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El bullying: una mirada desde la psicología social y jurídica

Rudy Rodríguez Solano

Universidad de la Costa (CUC)

Facultad ciencias humanas y sociales

Barranquilla

2019
Contenido
Introducción..........................................................................................................................................3
Justificación...........................................................................................................................................4
Objetivos...............................................................................................................................................6
Objetivos generales:..............................................................................................................................6
Objetivos específicos:............................................................................................................................6
Marco teórico........................................................................................................................................7
El bullyng: conceptualización.................................................................................................................7
Antecedentes:.......................................................................................................................................8
Roles:.....................................................................................................................................................9
Perfiles psicológicos:..............................................................................................................................9
Víctima:.................................................................................................................................................9
-Abusador:...........................................................................................................................................11
Consecuencias del Bullying:.................................................................................................................12
Bullying en Colombia:..........................................................................................................................13
Bullying desde la Psicología Social:......................................................................................................14
Bullying desde la Psicología Jurídica:...................................................................................................15
Conclusión...........................................................................................................................................16
Bibliografía:.........................................................................................................................................17
Introducción

Desde el inicio de los tiempos han existido fenómenos sociales que nos golpean

intempestivamente. A medida que la sociedad avanza, la dinámica que ocurre dentro de ella

se va modificando con el fin de adaptarse a las exigencias. Esto ocurre a nivel individual y

colectivo. Parece ser que nuestra capacidad de supervivencia cuenta con límites

inimaginables. El medio por naturaleza es cambiante y nosotros desde nuestra limitada

posición vamos sorteando aquello que parece invencible.

Los cambios por supuesto ocurren en distintas esferas, y si no, las afecta

considerablemente. Entre tantas vicisitudes podemos subrayar el bullyng, una práctica que

incluye varios integrantes y que los últimos años ha sacudido sorprendentemente a todo el

mundo. Su estudio ha abarcado diferentes disciplinas porque es flagelo que ha trascendido las

conceptualizaciones. En la realidad, toma cuenta con distintos matices aunque en el fondo su

génesis es bastante clara.

A grandes rasgos, podríamos definir el bullyng como el acoso físico, emocional,

psicológico y social que una persona con un determinado poder ejercer sobre otra en

condición menos ventajosa. La motivación para materializar ese abuso puede ser por placer o,

en el común de los casos, obtener un resultado beneficioso para quien se encuentre en la

posición favorecida. Son tan grande las consecuencias de esta práctica que cada vez más

investigadores deciden profundizar en esto y las actividades no solo se quedan en la barrera

escrita sino que también se moviliza al mundo acerca de la temprana detención y formas de

intervención, de manera que las partes implicadas logren un acuerdo por medio del diálogo.

De no concretarse lo anterior, las consecuencias pueden pasar a estrados judiciales e incluso

la muerte porque resulta peligroso encarar a este enemigo de frente.


De esta forma doy inicio a un viaje bibliográfico en relación con esta problemática que

tendemos a observar por fuera de nosotros, ignorando que tal vez sea la realidad de un

pariente cercano, un amigo/a, una pareja, un hijo/a, o, en el peor de los casos, uno mismo. El

respeto es la base de todo.


Justificación

Un problema serio que enfrentan las instituciones que trabajan en pro de la eliminación del

bullyng es el desconocimiento conceptual y estadístico de los efectos de afectación en las

regiones no solo de Colombia sino del mundo. Este fenómeno fue ampliamente estudiado

desde los años setenta, sin embargo en nuestro país fue solo hasta la década del 2000 cuando

entró en auge. El crecimiento masivo de la tecnología ha complejizando el asunto porque de

alguna manera ha multiplicado las formas de agresión hacia otros. Es así como los campos de

actuación han sucumbido a prepararse profundamente en el tema y generar posibles cambios

estructurales. Esta falencia responsabiliza directamente a los sistemas educativos por ser el

contexto donde mayor número de bullyng se presenta. En Colombia, por ejemplo, el

panorama del bullyng revelado por la Friends United Foundation de 2013 a 2018 señala que

las clases más comunes son de homofobia, con un 30&, Racial 25%, por equipos de fútbol

20%, por discapacidad 10%, aspecto físico 10%, otros 5%. Asimismo, según la Fundación

Universitaria de Ciencias de la Salud el 20% de los niños en Colombia sufren una clase de

matoneo.

