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El Banco Interamericano del Desarrollo (BID) trabaja para mejorar las condiciones de
vida en América Latina y el Caribe, y el análisis de datos desempeña un papel vital en la
forma de abordar los desafíos regionales.
Mediante el apoyo financiero y técnico a los países, el BID se ocupa de reducir la pobreza y la
desigualdad, ayuda a mejorar la salud y la educación, y colabora en el progreso de la
infraestructura. El objetivo del BID es lograr el desarrollo de una forma sostenible y respetuosa
con el medio ambiente. Con una historia que comenzó en el año 1959, el Banco es una de las
principales fuentes de financiamiento para el desarrollo de América Latina y el Caribe.
Proporciona préstamos, donaciones y asistencia técnica; y lleva a cabo extensas
investigaciones. Además, mantiene un fuerte compromiso para lograr resultados medibles y
unos niveles más altos de integridad, transparencia y rendición de cuentas.
La toma de decisiones bien informada por parte del Banco Interamericano de Desarrollo, de
sus miembros y de sus socios es asistida por el uso de evidencia y apoyada por datos.
Desde la segunda mitad del siglo pasado, el BID ha estado reuniendo una gran diversidad de
datos sobre indicadores económicos, financieros, integración mundial e inclusión social, entre
otros; que ayudan a guiar las acciones de política que benefician a sus Estados miembros.
Este proyecto forma parte de un programa más amplio, en el cual el BID ha apoyado el
fortalecimiento de los procesos e instituciones que están involucradas en la priorización del
gasto en salud en varios países. A través del fortalecimiento de los sistemas de priorización de
los gastos en salud del proyecto pretende maximizar el impacto de los programas de salud en
la población con los recursos disponibles, tanto económicos como humanos del Ministerio y,
paralelamente, asegurar la sostenibilidad financiera de los sistemas de salud. Para lograr lo
anterior, es fundamental que los países cuenten con procesos y metodologías que les permitan
evaluar las tecnologías sanitarias respecto a su impacto en aspectos como la salud, la
eficiencia, el presupuesto y la equidad; para así poder tomar decisiones basadas en la
evidencia.
Si deseas saber más sobre este proyecto, puedes consultar la siguiente lectura opcional.
• Ayudar a garantizar que las políticas estén respondiendo a las necesidades reales de la
comunidad, lo que a su vez puede llevar a mejores resultados para la población en el
largo plazo.
• Destacar la urgencia de una cuestión o problema que requiere atención inmediata. Lo
anterior es importante en la obtención de fondos y recursos para la política que se va a
desarrollar, implementar y mantener.
• Permitir la compartición de la información entre los demás miembros del sector público,
con respecto a cuáles políticas han o no han funcionado. Esto puede mejorar el proceso
de toma de decisiones.
• Reducir el gasto gubernamental que, de otra manera, podría dirigirse hacia políticas o
programas ineficaces que pudieran ser costosos y consumir mucho tiempo.
• Producir un rendimiento aceptable de la inversión financiera que se asigna a programas
públicos, mejorando la provisión de los servicios y los resultados para nuestras
comunidades nacionales.
• Asegurar que las decisiones se tomen de una manera que sea coherente con nuestros
procesos democráticos y políticos, los que se caracterizan por la transparencia y la
rendición de cuentas.
Ten en cuenta, sin embargo, que el solo hecho de acceder a los indicadores y la información
estadística no nos hace grandes tomadores de decisiones. Debemos desarrollar competencias
para comprender los datos que poseemos, incluida la calidad de la fuente, cómo se obtuvieron
los datos y qué significa, en forma precisa, cada uno de los puntos de datos. Esto requiere que
los expertos en datos adquirieran la habilidad de interpretar la información estadística y
comunicarla a otras personas con distintos niveles de conocimiento técnico.
Con la inteligencia artificial y la aparición del machine learning o aprendizaje de las máquinas,
las computadoras y otros aparatos inteligentes (teléfonos, autos, etc.) también actúan como
tomadores de decisiones, basándose en el análisis de los datos de que disponen. Por ejemplo,
cuando una escalera mecánica se activa únicamente cuando sus sensores le indican que hay
gente que está subida en la escalera y, así, ahorrar energía; o cuando tu servidos de correo
electrónico te clasifica los mensajes por tipos, por ejemplo, el spam.
La toma de decisiones de las máquinas se basa en lo que se conoce como algoritmos. Según
la Universidad Interamericana para el Desarrollo, un algoritmo es “una secuencia de
operaciones detalladas y no ambiguas, que, al ejecutarse paso a paso, conducen a la solución
de un problema. En otras palabras, es un conjunto de reglas para resolver una cierta clase de
problema”. Es decir, los algoritmos tienen como fin de resolver un problema.