoriograffaliterariaen particulartiendena describir oa narrar Ta historia privile- giando losprocesos, lavanguar ¥ movimientos he engi Sihoy es posible hablar del museo 0 de una antologia de porque la institucional Be. 5. parael casoconcreta de Lali rracién some ide re in fas a partir de otras realidades o debe r en cuenta el mundo, como decta {. siempre y cuando el injerto se ice en nvestro tronco histérico y cultural? ,Aislacionamienta teérico y suconsecuente pobrezao universalismo imperialista que homogeneiza nuestra spanoamericana en particular, os in académica de la vanguardia ha ‘eménicos, mini- mizando 1a inci- dencia del “didlo- 20" general que se dasiempre entodos Tos momentos his- {ricos y el hecho de que en todo pe- tfodo hist6rico Sleanzadosu augey porque nuestro tiemponacestacolgarlos retratos de sus entepasados para que se reconozca su genea- fogla y su vigencia. ( “, Notenernos todaviaono con mayor lrecuencia ejemplares €Baiman, Agustin ara Tarzan, Mafalda, Isabelta Sarly He- Man en ket museos. Aunque ya tenemos a Carlos Gerdel, Marlyn Monroe las atas de las sopas Campbell en cuadros, amasy enla memoria rtual de nuestro presente imaginario, EeMcfrerca al Parnaco contomporanen, —Pedio Sainas Gecia que ol equivalante de la miologia griega tan cara ales walla? NV Qo ak bo oto; Ma Aww aeygule temiondha gaa Wi stohato pear Ma intenpwetachia y et AMgnitl ao ov ata tonma Wom aypeeto Mo tannisma cwationtac ian a elena narrative det dtiscusa: Tako este en un {Won cm que Abo aes cot plaka atta, tatouane ta, a tac relates pawwoon gat Lt Nuaniea ANE Come of antento abe att: Atownar ob “osagneaia tapalan de Ma 4 Howton matornista (ew et semis angle ale teva), tis Nae fox este qu has alicia avanltmnieas, ci tunnck de st ravica mogady "WAL bo Bnwer han fenminade jaw potest an discus A> Doticn que bo costing uma fore ot espacio pata La vanguania, kt miestemi> saat y La ypsstmnoctniad sino un de sins opus tiventchnnes(2” gadgets?) quis petite Af fas sigufianbosy ue gannens oF Hlaggy lena slgnitioar ments, auieas La signifi: anka Ben, piv iment isis osteo de canta ingpica tosko Lvatctio Q guizasy lfindocutenas shoes tambien se trata fesaoeins ae costa tsiones (le alae Aton y aunts ao Tere, jn go) J a> Vinav el fitunyatticnyssque naramoset Msankeen has vevtneialas SIS TEE NSCAK Tempo, historia y cambio: Lat yangunedla hispanoamericana Detendee jesentar ta yangwantia Inispamoaimerioana dbo Las primetas kts “nlas aol sigh NN ent a antesala det say mnicnttas fas abies ConcuNEHLES sagitan sus metas hes sus annum» ralesaiticulasestnntenpvesst beste ‘antgwartia termina un proceso inic inky texto stent por promxiomatat, cnntemporanekiad, maatomnistas aran hos Daroas de nuestros Madog ge ComUn coekdn mashva— pretende feohat la skuack’n enunciativa de describe hoy las oncionee de vangunda, madiemizacdn, modemnisme, Medemidad, POsimEdamdad, ‘hese sonics laa phimeras dacasas del sipio—que vs o portato gue nos intoraaa—y BON pasbiee de una does Aitarante 31 las dascitimon desde gu prop monet NI 9 0 desde of nuestro. Udicados a fines dal siglo AX. 28 dest Cuando Gierfas process NALS, tanks dal 8g NIN ono Ge comionads dal praseota, astan sufento wna taste ea radical no aparace coy clarAdad @ ANE 2! SONECAD do by ecules on las prumeras dacadas (LA) en Oxcisente a fines del siglo XVI que ve ha dha en Hamar la “modernidal ‘vwnienca ot 0 se atticula con to que alguns han Hamad La “vontempart- Weill", ¢s ya pate de La “postino ermal? ;Lavanguana termina de esatnallar lo que el romanticismo ach) 0, AW el contra, La vanguat- diaalyounuretajadelaculturavccidental quo sc desiga de ho gomenzaado a fines el siglo NVI? BE fermemoto de La dliscuston sotve 1a modernidad yl istmodtermidad ha dejado todas Las. hciones y perielizaciones anteriores cnvescombais, Mientras unos anuncian cl fan de La matemidan (Hassan), ots seflalanque supruyectonobaterminad (latermas), Bn todo cas, la diseusion ‘atdlejanudo coma sald el que la historia de la cultura necesita ser reandenada © recomsiderala, La dada o la certeza de {qua la moctemidhl ha terminado post Illa su consideracion como un tiempo ajem; es dvi, La objetiva, AL Gempo ‘que la congela pues aun cuando Se SOs {enga, como ecume en muchos ¢280s, Ly tmoxkcmistnl tanty como perivlo como woyurcsta Maolsgica y estetica, sigue JRaridojalinente vigente 0 coeaiste en y coat la prstmontemibad, La descripsid y explicacion del smaaho en ques relasiong a yanguandia cou lahistviade Licultura cevidental ba Safty, falcon hemes aNoeWo ates, cnt fos altimos thems Una particular na presente situacida ‘enunciativa, —el jankinde La Academia atfinales sel siglo NX—. la nocion de imately lade su ooaflictive dert- han obligado luna puecision y revefinicioa tering ica. ‘Segdin un modo de entender La mo nic, ésta se referina, a un periods Je miiltiph, prextoocion attistica que in cJuista entre oenos mov imientas ee bb antia. Ny otra pute, Ls modem La oma matemidal, al devir de cu— aiharcana la ¢pova histi- eounsitabacignr y expansion del eapitaismoogcnieatal y de su barguess Powsitienesta modemidad supo- tog, ademas, 1 mo mento hiskinco dt La pniversalizacighs de la racioaglidad burguesa y Weta expansada Sel 6 petalisony mis allt de Burp, sopone tambiga cl de la manifestacion de las primeras re voeltas o crisis de Gratiti Oct modelo. La propia revolucién que de 1917 constituye un indo cuestionamiento desde la ra- -cionalidad positiva del siglo XIX de la ___-barbarie de la revolucién burguesa y de , _ lasociedad industrializada. Es posible, || enfuncion den idea de las ds mode ‘| nidades, reconocer en el perfodo de la modemidad discursos que celebran y constituyen la racionalidad universal, como aquellos que intentan socavar 6 destruir el orden social de dicha mo- demidad, ‘Las dos vanguardias, la estética y Ia ‘politiea, se articulan con la modemidad en tanto una desarrolla el cuestiona- mento estético-ideol6gico de la cultura burguesa y fa otra ataca las_premisas ticas, sociales’y politicas de la moder- niidad’burguesa. La vanguardia, en la linea de pensamiento que considera Ia modemidad como un modelo estético, surge en_un momento en qu c i fesconstruccin fe en la racionali ‘Sectores intelectuales. En cierto modo, ef claro cuestionamiento de la sociedad construida durante cl siglo XIX que ocurre luegode terminada la Primera Guerra Mundial, viene de antes. Las propuestas filosGficas espiritualistas al igual que el rechazo a concepciones de Ta vida en sociedad y a sistemas de valores que celebran’ Ia acumulacién material son anteriores tanto a la gran | guerra europea como alas revoluciones mexicana soviética,Porestomismo, la ‘vanguardia, en tanto modo particular de produccién cultural, es. 1a.accién,sim- © spélica que ciertos sectores de estas \ es ciedades realizan, para intentar modifi- | caro radicalmente cambiar la vida.co- t tidiana m4s que Ia respuesta aun nuevo ‘entorno socio-historico. Y en esta mis- ma Tinea de pensamiento es posible afirmar que la vanguardia se emparenta coh la modernidad —entendida en tér- ‘minos culturales como originada con el surgimientodlromanticismo—en tanto supone su radical rechazo, su cancela- TL ea oa oes |, Pektas Poo lege "Yatra con ay nuve ceven ca a is amis wre a mess : TH Anco rc Sears Susan en re Cor Corey Srfaso pote raaqerpace ee ‘ci6f, Por oira parte, la vanguardia, en fanto propuesta de futuro 0 en tanto iutopfa, se_vincula, segiin. In. postura ideol6gica del hablante, con la contem- poraneidad 0 con nuestra modernidad; es decir, con esta segunda modernidad que nos rige hasta poco mis acd de ta segunda mitad del presente,siglo: Lo fnierior nos permitevafirmar que 1a -vanguardia ciérra y abre etapas hist6ri- co-culturales, Mas agin nos permite afirmar que kal vanguardia, considerada