A simple vista los datos suelen ser poco impactantes como en otras partes del mundo. Sin

embargo, es inadmisible que esta cifra se mantenga en ese rango e incluso pueda ir creciendo

por descuido de los entes encargados de velar por los derechos fundamentales de las

personas, en especial de los niños que son los más afectados.

Lo peor del asunto es que muchas veces se tiene en cuenta la cifra general pero no la

modalidad específica, que puede ir desde lo físico, verbal, psicológico y social, siendo este

último uno de los objetivos por parte del acosador.

A nivel general, una de las formas de identificación de la víctima abarca este tipo de

lesiones: tristeza, ansiedad, dificultad para hacer amigos, dificultad para hablar, aislamiento,
falta de sueño, hematomas en el cuerpo, falta de apetito, ausencia de ganas para ir al colegio,

entre otras.

Al mismo tiempo, las leyes tratan de regular a ese enemigo silencio que cada vez más hace

gala de su nefasto poder. Por lo cual en nuestro país se ha avanzado en materia de leyes que

castigan a todo aquel que injurie, calumnie y lleve a cabo cualquier acto que afecte la

integridad en personas menores de 14 años.

El camino es largo todavía porque hacen falta identificar factores que hasta el momento

pasan desapercibidos. Desde luego esto no puede ser motivo para amilanarse y dejarse ganar

la batalla. Los daños que suceden luego de una agresión constante y sistemática pueden

acompañar a la persona hasta cuarenta años de su vida; razón suficiente para considerar este

trabajo como multidisciplinar, donde entren en juego profesionales de distintas áreas que

guarden la misma finalidad en común.

El trabajo primeramente se debe centrar en la educación porque las consecuencias también

perjudican este proceso. De ahí en adelante es más fácil poder abordar las variables que

vayan surgiendo.

Para ello, actualmente uno de las mayores sugerencias en los planteles educativos es la

creación de un comité escolar, encargado de velar por la actividad del estudiante, su anhelo

por una creación de proyecto de vida, y el libre desenvolvimiento en las aulas. Gracias a esta

pequeña organización se ha facilitado el proceso de cambio que tanto se desea. Gracias a la

educación en general probablemente logremos darle un giro a la hora de resolver las

diferencias independientemente del espacio. Globalmente, la información nos nutre y nos

guía hacia la toma de decisiones asertivas; hacia manifestarnos frente a cualquier tipo de

agresión, y también nos brinda la oportunidad de poder ayudar a otros. Por esto y más, nace

esta revisión bibliográfica, con la intención meramente de informar y apoyar todas esas

investigaciones que están en marcha para la resolución de las interacciones sociales.


Objetivos

Objetivos generales:

 Revelar una visión al público bastante detallada sobre el bullying, conceptual,

histórica y socialmente desde una perspectiva psicosocial y jurídica.

Objetivos específicos:

 Caracterizar los distintos tipos de agresión con el fin de que para las personas

sea fáciles de identificar en una situación propia o ajena.

 Analizar los perfiles psicológicos de aquel que envía y recibe la agresión, así

como también los factores sociales y culturales que influyen en el

sostenimiento de estas prácticas.

 Especificar el rol de la Psicología Jurídica y social en la intervención del

bullying desde distintas perspectivas.


Marco teórico

El bullyng: conceptualización

El bullying hace referencia a cualquier tipo de maltrato sistemático y repetitivo a

una persona, ya sea físico, verbal, emocional, psicológico y social que una persona

ejerce sobre otra. Olweus, (1993) se refiere a este fenómeno como un comportamiento

agresivo, sostenido por un desbalance de poder entre agresor/acosado. El concepto

apenas presenta pocas variaciones a nivel general. Otro autor que delimita su

definición: “Violencia física o mental, mantenida a lo largo del tiempo por un

individuo o un grupo contra otro individuo que no es capaz de defenderse” Roland, E

(1989). No obstante, esta práctica trasciende barreras tangibles y también puede ser

perpetuado a nivel virtual, conocido comúnmente con cyberbullying. El término

proviene del inglés “Bully”, que puede traducirse como matón. Asimismo, “bullied”

enmarca la figura que corresponde a la víctima.

