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Arrio fue muy astuto e hizo lo mejor para llevar a la gente a su lado, incluso yendo tan
lejos como para componer una canción que enseñó su teología, la cual él trató de
enseñar a todos los que le escucharían. Su naturaleza encantadora, su posición
reverenciada como un predicador y como quien vivía en la negación de sí mismo,
contribuyeron también a su causa.
4° MANDAMIEN TO
HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE.
ÉXODO 20,12
EFESIOS 6,2 (MANDAMIENTO CON PROMESA)
EN PRIMER LUGAR TENEMOS UN PADRE CELESTIAL
ROM. 8,15------MATEO 6, 9 --------LUCAS. 11,2
JUAN 20,17 (SOMOS HIJOS DE UN SOLO PADRE)
TENEMOS TAMBIEN UNA MADRE
JUAN 19, 26 (MARIA ES MADRE DE TODOS) (JUAN REPRESENTA EN ESE MOMENTO LA
IGLESIA)
MALAQUIAS. 1,6 (DÓNDE ESTÁ EL RSPETO A DIOS)
MATEO 15,4
PROMESAS:
ECLESIÁSTICO 3, 2-7; 12-14 (AYUDAR A NUESTROS PADRES
CUARTO MANDAMIENTO
ÉXODO 20, 13
LA VIDA HUMANA ES SAGRADA, ES FRUTO DE LA ACCIÓN CREADORA DE DIOS
NADIE PUEDE EN NINGUNA CIRCUNSTANCIA ATRIBUIRSE EL DERECHO DE MATAR
EL HOMBRE FUE CREADO A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS
El octavo mandamiento nos prohíbe atestiguar en falso en juicio; prohíbe además la detracción o
murmuración, la calumnia, la adulación, el juicio y sospecha temeraria y toda suerte de mentiras.
Detracción o murmuración es un pecado que consiste en manifestar, sin justo motivo, los
pecados y defectos de los demás.
Calumnia es un pecado que consiste en atribuir maliciosamente al prójimo culpas y defectos que
no tiene.
Adulación es un pecado que consiste en engañar a uno diciendo falsamente bien de él o de otros,
con el fin de sacar algún provecho.
Juicio o sospecha es un pecado que consiste en juzgar o sospechar mal de uno sin justo
fundamento.
Mentira es un pecado que consiste en asegurar como verdadero o falso, con palabras o con obras,
lo que no se tiene por tal.
Tres especies de mentiras
1. Mentira jocosa es aquella con que se miente por burla o juego y sin perjuicio de nadie.
2. Mentira oficiosa es la afirmación de una falsedad por el propio o ajeno provecho, sin perjuicio de
tercero.
3. Mentira dañosa es afirmar una cosa falsa con perjuicio de tercero.
Jamás es lícito mentir, ni por juego, ni por interés propio o ajeno, por ser cosa en sí mala.
La mentira jocosa u oficiosa es pecado venial, pero la dañosa es pecado mortal, si el daño que
acarrea es grave.
Obligación de retractarse
Al que ha pecado contra el octavo mandamiento no le basta la confesión, sino que tiene obligación de
retractarse de cuanto dijo calumniando al prójimo, y de reparar, del modo que pueda, los daños que le ha
causado.
El octavo mandamiento nos manda que digamos la verdad en su lugar y tiempo, y que echemos a buena
parte, en cuanto podamos, las acciones de nuestro prójimo
S. Bernardo “ La Lengua es una lanza, las más aguda, con un solo golpe atraviesa a 3 personas; A la que
habla, a la que escucha, y la tercera de quien se habla. ¡Cuánto destrozo puedes causar con tu lengua,
si la usas para el mal! “
SÉPTIMO MANDAMIENTO
ÉXODO 20,15. (NO ROBAR)
LEVÍTICOS 19,11 (NO HURTAR)
ROBAR:
Tomar o retener el bien del prójimo injustamente
Apropiarse de lo ajeno
¿ A quien es que más robamos?
A DIOS: No damos lo que corresponde, ni en tiempo, oración, alabanzas, diezmos etc…
MANERAS EN QUE SE COMETE ROBO
HURTO – ROBO: Tomar ocultamente lo ajeno. Éxodo 22,25
RAPIÑA: Tomar violentamente
USURA: Reclamar mayor interés de lo que es lícito o permitido
(Aprovecharse de la necesidad del hermano).
LEVÍTICO 25,35-37. DEUTERONOMIO 23, 20
PAGOS, SALARIOS, MEDIDAS INJUSTAS: LEVÍTICO 19, 35 -37
FALSOS JUICIOS- FRAUDES FISCALES
AMBICIÓN: 1 TIMOTEO 6,9. PROV. 28,22. PROV. 28,8
CORRUPCIÓN:
DESPILFARRO
SOBORNO
SECUESTROS
OTRAS MANERAS MAS SENCILLAS DE ROBAR:
Negarle a los hijos o familia lo que es necesario, teniendo la forma de cumplir
Robar el mérito, dignidad y la honra de las personas, con comentarios, chismes y difamaciones
Jesús dijo: "Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos" JUAN 14:15
“Seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor
reverente. HEBREOS 12:28
¿CUAL ES EL DIA DEL SEÑOR?
SÁBADO O DOMINGO
1 CORINTIOS 16,2
JUAN 20,19
JUAN 20,26
HECHOS 20,7
"María sabe que el que lleva por nombre Jesús ha sido llamado por el Ángel Hijo del Altísimo (Luc 1:32
El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; )
María sabe que lo ha concebido y dado a luz "sin conocer varón", por obra del Espíritu Santo, con el
poder del Altísimo, que ha extendido su sombra sobre Ella. (Luc 1,35) María sabe que el Hijo dado a luz
virginalmente, es precisamente aquel "Santo", el "El Hijo de Dios", del que le ha hablado el Ángel (Juan
Pablo II, Enc. Redemptoris Mater, n 17)
María es verdadera Madre, ya que ella fue participe activo de la formación de la naturaleza humana de
Cristo, de la misma manera en la que todas las madres contribuyen a la formación del fruto de sus
entrañas. María es verdadera Madre porque Jesús es verdadero Hombre.
Jesús no necesitaba a una madre para venir a salvar a los hombres, y aun así la tuvo.
Este sin duda es el mayor y principal dogma mariano, al aceptarlo se acepta que:
Juan 1,1.En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
· El Verbo, persona Divina y Eterna, es mandado por Dios Padre a ser concebido en el vientre de
María y esto se logra por obra del Espíritu Santo.
Lucas 1,35.El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
· Al momento de tomar carne de María, El Verbo Eterno, persona Divina es igual que nosotros los
hombres, excepto en el pecado.
Filipenses 2, 7.Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo haciéndose semejante a los
hombres y apareciendo en su porte como hombre;
Por tanto el Verbo Eterno, Dios por siempre, segunda persona de la Trinidad siempre tuvo la naturaleza
Divina, y al momento de tomar carne sigue siendo la misma persona tomando una nueva naturaleza, la
humana.
Siendo que las madres paren a personas no a naturalezas, María dio a luz a Jesús, verdadero Dios y
verdadero hombre. Por tanto es válido decir que María es Madre de Dios.
Ella CONCICBIO y DIO a luz a la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, el Verbo, aunque no sobre
la naturaleza Divina, sino en cuanto a la naturaleza hum
ana.
Pero, como dirán los Solo Scripturistas: “¿En donde dice en la Biblia que María es Madre de Dios”?
39.En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
40.entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. 41.Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María,
saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; 42.y exclamando con gran voz,
dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; 43.y ¿de dónde a mí que la madre de mi
Señor venga a mí? 44. Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi
seno.
Leemos que Isabel habiendo quedado llena del Espíritu Santo la saluda. Esto es relevante ya que no fue
una obra humana, fue Dios mismo quien la guio para decir lo que dijo, Isabel bendice a Maria y después
al bebe en su vientre, a continuación nos dice quien es aquel bebe:
¿“Señor”?, ¿Se refería Isabel a Dios? Definitivamente, vayamos al griego para entender mejor que
palabra uso para “Señor”
Lucas 1,43 καὶ πόθεν μοι τοῦτο ἵνα ἔλθῃ ἡ μήτηρ τοῦ κυρίου μου πρὸς ἐμέ;
¿Como sabemos cuál es la acepción correcta usada aquí? Busquemos concordancias, ¿En donde más se
usa esa palabra en la Biblia?
Hay concordancias en Mateo y otros pasajes, pero me gusta mas usar del mismo evangelista para evitar
suspicacias, vayamos unos versículos anteriores
Lucas 1,38.Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel
dejándola se fue.
εἶπεν δὲ Μαριάμ· ἰδοὺ ἡ δούλη κυρίου· γένοιτό μοι κατὰ τὸ ῥῆμά σου. καὶ ἀπῆλθεν ἀπ' αὐτῆς ὁ ἄγγελος.
Ahí que cuando nos llaman blasfemos por llamar a María Madre de Dios, les podemos recordar que es
Bíblico su titulo, salvo que Isabel hubiera sido blasfema también.
Llegada "la plenitud de los tiempos" (Gal 4:4) tiene lugar el cumplimiento de las profecías y por lo tanto
se afirma su propia maternidad
Luc 1:31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
Luc 1:35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Gal 4:4 ...envió Dios a su Hijo, nacido de mujer...
Rom 9:5 y Cristo es uno de ellos según la carne, el que como Dios está también por encima de todo..
Se desprende claramente que si uno y el mismo es el que fue engendrado por el Padre desde toda la
eternidad y, en el tiempo, fue engendrado por la Virgen Madre, resulta que si ese es el Verbo de Dios,
María es la Madre de Dios.
Lo que pertenece a Jesús, o se afirma de Él, pertenece a la Persona misma del Verbo, Hijo de Dios, o debe
de ser afirmado de Ella; así lo hace el NT, por ejem Jn 1:14; Mt 1:22, Rom 1:3; 9:5, Gal 4:4
2. Es una nueva misión del Espíritu Santo: Esta nueva efusión del Espíritu Santo puede explicarse
como una "misión divina", significa que surge en la criatura una relación nueva para con el
Espíritu. Sabemos que, aunque estemos bautizados, necesitamos orar para que las gracias
recibidas en el sacramento se aviven en nosotros. Muchos bautizados no crecen con una
profunda relación con Jesús. Vemos en la vida de los santos que en algún momento en sus vidas
tomaron una profunda conciencia de su fe. Un golpe de gracia que después irá creciendo por toda
la vida. La misión del Espíritu Santo: -aumento de gracia para un nuevo estado de gracia,
progreso en virtud, manifestación de un carisma.