fen su globalidad virtual, es hoy y aes altura de nuestra historia cultural intip® de produccién simbdlica que disolvid definitivamente ciertas concepciones, hieredadas de la segura sociedad deci- monénicamente burgucsa, al proponer i toda filosGficacomoalgo propio de una civ atau sae nearer ido por ‘el hombre y su eventual eaduc ~ Rngel eam har propos, at ds chibir,c1 perfodo en. Hispanoamérica, hablat, de “las tres irrupciones de la modemidad” o varios modemismos, Sugiriendolaideade que se tratabadeun tinico proceso histérico general. Ese proceso histérico general, loentendemos también nosotros como parte del proceso. ‘mAs amplio de Ia modemnidad. Y si bien se corresponde con la moxlernizacién 0 sucesivos intentos modemizadores de la sociedad latinoamericana también su- pone Ia existencia de hechos, Iineas y procesos no hegeménicos que comple- plan | OTRA NOVEDAD DE ! tan el panc de todo a despué nocién de moxlernidad como opuesta Ia de contemporaneidad no es, necesa riamente, identificable a In nocién d modemidad como opuesta a la de f modemidad. Y, por otra parte, tal Cor ha planteado Helmut Lett i incluya-o-no-la.vangwardi ‘Cepluplizacién dela. mod fronteras.entse la modern fhodemidad se diluyen Por lfimo, retomando alyunas ob servaciones anteriores, vale 1a pen Condar que el dllimo tervio del siglo XIX ‘conglituyé para Hispanoamérica su i Piescien un modo de producci6n eve ‘geménico en Eu nomiiea y cultural h Tapa. El hecho de que ta! prodajera en el vacio demismohayaconfigurad Act de independencia cultural no niga Jo anterior. Si cl siglo XIX fue In época hisidrica de consolidacién y expansion del capitalismo occidental, la etapa ini qciada-entre-1910°y 1918 (Revolucidn Mexicana y Reforma Universitaria) de rolid 1as_peculiaridades_cle_1a_im- i del capitalismo en Latino: ‘iheTicas Ta helerogeneidad esencial de Taicultura y de las sociedades latinoa- Igricanas posibilitaron que los sucesi yosintentosmodernizadores produjeran tunavanguardia especifica, Por otra parte, si se tiene en cuenta Ja magnitud y el tipo de transfor Smagiones y politica y sociales que atra yesiron Hispahoamérica cn los. alos fundamentales al vanguardismo, 1916 1935, es claro que Ia modernizacidn no fue exclusivamente artistico-ideol6gica y que las respuestas y las propuestas Culturales al respecto no se agotan en tuna de las expresiones. Mas aiin, y el tiempo transcurrido nos lo permite vi sualizar con mayor claridad, la yan ‘guardia no fue ni siquiera el Modo he “geménico deproduccién-eulturml, A Tespecto, es valido recordar lo que ho plantean los cientistas sociales latinos mericanosrespecto del presenteal habla como coexistiendo en la regién. d ----------------~ . ae premodemidad, modemidad y posimo- dernidad y su validez Y Operatividad: para cl desarrollo y ta evaluacién de ‘fuestra produccidn sinbélica, ee. modemizacion paru- cular de Hispanoamérica entre 1880 y ¥940 ‘Supuso, 4 nivel socio-culiural, Wistinios imaginarios: el det moden ‘mo, el del americanismo y el det regi. nalismo, y lambién el de'un crillisino y elde un postmodemismo. Tmaginarios, urbanos y Turalés, nacionalistas y cos. ‘mopolitas, que no implicaron siempre y 1. 10dos los casos producciones y con ductas culturales separadas. En ese }) Sehlido pero en relacin a la propia es Critura, cabria sefialar que la vanguardia Droplcslas, no sdlo las sobrevviencs de tnsiancia.anetiores sino aavellas {|S otras que, iteralmentescompafieoo la Hora del yanguardia: Porlomisio.es POubIe encontrar muchos casos. de tatpinacion'scs deci. auocescuya seria no deja de acusac reco de, IB Ours précis narauvaso poscad frre ratiater a ane Deepa el yocntre cosmopolismo y jo entre “vangeardismo f *aricanismno present Algunes escrilores vanguardlatas es muestra sufiienle como para ver quel taativa del momento’ no ciculaba Siemprey ents oseasoaporespoiog pute Y_absolutamente dferenciadon