Los años 70’s fueron decisivos para determinar su definición en los países

nórdicos. Tiempo después, el fenómeno fue tomando mayor protagonismo en los

demás continentes.

La mayor parte hábitos ocurren en la escuela, sobre todo cuando los jóvenes están

camino o regreso a sus casas. En Colombia, concretamente, gracias a un estudio un

estudio realizado por REDPAZ con 50.000 jóvenes reseñados, se demostró que los

más afectados por esta situación son los de quinto y noveno grado con porcentajes de

29% y 15% respectivamente. Solo en la capital de la nación se registraron al menos

571 casos de matoneo en 2013 que, comparados con los 149 casos de 2012,

demuestran la intensificación de estas prácticas.

Al mismo tiempo, la secretaría DANE señala que uno de cada cinco estudiantes

colombianos son víctimas de la violencia e intimidación escolar.


Antecedentes:

Los antecedentes de estudios referentes al Bullying se remontan a los años

setenta, cuando en una ciudad de Suecia tres jóvenes toman la decisión de

suicidarse y hacer pública la decisión, argumentando que no podían controlar

la ansiedad generada por el constante hostigamiento por parte de sus

compañeros.

A raíz de este acontecimiento el gobierno sueco prende las alarmas frente a

este inconveniente, y en las universidades los investigadores ponen en marcha

proyectos para indagar un poco la génesis de este flagelo en construcción e

idear posibles soluciones.

Se dice que los primeros trabajos investigativos de gran relevancia

corrieron por cuenta del profesor Dan Olweus en 1970. Básicamente su

pretensión investigativa, como señala Andrinal, (2010) abarcó

aproximadamente 1.000 alumnos, clasificados en agresores-víctimas, de

acuerdo al criterio de los profesores. Gracias a esto, en 1978 el profesor

Olweus publica su primer libro sobre bullying ganando respetabilidad en el

ámbito académico.

El país se escandalizó con esta problemática y se dice que ya en 1983 las

campañas sobre este fenómeno abundaban en este país. Discursos mediáticos,

vallas publicitarias, capacitación a los profesores, acompañamiento

psicológico a los alumnos y padres implicados, sanciones a los agresores, y

muchos más.

Asimismo, un valor agregado que marcó la investigación de este tipo de

agresión, es la diferencia considerable física que puede existir entre quien

imparte la agresión y quien la recibe. El primero por lo general cuenta con una
mayor constitución física, y por lo general pertenece al sexo masculino,

mientras que la víctima puede ser una persona física y psicológicamente débil,

insegura, con altos grados de ansiedad, etc. A su vez, permitió llegar a la

conclusión de que este tipo de hábito comúnmente se presenta en hombres,

pues en las mujeres existe cierto tipo de compasión que las hace ser un poco

más condescendientes. No quiere decir que ellas no participen de este tipo de

actos, solo que la modalidad generalmente en el género femenino sucede en lo

verbal, con la invención de rumos; en los hombres casi todas las modalidades,

haciendo énfasis en lo físico.

Roles:

Perfiles psicológicos:

Víctima:

La víctima casi siempre es una persona endeble. Farrington,

(1993) la describe como a un estudiante inseguro, con pocos niveles de

autoestima y tranquila. Se dice que este tipo de personas son rechazadas, con

pocos amigos y gran parte de su tiempo se mantienen en casa junto a sus

familiares, de los cuales recibe una amplia sobreprotección paterna, lo que

quiere decir que son dependientes en potencia.

En las investigaciones hechas por Olweus suelen ser clasificados como

portadores de gafas, frenillos, tartamudeo o algún factor físico distintivo en

comparación con los demás.