3. Es una gracia que renueva y actualiza las gracias ya recibidas. Esta nueva efusión es una gracia
que renueva, actualiza de manera existencial y pone en actividad el rico caudal de gracias que
Dios ha dado a cada uno a través de los sacramentos recibidos. En unos pondrá en actividad lo
recibido solo en el bautismo y en la confirmación; en otros, lo que Dios ha dado también a través
de la reconciliación y la eucaristía. En otros activará la gracia matrimonial...sacerdotal, etc.
También beneficia los carismas necesarios para el estado de vida.
4. Es una gracia que libera de obstáculos y ataduras: Desde el primer momento de nuestra
incorporación a Cristo por los sacramentos de iniciación, poseemos el Espíritu Santo, el cual
habita en nosotros en su propio Templo. Sin embargo, debido a obstáculos, heridas, barreras
que voluntaria o involuntariamente ponemos, la acción del Espíritu Santo quizás no ha
llegado a actuar en plenitud en nosotros.
5. Esta nueva efusión es una gracia que rompe la dureza de nuestro corazón, remueve las
trabas, derriba los obstáculos y nos dispone para que el Espíritu actúe en nosotros con toda
libertad. Son gracias de liberación, que el Espíritu Santo quiere obrar en el interior de la
persona. El don de Dios llega por fin a "desatarse" y el Espíritu se difunde como perfume en
la vida cristiana.
6. Nueva experiencia del Espíritu Santo: Es PERMITIR al Espíritu Sato que gobierne en nosotros la
mente, los sentimientos, pensamientos y voluntad.
7. Es un Principio de vida nueva: Se manifestarán los frutos para edificar nuestras almas y dones o
carismas para edificar la iglesia. Algunos de los frutos:
9. Poder para vencer el pecado: A través de la efusión las personas han recibido una profunda
experiencia personal con Jesús y les produce un gran poder para combatir las tendencias de la
carne, el pecado y el mundo.
EL AMOR DE DIOS
Objetivo del tema: Creer y experimentar el amor personal e incondicional de Dios que es nuestro Padre.
“Así dice Yahvé tu Creador, el que te hizo: No temas porque Yo te he rescatado, te he llamado
por tu nombre, tú eres mío” (Is. 43,1).
Dios ama a todos los hombres pero también ama a cada uno de manera personal, como cada uno
necesita ser amado. Si tú fueras el único habitante de todo el universo, Dios no podrá amarte ya
más de lo que te ama, porque te ama con todo el amor de un Dios Poderoso.
Dios no nos ama por lo que nosotros hacemos, sino por lo que Él es:
“Cual la ternura de un Padre para con sus hijos, así de tierno es Yahvé para quienes le temen”
(Sal 103, 13).
“Podrá una madre olvidarse del hijo de sus entrañas? Pues yo de ti nunca me podré olvidar” (Is.
49, 15)
Dios no te pone ninguna condición para amarte, Él te ama precisamente como tú eres en estos
momentos:
No importa lo que hayas sido o seas en el presente: pecados vicios o defectos. Dios te
ama incondicionalmente, porque su amor no cambia. Incluso, todo fracaso, problema y
hasta pecado en tu vida son ahora una oportunidad para que experimentes el amor de Dios
que es siempre fiel.
“Los montes se correrán y las colinas se moverán, pero mi amor de ti no se apartará” (Is. 54, 10)
Tú no necesitas aparentar otra cosa de lo que tú eres para que Dios te ame. Te ama como eres.
Dios te ama con tus cualidades y defectos. Él no te ama por tus cualidades, sino con tus
cualidades. Dios no te deja de amar por tus defectos. Te ama con ellos. Dios no ama lo que tú
haces, pero Él te ama a ti. Te acepta y te acepta con amor.
Dios te ama con tus pecados y tus esfuerzos, seas rico o seas pobre. No necesitas ponerte máscaras
delante de Él. El te ama porque eres su hijo y no por otra cosa. No te ama porque tú seas bueno,
sino porque el bueno es Él.
Vean los pájaros del cielo. Ellos no siembran ni cosechan y Dios les da cada día su
alimento. Nosotros valemos para Dios mucho más que las aves y todos los animales juntos
Vean los lirios del campo. Ellos no hilan ni tejen, y Dios los viste con belleza inigualable.
(Mateo 6, 26 - 30)
Cuánto más a nosotros que somos sus hijos, aunque seamos pecadores. Es más, El ama de manera
especial a los pecadores. El peor de todos los pecadores es el más amado de Dios, porque donde
abunda el pecado sobreabunda su amor misericordioso. El más pecador es quien puede
experimentar más perdón, gozo y esperanza, porque es el más necesitado.
Dios, ciertamente te ama como eres, pero te ama tanto que no te quiere dejar así. Él quiere algo
mucho mejor para ti.
Precisamente porque Dios te ama. Él quiere lo mejor para ti. El tiene un plan que El hizo con toda
su sabiduría y amor para ti.
“Él tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que nosotros
podemos pedir o pensar, con su Poder que actúa en nosotros” (Ef. 3, 20)
“Su plan supera mucho lo que tu te imaginas o puedes pensar para tu bien. Como el cielo
aventaja la tierra, así aventaja su plan al tuyo” (Is. 55,8)
Desde un principio nos creó a su imagen y semejanza, llenos de su amor y cocreadores con
Él, capaces de ser sus representantes en este mundo.
Nos creó en armonía perfecta:
con Él: una relación personal, íntima y permanente.
con los demás: relaciones de justicia, verdad y servicio.
con nosotros mismos: con seguridad, paz y dominio propio.
con toda la creación: siendo libres y no esclavos de las cosas de este mundo
Nos llenó de felicidad con su gozo, paz y unión.
D. Dios tomó la iniciativa para amarte
Dios te ama, y lo único que te pide es que creas en su amor, que creas en Él, que confíes en su
plan, más que en el tuyo.
Lo primero que Dios nos pide no es que le amemos, sino que nos dejemos amar por Él. Sólo
manifiéstale que quieres experimentar su amor por ti.
No se trata de que nosotros intentemos llegar a Él. Es Él quien quiere llegar a nosotros. No se trata
de que nosotros lo alcancemos a Él, sino de que nos dejemos alcanzar por Él. Antes de que
nosotros comenzáramos a buscarlo. Él ya nos andaba buscando. Él tomó la iniciativa.
Dios quiere que os dejemos seducir por su amor (Jer. 20, 7)
San Pablo escribe a los Gálatas les dice: “Ahora que amáis a Dios; o mejor dicho, ahora que
Dios los ama a ustedes...” (Gal. 4, 9). Es que no fueron los Gálatas los que amaron a Dios.
Primero Dios los amó a ellos.
“El amor no consiste en que nosotros amemos a Dios sino en que Él nos amó primero” (1 Jn.
15, 16).
“ No fuimos nosotros los que lo elegimos a Él. Él nos eligió primero” (Jn. 15, 16).
Nosotros no le hacemos a Dios el favor de amarlo. Es Él quien nos favorece a nosotros con su
amor que es eterno.
A veces nosotros buscamos a Dios y lo queremos amar. Pero nadie puede amarlo si antes no ha
experimentado su amor. Hay que hacer un alto, detenernos y dejarnos alcanzar por Él, por su
amor.
EL BAUTISMO
SIMBOLIZADO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
ÉXODO 14, 16 (PASO DEL MAR ROJO)
1 COR. 10 ,1
GÉNESIS 7,1 (EL DILUVIO)
1 PEDRO 3. 19-21
GRACIAS QUE SE ME DAN EN EL BAUTISMO
1. ME BORRA EL PECADO. ROM.3,23 – SALMO 51,7
2. ME HACE HIJO DE DIOS EN CRISTO Y HEREDERO DE SU REINO. MATEO 3. 16-17
3. ME REVISTE DE LA GRACIA DE CRISTO. 1 CORINTIOS 12,12
4. ME LLENA DEL ESPIRITU SANTO. HECHOS 1,5
Hechos 2,38-39
Gálatas 3,27
Juan 15,5
EL BAUTISMO ES NECESARIO PARA LA SALVACIÓN
MATEO 28, 19 – MARCOS 16,16. GÁLATAS 3,27-29
CUANTOS BAUTISMOS HAY?
EFESIOS 4, 5
¿QUIENES RECIBIERON EL MANDATO BAUTIZAR?
LOS APÓSTOLES: MATEO 28,19
PORQUE SE BAUTIZAN LOS NIÑOS PEQUEÑOS?
SALMO 51, 7 ( Somos pecadores desde el vientre de nuestra madre. – “PECADO ORIGINAL”)
HECHOS 2,38-39 (La promesa es para vuestros Padres y vuestros hijos)
POR QUE ESPERAR QUE SEA GRANDE PARA RECIBIR LAS BENDICIONES DE DIOS, Y
PARA BORRAR EL PECADO?
LA VIRGEN MARIA PRESENTO A JESÚS AÚN ESTANDO PEQUEÑO
LUCAS 2, 22-24 ( Nosotros presentamos nuestros hijos a Dios)
TEXTOS BIBLICOS EN DONDE SE BAUTIZAN FAMILIAS COMPLETAS SIN IMPORTAR
LA EDAD O LA CANTIDAD DE AGUA (RIO)
HECHOS 16, 14-15 (Lidia, una comerciante se hace bautizar junto con toda su familia, y en
una familia hay jóvenes, adultos y niños)
HECHOS 16, 33 (Pablo y Silas, bautizan al carcelero en la misma cárcel, donde no corría
un rio)
Romanos 6. 3- 11 (Injertados en Cristo por el Bautismo)
CREDO / SÍMBOLO NICENO-CONSTANTINOPOLITANO (Citas Bíblicas)
CREDO DE NICEA CONSTANTINOPLA
Es fruto de los dos primeros Concilios Ecuménicos de Nicea y de Constantinopla (Siglo IV), común a
todas las grandes Iglesias de Oriente y Occidente. Este credo profundiza mucho en el tema de la
DIVINIDAD DE CRISTO Y DEL ESPÍRITU SANTO JUNTO CON EL PADRE y se realizó en la época
de las disputas cristológicas. Este incluye el Filioque[*] insertado en el Siglo V ,con el cual se recita en la
Iglesia Latina.
