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La rapidez con que Zara produce sus colecciones se debe a la total integración de sus
procesos operativos, lo que se conoce como just in time. La base de este sistema
radica en la disminución del tiempo de entrega, la eliminación de stocks, la mejora
continua y la eliminación del despilfarro. Se requiere eliminar todo aquello que no
añada valor al producto final, como son las revisiones y rectificaciones, la mala
distribución en planta, las existencias, los largos periodos de preparación de las
máquinas y de fabricación, entre otros.
Inventario: Zara utiliza un sistema de inventario llamado RFID que codifica cada
prenda en los centros logísticos, lo que permite que cuando los envíos llegan a las
tiendas dos veces por semana, se identifique de forma inmediata qué tallas y modelos
hay que reponer en los expositores. De la misma manera, se presta un mejor servicio al
cliente, al identificar de inmediato la disponibilidad de tallas específicas que los
clientes soliciten, bien en la propia tienda bien en tiendas cercanas o en la tienda por
internet, gracias a un proceso tecnológicamente muy avanzado.
Almacenes: En arteixo (Sede Principal de Inditex) las fabricas están conectadas por
túneles a un centro de distribución que ocupa el espacio de 11 campos de futbol. Esta
superficie funciona como un pulmón gigante, en cuestión de horas se llena de ropa de
las fábricas y se vacía hacia las tiendas, desde aquí se reparte sistemáticamente 2 veces
por semana, a cada uno de las 7.000 tiendas ZARAS que hay en el mundo. De esta
forma las tiendas no necesitan almacén y pueden destinar toda su superficie a venta.
Trasporte: El transporte y distribución de los productos de zara se lleva a cabo por
empresas externas, pero en Inditex (Empresa matriz) se juega un papel activo para
tratar de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Desde que una tienda pide la ropa hasta que la recibe pasan como mucho 72 horas.