Por otra parte, Robertexto, (2010) nos habla de la existencia de dos tipos de

víctima: -aquella que por naturaleza es tímida, calladas y en silencio las

agresiones. Y las activas, que suelen ser más enérgicas pero debido a los
atentados repetitivos suelen modificarse y adquirir características del perfil de

víctima tipo 1.

Se habla mucho acerca de la prevalencia del bullying en edades tempranas.

Sin embargo, para (Johnson, R. et. al. 2002, citado en Urria, 2017) el acoso

atañe a todo tipo de personas, desmitificando un poco esa creencia de mayor

presencia en menores de edad. Esta postura es un poco controversial de

acuerdo al contexto en que se analice.

Como fue mencionado en párrafos anteriores, tanto hombres como mujeres

pueden ser víctimas y victimarios. Empero, en el sexo masculino existe una

presencia marcada de abuso porque en el fondo tratan de responder a códigos

sociales de género, en el cual les resulta más fácil aislarse socialmente, que

llorar, pedir ayuda y ser creativos a la hora de generar estrategias de

afrontamiento. Teniendo en cuenta que cualquier rasgo diciente de

homosexualidad masculina es altamente calificado para generar un tipo de

agresión. No en vano, en Colombia es el primer motivo por el cual se rechaza,

somete y mancilla a cualquier tipo de estudiante.

A nivel sociológico, se ha llegado a la conclusión de que es flagelo que no

distingue entre estratos socioeconómicos, genero, sexo y hasta edad. Tantos

países desarrollados como subdesarrollados se encuentran en la tarea de luchar

contra este enemigo latente que parece crecer al mismo ritmo que la sociedad

avanza.

En el plano psicológico, Fox, J. & Boulton, M. (2005) puntualizan en que

estos individuos cuentan con la peor de las calificaciones, siempre se

mantienen tristes, y cualquier movimiento que realicen detona una excesiva

vulnerabilidad. En comparación con sus compañeros, los elementos que


mortifican sus vidas son considerables porque se sienten vacíos y sin ningún

tipo de apoyo, a pesar de que, como lo señalamos en párrafos anteriores, en el

hogar existe un factor de sobreprotección hacia ellos.

Abusador:

Este puede tener cualquier edad. Se pueden encontrar en colegios elitistas

y a la vez de bajo recursos. En la esfera sociológica, Lawrence, G. y Adams,

F. (2006) enfatizan en que el seno familiar de estos también está plagado por

agresiones. De acuerdo a estos autores, se podría hablar hasta de tres

generaciones donde el componente de la agresión está presente.

El perfil psicológico, al igual que el de las víctimas, se divide en dos: un

sujeto depresivo y con baja estima que puede convertirse en agresor. Roland,

(2002) subraya que el modelo explicado es muy común. No obstante, otros

disfrutan de una buena autoestima y aún sí cometen este tipo de acciones.

Siempre hemos escuchado hablar del poder, el poder como motivación para

ganar respetabilidad social y poder contar con la facilidad de decidir y

ordenar. Las investigaciones orientadas por Patterson, G. (2005) llegan a la

deducción de que la sensación de supremacía es el principal factor para

perpetrar sus actos, razón suficiente para elegir a personas en una condición

menos ventajosa.

Psicológicamente ellos se encuentran influenciado por la impulsividad y

agresividad. Las habilidades sociales comúnmente son escazas y de alguna u

otra forma esto los aboca a resolver cualquier conflicto con todos los recursos

existentes menos el diálogo. Cerezo, (1997) caracteriza al alumno agresor


como repetitivo; que ha atravesado diferentes procesos de reinserción escolar,

por lo que su integración es más compleja.

Consecuencias del Bullying:

Ambas partes resultan lesionadas, aunque en apariencia solo uno es la que

llegue el poder. Ortega, (1994) nos dice que existe un peligro inminente el

personalidad del agresor porque este se acostumbre a obtener todo en la vida

mediante la agresión. La extorsión también se vuelve un mecanismo para

ellos. Y es habitual observar a los agresores en la adultez convertidos en

sometimiento a las mujeres, e incluso causarles la muerte si uno de sus

preceptos no se cumple tal como disponen.