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, (Génesis 1,1- 2,24)
de todo lo visible y lo invisible. (Colosenses 1,16)
Creo en un solo Señor, Jesucristo, (1 Timoteo 6,15)
Hijo único de Dios, (Juan 1,14 / 1 Juan 4:9)
nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios (Juan 1,1),
Luz de Luz, (Juan 1,4-5)
Dios verdadero de Dios verdadero,engendrado, no creado, (Filipenses 2,6-7)
de la misma naturaleza del Padre, (Hebreos 1,3)
por quien todo fue hecho; (Colosenses 1,15-16)
que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, (Juan 3,17 - Filipenses 2,7)
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,(Mateo 1,25)
y se hizo hombre; (Juan 1,14 - Gálatas 4,4)
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;(Marcos 15,15- Juan 19,16 - Juan 19,18
- Lucas 23,33),
padeció y fue sepultado,(Marcos 15,37 - Lucas 23,46 - Marcos 15,46 - Juan 19,42),
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,(♦ EL CENTRO DE NUESTRA FE Mateo 28,6 -1 Cor
15,14-32)
y subió al cielo,(Hechos 9,11)
y está sentado a la derecha del Padre;(Hechos 7,55-56 / Hebreos 1,3)
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos,(Mateo 16,17 -Apocalipsis 22,12)
y su reino no tendrá fin. (Apocalipsis 21,22)
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.(Mateo 16: 18 / Efesios 4,4-5 / Hechos 2,42 /
Romanos 11:16-18 / Mateo 28:19 / Efesios 2,20 )
Confieso que hay un solo Bautismo (Efesios 4,4-5)
para el perdón de los pecados. (Hechos 2,38 / 1 Pedro 3,21)
Espero la resurrección de los muertos (1 Corintios 15, 51-54)
y la vida del mundo futuro.(1 Tesalonicenses 4,16-17 / Apocalipsis 21,22). Amén.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.(Génesis 1,1- 2,24)
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, (Juan 1,1 Gálatas 4,4)
Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, (Lucas 1,35 - Mateo 1,20)
nació de Santa María Virgen (Mateo 1,25)
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, (Marcos 15,15- Juan 19,16)
fue crucificado (Juan 19,18 - Lucas 23,33),
muerto (Marcos 15,37 - Lucas 23,46)
y sepultado (Marcos 15,46 - Juan 19,42),
descendió a los infiernos (que NO SE REFIERE al lugar de los condenados sino el Sheol a donde irían
todos los justos antes de la resurrección de Cristo Lucas 16,22 -1 Pedro 3,19),
al tercer día resucitó de entre los muertos (♦ EL CENTRO DE NUESTRA FE Mateo 28,6 -1 Cor 15,14-
32),
subió a los cielos (Hechos 9,11)
y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso (Hechos 7,55-56 / Hebreos 1,3).
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos (Mateo 16,17 -Apocalipsis 22,12).
QUE ES LO ESENCIAL?
NO FUE EL HAMBRE, EL DESEO DE SACIERSE DE COMIDA Y PAN.
NO FUE EL CUMPLIMIENTO DEL TRABAJO Y HACER LAS COSA BIEN.
FUERON LOS BRAZOS DEL PADRE AMORO LOS QUE MARCARON LA DIFERENCIA
EL PADRE ESPERÓ AL HIJO PERDIDO; PERO TAMBIEN AL HIJO QUE ESTABA CERCA
A EL
A LOS DOS LOS AMÓ CON EL MISMO AMOR INCONDICIONAL
EL HIJO MAYOR NO QUERIA ENTRAR A LA FIESTA PORQUE NO PODIA ENTENDER
ESO.
Consecuencias del pecado en el cielo: Hablando San Pablo del «esplendor de los cuerpos
celestiales» dice que «uno es el resplandor del sol, otro el de la luna y otro el de las estrellas, y
una estrella se diferencia de la otra en el resplandor» (1Cor 15,40-41).
Comió el hombre de ese fruto y se le abrieron los ojos y conoció… que estaba desnudo, despojado de los
dones gratuitos y herido gravemente en su naturaleza.
Entonces se produce una profunda división en el hombre. Toda su vida, individual y colectiva se presenta
como una lucha dramática entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas… el ser humano mirando
dentro de su corazón y contemplando su vida, se descubre inclinado hacia el mal y sumergido en
múltiples males.
Experimenta el hombre que es incapaz de vencer por si mismo eficazmente los asaltos del mal y se siente
cargado de cadenas.
Al rehusar reconocer a Dios como su principio el hombre pierde la unión con su fin último y rompe toda
armonía consigo mismo, con los demás hombres y con la creación.
Relaciones interpersonales inexistentes o falsas: Dañada gravemente nuestra capacidad de amar y ser
amados: hogares destrozados, rotos, relaciones engañosas, interesadas o posesivas, soledad,
incomprensión, desconfianza, agresividad.
¿Quién es el responsable?
El responsable de este desorden es el hombre mismo, quien rechazando a Dios, prefirió la esclavitud de
Satanás, provocando el caos, la enfermedad, el desequilibrio y la muerte.
“El mundo entero yace bajo el poder del Maligno” (1 Juan 5, 19)
Soluciones falsas:
Algunas legítimas como la ciencia y la técnica: Pero son parciales, superficiales, muchas veces sólo
aparentes.
Falsos mesianismos: Materialismo sin trascendencia, racionalismo sin fe, humanismo sin Dios, vanas
promesas de paz como el yoga, meditación trascendental, filosofías orientales: Hinduismo (hare Krisna),
budismo y sus creencias: Feng Shui, reencarnación, mantras, chacras, etc.
Idolos engañosos: Satanismo, brujería, esoterismo y ocultismo, poderes extrasensoriales, control mental,
uso de ouija, fidencismo, culto a la Santa Muerte, Santería, falsos santos como el “niño Fidencio”, Pancho
Villa. Magias de todos colores.
Superstición: Uso de fetiches, amuletos (pata de conejo, elefante, pirámides, herraduras, pencas de
sábilas, huevos, cuarzos, etc.) Conocer el futuro al margen de Dios: Lecturas de cartas, tarot, mano, café.
Curanderismo, astrología y horóscopos. Biorritmo. Cartas astrales. Barridas con huevo, con hierbas con
piedras. (En una futura sección, abundaremos sobre cada uno)
Nos hemos alejado de la casa del Padre, hemos despilfarrado nuestra herencia y estamos bajo el poder del
príncipe de este mundo que nos manda a cuidar puercos (Lucas 15, 11-35)
“Me dejaron a mí, Manantial de Aguas Vivas, para hacerse cisternas agrietadas que el agua no
contienen”: (Jeremías, 2, 13)
Sólo Dios tiene la solución al problema del hombre, ya la la ha dado, y nos la ofrece a cada uno, ahí
encontraremos la salvación. La solución de Dios es la única, porque sólo ésta es total, definitiva, radical y
auténtica.
EL PURGATORIO
EL PURGATORIO EN PRIMER LUGAR SE CONSIDERA COMO UN GESTO DE LA
MISERICORDIA DE DIOS.
“El Purgatorio es el estado en el que van todas las almas, que, aún muriendo en gracia de Dios, no
han llegado en su vida a purificar el daño que han ocasionado con sus pecados.”
1 CORINTIOS 3,13-15 (LA OBRA SE HARÁ EVIDENTE, EN EL FUEGO. SIN EMBARGO, SERÁ
SALVO)
MATEO. 5,25 (NO SALDRÁ DE ALLI, HASTA QUE HAYA PAGADO)
1 JUAN 5,16-17 (HAY PECADOS QUE NO CONLLEVAN A LA MUERTE)
MATEO 12,32 (UN PERDÓN EN LA TIERRA, UN PERDÓN EN EL CIELO)
APOCALIPSIS 21,27 (NADA ENTRARÁ IMPURO AL REINO DE OS CIELOS)
Pero... ¿De qué hay que “purgarse”? ¿No se supone que se nos perdonan todos los pecados en la
confesión?
Con la confesión quedan perdonados nuestros pecados y quedamos libres del castigo eterno que
nos merecíamos. Pero la confesión no repara el daño que hemos ocasionado. Ése, debemos
repararlo nosotros con nuestras buenas obras o con nuestro sacrificio. (frecuentemente hacemos
confesiones mal hechas, omitimos decir nuestros pecados por pena)
MATEO 22, 11-13 (NO SE PUEDE ENTRAR AL BANQUETE CON LA ROPA SUCIA)
EL SEÑORIO DE JESÚS
SEÑOR: El título de Señor lo ha constituido como dueño absoluto de todo el universo: del pasado, del
presente y del futuro. Hombres, animales y toda la creación le están sometidos. Vencedor de la Muerte y
del Maligno. Cielo, mar y tierra están bajo su poder. Juez de vivos y muertos: Hech 10,42; el Salvador:
Hech 13,23; el Jefe que lleva a la Vida: Hech 3,15; el Mesías anunciado por los profetas: Hech 3,18.
Por otro lado, el título del Señor (Kyrios), que en el Antiguo Testamento era reservado exclusivamente
para Dios, al ser aplicado a Jesús, afirma de una manera muy eminente su carácter divino. ¡Jesús es El
Señor! Lucas. 1, 42 -43
“Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los
muertos serás salvo”. (Rom 10,9)
Se trata de proclamar el Señorío de Jesús en todas las áreas de nuestra vida.
Dejar que Jesús Reine en nuestras vidas no es:
Colgar simplemente una imagen o medalla de Jesús (en sus cuerpos, o en sus casas)
No es solamente nombrarlo y anunciarlo (Nombrarlo por costumbre sin sentido)
Tomarlo por épocas o tiempos (Cuando se tiene problemas o dificultades)
Por retiros espirituales simplemente ( solamente por arrebatos espirituales, o fanatismos)
El Señorío de Jesús es total o no es Señorío. O Jesús es Señor cien por ciento o no lo es.
Jesús no pide mucho. Jesús lo pide todo. Él no se contenta con formar parte o ser un aspecto
de nuestra vida. El quiere ser el centro único de nuestra existencia. O todo o nada. O frío, o
caliente, pero no tibio. A los tibios los vomita de su boca: Ap 3,15-16
LA NAVIDAD TIENE ORIGEN DESDE EL SIGLO IV, ( año 440 D.C) EN LA IGLESIA PRIMITIVA,
SE CREE QUE ESPECIFICAMENTE EN ROMA, SE ORIGINÓ ESTA TRADICIÓN SANTA.
Pero está precedida desde el Antiguo Testamento 1 Macabeos 4. 52-53
La Navidad es una FIESTA GRANDE para los cristianos, debemos alegrarnos como se alegró el Cielo.
Lucas 2. 13-14
Nosotros los beneficiados debemos celebrarla por obligación
COMO CELEBRO LA NAVIDAD?
