Subyace a todo el discurso de Eranos la búsqueda de sentido, la hermenéutica
simbólica del sentido, la conjunción de opuestos, la compensación e integración de
la unilateralidad polarizada a través del Símbolo. Según refiere Andrés Ortiz-Osés "resulta al respecto ilustrativa de la posición mediadora (complexio oppositorum), tanto de Jung como de Eranos, la respuesta que el gran psicólogo suizo hizo llegar a la fundadora de Eranos en 1945".[7] Ante la disyuntiva suscitada por tener que escoger entre su maternidad y la dirección de Eranos, Jung responde:
Su trabajo vital por Eranos ha sido imprescindible y adecuado, aunque entre en
contradicción con sus deberes de madre, que también son imprescindibles y adecuados. Lo uno es necesario, pero también lo otro: no hay que tomar una decisión, sino aguantar los contrarios, pues usted misma es una contrariedad que bulle tratando de fusionar las sustancias incompatibles de lo masculino y lo femenino en el fuego del padecimiento, a fin de conformar lo firme e inconsútil. Todos tenemos que pasar por esta especie de molición consciente o inconscientemente, queriéndolo o sin quererlo, pues el hombre se halla crucificado entre los opuestos y sufre hasta que adviene el/lo tercero mediador. No dude de la autenticidad de sus dos elementos, y deje pasar lo que tiene que pasar. Dé usted razón a su hija considerándose una mala madre, defendiendo sus deberes maternos frente a Eranos: pero no dude nunca de que Eranos también es algo auténtico que siempre ha estado implicado en y con usted. Por lo tanto, hay que aguantar la contrariedad de los contrarios hasta desembocar en lo tercero mediador. Aquí está la clave simbólica de la mitología junguiano- eranosiana, basada en la junción de realidades desligadas. Cabe concebir al Círculo de Eranos como un espacio ritual que acoge al tiempo fluente, ajuntando las realidades desparramadas en conexiones de sentido. Ello es posible a través del simbolismo, ya que el símbolo aparece como un principio configurador de lo real. Eranos debía sobrepasar la atomización del saber, su unilateralidad y dogmatismo consecuente, buscando una cosmovisión holística y sintética basada en el estudio especializado de las teorías cosmogónicas, los ritos de iniciación, las ideas escatológicas, las doctrinas de salvación o redención y los conceptos fundamentales de Dios.