La víctima, al recibir la peor parte, puede llegar a contemplar el suicidio

como una salida viable a la situación. Es frecuente el fracaso escolar e

inevitable el daño físico, moral, psicológico.

Para quien solo se dedica a observar este tipo de prácticas,

inconscientemente puede incorporar patrones de conducta agresiva. Además,

la insensibilidad puede tomar partida y consolidar una personalidad ajena e

deferente a la realidad que le rodea.

Sea cual sea el rol de los implicados, como hemos visto hasta ahora el

bullying es una práctica muy compleja que engloba diversos factores. No

obstante, las ambiciones investigativas direccionadas a esta temática aumentan

cada vez más porque las áreas de afectación parecen no tener fin. Por ejemplo,

dificultad para rehacer su vida luego de estos episodios, muerte, falta de

empatía, silencio frente a las injusticias, carencia en el sentido vital, falta de

proyección al futuro, y un proyecto de vida bastante distorsionado y muy


alejado de lo que socialmente se espera en una persona psicológicamente

ubicada en el rango de la normalidad.

Bullying en Colombia:

El bullying en Colombia se llega como fenómeno social en los años 2000.

Lo que en un inició empezó en los países nórdicos sorpresivamente toca las

puertas en uno de los rincones al sur de Suramérica.

Luego de múltiples definiciones elaboradas a nivel mundial la corte tomó

partido delimitando los siguientes puntos: acciones violentas repetitivas que se

dirijan hacia alumnos por condición de sexo, raza, estrato social, o cualquier

rasgo distintivito que pueda ser motivo de burlas. Además, la corte se ha

pronunciado específicamente en dos momentos acerca de este fenómeno:

primero, con la sentencia T-390 de 2011, y segundo, T-905 en el mismo año

gracias a unas tutelas interpuestas. La segunda, sobre todo, fue más clara en la

conceptualización del bullying, probablemente sus sanciones y futuras

soluciones. La corte considera al acoso como una censura y un rechazo

ilegítimo sobre asuntos del estudiante en cuestión, que perjudican su dignidad

a través de actos reprochables. Asimismo, indica que no hacen parte de

comportamientos propios de la edad sino que responde a un código de

hostigamiento que debe ser prevenido y solucionado por las distintas

instituciones educativas apoyándose en el marco psicológico y legal.

En el año 2006, Ley 1098 de 2006 se esfuerza por materializar lo que más

adelante se estructuraría por lograr legalmente lo propuesto con anterioridad.

Las agresiones de esta modalidad no solo se deben sancionar basándose en el

manual de convivencia de las instituciones sino que también se debe recurrir al


marco básico de los derechos fundamentales. De esta forma, se dio un plazo

para la actualización de los manuales de convivencia y demás recursos de

afrontamiento. Lucha que hoy día continúa.

Bullying desde la Psicología Social:

El bullying entendido desde esta rama de la Psicología engloba el estudio

de diversos factores externos en la dinámica de incorporación y reproducción.

Asimismo, recalcan la importancia de entender este fenómeno como un

proceso de socialización. Es decir, la personalidad de una persona agresora

procede de un contexto familiar donde la figura mayor ejercía un papel

autoritario; de manera que quien proporciona el bullying reproduce lo

aprendido en grupos de pares o pertenencia. Esto es reforzado por la escuela,

sociedad y medios de comunicación de acuerdo a la valoración que estos le

den a la violencia. Para los jóvenes, la escuela es un campo de competencia

donde el que sobresale es aquel que emite mayor autoridad sobre otro (lo que

aprendieron en su hogar). El estatus y la dominación social son dos conceptos

de la Psicología social que resuenan en esta realidad.

LaFontana y Cillessen, (1998) retratan la figura del agresor como alguien

popular. De esta forma, el objetivo del bullying, además de poder, es la

obtención de reconocimiento y popularidad entre pares.