NAVIDAD CRISTIANA __________________ NAVIDAD CONSUMISTA
Niño Jesús __________________ Papá Noel ( Santa Claus)
Oración __________________ compras
Templo __________________ Centro Comercial
Familia __________________ Bares, Dsicotecas, parques
Perdón, Paz, Amor __________________ Odios, divisiones, peleas,
__________________________________________________________________
CITAS BIBLICAS PARA TENER EN CUENTA
Romanos 13,13-14
Lucas 21,34 (Estad Alerta)
Mateo. 23, 27-28 (No podemos ser sepulcros blanqueados)
Lucas 11,39-40 (Debemos adornar el alma)
¿EN QUIEN ESTAN PUESTOS NUESTROS OJOS?
b. SANSÓN tenía Poder pero puso sus ojos en la persona equivocada (Jueces 16:4-22)
c. ACÀN fue un buen guerrero y quiso ser Próspero pero puso su mirada en los objetos
equivocados (Josué 7)
2. LOS CRISTIANOS CON CRECIMIENTO ESPIRITUAL ESTAN PONIENDO LOS OJOS
SOLAMENTE EN JESUS
· Cristo quiere que no solamente pongamos nuestra mirada en él, sino también los ojos.
PONER LOS OJOS EN JESÚS SIGNIFICA:
a. ORAR con los ojos cerrados, pero con nuestro corazón y nuestra mirada en aquel que está
sentado a la diestra del trono de Dios, para que le entiendas el Plan que Él tiene con tu
iglesia.
b. ENTENDER que Jesús es el Sustentador, Señor y Propietario de la iglesia, y él es el que
debe de conservar el mando en todos los ministerios. (OBEDIENCIA)
c. CREERLE A CRISTO como un niño recién nacido le cree a su madre, que El está con
nosotros a través del mundo, por encima del mundo y hasta el fin del mundo.
JESUS DIJO “…he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo.” (Mt 28:20)
d. SATURAR: nuestro Mensaje, nuestros actos y nuestras Actividades del Evangelio de
Aquel que dio su vida por nosotros en la Cruz.
e. ENTREGARSE: en cuerpo, alma y espíritu a la motivación que lo trajo a Él a este
mundo. Es decir, h
f. SACRIFICIO, CONSAGRACION, TRABAJO: pero también significa:
Familas rescatadas de las garras del diablo
Jóvenes fuera de las calles del vicio para estar en la iglesia
Salvación, liberación y Sanidad para nuestras comunidades.
LAS SECTAS
LA DIVISIÓN ES PECADO, EL QUE SE DIVIDE PECA
GALATAS. 5, 19-21 (LAS SECTAS – PECADO)
GALATAS. 1,6 (UN SOLO EVANGELIO)
HECHOS. 20,28- 31 (FALSAS DOCTRINAS)
TITO 1, 9-11 (Falsas Doctrinas a quienes tenemos que tapar la boca)
1 TIMOTEO 4, 1 (DOCTRINAS DIABÓLICAS, FALSAS)
MATEO 15, 11 (NO ES LO QUE ENTRA POR LA BOCA DEL HOMBRE LO QUE LO HACE
IMPURO)
HECHOS 10, 13 -15 (VISION DE PEDRO - LO QUE DIOS A PURIFICADO, NO LO CONSIDERES
IMPURO)
1 JUAN 2, 18 - 19 (ESTABAN ENTRE LOS NUESTROS, PERO NO ERAN DE LOS NUESTROS)
2 JUAN 1, 7- 10 (NO OFRECER NUESTRAS CASAS A LAS FALSAS DOCTRINAS)
IGLESIA – SANTA - CATÓLICA (UNIVERSAL)
EKKLESIA: (del griego) – que Significa IGLESIA
EKKLESIA: IGLESIA: CONVOCADOS – LLAMADOS ( A SER SALVOS)
EN DONDE NACE LA IGLESIA?: La Iglesia nace del COSTADO DE Cristo.
QUIEN FUNDA LA IGLESIA: la Funda Jesús, CRISTO ES CABEZA SUPREMA DE LA IGLESIA:
Efesios. 1,20 – Efesios 3. 20
CRISTO ES CABEZA Y LA IGLESIA SU CUERPO
Efesios 5,23
EN QUIEN LA FUNDA?: la Instituye en Pedro: Mateo 16, 18.
JUAN 21, 15 : (Primacía de Pedro)
JESÚS DEJA UNA IGLESIA: Efesios 5, 22
NADIE PUEDE ODIARLA: Efesios. 5,29
Iglesia – Cristo: Esposo – Esposa: Efesios 5, 32
LA IGLESIA ES COLUMNA Y FUNDAMENTO DE LA VERDAD: 1 Timoteo 3,15
LA IGLESIA RECIBE EL PODER PARA ANUNCIAR EL EVANGELIO: Mateo 28, 19. Marcos
16, 15
EVANGELIO: Significa: BUENA NUEVA – BUENA NOTICIA
¿Que han hecho con el EVANGELIO del Señor? Gálatas 1, 6-10 -
Falsas doctrinas: 1 Timoteo 4, 1
Éxodo: 20,3-6
Carta de Jeremías o Baruc 6, 2
Baruc 1,21 (El error de servir a dioses ajenos)
Dioses de babilonia: MARUK, EA, ENLIL, TIAMAT, APSU , DAMKINA
El pueblo de Israel no pecó al hacer la imagen, pecó cuando la declaró como su dios.
Éxodo 32,1 (becerro de oro)
_______________________________________________________
¿PERMITE DIOS TENER Y HACER IMÁGENES?.
NUEVO TESTAMENTO
LA CRUZ.
Proviene de la palabra latina “trinitas”, que significa “tres” y “triada”. El equivalente en griego es
“triados”.
El primer uso reconocido del término fue el dado por Teófilo de Antioquía alrededor del año 170 para
expresar la unión de las tres divinas personas en Dios.
En los tres primeros días que preceden a la creación del sol y de la luna, el Obispo ve imágenes de la
Trinidad: “Los tres días que preceden a la creación de los cuerpos luminosos son símbolos de la Trinidad,
de Dios, de su Verbo y de su Sabiduría”.
“En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios (…) Y la Palabra se
hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo
único, en él todo era don amoroso y verdad”.
El hecho de que solo hay un Dios se puso de manifiesto en el Antiguo Testamento. Por ejemplo, el libro
de Isaías dice:
(Is. 43:10)
"Ustedes son mis testigos, dice Yahvé, y son mi servidor, que he elegido; sépanlo, pues, y crean en mí, y
comprendan que Yo Soy. Ningún Dios fue formado antes de mí, y ningún otro existirá después”.
(Is. 44: 6). “Así habla el rey de Israel y su redentor, Yahvé de los Ejércitos: ‘Yo soy el primero y el
último; no hay otro Dios fuera de mí’.
Apocalipsis 21,6
Efesios 4, 4- 5
Un solo cuerpo , un solo Espíritu, como una sola es la esperanza a que habéis sido llamados. 5. Un solo
Señor, una sola Fe, un solo bautismo.
Adoramos un solo Dios que de manifiesta en tres personas Distintas siendo un solo Dios verdadero
Mateo 6, 9 (Jesús, nos enseñó que tenemos un Padre)
Juan 10, 30 (Nos dice que Él y El Padre son Uno solo)
Juan 14, 7-9 (Jesús le dice a Felipe: “Quien me ve a mí, ve a mi Padre)
“Después dijo a Tomás: ‘Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado.
Deja de negar y cree’. Tomás exclamó: ‘Tú eres mi Señor y mi Dios’”.
Juan 8, 54-58.
“Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.”
Lucas 1,42-43 (Santa Isabel exclama: “de Donde a mí que venga a verme la Madre de mi Señor”
En el libro de Hechos, el Espíritu Santo es retratado como una persona divina que habla y que a la que no
se le puede mentir:
(Hechos 13: 2)
“Mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: ‘Separadme a Bernabé y a
Saulo para la obra a la que los he llamado’”.
(Hechos 5: 3-4)
“Pedro le dijo: ‘Ananías, ¿por qué has dejado que Satanás se apoderara de tu corazón? Te has guardado
una parte del dinero; ¿por qué intentas engañar al Espíritu Santo? Podías guardar tu propiedad y, si la
vendías, podías también quedarte con todo. ¿Por qué has hecho eso? No has mentido a los hombres, sino
a Dios’”.
El hecho de que Jesús no es la misma persona que el Espíritu Santo se revela cuando Jesús -que ha estado
funcionando como Paráclito (en griego, Parakletos) de los discípulos- dice que va a orar al Padre y el
Padre les dará “otro Paráclito", que es el Espíritu Santo. Esto demuestra la distinción de las tres Personas:
Jesús que ora; el Padre que envía; y el Espíritu que viene:
“y yo pediré al Padre y les dará otro Paráclito, para que esté con ustedes para siempre, el Espíritu de la
verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero ustedes lo conocen, porque
mora con ustedes”.
La distinción de las Personas se puede demostrar, por ejemplo, en el hecho de que Jesús habla a su padre.
Esto no tendría sentido si fueran una y la misma persona.
El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica (CCIC) lo explica así: “La Iglesia expresa su fe
trinitaria confesando un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres divinas
Personas son un solo Dios porque cada una de ellas es idéntica a la plenitud de la única e indivisible
naturaleza divina. Las tres son realmente distintas entre sí, por sus relaciones recíprocas: el Padre
engendra al Hijo, el Hijo es engendrado por el Padre, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo”.
(CCIC, 48)
Sí, y el Compendio lo explica de esta forma: “El misterio central de la fe y de la vida cristiana es el
misterio de la Santísima Trinidad. Los cristianos son bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo”. (CCIC, 44)
El dogma de la Trinidad se definió en dos etapas, en el primer Concilio de Nicea (325 D.C.) y el primer
Concilio de Constantinopla (381 D.C.).
En el Concilio de Nicea se definió la divinidad del Hijo y se escribió la parte del Credo que se ocupa de
Él. Este concilio fue convocado para hacer frente a la herejía arriana, que afirmaba que el Hijo era un ser
sobrenatural pero no Dios.
En el Concilio de Constantinopla se definió la divinidad del Espíritu Santo. Este concilio combatió una
herejía conocida como macedonianismo (porque sus defensores eran de Macedonia), que negaba la
divinidad del Espíritu Santo.
La Trinidad solo puede probarse a través de la revelación divina que Jesús nos trajo. No se puede
demostrar por la razón natural o únicamente desde el Antiguo Testamento. El CCIC explica:
“Dios ha dejado huellas de su ser trinitario en la creación y en el Antiguo Testamento, pero la intimidad
de su ser como Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón humana e incluso a la fe
de Israel, antes de la Encarnación del Hijo de Dios y del envío del Espíritu Santo. Este misterio ha sido
revelado por Jesucristo, y es la fuente de todos los demás misterios”. (CCIC, 45).
Aunque el vocabulario utilizado para expresar la doctrina de la Trinidad tomó tiempo para desarrollarse,
se puede demostrar los distintos aspectos de esta doctrina con las Sagradas Escrituras.