Estos dislogos, por otra parte, no se daban s6lo ene dstinos textos sino due uncionabun umbign entredstinos tpos de roduceisn simbolica. Ast por Chimp, el caso de México y dela ‘Placlan’ entre fo que ocumia nivel pllaico,ensuyisico y novelitico ona fralivo-Eldidlogo enieelmuraismo de 1 unDiego Rivera, cl americanismode un José Vasconcelos y la naralva de un Salvator Novo o dé un Gilberto Owen debe ser tenido en cuena de un mado 7) cenual a la bora de deseribir la podue- in cultural dela epoca, La transcrip- Cin, ene irénica Y meramente rel rencil. quehace Novoe Is cosenaava, a organizacion Yel abajo Sunlicatos agrupacones de base, etc CARLOS ROXLO 1373 te en Hispanoamérica coexiste con-otras. > Mas que un Video Club {© Ofrcemosal medio un mana qu informa promicve la cducacion Flacclucuviaa flexor store sprobianssdcisaludayivienda, NE ce anna? penetra ee ace een ot; See ee Mera ree aes EI MEJOR VIDEO LATINOAMERICANO = Jema “gue ostenta, hoy, nuesua ilustre Universidad, “Por' mi raza hablard el espiritu” y el inmediato ayregado "Log jortcamericanos son un pucblo sin edu €ciGn” son ejemplos harto elocuentes de la riqueza, varedad, interrelacin e imlerdiscursividad dela. produccidn Yanguardistahispanoamericana, Es por eso que, y en relacin con el Dropdsito del presente wabajo, el uso de Ia expresion, “narrative. vanguardista hispunoamericana” de este trabajo, re fier, cstictamente, un corpus defini ® hisionicamente porta décads quo vis we 1922 a 1932 y por aquellos textos que, COMO veremos mAs adelante, pro 3 un nuevo modo de entender Ia diana tanto a nivel Tadividual “Como social, a Ta Yer que explotaron, ‘yexplosionaron?) os Tundamentos es Léticos y artisticos heredados. Es decir, ‘seupartaron de una concepcién de una jantlivaparaproponerotraquenegaba, hasia cierto punto, una.tradiciGn, con larga vigencia-Ello'no implica que el Jeorpus,-cbnformado-por los texIos y faulores propuestos, en este. trabajo se ddefina,exclusivamente, en fucidn-de Tos criterios hist6ricos y artisticos sen Jados hasta ahora. Y, mucho menos por cfero, que la nocisn de Vanguardia sus Teas sea unarnocin técnico-esllist- ca La.nasrativa-vanguardistaispano americana, por gltimo yal como apate- ie en este tro, es una compleja en ida disoursia-euya>historicidad_ es ‘eentraly que i Surgidven-un vacto sino ens dinimicas aguas de la construc Cig dé una prdctica y de Feultural. antologia de Ja narrativa vanguardista ‘Acerca de las antologias. En otro lugar me he ocupado de las dificultades de organizary justificar una y de las implicaciones que implica dicho esfuerzo. qui que Finalmente nos et frentamos, el que escribe y Hugo J Verani, a la expe- a riencia de abrir y cerrar la puerta del museo antol6gico. Es decir, nos frentamos, nada ‘menos, que a dise- far el espacio cand nico de la narrativa de vanguardia en $ Hispanoamérica $ entre 1922 y 1932. Lafecha de 1922 es (Sigue en pag. 65) 9.67 42 ia identidad | Peet yy eee rm) STOO Mn Ly Prom net me T a e rer eM Monn Perea incesto, un amor prohibido entre het ere OR CM ash eso! Pe ome Tro) PRE acu Pree mn rTc e eT Me ee 0) Un UI CPt Bays NM aoe) Prsellce tl tele ere Pee Oe MRLs eee ee ee Lessing, titulado The Real Thing. El Pee dae Ac Penner ae Pree Mare Parra errno Cees arr eee eta y.el amor en la Londres contempo: errr ee nei Pete et Meare ere eu logias y relaciones humanas que se dan en la abigarrada y variadisima el eacne Ercan cae PEL eee mts tori eeu TTS ec ee ere Te) ener LeMay Prone ae rr iy er er eid siempre con una frescura y una ca Peo eeu er ore eu rary Peer erie er lent Perec er (eure! eer nr Tey MMe amy Oo saan aol TU soya) PTO eer oats Su rer Sees ere que, en su oer errr Pea Crore ran Ce nn ere tr) aCe aren Ce ees or enna en por objeto mostrar al mundo la pro: Ce Cem a a eerie ee ey in de este Salon se hizo en Guadalajara, ee pee ie erin ane Brasil oe ena NETO “antologia”, Laselescién