Desde esta perspectiva, las herramientas de solución siguen la línea de

creación de espacios no agresivos, así como la evitación de contextos donde la

agresividad reine. Lo ideal es reducir la valoración de la violencia y recurrir a

la búsqueda de estatus sin pasar por encima de los demás. Todo un reto en esta

sociedad hipertecnológica. Asimismo, la creación de comités especializados

en esta problemática ayuda a que el problema merme. En el contexto barrial,


tal vez el más difícil de controlar, porque abrazan también conflictos

familiares, entre otros. Empero, se trabaja desde lo que se tiene alcanza para ir

influyendo paulatinamente en aquello que aparentemente se sale de las manos.

El compromiso de las instituciones debe estar encaminado a supervisar

aquellos espacios ajenos a las aulas.

Bullying desde la Psicología Jurídica:

La postura de la Psicología jurídica frente a esta problemática se mantiene

en la distinción entre bullying, conflicto y violencia estructural. La descripción

y aclaración de cada uno de las modalidades permite facilitar el trabajo de las

autoridades pertinentes. Además, existe un apartado que aclara el siguiente

párrafo: “No se puede calificar de acoso escolar o “bullying” situaciones en las

que un alumno o alumna se mete con otro de forma amistosa o como juego.

Tampoco cuando dos estudiantes a un mismo nivel discuten, tienen una

disputa o se pelean”.

En el caso específico de Colombia, desde la Psicología Jurídica se trabaja

para que la delimitación conceptual sea clara a nivel de tipología y/o

complejidad. Pues debido a estas flaquezas, los programas presentados hasta el

momento contienen muchos vacíos y no han resultado exitosos. La corte ha

ordenado la generación de una política general que logre la intervención y

detención de prácticas de hostigamiento coherentes con la realidad actual. Así,

psicólogos jurídicos, el Ministerio de educación en coordinación con el

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Defensoría del Pueblo y la

Procuraduría General de la Nación se están movilizando frente al enemigo

latente. Hace falta camino por recorrer pero el hecho de encontrarse


estudiando este flagelo desde sus alcances, ya significa mucho para nuestro

progreso.

Hasta el momento las políticas públicas conocidas al respecto son: “Aulas

en Paz”, “Cultura de la Legalidad”, “Enseñanza para la Comprensión y

Construcción de Ciudadanía”, entre otras.

La creación de espacios armónicos ha sido una tarea titánica que nos

incluye a todos sin importar nuestro nivel educativo. El compromiso se nota y

desde las dos ramas de la Psicología (social y jurídica) los esfuerzos empiezan

a materializarse. Las proyecciones establecidas se enmarcan en la facultad del

diálogo pacífico como mecanismo para mejorar nuestros procesos de

interacción tanto en el contexto barrial, educativo, social y personal.


Conclusión

En este recorrido histórico del fenómeno del Bullyng pudimos apropiarnos de

conceptos que hasta hoy pasaban desapercibidos. Es increíble cómo una problemática

que hacía parte de la sociedad de antaño, se evidenció a finales del siglo XX en los

países nórdicos y en la actualidad todo territorio que hace parte de la tierra lo padece,

en mayor o menor escala pero está. Asimismo, nos adentramos el personalidad de los

involucrados y las sensaciones oscilaban entre la impotencia y la tristeza.

Aparentemente, uno es vencedor y otro, la víctima. Sin embargo, todos sufren en

silencio porque los objetivos a perseguir son perjudiciales en la vida de todos. En

cuanto a las leyes, no existen generales, si no que de acuerdo al contexto se van

desprendiendo y adaptando hacia lo que se quiere alcanzar. En medio de tantos

abismos, dos ramas de la Psicología (Social y Jurídica) ponen en marcha sus

herramientas teóricas para la comprensión, intervención y solución. El trabajo no debe

inmovilizarse en ningún momento, pues las nuevas tecnologías están imprimiéndole

nuevas ramificaciones al bullyieng. Ya no es necesario recurrir al contacto físico o

verbal, sino que por medio de una pantalla la reducción psicológica y emocional

también se puede llevar acabo con consecuencias de una dimensión mayor porque el

internet no tiene barreras. Es hora del cambio. La nueva generación debe restructurar

su foco atención dirigido hacia actividades más productivas, sanas y rentables. Pues

ellos son el futuro del mundo que deviene.


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