Por ejemplo, en las epístolas de San Pablo se narra lo siguiente: “¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, Padre de los misericordias y Dios de toda consolación (…)”. (II Cor. 1: 3).
Esto es proclamado en varias partes del Nuevo Testamento, incluyendo al comienzo del Evangelio de San
Juan:
También:
12. El Hijo procede del Padre y el Espíritu procede del Padre y del Hijo
“Es ciertamente de fe que el Hijo procede del Padre por una verdadera generación. Según el Credo
Niceno-Constantinopolitano, Él es “engendrado antes de todos los siglos". Pero la procesión de una
Persona Divina, como el término del acto por el cual Dios conoce su propia naturaleza, es propiamente
llamada generación” (Enciclopedia Católica).
El hecho de que el Hijo es generado por el Padre está indicado por los nombres de esas Personas. La
segunda persona de la Trinidad no sería un Hijo si no hubiera sido generado por la primera persona de la
Trinidad.
El hecho de que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo se refleja en otra declaración de Jesús:
“Cuando venga el Paráclito que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede
del Padre, dará testimonio de mí”. (Jn. 15: 26)
Esto representa al Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo ("que yo os enviaré"). Las funciones
exteriores de las Personas de la Trinidad reflejan sus relaciones mutuas entre sí. También puede decirse
que el Espíritu Santo procede del Padre por medio del Hijo.
¿TUVO LA VIRGEN MARÍA MAS HIJOS?
LOS PROTESTANTES AFIRMAN QUE MARÍA TUVO MÁS HIJOS, BASÁNDOSE EN LOS
SIGUIENTES TEXTOS BÍBLICOS.
MARCOS. 3,31
MARCOS 6, 3
ESTA AFIRMACIÓN ES UN ERROR DE TANTOS QUE PREDICAN.
JESÚS ES EL PRIMER Y ÚNICO HIJO (PRIMOGÉNITO Y UNIGÉNITO
COLOSENSES 1, 15 – 17 (Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación)
Al Ser Jesús PRIMOGÉNITO, no pudo haber hijos en María antes de Él.
JUAN 1,14 (CONTEMPLAMOS SU GLORIA HIJO ÚNICO DEL PADRE)
IMPORTANCIA DE MARÍA EN LAS ESCRITURAS
MIQUEAS 5, 3-4
LUCAS 1, 42-44……. HECHOS 1,14……..LUCAS 1,31-32. (MADRE DE DIOS)
LUCAS 1. 45-55 (MARÍA, BIENAVENTURADA- LA GRAN BENDECIDA)
GÉNESIS 3,15-……- APOCALIPSIS 12,1
CITAS BIBLICAS PARA COMPROBAR QUE MARÍA NO TUVO MAS HIJOS
MARCOS 3,17-19 (SANTIAGO Y JUAN, HIJOS DEL ZEBEDEO) (SANTIAGO HIJO DEL ALFEO,
SIMÓN EL CANANEO, JUDAS TADEO, JUDAS ISCARIOTE)
MARCOS 10, 35 (Jacobo o Santiago y Juan Hijos del Zebedeo)
MATEO 4, 18-21 ( Miró a Simón Pedro y a su hermano Andrés, luego encuentra a Santiago y Juan,
junto con su padre el Zebedeo)
MATEO 10,2-4 (LOS DOCE)
MATEO 16, 17 (SIMON – PEDRO. HIJO DE JONÁS)
MATEO 27,56 (TRES MARÍAS DINTINTAS A LA VIRGEN MARIA) (SANTIAGO Y JOSÉ)
LUCAS 6, 16, Hechos de los Apóstoles (Judas de Santiago, se afirma que Judas Tadeo era Hermano de
Santiago de Alfeo)
JUDAS 1, 1 (Judas Hermano de Santiago (Hijo del Alfeo) y siervo de Jesús)
JUAN 19, 26-27 (SI JESÚS TENÍA MAS HERMANOS HIJOS DE LA VIRGEN; PORQUE NO LA
DEJA CON UNO DE ELLOS? EN VEZ DE DEJARLA CON JUAN?
LA PALABRA HERMANO
SIGNIFICA HERMANOS, HIJOS DE UN SOLO PADRE, HERMANOS EN LA FE.
JUAN 20, 17 ( MI PADRE Y VUESTRO PADRE). Romanos 8, 15-16 (Abba Padre)
MATEO 6, 9 ( PADRE NUESTRO)
JUAN 19, 26-27 ( TODOS TENEMOS A MARÍA COMO MADRE)
HECHOS 1, 15-16 (PEDRO PREDICA ANTE 120 PERSONAS Y LOS LLAMÓ HERMANOS)
GÉNESIS 13, 8 (ABRAHAM LLAMO A LOT: HERMANO)
GÉNESIS 12, 5 ( LOT ERA SOBRINO DE ABRAHAM)
¿Qué tiene que producirse en la Iglesia de hoy para que pueda comunicar al Dios de Jesucristo como
Buena Noticia para el hombre contemporáneo?
¿Qué ha de suceder en las comunidades cristianas para que se pueda desencadenar una “nueva
evangelización”, es decir; la comunicación viva del Evangelio como algo nuevo y bueno?
Estas son las preguntas que subyacen en el trasfondo de esta reflexión que tiene cuatro partes:
La nueva evangelización trata de hacer presente el Evangelio en medio de una sociedad que se va
alejando de Dios, pero que necesita descubrir su verdadero rostro.
En la tercera parte, veremos cómo la nueva evangelización sólo la harán posible aquellos que vivan hoy
una nueva experiencia de Dios, Amigo y Salvador del hombre.
Por último, se ofrecen algunas pistas para cuidar y desarrollar una oración capaz de suscitar y alimentar la
nueva evangelización.
El encuentro con Cristo resucitado no se puede callar, hace surgir el anuncio, provoca la evangelización.
Esta evangelización no es, en definitiva, sino la comunicación de la experiencia pascual. La exigencia de
evangelizar sólo irrumpe entre los discípulos cuando han vivido la experiencia gozosa de la salvación que
Dios realiza en Jesucristo. Sin esta experiencia fundante no hay evangelización.
Por eso, la acción evangelizadora hacia otros arranca siempre de la experiencia personal de la salvación
de Jesucristo vivida por los mismos creyentes en el seno de la comunidad cristiana. Para san Pablo, el
Evangelio es “fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree” (Rm 1, 16). Así se produce siempre la
verdadera evangelización: como una penetración de la fuerza salvadora de Dios en la historia de los
hombres, a través de unos creyentes que han hecho o, mejor, están haciendo en su propia vida esa
experiencia salvadora.
El olvido del Espíritu trae siempre graves consecuencias para la evangelización. Sin el Espíritu, Cristo se
queda en un personaje del pasado, el Evangelio es letra muerta, la Iglesia pura organización. Sin el
Espíritu, el trabajo pastoral se convierte fácilmente en actividad profesional, la evangelización en
propaganda religiosa, la acción caritativa en servicio social.
Sin el Espíritu, las puertas de la Iglesia se cierran, la liturgia se congela, los carismas se extinguen, la
esperanza es reemplazada por el instinto de conservación, la audacia para la misión desaparece. Sin el
Espíritu, se produce un divorcio entre teología y espiritualidad, la catequesis se hace adoctrinamiento, la
vida de la Iglesia se apaga en la mediocridad, incapaz de irradiar y comunicar la Buena Noticia de Dios al
mundo actual.
Tal vez, el problema más decisivo a la hora de impulsar la nueva evangelización es ver cómo queremos
sembrar y de dónde esperamos el fruto correspondiente, si de la carne o del Espíritu (Ga 6, 8). Nuestra
primera tarea hoy es “hacer sitio” al Espíritu dentro de la Iglesia y de las comunidades cristianas. Acoger
al Espíritu en lo hondo de nuestros corazones y en el interior de la actividad pastoral y evangelizadora.
Esta acogida del Espíritu es don y es lucha que hemos de vivir en oración y vigilancia según la invitación
de Jesús: “Vigilad y orad … porque el Espíritu está pronto, pero la carne es débil” (Mc 14, 38).
Esta experiencia del Espíritu en una Iglesia que desea impulsar una nueva evangelización no se puede
planificar ni programar. Ella misma es don gratuito del Espíritu. Pero sí se puede suscitar la invocación,
despertar la atención a lo interior, sugerir caminos de apertura al Espíritu, cuidar más la oración
apostólica propia del evangelizador, impregnar y animar nuestro trabajo de alabanza y adoración.
En cualquier caso, la Iglesia de hoy está necesitada de esa experiencia fundante que hizo posible la
primera evangelización. Está necesitada de un “nuevo Pentecostés”, que no se producirá sin una nueva
experiencia de la oración del cenáculo: “Todos ellos perseveraban en la oración con un mismo
espíritu, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos” (Hch 1,
14). Pretender impulsar la nueva evangelización sin esta experiencia de oración y de Espíritu es privarla
desde el comienzo de su verdadera eficacia y contenido.
El problema vocacional del que tanto se habla hoy en la Iglesia occidental, no consiste, sobre todo, en la
escasez del número de sacerdotes y religiosos, sino en la ausencia de la experiencia de vocación. No se
escucha la llamada del Resucitado a evangelizar. Son muchas las parroquias, las comunidades y grupos
cristianos que viven su fe sin sentirse llamados a comunicarla.
Son muchos los cristianos, incluso practicantes convencidos, que viven sin sospechar siquiera que ellos
puedan tener alguna responsabilidad de anunciar y comunicar algo a los demás.
El Vaticano II afirmaba, sin embargo, que “la Iglesia entera es misionera y la obra de la evangelización
es un deber fundamental del Pueblo de Dios”.Despertar esta conciencia de que todo el Pueblo de Dios es
portador activo de la evangelización y de que todos estamos llamados a evangelizar, representaría hoy
entre nosotros una novedad de gran alcance. Si queremos echar las bases de una nueva evangelización es
necesario despertar la vocación misionera y el potencial evangelizador de los creyentes, las familias, los
grupos cristianos, las comunidades y las parroquias.
1. La llamada a la evangelización
La llamada a la evangelización no se despierta sin más en el trabajo, en medio de la agitación y la
actividad nerviosa. No nace automáticamente de la lectura de los objetivos y programas pastorales. La
llamada a la misión sólo se capta en un clima de atención, apertura y escucha a Aquel que nos está
llamando. De ahí, la importancia de la oración para la misión evangelizadora.
No cualquier oración. Una oración hecha de silencio y de escucha a ese Dios que, en Cristo, ama a todos
los hombres y quiere que “todos lleguen al conocimiento de la verdad”. Para que surjan hoy nuevos
evangelizadores no basta una oración que nos lleve a ahondar en las exigencias y el contenido de la nueva
evangelización. Es necesario escuchar la llamada. Es necesario el encuentro con el que nos llama. Sólo en
el encuentro amoroso y silencioso se escucha la llamada a la misión, algo se conmueve dentro de
nosotros, se despierta la seducción por la tarea evangelizadora, todo nuestro ser se siente llamado a
proseguir hoy la acción salvadora, sanadora y esperanzadora del mismo Cristo.
