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¿Vicio o virtud?

La historia de por
qué los alemanes aman ahorrar
Los alemanes son los campeones del ahorro. Abren una libreta desde la
infancia, coleccionan losdescuentos y han convertido la austeridad en un
dogma político, ajenos a lo que piensen fuera de su país.
Ni las guerras, ni las crisis, ni las bajas tasas de interés lograron que los
hogares alemanes dejaran deingresar dinero en sus libretas a un ritmo
que, aunque no es el más alto de Europa, ronda el 10% de sus ingresos y
se mantiene en un nivel elevado desde hace décadas.

A finales de 2017, los alemanes guardaban en sus casas y en el banco


unos 2.3 billones de euros (46 mil millones de pesos), según un informe
divulgado en enero por el banco central alemán, el Bundesbank.

La ilustración y el protestantismo

Ahorrar se ha interiorizado hasta convertirse en un hábito", explica Robert


Muschalla, especialista de historia económica y comisario de la muestra
sobre esta "virtud" alemana.

En Alemania el ahorro tiene una dimensión moral y la misma palabra


"Schuld" designa tanto la deuda como la falta.
¿Hay entonces una predisposición cultural a ahorrar en la cultura
alemana? El historiador hace una mueca cuando se le menciona el vínculo
establecido por el sociólogo Max Weber entre la "ética protestante" y el
"espíritu del capitalismo", o sea entre la confesión religiosa y la
acumulación de capital.

"Esto tiene tanto que ver con el protestantismo como con la Ilustración",
matiza Muschalla y recuerda que la fundación de la primera caja de
ahorros en Hamburgo, en 1778, debe mucho a las ideas sobre la
autonomización del individuo y la importancia de financiar la educación
de cada uno.

Es muy sencillo: mientras los franceses hacían la Revolución (en 1789), los
alemanes inventaban el ahorro", resume el historiador.

Control social
El auge del ahorro en ese momento preciso de la revolución industrial se
debe también a que patrones y autoridades consideran estas libretas un
instrumento muy eficaz de control social.
Quien tiene una libreta con un poco de capital tiene algo que perder y no
lleva a cabo la revolución, se lamentaba Karl Marx en "El capital".

A partir del principio del siglo XX, la fiebre alemana del ahorro coincide
con un ascenso del nacionalismo y las cartillas ayudarán a financiar la
campaña militar en la Primera Guerra Mundial.

¿Qué hay de Hitler?


El partido nazi de Adolfo Hitler buscó presentar el ahorro como una
"tradición alemana", en oposición al crédito con el que querían
identificar a los judíos.

A partir de 1938 los depósitos bancarios hechos por clientes judíos fueron
confiscados y entraron a las arcas del Estado.

En las escuelas del Reich se instalaron máquinas de monedas automáticas


para alentar a los niños a ahorrar introduciendo sus monedas y
perforando sus cartillas.

"Ser tacaño es fantástico"

Después de la derrota de los nazis en 1945, la República Federal Alemana


adoptó los valores de Occidente y se convirtió en una dinámica economía
capitalista.
Pero a diferencia de otros países desarrollados, los alemanes no
recurrieron al crédito para financiar el consumo y preferían guardar sus
marcos en la cuenta hasta que pudieran permitirse un coche, un
refrigerador o una televisión.

Por ejemplo, existieron afiches publicitarios con leyendas como "Geiz ist
geil", que se traduce como "Ser tacaño es fantástico", de una campaña de
una cadena de productos electrónicos en los años 2000.

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