gue preside ct preemie ‘3% SOsiderachones dip prog en eR UM Serie decrierios, terug wes al Jas dead del 130.Elsegundo, apunia al hecho Talis como por eles de spans ea iecstmeamiattoee poco pecs — wcrcs sone ec ie e eases Eh eaten aman Borges Portantes de la narrative. vanguard ‘embargo, no significa que, a Tae i tanguares emtar.m sanii a, Gfeteo de stanguaréts torque sony gue 23) a EE Bs. Bee inne ‘elie eee Nici Fenian 9 toro, “eo que por or Boerne te Tart los astees Fase a méndez. Salvador Novo, Githerto Owen y At queles Vera de Mé Papeles de reciénvenidi Macedonio Fernander y en México con La sefiorita Er Oaulores que, eventualmente, pertene- escritoro texto apenas, cen al corpus pero no fueron incorpora- gregar aquellos textos q dos a este espacio antoldgico sino n gracias alos esfucrzos de potas y aquellos otros que por “no ser” —di adores de los mas diversos paises, ha gamos,eneste caso, "vanguardistas" ‘ido puesta en cuestin de mows defi ‘dansentidoalosincluidos. Unaantologia Aitivo, En algunos casos, et mismo es ‘que recogiera aquello que silencia no tatuto genérico fue cuestionado por la serfa, precisamente, una antologta. n fescritura de estos autores: de ahi que ~Antologia’ viene de “anthos”, flores, y hayamospreferido hablar de “narra de “lego”, yo recojo; de donde los tr- prop fen general al referirnos a tipo de escr ‘minos_posteriores: “Florilegios”,“co- 77) * tura que hemos seleccionado en In ‘onas”,“guimaldas” y “Flores de baria sente antologia. La escritura vangi poesia". La primera “antologia” docu- dista y en cierto sentido a expe mentada. la"Corona de Meleagro”,ex- las cuales, i Yanguardista consitis en una suerte de plicitaba ia comparacin entre coleccién “terremoto” que conmovid, mis 0 me. ‘depoemas y una “corona de flores tejida ‘os segsin los casos, las premisas gene Be Mcp a bod do's io ricas heredadas. “Terremoto” que. sin Diocles,asimilando, de paso, la obra + embargo, no logrd quebrantar la hege cada poeta aunaflordiferente mente todolibrotine sulimitey mientras _mon{a dei realismo repionalisino soa 1 ¢l espacio de la poesta liviana 8 un algunos autores ofrectan la posibilidad imperante- En esa misma décw se yu vasto jardin donde el mencionado Me- de relatos ms o mengs breves 0 frag blican en Hi rica La vordgine leagro habrfa cortado algunos espec{- mentables, otros, caso de Martin Adan, (1924), Dom Segundi» Sombra (192) 9 ‘menes para componer su ramo”. Hay slo novelas no pasible de fragmentar. Dovha Brbara (1929) Lins textos teen ‘Pues una selecciGn propia y estructural Adem de lo anterior han habido gids en esta oportunidad dan cuenta, ‘écada, la novela y ta niarrativa deci mondnicas, que venian agonizando, SS rmelografiadas de Césax Vallejo Ante aquel desafio, que nadie Nolaba, de este revdlver contra ‘¢5¢ par de dads que pintarian el ‘ndimero que plugaala invencible Sombra del Destino, encamaa ‘enla figuradel Chale, cualquiera . posta. habrfa asegurado que yo estaba ‘Texto cuasi surrealista, BI habitante yu alll Peo no. Yo no estaba al «esperanza obligaal lector auna relacisn ) diferente con ta narrativa, El subvitulo is “novela”, a su vez, implica una redefi- cid euestionadora de hicidn del género y, de hecho, supone una flenibilizacion de ta categ menos tal como se venta tmanijando en Hispanoamé ‘ica. Ehomisino.caso de los, textos del_venezolano José Antonio Ramos Sucre cons- Tituye un ejemplo de ese es- {atuto ambiguo entre fa poe= siay Ia narrativa. Muchos de los Mamados “poemas en sprosa’” de Ramnos Sucre son Telat0S 6 ficcionies emparen- lubles con lo que Borges hard ‘uv tempo después. La m: yoria de los textos de La To- trede Timin(1925),EICIelo yexperiens -Tacionalidd iimplica Linueva posicion del ia, ale! SMJBIO“ESE yo, o Sujeto en primera per- ‘ucdad genéricade los extos ode que {que poctiza la narraciGn no es ung

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