Por otra parte, la vocación siempre es personal. La ha de escuchar cada creyente. Hay siempre una
llamada dirigida a mí, a la que nadie puede responder en mi nombre. Esta respuesta insustituible la he de
dar yo. Por eso, la verdadera vocación a la evangelización sólo puede nacer de este encuentro personal.
San Juan destaca bien esta dimensión vocacional en la experiencia pascual de María Magdalena. María
reconoce al Resucitado en el momento en que se siente llamada por su propio nombre: “María”. Sólo
entonces podrá escuchar personalmente su misión: “Vete donde los hermanos y diles … Fue María
Magdalena y dijo a los discípulos: “He visto al Señor” (Jn 20, 16-18).
Nuestra Iglesia está necesitada de esta oración en la que los creyentes se sientan llamados por su propio
nombre a la tarea evangelizadora.
2. Espiritualidad apostólica
No basta escuchar la llamada. La nueva evangelización está pidiendo el desarrollo de una espiritualidad
apostólica: aprender a vivir como enviados de Jesucristo, entender y vivir la existencia cristiana como
servicio a la evangelización, sentirse destinados a la difusión y crecimiento del Reino de Dios.
Esta espiritualidad apostólica nace y se alimenta en la oración, pues la espiritualidad del apóstol o enviado
consiste en vivir desde Otro para otros, vivir desde Cristo para los hermanos. San Pablo dice que ha
recibido de Jesucristo “la gracia y el apostolado” (Rm 1, 5). Sólo en la experiencia del encuentro con
Cristo se desarrolla la personalidad apostólica y el creyente se sabe “escogido para el Evangelio de Dios”
(Rm 1, 1).
Con frecuencia, el apostolado se suele considerar como algo añadido al ser cristiano. Una acción, un
deber, una consecuencia que algunos extraen de su vivencia de la fe. La nueva evangelización no tendrá
fuerza si en nuestras comunidades no se capta que “todo cristiano, por el hecho de serlo, participa de la
condición de enviado propia de Jesucristo y es, por tanto, por el sólo hecho de ser cristiano, enviado,
apóstol, evangelizador”.
La nueva evangelización no será posible sin el desarrollo de la personalidad apostólica de los cristianos, y
esto exige una oración que ayude a pasar de una vivencia de la fe centrada en uno mismo a una existencia
cristiana volcada hacia los demás. Una oración en la que el creyente se sienta arrastrado por la corriente
del amor de Dios a los hombres. Una oración en la que se vea remitido y enviado a los hombres como
destinatarios de la ternura del Padre. Una oración donde la adhesión a Cristo, Enviado de Dios a los
hombres, nos vaya configurando como apóstoles.
Esta “oración apostólica” es absolutamente necesaria para que en nuestras comunidades cristianas se pase
de una fe vivida como en secreto y a escondidas a una fe confesante, de una fe vivida de forma privada a
una fe expresada y anunciada, de una fe vivida como de incógnito a una fe testimoniada y encarnada en el
mundo, una fe que desarrolla su fuerza salvadora en medio de la sociedad.
III. UNA NUEVA EXPERIENCIA DE DIOS COMO BUENA NOTICIA
“Evangelizar” en su sentido más original, quiere decir literalmente “anunciar una Buena Noticia”, y,
en su contenido cristiano, significa anunciar, comunicar, hacer creíble la Buena Noticia de Dios. Por eso,
al hablar de “nueva evangelización”, no podemos eludir una pregunta clave: ¿Puede el Misterio de Dios
llegar a ser Buena Noticia en nuestra sociedad, algo realmente nuevo y bueno para los hombres y mujeres
de hoy? ¿Qué tiene que suceder para que Dios pueda ser experimentado como Buena Noticia? ¿Qué tiene
que producirse para que la Iglesia y los creyentes puedan introducir “el evangelio”, Buena Noticia de
Dios en esta sociedad?
No es una pregunta más. Es probablemente la pregunta clave para imprimir la dirección correcta a la
evangelización en el momento actual. Es necesario, sin duda, preguntarnos cómo ha de ser la nueva
evangelización, “nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión”, según las palabras
de Juan Pablo II. Pero, antes, habremos de preguntarnos cómo va a ser en verdad “evangelización”, es
decir, noticia nueva y buena de Dios. ¿Cómo actualizar hoy a ese Jesús que “proclamaba la Buena Noticia
de Dios”? (Mc 1, 14).
Por eso, en el arranque mismo de la nueva evangelización hay preguntas que no hemos de ignorar. Estos
hombres y mujeres, aparentemente tan desinteresados por la religión, ¿ya no la necesitan? ¿Qué queda en
ellos de esa fe que un día habitó su corazón? ¿Se han cerrado para siempre al Dios de Jesucristo? ¿Cómo
acercar a Dios a estas personas que, habiendo oído hablar de El, hoy le dan la espalda? ¿Cómo hacer
creíble a Jesucristo a personas que lo rechazan, después de haber escuchado, de alguna manera, su
mensaje?
En el trasfondo de todas estas preguntas subyace un grave interrogante: ¿Hemos perdido los creyentes
capacidad para presentar la salvación cristiana como Buena Noticia? ¿Qué es lo que ha sucedido después
de veinte siglos de cristianismo? ¿Por qué el anuncio cristiano ya no es Buena Noticia para muchos? ¿Es
problema sólo y exclusivamente de la sociedad actual? ¿O es problema también de que “la sal se ha
desvirtuado” y de que “la luz ha quedado oculta”?
Hace unos años, E. Schillebeeckx hacía esta grave afirmación:
“La razón primordial de que nuestras Iglesias se vacíen parece residir en que los cristianos estamos
perdiendo la capacidad de presentar el Evangelio a los hombres de hoy con una fidelidad creativa, junto
con sus aspectos críticos, como una buena nueva (a lo sumo lo hacemos verbalmente: hablando
autoritariamente del Evangelio y de la buena nueva que debe aceptarse por respeto a la autoridad del
Nuevo Testamento). Y ¿quién querrá escuchar lo que ya no se presenta como una noticia alentadora,
especialmente si se anuncia en tono autoritario invocando el Evangelio?”
Todo esto exige revisar y purificar el contenido de nuestro anuncio, la imagen de Dios que sale de
nuestros labios, el lenguaje que empleamos, el tono, la fe que ponemos en nuestra palabra, la forma de
presentar la moral evangélica, la conversión a Dios, la salvación. ¿Es realmente el Dios revelado en
Jesucristo a los pequeños, a los pecadores, a los enfermos el que se deja entrever en nuestra palabra? La
nueva evangelización nos ha de recordar que se nos ha confiado “el ministerio de la reconciliación”. Así
se expresa san Pablo: “En Cristo estaba Dios reconciliando al mundo consigo, no tomando en cuenta
las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nuestros labios la palabra de la
reconciliación” (2Co 5, 18-19).
Pero, naturalmente, no basta revisar y purificar la imagen de Dios que transmitimos con los labios. Jesús
no sólo anuncia a un Dios bueno para el hombre, él mismo es bueno. No sólo habla de un Dios
perdonador, él mismo acoge, comprende, perdona, libera de la culpa y la confusión. No sólo predica a un
Dios Salvador, él mismo sana, reconstruye a las personas, crea fraternidad, da fuerzas para vivir y
esperanza para morir. Jesús él mismo era Buena Noticia, Evangelio de Dios, “parábola viviente” de un
Dios bueno.
Por eso, no basta una predicación más “correcta” sobre Dios. Es necesario que los que hablan de Dios
sean buenos. Así de sencillo. La nueva evangelización la impulsarán hombres y mujeres buenos.
Creyentes que, por su manera de ser, de actuar y reaccionar, por su compromiso en favor de los débiles y
los indefensos, por su solidaridad y cercanía a las víctimas, introduzcan algo bueno de Dios en la vida de
los hombres y mujeres. Testigos de la misericordia y la ternura de Dios hacia todo hombre. Sólo ellos
pueden anunciar a un Dios Amigo. Sólo ellos pueden despertar la esperanza.
3. Nueva experiencia de Dios
No habrá, pues, evangelización nueva si no hay en los que la impulsan una experiencia nueva y gozosa de
un Dios Amigo. Son los mismos evangelizadores los que han de experimentar que Dios es bueno, que
encontrarse con El hace bien, que acoger su gracia hace vivir de manera más plena y positiva. No se trata
de una convicción teórica, sino de una experiencia vivida.
Si falta esta experiencia, todo se vuelve rutinario y pesado. La evangelización se convierte en una carga
que se hace por pura obligación, pero que ha perdido su motivación e inspiración más profundas. Se
anuncia a Dios, pero sin gozo ni entusiasmo alguno; se predica a Jesucristo, pero sin la convicción de que
se está ofreciendo lo mejor para el hombre; se exhorta a la conversión a Dios, pero no como camino de
vida más plena y liberada.
No se puede comunicar la fe como algo bueno y verdadero si no es desde la propia experiencia. Si esta
experiencia falta, no habrá verdadera comunicación de “Evangelio”. La evangelización nace del gozo, del
agradecimiento. Sólo se anuncia una Buena Noticia a otros cuando uno mismo la ha saboreado. En la raíz
de la nueva evangelización es necesaria una oración que permita y favorezca la experiencia de Dios como
Buena Noticia.
Hay que recordar, por una parte, que no hemos de convertir la oración en estrategia para ninguna otra
cosa. La oración es para orar. Lo que hemos de buscar en la oración es el encuentro con Dios, la
comunicación y apertura a su Misterio, la acogida de su gracia. Presentir a Dios, acogerlo, invocarlo, estar
con El, gozar de su presencia, alabar su grandeza, cantar su gracia, vibrar con su amor. Para eso es la
oración.
Pero, precisamente por ello, la oración es la experiencia clave para despertar, alentar, sanar y purificar
nuestra acción evangelizadora. La experiencia decisiva para discernir y animar el anuncio de Dios y la
implantación de su Reino.
La fe cristiana es un hecho vital antes que doctrinal, pues brota de la experiencia de habernos encontrado
con el Dios vivo revelado y encarnado en Jesucristo. Por eso, la evangelización no se realiza tanto por la
transmisión de una doctrina cuanto por la comunicación de una vida. No podemos transmitir lo que no
vivimos. Las palabras se vuelven contra nosotros vacías y envenenadas, cuando no nacen de nuestra
propia experiencia. El trabajo pastoral se vacía de contenido y de significado.
La experiencia de un Dios bueno, vivida en la oración, puede introducir una verdadera novedad en la
evangelización. La novedad de unos creyentes capaces de dar testimonio de Dios desde su propia
experiencia de fe y desde su vida convertida y transfigurada por el Espíritu. La evangelización cobra otra
fuerza cuando, en el trabajo pastoral, hay testigos que pueden narrar su propia experiencia de Dios.
Dios ama apasionadamente al hombre y a la mujer de hoy. Lo entiende, lo acoge, lo perdona, busca para
ellos un futuro siempre mejor, quiere su salvación. La nueva evangelización no nacerá del desprecio o del
rechazo, del recelo, el miedo o la condena del hombre moderno, sino desde el amor que se alimenta en el
amor mismo de Dios, “que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos
ha sido dado” (Rm 5, 5).
Sólo quien ama a los hombres y mujeres de hoy, con sus problemas y conflictos, con sus contradicciones
y miserias, con sus conquistas y sus fracasos, con sus anhelos y su pecado, está capacitado para
evangelizar. Quien no sienta compasión y ternura por las muchedumbres como sentía Jesús (Mt 9, 36), no
evangelizará.
La oración nos ha de hacer amigos de las personas, amigos de quienes no aciertan hoy a creer ni a
invocar.
La oración del evangelizador ha de ser, de alguna manera, “unción del Espíritu” que también hoy nos
envía a los pobres e indefensos como los primeros destinatarios de la evangelización. Son las víctimas,
los agredidos en sus derechos fundamentales, los maltratados por la vida, los que están pidiendo más que
nadie el anuncio y la venida del Reino de Dios y su justicia.
El Papa Juan Pablo II lo ha recordado con claridad. “La nueva evangelización no sería auténtica si no
siguiera las huellas de Cristo, que fue enviado a evangelizar a los pobres”.
Si no hay signos de la Buena Noticia para los pobres, ¿qué es lo que estamos anunciando y comunicando?
Si no hay solidaridad, defensa y lucha por los “nuevos pobres”, ¿dónde está la novedad de la “nueva
evangelización”?
Esta oración nos es hoy absolutamente necesaria. La audacia para la nueva evangelización sólo podrá
desencadenarse desde la confianza en la acción del Espíritu. Son bastantes los que perciben hoy la tarea
evangelizadora como excesiva y desproporcionada para nuestras fuerzas. Nuestras comunidades
envejecen. Nos falta experiencia para evangelizar el mundo moderno. Se extiende la tentación de
Moisés: “No me creerán”, “no sé hablar”, “no escucharán mi voz” (Ex 4). Es el momento de orar. No
se nos pide un esfuerzo por encima de nuestras posibilidades. El Espíritu de Dios está actuando ya, no
sólo en la Iglesia, también en esa sociedad descreída e indiferente. Está actuando en el corazón de todas
las personas antes de que nosotros empecemos a organizar nuestra pastoral. Lo que se nos pide es
colaborar en la acción salvadora que Dios está llevando a cabo en la historia. Los evangelizadores no son
sino “cooperadores de Dios” (ICo 3, 9). De ahí la necesidad de la oración.
6. La aceptación de la cruz
La evangelización no se lleva a cabo sin cruz. El Evangelio siempre encuentra resistencia en el mundo y
en la misma Iglesia. Por eso, no es extraño que quien participa en la misión de Cristo se encuentre más de
una vez con el rechazo, la crítica o el conflicto. La evangelización no se lleva adelante mediante la fuerza,
el poder o el éxito, sino en la debilidad y la pasión. El apóstol san Pablo hacía alusión a sus
persecuciones, tribulaciones, heridas y cicatrices para acreditar su apostolado (2Co 6, 7). También hoy es
así. La cruz es signo de la verdadera evangelización. Pocas cosas ayudan más a discernir los caminos del
Espíritu que tratar de ver dónde están hoy los mártires, dónde se padece la crucifixión, dónde está la
Iglesia llevando la cruz, dónde se produce el rechazo del mundo.
Necesitamos orar para asumir las nuevas cruces de la evangelización hoy, las tensiones, conflictos y
sufrimientos que lleva consigo el servicio fiel al Evangelio. Tal vez, deberíamos sorprendernos, no por los
conflictos existentes, sino por la falta de conflictividad o por la excesiva armonía entre la Iglesia y una
sociedad a la que se considera tan poco cristiana. Sólo la cruz y el martirio pueden purificar nuestra
acción evangelizadora y sacudirnos a todos de la apatía, las falsas seguridades y las fáciles
acomodaciones de derechas o de izquierdas.
La evangelización exige fidelidad al Evangelio incluso cuando es mal recibido. Las incomprensiones, el
rechazo, las críticas o la persecución no deben encadenar la Palabra de Dios. Así escribe san Pablo desde
la cárcel a su compañero de evangelización, Timoteo:“Estoy sufriendo hasta llevar cadenas como un
malhechor, “pero la Palabra de Dios no está encadenada” (2Tm 2, 9). Esta libertad para evangelizar
asumiendo la cruz es fruto del Espíritu y de la oración. San Pablo se siente fuerte en la debilidad. Es la ley
de todo apostolado: “Estoy contento en las debilidades, ultrajes e infortunios, persecuciones y
angustias por Cristo; pues cuando estoy débil, entonces es cuando soy fuerte” (2Co 12, 10).
7. La comunicación de la esperanza
En unos tiempos en que la pérdida de horizonte, la incertidumbre ante el futuro y el oscurecimiento de
metas y referencias están provocando una profunda crisis de esperanza, la nueva evangelización ha de ser,
antes que nada, comunicación de la esperanza cristiana. La Iglesia tiene “la responsabilidad de la
esperanza”. Su primer quehacer es despertar en el mundo la esperanza de Jesucristo. Antes que “lugar de
culto” o “instancia moral”, la Iglesia ha de entenderse a sí misma como “comunidad de la esperanza”.
En ese “apostolado de la esperanza” encuentra ella su verdadera identidad, lo que la convierte en “testigo
del Resucitado”. Y si la Iglesia, minada ella misma por su pecado, cobardía o mediocridad, no tiene
fuerza para generar esperanza en el mundo, en esa misma medida está defraudando su misión, pues “la
misión hoy realiza su servicio tan sólo si contagia de esperanza a los hombres”.
La nueva evangelización no es un acto de voluntarismo que de pronto nos moviliza a todos. No es una
consigna que nos llega desde fuera. No es un objetivo prioritario que aparece escrito en nuestros
programas pastorales. Es mucho más. Es una experiencia que el Espíritu viene preparando en su Iglesia a
partir, sobre todo, del Concilio Vaticano II. Es un don y una tarea que hemos de acoger y vivir en oración.
La conversión tiene una serie de pasos que llevan a la persona a reconocer plenamente su pecado y lograr
un mayor acercamiento a Dios y disfrutar de su inmenso amor.
1. Reconocimiento de Pecado.
Hay un solo ser que con su luz nos puede dar la conciencia del pecado, ese ser tan maravilloso que es el
Espíritu Santo, sin esto se reduce a un sentimiento de culpabilidad sin reconocer a fondo nuestro pecado y
gracias a esto comenzamos a reconocer nuestras fallas.
La conversión es obra del Espíritu Santo en cada uno de nosotros, solo él puede darnos un corazón
nuevo, la capacidad y la voluntad para volver la mirada a Dios, dejando atrás todas aquellas ataduras que
nos aleja del amor de Dios, teniendo un pleno convencimiento de que me quiero alejar del pecado y de
todas aquellas cosas que me atormentan.
No es necesario decir queremos conquistar la Vida Nueva traída por Jesús, es dejarlo atrás, dejar ese
mundo de pecado y salir de la esclavitud.
Así como Dios abrió el Mar Rojo para que su pueblo lo atravesara rumbo a la eterna libertad y
luego lo cerró para que no volvieran atrás, permitamos que Dios abra nuestro corazón para sacar el
pecado y que luego lo cierre para siempre y que no regresemos a ese mundo de pecado.
Debemos tener una obediencia total a Dios que nos obliga a renunciar a todo aquello que nos ha
encadenado al pecado.
Tener un reconocimiento del pecado grave y leve, reconocimiento de ser pecador y la necesidad de la
salvación.
Aceptar que se está fuera del camino o dirección contraria, necesitando una rectificación.
En la época actual se ha perdido el sentido de pecado perdiéndose los valores morales, ya nada nos parece
pecado, que todo está mandado a recoger.
2. Arrepentimiento
Aunque la conversión es obra de Dios, el pecador se reconocer pecador y dice, Me levantare e iré a donde
mi padre. Lucas 15, 18
El arrepentimiento es un dolor de corazón y detestación al pecado cometido, con el propósito de no pecar
más en adelante, es volver a casa.
Dolor y tristeza de haber lastimado y ofendido a quien se ama, pero no una tristeza como la del mundo
por su miseria, si no tristeza de según Dios que lleva a conversión. 2 Cor 7, 9 – 10
3. Confesión de Pecado
Necesitamos reconocer y confesar explícitamente nuestro pecado ante Dios. 1 Juan 1, 9
Necesitamos hacer una renuncia explicita a Santana y a todas sus Obras, Salmo 5, 16; Juan 20, 23.
4. Reparación y reconciliación.
El arrepentimiento para restaurar la unión del amor de Dios exige resarcir los daños causados y
reconciliarse con el hermano.
SI QUIERES SER BENDECIDO POR DIOS, ACUDE A JESÚS EUCARISTIA, Y VIVE UNA VIDA
DE SACRAMENTOS DENTRO DE LA IGLESIA.
Respuesta: Las siete iglesias descritas en Apocalipsis capítulos 2-3, son literalmente siete iglesias que
existían en el tiempo en que Juan el apóstol estaba escribiendo el Apocalipsis. Aunque se trataba
literalmente de iglesias de ese tiempo, también hay un significado espiritual para las iglesias y creyentes
de la actualidad. El primer objetivo de las cartas, era comunicarse con las iglesias existentes, y suplir sus
necesidades de entonces. El segundo propósito es revelar siete diferentes tipos de individuos/iglesias a
través de la historia e instruirlos en la verdad de Dios.
Un posible tercer propósito, es usar las siete iglesias para visualizar siete diferentes períodos en la historia
de la Iglesia. El problema con esta opinión, es que cada una de las siete iglesias, describe situaciones que
pueden encontrarse en la Iglesia en cualquier tiempo de la historia. Así que, aunque puede haber algo de
verdad en que las siete iglesias representen siete eras, hay demasiada especulación a este respecto.
Nuestro enfoque debe centrarse en el mensaje que Dios nos da a través de las siete iglesias. Las siete
iglesias son:
Apocalipsis 1:11
11
que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a
las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
(1) Efeso (Apocalipsis 2:1-7) – la iglesia que había dejado su primer amor (2:4).
(2) Esmirna (Apocalipsis 2:8-11) – la iglesia que sufriría persecución (2:10).
(3) Pérgamo (Apocalipsis 2:12-17) – la iglesia que necesitaba arrepentirse (2:16).
(4) Tiatira (Apocalipsis 2:18-29) – la iglesia que tenía una falsa profetisa (2:20)
(5) Sardis – (Apocalipsis 3:1-6) – la iglesia que se había quedado dormida (3:2).
(6) Filadelfia (Apocalipsis 3:7-13) – la iglesia que había perseverado pacientemente (3:10).
(7) Laodicea (Apocalipsis 3:14-22) – la iglesia con una fe tibia (3:16).
ROSARIO DE SANACIÓN Y LIBERACIÓN
SALMO 91 (90)
Libera Jesús a tu pueblo, libera Jesús a los hombres enfermos y mujeres, por el odio, el vicio, la apatía
religiosa; libéranos Jesús de la influencia maligna, ¡rompe las cadenas a través de esta alabanza!
EL CREDO:
1) PRIMER MISTERIO
G: “Jesús sáname”
T: “Jesús sáname”
G: “Jesús sálvame”
T: “Jesús sálvame“
G: “Jesús libérame”
T: “Jesús libérame”
Oración: Por el Santo Nombre de Jesús Padre, te pedimos que nos liberes, por el Santo Nombre de tu
Hijo Jesucristo sana a los enfermos, por el Santo Nombre de tu Hijo Jesucristo libera nuestra familia,
libera nuestra casa, por el Santo Nombre de tu Hijo Jesucristo libéranos de nuestros enemigos, por el
Santo Nombre de tu Hijo Jesucristo, libéranos Jesús de la corrupción y los vicios, por el Santo Nombre de
tu Hijo Jesucristo, libéranos Jesús de la desgracia, de la pobreza, de los fracasos, de los accidentes, de las
enfermedades. Al Nombre de Jesús toda rodilla se doble, en la tierra en el Cielo y los abismos, y toda
lengua proclame que Jesús es el Señor.
2) SEGUNDO MISTERIO
G: “Jesús sálvame”
T: “Jesús sálvame“
G: “Jesús libérame”
T: “Jesús libérame”
Oración: Padre Santo, Padre Bueno, Padre Misericordioso, por el amor que le tienes a tu Hijo Jesucristo,
y por su dulce Nombre, hoy te pedimos que tengas compasión de los enfermos, que libres a los oprimidos.
Padre bueno: muchos hombres y mujeres estamos oprimidos, por los vicios, por el resentimiento, por el
recuerdo de una amarga infancia, por el abandono de un padre o de una madre. Padre bueno: por el dulce
Nombre de tu Hijo Jesucristo, libéranos; muchos hombres y mujeres hemos andado en la corrupción y el
pecado; en la brujería, en los horóscopos; en la ouija, en el satanismo, ¡libéranos por el Santo Nombre de
tu Hijo Jesucristo, porque al Nombre de Jesús toda rodilla se dobla en el Cielo, la tierra y los abismos, y
toda lengua proclama que Jesús es el Señor.
3) TERCER MISTERIO
G: “Jesús sáname”
T: “Jesús sáname”
G: “Jesús sálvame”
T: “Jesús sálvame“
G: “Jesús libérame”
T: “Jesús libérame”
Oración: Al Nombre de Jesús ¡huye el espíritu de la lujuria!, al Nombre de Jesús ¡huye el espíritu de la
ambición!, al Nombre de Jesús ¡huye el espíritu del resentimiento y del odio!, al Nombre de Jesús ¡huye
el espíritu de pereza espiritual!
El Nombre de JESUS unifica a las familias, santifica a los hijos.
4) CUARTO MISTERIO
G: “Jesús sáname”
T: “Jesús sáname”
G: “Jesús sálvame”
T: “Jesús sálvame“
G: “Jesús libérame”
T: “Jesús libérame”
Oración: ¡Bendito seas Señor! ¡Alabado sea el Señor!, a ti el honor y la Gloria; ¡Oh dulce Nombre de
Jesús! ¡Oh dulce Nombre de Jesús! ¡Oh dulce Nombre de Jesús! ¡Ten compasión de tu pueblo Señor!, ten
compasión de tu pueblo.
5) QUINTO MISTERIO
G: “Jesús sáname”
T: “Jesús sáname”
G: “Jesús sálvame”
T: “Jesús sálvame“
G: “Jesús libérame”
T: “Jesús libérame”
Oración: Al Nombre de Jesús toda rosilla se dobla, en el Cielo, en la tierra y en los abismos, y toda
lengua proclame que Jesús es el Señor.
(Todos:)
(Todos:)
G: Jesús sáname
T: Jesús sáname
G: Jesús sálvame
T: Jesús sálvame
G: Jesús libérame
T: Jesús libérame
Todos:
LA SALVE:
CELIBATO:
MATEO 19, 12
1 CORINTIOS 7, 1
PASOS PARA LA CONFESIÓN
Examen de Conciencia.
Ponernos ante Dios que nos ama y quiere ayudarnos. Analizar nuestra vida y abrir nuestro corazón sin
engaños. Puedes ayudarte de una guía para hacerlo bien.
2. Arrepentimiento – Contrición de Corazón: Sentir un dolor verdadero de haber pecado porque hemos
lastimado al que más nos quiere: Dios.
SALVAR LA FAMILIA
EL SEÑOR JESÚS NOS ENSEÑÓ LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA
JN 2,1 (JESÚS LUCE A SU MADRE, LA MUESTRA, SE SIENTE ORGULLOSO DE ELLA)
SE SIENTE ORGULLOSO DE ELLOS
SE SENTÍA ACOMPAÑADO POR ELLOS
PROTEGIDO
SOLAMENTE VIVIENDO EN FAMILIA SE CRECE
CRECÍA EN ESTATURA, SABIDURÍA Y GRACIA (LUCAS 2,52)
COMO CRECER EN FAMILIA
1. LUCAS 15, 4 -7 (LA OVEJA PERDIDA
2. LUCAS 18, 8 -10 (LA MONEDA PERDIDA)
3. LUCAS 15,11 (EL HIJO PERDIDO)
¿Qué SE HA PERDIDO EN LA FAMILIA?
EL AMOR
EL RESPETO
EL PERDÓN
LA VIDA
LA MORAL
¿COMO RECONSTRUIR LA FAMILIA?
1. ENCENDIÓ UNA LÁMPARA (CRISTO ES LA LUZ DEL MUNDO)
2. BARRIÓ LA CASA (BARRER EL CORAZÓN: DE ODIOS, VENGANZA, REBELDÍAS,
COMPLEJOS, VICIOS, PECADOS )
3. SALIÓ A BUSCAR (TOMAR LA INICITIVA, NO ESPERAR, DAR EL PRIMER PASO)
4. PUSO SOBRE SUS HOMBROS (SANAR LAS HERÍDAS, LLEVAR SOBRE LA ESPALDA
EL ERROR Y SUFRIMIENTO DE LA FAMILIA, BUSCARLOS, AMARLOS)
5. INVITO A SUS AMIGOS (COMPARTIR: TESTIMONIO, ORACIÓN. EJEMPLO DE
LAZARO.
JN 11)
Cristo con su Resurrección nos da el paso de la esclavitud del pecado a la gracia, de la muerte a la VIDA.
Cristo con su Resurrección nos da el paso de la esclavitud del pecado a la gracia, de la muerte a la VIDA.
ESTE TEMOR DEBE FOMENTARSE, DEBE SER CONOCIDO Y ACOGIDO POR TODO
BUEN CRISTIANO COMO UN DON MARAVILLOSO QUE NOS CONCEDE EL SEÑOR
QUE ES TEMER A DIOS?
TENER FE: Hebreos 11, 1
AMARLO: Deuteronomio 6, 4
Esperar en Él
Obedecerlo: Juan 14, 15
Cambiar de vida: Mateo 3, 1-5. Marcos 1, 14
Respetarlo
Orar…
“Mira que estoy a la puerta y llamo, si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y
cenaré con él y él conmigo” Apoc. 3,20
ORACIÓN:
Señor Jesús, te pedimos que al llegar a esta familia,
Tu presencia y Amor habiten en ella. Que la fuerza y el poder de tú palabra inunde sus corazones; cada
día les muestres tu Rostro y les concedas la gracia de amarte y de seguirte.
Bendice este hogar y cuántos habitan en él.
Efesios 4:17-32
Efesios 5:1-14 (No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.)
2 Corintios 4,4
(el príncipe de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del
evangelio)
(“Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de
desobediencia. No seáis, pues, participes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, más ahora sois
luz en el Señor; andad como hijo de luz.”)
Mateo 5:14 -16 (Jesús nos dice, que somos la Luz del mundo)
Celebraban el 31 de octubre la fiesta del fin del año, fiesta pagana. 1° de SAMONIS (Reunión)
Durante la ceremonia del 31 de octubre los celtas se disfrazaban con las pieles de los animales
sacrificados para sacar del pueblo a los demonios que los visitaban y poder regresar a la normalidad al día
siguiente. Con las cenizas y restos de los sacrificios hacían un rito para conocer el futuro de los siguientes
meses.
Así mismo, se celebraba el "sabbath" o fiesta de brujas. En ella, las brujas y brujos se reunían para ofrecer
sacrificios a Satanás, señor de la muerte, mediante ritos, actos sexuales y muerte. En la Edad Media se
quemaban gatos negros por creerlos amigos de las brujas.
En Estados Unidos comenzaron a celebrar esta fecha las pequeñas comunidades de irlandeses católicos a
mediados del siglo XIX, ya luego entrado el siglo XX ( el de la comercialización ) se esparció la tradición
al resto del planeta, entre ellos Puerto Rico.
¿QUE SIGNIFICA HALLOWEEN?
Cuando el emperador Constantino decretó que los habitantes de su imperio se convirtieran al cristianismo,
muchos ritos paganos se introdujeron. Fue así como el festival de Samhain se infiltro.
Hacia el siglo VIII, la Iglesia Cristiana convirtió el día 1 de noviembre en el día de Todos los
Santos para rendir homenaje a todos los santos que no tuvieran un día particular de celebración. A lo
largo de los años, estos festivales se combinaron, y la mayoría llamó "All hallowmas" (la masa de todos
los santos, de las personas santas) al Día de Todos los Santos. La noche anterior se conoció como "All
Hallows Eve" (Víspera del Día de Todos los Santos). Con el tiempo, su nombre se convirtió en
Halloween.